Locura Infernal [Privado: Mion]

Caminaba tambaleante por aquel frondoso bosque. La lluvia no dejaba de caer, los fuertes truenos tampoco cesaban. Si, aquello era una fuerte tormenta electrica. Sus vestimentas estaban mojadas. Estaba vestida con una falda escolar y una camisa blanca de botones. Sus largos cabellos verdes bajaban por todo su cuerpo. Pero ¿cómo había llegado Shion a aquel lugar?

Estaba en su cuarto. De hacen horas atrás no se sentía bien. Las alucinaciones habían regresado a su vida después de tanto tiempo, pero, ¿por qué? No pudo aguantar más y salio corriendo del lugar. No tenía rumbo fijo. Solo quería alejarse de ella, de su hermana. Y por estar corriendo sin rumbo fijo llegó a aquel lugar, aquel gran y tenebroso lugar.

Se abrazaba a sí misma por el frío que hacía. No sabía como podía regresar a la Academia. Sus ojos estaban completamente vacios.

-Nishi-kun... Nishi-kun... - Repetía en voz baja el nombre de aquella persona a la que amaba. Su mente estaba completamente perdida. Estaba "ida" de la realidad. -Quiero estar contigo, Nishi-kun... Salvame... Salvame... No quiero... - Derrepente se escucha el violento sonido de un trueno, haciendo que Shion abraze un árbol como si fuera un gatito asustado. -¡¡No quiero estar aquí!! - Comenzó a mirar a todos lados. -¡¡¡No quiero estar aquí!! - Salió corriendo del lugar, pisando con sus pies descalsos aquel frío y enlodado suelo. Seguía escuchando aquellos truenos en la lejanía, podía ver los temibles rayos caer. -¡¡No quiero, no quiero, no quiero, no quiero!! - Su voz estaba siendo suprimida por el miedo cada vez más y más, cuando a lo lejos vio una silueta, pero hizo caso omiso y siguio corriendo hacia ella. -¡Nishi-kun! ¡Quiero a Nishi-kun! ¡Quiero a Nishi-kun! - Si... Tenía un ataque de nervios...

Siguió corriendo hasta que llegó a cierto punto donde tropezó con una roca y cayó al suelo. Se quedó allí tirada, temblorosa, recuperandose del golpe que se había dado en la pierna.

El gran manto frio de la tiniebla había descendido hacia el mundo de los mortales cubriéndolo así por su gran oscuridad fría y desoladora, mas sin embargo esta venia acompañada con grandes vientos los cuales remecían las ramas de los arboles bruscamente contra su voluntad. Grandes rayos cortaban por un cese de tiempo aquella oscuridad la cual ah sido bautizada por los mortales como la noche, estos rayos luminosos aparte de alumbrar por una brevedad todo el vasto terreno traían junto con estos un sonido ensordecedor, como si miles de ángeles sonaran sus trompetas del apocalipsis, como si todos los leones rugieran al mismo tiempo hacia el vasto cielo minado de estrellas, mas sin embargo aquel sonido era el efecto que este producía al romper la barrera del sonido. La noche parecía estar triste ya que desde el cielo caían muchas gotas de lluvia mojando la fértil tierra de los humanos con sus lágrimas.


Aquel bosque que estaba cerca de la ciudad parecía tenebroso por los efectos producido por el mal tiempo que azotaba dicho lugar, los arboles parecían ser grandes espectros los cuales querían atrapar a cualquier persona quien se asomare por las cercanías de dicho frondoso bosque, mas sin embargo todo era efectos producidos por la mente humana. En aquel mismo lugar se encontraba caminando sin rumbo fijo aquella joven de cabellera verde la cual respondía al nombre de Mion, esta dama se encontraba vagando por el bosque bajo la fría tormenta, sus pies descalzo pisaban el frio y húmedo suelo rocoso, su vestimenta se encontraba todo empapada y en su mirada una fría soledad. Su cuerpo se movía hacia los lados a cada paso que esta daba como si no tuviera control de sus acciones, mas sin embargo esta seguía caminando y caminando hacia lo profundo del bosque.


Varios fuertes relámpagos caían en el lugar alumbrando con su destellante luz el oscuro bosque, el llegar parecía ser sacado de un cuento de terror, mas la joven no tenia síntomas de miedo en ella, parecía estar vendida, a lo lejos se escuchaban los gritos desesperante de una joven, estos gritos pedían ayuda, reclamando un nombre, la joven Mion levanto su mirada al cielo, las gotas de lluvias acariciaban su pálido rostro el cual volvió en si al escuchar aquella voz, muy conocida se le parecía, esta joven bajo su mirada nuevamente hacia el camino y siguió caminando pero esta vez su cara era de dudas y de preocupación no sabía como ella había llegado a aquel lugar, y tampoco recordaba de lo sucedido anteriormente.


A lo lejos esta joven pudo visualizar un bulto tirado en el suelo, esta abrió los ojos para así poder enfocar que era eso que estaba a lo lejos, mas sin embargo no podía visualizar muy bien que era aquella silueta por la densa oscuridad de la magnífica noche. Los gritos eran más fuertes al parecer venían de aquel bulto, la voz le retumbaban una y otra vez a Mion esta comenzó a caminar hacia aquel bulto cuando de repente un rayo segador cubrió todo el lugar con un haz enorme de luz blanca iluminando todo en el lugar, la joven se cubrió sus ojos ya que aquella luz era muy molestosa, en ese mismo instante los gritos cesaron más aquella cosa seguía en ese lugar…

¿Ilusión? ¿Realidad? ¿Cómo era posible que al subir su rostro, su mirada se encontrara con otra muy parecida a la suya? Aquello definitivamente la había bajado al mundo de la realidad. Las ilusiones y el temor que estaba sintiendo desaparecieron, bueno, mas bien, sus sentimientos se frizaron. ¿Cómo era posible que Shion estuviera tirada en el suelo, y a la vez, estuviera allí parada? No... No era posible... Aquello era algo más... ¿Su hermana? Pero ella había muerto, ¿no? ¿Una ilusión de su hermana, acaso? Pero se veía tan real. Maldita sea, ¿era real...? ¿O era alguien haciéndole una broma? Pero de ser así, ¿quién podría ser...?

Solo había una forma de averiguarlo. Tomó una piedra que había en el suelo y la lanzó hacia ella. Si la piedra la traspasaba, era por que era una ilusión. Pero, ¿y si no la traspasaba? Entonces comenzaría a dudar de su sentido de la realidad. Pensado y hecho. La piedra golpeó la pierna de Mion, sin hacerle daño. Shion tuvo que parpadear dos veces para estar segura de lo que estaba viendo. Poco a poco el terror comenzó a inundar su rostro y...

-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!! - Un grito desgarrador inundó el bosque a la vez que la luz de un rayo inundaba el lugar. Acto seguido, la peliverde comenzó a arrastrarse hacia atrás, sin darle la espalda a aquella persona que compartía su físico, su belleza.

-¡¡Alejate!! ¡¡ALEJATE!! ¡¡¡EL DIABLO TE HA ENVIADO POR MI, PERO YO NO ME IRE CONTIGO!!! ¡¡¡VETEEEEEEEEE!!! ¡¡MALDITA ARPÍA!! ¡¡No quiero verte!! ¡¡No te me acerques!! - Intentaba negar su realidad. -Eres una ilusión... Eres una ilusión... ¡¡Vete, vete, vete, vete, vete VETEEEEEEEEEEEE!! - Tratando de convencerse a sí misma que lo que veía, no estaba ahí, pero lamentablemente, la realidad era otra. Aquello que había visto había sido real, y ahora tendría que afrontar las consecuencias de sus pasados actos.

Aquella tormenta seguía azotando aquel mundo invadido por mortales, los cuales destruían sin piedad aquel hermoso mundo creado por las mas santas y divinas manos, el fenómeno atmosférico continuaba con su ataque sin cesar como una madre tigre defendiendo a sus crías, los fuertes vientos castigaban una y otra vez a los arboles los cuales padecían ante el gran poder de la madre naturaleza, desde el gran firmamento aun las nubes lloraban sin detenerse derramando en toda la tierra su gotas de agua las cuales formaban grandes charcos de agua y lodo por donde quiera. La noche parecía estar enojada con todo aquel ser viviente por sus estruendosos y poderosos rayos que surcaban todo el cielo nocturno opacando la luz de las estrellas con su centellante luz segadora, la cual rompía la velocidad del sonido que a su vez ocasionaba aquel rugir de la naturaleza, aquel sonido que asusta a la más feroz y temible bestia que camine por toda la faz de la tierra, ese sonido o mejor dicho el trueno que enmudecía todo el lugar dejando un apoteósico silencio letal.


La joven de pelaje verde comenzó a ver todo el lugar con normalidad luego de que aquel espantoso rayo que había caído cerca del lugar comenzara a cesar, todo en aquel y espantoso bosque comenzaba a verse con claridad, aun los vientos se chocaban con los arboles y la lluvia no paraba de caer. Aquella joven de nombre Mion comenzaba a distinguir aquel bulto el cual era una persona, esta joven abrió sus ojos a su totalidad al ver que era esa sombra negra tirada en el suelo. Sonozaki apretó ambas manos y trago una gran cantidad de saliva, esta no podía creer lo que estaba frente a ella, rabia, ira, dolor, tristeza, soledad ,venganza ,muerte, eran todos los sentimientos que agobiaban a la joven en ese mismo instante, más una gran confusión lastimaban su mente al ver aquella persona tirada en el suelo. Aquellas características similares a la joven Mion Sonozaki eran reconocible, todo desde el color de su pelo hasta la expresión de la cara que esa persona tenía en ese mismo instante, esta era nada más y nada menos que su hermana Shion o eso pensaba la joven Mion al verla.


No podía moverse, todos los sentimientos que ella tenía la paralizaba, un gran dolor de cabeza la golpeo por unos cuantos segundos, su memoria fotográfica mostraba aquellos recuerdos de los cuales dio inicio a aquella pesadilla, esta levanto su mano izquierda sujetándose la cabeza mientras observaba fijamente a lo que era su supuesta hermana, una ilusión podía ser, o quizás un gran sueño o pesadilla por decirlo, mas sin embargo todo era realidad, una realidad que la joven comprendió cuando aquella hermosa dama tirada en el suelo le lanzo una piedra a sus pies, esta no causo daño alguno pero hicieron despertar a la joven Mion de aquel estado en que estaba, sus mano derecha aflojo el puño y su izquierda soltó su cabeza para dejarla tendida. Pero aquella acción no fue el todo que hizo abrir la jaula de la bestia, aquellos gritos de espantos y de miedo rompieron las cadenas de la ira, la venganza, del odio y de la frialdad, haciendo que Mion pusiera los pies nuevamente sobre la tierra o a lo mejor esta no era aquella niña amable tierna llena de una gran confusión.


Las pupilas de sus ojos se escurecieron y el rostro de la joven bella de cabellera verde Mion cambiaran a uno de ira, esta miro a la joven fijamente con una mirada de muerte, rencor y frialdad, esta comenzó a dar pequeños pasos lentos hacia la joven mientras esta murmuraba el nombre de su hermana.

-Shion...shion…shion…shion…SHION!!!...Aaaaaaaaaaaaaaah!!!!.-


Luego de que la joven diera aquel grito de furia como arte de magia aquella tormenta ceso, dejo de causa estragos en todo el lugar, la luz de la luna llena alumbraron el cuerpo de la joven Sonozaki Mion, mostrando la belleza de su cuerpo y la ira de sus ojos. Cada vez esta se acercaba hacia la posición de su hermana la cual retrocedía y alzaba gritos de terror…