De paseo (libre)

El sonido de las puertas electrónicas del centro comercial se mezclo con el ruido de las personas que se hallaban paseando por los vastos pasillos del moderno edificio, dando entrada al extranjero, todo era tan diferente a los clásicos edificios de su querida Italia, sin embargo encontraba algo excitante en el consumismo americano.

Como un niño que se encontraba por primera vez en una juguetería el ojiazul miraba con estupefacción las grandes tiendas llenas de color, cuando de pronto fijo su mirada en lo que parecía ser una tienda de antigüedades, sin pensarlo dos veces se acerco al vitral donde tenían varios artículos en exhibición.

Había decidido finalmente explorar los alrededores de la academia, pasando por un lugar de altos edificios y de negocios de aspecto elegante llegó a lo que parecía ser el centro comercial. Sin pensárselo dos veces se decidió a entrar aunque no estaba muy segura de cómo le fuese a ir allí dentro, el lugar era enorme y estaba lleno de personas, tantas como para perderse fácilmente entre ellas y correr el riesgo de ser arrastrada hasta quien sabe dónde, aun así decidió lanzarse a la aventura.
-Tal vez pudiera conseguir… algunos libros…
Comenzó por mirar diferentes tiendas mientras caminaba con paso lento pero animado, sus largos cabellos celestes danzaban con el movimiento mientras la chica dibujaba una leve sonrisa avanzando lentamente con las manos tomadas detrás de su cintura.
Pronto llego a lo que parecía ser una tienda de antigüedades, no pudo evitar quedarse admirando los muebles que allí exhibían, eran demasiado similares a los que había en su hogar, aquel al que nunca volvería pero que sin embargo recordaba con cariño de los años en que había vivido allí con sus adorados padres.
-Son tan lindos…-sus ojos parecían brillar-
De pronto un par de señoras pasaron y una de ella llegó a golpearla con su bolso, como Katia estaba bastante desprevenida no fue capaz de mantener bien el equilibrio y se inclinó hacia un lado rozando a alguien que parecía estar allí también observando la vidriera.
-Ohh lo siento de verdad, no quise molestarlo…
Dicho esto se quedó viendo al chico que tenía frente a sí esperando que no se enojase demasiado, parecía bastante mayor que ella pero por alguna razón sentía que tenían algo en común, eso había sido tal vez un extraño presentimiento que no supo entender.

Spoiler:

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De pronto su concentración se vio interrumpida por una leve rozadura, casi imperceptible, pero basto para sacarlo de los pensamientos que inundaban su mente, -pero qué demonios- pensó antes de dirigir su mirada hacia la dirección de el rose. Y ahí estaba la chica que al parecer le había tocado, sin embargo no tardo un segundo en notar lo que había pasado ya que un grupo de señoras recién habían pasado por el lugar haciendo un escándalo, eran las típicas señoras adineradas y pretenciosas que se sentían superiores a los demás por el simple hecho de tener dinero.

"estas bien?" pregunto dirigiéndose a la pequeña peli azul, parecía tan indefensa, sin embargo a la vez emanaba de ella una extraña fuerza interior, tal vez tenia mas en común con ella de lo que podía imaginar

“Esas señoras no parece tener modales, en fin el dinero no te puede comprar un cerebro" menciono algo molesto.

El chico se giro hacia ella, era tan alto que tuvo que elevar un poco su cabeza para mirarlo a los ojos, lo primero que busco fueron rastro de enojo en sus facciones, pero se alegró al darse cuenta de que no parecía haberlas; más bien el chico le había preguntado si estaba bien.
-Si lo estoy… gracias por preguntar…
Le dedicó una pequeña sonrisa al extraño, fácilmente podría haberle gritado bien feo, hay personas que tiene carácter fuerte y aunque tuviese esa apariencia seria aquel chico de cabello castaño se le hacía amable, o al menos esa impresión tuvo Katia en aquel momento.
Escucho el comentario del castaño y no pudo dejar escapar una pequeña risita mientras se tapaba la boca con una mano y apretaba un poco los ojos. Después volvió a mirarlo con una leve sonrisa mientras acomodaba algunos cabellos que se habían salido de su lugar.
-Es verdad… hay muchas cosas que el dinero no puede comprar…-se sonrisa comenzó a borrarse de repente, sin saber porque había recordado a sus padres fallecidos, porque claro el dinero no podía comprar todo y menos la vida-… emm… pero supongo que hay que aprender a tratar con personas así… -volvió a sonreír levemente-
Giro un poco su cabeza al notar como un grupo de gente pasaba por al lado y casis instintivamente se movió del lugar presintiendo que la iban a chocar y realmente parecía haberle atinado, el lugar se veía bastante concurrido y los pasillos estaban bastante llenos y dificultosos para transitar en ellos.
-Hay mucha gente hoy…-dijo casi en un susurro-
El murmullo constante en el lugar parecía ir en aumento ¿habría algo especial aquel día? ¿regalarían algo? O tal vez simplemente aquel lugar siempre estaba así, ella no lo sabía, después d todo apenas había llegado hacia unos días a aquella ciudad.

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Le sorprendió la inocencia que la chica parecía tener, era algo raro en estos días en que las personas parecían estar siendo consumidas por el odio o hacer menos al prójimo , Dimitri encontraba reconfortante ver que por lo menos algunas personas aun poseían esa frescura, a diferencia de él.

"Así es, es así siempre?" pregunto con aire calculador mientras lanzaba miradas de solsayo a la concurrida multitud, todo parecía indicar que la pequeña venia sola y por lo que había observado esa era peligroso para ella.

De pronto observo que otra gran cantidad de jóvenes se acercaba hacia donde ellos se encontraban así que el ojiazul casi por acto reflejo tomo con cuidado a Katia por el hombro y la coloco detrás de él en forma de protección.

"creo que no deberías estar sola, al parecer aquí a nadie le importa pasar sobre las demás personas"

Observando la multitud de personas que transitaban por los pasillos escuchó la pregunta que el chico hacia mientras observaba la gente pasar y asintió con un leve movimiento de cabeza.
-En verdad es la primera vez que vengo, así que no se… si siempre este así…
Justo después un grupo de jóvenes pasaban en lo que podía denominarse una “pandilla” y que sería capaz de llevarse por delante a cualquiera, Katia solo intento esquivarlos pero de repente sintió una mano sobre su hombro y como la llevaban de forma gentil hasta terminar detrás del chico. Abrió bien grande sus ojos sonrojándose levemente para luego escuchar que él le decía que no debería estar sola, porque a nadie parecía importarle pasar por encima de los demás.
-Amm… al parecer las cosas se dificultan cuando hay tantas personas, pero… aun no conozco a mucha gente, así que no tengo con quien venir… tal vez fue algo irresponsable de mi parte…-rascándose la mejilla-… pero gracias por tu preocupación... -dedicándole una pequeña sonrisa al chico-… eres muy amable.
Dicho esto se asomó un poco desde atrás del castaño para observar la gente pasar, el lugar estaba realmente concurrido pero ella quería visitar las tiendas de igual forma, si no le quedaba más remedio debería lanzarse a la “aventura” de transitar por aquellos pasillos, después de todo esa era la razón por la que estaba allí, conocer y explorar y tal vez hacer algunas compras.

“No creo que allá sido irresponsable, solamente deberías tener un poco mas de cuidado es todo" le dijo en tono algo paternal. mientras observa pasar a la multitud, la chica parecía querer conocer más aquel lugar por lo que podría apreciar, y ocuparía alguien que la protegiera en caso de tener dificultades, una chica como ella parecía ser el tipo que se metía en problemas con facilidad

"Gustas acompañarme en mi exploración?" le pregunto extendiéndole la mano en señal de buena fe

El castaño terminó por decirle que no era irresponsable sino que más bien debería tener un poco más de cuidad, y tenía razón, ella no tenía un cuerpo grande n tampoco era muy alta, más bien normal, pero de igual así podría ser arrastrada por la marea de gente que parecía haber allí, Katia seguía insistiendo en pensar que era una ocasión especial “No puede estar así todos los días…” pensaba bastante sorprendida por el exceso de concurrencia a aquel centro comercial.
Luego de unos segundos Katia vio como el chico extendía su mano mientras le preguntaba si quería acompañarlo en su exploración, ella volvió a sonreír y tomó su mano sonrojándose levemente para luego dar uso tres pasos hacia delante y girarse de nuevo hacia él.
-Por cierto, he sido muy maleducada… si me vas a acompañar como mínimo debería haberte dado mi nombre…-apretó un poco más la mano que tenia sujetada y la movió levemente de forma suave-… Un gusto en conocerte, mi nombre es Katia.
Dicho esto se quedó esperando una respuesta del castaño, por alguna extraña razón le parecía presentir que ambos pertenecían al mismo lugar, a la misma academia aunque nunca se hubiesen cruzado en los pasillos de esta.

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" Puedes llamarme Dimitri" le respondió, algo en ella era diferente, y no se refería a su ingenua manera de ser, si no algo diferente, pero aun no lograba descifrar el por qué.

Tal vez ella tenia razón, el lugar parecía estar cada vez más concurrido, poco a poco grupos cada vez más variados de personas pasaban delante de ellos, y parecían dirigirse hacia el centro del edificio, acaso habría algún evento especial hoy?, y si era así , que podría ser.

Se quedo pensando por un momento en que hacer, no podían quedarse parados ahí para toda la vida, así que lo mejor sería comenzar por avanzar, así que sin soltar a Katia y haciéndose paso entre la multitud comenzó a avanzar por los concurrido pasillos del centro comercial

"Algún en especial al que quieras ir?" le dijo en tono alto para que lo pudiera escuchar, sobre las demás voces que los rodeaban

El castaño dijo que le podía llamar Dimitri a lo que Katia asintió con un movimiento de cabeza y una pequeña sonrisa en sus labios, para luego seguirlo cuando éste comenzó a caminar entre medio de las personas que seguían moviéndose por el lugar. Luego de dar unos cuantos pasos esquivando a unas cuantas personas el castaño pregunto si había un lugar especial a donde quisiera ir. La idea de Katia en realidad era conocer todo el centro comercial, pero al parecer en aquel momento el lugar no estaba apto para ser recorrido tranquilamente, así que debería elegir; pensando unos segundos con un dedo sobre los labios llegó a una conclusión y un primer lugar que le resultaría agradable.
-Ammm si te parece, me gustaría ir a una librería… quisiera saber si hay nuevos títulos interesantes… me gusta leer y… bueno, si te parece.
Una vez dijo esto siguió caminando detrás del chico tomando su mano para no separarse de él, la gente pasaba por al lado rosando sus brazos, y claro, después de todos estaban abriendo camino entre ellos, tal vez si hubiese una atracción de algún tipo sería interesante ir a darle una miradita luego de realizar el paseo.
-¿Te gusta leer?
De pronto se le ocurrió preguntar aquello, sabía que había personas que n le gustaban los libros y más por eso resultaba correcto preguntar, no fuese a darse que por acompañarla el se sintiera incómodo o aburrido. Preparada para identificar su voz en medio del bullicio siguió caminando detrás de él intentando no separarse demasiado.

Conforme se iban alejando del epicentro del centro comercial la multitud poco a poco comenzaba a disminuir, lo que sea que estaba pasando en ese lugar sucedía en el centro del mismo, pero eso lo tenía sin cuidado en esos instantes, lo que importaba era encontrar un lugar tranquilo y seguro para su acompañante " Claro que podemos ir a la librería, en realidad también soy adicto a los libros" dijo contestando así a las preguntas de Katia, mientras seguían avanzando entre los corredores

Vagamente recordó que la librería se encontraba en el segundo piso del edificio, o eso le había indicado el mapa que cuidadosamente reviso al entrar al centro comercial, visitar la librería había sido una de las prioridades que tenía en ese lugar así que había tenido la molestia de memorizarse el camino hacia ella.

Siguió caminando detrás del castaño mientras éste parecía guiarle hacia un lugar menos transitado y en donde cada vez se hacía más fácil caminar y el bullicio comenzaba a desaparecer de a poco. El chico había dicho que si podían ir a la librería ya que él también era adicto a los libros, a Katia le causo un poco de gracia la manera en que se expresó pero sonrió levemente por estar feliz de compartir los gustos y de estar segura que entonces si ambos querrían ir al mismo lugar.
Siguió al chico unos segundos más, los caminos ya estaban más despejados y él realmente parecía saber a dónde iba, parecía que conociese el camino hacia el lugar al que ambos pretendían ir.
-¿Vienes seguido por aquí?... parece que conocieras bien el camino...
Finalmente decidió preguntar, había tenido esa impresión y no quería quedarse con la duda, aunque de esa forma develase que asistía a aquella academia y tal vez lograse que la mirara como una cosa extraña, de alguna forma tenía la extraña sensación de que aquel chico también asistía allí.
-Disculpa… acaso tú… ¿eres de C-Crusaders?
No pudo evitar sentir algo de miedo al hacer aquella pregunta, sabía bien que esa academia era para gente con habilidades especiales y que todo el mundo debería saber de ello, y también sabía que seguramente al igual que en su país habría quienes le s temieran o los miraran de mala forma, aun así ya había preguntado y no había nada que hacer; solo esperar una respuesta.

El ambiente cada se ponía menos pesado gracias que la multitud casi había desaparecido por completo, al llegar a un cruce giraron a la izquierda dejando ver al fondo la entrada de la Liberia, fue en ese momento cuando la chica soltó una pregunta . -¿Vienes seguido por aquí?... parece que conocieras bien el camino....

" Para ser franco esta es la primera vez que vengo a este lugar, pero memorice el camino a la librería al llegar" dijo seguro mientras seguían su camino pasando por los diferentes establecimientos del lugar, cuando pasaron por lo que parecía ser una tienda de deportes Katia le hizo una pregunta que no esperaba -Disculpa… acaso tú… ¿eres de C-Crusaders?, le dijo algo nerviosa, pero él no se inmuto al escucharla, ya sospechaba que la chica era diferente, sin embargo no esperaba que se revelara tan pronto, y mucho menos frente a alguien que acaba de conocer.

" Acabo de ingresar, en realidad es mi primer día en la academia" respondió parando en seco. " hemos llegado" dijo mientras observa la entrada a la librería.

Escuchó como el chico explicaba que en realidad era la primera vez que iba a aquel lugar pero que había memorizado el camina apenas de haber entrado, al parecer realmente le interesaban los libros y su objetivo era realmente llegar a la librería.
Katia notó mientras hacía su última pregunta como pasaban por en frente a una tienda de deportes, cuando volvió a mirar hacia el frente noto que el chico se había detenido bruscamente pero al no estar atenta no pudo frenarse y terminó chocando con él. Dimitri le contestó en un tono diferente, Katia pudo notar aquello enseguida, realmente parecía haberse molestado con su última pregunta y tenía el derecho a hacerlo.
-Ya veo…-lentamente retiro su mano con las mejillas sonrojadas, se había dado cuenta de que él se había molestado y tenía razón en hacerlo-… perdona por preguntar eso, no debí… yo… ¡discúlpame por favor!
Se inclinó ante el chico así como hacían los orientales, realmente se sentía culpable de ser tan preguntona y se había apresurado sin medir que al otro pudiera haberle molestado, no sabía cómo disculparse correctamente, pero tal vez lo mejor fuese separarse allí, después de todo ya conocía el camino y realmente le estaba agradecida por eso.

Al parecer había la chica era bastante despistada para confundir sus gestos con enojo, aun no entendía por que las personas se empeñaban en disculparse por ser ellas mismas a cada momento, aunque si debía ser honesto, esa chica se preocupaba demasiado.

"Deberías empezar por pensar bien las cosas antes de actuar no crees?" giro sus ojos para centrarse en ella " No sabes quién puede ser un anti -mutante, te expones demasiado al peligro" dicho eso se dirigió hacia la librería donde las puertas automáticas de cristal le dieron la bienvenida con el ya familiar sonido electrónico que producían, si ella quería seguir con él o no, seria decisión de ella, Katia debía aprender algo muy importante para todo ser pensante, algo llamado prudencia, por otro lado aun era una niña, pero una niña mutante y tarde o temprano se encontraría con la cruel realidad del mundo, estaría la ingenua peli azul preparada para ello?, esa era la pregunta que rondaba por la cabeza del castaño.

Escuchó como el chico le decía que debería empezar por pensar bien las cosas, en ese momento se enderezó y volvió a subir su mirada hacia él, no podía descifrar si estaba enojado o solo era serio, pero no quería dejar una mala impresión en una persona que acababa de conocer. Escuchó como él le hablaba acerca de los anti-mutantes y solo se le quedó viendo uno segundos, ella jamás se había referido a ella misma como “mutante” sino como alguien con habilidades especiales, la palabra mutante sonaba un poco… ofensiva. Aún así le dio la razón con un movimiento de cabeza para luego observar como el chico se marchaba hacia el interior de la librería, en donde las puertas de cristal le dieron paso así como hacían con cada uno que quisiese entrar allí.
Katia se quedó unos segundos allí de pie, había sido una situación incómoda sin lugar a dudas, pero no quería dejar las cosas así, después de todo aquel chico a pesar de su semblante y su voz de aparente enojo la había ayudado y la había protegido de que se la llevara aquella marea de gente; lo justo era permanecer a su lado hasta que él le dijera que no, pero también a pesar de todo, de alguna extraña manera el pelirrojo le caía bien.
Apurando un poco sus pasos entró en el lugar dando una mini corridita hasta que lo alcanzó y siguió caminando tranquilamente de tras de él mientras observaba las estanterías a su alrededor.
-Entiendo bien lo que dices… se bien que hay gente que no quiere a los “mutantes” así como tú nos llamas, aunque no fue mucho me ha tocado vivir que me mirasen mal por esa razón, se bien que algunas personas no acepta a personas como nosotros… -tomando un libro de las estanterías-… No quiero que te ofendas pero… de alguna forma… estaba casi segura que tú eras uno de nosotros, no se… llámalo intuición… si quieres.
Dicho esto se detuvo para leer la sinopsis del libro que había tomado, le resultaba interesante aunque nunca hubiese oído hablar de él, por alguna razón el titulo, la portada y la sinopsis parecían indicarle que sería un buen libro para disfrutar en una tarde tranquila junto a algunos bocadillos.

'El nombre del viento' era el titulo que exhibía en grandes letras doradas el libro que había tomado la pequeña, un ejemplar que el mismo ya había leído varias veces antes.

"Por que tendría que ofenderme, al contrario soy uno, y orgulloso de serlo, somos la evolución de la raza humana, el siguiente paso hacia el futuro" termino aquella frase tomando una pausa como quien piensa mejor las cosas y continuo "mejor dicho.....somos el futuro".

Dimitri estiro la mano para tomar el ejemplar que Katia tenía en sus manos, "Es un buen libro, a veces el protagonista parece poder hacerlo todo, pero....bueno no debería arruinarte la historia" en realidad el protagonista a pesar de tener un gran poder o destreza se metía en muchos problemas por falta de prudencia, y la chica le recordaba a él en ese aspecto.

Observó con detenimiento el título del libro impreso con grandes letras de un dorado que resaltaba sobre la tapa algo más oscura, el nombre del libro era “El nombre del viento” y claro tal vez por esto en una pequeña parte le llamase la atención, el viento después de todo, era su amigo y a él se asociaba su habilidad. Escuchó los pasos del chico acercándose a ella y luego su voz diciéndole que no se ofendía para nada, sino que más bien estaba orgulloso de ser como era y que las personas con habilidades eran en realidad el futuro.
Al oír aquellas palabras Katia alzo su cabeza para subir su mirada hacia el rostro del chico mientras aún sujetaba el libro en sus manos, escuchó como él decía que el libro que tenía en manos era bueno, y que el protagonista parecía poder hacerlo todo, después se retracto de contar algo más diciendo que no quería arruinarle la historia a lo que Katia le dedicó una pequeña sonrisa para luego bajar su mirada nuevamente hacia las letras doradas en la tapa.
-Creo que me convenciste… me resulta interesante… así que me lo llevaré.
Dicho esto dio unos pasos más observando los demás libros que allí se exhibían, ciertamente podría ponerse a mirar la sinopsis de todos pero sabía que eso sería eterno, por lo que se había decidido en revisar aquellos que realmente le llamasen mucho la atención.
-Es bueno que te sientas orgulloso... otros seguramente maldigan sus habilidades... pero el aceptarlas tambien es... aceptarse a si mismos... asi como ellos son...
Llevando el libro abrazado frente a su pecho camino con pasos lentos y casi danzantes mientras de vez en cuando detenía la vista en alguna otra tapa que le resultaba de interes, pensaba que tal vez aquel día podría conseguirse unos cuantos, y hasta quizás alguna obra teatral con la cual practicar su actuación cuando tuviese tiempo.

La pequeña realmente se esforzaba por aprender, incluso parecía querer pasar más tiempo con el a pesar de no ser el tipo de persona elocuente, y eso le parecía algo admirable para alguien de su edad, por lo que decidió continuar un rato más a su lado, después de todo parecía ser una chica inteligente.

Observaba tranquilamente como la chica se manejaba por el local, mirando maravillada las cubiertas de los ejemplares que iba tomando, después de unos minutos volvió a dirigirse a él, al parecer le daba gusto la forma de pensar del pelirrojo.


"Aun me parece incomprensible como alguien puede renegar de sus habilidades especiales como tu las llamas, después de todo eso nos hace diferentes a los demás, y no es eso lo que la raza humana siempre ah buscado, el sobresalir ante todo y ante todos" realmente él no lo entendía,
era algo que le molestaba en su interior, pero lamentablemente existía gente que pensaba de aquella manera.

Dio unos pasos más para luego girarse hacia su acompañante cuando volvió a escuchar su voz dirigida a ella, el pelirrojo decía que le parecía incomprensible el hecho de que alguien pudiese renegar de sus habilidades ya que después de todo eso era lo que los hacia diferentes, y que a fin de cuentas eso era justamente lo que la humanidad siempre había buscado; sobresalir ante todo y ante todos.
Luego de oír esto atentamente mientras observaba al chico
frunció un poco el ceño mientras desviaba su vista hacia los libros de la
estantería, el tenía razón realmente, pero las cosas a fin de cuentas siempre suelen complicarse más de lo esperado y más aún con cosas como esas.
-Es verdad lo que dices, pero… supongo que hay quienes temen a lo desconocido… si te despiertas una mañana y te das cuenta de que incendiaste tu casa… no ha de ser muy agradable que digamos…-bajando la mirada-… a pasar de ser lo que muchos deseasen tal vez… cuando se vuelve realidad se asustan de ello… se asustan de como los demás puedan verlos y esos demás se asustan de lo que aquellos seres puedan hacerles…-acomodando un poco de cabello detrás de la oreja-… en verdad… es un tema difícil de tratar…
Realmente el tema “mutante“ no era para tomárselo a la ligera, ella sabía bien que incluso utilizando sus poderes para ayudar a las personas, aún así esas personas podrían mirarla mal y hasta temerle, incluso le había sucedido ya, y eso le resultaba realmente contradictorio ¿Cómo temer a alguien que te brinda su ayuda? No es para nada lógico.

Al escuchara la chica expresar de aquella manera, esa no era la manera de hablar de alguien que solo conoce el tema, no, ella debió experimentarlo en carne propia, pero lo que le sorprendía era la manera en que parecía tan calmada, de pronto sintió como respetaba un poco más a la pequeña.

"Uno no siempre ve las cosas del modo en que verdad son, a veces nuestros miedos nos ciegan sabes, mas cuando es miedo a algo que no conoces, muy poca gente es capaz de ver atreves de esa cortina de prejuicio y temor" Dimitri contemplo su entorno, la gente de la librería parecía tan tranquila, y se pregunto que pasaría si de pronto algo pasara, que sin avisar el lugar se incendiaria por completo quedando en merced de las flamas y su única salvación fuera confiar en él y la pequeña, serian capaces de aceptar la realidad que los envolvía pero que se negaban a ver?, bueno esa era una pregunta que quedaría solo ahí, en su mente sin poder obtener respuesta.

"Bueno Katia, que te parece si terminamos por hoy aquí, después de todo veo que ya as cogido varios libros, y deberíamos volver a la academia, tengo algo de hambre" le dijo tomándola por el hombro, ella era diferente a los demás alumnos de aquella escuela, ella había logrado sacar ese lado del que muy poca había visto en toda su vida, su lado humano.

Se quedó unos segundos pensativa recordando sus propias palabras y algunas experiencias que ella misma había tenido, realmente las cosas se volvían difíciles cuando el temor se interponía ante la razón y podría llegar a complicarse de sobremanera siendo así.
Al escuchar nuevamente la voz del pelirrojo volvió a levantar la mirada para dirigirla hacia él, el chico decía que las personas no siempre ven las cosas como en realidad son y que muchas veces se dejan cegar por el miedo, eso era perfectamente entendible, ella lo creía así también. Asintió con un leve movimiento de cabeza apretando un poco los libros cuando el pelirrojo le dijo que pocas personas logran ver a través de la cortina de prejuicio y temor, era la verdad, realmente el ser humano teme por su vida así como cualquier animal, y es así mismo como temerán a lo desconocido de lo que piensen que les pudiese dañar; a pesar de que eso desconocido estuviese haciendo todo lo contrario.
Se quedó nuevamente unos segundos pensativa mientras su acompañante también parecía estarlo, pero de repente el pelirrojo la llamó a la realidad pronunciando su nombre para decirle que ya había conseguido bastantes libros y que era mejor volver puesto que el ya tenía hambre. Katia alzo levemente las cejas y observo los libros que abrazaba frente a su pecho, eran tres y se veían bastante gruesos, se sonrojó un poco para después sentirse algo tonta y asentir con un movimiento de cabeza, mientras sentía como el apoyaba la mano sobre su hombro.
-Tienes razón… ya es suficiente, volvamos… debe ser tarde ya.
Dicho esto comenzó a caminar tranquilamente hacia la caja para pagar su adquisición y allí una mujer de mediana edad y de aspecto muy amable tomó los libros para colocarlos en una pequeña bolsa de madera y entregárselos junto con el recibo de la compra. “Gracias, vuelva pronto” dijo la mujer luego de que ella le dedicara una pequeña sonrisa para comenzar a caminar hacia la salida del negocio, ahora solo quedaba esperar que aquella marea de gente a no se encontrara más en el camino o de lo contrario debería volver a depender de su acompañante para cuidarla de esta, y claro, lo que menos quería era molestarlo.

Cogió su mano sin cuidado, como si fuera lo
más normal del mundo para él y volteo a verle " Creo que tendré que
escoltarte de nuevo pequeña" comento mientras arqueaba un poco su
boca en señal de ironía " solo no esperes que este siempre ahí, pero por el
momento lo estoy" la peli azul lograba sacar del ese lado humano que
aun existía en el, era algo digno de admirarse debía admitir, sin embargo no podía
evitar sonar sarcástico en algunas ocasiones.

Comenzaron a avanzar por los largos pasillos del centro comercial, por su
travesía podían observar como la cantidad de gente se había incrementando
haciendo aun mas difícil el avanzar, comenzaba a incomodarle, pero más
importante aun debía ser incomodo para ella,
de pronto se detuvo en seco, sin inmutarse un poco y tomo a Katia con
cuidado por la cintura “ Sujetate bien” le indico justo ante sede levantarla dejándola
reposar sobre sus hombros como cuando un padre carga a su hija pequeña “ esto será mas cómodo para ti”

Apenas puso un pie fuera de la tienda cruzando las puertas automáticas sintió como le tomaban la mano que traía libre, girando su cabeza se encontró con los ojos de Dimitri mientras lo oía decir con cierto tono irónico que al parece debería escoltarla de nuevo, pero que no esperase que siempre estuviera allí para hacerlo.
-Claro que no… te agradezco mucho enserio… que me acompañes… no querría molestarte tanto, así que también me disculpo por eso…
Mientras veía al pelirrojo adelantársele con un paso lento llevándola detrás de sí, sonrió levemente, realmente sentía como si ella fuese una niña pequeña cuyo padre cuidaba de no perder en la multitud, y aquel chico lo que menos tenía era aspecto de padre cuidadoso, aunque claro, las apariencias podían engañar y eso ella lo tenía muy en mente.
Cuando llegaron a los pasillos Katia pudo notar que nuevamente estaban superpoblados y que transitar por ellos parecía imposible. Dimitri comenzó a caminar sujetando con fuerza su mano mientras ella se esforzaba para no separarse de él y no perderlo de vista entre tanta gente, apretando con la otra mano las tiras de la bolsa de madera que portaba los libros que había adquirido recientemente.
-Cielos… realmente está difícil caminar por aquí…
Observaba las personas pasar y empujarse a los costados de ella cuando de repente sintió un leve golpe, notando como su rostro chocaba en la espalda del pelirrojo para luego retroceder unos pasos mientras se disculpaba. De pronto el chico se giró y después de decirle “sujétate bien” colocó ambas manos en su cintura para luego levantarla y sentarla sobre su hombro, mientras ella solo levantaba ambas cejas abriendo los dos ojos como platos, para después sonrojarse notoriamente.
-¿Q-Que haces?
El chico le había dicho que aquello sería más cómodo para ella, a lo que Katia solo se quedo en silencio sin poder borrar de su rostro aquella expresión de asombro mientras notaba como el comenzaba a caminar nuevamente.
-E-Espera Dimitri… e-esto es…
Observo la gente a su alrededor, todos ellos se veían ahora si por debajo de ella y a aquella altura podía ver claramente que la mayor concentración de personas se daba en un punto en especial, y que no se encontraban muy lejos de él, seguramente esa fuese la razón de tal travesía para solo intentar salir del centro comercial.
-Tal vez algún artista muy famoso este firmando autógrafos… o algo por el estilo…
Dijo esto llevándose una mano a la boca para posar un dedo sobre su labio inferior, pero enseguida bajo ambas manos al sentir un movimiento brusco para así sujetarse como pudiese de los hombros de quien la llevaba; intentando no apretar demasiado fuerte ni arrugar su ropa.

La chica se
columpiaba sobre sus hombres mientras avanzaban pero era mucho más seguro que
traerla tropezando a cada paso que daban, la chica le comento en el trayecto
que al aparecer divisaba hacia donde se dirigía el tumulto pero en realidad era
algo que a el no le interesaba, lo único en su mente ahora comer algo y eso haría.

“Si gustas puedes ir hacia allá, pero mi estomago es primero y creo que ah sido
demasiada aventura por un día"

sigo avanzo mientras esquivaba a la gente de la manera menor brusca para que
Katia no callera de sus hombros