Re: Terminando lo inevitable. [Priv. Kuja][+18]

por **Kuja** Miér Jul 20, 2011 8:21 pm

Las palabras sensuales del menor eran una serenata en sus oídos, los más hermosos sonidos escuchados desde primera fila de un concierto que duraría toda la noche… Y recién comenzaba. El castaño se decía insaciable, mas le valía serlo ya que cuando el boricua comenzaba no paraba. De repente, lo que más quería escuchar, era como si de repente sonara su canción favorita… Si, el menor le pedía ser penetrado a gritos, suplicante, sensual y esa cara de niño bueno que era la cereza en el pastel.

Las manos del ojiverde se fueron directo a su cuello, con una mueca de dolor que se expreso en palabras, el boricua hizo las cosas un poco lentas, no quería que lo recordara por el dolor, sino por el placer nunca antes imaginado. Los besos ahogaron algún otro quejido, al momento que comenzaba el movimiento, las piernas del otro rodeaban su espalda, permitiéndole moverse mejor… Entonces, el ultimo empujón, que el americano expreso con un poco de dolor… Excitación? Difícil saberlo.

Sintió como le enterró las uñas en la espalda, cosa que le gusto, además, no le molestaba para nada. El contrarío comenzó a moverse, cosa que le agrado, quería sentirlo más adentro.

El puertorriqueño comenzó a hacerlo, con ritmo, despacio aun, empujando lentamente un poco mas con cada embestida, intentando hacerlo más profundo. Sabía que con cada minuto el dolor seria menor. Miraba constantemente a los ojos al otro, con tal de ver cada expresión que hiciera, besándolo de vez en cuando.

Te gusta? Quieres que lo haga más lento? –Preguntaba el boricua, quería oír esa tonada de nuevo- Me encantas sabes? –Dijo mientras le besaba-.

Tras ese beso, le embistió por fin, con un poco más de fuerza, quedando completamente dentro del menor, ahogando cualquier quejido con un beso profundo… Se quedo en esa posición varios segundos, sin moverse, esperando no haberse sobrepasado. Alejo un poco su cuerpo, aun con las piernas del menor en su espalda, para recostarse sobre sus manos extendidas… Sentía la erección del castaño en su marcado abdomen, las piernas a su alrededor, los brazos en su cuello, era suyo, todo suyo por esa noche.

por **Mark Kruger** Miér Jul 20, 2011 10:21 pm

Sus manos seguían firmemente aferradas a la ancha espalda del mayor, con sus orbes verdes firmemente cerradas, sus piernas se abrazaban con suavidad a la espalda del boricua, sintiendo el roce de sus pieles con cada movimiento. Sentía como el peligris se movía sobre él, en su interior, con lentitud, empujando sus caderas hacia adentro mientras que el americano empujaba contra esa erección, haciendo que las embestidas llegaran mas profundo en un roce que poco a poco se fue volviendo placentero, gimiendo con suavidad.

Asintió enfáticamente con un movimiento de cabeza, entreabriendo su boca y dejando salir un jadeo-...ahh...nnh...ah m-me encanta hmm...asii esta...bien ah! -gimoteo antes de responder ansioso y con pasión el beso del puertorriqueño, ahogando sus sonidos de placer, atrapando la lengua ajena entre sus labios, sorbiéndola y mordisqueando un poco el delicioso apéndice antes de dejarle ir- Ahh...a mi... también...me encantas -dejo escapar un quejido de satisfacción. Por un segundo paso en su menta la imagen del noruego, del chico al que Kruger amaba y que con su distanciamiento solo le había lastimado dejando su corazón aun mas roto de lo que estaba antes de conocerle.

Abrió sus ojos con sorpresas al sentir aquella embestida con mas fuerza, su cuerpo se arqueo, echando su cabeza hacia atrás, cerrando de nuevo sus ojos, dejando escapar algunas lagrimas mientras jadeaba con fuerza en voz alta, le dolía pero se sentía completamente lleno y eso le daba un gran placer que le hacia temblar con ligereza. Agradeció que Kuja no se moviera y le diera tiempo a recuperarse, olvido todos los pensamientos negativos que rondaban su cabeza, se olvido de todo y se concentro solo en las maravillosas sensaciones de éxtasis que recorrían su anatomía y en el chico que se encontraba sobre él, enseñándole lo maravilloso del sexo.

-...Kuja...-le llamo con voz suave- Haz que mi mente se ponga en blanco -su pecho subía y bajaba con profundidad, entreabriendo sus ojos, mirándole fijamente con sus orbes algo llorosas por el placer, las mejillas rojas- No dejes que nunca olvide esta noche -suplico el castaño, acariciando la piel de la espalda del ojiazul, evitando rozar los rasguños que le había hecho, bajando sus manos hasta su trasero, masajeandolo con lentitud y empujándole para hurgar con su erección en su interior, dejando escapar un quejido doloroso y placentero. Quería que su primera vez fuera inolvidable, que la persona que le tomara fuera consciente de lo que significaba para Mark el tener relaciones sexuales.

por **Kuja** Jue Jul 21, 2011 3:07 am

Cada palabra del castaño era música para sus oídos, la manera en que le pedía mas lo enloquecía, simplemente le daba más. Le afirmo que así estaba bien, por lo que siguió el movimiento tranquilo, embistiendo con lentitud. De repente, escucho esas palabras, como si fueran un cantar de los ángeles en sus oídos, en ese momento lo supo, ese chico seria su tipo de amante.

“Kuja… Has que mi mente se ponga en blanco… No dejes que nunca olvide esta noche” Sonrió, y le respondió con un tono bastante sensual: Soy el mejor del mundo en lo que hago Mark… Te lo demostrare… Nunca olvidaras esta noche… Eres mío… Después de hoy, la palabra “placer” tendrá un nuevo significado –Dijo y continúo las embestidas lentas- Hare que te vengas sin tocarte.

Eso último fue casi una promesa… Comenzó a moverse más rápido, haciendo que el calor entre ambos cuerpos aumentara, con cada movimiento sentía como su miembro se calentaba mas. Cambiaba un poco la manera en que entraba su cadera, moviéndose un poco a los lados, como si la moviera en círculos mientras continuaba la penetración, sabía que ciertas cosas se estimulaban así.

Se levanto un poco, colocándose de rodillas, tomo a Mark por ambas piernas y las coloco en sus hombros, con cuidado, moviéndose así, mientras le miraba, gozando, total cara de placer, a su total disposición. Le embestía lento así, con su tamaño le encantaba la posición. Tras un par de minutos, se recostó lento sobre él.

Las piernas de Kruger sobre sus hombros, dejándole sus rodillas casi al lado de las orejas. Miro al menor con una sonrisa en sus ojos y le hablo mientras seguía el vaivén: Me encantan tus piernas Mark –Comenzó a besarlo, buscando su lengua, jugando con ella, pasándola por los dientes contrarios, separándose con una pequeña mordida en los labios- No llores, convierte el dolor en placer… Deja que tu mente sienta lo que es tener más de un orgasmo –Le dijo casi en su oreja-.

Comenzó a embestirlo con un poco mas de fuerza, intentando llegar más adentro, ahogando cada grito con un beso.

por **Mark Kruger** Jue Jul 21, 2011 1:54 pm

Sus manos se ceñían a la espalda baja del mayor, sus piernas se aferraban con fuerza a la cintura, sus ojos se mantenían firmemente cerrados, sus labios rojos e hinchados por los besos se abrían ligeramente dejando salir jadeos y suaves gemidos de satisfacción, solo abrió sus ojos para escuchar las palabras sensuales de Kuja... enrojecía con cada una de ellas, sacudiendo su cuerpo con necesidad, erizando su piel, escuchando con atención-...aahh...¿ssoy tuyo? -jadeo, cerrando de nuevo sus ojos, sentía como su erección se encontraba deliciosamente atrapada entre sus cuerpos y la dureza del mayor se movía dentro de él, tensando cada musculo de su cuerpo mientras un escalofrió de placer recorría su columna.

No dudaba de las promesas del chico de cabellos grisáceos, lentamente le estaba llevando al cielo del placer, haciendo vibrar su cuerpo con deseo, ardiendo, un gemido en voz alta salio de sus labios mientras el ojiazul no solo empujaba sus caderas hacia adentro también movía su miembro hacia los lados, acariciando las paredes de su recto que se cerraban con mas firmeza sobre la entrepierna que le invadía-...ahh...oh dios! -jadeo con la voz ronca por la excitación del momento, su cuerpo estaba caliente, tenso y tembloroso, cubierto con una fina capa de sudor.

Un quejido suave y ronco salio de su garganta cuando el boricua cambio de posición, entrando mas profundo dentro de su cuerpo, dejando escapar un sonido gutural de placer cuando se recostó sobre el, Kruger podía sentir como ese miembro erecto palpitaba dejando un cosquilleo agradable, no pudo reprimir un grito de pura satisfacción, aferrando sus manos a las sabanas, estrujando la tela y sin poder evitar dejar salir lagrimas de sus orbes verdes firmemente cerradas-...nngh...ahh...ah n-no tienen...naada de...especial -alcanzo a murmurar entre suaves jadeos, respirando agitadamente.

No tenia idea de que tenían de especial sus piernas, apenas tuvo cerca los labios del mayor, comenzó a responder de manera ansiosa el beso, abriendo su boca dándole el permiso para entrar, ahogando sus sonidos vergonzosos en especial esos gritos que a veces no podía reprimir cuando el pene erecto del otro golpeaba ese punto profundo en su interior tan exquisito, arqueaba su cuerpo y el mismo empujaba sus caderas para que le embistiera mas profundo, temblando de excitación, sollozando ligeramente-...ah...ahhh empuja...ahí...por favor nngh...mas...mas fuerte! -suplicaba, llorando no de dolor sino de placer, su miembro atrapado entre sus vientes palpitaba con fuerza ademas de encontrarse húmedo.

Llevo una de sus manos sobre sus labios, cubriéndolos, amortiguando los sonidos de sus gritos de placer, enterrando sus dedos en el colchón de la cama-...V-voy...voy a venirme...nnh...par...parteme en dos -gimoteo, abriendo sus ojos, afilando su mirada llena de deseo, mirándole fijamente mientras le ordenaba lo que quería, necesitaba terminar y solo lo lograría si el otro dejaba de ser delicado.
Sentía que su corazón golpeaba con fuerza en su pecho, era su primera vez y no podía imaginarla de mejor forma, Kuja poco a poco le estaba despertando a lo que era el placer carnal, lo maravilloso que era y cuanto le satisfacía.

por **Kuja** Jue Jul 21, 2011 6:50 pm

Que podía decir? Le encantaban las palabras en el sexo, los ruidos, su pequeño fetiche, pero con Mark era un medio más para aumentar el calor. El boricua solamente podía seguir embistiéndolo, contestando cada una de las palabras que el castaño le decía: Si, eres mío… Te encanta serlo verdad? –Las palabras del menor pedían placer a gritos, las acompañaba de un lindo movimiento de caderas que le hacían llegar más adentro, para ser virgen sabia moverse y aguantaba bien el dolor-.

Cuando comenzó a moverse hacia los costados, sabía que le había gustado, había probado eso antes y funcionaba siempre, la expresión y palabras del ojiverde se lo comprobaron en un segundo. El cambio de posición fue otra gloria, Kruger se aferraba a las sabanas, mientras el mantenía un ritmo normal, le encantaba sentir cada centímetro de su ser penetrando al menor, escucho la manera en que contestaba a lo de sus piernas, por lo que le respondió en seguida: Si las vieras desde donde yo las veo, entenderías porque me encantan –Le dijo sonriendo, ahogando sus gemidos con un beso-. El otro permitía que su lengua invadiera su boca, ladeando la cabeza, haciendo más intenso el beso, largo, profundo… Placentero.

El otro le pedía mas fuerte, por lo que lo complació en seguida, subió un poco las rodillas para acomodarse mejor y empezó a embestirlo más fuerte y más rápido, sentía como sus testículos chocaban en el trasero del mejor con un movimiento frenético, las suplicas, casi en yanto, gimiendo por más de él, cada empujón era como si quisiera sentir el fondo del neoyorquino, pero nunca lo alcanzaba y seguía empujando, como en un intento de conseguirlo.

Vio como el otro se ponía la mano en la boca, como sofocando los gritos, con un movimiento rápido se la quito: No hagas eso, quiero oír cada sonido que venga de ti –Decía sin detenerse, empujando mas fuerte- Quiero oírte gritar que te gusta cómo te la meto –Le dijo y volvió a besarle, un par de besos cortos-.

Le pedía mas fuerte, por lo visto quería que la delicadeza se fuera al carajo, acepto sus órdenes, era un amante complaciente, sabia controlarse y también sabía como tratar fuerte cuando se lo pedían. Se recargo en sus brazos, acomodándose un poco, seguía embistiéndolo más fuerte, haciendo de cada penetración la más profunda que podía, la erección del menor chocaba con su abdomen, quería que reventara:

Vente! –Le dijo suplicante- Quiero ver cómo te vienes –Dijo mientras mantenía su mirada en la virilidad del menor al momento en que aumentaba el ritmo, la cama sonaba como si fuera a romperse-.

Sabía que el castaño explotaría pronto, pero el aun estaba a mitad de un camino que no se cansaría de recorrer… Muy lento.

por **Mark Kruger** Jue Jul 21, 2011 7:35 pm

Su cuerpo se movía al ritmo que imponían las embestidas del chico mas grande, sus labios se mantenían abiertos, llevando aire hasta sus pulmones y dejando escapar gemidos roncos y altos, expresando la satisfacción que sentía con cada golpe de esas caderas en su trasero.
-...Ahh!! Siii...q-qui...quiero ser tuyo -jadeo con firmeza, ladeando su rostro y mordiendo su labio inferior con suavidad, sus caderas se movían con lentitud haciendo de las embestidas algo mas increíble, la atmósfera que les rodeaba era puramente sexual, cosa que le era mucho mas erótica al ojiverde.

Sus piernas temblaban, las sentía débiles sobre los hombros del boricua, las palabras del mayor junto a la deliciosa penetración le estaba haciendo perder el control. Se dejaba besar, restregando sus labios con los ajenos, jugando con ambas lenguas, rozándolas y enredándolas, succionando con firmeza el apéndice ajeno descargando todo ese deseo no solo en su trasero, en todo su cuerpo, toda su piel, su lengua y que cada poro de su anatomía rebosara de pasión.
El cuerpo del americano se arqueaba, sus manos se enredaban en las sabanas, tenia que echar su cabeza hacia atrás para dejar sonidos de satisfacción, el otro chico golpeaba mas fuerte, llegando profundo y rozando su próstata, temblando de placer al mismo tiempo que su miembro comenzaba a dejar salir un poco de semen caliente y viscoso.

Estaba avergonzado, no podía reprimir sus gritos con sus manos, Kuja no se lo permitía por lo que ahora gritaba con fuerza, sin pudor, olvidándose de que alguien mas podría escucharles, no le importaba solo quería satisfacer su necesidad, sus instintos y nada mas.
-...AHH...KUJA, MAS...MAS! -gimió, agotando el volumen de su voz, sintiendo como le penetraba con toda la fuerza que podía, llegando profundo, frotando su entrepierna entre ambos vientres, espasmos de exquisito éxtasis recorrieron su anatomía, tensando sus músculos.

Se apresuro y rodeo el cuello del chico de cabellos grisáceos, pegándose lo mas que podía a su anatomía, empujando sus caderas con toda la fuerza que tenia, algunas gotas de sudor resbalaban por su rostro, enterró sus uñas en la piel ajena- No...no ya...no puedo -jadeo antes de dejar salir un gemido largo, ronco y en voz alta, eyaculando sobre sus vientre al mismo tiempo que su cuerpo se sacudía por las oleadas de placer, apretando con fuerza su entrada, saboreando cada una de las sensaciones del orgasmo, derritiéndose lentamente.

-...Ahh...ah...es tan...delicioso -susurraba, con las mejillas rojas, la respiración agitada, el corazón latiendo tanto que parecía querer salir de su pecho, el cuerpo bañado en sudor y los labios entreabiertos dejando escapar un pequeño hilo de saliva.

por **Kuja** Jue Jul 21, 2011 10:18 pm

El menor se le entregaba por completo, moviéndose frenético, el sonido de la cama era opacado por sus gemidos y jadeos ahora que su mano no podía detenerlos. Las embestidas eran cada vez más fuertes, el castaño se lo pedía, no, no se lo pedía, se lo exigía a gritos. Al carajo el mundo, en ese momento solo existían Mark y Kuja, el resto podría irse al infierno, quien los escuchara ya no era un tema relevante.

Cada grito de “Mas” era un golpe más fuerte, era un movimiento más rápido, cada beso era un suplicante “Hazme tuyo” para el boricua, la manera en que sus bocas se aferraban a la otra, sus lenguas jugaban mutuamente, enredándose, dándose pequeñas mordidas, el puertorriqueño no pudo evitar morderle la lengua y después el labio al castaño, el placer lo estaba enloqueciendo.

“No… No, ya no puedo” jadeo Kruger antes de venirse en un gemido que no pudo ahogar de ninguna manera. Ese momento, ese momento en que el ojiverde se vino en un orgasmo era otra de las cosas que le hacían siempre querer ser el amante perfecto, las contracciones que provocaba en la otra persona hacia que apretaran el cuerpo, moviéndose de una manera rara que le provocaban algo raro en su erección estando dentro, como si se derritiera por dentro. El cuerpo del americano por inercia apretó un poco su trasero, haciéndole un efecto de succión en su virilidad, no pudo evitar soltar un pequeño gemido de placer, pensando un poco para no venirse, aun no era hora.

Sentía el sudor recorrer su espalda, las manos del menor aferrándose a su cuello, evitando distancias, un poco de semen en su abdomen por la venida del menor, entonces le hablo algo agitado: 2 veces y vengo comenzando – Expreso sonriendo, dejo escapar un poco las piernas del menor, de sus hombros a sus antebrazos, para poder inclinarse un poco más hacia el sin lastimarle- La noche es joven aun –Le dijo mientras beso a beso recorría su piel hasta su oído, susurrándole en un tono de erotismo puro- Voltéate y ponte en 4 – Dijo sin pena alguna, alejándose de el para que se pudiera posicionar-.

Al alejarse, tuvo que sacar su virilidad del trasero neoyorquino, pero espero a que se posicionara. Una vez que lo puso en esa clásica posición, no pudo evitar reír y soltar un comentario: Que lindas nalgas tienes eh? –Soltó una carcajada leve mientras las acariciaba despacio- Lindo trasero… Y es todo mío –Le espeto dándole una nalgada suave-.

Se recostó sobre él, con una mano sobre su propia erección, acercándola a la entrada contraria, haciéndole un ademan de que lo penetraría, pero solo le hacia sentir la punta y luego lo alejaba, disfrutando de esa pequeña tortura, repitiendo el movimiento varias veces: Quieres que te lo meta verdad? Pídeme que te lo meta, sino no lo hare –Decía al momento en que jugaba, acercando y alejando su pene del ano contrario, quería que se lo suplicara casi a gritos-.

por **Mark Kruger** Vie Jul 22, 2011 12:29 am

Seguía algo aturdido por el intenso orgasmo que había tenido, cada parte de su anatomía, cada centímetro de su piel estaba sensible, con un cosquilleo agradable y con un calor que aun no podía apaciguar, que seguía consumiéndolo lentamente. Ardía en deseo y aun necesitaba y quería mas...mas hasta que ya no pudiera sentir su cuerpo, hasta sintiera que se había derretido en un charco pegajoso, caliente y completamente satisfecho.
Entreabrió sus ojos lloroso, con una sonrisa en sus labios-...Me agrada escuchar eso porque quiero mas -murmuro en un tono sensual, relamiendo sus labios, dejando salir un suspiro cuando sus piernas bajaron de los hombros del mayor.

Cerro sus orbes, separando sus manos del cuello del boricua, quitándose con ellas algunos mechones de su cabello castaño que se habían pegado a su frente por el sudor, reía suavemente por los besos en rostro aunque un escalofrió estremeció su cuerpo al escuchar la orden- Como usted ordene, amo -bromeo, diciendo cada palabra con lentitud arrastrando las palabras por la excitación del momento.
Dejo salir un quejido a modo de protesta cuando le sintió fuera de su cuerpo, se sentía vació y podía percibir como por sus piernas resbalaba el semen del ojiazul, con cuidado se giro terminando boca abajo en la cama antes de acomodarse sobre ella, sosteniéndose con sus manos y sus rodillas quedando en esa vergonzosa posición.

Frunció el ceño con las mejillas rojas, volteándose para mirarle a la cara- Si son tan bonitas no te rías de ellas -suspiraba suavemente mientras las manos ajenas acariciaban sus nalgas, erizando su piel, no pudo evitar un suave jadeo cuando le nalgueo- ahmm..! -cerro los ojos, sonrojándose hasta las orejas porque aquel suave golpe, casi caricia, le había calentado aun mas.
-Sii...solo a ti te pertenece, Kuja...mi trasero y lo demás -murmuro, deslizando una de sus manos por su muslo interior, tomando algo de su semilla mezclada con el semen del otro chico, llevo sus dedos con el liquido hasta sus labios, lamiéndolos delicadamente, metiendo los dígitos hasta el fondo de su garganta, como si fuera otra cosa, mirando de reojo al Umbrakinetico, sonriendo de manera sexy.

Dejo salir un pequeño gemido cuando la punta de la erección rozo su sensible entrada, haciéndole temblar ligeramente pero para su desesperación aun no le penetraba y seguía rozándose contra él pero sin llegar a entrar, movió su trasero intentando hacer que el miembro del puertorriqueño entrara de una vez pero desde esa posición era muy difícil. Jadeo necesitado y ansioso cuando le escucho hablar-....Eres...un bastardo...-se mordió suavemente el labio inferior, tomando aire profundamente, volteando a mirarle fijamente con su rostro excitado y necesitado-...Por favor...por favor Kuja...penetrame...entra en mi...embiste con tanta fuerza que me partas en dos -sentía como su corazón latía rápidamente, golpeando con fuerza dentro de su pecho-...Haz que me corra muchas veces! -suplico, tragándose el orgullo y deseando complacer al otro, claro y que con eso volviera a hacerle ver las estrellas con un nuevo clímax.

por **Kuja** Vie Jul 22, 2011 3:16 am

El menor se movía aun por la excitación, el orgasmo seguía teniendo esas hermosas secuelas. Sonreía con las palabras del menor, por lo visto seria insaciable, cosa que le gustaba, le aseguraba una larga y placentera noche, había veces que el complacía y se quedaba con las ganas, pero parece que esta no iba a ser la ocasión.

Cuando le llamo “amo” no pudo evitar sonreír, le encanto la manera en que lo dijo y las la forma en que lo obedeció, poniéndose en esa excitante posición, completamente a su disposición, a su control, a hacer cualquier cosa que le pidiera. Estuvo cerca de soltar una carcajada al escuchar ese “si son tan bonitas no te rías de ellas” a lo que solo pudo responder: No me rio de ellas, me encantan –Dicho eso se inclino y le dio una mordida en una, fuerte, mientras se volvía a incorporar- Solo me encanta tenerte así.

Kruger le dio el control total sobre su trasero… Y sobre todo lo demás, el boricua seguía excitándose cada vez más, ese tipo de charla caliente le enloquecía y Mark se la daba sin pena alguna, o si la tenia, no la demostraba: Hare este culo mío –Dijo dándole una nalgada mas-. El chico le leía la mente, cuando probo su propia semilla no pudo evitar pensar “Y yo que iba a hacer eso”, riendo un poco para sus adentros.

Mientras alejaba su pene del americano, sentía como el se movía un poco hacia atrás, con tal de ser penetrado, mientras él seguía con esa hermosa tortura: Si, soy un bastardo, lo sé –Dijo con sarcasmo al momento que miraba al otro, excitado y suplicante, pedirle lo que él le exigió, entonces lentamente fueron llegando sus palabras, haciéndole sonreír con maldad- 0k… Lo hare –Dijo y acto seguido de un solo embiste empujo su virilidad todo lo que pudo en el ojiverde, haciéndole soltar un grito por el impacto-.

Comenzó a moverse en esa posición, sentía que tenia mas alcance, se movía más rápido y más fuerte, tomando por las caderas al castaño mientras le embestía, poniendo el ritmo. Le gustaba ese vaivén, le abría un poco las nalgas al menor para lograr más empuje, haciéndole gritar, dándole un par de nalgadas leves. Quería marcarlo, asegurarse de que era solamente suyo.

por **Mark Kruger** Vie Jul 22, 2011 1:04 pm

No pudo evitar aferrar sus manos a la sabana cuando su cuerpo se sacudió al sentir la mordida con fuerza en una de sus nalgas, logrando que dejara escapar un quejido entre doloroso y placentero- A mi me gusta que me tengas así...-susurro, humedeciendo sus labios, volteando ligeramente su rostro y mirándole con el deseo no solo ardiendo en su cuerpo, sino también en su mirada.
-...Aaah!...mmm~ -jadeo, cerrando sus ojos al sentir un nuevo golpecito en sus nalgas, podía sentir el cosquilleo sobre la zona golpeada y en lugar de doler, le estaba encantando- nnh...este...este culo ya...es tuyo -dijo en voz baja, con la voz áspera.

Su miembro de nuevo estaba erecto, palpitando, caliente y necesitaba ser complacido, lo necesitaba dentro, moviéndose en su interior, empujando sus caderas y haciéndole llorar por un placer que jamas imagino en ese mundo.
Sus ojos se abrieron de par en par, arqueando su cuerpo al sentir como aquella erección le empalaba con fuerza, haciéndole gritar de placer-...AHHH...GOD!!!!...nngh...ahm K-kuja! -gemía con fuerza, aferrando sus manos a la tela de la sabana con la respiración agitada.

Lo sentía moverse, embestir con fuerza en su interior, empujando sus caderas aun mas profundo, con velocidad y a un ritmo que le estaba volviendo loco, sintiendo los golpes sobre sus glúteos que solo lograban hacerle sentir mas placer, temblando de excitación- Ahh...es...es increíble...mas...mas...mas fuerte! aah...-mordía su labio inferior, cerrando sus ojos, separando sus rodillas lo mas que podía para darle mas espacio para penetrarlo, movía sus caderas, empujándolas hacia atrás ayudándose a clavarse mas rápido y mas profundo en el miembro del boricua.

-...D-daa..damn it...please mas fuerte...jodeme nngh ahí...empuja justo ah en ese lugar! -jadeo con todo el rostro rojo, su cuerpo caliente de nuevo, apoyo una de sus mejillas y su pecho sobre la cama, aferrando una de sus manos a la cama mientras mordía su mano libre intentando reprimir sus gritos de placer, que seguramente todo el dormitorio ya había escuchado, manteniendo su trasero en el aire para que el ojiazul siguiera montandolo. Se sentía en el paraíso, su cuerpo se estremecía con deliciosas oleadas continuas de enorme placer, estaba de nuevo a punto de correrse pero quería aguantar, apretó su trasero, exprimiendo el falo que le embestía, presionando con las paredes internas de su recto el pedazo de carne que le invadía.

por **Kuja** Vie Jul 22, 2011 5:55 pm

Mark se le entregaba por completo, estaba completamente a su disposición, sus palabras eran todo lo que podía escuchar, esos gritos de placer, esos gemidos que le enloquecían, cada jadeo y aceleración en su respiración, el pecho latiendo a 100 por minuto, la cara rojiza, tanto por el placer como lo que le obligaba a decir. Si había algo que esperaba, era que sus palabras fueran reales, por eso se esforzaba un poco más, lo que deseaba era poder tenerlo cuando se le diera la gana, el chico era su tipo de pareja sexual, y si a eso le añadía el poder robárselo cuando quisiera, mejor aún.

Cuando dio ese primer empujo, el grito del neoyorquino era su placer, implorándole a Dios más de ese placer, sus ojos llorosos y ese tono de voz suplicante de placer y dolor. Pasaba por su mente si los cuartos de al lado le escuchaban, pero a el no le importaba, nunca le había importado. Su mirada recorría lento la espalda del castaño, sus brazos, sus manos aferradas a las sabanas, apretándolas con tal fuerza que parecía que las rompería, mientras sus propias manos tomaban con fuerza las caderas del ojiverde, jalándolas a si con cada embestida, intentando llegar más adentro en cada intento, queriendo escuchar mas de esos deliciosos sonidos que exhalaba el menor.

“Mas, mas, mas” era la música que sus oídos escuchaban, penetrándolo más fuerte y más rápido, con unas ganas de romperle las asentaderas en uno de esos movimientos: Te encanta verdad? –Le dijo en español, no tenía idea de si el otro le había entendido pero él lo soltó casi por instinto sin tenerse tiempo de pensar en expresarlo en ingles- Papi que rico culo tienes –Volvió a espetar en español con su acento tan marcado como si estuviera en su natal Puerto Rico, a momento en que le daba una nalgada más fuerte, apretando su trasero, aumentaba el movimiento, parecía que la cama se partiría en 2 antes de que alguno de los dos terminara ese delicioso momento-.

El castaño bajo la cabeza, recostándola en la almohada y bajo los brazos, lo que le dejaba ese rico trasero más a su disposición, que de un momento a otro comenzó a apretarle el miembro, cosa que hizo que una oleada recorriera su cuerpo desde sus piernas hasta su frente, que tenía una capa de sudor recorriéndole. De ser por el ese momento hubiera quedado grabado para la posteridad. Esa penetración era lo mejor que había tenido en los últimos meses sin duda.

Se inclino un poco sobre el cuerpo del otro, recostándose sobre él y apoyándose en sus manos para no apoyar su mayor peso en la espalda del americano, hablándole al oído: Quieres que me venga en ti? –Volviendo a hablar en ingles- Quieres que termine dentro de ti? Quiero oírte gritarlo antes de llenarte.

Seguía frenético moviéndose, montando con fiereza ese cuerpo que había dejado de ser virgen e inocente, que ahora era insaciable y solamente pedía más. El boricua sentía que iba a explotar, pero aun no era el momento, tenía que llenar al castaño por completo antes de terminar, y por supuesto, complacerse el mismo.

por **Mark Kruger** Vie Jul 22, 2011 7:03 pm

Las palabras del boricua le llegaban como un suave murmullo, le era difícil concentrarse en algo mas que no fuera el calor de su cuerpo, el placer que embotaba sus sentidos, el sonidos de su voz mientras el mayor le partía deliciosamente en dos con cada embestida; identificaba el idioma extraño en que le hablaba, era español pero no tenia idea de que decía...pero por el tono de voz usaba al pronunciar cada palabra, se escuchaba muy sexy, le gustaba por lo que no pudo evitar sacudir ligeramente su anatomía.

La nalgada que esta vez llevaba mas fuerza le hizo soltar un suave gemido, moviendo su trasero en busca de mas, algunas lagrimas de puro éxtasis bajaban por sus calientes y rojas mejillas mientras su cuerpo se movía al ritmo frenético que imponían las caderas de Kuja, le estaba dando con tanta fuerza y pasión que parecía que iba a romperle, cada musculo de su cuerpo se tensaba con firmeza, su anatomía temblaba, convulsionándose de manera placentera al mismo tiempo que seguía apretando su trasero, empujando la entrepierna del ojiazul aun mas adentro, presionándola con fuerza con las paredes de su interior, estaba caliente y palpitaba de manera exquisita, dejando un cosquilleo intenso y agradable en su vientre bajo.

Percibía el roce de la piel del pecho del peligris sobre su espalda, ambos estaban sudados y era una sensación extrañara pero para nada desagradable, un jadeo con voz áspera y baja salio de sus hinchados labios, sentía el aliento ajeno acariciar su oído dándole aun mas satisfacción- Nnngh...siii...si quiero...ahh Kuja....por favor... córrete...dentro hmm -gimoteaba, suplicante, sollozando de placer- Ahh...VENTE DENTRO...please...ahmm lléname -logro articular entre gemidos, sentía su cuerpo débil, su miembro erecto no podía seguir resistiendo.

-...Oh god...KUJA!! -grito con satisfacción antes de morder con fuerza su almohada, arqueando su cuerpo y empujando su trasero, clavando aun mas profundo el pene del mayor, temblando por completo mientras su erección explotaba, derritiéndose, llegando al delicioso orgasmo, manchando sus piernas y parte de su vientre, apretando de manera casi imposible el miembro del Puertorriqueño entre las paredes de su recto, deseando exprimir cada gota de jugo fuera de él.
Se dejo caer suavemente sobre la cama, disfrutando de cada centímetro de su cuerpo siendo recorriendo y llenado por una deliciosa sensación de satisfacción-...ahh...es...tan rico...-susurro mientras deliciosas descargas atravesaban su columna vertebral, erizando su piel.

por **Kuja** Sáb Jul 23, 2011 2:02 am

Sentía la combinación de calores en su pecho, la espalda del menor pareciese que se amoldaba a su pecho, seguía embistiéndolo con fuerza, montándolo por completo. El chico comenzaba a pedirle a gritos que se viniera, lo que le hacia sonreír pero sin perder la fuerza, intentaba hacer que cada empujón fuese tan fuerte que pareciese el ultimo.

Palabras suplicantes, gemidos de placer, esa respiración agitaba, casi podía sentir el corazón de Mark desde su posición, latiendo desenfrenado. Empujaba mas fuerte… De repente, paso lo que esperaba.

El menor volvió a venirse, esta vez la posición le dio una contracción que no se esperaba, arqueo la espalda de una manera en que su virilidad parecía llegar mas adentro, apretó con fuerza el trasero, casi como si quisiera atraparlo ahí para siempre sin dejarlo escapar, lo que arruino su concentración y le hizo explotar por fin.

Se vino con fuerza dentro del menor, su erección estallo en un placer que solo un orgasmo único podía lograr, sentía como casi se derretía dentro del castaño, en un grito de placer que no pudo contener, su corazón casi le reventaba el pecho y no pudoe vitar un movimiento raro en su cadera.

Cuando el menor se dejo caer sobre su cama, el boricua cayó junto a el, sin salirse de su interior, solamente pudo decir: Que rico –En español, tras unos segundos volvió a hablar- Eso fue delicioso –Ya en ingles-.Se quedo en esa posición, no queria moverse, tenia el miembro muy sensible y un rose al salir le haría casi brincar, aun asi, se detenia con sus manos para no aplastar al

por **Mark Kruger** Sáb Jul 23, 2011 2:46 am

Un gemido ronco, largo y sensual abandono sus labios al sentir como el mayor se corría con fuerza dentro de su cuerpo, llenándolo, proporcionándole un escalofrió de placer que recorrió todo su espalda mientras el liquido espeso y caliente recorría su interior, resbalando hacia afuera por el interior de sus muslos, respiraba agitadamente, con una sonrisa en sus labios al mismo tiempo que mantenía sus ojos cerrados, recuperándose del increíble orgasmo que había sacudido con intensidad su anatomía.

Aun podía sentir el miembro del ojiazul en su interior, su respiración cercana a su cuerpo, sus palabras excitantes- Lo se...fue...genial -dijo con tranquilidad dejando escapar una suave risa.
Se le ocurrió una idea, con cuidado se movió, quejándose un poco se quito de encima al mayor, dejando salir un jadeo cuando saco el miembro de su interior, ayudo al boricua a acostarse en la cama, boca arriba y sin pudor alguno se sentó a ahorcajadas sobre sus caderas, rozando su trasero sobre la entrepierna ajena.

-Aun no terminamos... -sonríe de manera traviesa- Dudo que una vez sea suficiente para ti -murmuraba mientras sus dedos delineaban cada musculo de su pecho y de su vientre, acariciándolos con la punta de sus dedos. Se relamió los labios antes de inclinarse suavemente, delineando la mandíbula con su lengua, subiendo hasta su oído, atrapando el lóbulo entre sus dientes, mordisqueandolo, metiendo ligeramente la punta de su lengua en el interior de su oreja, moviendola con lentitud.

Sus manos se apoyaban en el pecho del boricua, moviéndose de atrás hacia adelante haciendo que el miembro de Kuja se frotara contra su trasero, en especifico su entrada-...Vamos a hacerlo de nuevo, aun tengo ganas -murmuro con un tono sensual con sus labios pegados al oído del chico de cabellos grisáceos. Sus labios bajaron hasta su cuello, recorriendolo con besos húmedos, succionando la piel con fuerza hasta marcarla para después pasar la lengua sobre las manchas rojizas, sus manos acariciaban los costados del cuerpo del Umbrakinetico sin dejar de moverse eroticamente sobre él.

por **Kuja** Sáb Jul 23, 2011 4:03 pm

Sintió una descarga rara sobre su cuerpo cuando el menor salió de el que le hizo moverse como en un escalofrió espontaneo, el calor del castaño se alejaba de él y no le gustaba eso. Entonces, el otro le movió para acostarlo boca arriba en la cama, acostándose sobre él, acción que le provoco una pequeña sonrisa, pero las palabras de Mark le sacaron una sonrisa completa, traviesa, erótica, amaba oír palabras como esas “Aun no terminamos… Dudo que una vez sea suficiente para ti” Y tenía razón!!! Pero raramente la gente acostumbraba aguantar su ritmo, aunque Kruger era muy joven, muy voraz, insaciable… Tenía una libido que seguramente hacia tiempo queriendo sacar para su corta edad… Y el tenia que llenarlo por completo, lo haría sin duda alguna.

Este Mark era 1000 veces mejor que el del lago, casi agradecía que hubiera corrido: Así es, no será suficiente –Dijo en tono sexy al momento que el otro recorría su abdomen marcado y sus pectorales con sus dedos- Quiero hacértelo otra vez hasta que se te acaben las ganas –Espeto mientras un escalofrió recorría su cuerpo, al sentir la lengua del ojiverde sobre su barbilla, hasta llegar a su oreja, excitándolo bastante-.

Su erección nunca disminuyo y menos con todo lo que hacia el neoyorquino, rozando su entrada sobre su miembro: Hagámoslo las veces que quieras! –Le dijo emocionado mientras le daba un beso corto, quedándose inmóvil en el resto de su cuerpo, esperaba que se entendiera su doble sentido… “Las veces que quieras, no solo esta noche” pensaba-.

El americano seguía moviéndose sobre él, dejándole marcas en que cuello que tardarían un par de días en irse, ese movimiento sobre su entrepierna aun sensible comenzaba a enloquecerle, se dejo ser, se recostó un poco en la cama, le hacía bien el descanso a sus piernas. Dejo que el otro llevara la batuta del momento, que le dominara, quería ver que tan ardiente podía ser en esa posición.

por **Mark Kruger** Sáb Jul 23, 2011 5:25 pm

Dejo escapar una suave risa, divertido con las palabras del mayor, nunca se había imaginado que tener sexo era algo tan satisfactorio, su lengua se deslizaba por la clavícula de uno de los hombros del otro chico, rodeando un pedazo de piel con sus labios dejando un chupeton con firmeza mientras sus manos acariciaban sus costados, su vientre bajo, delineando cada musculo firmemente marcado.

-Hmm siempre que quieras...podemos hacerlo, siempre -susurro, no sabia porque lo había dicho pero ya no podía arrepentirse, levanto su mirada hacia el ojiazul con una sonrisa coqueta dibujada en su boca, mordiendo uno de sus pezones con suavidad, bajando sus labios por todo su torso, dejando besos húmedos, recorriendo cada linea de los músculos con su lengua hasta llegar a su ombligo, hundiendo su apéndice en el interior, moviendola en círculos al mismo tiempo que sus manos acariciaban con lentitud y suavidad los muslos internos de sus piernas.

Algunos suaves suspiros de satisfacción escapaban del fondo de su garganta, alejo su boca de la piel ajena, pasando su lengua sobre sus labios, humedeciéndolos y acomodándose, de nuevo, encima del boricua con una sonrisa traviesa en sus labios, tomo ambos miembro con una de sus manos, frotándolos, acariciándolos al mismo tiempo, cerrando sus ojos con algunos ligeros temblores recorrían su anatomía-...ahhm...s-se...siente...bien -gimió en voz baja, masturbando sus erecciones juntas, moviendo sus caderas con suavidad. Su cuerpo no estaba satisfecho, lejos estaba de sentirse por completo exhausto-...nnh...ahh...kuja...t-tienes quu...que dormir ¿no? -entreabrió sus ojos, clavando su mirada en el rostro del chico bajo él con las mejillas rojas, excitado de nuevo pero casi olvidaba que el Puertorriqueño tenia una misión en la mañana, no quería que por su culpa no estuviera en condiciones.

Sin importar lo que su razón le decía, sus instintos actuaban por su cuenta, manipulando su cuerpo, tomo la erección del Umbrakinetico por la base con una de sus manos, apoyo sus rodillas sobre la cama cada una al lado del cuerpo del mayor y levanto sus caderas, guiando lentamente el miembro erecto hasta su entrada, rozando la punta con su agujero dilatado y lubricado con semen, dejando salir algunos jadeos necesitados.
Dejo que la cabeza del pene entrara en su ano, deslizando sus caderas, dejándose caer sobre el miembro de Kuja hasta tenerlo por completo dentro de él- Ahhh...! -jadeo con voz ronca apretando su trasero, presionando con firmeza las paredes interior de su recto con el falo que le invadía. Se quedo quieto por unos momentos, disfrutando de la sensación satisfactoria que le daba la dureza caliente que palpitaba dentro de su cuerpo.

por **Kuja** Sáb Jul 23, 2011 11:39 pm

La lengua del menor le estremecía, causándole un movimiento involuntario, echando la cabeza hacia atrás por el placer, esas marcas sobre su pecho le encantaban. “Siempre que quieras… Podemos hacerlo, siempre” esas palabras casi le provocaron un orgasmo, una sonrisa enorme se dibujo en su rostro “Bien, después de todo no tendré que buscar a otra persona tan rápido” pensó, si con Mark podría tener sexo cuando quisiera podría seguir llevando esa vida sexual que tenía antes de llegar, 3 o 4 veces por semana, le encantaba el pensarlo, aunque se preguntaba si de verdad se lo cumpliría cuando regresara con su pareja… Si es que regresaba. Despejo su mente, no era momento para pensar en eso.

En ese momento se dejaba ser, que Mark tomara la iniciativa, dándole besos en el cuerpo mientras el boricua le acariciaba los brazos y el cuello en la posición en que estaba, dejándose consentir. Cuando la lengua contraria le delineo el abdomen para terminar en su ombligo casi se sobresalto, tenía un cuerpo muy sensible, sus piernas estimuladas por las manos del menor… Hasta que se puso sobre él, masturbándolos a ambos: Se siente muuuuyyyy bien –Sobresalto el “muy”- Sabes bien lo que haces –Le dijo en tono sexy-. De repente esa pregunta sobre su sueño, la verdad es que no tenía idea de porque le decía eso o de que le hablaba, su mente estaba en blanco de cosas que no tuvieran que ver con ellos 2 en la cama, estuvo a punto de hablar hasta que el otro se acomodo mejor, sabía lo que seguía.

Kruger tomo el miembro del boricua, poniéndolo en su entrada, preparándolo para entrar mientras soltaba sonidos de placer… Y de repente, se dejo caer sobre él, dejo entrar su cabeza y se sentó por completo, teniéndolo todo dentro de el, el placer que le provoco eso casi le dejo la mente en blanco, sintiendo como el otro apretaba su pene con las paredes de su recto, el boricua tuvo que despejarse un poco antes de poder contestarle mientras acariciaba las piernas del menor: Dormir? Porque? –Dijo jadeando un poco por el placer, sin saber porque tendría que dormir y terminar con ese momento- Clávate tu –Le dijo después, queria que el otro se moviera, mientras el depositaba sus manos en las caderas del ojiverde, tomando también con la punta de sus dedos el trasero del castaño-.

por **Mark Kruger** Dom Jul 24, 2011 12:41 am

Sus mejillas se sonrojaron aun mas mientras se mordía el labio inferior, sin importar cuanto le gustara el sexo y que quisiera probar todas las cosas que se podían hacer en la cama, nada desaparecía la timidez que sentía después de todo no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas-...S-solo...ahh...improviso -dijo con suavidad entre algunos suspiros de satisfacción.
Sentía como su cuerpo y en especial sus piernas se sentían débiles, temblando ligeramente al mismo tiempo que su piel se erizaba con el miembro invasor palpitando dentro de su esbelto cuerpo.

Las caricias de las manos sobre sus piernas simplemente dejaban un cosquilleo agradable en su piel que terminaba por instalarse en su vientre bajo, su piel se encontraba caliente dejando salir un suave gemido de placer-...Ahhh...es que...-se mordió ligeramente el labio inferior, apoyando sus manos sobre el pecho del mayor, levantando un poco sus caderas antes de dejarlas caer, deslizándose sobre el miembro erecto-...Ahmm...nngh la misión...tu...misión -susurro entre gemidos, moviendo sus caderas de un lado a otro dejando que la dureza acariciara las paredes de su interior, causándole exquisitos escalofríos.

Sus ojos se entreabrieron, clavando su mirada en el rostro del mayor, relamiendo sus labios, se inclino sobre la anatomía que se encontraba bajo el, acercando sus labios, juntandolos y comenzando un beso lento, apasionado, pasando su lengua sobre los carnosos labios del boricua, atrapando el inferior entre sus dientes, succionando y tirando del pedazo de carne antes de hundir su lengua en el interior de la boca ajena, sin dejar el vaivén de sus caderas sobre la erección del chico de cabellos grisáceos de arriba a abajo con lentitud, ahogando sus quejidos placenteros en la garganta del otro chico.

por **Kuja** Dom Jul 24, 2011 2:32 am

Sus manos recorrían las piernas y las caderas del menor, subiendo un poco y rodeándole para poder acariciar su trasero, mientras él se dejaba ser. Las piernas de Mark a sus costados le daban un gran empuje, como se dejaba caer sobre él, los sonidos de su excitación y ese golpeteo del trasero contrario al chocar sobre sus piernas… Era un placer.

El otro movía sus caderas, dejando sentir todo su falo en las paredes del recto, como si quisiera sentirlo en cada esquina de su interior, el boricua lo gozaba, ese movimiento lento le excitaba. De repente escucho esas palabras “La misión? Cierto, la puta misión carajo!” maldijo en sus adentros, tenía razón, era la primera vez que iba a una misión de la Academia, lo habían convocado con solo 2 días de presente, tenía que dar una buena impresión, quería seguir yendo a lugares peligrosos, era lo que había hecho toda su vida, fue la manera más fácil en que se reencontraba en esos instantes con su pasado.

Aaahhh… Ci-cierto… La misión –Decía entre jadeos- Si… Si dormiré… Dios mío –Espeto en español- Dormiré, pero más tarde vale?... Solo… Solo una vez mas y ya –Dijo en ingles, ya intercambiaba los idiomas, se estaba dejando llevar y después de todo el español era su idioma natal, su placer no le dejaba hablar bien, estaba gozando muchísimo al menor dejándose caer sobre el-.

Llego el beso, apasionado, lento, entrelazo su lengua con la del contrario, dejando que el otro le llevara, dio un respingo cuando sintió la mordida sobre su labio, pero le gusto, ahogaba el placer que el otro le provocaba en el beso.

Llevo sus manos a las nalgas del ojiverde, llevando el ritmo, mientras las apretaba con fuerza, le dio un par de nalgadas mientras el otro seguía sentándose sobre su erección, gozando cada centímetro que le penetraba, levanto un poco más las piernas, separándolas para que el menor pudiera moverse con más facilidad, comenzando a mover las caderas también con lentitud, siguiendo el ritmo que el otro le imponía.

por **Mark Kruger** Dom Jul 24, 2011 2:40 pm

Mark se movía lentamente, bajando y subiendo por la entrepierna dura que le invadía, dejando escapar gemidos en voz alta, mantenía sus ojos verdes cerrados y las mejillas rojas, sus manos se apoyaban en el pecho del Umbrakinetico, acariciándolo con la punta de sus dedos, delineando cada musculo sin dejar de moverse, las caricias de las manos ajenas sobre sus piernas y trasero solo dejaban un cosquilleo agradable que le recorría, erizando su piel.
Una sonrisa divertida se dibujo en sus labios al escuchar sobre la mision, el chico de ojos azules mezclaba el español y el ingles, hablando entrecortado por el placer-...S-solo...una vez mas...y m-me...me quedare con ganas -dijo con la voz ronca, dejando salir algunos jadeos de sus labios hinchados y enrojecidos.

Se paso la lengua por sus labios, humedeciéndolos, entreabriendo sus ojos y haciendo que sus miradas se cruzaran-...Ahh..c-cuando...regreses nngh...t-te...te secuestrare ahh...! -logro decir entre suaves gemidos de completo éxtasis, sin detener el vaiven de sus caderas, moviéndose lentamente sobre la ereccion del mayor, clavándose con firmeza dejando que ese pedazo de carne dura y caliente hurgara profundo dentro de él, disfrutando de la sensación de sentirse lleno, nunca había imaginado lo bien que se sentía tener sexo, solo quería tener mas y mas de aquellas sensaciones que le estremecían por completo.
Deslizaba sus caderas por toda la extensión, de arriba a abajo, apretando los musculos de su ano con firmeza sin dejar que aquel miembro saliera del interior de su esbelta anatomía, mantenía el vaiven lento y rítmico combinándolo con un movimiento circular de su trasero, con las paredes de su interior oprimiendo de manera exquisita la virilidad del boricua.

Se inclino sobre el cuerpo debajo del suyo, dando besos cortos, restregando sus labios, pasando la punta de su lengua sobre los labios carnosos de Kuja, atrapando el inferior entre sus dientes, tirando ligeramente de el, succionando antes de invadir su boca con su lengua acariciando el paladar, recorriendo la cavidad por completo antes de enredar ambos musculos en una deliciosa batalla por el control del beso sin dejar de lado las penetraciones, moviéndose de adelante hacia atrás, ahogando sus gemidos y sonidos de satisfacción dentro de la garganta del Puertorriqueño. Las manos del peligris sobre su trasero, guiaban el ritmo de las embestidas y las nalgadas sacudieron su figura mientras un escalofrió le recorría la columna vertebral, tensando deliciosamente su vientre bajo.

Toda la anatomía del castaño estaba demasiado sensible, ardiendo y temblando por el placer- Ahhh...dios...e-es...ahmmm K-kuja...kuja...es tan...tan inncreible nnh! -gimoteaba, penetrándose mas rapido y con mas fuerza, moviéndose con mayor facilidad, arqueando su cuerpo mientras se estremecía desde la punta ese cabello hasta los dedos de sus pies, cerrando sus ojos con fuerza, llevando una de sus manos hasta su entrepierna, que se encontraba palpitante y húmeda, rodeándola y presionándola con firmeza, moviendo su mano al mismo ritmo del vaivén que sus caderas imponían.

Poco a poco volvía a acercarse al ansiado clímax, con algunas lagrimas de placer bajando por sus mejillas rojas, humedeciéndolas sin poder ahogar los suaves gritos que insistían en abandonar su garganta.

por **Kuja** Dom Jul 24, 2011 6:16 pm

El castaño se movía, a un ritmo que le gustaba, permitiendo que cada centímetro de su erección le invadiera por completo, mientras apoyaba las manos sobre su torso, delineando sus músculos, cosa que al boricua le agradaba. El otro ya le prometía sexo volviendo de la misión, cosa que le enloquecía: Si, pasare por ti esa noche, te cogeré cuanto quieras cuando regrese –Dijo con toda la intención de sonar sucio en sus palabras- Te llenare hasta que se te acaben las ganas, no creas que quiero dormir hoy –Soltó para aclarar, de ser por el boricua se quedaría haciéndolo toda la noche-.

El otro apretaba, cada vez más, haciendo que su erección se sintiera exprimida dentro del castaño, pidiéndole llenarla de nuevo. El beso siguiente hacia casi el momento perfecto, entrelazando las lenguas, como si alguno de los 2 quisiera imponerse, sentía la mordida en sus labios y las regresaba, dejando también una mordida en el labio inferior del menor antes de que se alejara, pasando su lengua despacio por los labios ajenos.

Sus manos seguían depositadas en las caderas del otro, moviéndolas junto con él, abriéndole las nalgas para que la penetración fuera más profunda. Cuando el menor bajaba sus caderas, el boricua intentaba empujar hacia arriba, tal de penetrarlo con fuerza, el ojiverde soltaba sus palabras con un tono que le hacía querer escuchar más: Y… Cuando vuelva de Bulgaria… Te enseñare… Cosas… Más ricas que estas –Decía jadeando mientras seguía moviéndose para aumentar el ritmo-.

El castaño comenzó a masturbarse, al tiempo que aumentaba la velocidad, su cara roja y caliente mostraba su excitación, el sudor recorría los cuerpos, mezclando los calores.

Te quieres venir? Vente! Mánchame el pecho –Decía mientras intentaba mover las caderas más rápido-.

El por su lado, quería aguantar lo más que podía, se vendría pronto y después tendría que descansar o al otro día no metería las manos, quería alargar el momento lo mas que pudiera.

por **Mark Kruger** Dom Jul 24, 2011 8:03 pm

Las palabras sucias y sensuales que salían de los labios del mayor solo lograban excitarlo aun mas, haciéndolo temblar al mismo tiempo que su piel ardía, sus músculos se tensaban y destensaban con lentitud-...ahh...m-mas...te vale! -gimió extasiado. Apoyo su mano libre sobre una de las piernas del boricua, echando sutilmente su cuerpo hacia atrás, empujando con mas ahincó sus caderas contra el miembro erecto, dejando escapar suaves gritos placenteros cuando deslizaba sus caderas hacia abajo y Kuja levantaba las suyas logrando que la erección rozara ese punto delicioso en su interior que le hacia sentir que se derretiría.

Su mano se movía con firmeza sobre su erección, deslizándose por todo el miembro, acariciando la punta entre sus dedos, tirando de la piel y mordiéndose los labios para contener los sonidos de placer que buscaban salir constantes y altos desde del fondo de su garganta-...nnghh...e-enn.. enséñame todo...ah...-lograba decir entre gemidos, aumentando la velocidad a la que se penetraba, presionando los músculos de su ano, apretando la erección del Puertorriqueño con fuerza entre las paredes interiores de su recto.

No podía seguir con esa tortura deliciosa, aunque le gustaba la idea de prolongarlo por mas tiempo, su cuerpo no podía mas, sentía su entrepierna a punto de explotar-...ahh...m-me vengo! -dio un largo y profundo gemido, sin poder evitar que el sonido inundara toda la habitación, mordiéndose suavemente el labio inferior mientras apretaba su miembro con fuerza, eyaculando sobre el pecho del chico de ojos azules, arqueando su cuerpo sin dejar de moverse sobre las caderas del otro chico, estrechando su entrada con fuerza, estrangulando el miembro erecto del peligris, sacudiendo su anatomía sin poder evitarlo, disfrutando de las deliciosas sensaciones del orgasmo.

-...Dios -dejo salir en un gemido bajito, con sus ojos llorosos, toda su piel cubierta de una fina capa de sudor ademas de que su cuerpo se sacudía en ligeros espasmos post-orgasmicos, con la respiración agitada y su pecho subiendo y bajando sin poder controlarlo.

por **Kuja** Lun Jul 25, 2011 1:09 am

Sabía que sus palabras hacían efecto, el otro lo demostraba, sus gestos lo decían todo por él. Pero más que todo eso, lo que más le gustaba era la manera en que el menor le prometía mas sexo, Kuja realmente no sabía si lo cumpliría, pero esperaba que si, después de todo, si regresaba con su pareja no tenia porque enterarse.

Como fuese no era tiempo de pensar en él, el menor apoyo una mano sobre su pierna, tirando el cuerpo hacia atrás y poniendo su erección mas fuerte hacia él, cosa que gustaba, ver esa escena le encantaba, pensar que el menor estaba por venirse lo mataba. El movimiento de ambos era una locura, el calor de los 2 aumentaba, sus cuerpos se fundían en uno solo, con una ligera capa de sudor recorriéndolos, el otro intentaba taparse la boca, pero ni así podía contener darle ese concierto de sonidos que le hacían desearlo más.

La manera en que el castaño apretaba era un deleite, realmente, si así era nuevo se imaginaba como seria con más experiencia, todo un placer el hacerlo con él, seria buen estudiante. Le aviso que se vendría casi en un grito, por lo que le levanto un poco las piernas para poder moverse el con fuerza, comenzó a mover la cadera fuerte para que el otro gozara mas el orgasmo al venirse. Rápidamente le mancho el pecho de manchas blancas, parecía que tenia rato de no venirse pues ya había terminado 4 veces, le agrado su pensamiento.

El otro se relajo, gozando los estruendos del orgasmo, pero el boricua aun no acababa: Dios… Y en otras situaciones seria el inicio –Le dijo excitado-.

Con sus manos levanto un poco el trasero del menor para poder moverse el con fuerza, ya quería acabar, el orgasmo del castaño le apretó el miembro hasta el punto de sentir que explotaría, pero habia aguantado un poco. El boricua comenzó a moverse con fuerza y rápido, haciendo que el americano le abrazara, recostándose sobre él y manchándose un poco de su propia semilla.

El otro tenia la respiración vuelta loca, su pecho parecía que reventaría mientras el boricua seguía embistiéndolo con fuerza, hasta que sintió que acabaría: Dios, que rico ya me quiero venir… Te quiero llenar! –Le dijo completamente en español-.

De repente en una última embestida más fuerte, por fin exploto, acabando por completo dentro del menor, en un orgasmo que le hizo temblar las piernas y el cuerpo, arqueándolo un poco hacia atrás, mientras daba un par de embestidas mas, con menor fuerza, para terminar todo.

Cuando por fin acabo, bajo las caderas, pero agarro a Mark para que no saliera de el: Me… Encantas… Que rico eres –Dijo agitado nuevamente en español- Ven!!! Bésame –Le espeto por fin en ingles mientras con sus manos hacia que Mark volviera a recostarse sobre el, trabándolo en un beso lento y apasionado, entrelazando las lenguas, esperando que su pecho se tranquilizara-.

Te hare un experto –Dijo separándose segundos del beso para volverlo a amarrar en otro-.

por **Mark Kruger** Lun Jul 25, 2011 2:16 am

Su pecho subía y bajaba de manera profunda, respiraba agitadamente con la boca ligeramente abierta, con los ojos llorosos por el tremendo placer que su orgasmo le había provocado ademas de que algunos quejidos salían de sus labios al sentir como el mayor seguía embistiendole, buscando llegar a su propio orgasmo, no perdió tiempo ante la invitación del otro chico y le abrazo con firmeza, acurrucándose sobre su pecho y lamiendo algunas manchas de su propio semen, moviendo sus caderas para ayudarle a terminar.

-...Ahhhm! -jadeo en voz alta sentir una estocada mas fuerte y profunda para luego dejar salir un suspiro de satisfacción mientras el semen tibio llenaba de nuevo el interior de su cuerpo, un escalofrió le recorrió por completo, se sentía lleno y una sutil sonrisa se dibujo en sus labios, escuchando sus palabras, que no las entendía pero se oía tan sexy, que no podía evitar que le gustara. La petición del beso le sorprendió un poco pero dejo escapar una suave risa, se acomodo sobre la anatomía del mayor y no se negó al beso, al contrario, seguía su ritmo lento, moviendo sus lenguas una contra la otra, enredándolas y dándole paso al interior de su cavidad con un gemido de placer que termino ahogando.

Una sonrisa traviesa apareció en sus labios, acariciando el pecho del boricua con sus manos, aun encima de su cuerpo- Enséñeme todo lo que sabe, Profesor -dijo en un tono sensual para volver a besarle, moviendo sus labios con sutileza, ladeando su rostro para profundizar el beso, metiendo su lengua en la cavidad del chico de ojos azules, acariciando su paladar antes de separarse.
Levanto su vista, clavandola en la del Umbrakinetico-...Kuja, no te vayas a morir en la misión, ni tu, ni Seth...si se mueren, los revivo y me los cargo yo mismo -dijo con seriedad el ojiverde mientras fruncía su ceño- Tienes que volver y enseñarme muchas cosas, como hacerlo y también enseñarme español porque no tengo idea de que me dices...yo solo se decir burritos, tacos y nachos -dejo escapar una suave carcajada, besando el cuello del peligris.

por **Kuja** Lun Jul 25, 2011 8:50 pm

Su pecho estaba agitado por su respiración descontrolada, su corazón también parecía querer estallar, ese orgasmo había sido un goce que pocas veces le había tocado, al virginal entrada del menor era realmente un platillo que sabia mejor que muchos otros. Cuando termino de venirse, dejo al castaño, manteniendo su erección dentro de el, charlando un poco.

Mark se acomodo sobre él, besándole lentamente, girándola cabeza para hacerlo más largo y profundo, mientras jugaba con la lengua ajena, disfrutando de ese toque sensual que le provocaba la cavidad del otro.

Te enseñare todo lo que quieras! –Dijo mientras volvía a besarle, mordiendole levemente el labio inferior antes de dejarle ir- Sabes que si muerdes los labios del otro es porque no quieres que se aleje? Pues no quiero que lo hagas –Dicho esto volvió a atraerlo a su cuerpo, al tiempo que volvía a besarle, rosando sus cuerpos una vez más-.

Escucho las advertencias del otro, con un gesto divertido y extraño al mismo tiempo “Seth?” pensó antes de expresar sus ideas: No te preocupes por mí, no moriré en una estupidez como esa, he estado en peores lugares en peores situaciones –Dijo tranquilo- Y… Seth? Quien es él? –Le pregunto extrañado, ya que no sabía de quien le hablaba- Volveré y te enseñare posiciones que estoy seguro no sabes de que existen –Comento sonriendo, aunque soltó una carcajada cuando el otro le dijo que le enseñara en ingles y dijo las pocas palabras que conocía- No te preocupes, yo te enseñare a hablar español nene… Aunque es mejor que no me entiendas –Le dijo completamente en español y volvió a reír- No te preocupes, yo te enseño a hablarlo… Ahora, bésame –Ya en ingles, mientras volvía a besarlo, acercándolo más a su cuerpo- Ya te, dije, cuando regrese lo primero que hare será meterme en tu cama en la noche –Le aseguro, seguro que lo haría-.

Se quedo mirándole a los ojos, aun era inocente a pesar de lo que habían hecho esa noche… Cosa que le gustaba al boricua, tenía un pequeño amante que moldear.

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