En el dormitorio [Cerrado]

“Bien… aquí voy” susurró Mi Nyu y giró la perilla.

Al entrar a lo que sería su nueva habitación, miró a una chica de apariencia totalmente dulce y unos increíbles y grandes ojos verdes. Mi Nyu siempre había admirado los ojos de los occidentales. Vio que Aydan Rachelle —como decía la placa de la puerta— ya había escogido la cama que estaba al lado de la ventana.

“Hola, supongo que tu eres Aydan Rachelle. Soy Hwang Mi Nyu, si se te hace muy complicado simplemente llámame Mi Nyu, y si también se te hace complicado llámame Nyu. Es un placer conocerte” musitó y aventó la maleta a la cama sobrante.

Mi Nyu se sentía extrañamente cómoda, después de todo… estaba acostumbrada a compartir cuarto cuando estaba en el orfanato del convento.

“¡Por supuesto!” contestó Mi Nyu y le sonrió a sus anchas. “De donde yo vengo estoy acostumbrada a dormir donde me toque y es justo que te quedes con la cama que más te guste, tú llegaste primero que yo. Por cierto no quiero sonar indiscreta pero dime ¿Cuál es tu poder? Me da curiosidad saber las habilidades de con quién voy a compartir habitación”.

Mi Nyu esperaba no ser grosera. Era simplemente como lo había dicho curiosidad.
Se sentó en su cama y abrió su maleta. Sacó dos marcos con fotos. En una estaba Mi Nyu y su mejor amigo Jang Keun Suk y en la otra estaba ella con su hermano gemelo Hwang Mi Nam. Le sonrió a las fotos y volteó a ver a Aydan para esperar por su respuesta.

“¡Vaya! Puedes sentir lo que la vegetación siente… intentare no comer ensaladas delante de ti” dijo Mi Nyu bromeando con ella.

“Tienes un poder asombroso. Pues, veras… mi poder es curar, puedo curar a los demás y curarme, así que puedo ser tu enfermera personal”.

Mi Nyu terminó de colocar sus cuadros y se acercó a la cama de Aydan. Una vez al lado de ella se sentó a su lado.

“Dime… ¿Cómo descubriste tus poderes?”

“El mío no parece tan impresionante al lado del tuyo… sólo curo y ya. Yo lo descubrí con mi hermano, tuvimos un accidente de niños… digamos que él le hizo daño a alguien y en el susto yo intenté ayudar a curar a esa persona y fue milagroso. Fue cuando mi hermano y yo descubrimos nuestros poderes”.

El rostro de Mi Nyu decayó notablemente. Recordar a su hermano le hacía feliz y a la vez le hacía desdichada. Recordar los poderes de su hermano le hacía sentirse aún peor.

“Supongo que cada quien lo descubrió por cosas importante para sí. Tu adoras la naturaleza y quizás por eso fue que te poder se canalizó por ese lado. A mí me gusta mucho ayudar y esa vez quise salvar a de problemas a mi hermano. Quien sabe realmente de donde vienen nuestros poderes, pero me gusta creer eso”.

Mi Nyu sonrió de nuevo y se fue de vuelta para su cama, abrió su maleta y se puso a acomodar su ropa en la cajonera y en la pequeña cómoda que estaba al lado de su cama.

Mi Nyu le sonrié fascinada. Adoraba la idea de hacer amigos y se moría por explorar la extraña y nueva academia. Se puso de pie en un salto y le aventó un beso a cada uno de las fotos que acaba de colocar en su buro.

—Creo que lo estoy haciendo bien Mi Nam —susurró quedito y después volteó de vuelta a ver a Aydan.

¡Eran impresionantes sus ojos verdes! Mi Nyu se sonrojó un poco, porque no quería verse toda rara viéndole los ojos a las demás personas, pero de verdad que los ojos de su compañera de habitación eran extremadamente lindos.

—¡Vamos! ¡Exploremos las instalaciones!