Buen Ambiente [Rai]

Era un agradable dia, de alguna manera llego caminando al Parque, otro buen lugar para leer un libro, el proposito de la salida no habia sido leer pero ahora tal vez se detendria en el parque a leer un poco, por suerte que siempre lleva consigo un libro para estos tipos de ocasiones.

Se quedo parado alado de un arbol mirando a los alrededores, respiro profundamente con una sonrisa, cuando mas adelante vio un pequeño lago con un puente, sonrio ante aquello y fue rapidamente a el.
Se coloco arriba del puente mirando debajo del puente, cuando en su bolsillo cae el libro que tenia.
-ah!-
Se sube al barandal e intenta tomar el libro, por suerte no se habia hundido...estaba flotando en el agua.

Caminaba tranquilamente por aquel parque que su “hermanita” le había enseñado anteriormente, le había gustado el lugar puesto que se veía bastante relajante, tal vez tanto como aquel invernadero, bien podría pasarse la tarde dando vueltas por allí o malcriando a los animales que vivían en la zona. Mientras caminaba observó un hombre cano que andaba con una carretilla vendiendo helados a los niños que paseaban con sus padres, se quedo un rato viendo esa imagen, Rai jamás había salido a pasear con sus padres y no recordaba ni un solo consentimiento por parte de ellos, su ceño se frunció al pensar en eso, se había prometido a si mismo olvidarse de aqueas personas, porque no valían la pena.
Caminó un poco más hasta que llegó a lo que parecía ser un lago, e agua era cristalina y brillante y sobre ella había un puente de madera. Al subir la mirada el peliblanco divisó una figura que se le hizo familiar.
-¿El niño rubio? ¿Qué está haciendo?
Con un andar lento y tranquilo caminó hacia el puente con las manos en los bolsillos y al subirse vio que el chico estaba a punto de caer al agua por estarse inclinando en busca de un libro que al parecer se le había caído. Rápidamente el peliblanco extendió su brazo y tomando al chico de la ropa lo sujeto para que no cayera.
-Ten cuidado niño…
Diciendo esto en un tono grave y bajo se quedo viendo al rubiecito a quien aún sujetaba de su ropa, era aquel chico que le había dedicado un sin fin de sonrisas el día que había llegado a la dichosa academia, podía acordarse bien de su aspecto.

No lo alcanzaba, por que tenia que ser tan chico?...tenia 16 años!...comía todo tipo de vitaminas y minerales!...pero de seguro es por que su madre también era igual...
Solo tenia que acercarse unos cuantos centímetros...cuando se empezó a ir para enfrente directo al agua, pero no cayó, es cuando sintió que alguien le tomaba de la ropa, volteo a ver a la persona..."niño"...otra vez le decían niño...
Aun que aquella voy se le había echo familiar.
-oh, joven Rai es usted.
-ehm...buenos dias...-
Dijo sonriendole tontamente por la situación para volver a voltear a ver su libro en el agua, parecía que aun no se hundía, aun podía rescatarlo.
Volvio a intentar tomar su libro, aun que a medio camino se detuvo pues no podía acercarse ya que Rai le estaba sujetando de la ropa.
Volteo a mirarle con la misma sonrisa algo tonta.

-..si no le molesta...podría soltar mi ropa?...necesito recuperar mi libro.-

El chico rubio se giro algo sorprendido y reconociendo al peliblanco lo saludó cortésmente como solía hacer y luego volvió a observar el libro que seguía sobre el agua. Rai notó como el chico hacía fuerza pero lógicamente no podía porque el peliblanco seguía sosteniendo sus ropas, entonces Ren se giro con una sonrisa y le pidió que lo soltara, acto seguido Rai soltaba las ropas del chico sin decir absolutamente nada.
-Ten cuidado…-dijo después-
Se quedó allí de pie observando que era lo que el chico haría para recuperar su libro y pensando en cómo el objeto había terminado allí. Rai observaba al chico, realmente tenía poca estatura y seguramente esa era la razón de que le costase más el rescate de su libro, sin embargo el no se entrometería a menos que se lo pidiesen. Mientras tanto observaba como el carrito de los helados daba vuelta por los alrededores, si seguía viendolo de esa forma se le termiaría antojando comerse uno. Unos cuantos patos ce acercaron desde el agua a observar lo que el chico hacía curiosos acerca de la naturaleza de aquel objeto rectangular y lo apetecible que podría resultar.

Una vez que Rai le soltó de la ropa volvió a mirar su libro, se volvió a acercar extendiendo su mano izquierda para intentar tomar su libro en el agua, cuando vio a unos cuantos patos acercarse a su libro...si lo picoteaban terminaria hundiéndose su libro.

[Tira dados para ver si logra tomar el libro antes que los patos. 17+1=18]

Logra tomar el libro antes que los patos y de que se hundiera, feliz de que el libro no estuviera totalmente mojado lo guarda de nuevo en su bolsillo, esta vez asegurándose de que no se caiga tan facilmente.
Voltea a ver a Rai y le nota mirando a un carrito de helado, sonríe.
-quisiera un helado?...tomelo como agradecimiento, por ayudarme a no caer al agua.-
Dice sonriendo esperando su respuesta, en realidad le caia bien, asi que no le importaba.

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'1d20' :

Resultados : 17

Mientras estaba algo distraído escucha al que estaba detrás suyo preguntar si quería un helado, ralamente ya se le había antojado, pero el hecho de ser invitado no le agradaba del todo así que se giro hacia el chico y con una expresión seria le clavo los ojos.
-Se me antoja, sin embargo no necesitas agradecer nada niño, yo invito… vamos, muévete.
Dicho esto comenzó a caminar acercándose al hombre que se encontraba atendiendo a una pareja con su niño y espero detrás de ellos en silencio, siempre le había gustado un sabor bastante particular y ante el cual su tía reía enérgicamente “Sabores acidos para un niño acido” le decía aunque Rai siempre terminase combinándolo con algo más.
-Un cono, sabor limón…-dijo cuando estuvo frente al hombre-
Una vez hecho el pedido tomó su helado y se corrió para esperar a que el chico hiciera su pedido luego de que el ya le hubiese pagado al hombre cano, observando el helado que tenía sobre su cono le dio una mordida disfrutando de su fresco sabor mientras una brisa cálida jugaba con sus blancos cabellos.

-ehm, esta bien.-
Le sonrió, parecía mas amable de lo que aparentaba, comenzo a caminar junto con el al heladero, espero a que los demás terminaran de pedir su helado y también de que Rai pidiera su helado.

Una vez de que Rai pidió de Limón se acerco al hombre sonriendole.
-me podría dar uno de Vainilla.-
Le hizo entrega del helado para acercarse a Rai y comer su helado. Le volteo a ver con una leve sonrisa.
-y digame, cual es su poder?-

Cuando lo vio por primera vez se imagino que su poder era asombroso...bueno eso le parecia...pero todos los poderes son asombrosos por el simple hecho de ser un "poder".

Se sentó en una banca que había allí cerca estirando sus piernas para relajarse mientras le daba otro mordisco a su helado, el frío no le hacía nada puesto que estaba acostumbrado a los crudos inviernos alemanes, aún así disfrutaba del ácido sabor del limón. Pronto hoyó que el niño que estaba a su lado le hacía una pregunta respecto a lo que sus padres llamaban su maldición; el poder que había desarrollado o más bien con el que había nacido.
-Pues…-dándole otro mordisco al helado-… puedo hacer campos de fuerza, pero creo que eso no es nada espectacular ni demasiado útil… a no ser para protegerme a mis mismo.
Dicho esto le dio un mordisco más a su helado, el frío y ácido sabor del mismo había invadido ya todo su paladar, haciendo contraste con la cálida brisa que rozaba su pálido rostro y jugaba con su blanco cabello.
-¿Y el tuyo cual es?... me imagino que eres psíquico… -le dijo sin mirarlo-
Que sea psíquico era lo más lógico, o al menso Rai tenía esa impresión, tal vez por el aspecto del chico, tal vez pensaba que no podía ser de esa forma, disfrutando del fresco esperó en silencio la respuesta de quién estaba a su lado.

-enserio? campos de fuerza, es increíble, parece que mis sospechas fueron correctas-
Dice sonriendo, despues de todo hacer campos de fuerza es algo de utilidad...por lo menos es mejor que el suyo...

Siguió comiendo su helado de vainilla tranquilamente para oírlo.
-si, como adivino!- dijo sorprendido, bueno, tal vez Rai dijo eso por que Ren no se ve como alguien que tiene super fuerza o algo así...por la misma razón de por que lo confunden con una chica...
-pues simplemente mi poder es el control del clima...pero no creo que me sea de utilidad...-
Dijo sonriendo levemente siguiendo por comer su helado.

¿Sospechas? ¿El niño sospechaba acerca de su poder? Era extraño pensar que por su aspecto le hubiesen atribuido un poder importante y útil, más porque él no creía que el suyo lo fuese demasiado, vio como el chico sonreía sin mostrar expresión alguna en su rostro, y luego dio un par de mordiscos más a su helado mientras escuchaba como Ren le contaba que su habilidad constaba en controlar el clima.
-Pues… si lo piensas bien, es útil… solo debes encontrar el momento justo en el cual aplicarlo…-dijo sin mirarlo y luego volvió a morder su helado-
Aquel pequeño no parecía tener demasiados problemas con el hecho de tener habilidades con esas características, tal vez había tenido una buena familia que lo supiese contener cuando el lo haya necesitado, para personas como ellos una familia así parecía volverse un bien escaso y muy preciado, o al menos eso pensaba Rai.
-¿Tienes familia? Supongo que no les agradó la idea de tu extraña habilidad…
Dicho esto dio un mordisco más a su helado, sintiendo el frio entre sus dientes no pudo evitar recordar la forma en que su padre y su madre lo veían antes de que desarrollara su poder y después peor aún, sumado a esto el desprecio de su abuelo a quién veía casi como un padre y un ejemplo a seguir, a causa de aquellos malditos campos de fuerza su vida como la conocía se había desvanecido en cuestión de segundos.

-pero...supongo que solo hay pocas cosas en las que puedo utilizar mi poder y que realmente ayuden...-
Realmente no le encontraba mucho valor a su poder pero si lo tenia de seguro seria para algo...solo tenia que buscar para que.

Siguió comiendo su helado hasta oírle, le volteo a ver.
-pues si, tengo familia, mi padre y...solo el.-
Sonrió para luego contestar a lo otro.
-claro que no le agrado...que su hijo fuera diferente no le cabía en la cabeza...pero aun así...creo que no me rechazo...-
No estaba muy seguro de lo que pensaba su padre...por lo que no podía decir con exactitud.

Por un momento su mirada era triste pero la cambio al voltearle a ver para hablarle.
-supongo que por la pregunta a usted no le fue muy bien...o me equivoco?

Oyó en silencio como el chico decía que solo tenía a su padre, y como el hecho de que su hijo fuera diferente no le podía caber en la cabeza, era lógico seguramente todos aquellos que tenían hijos “especiales” llegaban a asustarse en algún punto, aunque solo un pequeño número de ellos quisiera de igual forma a sus hijos, el resto más probablemente se verían aterrorizados. En unos segundos de silencio notó como la mirada del chico parecía entristecer y sin decir nada le dio un mordisco más a su helado el cual ya llevaba por la mitad, el sin duda alguna podía entenderlo bien.
El rubio hizo una afirmación que era cierta en verdad, el peliblanco preguntaba porque le daba curiosidad saber cómo serían las demás familias, puesto que la suya se lo había tomado de la peor forma posible, pero le cabía en sus pensamientos la posibilidad de algunos padres que llegasen a ser más comprensivos y hasta pudiesen apoyar a su hijo, solo que no podía imaginarlo.
-En verdad… mis padres no fueron para nada comprensivos ni mucho menos aceptaron esto cuando surgió… pero, olvidemos ese tema.
Dio unos cuantos mordiscos más a su helado hasta que solo le quedó el cono, el cual devoró por completo con rapidez y agilidad. Luego miro de reojo al chico y se estiro largamente en la banca, estirando después sus piernas completamente, el frio había logrado relajarlo de cierta forma ya que era bastante característico en su país natal, logrando raerle así el recuerdo de algunos bellos paisajes nevados.

Se preguntaba si su madre y hermana le tratarían como a una persona normal o lo discriminarían como el resto de las personas...aun si lo discriminaban el las querría...como ahora quiere a su padre aun cuando duda...
Ren entendía su problema, aun cuando Ren tenia un poder que no dañaba a nadie los demás compañeros lo trataban como a un fenómeno...
-oh, lo siento, no quería extender el tema...-
Siguió comiendo el helado tranquilamente, tal vez llegue un día en el que todos vivan felices juntos, sin discriminaciones ni nada...que los trataran como a cualquiera persona...después de todo eso eran.
Soltó un suspiro hundido en sus pensamientos para regresar a la realidad y voltear a ver al peli blanco con una sonrisa y olvidar el tema.

-y digame, tiene mascotas? le gusta pasar el tiempo leyendo? que comida le gusta? suele comer mucho helado?-

El chico se disculpó de una forma cortes por extender el tema, aunque no había razón, después de todo había sido Rai quien lo había sacado, lo único que hizo el peliblanco fue asentir con un movimiento de cabeza y luego observar unos pajarillos que descendieron muy vivaces a unos cuantos metros. Después de unos segundos de silencio escuchó como el chico comenzaba con una avalancha de preguntas que solo logró levantarle una ceja notoriamente.
-Chico tranquilízate… son muchas preguntas juntas así que me tomare mi tiempo… -se recostó sobre el respaldo de la banca con ambas manos detrás de su cabeza-… mascotas no tengo, aunque no sería mala idea conseguir alguna…-levanto su mirada al cielo-…leer, es uno de mis pasatiempos si, desde siempre tal vez… el helado me gusta aunque no estoy todo el tiempo comiendo. Comidas… pues no es que sea demasiado exquisito con eso… mi gusto es variado creo yo.
Hubo un silencio en el que bajo su mirada quitándose los brazos de atrás de la cabeza y posicionándolos a ambos lados de su cuerpo y sobre el respaldo de la banca, mientras observaba unos niños jugar cerca de donde ambos se encontraban.
-Ahora tú… responde las mismas preguntas…

-lo siento.-
Se disculpo sonriendo mientras esperaba a sus respuestas.
Al terminar de oír todas las respuestas que dio el peli blanco volvió a sonreír, poco a poco sabría mas de el, le gustaría que pudiera hablar así con las demas personas...claro que en este mundo hay muchos grupos sociables...a otro los excluyen y a otros los incluyen...pero siempre los excluidos son los diferentes...por que era así?...le tenían miedo a lo diferente?...

-oh claro!...veamos...pues si mi memoria no me falla creo que no he tenido mascotas en casi toda mi vida-
Se quedo un momento pensativo.
-y bueno, como cuando nos conocimos revele que me gustaba leer, así que eso es un si seguro!, bueno...no tengo algún platillo en especifico, igualmente me gusta variado-
Le sonrió para responder la ultima pregunta.
-yo no soy un fanatico del helado por lo que lo como de vez en cuando.-

Después de ello apareció un pequeño gato obscuro, se quedo enfrente de ellos sentado, parecía que les estaba mirando mientras movía levemente la cola.
-un gato...-
Dijo un poco extrañado mientras miraba fijamente al gato, se inclino acercandose al gato y extendiendo su mano a la cabeza del animal.
Este se acerco para apresurar la caricia, Ren sonrió ampliamente al ver al gato así.

Mientras continuaba observando los niños jugar de forma entretenida a atacarse mutuamente no pudo evitar pensar en cómo las personas parecían acostumbrar atacarse unas a otras sin importar quienes fueran diferentes, parecidos o iguales. El rubio le contó sobre sus gustos y Rai lo escuchó en silencio hasta que de pronto le escuchó decir “un gato”, aquel animal que de entre varios al peliblanco le caía mejor aunque no supiese la razón. Al observara Ren vio como este se inclinaba para mimar la cabeza del felino mientras este arecía ronronear de cierta forma, Rai podía notar en los ojos del animal que le gustaba que lo acariciasen, cierto brillo aparecía debido al contacto de la mano del chico.
-Parece que le caes bien niño… podrías darle un hogar para que no ande pasando miserias en la calle… no se merece ese destino.
Dicho esto alzo su mirada al cielo nuevamente y se estiró largamente para después ponerse de pie, algún bullicio cercano había comenzado a molestarle, ya que él prefería más bien lugares tranquilos decidió salir de allí, al menos para recorrer un poco el parque, que aún no conocía enteramente.
-Iré a caminar por ahí… si quieres venir… si no… gusto en hablar contigo.
No podía evitar recordar aquel gato negro que sus tíos tenían en la casa, aquel peludo gato de ojos miel que siempre lo veían de forma fija y juguetona mientras un suave ronroneo escapaba de su peluda barriga, si le gustaban los gatos, o tal vez estaba acostumbrado a convivir con ellos; lo extraño era que si no consiguiese un hogar muy posiblemente sería él quien terminase adoptándolo, pero antes de eso era mejor esperar.

El gato se frotaba en la pierna de Ren por lo que tomo al gato y siguió acariciándolo con una sonrisa.
-si...tiene razón...pero no se si pueda conservarlo en la Academia...-
Tal vez habia reglas sobre tener animales en la academia, tal vez no, tendría que preguntar.
Una vez que el peli blanco se levanto del banco el gato salto al suelo y fue tras el, al igual que Ren.
-a usted le gustan los gatos? parece que este peque'o le agrada.-
Pregunto caminando al igual que el al mismo tiempo que miraba al gato caminar junto de ellos.

Despues de seguir caminando por el parque se puso a pensar como hubiera sido ir al pasear al parque con su hermana...
-usted tiene hermanos o hermanas?-
Algunas veces se queda mirando a las demas personas con hermanos, mayormente a los ni'os, corriendo, saltando, jugando.
Le gustaria saber como seria tener un hermano.

Comenzó a caminar observando los alrededores y sin mirar nada, de repente había recordado el ambiente de su hogar, aquel en el que había pasado poco tiempo pero el único al que podía llamar verdaderamente hogar.
-No sé si haya reglas o no con respecto a eso… pero yo he visto dentro de la academia un pelinaranja que andaba con un gato algo más pequeño que este… y una chica pelirrosa que llevaba un erizo a los jardines…
Escuchó la pregunta del chico mientras bajaba la mirada para notar que efectivamente el gato caminaba junto a ellos, tal vez con mayor acompañamiento que un mismísimo perro, solía pasarle eso, tal vez porque le gustasen, o sin saber porque exactamente los gatos solían seguirlo, como aquel gato negro que siempre corría tras él por toda la casa, sin importar que hacía poco tiempo que había llegado ahí.
-Me agradan los gatos… solía tener uno en mi hogar… además… por alguna razón los felinos suelen seguirme, así como este…
Luego de eso hubo un omento de silencio, la brisa que soplaba era agradable, pero ya dejaba sentir lo cerca que se encontraba el otoño, pues de alguna forma había refrescado un poco, aunque aún el calor estuviese presente mínimamente el cambio de estación se manifestaba inminente. Estando a punto de sumirse nuevamente en sus pensamientos escuchó como Ren le preguntaba si tenía hermanos, realmente no deseaba recordar a sus padres, pero si sabía que tenía un hermano pequeño al cual jamás había visto.
-Tengo… un hermano pequeño, debe tener casi 4 años… pero nunca lo he visto, no vivo con mis padres biológicos.
Así era en verdad, se había enterado por parte de su tío que poco después de que el desapareciera de su hogar, su abuelo había presionado a sus padres para que tuviesen otro hijo que limpiase el nombre de la familia “manchado” con su nacimiento. No conocía a aquel niño aunque fuesen de la misma sangre, sabía que podría llegar a correr su mima suerte, pero también sabía que si así fuese posiblemente su tío se encargaría de darle un hogar digno y de brindarle la cálida familia que seguramente no tenía en aquel lugar.
-Tu… ¿tienes hermanos? –pregunto observando las copas de los árboles mecerse serenamente con la brisa que movía el cabello de ambos-