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After the Rain (priv.Rai)
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After the Rain (priv.Rai)
Había decidido ir de compras temprano por la mañana, caminando por las calles que salían de la academia de manera bastante alegre y relajada, dándose cuenta de que había una brisa fresca y agradable, aunque también un poco helada, comenzando a adentrarse más a lo que era la cuidad, la cual parecía bastante habitada y llena de cosas que la verdad la mayoría no conocía,
"Debí pedirle a Alina que me acompañara", pensaba mientras seguía caminando cuidad dentro, con la mirada un poco preocupada al no ver el tipo de tienda que estaba buscando, la verdad es que siempre había vivido encerrada, después solo la academia, no conocía de ahí en fuera muchas cosas, solo podía sentirse un poco preocupada, pero de igual forma intentaba imitar a las personas que ahí estaban intentando no verse muy rara caminando por la acera. Encontrando por fin un pequeño mercado donde vendían cosas variadas, sonriendo levemente para entrar, lo primero que buscaría seria frutas, verduras, entre otras cosas, pues en esta ocasión tenía pensado preparar algo de comer para Rai, para solo dejarlo como un regalo de parte suya, aunque la verdad le avergonzaba tener que demostrar que en verdad esa era su intención, esperaba poder lograrlo y no ponerse nerviosa en su intento de obsequiarle algo.
Recorrió la mayor parte de la tienda en busca de los ingredientes, para después ir rápidamente a caja y pagar su mercancía, esperando llegar rápido a la academia de vuelta y con toda tranquilidad preparar su pequeño obsequio. Hasta que sin darse cuenta al salir de la puerta con bolsas en mano comenzó a sentir como unas pequeñas gotas de agua comenzaban a caer sobre su cabello y rostro, frunciendo el ceño para comenzar a caminar mas rápido con intención de llegar rápido a su destino, pero la lluvia no parecía querer que llegara seca sano y salvo pues comenzó a caer mucho mas y mas hasta formar una llovizna intensa y densa neblina causada por el frio, terminando por resbalar un poco al aumentar más su paso, decidiendo mejor por entrar a una tienda desconocida en su desesperación de seguir mojándose con agua tan helada, quedándose de pie en la entrada, dejando las bolsas a lado de la entrada, con el cabello empapado, al igual que su ropa, el pequeño saco y su vestido, incluyendo los zapatos, mirando a las personas de adentro bastante avergonzada de tal situación, temblando fuertemente como un animalito congelándose, decidiéndose mejor a que aquella horrible lluvia se detuviera para poder salir de aquel sitio que aun no averiguaba que tipo de tienda era.
"Debí pedirle a Alina que me acompañara", pensaba mientras seguía caminando cuidad dentro, con la mirada un poco preocupada al no ver el tipo de tienda que estaba buscando, la verdad es que siempre había vivido encerrada, después solo la academia, no conocía de ahí en fuera muchas cosas, solo podía sentirse un poco preocupada, pero de igual forma intentaba imitar a las personas que ahí estaban intentando no verse muy rara caminando por la acera. Encontrando por fin un pequeño mercado donde vendían cosas variadas, sonriendo levemente para entrar, lo primero que buscaría seria frutas, verduras, entre otras cosas, pues en esta ocasión tenía pensado preparar algo de comer para Rai, para solo dejarlo como un regalo de parte suya, aunque la verdad le avergonzaba tener que demostrar que en verdad esa era su intención, esperaba poder lograrlo y no ponerse nerviosa en su intento de obsequiarle algo.
Recorrió la mayor parte de la tienda en busca de los ingredientes, para después ir rápidamente a caja y pagar su mercancía, esperando llegar rápido a la academia de vuelta y con toda tranquilidad preparar su pequeño obsequio. Hasta que sin darse cuenta al salir de la puerta con bolsas en mano comenzó a sentir como unas pequeñas gotas de agua comenzaban a caer sobre su cabello y rostro, frunciendo el ceño para comenzar a caminar mas rápido con intención de llegar rápido a su destino, pero la lluvia no parecía querer que llegara seca sano y salvo pues comenzó a caer mucho mas y mas hasta formar una llovizna intensa y densa neblina causada por el frio, terminando por resbalar un poco al aumentar más su paso, decidiendo mejor por entrar a una tienda desconocida en su desesperación de seguir mojándose con agua tan helada, quedándose de pie en la entrada, dejando las bolsas a lado de la entrada, con el cabello empapado, al igual que su ropa, el pequeño saco y su vestido, incluyendo los zapatos, mirando a las personas de adentro bastante avergonzada de tal situación, temblando fuertemente como un animalito congelándose, decidiéndose mejor a que aquella horrible lluvia se detuviera para poder salir de aquel sitio que aun no averiguaba que tipo de tienda era.
Aydan Richelle- Psíquico
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Un día más iniciaba, normal y sin mucho por hacer, no tenía tareas y lo único que había podido hacer era echarse en su cama a rascarse el estómago mientras veía como su compañero de habitación se la pasaba arreglando cosas antiguas. Pronto se hartó de aquello y del constante “tiqui tiqui”, terminando por levantarse de su cama con el seño fruncido, saliendo de la habitación para caminar un poco por los pasillos, dando algunas vueltas y fastidiándose un poco más hasta que finalmente decidió que sería bueno salir de la academia y quizás dar una vuelta por los alrededores. Regresando a su habitación tomó un abrigo y bastante dinero para lo que pudiese necesitar, y colocándose sus zapatillas más buenas salió de la academia, cruzando el gran portón principal con un andar sereno y despreocupado.
Caminando sin apuro alguno miraba con indiferencia los alrededores y la gente pasar, a medida que se acercaba a la ciudad las calles comenzaban a hacerse más transcurridas y el clásico tumulto de gente comenzaba a hacerse más presente en las veredas; mirando una tienda, hablando con alguien, cruzando las calles… todos ellos parecían estar en su mundo.
Sin cambiar siquiera mínimamente las facciones de su rostro giró la cabeza para observar las tiendas a su lado mientras pasaba por el frente de ellas, notando que las había de diferentes tipos, unas más concurridas que otras, así como también unas más vistosas que otras. Terminó por detenerse frente a un kiosco, comprando un refresco en lata, el cual abrió para bebe mientras caminaba, su cuerpo había entrado en calor ya por la larga caminata que constaba finalmente de bastante esfuerzo físico porque la distancia era bastante larga. Pero Rai estaba acostumbrado a caminar mucho y en verdad no le molestaba, podía pasarse horas haciéndolo y su ritmo cardíaco solo aumentaría levemente; su cuerpo estaba acostumbrado al ejercicio físico continuado debido a las diferentes situaciones que había tenido que pasar en su vida.
“Nada interesante…” pensaba con cierto fastidio mientras caminaba esquivando personas y niños que correteaban por la vereda, aún con la lata en la mano y bebiendo algunos sorbos de vez en cuando hasta que su contenido se hubo acabado. Finalmente terminó por ingresar en una pequeña galería en donde un pasillo estaba rodeado de tiendas de diferentes tipos, lanzando la lata en el primero bote de basura que se ruso en su camino para después colocar nuevamente las manos en sus bolsillos y mirar con poco interés las vidrieras de los alrededores, descubriendo diferentes tipos de comercios y un largo pasillo que parecía llevar hacia un lugar diferente al cual varias personas se dirigían.
Aún permaneciendo dentro de aquel pasillo observó la salida, una fuerte lluvia había aparecido de repente sorprendiendo a los transeúntes que por allí pasaban; claramente pudo verlos correr bajo el agua, entonces chasqueó la lengua con algo de molestia, ahora no podría salir de allí hasta que aquella lluvia disminuyera aunque fuese un poco.
Estaba a punto de comenzar a refunfuñar por la molestia pero enseguida notó una figura conocida desplazarse bajo el agua e ingresar en una tienda que también tenía entrada en aquella galería, dibujando una pequeña sonrisa torcida en sus labios se puso en marca con un andar casi acechante; en cuestión de segundos lo había pensado, estaba dispuesto a sorprenderla.
Entrando en la tienda clavó su mirada de forma inmediata en aquella figura pequeña y mojada, su pequeño cuerpo temblaba levemente mientras que sus frágiles cabellos se apegaban al contorno de su pequeña cabeza; se veía tan indefensa y tan frágil que en aquel momento y sin saber porque sintió deseos de abrazarla con fuerza, pero también de ver cómo reaccionaría ante su sorpresivo encuentro.
Sin decir absolutamente nada se acercó a ella y rodeándola con sus brazos pegó la espalda de la chica a su pecho, sintiendo aquel cuerpo frío entre sus brazos, rodeándola un poco más para después bajar hasta su oreja y allí dejar una suave lamida sobre su mejilla, llevándose algunas gotas frescas posadas sobre su pálida piel.
-Tú vendrás conmigo…
Susurró en el oído de la chica mientras la estrujaba un poco más, sintiendo ese aroma tan peculiar que ella solía portar, dejándose embriagar por él a pesar de que la lluvia tuviese su propio aroma al rozar con el suelo y las plantas de los alrededores.
Caminando sin apuro alguno miraba con indiferencia los alrededores y la gente pasar, a medida que se acercaba a la ciudad las calles comenzaban a hacerse más transcurridas y el clásico tumulto de gente comenzaba a hacerse más presente en las veredas; mirando una tienda, hablando con alguien, cruzando las calles… todos ellos parecían estar en su mundo.
Sin cambiar siquiera mínimamente las facciones de su rostro giró la cabeza para observar las tiendas a su lado mientras pasaba por el frente de ellas, notando que las había de diferentes tipos, unas más concurridas que otras, así como también unas más vistosas que otras. Terminó por detenerse frente a un kiosco, comprando un refresco en lata, el cual abrió para bebe mientras caminaba, su cuerpo había entrado en calor ya por la larga caminata que constaba finalmente de bastante esfuerzo físico porque la distancia era bastante larga. Pero Rai estaba acostumbrado a caminar mucho y en verdad no le molestaba, podía pasarse horas haciéndolo y su ritmo cardíaco solo aumentaría levemente; su cuerpo estaba acostumbrado al ejercicio físico continuado debido a las diferentes situaciones que había tenido que pasar en su vida.
“Nada interesante…” pensaba con cierto fastidio mientras caminaba esquivando personas y niños que correteaban por la vereda, aún con la lata en la mano y bebiendo algunos sorbos de vez en cuando hasta que su contenido se hubo acabado. Finalmente terminó por ingresar en una pequeña galería en donde un pasillo estaba rodeado de tiendas de diferentes tipos, lanzando la lata en el primero bote de basura que se ruso en su camino para después colocar nuevamente las manos en sus bolsillos y mirar con poco interés las vidrieras de los alrededores, descubriendo diferentes tipos de comercios y un largo pasillo que parecía llevar hacia un lugar diferente al cual varias personas se dirigían.
Aún permaneciendo dentro de aquel pasillo observó la salida, una fuerte lluvia había aparecido de repente sorprendiendo a los transeúntes que por allí pasaban; claramente pudo verlos correr bajo el agua, entonces chasqueó la lengua con algo de molestia, ahora no podría salir de allí hasta que aquella lluvia disminuyera aunque fuese un poco.
Estaba a punto de comenzar a refunfuñar por la molestia pero enseguida notó una figura conocida desplazarse bajo el agua e ingresar en una tienda que también tenía entrada en aquella galería, dibujando una pequeña sonrisa torcida en sus labios se puso en marca con un andar casi acechante; en cuestión de segundos lo había pensado, estaba dispuesto a sorprenderla.
Entrando en la tienda clavó su mirada de forma inmediata en aquella figura pequeña y mojada, su pequeño cuerpo temblaba levemente mientras que sus frágiles cabellos se apegaban al contorno de su pequeña cabeza; se veía tan indefensa y tan frágil que en aquel momento y sin saber porque sintió deseos de abrazarla con fuerza, pero también de ver cómo reaccionaría ante su sorpresivo encuentro.
Sin decir absolutamente nada se acercó a ella y rodeándola con sus brazos pegó la espalda de la chica a su pecho, sintiendo aquel cuerpo frío entre sus brazos, rodeándola un poco más para después bajar hasta su oreja y allí dejar una suave lamida sobre su mejilla, llevándose algunas gotas frescas posadas sobre su pálida piel.
-Tú vendrás conmigo…
Susurró en el oído de la chica mientras la estrujaba un poco más, sintiendo ese aroma tan peculiar que ella solía portar, dejándose embriagar por él a pesar de que la lluvia tuviese su propio aroma al rozar con el suelo y las plantas de los alrededores.
Kirill R. von Veltheim- Físico
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Se encontraba bastante distraída en esos momentos intentando exprimir el agua de las esquinas de su ropa terminando por mojar aun más el piso que ya se encontraba bastante encharcado de las personas que entraban y el agua que se colaba por las grandes puertas de cristal. Sintiendo como repentinamente algún tipo de presencia se encontraba cerca de ella levantando su vista con curiosidad para después sentir como la abrazaban por la espalda, abriendo los ojos con sorpresa y dejando soltar un pequeño chillido, para cerrar los ojos con fuerza y llevar las manos hacia aquellos brazos que la rodeaban con intención de retirarlos, pero después sintió como se acercaba a su oreja sintiendo una suave lamida en su mejilla, abriendo los ojos totalmente paralizada de miedo sin saber cómo reaccionar hasta escuchar la voz de Rai que sin lugar a dudas la tranquilizo totalmente, sintiendo como la estrujaba mas entre sus brazos, sintiendo un fuerte escalofrió para después intentar calmarse de su pequeño susto y de no saber quién era por escasos segundos,
-M-me asustaste Rai…- pronuncio temblando mínimamente, sintiendo como sus mejillas parecían lo único tibio en ese momento –I-ir contigo… a-a donde?...- pregunto tartamudeando por el frio y los nervios, aun sujetando sus brazos con sus pequeñas manos pero sin intención de quitárselos de encima, ahora solo estaba dejándose abrazar por él, intentando aprovechar que él estaba ahí para brindarle un poco de calor, pues en realidad no quería que se alejara, el frio le impedía ponerse caprichosa en esos momentos.
-M-me asustaste Rai…- pronuncio temblando mínimamente, sintiendo como sus mejillas parecían lo único tibio en ese momento –I-ir contigo… a-a donde?...- pregunto tartamudeando por el frio y los nervios, aun sujetando sus brazos con sus pequeñas manos pero sin intención de quitárselos de encima, ahora solo estaba dejándose abrazar por él, intentando aprovechar que él estaba ahí para brindarle un poco de calor, pues en realidad no quería que se alejara, el frio le impedía ponerse caprichosa en esos momentos.
Aydan Richelle- Psíquico
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Re: After the Rain (priv.Rai)
La escuchó chillar levemente al momento en que sus cuerpos hicieron contacto, eso era realmente típico de ella, de alguna forma podía saber en realidad cómo reaccionaría, pero de igual manera quería verlo con sus propios ojos; después de todo le resultaba entretenido luego de que no hubiese encontrado nada que le llamase demasiado la atención durante su paseo.
Después de unos segundos sintió sus pequeñas manos posarse sobre sus brazos, como si quisiesen hacer presión para quitarlos de allí, pero él no le permitiría eso, ella solo podría librarse cuando él así lo decidiese. La sintió temblar levemente entre sus brazos mientras la estrujaba un poco más, para después oírla decir que la había asustado, para después preguntar a donde quería ir, solo quedándose ahí, permitiendo que él se adueñase de sus movimientos a gusto.
-Solo sígueme…
Dicho esto la libero de su abrazo para después agacharse levemente, y tomando las bolsas que ella traía comenzó a caminar esperando a que lo siguiese, cruzando por en medio de las personas sin pedir permiso en realidad, solo manteniendo el rumbo fijo hacia donde pensaba ir, saliendo de la tienda hacia el pasillo de la galería, caminando unos pasos más hasta por fin detenerse frente a la vidriera de un negocio que vendía ropa femenina de alta calidad; había visto aquel negocio cuando merodeaba por los pasillos de la galería, y al parecer ahora le sería de utilidad a la pequeña “cosa” mojada que estaba su lado.
-Camina, debes cambiarte esa ropa o te enfermarás…
Con un gesto serio e inexpresivo la miro durante unos segundos para después ingresar por sí mismo en la tienda esperando a que lo siguiese; sin siquiera fijarse en aquello la prenda de ropa que Aydan escogiese sería en realidad el primer regalo que le haría a su novia. Pero dicho regalo no había sido intencional ni nada por el estilo, el no sabía en realidad cómo debía comportarse un novio y lo único que haría según su idea era cambiarle la muda de ropa para que no enfermase.
Después de unos segundos sintió sus pequeñas manos posarse sobre sus brazos, como si quisiesen hacer presión para quitarlos de allí, pero él no le permitiría eso, ella solo podría librarse cuando él así lo decidiese. La sintió temblar levemente entre sus brazos mientras la estrujaba un poco más, para después oírla decir que la había asustado, para después preguntar a donde quería ir, solo quedándose ahí, permitiendo que él se adueñase de sus movimientos a gusto.
-Solo sígueme…
Dicho esto la libero de su abrazo para después agacharse levemente, y tomando las bolsas que ella traía comenzó a caminar esperando a que lo siguiese, cruzando por en medio de las personas sin pedir permiso en realidad, solo manteniendo el rumbo fijo hacia donde pensaba ir, saliendo de la tienda hacia el pasillo de la galería, caminando unos pasos más hasta por fin detenerse frente a la vidriera de un negocio que vendía ropa femenina de alta calidad; había visto aquel negocio cuando merodeaba por los pasillos de la galería, y al parecer ahora le sería de utilidad a la pequeña “cosa” mojada que estaba su lado.
-Camina, debes cambiarte esa ropa o te enfermarás…
Con un gesto serio e inexpresivo la miro durante unos segundos para después ingresar por sí mismo en la tienda esperando a que lo siguiese; sin siquiera fijarse en aquello la prenda de ropa que Aydan escogiese sería en realidad el primer regalo que le haría a su novia. Pero dicho regalo no había sido intencional ni nada por el estilo, el no sabía en realidad cómo debía comportarse un novio y lo único que haría según su idea era cambiarle la muda de ropa para que no enfermase.
Kirill R. von Veltheim- Físico
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Re: After the Rain (priv.Rai)
De alguna manera cómoda se sentía bastante tibia entre sus brazos, en realidad no quería que se separara, mientras fuera Rai sabía que iba a estar bien, pues aunque no lo pareciera el siempre demostraba cuidarla aunque fuera un poco, escuchando como decía que lo siguiera, sintiendo como era liberada de ese cálido abrazo, sintiendo un fuerte escalofrió recorrer su cuerpo al sentir la falta de calor que hace un momento tenia, sintiendo su piel erizada que quizás iba a costar volverla a la normalidad, mirando como el tomaba sus bolsas de compras, abriendo los ojos con sorpresa,
-E-espera…- pronuncio en voz baja sonrojándose un poco, pues no quería que se diera cuenta, aunque era obvio que solo eran compras de comida, no había forma de que él se diera cuenta con solo ver lo que contenían las bolsas, mirando como el comenzaba a caminar entre las personas descortésmente, siguiéndole abriéndose paso entre la gente de manera más torpe, esperando a que las personas si le dieran el paso a ella, y solo lo hicieron pues la miraron mojada y no era conveniente chocar con ella, dándose cuenta que comenzaban a salir de la tienda hacia el pasillo de la galería, mirando cómo se detenía en un negocio el cual vendía ropa, observando el interior de la tienda, notando que era ripa de mujer y al parecer algo costosa,
-A-aquí? …- pregunto torpemente después de escuchar que él le decía que debía cambiarse la ropa, comenzando a seguirlo pues el parecía que no iba a hacerle mucho caso a lo que ella dijera u opinara, ingresando a la tienda quedándose algo perdida entre tantas finas prendas femeninas sin saber que pensar al respecto,
-E-espera… estas ropas son caras… y yo ya no tengo a mis padres que me compren tales cosas…- comento caminando rápidamente para alcanzar a Rai y colocarse a su lado con la intención de no decir aquello en voz alta –Mi hermano me envía...pero… - agrego sin terminar su frase tomando la mano de Rai para detenerlo de que siguiera avanzando con intención de que la escuchara ahora sí, esperando a que mejor cambiara a otra tienda donde estuviera un poco más accesible a su bolsillo.
-E-espera…- pronuncio en voz baja sonrojándose un poco, pues no quería que se diera cuenta, aunque era obvio que solo eran compras de comida, no había forma de que él se diera cuenta con solo ver lo que contenían las bolsas, mirando como el comenzaba a caminar entre las personas descortésmente, siguiéndole abriéndose paso entre la gente de manera más torpe, esperando a que las personas si le dieran el paso a ella, y solo lo hicieron pues la miraron mojada y no era conveniente chocar con ella, dándose cuenta que comenzaban a salir de la tienda hacia el pasillo de la galería, mirando cómo se detenía en un negocio el cual vendía ropa, observando el interior de la tienda, notando que era ripa de mujer y al parecer algo costosa,
-A-aquí? …- pregunto torpemente después de escuchar que él le decía que debía cambiarse la ropa, comenzando a seguirlo pues el parecía que no iba a hacerle mucho caso a lo que ella dijera u opinara, ingresando a la tienda quedándose algo perdida entre tantas finas prendas femeninas sin saber que pensar al respecto,
-E-espera… estas ropas son caras… y yo ya no tengo a mis padres que me compren tales cosas…- comento caminando rápidamente para alcanzar a Rai y colocarse a su lado con la intención de no decir aquello en voz alta –Mi hermano me envía...pero… - agrego sin terminar su frase tomando la mano de Rai para detenerlo de que siguiera avanzando con intención de que la escuchara ahora sí, esperando a que mejor cambiara a otra tienda donde estuviera un poco más accesible a su bolsillo.
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Sin siquiera esperar respuesta alguna por parte de ella ingresó en el lugar, allí dentro había claramente un aroma diferente, tan dulce que casi lo empalagaba, pero seguramente esto era clásico a las tiendas donde se vendían cosas para mujeres, así que ignorando aquello termino por acostumbrarse rápidamente. Aydan lo había seguido hasta allí mientras su pequeño cuerpo temblaba como el de un pollito mojado, era una extraña comparación ya que no estaba seguro que los pollitos tuviesen aquel carácter, pero eso en verdad poco le importaba.
Después escuchó el comentario que ella hacía acerca del precio de las prendas que allí vendían y de cómo ya no contaba con la ayuda financiera de sus padres, terminando por acercarse a él para confesarle en lo que casi parecía ser un secreto que su hermano le enviaba dinero pero de igual forma no era mucho, o eso fue lo que su mente había logrado completar después de terminar de oír aquel comentario cortado por parte de ella. Terminó por mirarla a los ojos al sentir como ella tomaba su mano, observándola seriamente durante unos segundos; su frágil cabello apegado a su pálido rostro, sus labios levemente temblorosos; sintió deseos de abrazarla nuevamente sin saber bien porque, pero no se quedó mucho tiempo analizando aquello y solo bajó levemente su cabeza mientras desviaba la mirada nuevamente hacia el lugar en donde atendían las vendedoras.
-Tsk eso no es relevante aquí, nunca pensé hacerte pagar nada.
Apretando un poco más su mano comenzó a caminar tirando de ella para llegar frente a la vendedora clavándole a la muchacha su roja mirada de forma fija, logrando sin fijarse que ella se sonrojase levemente.
-Te la encargo, búscale cosas de su talla...-estirando a Aydan para ponerla a su lado-… lo que mejor le quede.
Dicho eso solo dejó las bolsas en el suelo para después apoyarse en el mostrador, cerca de la otra empleada, para quedarse allí esperando a que terminasen y a que Aydan no sea de aquellas muchachas que tardan añares eligiendo sus prendas; esperando unos segundos después de que ambas se marchasen para pedirle a la otra que allí quedaba si no tenía una toalla que la rubia pudiese usar, convenciéndola quien sabe como, quizás por miedo o quizás por notar de que se trataba de alguien que podría convertirse en un buen cliente; o eso podría haber pensado la muchacha.
Después escuchó el comentario que ella hacía acerca del precio de las prendas que allí vendían y de cómo ya no contaba con la ayuda financiera de sus padres, terminando por acercarse a él para confesarle en lo que casi parecía ser un secreto que su hermano le enviaba dinero pero de igual forma no era mucho, o eso fue lo que su mente había logrado completar después de terminar de oír aquel comentario cortado por parte de ella. Terminó por mirarla a los ojos al sentir como ella tomaba su mano, observándola seriamente durante unos segundos; su frágil cabello apegado a su pálido rostro, sus labios levemente temblorosos; sintió deseos de abrazarla nuevamente sin saber bien porque, pero no se quedó mucho tiempo analizando aquello y solo bajó levemente su cabeza mientras desviaba la mirada nuevamente hacia el lugar en donde atendían las vendedoras.
-Tsk eso no es relevante aquí, nunca pensé hacerte pagar nada.
Apretando un poco más su mano comenzó a caminar tirando de ella para llegar frente a la vendedora clavándole a la muchacha su roja mirada de forma fija, logrando sin fijarse que ella se sonrojase levemente.
-Te la encargo, búscale cosas de su talla...-estirando a Aydan para ponerla a su lado-… lo que mejor le quede.
Dicho eso solo dejó las bolsas en el suelo para después apoyarse en el mostrador, cerca de la otra empleada, para quedarse allí esperando a que terminasen y a que Aydan no sea de aquellas muchachas que tardan añares eligiendo sus prendas; esperando unos segundos después de que ambas se marchasen para pedirle a la otra que allí quedaba si no tenía una toalla que la rubia pudiese usar, convenciéndola quien sabe como, quizás por miedo o quizás por notar de que se trataba de alguien que podría convertirse en un buen cliente; o eso podría haber pensado la muchacha.
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Sintió su mirada clavada en si cuando dijo aquella pequeña confesión, no podía dejar se sonrojarse cada que él la miraba, era inevitable, y de nuevo sus mejillas eran lo único tibio con todo el frio que traía sobre el cuerpo, casi no sentía ya sus extremidades, pero intentaba no verse más frágil de lo que ya parecía, se estaba esforzando por no sentir dolor alguno o al menos no demostrarlo,
-P-pero…- excuso una vez más cuando escucho como él le decía que nunca pensó en hacerle pagar nada, sintiendo como la tomaba de la mano para hacerla caminar, hasta llegar donde había una vendedora, notando como ella se sonrojaba al verlo, pues él no sabía que en realidad tenía ese efecto con la mayoría de las mujeres con tan solo mirarlas fijamente, sintiéndose levemente molesta por la situación pero a la vez confundida, sintiendo como de nuevo era tirada del brazo para quedar a lado de aquella vendedora, la cual obedeciendo al chico la llevo a buscar algo de ropa, nueva, limpia y seca.
-P-por favor algo no tan caro…- pronuncio ya que estaba a solas con la vendedora sintiéndose algo apenada pues quizás un cliente mojado no era tan normal. La mujer inmediatamente comenzó a buscar varios vestidos de una sola pieza que se encontraban en una repisa y cuando pensaba que uno le quedaría bien con la complexión de Aydan lo colocaba frente a su cuerpo como si con solo la vista supiera que debía vestir sin habérselo puesto aun, sintiéndose bastante extraña, pues ella no era realmente como las chicas normales que solo podían elegir algo que les gustara, ella en realidad era bastante conformista así que llevaría lo que a la vendedora le pareciera. Escuchando de repente como la trabajadora decía que seguro le quedaría un par de ellos, dejándole la decisión a ella,
-De acuerdo… iré a probarme ambos…- dijo tomando ambos vestidos entre sus manos para ir al cuarto donde se cambiaria, escuchando como la mujer de nuevo le hablaba diciéndole que seguramente su ropa interior estaría mojada así que le traería también un cambio y que le dijera su talla, sonrojándose fuertemente antes de solo asentir, pues era verdad, su ropa estaba toda mojada sin excepción, teniéndole que confesar las tallas de su ropa interior que en realidad eran bastante pequeñas, esperando a que estas llegaran antes de comenzar a ponerse la ropa seca, en lo que otra empleada le pasaba una toalla por la parte de arriba de la puerta, alzando las cejas sorprendida, quizás estas empleadas eran demasiado amables y al mirarla empapada por la lluvia se preocuparon, tomando la toalla entre las manos comenzó a secarse el cabello delicadamente pues quizás el frio lo había maltratado ya un poco, sintiendo un fuerte escalofrío pues aun el frio no se iba, hasta que llego su ropa interior, la cual era bonita y venia en paquete, lista para usarse, comenzando a quitarse toda la ropa mojada para secarse con la toalla el exceso de humedad, y ponerse la ropa recién comprada, sintiéndose realmente extraña, todo era tan bonito que no sabía que opinar al respecto, ella solía usar corpiños deportivos, pero este era un sostén elegante y bonito, en conjunto con las bragas, quizás Rai jamás se enteraría que había terminado por comprarle algo así, o al menos ella esperaba que no se enterara, pues en realidad le daba mucha vergüenza, pero era algo necesario que no podía rechazar simplemente por emergencia. Termino por vestirse completamente, con el lindo vestido que fue el único que le ajusto a su tamaño, con unas medias largas y de algodón color blanco, y unos zapatos marrones, pues sus zapatos también habían sido mojados casi por completo, y un saco que ellas mismas le habían traído color crema, todo parecía tan caro, pero debía mantener la calma, de alguna manera terminaría pagándole a Rai todo lo que había hecho por ella en ese momento.
Saliendo del cuarto bastante apenada para encontrarse con el,
-Estoy lista…- pronuncio caminando hacia el sonrojándose bastante y sin poder mirarlo a los ojos – T-te pagare, te lo prometo… y… muchas gracias- agrego de manera decidida aunque un poco temblorosa, pero ahora por nervios, la verdad es que toda la ropa que ahora tenía era tan cálida, y tan bonita, que terminaría apreciándola bastante.
-P-pero…- excuso una vez más cuando escucho como él le decía que nunca pensó en hacerle pagar nada, sintiendo como la tomaba de la mano para hacerla caminar, hasta llegar donde había una vendedora, notando como ella se sonrojaba al verlo, pues él no sabía que en realidad tenía ese efecto con la mayoría de las mujeres con tan solo mirarlas fijamente, sintiéndose levemente molesta por la situación pero a la vez confundida, sintiendo como de nuevo era tirada del brazo para quedar a lado de aquella vendedora, la cual obedeciendo al chico la llevo a buscar algo de ropa, nueva, limpia y seca.
-P-por favor algo no tan caro…- pronuncio ya que estaba a solas con la vendedora sintiéndose algo apenada pues quizás un cliente mojado no era tan normal. La mujer inmediatamente comenzó a buscar varios vestidos de una sola pieza que se encontraban en una repisa y cuando pensaba que uno le quedaría bien con la complexión de Aydan lo colocaba frente a su cuerpo como si con solo la vista supiera que debía vestir sin habérselo puesto aun, sintiéndose bastante extraña, pues ella no era realmente como las chicas normales que solo podían elegir algo que les gustara, ella en realidad era bastante conformista así que llevaría lo que a la vendedora le pareciera. Escuchando de repente como la trabajadora decía que seguro le quedaría un par de ellos, dejándole la decisión a ella,
-De acuerdo… iré a probarme ambos…- dijo tomando ambos vestidos entre sus manos para ir al cuarto donde se cambiaria, escuchando como la mujer de nuevo le hablaba diciéndole que seguramente su ropa interior estaría mojada así que le traería también un cambio y que le dijera su talla, sonrojándose fuertemente antes de solo asentir, pues era verdad, su ropa estaba toda mojada sin excepción, teniéndole que confesar las tallas de su ropa interior que en realidad eran bastante pequeñas, esperando a que estas llegaran antes de comenzar a ponerse la ropa seca, en lo que otra empleada le pasaba una toalla por la parte de arriba de la puerta, alzando las cejas sorprendida, quizás estas empleadas eran demasiado amables y al mirarla empapada por la lluvia se preocuparon, tomando la toalla entre las manos comenzó a secarse el cabello delicadamente pues quizás el frio lo había maltratado ya un poco, sintiendo un fuerte escalofrío pues aun el frio no se iba, hasta que llego su ropa interior, la cual era bonita y venia en paquete, lista para usarse, comenzando a quitarse toda la ropa mojada para secarse con la toalla el exceso de humedad, y ponerse la ropa recién comprada, sintiéndose realmente extraña, todo era tan bonito que no sabía que opinar al respecto, ella solía usar corpiños deportivos, pero este era un sostén elegante y bonito, en conjunto con las bragas, quizás Rai jamás se enteraría que había terminado por comprarle algo así, o al menos ella esperaba que no se enterara, pues en realidad le daba mucha vergüenza, pero era algo necesario que no podía rechazar simplemente por emergencia. Termino por vestirse completamente, con el lindo vestido que fue el único que le ajusto a su tamaño, con unas medias largas y de algodón color blanco, y unos zapatos marrones, pues sus zapatos también habían sido mojados casi por completo, y un saco que ellas mismas le habían traído color crema, todo parecía tan caro, pero debía mantener la calma, de alguna manera terminaría pagándole a Rai todo lo que había hecho por ella en ese momento.
Saliendo del cuarto bastante apenada para encontrarse con el,
-Estoy lista…- pronuncio caminando hacia el sonrojándose bastante y sin poder mirarlo a los ojos – T-te pagare, te lo prometo… y… muchas gracias- agrego de manera decidida aunque un poco temblorosa, pero ahora por nervios, la verdad es que toda la ropa que ahora tenía era tan cálida, y tan bonita, que terminaría apreciándola bastante.
- Spoiler:
- este es el vestido:
Aydan Richelle- Psíquico
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Observó como la empleada iba hasta el depósito en busca de la toalla y solo se quedo en su lugar, apoyándose en el mostrador mientras la muchacha que atendía a Aydan iba de un lado para el otro, buscando prendas, cajitas y cajas más grandes, levantando una ceja al notar tanta actividad, pero sin preocuparse realmente por aquello. Para no aburrirse demasiado inicio una vuelta por el lugar, observando las prendas que exhibía sin observarlas realmente, todo era muy caro y fino, tal como las cosas que su tía solía usar; pero a pesar de sus lujos y riquezas aquellos dos eran las personas más amables que Rai había podido conocer en su anterior vida, aunque lo negase, aunque nunca lo admitiese quizás… sentía un gran afecto por aquellos dos parientes suyos a los que casi llegaba a ver como verdaderos padres.
Después de unos minutos solo regresó al lugar en el cual se encontraba mientras miraba con indiferencia una revista de catálogos sobre el mostrador a la vez que jugaba con uno de los mechones de su blanco flequillo. Segundos después llegó Aydan con la empleada, haciéndose notar con un “estoy lista”, bajando la mirada sin poder verlo directamente, con aquel clásico sonrojo en sus pequeñas mejillas; observándola bien notó que en verdad aquellas prendas se veían bien, que le quedaban bien, casi como su hubiesen sido hechas para su cuerpo, dándose cuenta que el cambio de vestimenta había sido completa y que la empleada traía la ropa mojada en sus manos, dirigiéndose hasta la caja para guardarla en una bolsa, ya que a ropa adquirida a chica se la llevaría puesta.
-No es nada, y ya te dije que no importa…
Mostrando cierto fastidio frunció el ceño ante la insistencia de la ojiverde, en verdad poco le importaba el dinero que gastase en aquellas prendas, más aun cuando la dejaban verse tan bonita para deleite de sus ojos; en verdad se le hacía linda… aunque no estuviese dispuesto a decírselo.
Extrayendo del bolsillo de su abrigo una billetera de cuero, pagó lo debido para luego mirar con atención el recibo, ciertas cosas que no habían sido mencionadas aparecían allí y sin que pudiese evitarlo una sonrisa algo torcida se dibujo en un lado de su rostro. Terminado de realizar la compra volvió a tomar las bolsas con alimentos que Aydan llevaba, esperando a que le entregasen a ella la bolsa con su ropa mojada, y con la otra mano enredo sus dedos con los de ella para sacarla de allí, casi tirando de su brazo así como solía hacer.
-He visto algo interesante…
Dijo aquello cuando ambos estuvieron fuera del negocio, colocándose frente a ella se inclinó un poco sobre su pequeño ser para acercarse nuevamente a su oído, sintiendo su dulce aroma mientras abría la boca para hablar.
-Quiero que luego me muestres… esa ropa interior que terminé por pagar…
Sabía bien que posiblemente aquello lograría dibujar un nuevo coloreado fuerte en aquellas pálidas mejillas; pero eso le gustaba, se sentía agradable el provocar esas reacciones en el cuerpo de ella y de alguna forma lograban provocar que la desease un poco más.
-Ven…
Volviendo a tirar de su mano camino hasta una banca que se encontraba allí cerca, mientras la lluvia aun seguía cayendo en el exterior el lugar parecía haberse vaciado un poco, aunque de igual forma algunas poca personas continuaban transitando casi con tranquilidad por so alrededores, solo de vez en cuando, marcando pasos alejados de donde ellos dos se encontraban.
Sentándose en la banca apoyo las bolsas en el suelo y abriendo sus piernas estiró a la chica para que terminase quedando entre ellas, atrapándola entre sus dos extremidades mientras que con los brazos rodeaba su cintura acercándola más a sí.
-Si tanto insistes en pagar tus prendas… entonces págame de esta manera…-clavando su mirada carmesí en los ojos verdes de la chica-… quiero sentir tus labios sobre los míos…
Así de directo, así de dominante era, y sin embargo ahora sería el deber de ella iniciar el beso que le estaba pidiendo, quías quería ver que podía hacer, quizás le permitiría besarlo sin atacarla rápidamente como hacía siempre, aunque en verdad le resultase difícil, porque aquellos labios se le habían vuelto casi adictivos, tanto que deseaba ser el único dueño de estos para siempre.
Después de unos minutos solo regresó al lugar en el cual se encontraba mientras miraba con indiferencia una revista de catálogos sobre el mostrador a la vez que jugaba con uno de los mechones de su blanco flequillo. Segundos después llegó Aydan con la empleada, haciéndose notar con un “estoy lista”, bajando la mirada sin poder verlo directamente, con aquel clásico sonrojo en sus pequeñas mejillas; observándola bien notó que en verdad aquellas prendas se veían bien, que le quedaban bien, casi como su hubiesen sido hechas para su cuerpo, dándose cuenta que el cambio de vestimenta había sido completa y que la empleada traía la ropa mojada en sus manos, dirigiéndose hasta la caja para guardarla en una bolsa, ya que a ropa adquirida a chica se la llevaría puesta.
-No es nada, y ya te dije que no importa…
Mostrando cierto fastidio frunció el ceño ante la insistencia de la ojiverde, en verdad poco le importaba el dinero que gastase en aquellas prendas, más aun cuando la dejaban verse tan bonita para deleite de sus ojos; en verdad se le hacía linda… aunque no estuviese dispuesto a decírselo.
Extrayendo del bolsillo de su abrigo una billetera de cuero, pagó lo debido para luego mirar con atención el recibo, ciertas cosas que no habían sido mencionadas aparecían allí y sin que pudiese evitarlo una sonrisa algo torcida se dibujo en un lado de su rostro. Terminado de realizar la compra volvió a tomar las bolsas con alimentos que Aydan llevaba, esperando a que le entregasen a ella la bolsa con su ropa mojada, y con la otra mano enredo sus dedos con los de ella para sacarla de allí, casi tirando de su brazo así como solía hacer.
-He visto algo interesante…
Dijo aquello cuando ambos estuvieron fuera del negocio, colocándose frente a ella se inclinó un poco sobre su pequeño ser para acercarse nuevamente a su oído, sintiendo su dulce aroma mientras abría la boca para hablar.
-Quiero que luego me muestres… esa ropa interior que terminé por pagar…
Sabía bien que posiblemente aquello lograría dibujar un nuevo coloreado fuerte en aquellas pálidas mejillas; pero eso le gustaba, se sentía agradable el provocar esas reacciones en el cuerpo de ella y de alguna forma lograban provocar que la desease un poco más.
-Ven…
Volviendo a tirar de su mano camino hasta una banca que se encontraba allí cerca, mientras la lluvia aun seguía cayendo en el exterior el lugar parecía haberse vaciado un poco, aunque de igual forma algunas poca personas continuaban transitando casi con tranquilidad por so alrededores, solo de vez en cuando, marcando pasos alejados de donde ellos dos se encontraban.
Sentándose en la banca apoyo las bolsas en el suelo y abriendo sus piernas estiró a la chica para que terminase quedando entre ellas, atrapándola entre sus dos extremidades mientras que con los brazos rodeaba su cintura acercándola más a sí.
-Si tanto insistes en pagar tus prendas… entonces págame de esta manera…-clavando su mirada carmesí en los ojos verdes de la chica-… quiero sentir tus labios sobre los míos…
Así de directo, así de dominante era, y sin embargo ahora sería el deber de ella iniciar el beso que le estaba pidiendo, quías quería ver que podía hacer, quizás le permitiría besarlo sin atacarla rápidamente como hacía siempre, aunque en verdad le resultase difícil, porque aquellos labios se le habían vuelto casi adictivos, tanto que deseaba ser el único dueño de estos para siempre.
Kirill R. von Veltheim- Físico
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Pudo sentir su mirada sobre la ropa que traía, sintiéndose bastante acalorada de repente, como si su sonrojo se recorriera por todo el rostro, notando también como la empleada colocaba su ropa mojada dentro de una bolsa, sabía que tendría que meterla directamente a la lavadora en cuanto llegara a la academia, escuchando de repente como Rai le contestaba que no era nada y que no importaba, sintiendo su molestia bastante presente en su tono de voz, pero aun no se atrevía a verlo. Aun seguía pensando en la manera de compensarlo, quizás tendría que esforzarse mucho más en la comida que tenía pensado prepararle, quizás la relación de parejas era de esta manera; dar muchas cosas por el otro, aunque no necesariamente se tratase de pagarse las deudas, pero ella en verdad quería dar las gracias por esta vez que él se esforzó por ella y no simplemente lo hacía porque pensase que así deben ser las relaciones.
Espero a que terminara de pagar, no notando que aquel recibo podía decir más de la información que el necesitaba, o al menos la que ella no quería que se enterase, mirando como después se acercaba y esperaba a que le diera la otra bolsa de ropa, dudando un poco, pues ahora el tenia que cargar con casi todo, se sentía totalmente injusta al dejarle hacer eso, pero después sintió su mano sobre la suya y olvido por completo que no quería verse para nada aprovechada con él, comenzando a caminar a su lado de manera tímida quizás de mas,
-G-gracias Rai…- pronuncio de manera avergonzada mientras salían de la tienda, escuchando como de repente él le decía que había visto algo interesante, imaginándose primeramente que había visto algo que le había gustado en el centro comercial, mirando cómo se ponía frente a ella, solo esbozo una pequeña sonrisa por lo que ella imaginaba que era, sintiendo como se acercaba hasta llegar a su oído, sintiendo un fuerte escalofrío al mismo tiempo que cerraba los ojos, cambiando su semblante a uno más avergonzado y serio por esa cercanía tan repentina, para después escuchar como decía que quería que le mostrase la ropa interior que había terminado por pagar, sonrojándose completamente hasta las orejas, sin saber que pensar ni que decir, sin siquiera saber cómo moverse o reaccionar,
-P-pero…- solo pudo expresar intentando expresarle que no sabía si sería capaz de eso, mientras su voz se había quedado por completo muda, sintiendo que en verdad a él le gustaba jugar con esas reacciones, suspirando finalmente algo molesta, intentando calmar su corazón que se había acelerado repentinamente por completo y solo por culpa de los juegos de aquel chico que tanto quería, desviando mejor el tema que el mismo había sacado a flote dentro de su mente. Comenzaba a pensar que quizás esta era su primer cita, en realidad en el fondo se sentía bastante feliz por todo lo que había pasado hoy, Rai lograba hacerla sentir apreciada y notada de alguna manera un poco extraña, pero si, tenía su atención y eso la hacía sentir muy feliz, apenas meditaba eso hasta que unos segundos después el actuó de nuevo, diciendo que viniera, tirando de su mano como siempre solía hacerlo, caminando hasta una banca, pensando de nuevo inocentemente que quizás querría sentarse, pero el solo se sentó en aquella banca, dejando las bolsas a lado para atraerla hacia sí mismo, rodeándola con sus piernas acercándola hasta quedar levemente cerca de su cuerpo, quedándose de nuevo un momento paralizada, y con las mejillas sonrojadas sin dar objeción alguna, podía sentir la calidez de el de esa manera, no podía negar que le gustaba esa sensación, por eso no quería escapar así de manera grosera como solía hacerlo cuando no eran nada más que “familiares”.
Escucho como él decía que si tanto insistía en pagarle, entonces debía hacerlo de esa manera en la que el quería, asintiendo levemente sin poder bajar el sonrojo de sus mejillas que parecía aumentar con el tiempo que estaba cerca de él, sintiendo aquella mirada escarlata clavada sobre sus orbes verdes para después escuchar lo que en realidad quería, sorprendiéndose bastante sin poder evitar sonrojarse fuertemente de nuevo hasta las orejas intentando bajar la mirada rápidamente pero sin retirarse de aquella cercanía. Mientras por su mente solo podía pensar que aunque estuviera totalmente nerviosa quería hacerlo, no quería decepcionarlo y quería ser valiente, ser la chica que él quería que fuera, aunque sus nervios la consumieran.
Dejo unos segundos pasar, su cuerpo incluso comenzaba a temblar levemente aunque ya no sintiera frio, y su corazón acelerado no ayudaba de mucho, todas esas reacciones ya tenía encima y ni siquiera lo había besado aun, solo debía ganar fuerzas y hacerlo, sonaba fácil pero el carácter dominante de Rai lo hacía difícil.
Comenzó a apretar sus puños levemente como si fuera una prueba de fuerza o algo por el estilo, para colocar una mano sobre aquella mejilla a penas rozando su piel con delicadeza, pues no se atrevía a tocarlo directamente, sin querer voltear a mirarlo a los ojos, pues sabía que eso la debilitaría, acercándose un poco, sintiendo como su corazón se brincaba varios latidos tras aquellas fuertes sensaciones que no sabía si sería capaz superar hasta que cerrando los ojos quizás antes de tiempo alcanzo a besar primero la comisura de sus labios con un delicado y tierno beso, para después acercarse más directamente a sus labios dejándose llevar por todas esas sensaciones que el mismo le hacía sentir, rozando sus labios con delicadeza y quizás algo de miedo, frunciendo levemente el ceño para llevar una mano tras su nuca sintiendo su cabello suave y lindo entre sus dedos, cerrando sus ojos con fuerza antes de apretar mas sus labios contra los suyos de forma tierna aprovechando que el mismo le había permitido besarlo, sintiendo como el leve temblor de su cuerpo se iba disipando poco a poco, ladeando su cabeza casi inconscientemente para profundizar ella misma el beso, lográndolo sin querer alcanzando a rosar sus labios fuertemente, quizás de manera atrevida y terminando por separarse de repente bastante avergonzada de lo que ella misma había hecho, retirando sus manos de él para juntarlas sobre su pecho y bajar la vista sonrojada hasta más no poder quedándose apretando los ojos con fuerza sin dejar de escuchar sus escandalosos latidos dentro de su cabeza, pero aun sin retirarse de su cálido abrazo.
OFF: Biblia~ :3
Espero a que terminara de pagar, no notando que aquel recibo podía decir más de la información que el necesitaba, o al menos la que ella no quería que se enterase, mirando como después se acercaba y esperaba a que le diera la otra bolsa de ropa, dudando un poco, pues ahora el tenia que cargar con casi todo, se sentía totalmente injusta al dejarle hacer eso, pero después sintió su mano sobre la suya y olvido por completo que no quería verse para nada aprovechada con él, comenzando a caminar a su lado de manera tímida quizás de mas,
-G-gracias Rai…- pronuncio de manera avergonzada mientras salían de la tienda, escuchando como de repente él le decía que había visto algo interesante, imaginándose primeramente que había visto algo que le había gustado en el centro comercial, mirando cómo se ponía frente a ella, solo esbozo una pequeña sonrisa por lo que ella imaginaba que era, sintiendo como se acercaba hasta llegar a su oído, sintiendo un fuerte escalofrío al mismo tiempo que cerraba los ojos, cambiando su semblante a uno más avergonzado y serio por esa cercanía tan repentina, para después escuchar como decía que quería que le mostrase la ropa interior que había terminado por pagar, sonrojándose completamente hasta las orejas, sin saber que pensar ni que decir, sin siquiera saber cómo moverse o reaccionar,
-P-pero…- solo pudo expresar intentando expresarle que no sabía si sería capaz de eso, mientras su voz se había quedado por completo muda, sintiendo que en verdad a él le gustaba jugar con esas reacciones, suspirando finalmente algo molesta, intentando calmar su corazón que se había acelerado repentinamente por completo y solo por culpa de los juegos de aquel chico que tanto quería, desviando mejor el tema que el mismo había sacado a flote dentro de su mente. Comenzaba a pensar que quizás esta era su primer cita, en realidad en el fondo se sentía bastante feliz por todo lo que había pasado hoy, Rai lograba hacerla sentir apreciada y notada de alguna manera un poco extraña, pero si, tenía su atención y eso la hacía sentir muy feliz, apenas meditaba eso hasta que unos segundos después el actuó de nuevo, diciendo que viniera, tirando de su mano como siempre solía hacerlo, caminando hasta una banca, pensando de nuevo inocentemente que quizás querría sentarse, pero el solo se sentó en aquella banca, dejando las bolsas a lado para atraerla hacia sí mismo, rodeándola con sus piernas acercándola hasta quedar levemente cerca de su cuerpo, quedándose de nuevo un momento paralizada, y con las mejillas sonrojadas sin dar objeción alguna, podía sentir la calidez de el de esa manera, no podía negar que le gustaba esa sensación, por eso no quería escapar así de manera grosera como solía hacerlo cuando no eran nada más que “familiares”.
Escucho como él decía que si tanto insistía en pagarle, entonces debía hacerlo de esa manera en la que el quería, asintiendo levemente sin poder bajar el sonrojo de sus mejillas que parecía aumentar con el tiempo que estaba cerca de él, sintiendo aquella mirada escarlata clavada sobre sus orbes verdes para después escuchar lo que en realidad quería, sorprendiéndose bastante sin poder evitar sonrojarse fuertemente de nuevo hasta las orejas intentando bajar la mirada rápidamente pero sin retirarse de aquella cercanía. Mientras por su mente solo podía pensar que aunque estuviera totalmente nerviosa quería hacerlo, no quería decepcionarlo y quería ser valiente, ser la chica que él quería que fuera, aunque sus nervios la consumieran.
Dejo unos segundos pasar, su cuerpo incluso comenzaba a temblar levemente aunque ya no sintiera frio, y su corazón acelerado no ayudaba de mucho, todas esas reacciones ya tenía encima y ni siquiera lo había besado aun, solo debía ganar fuerzas y hacerlo, sonaba fácil pero el carácter dominante de Rai lo hacía difícil.
Comenzó a apretar sus puños levemente como si fuera una prueba de fuerza o algo por el estilo, para colocar una mano sobre aquella mejilla a penas rozando su piel con delicadeza, pues no se atrevía a tocarlo directamente, sin querer voltear a mirarlo a los ojos, pues sabía que eso la debilitaría, acercándose un poco, sintiendo como su corazón se brincaba varios latidos tras aquellas fuertes sensaciones que no sabía si sería capaz superar hasta que cerrando los ojos quizás antes de tiempo alcanzo a besar primero la comisura de sus labios con un delicado y tierno beso, para después acercarse más directamente a sus labios dejándose llevar por todas esas sensaciones que el mismo le hacía sentir, rozando sus labios con delicadeza y quizás algo de miedo, frunciendo levemente el ceño para llevar una mano tras su nuca sintiendo su cabello suave y lindo entre sus dedos, cerrando sus ojos con fuerza antes de apretar mas sus labios contra los suyos de forma tierna aprovechando que el mismo le había permitido besarlo, sintiendo como el leve temblor de su cuerpo se iba disipando poco a poco, ladeando su cabeza casi inconscientemente para profundizar ella misma el beso, lográndolo sin querer alcanzando a rosar sus labios fuertemente, quizás de manera atrevida y terminando por separarse de repente bastante avergonzada de lo que ella misma había hecho, retirando sus manos de él para juntarlas sobre su pecho y bajar la vista sonrojada hasta más no poder quedándose apretando los ojos con fuerza sin dejar de escuchar sus escandalosos latidos dentro de su cabeza, pero aun sin retirarse de su cálido abrazo.
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Sentado en aquella banca espero la reacción de la ojiverde, ella como siempre se veía bastante sonrojada y cohibida, podía adivinar que sus acciones eran las culpables de ello pero no dejaría de ser así a causa de eso, porque después de todo el era así, siempre había sido así y así era su manera de actuar, con ella y con los demás. Pudo notar como ella permaneció un momento paralizada entre sus piernas, sus mejillas estaban rojas cual tomate mientras parecía cohibirse con la actitud que él había tomado, podía sentir la calidez de aquel pequeño cuerpo entre sus brazos y piernas y aún así ella no puso objeción alguna a su accionar dominante y quizás, algo despreocupado.
La vio asentir con un movimiento suave de cabeza a su petición mientras su sonrojo aumentaba hasta casi cubrir sus orejas, estaba claramente apenada pero aún así en no le quitaba su penetrante mirada de encima, en ningún momento dejó de mirarla a los ojos, hasta que ella finalmente terminó por bajar la cabeza, rompiendo aquel contacto tan extenso y profundo que sus ojos habían tenido; comenzando a temblar levemente entre sus brazos pero sin alejarse de ellos.
Rai solo se quedo en silencio, sin decir nada, sin mover un solo músculo, observando a la chica que tenía en frente a ver qué reacción tendría, para saber que era capaz de hacer luego de aquella petición quizás muy repentina para ella. Después de unos segundos finalmente pareció haber una reacción y ella entonces subió una mano hasta su mejilla, apoyándola suavemente sobre su piel de forma que apenas la rozaba con la yema de sus dedos, notando como ahora sin mirarlo directamente comenzaba a acercarse a él, cerrando sus ojos en el proceso para después dejar un beso tierno en la comisura de sus labios. Luego de aquel contacto Rai finalmente terminó por cerrar sus ojos sintiendo como ella ahora apenas rosaba sus labios suavemente, de una forma dulce, quizás como nadie lo había hecho antes puesto que las personas a las cuáles había besado habían sido mujeres con experiencia y que parecían haber perdido esa inocencia y dulzura capaz de ser ofrecida en los primeros besos a dar.
Pronto el roce se hizo un poco más marcado, pero él no respondió a esto, solo se dejó besar por ella mientras sentía como Aydan comenzaba a presionar un poco más con sus labios sobre los de él al mismo tiempo que llevaba una mano a su nuca, sintiendo un leve contacto de sus dedos en la piel de su cuello y en su blanca cabellera para después sentir como inclinaba levemente su cabeza, cambiando el ángulo de sus besos y haciéndolos más profundos; pronto aquellos tiernos y dulces besos se convirtieron en algo más apasionados para que la chica después, terminase al parecer asustándose de ella misma. De un momento a otro la ojiverde terminó aquel beso para retirar sus manos de donde estaban llevándoselas al pecho mientras temblaba levemente, su sonrojo ahora parecía aun más marcado y ella parecía no ser capaz de mirarlo a los ojos ya, con la cabeza baja quizás avergonzándose de aquello que había hecho.
-Eso estuvo delicioso… Aydan…-levantando un brazo llevo la mano a una de las mejillas de ella para posarla allí y después dejar suaves caricias sobre aquella piel tan sonrojada y cálida-… lo has hecho bien…-dijo para después empujarla un poco más hacia sí, apegando aún más sus cuerpos-… pero aún quiero más…
Luego de decir aquello bajó su mano de la mejilla de ella para llevarla hasta su nuca, empujando sin reparo alguno, obligándola de esta forma que se volviese a acercar a sus labios, deteniendo el empuje cuando sus rostros solo se encontraban a escasos milímetros para relamer suavemente sus labios mientras la miraba fijamente, terminando por eliminar las distancias para acercarse a los labios de ella y lamerlos suavemente, de forma delicada, aún sujetando su nuca con sus largos dedos, sintiendo el gusto de aquellos labios para después besarlos suavemente iniciando de una forma dulce quizás, para después convertirlo en un beso un poco más apasionado.
Empleando un poco más de fuerza rozó apasionadamente aquellos labios pero sin llegar a la rudeza, bajando sus manos para tomar las de ella y levantar sus brazos hasta lograr llevarlos a que rodeen su cuello, separándose levemente de ella mientras aun sentía aquella cálida respiración sobre su piel.
-Quiero que me correspondas…
Solo dijo aquello para después volver a cerrar los ojos que había abierto levemente, volviendo a encajar sus labios en los de ella, sintiendo de nuevo aquel calor dulce y adictivo, aquel sabor que había comenzado a necesitar; quizás sin que se diese cuenta su presencia comenzaba poco a poco… a volvérsele más y más agradable, hasta el punto de ser necesaria.
La vio asentir con un movimiento suave de cabeza a su petición mientras su sonrojo aumentaba hasta casi cubrir sus orejas, estaba claramente apenada pero aún así en no le quitaba su penetrante mirada de encima, en ningún momento dejó de mirarla a los ojos, hasta que ella finalmente terminó por bajar la cabeza, rompiendo aquel contacto tan extenso y profundo que sus ojos habían tenido; comenzando a temblar levemente entre sus brazos pero sin alejarse de ellos.
Rai solo se quedo en silencio, sin decir nada, sin mover un solo músculo, observando a la chica que tenía en frente a ver qué reacción tendría, para saber que era capaz de hacer luego de aquella petición quizás muy repentina para ella. Después de unos segundos finalmente pareció haber una reacción y ella entonces subió una mano hasta su mejilla, apoyándola suavemente sobre su piel de forma que apenas la rozaba con la yema de sus dedos, notando como ahora sin mirarlo directamente comenzaba a acercarse a él, cerrando sus ojos en el proceso para después dejar un beso tierno en la comisura de sus labios. Luego de aquel contacto Rai finalmente terminó por cerrar sus ojos sintiendo como ella ahora apenas rosaba sus labios suavemente, de una forma dulce, quizás como nadie lo había hecho antes puesto que las personas a las cuáles había besado habían sido mujeres con experiencia y que parecían haber perdido esa inocencia y dulzura capaz de ser ofrecida en los primeros besos a dar.
Pronto el roce se hizo un poco más marcado, pero él no respondió a esto, solo se dejó besar por ella mientras sentía como Aydan comenzaba a presionar un poco más con sus labios sobre los de él al mismo tiempo que llevaba una mano a su nuca, sintiendo un leve contacto de sus dedos en la piel de su cuello y en su blanca cabellera para después sentir como inclinaba levemente su cabeza, cambiando el ángulo de sus besos y haciéndolos más profundos; pronto aquellos tiernos y dulces besos se convirtieron en algo más apasionados para que la chica después, terminase al parecer asustándose de ella misma. De un momento a otro la ojiverde terminó aquel beso para retirar sus manos de donde estaban llevándoselas al pecho mientras temblaba levemente, su sonrojo ahora parecía aun más marcado y ella parecía no ser capaz de mirarlo a los ojos ya, con la cabeza baja quizás avergonzándose de aquello que había hecho.
-Eso estuvo delicioso… Aydan…-levantando un brazo llevo la mano a una de las mejillas de ella para posarla allí y después dejar suaves caricias sobre aquella piel tan sonrojada y cálida-… lo has hecho bien…-dijo para después empujarla un poco más hacia sí, apegando aún más sus cuerpos-… pero aún quiero más…
Luego de decir aquello bajó su mano de la mejilla de ella para llevarla hasta su nuca, empujando sin reparo alguno, obligándola de esta forma que se volviese a acercar a sus labios, deteniendo el empuje cuando sus rostros solo se encontraban a escasos milímetros para relamer suavemente sus labios mientras la miraba fijamente, terminando por eliminar las distancias para acercarse a los labios de ella y lamerlos suavemente, de forma delicada, aún sujetando su nuca con sus largos dedos, sintiendo el gusto de aquellos labios para después besarlos suavemente iniciando de una forma dulce quizás, para después convertirlo en un beso un poco más apasionado.
Empleando un poco más de fuerza rozó apasionadamente aquellos labios pero sin llegar a la rudeza, bajando sus manos para tomar las de ella y levantar sus brazos hasta lograr llevarlos a que rodeen su cuello, separándose levemente de ella mientras aun sentía aquella cálida respiración sobre su piel.
-Quiero que me correspondas…
Solo dijo aquello para después volver a cerrar los ojos que había abierto levemente, volviendo a encajar sus labios en los de ella, sintiendo de nuevo aquel calor dulce y adictivo, aquel sabor que había comenzado a necesitar; quizás sin que se diese cuenta su presencia comenzaba poco a poco… a volvérsele más y más agradable, hasta el punto de ser necesaria.
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Apenas podía creer lo que ella había hecho, en verdad quería besarlo, y sus sentimientos habían sido proyectados en esa acción solo por dejarse llevar, pero era la única manera de haberlo logrado, olvidarse de esos pensamientos que la ponían tan nerviosa, ahora solo esperaba a que él no se molestara, aunque era más que obvio que no lo haría, permaneció cohibida sintiendo los fuertes latidos de su corazón golpear su pecho, ya lo había besado, como él había querido, ahora esperaba a que todo se relajara un poco para poder seguir estando con él, sin tener que estar rodeada de esa extrema timidez que la hacía temblar y quedarse inmóvil, en realidad odiaba su sonrojo y todas esas sensaciones de animalito asustadizo que tenia ante él.
Pronto escucho como el expresaba que le había gustado, sintiendo como colocaba una mano sobre su extremadamente cálida mejilla sintiendo caricias que la estremecieron sin poder evitarlo, sonrojándose un poco más al escuchar como decía que lo había hecho bien, aun sin poder mirarlo a los ojos, solo concentrándose en mirar el cuello de su camisa pues no lograba ganar valor para ver sus lindos ojos color carmesí, para después sentir como la empujaba más hacia sí mismo apegándola más a su cuerpo, teniendo que colocar ambas manos en el pecho de él para impedir que su pecho chocara con el de él, sintiendo como movía su mano hasta su nuca empujándola para que acercarla a su rostro, quedando de nuevo frente a él sintiendo su cálida respiración acariciar su rostro para sentir de repente como el lamia sus labios suavemente, sonrojándose aun más y cerrando los ojos con fuerza, sintiendo una serie de estremecimientos, sintiendo su mano detrás de su nuca la cual le impedía escapar, para después sentir como comenzaba a besar sus labios, rosándolos dulcemente para después ir aumentando la intensidad de manera apasionada, intentando lograr soportar tanto sonrojo en su cuerpo, comenzando a sentir como hacia más fuerza en su rose, sintiendo como tomaba sus manos para levantar sus brazos y obligarla a que rodeara su cuello, colocando sus manos sobre su nuca sintiendo su cabello entre sus dedos, moviéndolos levemente para sentir la suavidad de estos, notando como él se separaba para decir que le respondiera, sintiendo que se acercaba de nuevo para besarla, sintiendo un vuelco en su corazón al saber que él quería ser correspondido por ella, sintiendo el dulce sabor de sus labios rosar suavemente y apasionadamente sus labios, intentando también seguirle el ritmo dedicándole suaves y dulces roses, sintiendo una leve sensación en su vientre, intentando dejarse llevar por mucho que le costara, comenzando a besarlo de la misma manera en la que lo había besado de repente y la cual al principio la había cohibido, pero entre menos pensara en eso menor nerviosa se pondría, así que solo debía dejarse llevar por las sensaciones que la guiaban a hacer aquellas acciones que resultarían por ser un hermoso recuerdo.
Pronto escucho como el expresaba que le había gustado, sintiendo como colocaba una mano sobre su extremadamente cálida mejilla sintiendo caricias que la estremecieron sin poder evitarlo, sonrojándose un poco más al escuchar como decía que lo había hecho bien, aun sin poder mirarlo a los ojos, solo concentrándose en mirar el cuello de su camisa pues no lograba ganar valor para ver sus lindos ojos color carmesí, para después sentir como la empujaba más hacia sí mismo apegándola más a su cuerpo, teniendo que colocar ambas manos en el pecho de él para impedir que su pecho chocara con el de él, sintiendo como movía su mano hasta su nuca empujándola para que acercarla a su rostro, quedando de nuevo frente a él sintiendo su cálida respiración acariciar su rostro para sentir de repente como el lamia sus labios suavemente, sonrojándose aun más y cerrando los ojos con fuerza, sintiendo una serie de estremecimientos, sintiendo su mano detrás de su nuca la cual le impedía escapar, para después sentir como comenzaba a besar sus labios, rosándolos dulcemente para después ir aumentando la intensidad de manera apasionada, intentando lograr soportar tanto sonrojo en su cuerpo, comenzando a sentir como hacia más fuerza en su rose, sintiendo como tomaba sus manos para levantar sus brazos y obligarla a que rodeara su cuello, colocando sus manos sobre su nuca sintiendo su cabello entre sus dedos, moviéndolos levemente para sentir la suavidad de estos, notando como él se separaba para decir que le respondiera, sintiendo que se acercaba de nuevo para besarla, sintiendo un vuelco en su corazón al saber que él quería ser correspondido por ella, sintiendo el dulce sabor de sus labios rosar suavemente y apasionadamente sus labios, intentando también seguirle el ritmo dedicándole suaves y dulces roses, sintiendo una leve sensación en su vientre, intentando dejarse llevar por mucho que le costara, comenzando a besarlo de la misma manera en la que lo había besado de repente y la cual al principio la había cohibido, pero entre menos pensara en eso menor nerviosa se pondría, así que solo debía dejarse llevar por las sensaciones que la guiaban a hacer aquellas acciones que resultarían por ser un hermoso recuerdo.
Aydan Richelle- Psíquico
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Sus brazos rodearon su nuca, sus pequeños dedos parecían jugar suavemente con su blanquecina cabellera, sus cuerpos estaban apegados y ella reaccionaba favorablemente a todo lo que él le pedía; siempre se veía así, bastante sumisa a su lado y quizás por eso, era que le agradaba molestarla y hacerla sonrojar, porque ella siempre reaccionaba de esa forma, temblando levemente, haciéndose pequeña, como si de un animalito del bosque se tratase… como si de verdad su presencia se le impusiese tanto como para cohibirla hasta el límite.
Besando aquellos labios empleo más pasión en aquel contacto, se sentía realmente bien rozar aquella suave extensión de piel de esa manera, era dulce y cálido, era suave y fácilmente poseible para él; porque ella misma lo había dicho, ahora podía besarla todo lo que quisiese y se aprovecharía de esto, la besaría hasta gastar sus labios, esos labios que a fin de cuentas… le pertenecían completamente.
Después de unos segundos comenzó a sentir como ella le dejaba suaves y delicados roces correspondiendo a los suyos que le ganaban por mucho en intensidad, deseando hacerla suya completamente la abrazo con fuerza, no le permitiría huir, no hasta que se hubiese cansado de tanto besarla. Poco después los roces de ella se volvieron más intensos, alcanzando a los suyos, haciéndolo de la misma forma que lo había hecho minutos atrás. En ese momento no hubo nada más que hacer que seguirla besando de esa forma, no le importaba el correr del tiempo o las personas que pudiesen verlos; no le importaba el mundo en realidad, solo el hecho de que ellos dos estén ahí, y nada más.
Luego de unos cuantos roces apasionados mas terminó por sacar su lengua suavemente, lamiendo entre besos los labios de ella, introduciéndola levemente en su boca, solo rozando levemente la parte interior de sus labios, para después sujetarla con fuerza y hacer un movimiento brusco que sabía que la asustaría, pero poco le importaban sus pucheros. Tomándola de la cintura y de la nuca termino por estirarla hasta que ella cayera sobre sus piernas, abrazándola contra su pecho mientras sus labios se separaban por el movimiento, observándola de nuevo a los ojos de forma fija, pero quizás no tan intimidante como lo hacía a veces.
-Quiero que te grabes en tu cabeza que ahora me perteneces ¿entiendes?
Tan posesivas y dominantes sonaban esas palabras, es que así era Rai, era dominante y seguramente bastante posesivo con aquello que quería, nunca había tenido realmente una novia, no tenía idea de cómo debía actuar con una y solo terminaba haciendo cosas que quizás solo él haría, pero no se molestaba mucho por eso.
Volviéndola a besar con pasión la sujeto de la espalda y de una mejilla mientras ella permanecía sobre sus piernas, sintiendo como podía adueñarse de ese pequeño cuerpo sin que ella tuviese derecho a quejarse, porque ella ahora era suya y de nadie más.
Unos segundos más de intensos roces para después terminar mordiéndole levemente el labio inferior, separándose un poco sin soltarlo, entreabriendo los ojos levemente para después dejar un último beso apasionado y terminar separando sus labios cuando los de ella ya se encontraban rojos de tanto roce.
Levantando un poco la cabeza desvió la vista del rostro de ella pero sin soltarla aún, notando que en el exterior la lluvia parecía haber cesado temporalmente mientras que solo caían algunas pequeñas y finas gotas que en realidad no podían mojar demasiado, notando como algunas personas volvían a circular por la vereda humedecida con el agua que aquel cielo gris y encapotado había dejado caer.
-Hay un lugar por aquí cerca… espero que sea entretenido…
Dijo solo aquello para después sentarla y dejarla ponerse de pie, no le molestaba manejarla como si de una muñeca se tratase, pero estaba casi seguro que lograría ver un puchero y aquellas cejas fruncidas por el hecho de haberle hecho aquello de manera tan sorpresiva; aun así no le molestaba, solo le resultaba interesante ver sus reacciones.
Poniéndose de pie también volvió a tomar las bolsas con las que antes cargaba para dar unos pasos y luego girarse hacia ella, esperando a ver si lo seguía o no, en todo caso ella podría decir que no, podría enfadarse con lo sucedido, así como también solo podía seguirlo como a veces lo hacía… siendo guiada por sus pasos hacia donde fuese que el desease ir.
Besando aquellos labios empleo más pasión en aquel contacto, se sentía realmente bien rozar aquella suave extensión de piel de esa manera, era dulce y cálido, era suave y fácilmente poseible para él; porque ella misma lo había dicho, ahora podía besarla todo lo que quisiese y se aprovecharía de esto, la besaría hasta gastar sus labios, esos labios que a fin de cuentas… le pertenecían completamente.
Después de unos segundos comenzó a sentir como ella le dejaba suaves y delicados roces correspondiendo a los suyos que le ganaban por mucho en intensidad, deseando hacerla suya completamente la abrazo con fuerza, no le permitiría huir, no hasta que se hubiese cansado de tanto besarla. Poco después los roces de ella se volvieron más intensos, alcanzando a los suyos, haciéndolo de la misma forma que lo había hecho minutos atrás. En ese momento no hubo nada más que hacer que seguirla besando de esa forma, no le importaba el correr del tiempo o las personas que pudiesen verlos; no le importaba el mundo en realidad, solo el hecho de que ellos dos estén ahí, y nada más.
Luego de unos cuantos roces apasionados mas terminó por sacar su lengua suavemente, lamiendo entre besos los labios de ella, introduciéndola levemente en su boca, solo rozando levemente la parte interior de sus labios, para después sujetarla con fuerza y hacer un movimiento brusco que sabía que la asustaría, pero poco le importaban sus pucheros. Tomándola de la cintura y de la nuca termino por estirarla hasta que ella cayera sobre sus piernas, abrazándola contra su pecho mientras sus labios se separaban por el movimiento, observándola de nuevo a los ojos de forma fija, pero quizás no tan intimidante como lo hacía a veces.
-Quiero que te grabes en tu cabeza que ahora me perteneces ¿entiendes?
Tan posesivas y dominantes sonaban esas palabras, es que así era Rai, era dominante y seguramente bastante posesivo con aquello que quería, nunca había tenido realmente una novia, no tenía idea de cómo debía actuar con una y solo terminaba haciendo cosas que quizás solo él haría, pero no se molestaba mucho por eso.
Volviéndola a besar con pasión la sujeto de la espalda y de una mejilla mientras ella permanecía sobre sus piernas, sintiendo como podía adueñarse de ese pequeño cuerpo sin que ella tuviese derecho a quejarse, porque ella ahora era suya y de nadie más.
Unos segundos más de intensos roces para después terminar mordiéndole levemente el labio inferior, separándose un poco sin soltarlo, entreabriendo los ojos levemente para después dejar un último beso apasionado y terminar separando sus labios cuando los de ella ya se encontraban rojos de tanto roce.
Levantando un poco la cabeza desvió la vista del rostro de ella pero sin soltarla aún, notando que en el exterior la lluvia parecía haber cesado temporalmente mientras que solo caían algunas pequeñas y finas gotas que en realidad no podían mojar demasiado, notando como algunas personas volvían a circular por la vereda humedecida con el agua que aquel cielo gris y encapotado había dejado caer.
-Hay un lugar por aquí cerca… espero que sea entretenido…
Dijo solo aquello para después sentarla y dejarla ponerse de pie, no le molestaba manejarla como si de una muñeca se tratase, pero estaba casi seguro que lograría ver un puchero y aquellas cejas fruncidas por el hecho de haberle hecho aquello de manera tan sorpresiva; aun así no le molestaba, solo le resultaba interesante ver sus reacciones.
Poniéndose de pie también volvió a tomar las bolsas con las que antes cargaba para dar unos pasos y luego girarse hacia ella, esperando a ver si lo seguía o no, en todo caso ella podría decir que no, podría enfadarse con lo sucedido, así como también solo podía seguirlo como a veces lo hacía… siendo guiada por sus pasos hacia donde fuese que el desease ir.
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Re: After the Rain (priv.Rai)
Comenzó a sentir como empleaba más pasión en lo besos, costándole trabajo poder seguirlos, podía sentir el roce gastar levemente sus labios, sintiendo como aquellas sensaciones solo hacían que su corazón diera saltos dentro de su pecho, y solo le quedaba dejarse llevar por aquellos besos, sintiendo como la abrazaba con fuerza, sintiendo que podía aumentar la pasión de sus besos siguiendo el ritmo de los de él, queriendo demostrar de alguna forma lo que el también le hacía sentir a ella, ignorando también todo su alrededor, pues si se ponía a pensar en ello de nuevo se cohibirá al extremo de detenerse por completo quedándose inmóvil y con el sonrojo aun más presente en toda su cara.
Después de unos segundos comenzó a sentir como él entre aquellos roces apasionados comenzaba a rosar su lengua suavemente sobre la extensión de la piel suave de sus labios, sintiendo aquella humedad que dejaba sobre ellos, apretando sus ojos con más fuerza, para sentir como la introducía levemente en su boca apenas rosando la parte interior de sus labios, sin saber cómo reaccionar a eso, pensando que quizás debía hacer lo mismo, pero antes de que tomara el valor de intentar algo así, pues el mismo le había dicho que le contestara sus besos, sintió como la sujetaba con fuerza moviéndola bruscamente, tomándola por la cintura y de la nuca estirándola para que cayera sobre sus piernas sintiendo como la abrazaba contra su pecho, sintiendo aquel calor mucho más directo, abriendo los ojos de golpe ante aquel acto, sintiendo su mirada clavada de nuevo sobre ella, escuchando lo que él le decía, sintiendo como un fuerte estremecimiento la recorría, sonrojándose más, mientras asentía levemente, desviando su mirada algo seria, sin objetar nada por aquel movimiento que le había hecho hacer. Notando como de nuevo se acercaba a besarla con pasión sujetando su espalda y una de sus mejillas, sintiendo como estaba siendo dominada totalmente por él, comenzando a sentir el desgaste bastante presente en sus labios, para sentir como de repente el mordía su labio inferior sintiendo como lo estiraba muy poco antes de volver a dejarle un último y apasionado beso, notando como al fin se había separado de ella, bajando la cabeza inmediatamente mientras se volvía a sonrojar hasta las orejas pues había vuelto a la realidad donde lograba cohibirse por todo lo que había sucedido, comenzando a notar que había personas caminando tranquilamente alrededor y ella se encontraba en una extraña situación de muestras de afecto en público.
Escucho como de repente Rai dijo algo para después sentarla dejando que se pusiera de pie, frunciendo levemente el ceño pero sin mostrar su rostro hacia él, iba permanecer callada hasta que su timidez fuera disipándose. Notando como el cargaba de nuevo las bolsas comenzó a dar unos pasos, para después girarse hacia ella mirándolo un momento a los ojos para después bajar la vista inmediatamente de manera tímida,
-E-espera...- pronuncio caminando hacia el algo rápido, para sin aviso alguno rodear su torso y abrazarlo sorpresivamente, ocultando su rostro en su pecho sintiendo como las mejillas le ardían, percibiendo su calor y aroma una vez mas, antes de tener el valor de seguir adelante como si nada, estaba molesta por ser manipulada a su antojo, eso sí, pero la hacía sentir bien con todas esas pequeñas sensaciones, quería estar a su lado y ella quería ser cariñosa con el aunque no siempre su timidez se lo permitiese, pero esta vez quería hacerlo, abrazarlo un solo un pequeño momento, para después separarse igualmente sonrojada y sin mirarlo a los ojos de nuevo,
-V-vamos… entonces…- pronuncio colocando ambas manos alrededor de su muñeca con intención de sostener su mano, pero permitiéndole que tomara sus bolsas, las cuales había aceptado recientemente que cargara, quizás como venganza por haberla besado tanto o por haberla manejado a su antojo, no era un tipo de represalia, pero era su manera de no ponerse molesta por lo sucedido.
Después de unos segundos comenzó a sentir como él entre aquellos roces apasionados comenzaba a rosar su lengua suavemente sobre la extensión de la piel suave de sus labios, sintiendo aquella humedad que dejaba sobre ellos, apretando sus ojos con más fuerza, para sentir como la introducía levemente en su boca apenas rosando la parte interior de sus labios, sin saber cómo reaccionar a eso, pensando que quizás debía hacer lo mismo, pero antes de que tomara el valor de intentar algo así, pues el mismo le había dicho que le contestara sus besos, sintió como la sujetaba con fuerza moviéndola bruscamente, tomándola por la cintura y de la nuca estirándola para que cayera sobre sus piernas sintiendo como la abrazaba contra su pecho, sintiendo aquel calor mucho más directo, abriendo los ojos de golpe ante aquel acto, sintiendo su mirada clavada de nuevo sobre ella, escuchando lo que él le decía, sintiendo como un fuerte estremecimiento la recorría, sonrojándose más, mientras asentía levemente, desviando su mirada algo seria, sin objetar nada por aquel movimiento que le había hecho hacer. Notando como de nuevo se acercaba a besarla con pasión sujetando su espalda y una de sus mejillas, sintiendo como estaba siendo dominada totalmente por él, comenzando a sentir el desgaste bastante presente en sus labios, para sentir como de repente el mordía su labio inferior sintiendo como lo estiraba muy poco antes de volver a dejarle un último y apasionado beso, notando como al fin se había separado de ella, bajando la cabeza inmediatamente mientras se volvía a sonrojar hasta las orejas pues había vuelto a la realidad donde lograba cohibirse por todo lo que había sucedido, comenzando a notar que había personas caminando tranquilamente alrededor y ella se encontraba en una extraña situación de muestras de afecto en público.
Escucho como de repente Rai dijo algo para después sentarla dejando que se pusiera de pie, frunciendo levemente el ceño pero sin mostrar su rostro hacia él, iba permanecer callada hasta que su timidez fuera disipándose. Notando como el cargaba de nuevo las bolsas comenzó a dar unos pasos, para después girarse hacia ella mirándolo un momento a los ojos para después bajar la vista inmediatamente de manera tímida,
-E-espera...- pronuncio caminando hacia el algo rápido, para sin aviso alguno rodear su torso y abrazarlo sorpresivamente, ocultando su rostro en su pecho sintiendo como las mejillas le ardían, percibiendo su calor y aroma una vez mas, antes de tener el valor de seguir adelante como si nada, estaba molesta por ser manipulada a su antojo, eso sí, pero la hacía sentir bien con todas esas pequeñas sensaciones, quería estar a su lado y ella quería ser cariñosa con el aunque no siempre su timidez se lo permitiese, pero esta vez quería hacerlo, abrazarlo un solo un pequeño momento, para después separarse igualmente sonrojada y sin mirarlo a los ojos de nuevo,
-V-vamos… entonces…- pronuncio colocando ambas manos alrededor de su muñeca con intención de sostener su mano, pero permitiéndole que tomara sus bolsas, las cuales había aceptado recientemente que cargara, quizás como venganza por haberla besado tanto o por haberla manejado a su antojo, no era un tipo de represalia, pero era su manera de no ponerse molesta por lo sucedido.
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