Perdidos [priv. Umiko]

La semana termino tan rápido que el peli negro no se dio cuenta, se levanto temprano, baño y cambio, tomo su billetera y se puso una chaqueta tipo motociclista negra de piel que su tío le había regalado hace tiempo. Paso al comedor a desayunar y regreso a su cuarto para revisar a Tokki Nam ya que no estaría al pendiente de el en todo el día y no quería que algo le faltara o pudiera llegar a sucederle, se lavo los dientes y procedió a salir pro la puerta para esperar a su amiga Umiko para recorrer la ciudad como lo habían planeado.

La espero en la entrada de la escuela, cuando por fin llego este la saludo con una amable sonrisa en el rostro y procedieron a caminar fuera de las instalaciones de la escuela hacia donde se encontraban las calles principales de la ciudad ya que así seria mas sencillo ubicarse y pedir información de algún lugar en particular.

Era un fin de semana muy atareado muchos carros y personas caminando se detuvieron al pie de un semáforo que se había puesto en rojo para el cruce peatonal, quedo un momento pensativo que podrían ver primero, no era de mañana pero aun lo era para comer lo que le hiso recordar “es cierto!... debo estar atento a un restaurante de comida italiana”, el peli negro volteo a ver a su amiga y preguntarle “hm.. por donde empezamos.. alguna idea?” con una sonrisa en su rostro esperando la respuesta de su compañera.

Ese día Umiko se levantó temprano y salió a correr como desde hace tiempo lo hacía, desde aquella promesa se había aplicado mas para mejorar su condición física. No era muy complicado, para ella, una chica positiva y activa que deseaba dar siempre lo mejor de sí.
Regresó a su habitación a tomar un baño caliente y desayunar tranquilamente. Se arregló el cabello con dos agraciadas trencitas que descansaban sobre sus hombros, dejando escapar uno que otro mechón travieso, terminó de alistarse y salió de su habitación con tranquilidad.
Dejando sus pasos detrás de ella llegó hasta la entrada y vio que su amigo ya se encontraba en el lugar a pesar de que ella había llegado temprano igualmente. Sonrió y se acercó a el, que estaba vestido de ropa de calle, hace tiempo que no lo veía sin aquel uniforme.
Se acercó y lo saludó con una linda sonrisa y se encaminaron hacia las calles principales de la ciudad.
La chica, que portaba un suéter negro rayado con blanco y unos shorts de mezclilla, posó su mirada en sus pies que eran cubiertos por unos tenis, de donde lograban sobresalir unas larguísimas calcetas negras, y por un momento se perdió en pensamientos vagos.
Pronto se escuchó el ajetreo de la ciudad. La peli-azul observó sus alrededores con una sonrisa y una gran curiosidad y emoción combinados entre si. Era la primera vez que recorrería la ciudad acompañada.
Se detuvieron un momento.
-Mmm… no lo se, ¿Qué sería bueno ver primero? –viendo los alrededores-, ¿que te parece si… empezamos por ahí?
La chica señaló a un punto donde reinaba el verdor de los arboles que sobresaltaba de entre los edificios, no estaba muy lejos de ahí. Emocionada se adelantó a cruzar la calle poco antes de que el semáforo se tornara a verde, y volteó hacia atrás para cerciorarse de que su amigo la siguiera.
Comenzó una divertida carrera, esquivando a las personas y esperando llegar antes que el muchacho.
Llegó, sin mirar atrás o fijarse quien había llegado antes observó con una gran sonrisa que se trataba de una gran plaza turística, con vendedores ambulantes y muchas atracciones. Niños corriendo de un lado a otro, familias disfrutando del fin de semana.

El peli negro volteo a ver a donde la peli azul se refería, volteo a ver un lugar lleno de verdes lo cual sorprendió al peli negro ya que era un escenario algo inusual que hubiera tanto verdor alrededor de todos esos edificios. Quedo mirando unos momentos y no se percato que su amiga ya había empezado a moverse incluso antes de que el semáforo cambiara a verde Ariel se sorprendió y le dijo en voz alta a la peli azul “e-espera.. Umiko cuidado!” y corrió detrás de ella, intento alcanzar a su amiga de cabellos azules cuando esta por fin se detuvo el peli negro logro alcanzara tenia planeado decirle algo a su amiga cuando quedo sorprendido que el lugar se trataba de una enorme plaza turística, llena de personas y vendedores ya que era fin de semana.

Una sonrisa se dibujo en el rostro de Ariel, este volteo a ver a su amiga de cabellos azules y le dijo “¿te parece si paseamos un momento haber si encontramos algo interesante?” con una sonrisa en su rostro, tomo gentilmente la muñeca de su amiga y comenzó a caminar por la plaza, lo primero que vieron fue un pequeño parque de juegos para niños lleno de niños felices jugando en ellos, el peli negro no pudo evitar sonreír al ver a todas esas personas felices, no pudo evitar sentirá algo de nostalgia. Continuaron caminando había muchos puestecitos ambulantes uno lleno de los que parecía ser joyería y cosas artesanales todos colocados sobre lo que parecía ser una manta que igual parecía algo artesanal, sentada alado de la manta era una mujer de cabellos verdes que vestía de manera algo indi con una blusa artesanal y una falta larga de colores bordada con sandalias de cuero.

Ariel no pudo evitar mirara la enorme variedad de cosas que esa mujer tenia, se preguntaba “habrá ella hecho todas estas cosas?... sorprendente!”, volteo a ver a su amiga y le dijo “es sorprendente… la cantidad de cosas culturales no lo crees?” con una sonrisa en el rostro esperando la respuesta de su amiga.

La chica movió la cabeza enérgicamente, en señal de aceptación, después de que su amigo dijera: “¿Te parece si paseamos un momento haber si encontramos algo interesante?” . Sintió como la tomó suavemente de la muñeca y comenzaron a avanzar.
Mientras caminaba a su lado, con la mirada merodeaba el lugar, lleno de gente que reía, corría y se divertía con las diferentes atracciones que ahí residían. Un ejemplo de ello, era un pequeño parque de juegos infantiles, donde los niños jugaban con entusiasmo, Umiko sonrío ante esto y volvió su mirada hacia su amigo, el cual sonreía de igual manera.
Caminaron unos metros mas, a sus alrededores se alzaban distintos puestos y varios vendedores ambulantes se acercaban a las personas con el fin de vender sus productos. Los arboles ofrecían una refrescante sobra y el ambiente era algo frío, aunque los rayos solares lograban calentar tenuemente lo que tocaban.

"Este será un buen día...."

Pasaron al lado de un puesto muy artesanal, acompañado por una señora de apariencia indígena y amable semblante. Los objetos tendidos sobre la manta captaron la atención de la linda chica de cabellos largos y azules.
“es sorprendente… la cantidad de cosas culturales no lo crees?”
-Sí …-tomando una pulserita en sus manos- disculpe, ¿usted hizo todo esto sola? –Preguntó indiscretamente con interés-
-No, yo sola no lo hago todo. Mi familia me ayuda también –señalando otros puestos cercanos a ese-
-woaah… debió tomarles mucho tiempo hacer todo esto –sonriente, mirando las cosas-

La chica sostuvo una corta plática con la señora, luego de eso se dedicó a observar con detalle algunos objetos. Tomó en sus manos una clase de sombrero algo gracioso y, poniéndose en puntillas, lo colocó en la cabeza de Ariel, soltando una risita al ver su apariencia graciosa.
-Te queda bien –cubriéndose la boca con sus delicados dedos-

El pelinegro observaba como su amiga de cabellos azules le preguntaba a la joven que se encontraba atendiendo, Ariel se asombro al escuchar que no solo ella los había hecho sino que toda su familia mientras señalaba los demás puestos que se encontraban ahí, “sorprendente” dijo en voz baja mientras miraba por unos momentos los demás puestos que se encontraban ahí.

Mientras su amiga sostenía lo que parecía ser una pequeña platica con la que atendía, mientras el miraba de manera curiosas todas las cosas que la joven vendía esperando comprar algo interesante. Ligeramente encorvado para ver con detalle las cosas, cuando sintió algo en la cabeza el peli negro levanto a mirada para ver de que se trataba, era un sombrero tipo jamaiquino de colores verde, negro, amarillo y negro Ariel llevo sus manos a su cabeza para tocar el sombrero mientras miraba como su amiga se reía levemente mientras le decía que el quedaba bien, el peli negro sonrió mientras se acomodaba el gorro y posaba llevaba su mano a su mentón sosteniéndolo mientras que con la otra mano sostenía su brazo contrario y con media sonrisa en su rostro mirando de reojo a su amiga de cabellos azules le dijo “enserio me veo bien?...” riendo levemente mientras volteo a ver donde se encontraban los gorros esperando encontrar algo para su amiga, encontró un gorrito que al parecer era tejido negro con pequeñas orejas de gato.

Ariel sonrió al verlo y lo tomo para después colocárselo a su amiga para después sonreír y decirle “te queda muy bien” mientras reía levemente, la joven que atendía el puesto rio levemente mientras se agachaba para buscar algo entre sus cosas y saco un espejo de mano que era ligeramente grande, como las que usan las estilistas de una de sus bolsas, y les dijo “les queda bien, tomen” les entrego el espejo mientras esta sonreía, el peli negro tomo el espejo un poco curioso mientras se miro y no pudo evitar soltar una leve carcajada al ver su gorro diciendo “que gracioso me veo” sonriendo. el peli negro volteo con su amiga de cabellos azules para despues decir “que te parece” mientras sonriendo colocaba el espejo frente a ella para que pudiera ver el gorro.

Observó los movimientos de su amigo y sin poder evitarlo empezó a reír mas fuertemente, sin duda alguna se veía gracioso.
-Te vez bien... gracioso-expresó entre risitas.

Divagó con la mirada un poco mas a los alrededores, tenía ganas de recorrer cada rincón de aquel lugar que la llenaba de curiosidad. No obstante sintió como algo se posaba sobre su cabeza, alzó la vista descubriendo a su compañero colocándole algo y alzó ambas manos, sintiendo aquel objeto de tacto suave.

Inclinó a un lado la cabeza cuando tuvo al frente ese espejo, sonrió y luego rió nuevamente negando con la cabeza mientras sus mejillas se coloreaban casi imperceptiblemente. Colocó todo en su lugar y después de agradecer a la señorita tomó la mano del joven y caminó con algo de emoción, así durante unos minutos caminaron en silencio.
Notó como una de las cintas de su cabello quería desatarse.
-Oh...-llevó ambas manos al extremo de su trenza derecha y la ajustó formando un simpático moño.
Levantó su vista hacia su amigo.
- ...como, ¿como descubriste tus poderes? -dijo casi sin pensarlo, con tono tranquilo, mientras seguía caminando. Umiko era una chica curiosa por naturaleza y le gustaba conocer a fondo a las personas, le intrigaba saber lo que eran, pero sobretodo entenderlas.

"-¿Como entender a las personas?
-Simple, conocelas...
-¿Conocerlas?, pero ¿como?
-Habla...
-Pero, me da vergüenza -agacha la cabeza-
-Entonces no hables nunca...
-Que malo...
-Eso no.
-...¿Quieres hablar conmigo? "

De pronto aquella conversación llegó a su mente, recordando a aquella persona que influyó tanto en ella. Fue algo extraño, hace tiempo que él no visitaba su pensamiento...