Taking care of you... [priv. Dylan]

Noto como ella sonreía al momento que él le dedicaba una sonrisa, como si la contagiase de ese momento en el que el se sentía feliz, amaba su sonrisa, era las hermosa y dulce que hubiese mirado en su vida, por lo mismo jamás le gustaba verla triste ni llorando, si aquella sonrisa se borrara para siempre quizás perdería la paciencia y haría todo para conseguirla de vuelta, era uno de los detalles por los que se había enamorado de Alina y no de alguien más, que era una chica preciosa con una dulce y hermosa sonrisa. Apenas pensó todas esas cosas fugazmente cuando noto que su propuesta le había causado una notoria sorpresa, sonrojándose más fuerte, quizás pedirle esas cosas eran demasiado para ella, ahora se sentiría mal si ella pensaba que era una imprudencia, pudo notar su mirada clavada en sus ojos, como si quisiera saber si hablaba en serio, sintiendo como retiraba sus manos de su espalda para subirlas a su rostro sintiendo sus cálidas manos cerca de su oreja, y con su otra mano acercándola a su flequillo lo corrió a un lado con dulzura dejando una leve caricia en su frente descubriéndola para ver como se acercaba para plantarle un suave y cálido beso sobre la frente, notando que aquel tierno beso había durado unos segundos, sonrojándose un poquito más, bajando para toparse con sus ojos de nuevo, para después contestarle que si podía y que le encantaría dormir a su lado, sintiendo como bajaba la mano de su oreja, dejando suaves caricias sobre su piel, sintiendo como comenzaba a separarse sin dejar de verla, notando como ella misma enrojecía por completo al notar que estaba abrazando por completo de la cintura con sus piernas, sonrojándose igual pero sin dar objeción, notando como lo liberaba de ese cálido abrazo para terminar sentada sobre la cama, comenzando a pensar que quizás ahora su entrepierna no estaría demasiado notoria pues ya se le había pasado un poco la excitación que traía encima, sentándose por su cuenta aprovechando que ella comenzaba a desarmar sus coletas dejando su cabello suelto, escuchando como decía que había sido muy lindo sonrojándose por completo mientras parte de su cabello cubría su rostro, notando como comenzaba a jugar con su cabello de forma nerviosa, sonriendo al ver aquellas tan lindas reacciones de su parte. Acercándose a ella de nuevo como si aquellos segundos lejos de ella lograran hacer que la extrañara, para colocar una mano sobre su cabello, tocándolo apenas con sus dedos para correrlo delicadamente dejando una delicada caricia sobre su cuello dejando caer aquello largos mechones tras su hombro, para después plantarle un cálido y suave beso en la parte alta del cuello, justo bajo de su oreja,

-Lo siento… no puedo dejar de verte y sentir esa necesidad… eres realmente muy hermosa…- pronuncio casi en un susurro de una manera bastante sincera a su parecer, sintiendo como aquellas palabras habían salido sin tartamudear y sin sonrojarse demasiado, sintiendo que quizás eso haya sido parte de que seguía aun en ese humor de solo querer tener su calor muy cercano a él –Y soy bastante afortunado… tú estás conmigo… - agrego sintiendo que quería decirle muchas más cosas que su mente lograba pensar cuando estaba solo a su lado, pero por ahora sin conformarse con lo que ya le había dicho –Te mantendré a mi lado todo el tiempo que quieras… te protegeré… aunque dejes de quererme… siempre… te protegeré y me asegurare de que sigas sonriendo como siempre lo haces…- pronuncio de manera bastante decisiva clavando su mirada sobre ella, era su promesa, siempre se la había hecho, solo quería repetírsela una y otra vez, hasta que le quedara muy claro, el siempre estaría a su lado, la amaba sobre todas la cosas que alguna vez había amado, no dejaría que nada malo le pasara ni siquiera el mismo seria capaz de borrarle jamás esa bella sonrisa que siempre tenía, nunca se lo perdonaría si así sucediese, se dedicaría a protegerla y hacerla feliz en este mundo tan cruel, era toda su misión, aparte de darle todo el amor que ella mereciera.

Aquel sonrojo en sus mejillas parecía negarse a desaparecer, seguía manteniéndose muy presente mientras ella jugaba con su cabellera de forma algo nerviosa, pronto pudo sentir como una mano corría suavemente sus hebras rosadas para llevarlas hasta atrás de su hombro, percibiendo como luego un dulce beso era plantado sobre su piel, muy cercano a la zona de su oreja, apretando los ojos un poco con aquella suave sensación que se le hacía tan linda; entreabriendo levemente los labios al escuchar lo que ahora él decía.
-N-No es cierto… yo no…
Iba a objetar aquellas palabras que le sonaban tan bonitas viniendo de la persona que amaba, ella no se consideraba tan bonita así como él decía pero quizás el amarlo de la forma en que lo hacía la hacía ver más bonita después de todo. Pero el continuó hablando, diciéndole que era bastante afortunado porque ella estuviera a su lado, haciéndole sentir como si en verdad fuese una persona especial, su corazón parecía latir aceleradamente invadido de sensaciones alegres con aquellas palabras; solo quería abrazarlo más y más hasta ya no poder, pero más aun el dijo todo aquello que de alguna forma inundaron sus ojos de cristalinas lágrimas que en verdad eran de felicidad. El también pensaba en un futuro a su lado y más que eso, prometiendo cuidarla por siempre, estando siempre con ella, protegiendo su sonrisa; en ese momento apretó sus ojos y ambas manos frente a su pecho, tanto amor era demasiado para ella, la desbordaba ese sentimiento tan inmenso, llenando su corazón de tan bellas sensaciones que simplemente no pudo evitar derramar algunas pequeñas lágrimas de felicidad.
Casi sin darse cuenta se dejó llevar por lo que él decía, por lo que su corazón sentía hacía el, por la forma en que adoraba todo su ser y por el amor tan grande que le tenía y que parecía aumentar con cada gesto, con cada palabra suya. Girándose hacia él con las mejillas aun sonrojadas le dedico una tierna sonrisa para después levantar sus brazos y colocar ambas manos debajo de las orejas de él, acercándose lentamente mientras su sonrojo aumentaba un poco más, nunca pensó que sería capaz de hacer algo así y sin embargo ahí estaba mientras sentía su cálida respiración cada vez más cerca. Terminando por cerrar sus ojos se acercó a Dylan para apoyar suavemente sus labios sobre los de él, sintiendo ese suave calor mientras temblaba levemente debido a lo que ella misma se había animado a hacer sin haberlo creído posible antes; dejándole el más dulce de los besos rozó suavemente sus labios, de forma tierna, apenas transmitiéndole ese calor tan presente en su ser, sintiendo ese leve rose para después bajar sus manos hasta el inicio de su cuello y separando sus labios terminar por apoyar su frente sobre la de él, apretando los ojos sumamente sonrojada mientras sus cabellos se mezclaban entre sí.
-Te amo tanto…-aquellas palabras apenas pudieron salir de sus labios llegando a cortarse al final, apretando los ojos con fuerza mientras aun seguía apoyada sobre su frente-… siempre estaré a tu lado... a pesar de todo… a p-pesar de todos… y jamás… jamás p-podría dejar de amarte… eres mi mundo… ya no podría… vivir sin ti…
Dejo escapar aquellas palabras en susurros levemente audibles que solo él pudo escuchar, sintiendo esa pequeña congoja producida por un sentimiento tan grande que no sabía bien cómo manejar, era demasiado para su pequeño ser, era demasiado grande para entrar en su pecho y ahora sabía que solo él era tan especial, que solo él hacía saltar su corazón de esa manera, que solo con él y para él viviría, aunque los tiempos cambiasen, aunque el mundo cambiase, su amor por aquel chico de ojos azules parecía ser inmutable a través de los años, permanecería igual, permanecería tan inmenso como en aquel mismo momento; y si algún día se tuviese que marchar sabría que había sido feliz, más de lo que se merecía quizás, porque después de todo había conseguido aquello que jamás había esperado… un cálido e inmenso sentimiento envolviendo todo su corazón y todo su ser… convirtiéndose en el motor que mantenía su cuerpo con vida.

Alcanzo a escuchar una pequeña objeción de su parte, pero no dejaría que se dijera que no era bonita, quizás el le haría entender que para él lo era y mucho, quizás la mujer más hermosa que haya visto en su vida, aparte de su dulce madre que había muerto bastante joven, aunque ese tipo de belleza era muy diferente a la que percibía de Alina.
Pronto noto como sus ojos comenzaron a inundarse de lagrimas, sabía que era de felicidad pues parecía tan feliz tras escuchar eso, quizás apenas podía creerlo como el apenas podía creer que sintiese eso tan fuerte por alguien más, en ese momento solo quería abrazarla hasta quedarse dormido y despertar a su lado, era lo único que deseaba en ese momento, por mas cursi que sonase.
Pero antes de que pudiese hacer algo noto como ella se giro con una linda y dulce sonrisa para después sentir como colocaba sus manos debajo de sus orejas, sintiendo el leve rose de sus tibias manos, sonrojándose fuertemente al notar que era lo que iba a hacer o al menos eso pensó al ver como se acercaba a su rostro, cerrando sus ojos, permitiéndole que se acercara, intentando sentir como era eso de ser besado, sintiendo como dejaba el más dulce roce sobre sus labios provocando que todo su cuerpo se estremeciera fuertemente, sintiendo su cálida respiración al mismo tiempo, sintiendo como ella se separaba lentamente, bajando sus manos hasta el inicio de su cuello y como apoyaba su frente sobre la suya, entreabriendo los ojos notando como aquella cálida respiración no se alejaba, la quería seguir besando, sintiendo su calor y aquellos suaves estremecimientos que le provocaba siempre que la tuviese tan cerca, pero después escucho aquellas hermosas y inolvidables palabras que lo distrajeron de la enorme atracción que sentía hacia ella cada que la tenia cerca, provocándole otra nueva sensación combinada con la que ya sentía, como si su corazón se brincara varios latidos seguidos, escuchando aquellas palabras tan llenas de sinceridad, plasmando enormemente el sentimiento que parecía acongojarla pero de manera positiva, no esperando un segundo más para rodearla con sus brazos fuertemente como si quisiera llenarla más de su calor y de su aroma de nuevo.
-G-gracias Alina… por dejarme ser todo para ti… – pronuncio llevando sus manos hasta sus mejillas sintiendo la gran calidez de estas, alejándole un poco de su rostro pero quedando a muy escasos centímetros, topándose con aquellos hermosos ojos rosáceos, llevando una de sus manos a secar aquellas lagrimas que se habían derramado sin querer con el dorso de su mano derecha –Siempre estaré a tu lado, haciéndote feliz de esta manera… ya no tienes que preocuparte por la tristeza de nuevo… y debes regañarme si te fallo una sola vez, de acuerdo?- agrego con una dulce sonrisa imaginando como seria ver a Alina molesta por algún error que el cometiera, sabía que a veces hacia muchas tonterías cuando se dejaba llevar por celos o enojos – Eres mi mundo también ahora… sabes?, si algo te pasara, jamás me perdonaría… por eso, debo cuidarte- dijo sintiendo como sus mejillas no dejaban de aumentar su propio rubor, pero se estaba esforzando mucho para que su vergüenza no lo invadiese y lo controlara, aquellos ojos magenta clavados sobre sus pupilas azules solo lo llamaban a besarla, era lo único que lograba con su mirada, aquella inmensa atracción que no dejaba de sentir por ella, sin más que decir solo se alejo de ella casi como si de evitar aquella sensación tan fuerte se tratase,
-Bien, debo ir por mi piyama entonces… ahora vuelvo- pronuncio bajándose de la cama para ponerse de pie con una leve sonrisa en su rostro siendo bastante positivo al respecto, no quería ponerse nervioso y abortar su plan de dormir a lado de su amada – Es tarde, espero que nadie me mire entrar al dormitorio…- pronuncio casi en voz baja para después voltear a mirarla de nuevo, no pudiendo evitar sentir de nuevo aquel vuelco en su estomago, habían pasado tantas cosas ese día que apenas podía creerlo, y sin embargo quería seguir experimentando tantas cosas a su lado, sin pensarlo más se acerco a ella de nuevo como si ella misma lo estuviese llamando a acercarse aunque así no fuera, colocando una mano detrás de su cabeza sintiendo la textura de su bonito y largo cabello, agachándose un poco para alcanzar sus ya rosados labios, cerrando sus ojos para dejarle un tierno y cálido rose de despedida, sintiendo de nuevo aquella cálida respiración sobre su piel, acercándose más para profundizar un poco aquel beso pero de igual manera dulce y a la vez apasionada, dejando lentos roces que en verdad estaba disfrutando, apretando sus ojos para separarse levemente intentando no dejarse llevar de nuevo por aquel sabor que tanto comenzaba a gustarle –Y-ya, me estoy volviendo totalmente adicto a besarte…- comento nervioso y en un tono decepcionado de sí mismo, como si pensara que eso fuese cosa mala, soltándola de nuevo para marcharse de una buena vez, o si no, se quedaría ahí por mucho más tiempo, siendo Alina su distracción – Ahora vuelvo, volveré rápido- agrego antes de salir de ahí sin esperar respuesta o objeción alguna, no quería perder tiempo, si no se daba prisa quizás cerrarían o pondrían guardias para cuidar los pasillos, aunque quizás esas fuesen imaginaciones suyas.