Angel & Vampire [Casa del Terror] [priv Dylan]

Atravesando aquellos verdes jardines que estaban más oscuros debido a la noche finalmente llegó a la nombrada casa embrujada que un grupo de alumnos se había dedicado y esmerado en preparar. El lugar ciertamente se veía tenebroso y había una cierta neblina que cubría el piso y parte de sus pies. Alina observó los alrededores sin soltar la mano de Dylan, pensaba en que pasar por allí con el sería tal vez una linda experiencia que los uniese un poco más, más de lo que ella ya lo quería.
-Realmente parece estar muy bien hecho…
Se acercó a la gran puerta doble de madera para apoyar una mano suavemente sobre ella y luego observar al ojiazul esperando a que s le acercase para entrar juntos, sabía que sería tonto asustarse de eso pero nada aseguraba que una figura apareciendo de repente no lograse provocarle un pequeño saltito.
-Creo que el hecho de que sea de noche… lo hace más tenebroso…
Apenas dijo esto observó como la luna se reflejaba sobre el vidrio sucio de una de las ventanas, el exterior de la casa tenía un aspecto a viejo y desgastado que lo volvía más tétrico, combinado con los clásicos sonidos nocturnos, que más que nada se trataba de un oscuro silencio; todo esto y el sonido de la fría brisa soplando, se juntaban para poder llegar a lograr que el ambiente se viera todo lo más tenebroso posible.

Aun de la mano de la chica atravesaron lo grandes jardines, estaban casi en penumbras, pero se guiaron por la luz de la luna iluminando el camino, y algunas lámparas solares que se encontraban en el camino haciendo que el jardín luciera más elegante. Quizás si él estuviera solo en ese lugar estaría más alerta, al grado de tener más cuidado consigo mismo, pero ahora solo podía concentrar su atención en la chica, ahora solo le importaba su seguridad.
Llegaron a la entrada de la mansión abandonada, toda la casa estaba ambientada, se habían dedicado a adornar con algunos efectos que la hacían lucir más tenebrosa de lo que en verdad era, quizás antes era solo una residencia de alguna persona, o solo era una casa dedicada solamente a las fiestas de este tipo. Había una leve neblina sobre el suelo que alcanzaba a cubrir sus pies, ambos comenzaron a analizar primero el área antes de entrar,
-Tienes razón…- le dijo a Alina sujetando mas su mano, no quería que se asustara y saliera corriendo, o algo por el estilo.
Colocando una mano sobre la puerta con aspecto burdo al mismo tiempo que Alina, sonrió para ella intentando trasmitirle algo de seguridad antes de abrir la puerta al mismo tiempo que ella,
-Si fuera de día obvio todo sería diferente… los humanos somos más débiles de noche, sabes?- le dijo mirándola intentando dar una explicación a eso y así intentando animarla – Pero bueno, si tienes miedo… - agrego ruborizándose, dejo soltar un suspiro para luego acercarse a ella, colocando su mano para sujetar su rostro de manera delicada, cerro su ojos y le dejo un leve y dulce beso sobre los labios, apenas sintió ese leve contacto, provocando que su corazón se acelerara fuertemente para luego retirarse lentamente, abrió los ojos y se quedo mirándola ruborizándose aun mas, para luego alejarse un poco mientras aun sujetaba su mano apretándola con fuerza, dándola así mas animo,
-V-vamos, antes de que pase el efecto- dijo desviando la mirada de ella para luego empujar la puerta con fuerza, la gran puerta izo un fuerte ruido de oxidación, al abrir la puerta dentro estaba mucho más oscuro que afuera, decidido comenzó a entrar dando unos pasos, trayendo consigo a Alina.
Al principio dentro parecía vacio, pero luego a lo lejos comenzó a mirarse pequeñas luces casi imperceptibles y parpadeantes. Dejando soltar un suspiro continuo caminando al mismo tiempo que Aina, dando pasos lentos, poco a poco, como si sintiera miedo del que piso fuera a caerse.

Aún de pie frente a la puerta y con una mano sobre ella, con la otra sujetaba la mano del ojiazul mientras escuchaba que él le decía que tenía razón, para luego el poner una mano sobre la puerta y dedicarle una tierna sonrisa que le dio un leve color rosado a sus mejillas.
Aún con las mejillas levemente sonrojadas escuchó como Dylan le decía que los humanos eran más débiles de noche, sin poder evitarlo se quedó algo pensativa ante aquellas palabras ¿realmente podía ser así?, en realidad si podría ser cierto, aunque ella se consideraba débil aun siendo de día, pero estaba dispuesta a poner de su empeño para superarse. Casi sin darse cuenta se perdió en sus pensamientos durante unos segundos aún mirando los ojos del chico, como si de verdad se perdiera en aquel azul, pero de pronto vio como el comenzaba a acercarse a ella, lentamente acercó su rostro hasta que finalmente sintió su cálida respiración sobre sus labios y en ese momento sus ojos se cerraron, sabía lo que sucedería, aquella dulce sensación se posaría nuevamente sobre sus labios y así sucedió. Sintiendo aquella dulce calidez sus mejillas tomaron un color mas fuerte mientras ella sentía como él sujetaba su rostro con una mano mientras que con la otra tomaba su mano fuertemente. Finalmente se separaron luego de unos segundos que le resultaron hermosos y casi eternos, para así volver a mirarse a los ojos, notando como él se había sonrojado a la par de que a ella se le habían encendido las mejillas Alina abrió sus labios para solo dejar escapar su nombre.
-Dylan…
Luego de eso el chico dijo que sería mejor entrar antes de que el efecto pasase, por lo que ella bajo la mirada para clavarla en el piso aún sonrojada por lo sucedido mientras escuchaba el ruido que hacía la puerta al abrirse siendo empujada por él. Alina empujó la puerta también y luego de que el eco del rechinido se desvaneciese, un silencio abrazante rodeo el lugar que estaba realmente oscuro, iluminado solo por algunas pequeñas luces titilantes.
Al sentir que Dylan comenzaba a caminar también lo hizo sin alejarse mucho de él, levantando la vista observó los cuadros viejos y desgastados en las paredes maltratadas y sucias, mientras caminaba con pasos lentos y firmes imitando tal vez la forma en que el ojiazul caminaba como si estuviera muy atento a cualquier posible sobresalto.
-Manchas de sangre en la pared… cuadros que parece que miraran… sonidos extraños…
Las luces titilaban más rápidamente de vez en cuando pero el silencio era lo que más imperaba en aquel lugar, solo era posible oír el sonido de sus pasos sobre el invisible suelo cubierto por aquella gruesa neblina. De pronto unos pasos ajenos parecieron escucharse y cuando una figura oscura salió de lo que parecía ser un cuadro Alina pego un pequeño grito mientras sentía un escalofrío recorrerle el cuerpo, e inmediatamente se abrazo a Dylan sin casi pensar lo que hacía, sabía bien que a su lado se sentía segura, aunque en realidad fuese algo armado; estaba tan bien hecho que cualquier pequeño sobresalto podía llegara a erizarle el cabello.

No soltaba la mano de la chica, caminaba precavido de cualquier mounstro o efecto que los alumnos y maestros habían preparado para ellos, volteo a ver de reojo los cuadros parecían que volteaban a mirarlos, claro, un efecto clásico de las películas de terror, simplemente lo ignoro, sabía que era solo un efecto, aunque la sorpresa si había causado que su corazón se acelerara levemente, la oscuridad era lo que más le preocupaba, como le había dicho a Alina anteriormente, la oscuridad hacia más débil a las personas, y el estaba siendo más desconfiado que otras veces, le asustaba mas el hecho de no tener una vista completa del lugar.
Había un silencio completo en el lugar, pero de pronto se alcanzo a escuchar un sonido de pasos desconocidos dirigiéndose a ellos, para luego ver como una figura oscura comenzaba a salir de uno de los cuadros, Alina pego un pequeño grito para luego abrazar inmediatamente a Dylan, el chico en manera de protección, quizás también por el miedo, se dio la vuelta para cubrirla de lo que pudiera haber ahí.
Para luego darse cuenta que solo era una atracción de la casa de terror, el chico comenzó a reír de la situación mientras aun continuaba abrazando a Alina, para luego relajarse y hablar
-Aunque sepas que es algo falso... de todas maneras terminas asustándote- comento entre risas aun divertido por eso. Repentinamente se escucho un sonido diferente en la casa, el chico se quedo en completo silencio borrando su risa y sonrisa intentando descifrar de qué se trataba, primero se escucho muchos pasos fuertes de muchas personas a lo lejos, después unos gritos de que se encontraban discutiendo, las palabras decían “run, run fast Milo”,
-Eso no son ruidos tétricos… alguien está peleando- comenzó a caminar algo apresurado llevando consigo a la chica, pues no la dejaría sola en ese lugar, dándose cuenta de que estaba ignorando los efectos de la casa solo por distraerse con aquellos ruidos, repentinamente haciendo que los pasos de Dylan se detuvieran de golpe, quedando por completo paralizado, escucho unos disparos, inmediatamente el ruido de unas hélices de un helicóptero, ese ruido era inconfundible,
-My god… que está pasando?, es parte de asustarnos?… porque lo han logrado, estoy confundido y asustado- dijo llevando a Alina a ocultarse pegándola contra la pared, intentando ser precavido, se miraba una luz resplandeciente iluminando el siguiente pasillo, era la del helicóptero que hacia un ruido fuerte y estruendoso, pronto todos aquellos ruidos desaparecieron, y solo quedo un gran silencio de nuevo dentro de la sala.
Miro a la chica, parecía que Dylan la había asustado más de lo que parecía con su paranoia,
-Perdón..- se disculpo sonrojándose, dándose cuenta de que tenia sujetando fuertemente su mano, además de acorralada contra la pared, termino por alejarse un poco de ella, dejando de hacer fuerza con su mano, pero sin soltarla mientras bajaba la mirada apenado, para luego voltear a aquel sitio – Hay que ir a ver… dijeron Milo, es un compañero de clase, no?- dijo intentando concentrarse en el acontecimiento.

Apenas se abrazó al ojiazul sintió como este pegaba una vuelta brusca, como si quisiese interponerse entre la sombra y ella, después comenzó a reír mientras aún permanecía abrazado a ella, en verdad era gracioso; pues ambos se habían asustado de lo que sus compañeros habían preparado justamente con ese fin.
Pero de pronto un sonido diferente resonó en las viejas paredes que los rodeaban, logrando que ambos se olvidaran de su risa para prestar suma atención a aquello tan inesperado. Primeros se oyeron muchos pasos fuertes y luego una voz que decía algo que incluía a Milo, aquel chico tan amable que ella había conocido ¿acaso se trataba del mismo Milo?
Dylan dijo que esos ruidos pertenecían a una pelea y enseguida comenzó a caminar velozmente, Alina no hizo más que seguirlo mientras se asustaba un poco más y comenzaba a preocuparse por aquel chico.
-Milo…-susurro casi inaudiblemente-
De pronto Dylan se detuvo en seco y Alina pego un pequeño salto apretando más la mano del chico cuando unos disparos se oyeron muy cercanos para que luego el ruido de unas hélices de helicóptero invadieran todo el lugar haciendo eco en sus oídos, el ruido realmente era muy fuerte y al parecer los lagos pasillos de la casa solo lo concentraban alrededor de ellos.
Finalmente y como era casi esperable Dylan confesó que se había asustado enserio, y no era para menos, ella también lo estaba, aquellos ruidos parecían una pelea real y sin poder evitarlo volvieron a su mente algunos recuerdos de la pelea en Camerún, los gritos, el ruido de las armas, las pisadas del enemigo.
-¿Qué estará pa…?
No pudo siquiera terminar su frase debido a que Dylan la acorraló contra la pared sorpresivamente, ahora todo el lugar se iluminaba con las luces del helicóptero de tal manera que parecía que fuese de día, mientras que aquel fuerte sonido retumbaba molestamente en su oído, luego de unos segundos todo aquello desapareció y la calma volvió a reinar en el lugar, aunque ella aun sentía deseos de abrazarse fuertemente a Dylan, pero el que estuviera tan cerca la hacía sentir segura.
Después de unos segundos el ojiazul se alejó pidiendo disculpas, viéndose bastante apenado mientras se sonrojaba levemente, aun en la oscuridad ella podía ver el leve rubor en sus mejillas sin poder evitar que las suyas tomaran color también.
-E-Esta bien… no te preocupes…
Escuchó lo que el chico decía y asintió con un movimiento de cabeza, su mirada de repente se volvió decidida y entonces dio los primeros pasos.
-Sí lo es… yo lo conozco… espero que nada malo le haya sucedido…-deteniendo el paso para mirar a Dylan-… hay que ir… si…
Dicho esto se quedo esperando la respuesta del ojiazul o que en su defecto comenzara a caminar, realmente tenía un mal presentimiento y una extraña sensación en la garganta, su cuerpo temblaba levemente pero ella lo ocultaba muy bien, lo principal en ese momento era intentar encontrar a sus compañeros o ver qué era lo que había sucedido, simplemente estaba claro que eso no podía ser algo perteneciente a los efectos de la casa; aquello claramente era algo más.

Alina había mencionado que ya lo conocía, Dylan solo volteo a mirarla preocupado, si en verdad algo le había pasado al chico que solo vio unas cuantas veces en clase, no se perdonaría el no haberlo salvado a tiempo, lo primero que paso por su mente era un discusión con alguien más, pero que era ese disparo? Y ese helicóptero? Muchas preguntas venían a su mente, no sabía qué hacer al respecto, más que investigar.
-Sígueme, hay que asegurarnos que el chico este bien…- dijo guiando a Alina por el lado donde vieron aquellas luces iluminar los oscuros pasillos. Caminaron hasta llegar a la habitación donde escucharon aquel disparo, dentro estaba abierta una gran ventana donde entraba el aire frio, camino hasta la ventana intentando divisar algo, y a lo lejos pudo mirar solamente las luces de un helicóptero que se alejaba,
-Era un helicóptero… no puede ser…- dijo teniendo la gran duda en su mente, acaso aquel helicóptero había venido por el, tal parecía que ese helicóptero no era de los que normalmente rondaban en lugares de este tipo, como los de reporteros, parecía uno militar,
“Esto no anda bien” pensó frunciendo el ceño, parecía que la velada no había terminado muy bien, debía asegurarse que todo marchaba bien en la escuela, porque sentía que estaba siendo demasiado paranoico con sus dudas y sus preguntas,
-Volvamos… aquí no está Milo, pero quizás en la escuela sepan algo- dijo tomando con fuerza a Alina, no la soltaría hasta saber que todo marchaba a la perfección.
Corrió por el mismo camino por el que entraron, no había señales de nadie, de hecho se miraba mucho más silencioso, como si los alumnos que habían montado eso también se hubieran alejado, corrió a paso no muy rápido para darle oportunidad a Alina seguir sus pasos, hasta salir inmediatamente de la casa embrujada ignorando las paredes con sangre, cuadros que se movían, y alguno que otro ruido tétrico, ya nada de eso le causaba temor, más que el de peligrar en la escuela.
Comenzó por cruzar el jardín aun sosteniendo fuertemente la manos de la chica, de vez en cuando volteaba a mirar si no estaba agotada, parecía que sí, pero hacia su mayor esfuerzo, parecía igualmente preocupada por Milo, quizás mas, ya que lo conocía.
Por fin entraron por las puertas de la academia, cruzando sus largos pasillos, todo parecía realmente sospechoso, mas silencioso de lo normal.

El ojiazul le dijo que lo siguiese mientras comenzaba a guiarla por la zona de pasillo que estaba un poco más iluminada y en donde se volvía más cómodo transitar. Luego de unos minutos llegaron a la habitación en donde todo parecía haber sucedido, pero allí no había más que una ventana abierta por donde el aire fresco entraba sin pedir permiso; acercándose a la ventana pudo observar un helicóptero a lo lejos, sus pequeñas luces se prendían y apagaban mientras se alejaba de forma veloz. Escuchó como el chico decía que era un helicóptero y luego de mirarlo por unos segundos volvió a posar su vista en el cielo, ya no era posible ver nada y todo parecía estar muy tranquilo.
Después el chico tomo con fuerza la mano de ella diciendo que ahí no había nadie y que mejor era volver, Alina asintió con un leve movimiento de cabeza y luego comenzó a seguir los rápidos pasos del chico mientras él la llevaba tomando su mano.
Corrieron todo el camino de vuelta por donde habían llegado, luego de un tiempo ella se sentía cansada, la actividad física no era su fuerte, pero aun así se esforzaba en seguir los pasos del chico. Terminaron por llegar al jardín alejándose así de la casa de terror para luego entrar a la academia, recorriendo los caminos. En un momento Alina se soltó de la mano dl chico y se detuvo para respirara agitadamente, estaba bastante exhausta, tanto que no llegaba a notar que en los alrededores había una pasividad sospechosa.
-Crees… que algo… este… ¿pasando?-dijo respirando fuertemente-
Luego de recuperar aire se puso derecha y observo los alrededores, solo l silencio profundo invadía aquellos largos pasillos y no se veían alumnos ni nadie de la academia transitando por ellos, aunque esto tal vez fuese producto de que sea de noche, sin embargo ella tenía esa especie de mal presentimiento que no la dejaba tranquila.
-Tal vez si encontramos a alguien… podamos preguntar… que sucedió…
Dicho esto recorrió los alrededores con la mirada durante unos segundos para después volver a mirar al chico y esperar su respuesta o que es lo que él deseaba hacer en ese momento.

Sintió rápidamente como la chica soltó su mano para tomar algo de aire, pues parecía estar agotada mientras intentaba preguntarle algo a Dylan al mismo tiempo que respiraba fuertemente, el sonrió intentando no reírse de ella, no se esperaba que estuviera en peores condiciones que las de él,
-Si… algo anda raro- dijo mirando a los alrededores, intentando ver si había alguien presente al cual preguntar qué había pasado,
-Quizás sea nuestra paranoia por haber escuchado eso… deberíamos regresar al comedor para ver qué sucede – dijo tomando de nuevo la mano de Alina,
-Vamos, ahora iremos caminando para que no te agotes…- dije en un tono de burla viendo como la chica solo expresaba un puchero para que él le contestara con una linda sonrisa, aun estando de buen humor a pesar de lo que estaba sucediendo, pues no sabía en qué magnitud era el acontecimiento, sabía que no tenía que preocuparse de mas, estaba seguro de que la academia era muy segura.