Taking care of you... [priv. Dylan]

Al parecer el ojiazul había notado la excesiva preocupación que ella parecía tener, pidiéndole que se tranquilizara, que nada malo le sucedería, que estaría bien. Ella estaba preocupada si, como cualquier chica se preocuparía por el chico que ama, pero al parecer sus emociones se veían multiplicadas y hasta tal vez exageradas debido a los acontecimientos recientes de los cuales él nada sabía, y de los cuales no le había contado, para no preocuparlo; después de todo su salud era más importante en ese momento y en nada más debía pensar.
Se sobresaltó un poco con la exclamación de él pero supo entender que el realmente se encontrase confundido de estar en aquel lugar, realmente no sabía cómo había llegado allí pero lo más probable era que hubiese estado peleando con alguien; tal vez aquella chica llamada Nika lo había lastimado nuevamente; porque fuera de eso el no parecía tener ningún enemigo que quisiese hacerle algún tipo de daño, simplemente era una de las personas más amables que conocía y ese sin duda alguna, era uno de los aspectos que amaba de él.
-S-Si… allí tengo… el b-botiquín…-dijo casi en un susurro sonrojándose un poco más debido a la pregunta de él-
Deteniendo su paso debajo del umbral de la puerta se giró hacia él con cierta expresión de asombro al escuchar lo que el comentaba acerca del número de habitación, llevando su mirada hacia el número marcado sobre la puerta para observarlo mientras alzaba levemente las cejas.
-¿E-En verdad?... quién lo diría… es hasta… l-lindo que suceda…
Dedicó al chico una sonrisa un poco forzada, no podía evitar que ciertos pensamientos de miedo pasasen por su mente ¿y si aquel chico había intentado hacerle algo también? Juró que volvería por ella y no pudo evitar pensar que tal vez su venganza sería acercarse a quienes ella quería, pero pensándolo bien eso no tenía sentido, puesto que no se conocían, no sabía nada de ella más que su nombre y realmente no creía que pudiese tomarse la molestia de averiguarlo, eso no tenía razón de ser, después de todo ella no le había hecho nada; aún seguía sin entender la razón de que la hubiese atacado de esa manera.
-N-No puede ser… no debe s-ser…
Caminando unos pasos más hacia el interior de la habitación y allí se quedó de pie apretando levemente los puños mientras s u mirada se perdía en un punto no definido del cuarto, realmente le preocupaba aquella situación, aunque supiese que él podría defenderse, era fuerte, incluso mucho más que ella, si, podría defenderse, debía estar segura de eso.
-Disculpa…-girándose hacia él se acercó para tomar su mano suavemente y llevarlo hasta la cama-… s-siéntate ahí, esa es mi cama… así… estarás más cómodo…
Dejó escapar un largo suspiro, no estaba siendo ella misma debido a su preocupación, ciertamente había logrado tranquilizarse luego de varios días y hasta comenzaba a olvidarse del tema, pero el solo ver aquella sangre en la mano de la persona que amaba al parecer había sido un shock para ella.
-D-Dylan… ¿Qué fue… lo que pasó?... ¿r-recuerdas algo?
Ciertamente necesitaba saber que aquel sujeto no tenía nada que ver con su herida, solo eso. Un silencio algo extraño reino en la habitación mientras buscaba el botiquín de primeros auxilios en su armario, siempre tenía uno por si acaso, sus padres así le habían enseñado, debido a lo que ella había pasado siendo niña, tal vez lo necesitase más de lo pensado y por eso su madre misma le había enseñado a tener siempre uno bien completo.
Una vez obtuvo el botiquín se acercó a su cama, dejándolo sobre la mesita de luz para abrirlo cuidadosamente mientras en su rostro imperaba más bien una expresión seria, tenía el ceño levemente fruncido, tantas cosas pasaban por su cabeza que casi no se daba cuenta que tal vez el chico pudiese notar una actitud extraña en su persona, de un segundo a otro parecía haberse llenado de preocupación y temor nuevamente.

-Claro…es raro y lindo el destino, no crees?...- pronunció dándose cuenta que ella no parecía feliz por aquel detalle, solo bajando las cejas en clara expresión de confusión, en realidad no quería verla así, solo entro a la habitación observando los alrededores pero sin dejar de ver las expresiones de Alina de vez en cuando, hasta que noto que ahora sus nervios se alteraban mas a tal grado de no ser la misma que había conocido, ya no sonreía dulcemente como siempre solía serlo, y eso solo lo preocupo mas,
-Q-que te sucede?- pregunto intentando calmarla con cierto deje de enojo pero a la vez extrema preocupación, para luego escuchar su disculpa, acercándose a él para tomar su mano y llevarlo a que se sentara, haciendo lo que ella decía pero aun con una expresión de molestia, no quería verla así,
-No se…- respondió tranquilizándose un poco para después llevarse una mano a la frente intentando recordar con todas sus fuerzas, mientras miraba como ella iba por buscando el botiquín dentro de su armario y hasta que se acerco de nuevo con la caja en manos colocándola sobre la mesita de luz sintiendo que aun buscaba su respuesta- Intento recordar… creo que fue un accidente… recuerdo haberme tropezado…- confeso rascando su mejilla – Pero tú! Cálmate ya… no me estoy muriendo y no me hagas sentir como si me estuviera muriendo…- la regaño como nunca antes lo había hecho mientras fruncía el ceño mientras la miraba fijamente, pero no se miraba tan enojado como otras veces, solo fastidiado, jamás podría enojarse con ella por mas mal que estuviera.

Estaba a punto de perderse en sus pensamientos cuando escuchó nuevamente la voz de Dylan, aunque se oía algo extraña, algo diferente a lo normal. Aun así no levantó la mirada, seguía frunciendo el ceño un poco más intentando convencerse de que nada de eso había sucedido, no podía ser así, no debía dejarse llevar por sus miedos, debía intentarlo, debía intentar ser un poco más fuerte.
Sacando el material necesario del interior del botiquín se acercó un poco a él y en ese momento levanto la vista para encontrarse con sus ojos, no había notado la forma en que le hablaba, frunciendo el ceño, con notable molestia, de una forma en que jamás le había hablado, con un tono de aparente enojo. El ojiazul le reclamó que ella le hiciese sentir que iba a morir y en ese momento Alina solo pudo apretar los instrumentos en sus manos, abriendo sus labios levemente mientras sentía como sus ojos se inundaban.
-L-Lo siento… yo… es que…
Observó sus ojos viéndola fijamente, tan fijo que parecían penetrar en su alma llenándola de culpa, “Muerte…. Morir…. Por nada del mundo tu…” pensaba sin poder articular palabra alguna, su cuerpo parcia no querer responder, solo pudo quedarse allí de pie viendo como su visión se nublaba cada vez más.
-N-Nunca lo permitiría… eso no…
Ella lo sabía, daría su vida por él, preferiría morir a ver que algo malo le sucediese, eso sí lo tenía muy en mente y en medio de aquella avalancha de pensamientos contradictorios y aturdidores, solo de que lo amaba podía estar segura y por ello la forma en que la veía le resultaba ¿triste tal vez? no, era temor, temor de perderlo como fuese, en ese momento no se sentía capaz de controlar sus emociones. Unas finas y transparentes lágrimas comenzaron a rodar lentamente por sus mejillas marcando un camino, para llegar a su mentón y caer al suelo, se sentía aturdida, tan confundida que no parecía estar en su eje, pronto y sin que se diese cuenta sus ojos comenzaron a enrojecer volviéndose brillantes, su poder se había desatado debido a aquellas fuertes emociones, casi sin que ella lograse percatarse… (D20=3+2=5)
-P-Perdoname... yo... solo...
Algunos pequeños objetos de la habitación comenzaron a sacudirse, pero tal vez el estado de confusión en el que se encontraba o tal vez el miedo, actuaron como represores a sus poderes y no pasó por más de eso, mientras que ella comenzó a sentirse algo mareada, cayendo de rodillas al suelo, para después sentarse sobre sus piernas y apretar los ojos con fuerza mientras bajaba levemente la cabeza ¿que le estaba pasando? ni ella misma lo sabía.

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Se quedo mirando fijamente, intentando hacerla entender que si seguía con esa actitud no llegaría a mucho, pero de pronto entendió que él era el que estaba mal, no la estaba comprendiendo del todo, sin duda alguna a ella le había pasado algo cuando él no estaba presente, y él ni siquiera había pensado en eso hasta que miro aquellas lagrimas inundar sus ojos, obviamente las expresiones de enojo de Dylan cambiaron, ahora solo estaba preocupado de nuevo mirando y esperando una respuesta que Alina no podía con ello, estaba comenzando a derrumbarse frente a él, dándose cuenta que no solo eso estaba pasando, sino que también algunos objetos manipulados por ella comenzaban a moverse a su alrededor, sin embargo los ignoro y se puso de cuclillas frente a ella, para rodearla con sus brazos intentando darle la calidez que seguramente le faltaba, colocando su mano sobre su cabeza para que ella se recargara en su hombro y desahogara en el, sintiendo la humedad de sus lagrimas,
-P-perdón… no quería hacerte llorar, no era mi intención… no es justificable que te hablara de esa manera, lo siento…- pronuncio suavemente intentando calmarla, mientras acariciaba su cabello delicadamente pasando sus dedos entre ellos intentando hacer que su llanto cesara, en realidad le dolía bastante verla así, y más si era por su culpa. Luego comenzó abrazarla más fuerte, acorrucándola en su cuerpo, dándole todo su afecto, intentándole hacerle saber que él estaba ahí y que ahora todo estaba bien.

Permaneciendo con la cabeza agachada dejó que su flequillo cubriera sus ojos mientras escuchaba el ruido, al parecer lejano, de algunos objetos temblando bruscamente dentro de la habitación, quizás a causa de ella, aunque en ese momento no era capaz de ponerles atención.
De pronto sintió una presencia frente a sí y como luego la abrazaban suavemente, llevando una mano sobre su cabeza para llevarla hasta recostarse en un hombro, reconociendo aquel aroma y aquellos brazos, levantando los suyos para rodearlo suavemente mientras sus lágrimas salían sin que pudiera detenerlas.
Apretó un poco más los ojos mientras escuchaba sus palabras, el no tenía la culpa, era ella, no debía mostrarse así frente a él, no debería dejarse ganar por la angustia, pero inevitablemente sentir aquellos brazos rodeándola la hacían sentir segura.
Apoyó levemente sus dedos sobe la espalda de el aun sujetando los instrumentos en sus manos, mientras alzaba un poco su cabeza, los objetos a su alrededor comenzaban a volver a su estado normal pero ella aun no sabía cómo salir de aquel estado.
-Yo c-creí que él… te pudo haber hecho algo… y no quiero… q-que por mi culpa… a c-causa de a-aquello…
Permaneció en sus brazos un poco mas mientras sentía como el acariciaba su cabellos suavemente para después estrujarla un poco más contra su cuerpo, logrando que su temblor comenzara a disiparse lentamente, realmente aquellos brazos parecían tener un efecto sanador sobre ella, parecía que realmente le hacían sentir que estando entre ellos todo mal y tristeza podría alejarse para siempre.
-O-Olvídalo... e-es mejor tratar… t-tu herida…
Durante escasos segundos se aferró un poco más a él para después separarse y ponerse de pie, negando levemente con la cabeza, secando sus lágrimas con sus manos; humedeciendo un poco su piel, dejando escapar un leve suspiro ¿Cómo podía dejarse llevar así? Pensaba que había superado aquello pero al parecer aún seguía persiguiéndola, aquella imagen de sangre, o tal vez solo el hecho de pensar que pudiesen herir a un ser querido eso lograba inquietarla y hasta desesperarla hasta tal punto, las cosas no debían ser así, no quería preocuparlo pero al parecer, ya lo había logrado; aunque más que eso, el hecho de que la mirase así, parecía ser algo que en aquel momento no podía soportar, no viniendo del que ella amaba con todo su corazón, aunque aún no se hubiese animado a decírselo.

No parecía haberle molestado que Dylan se lanzara a abrazarla e incluso se miraba mejor, como si su calidez la reconfortara, comenzó a escuchar como ella pronunciaba algunas palabras, que en realidad no llegaba a comprender, mientras sentía como sus dedos se aferraban ligeramente a su espalda, mientras el seguía acariciando su cabello delicadamente,
-Quien es él?- pregunto intentando comprender sus palabras, pues ahora sabia que sus suposiciones eran ciertas, a Alina le había ocurrido algo que no sabía cómo enfrentar, o quizás solo había recordado algo de África.
Después ella pronuncio que mejor lo olvidara y que era mejor tratar su herida, para luego aferrarse un poco más en su abrazo para luego separarse y ponerse de pie, mientras notaba que intentaba limpiarse las lagrimas, para el ponerse de pie frente a ella para sentir esa fuerte necesidad de abrazarla de nuevo,
-Tienes que contarme de todos modos que te sucedió…- pronunció con una expresión seria tomando las manos de la pelirosa decidido a terminar con la curación para interrogarla después, guiándola para después sentarse de nuevo sobre la cama para que Alina pudiera alcanzar su herida.

Terminando de secar sus lágrimas observó como él se ponía de pie frente a ella para después decirle que de todos modos debía contarle lo que había pasado, ella solo bajó la cabeza dejando escapar un leve suspiro, no quería preocuparlo y a final de cuentas, lo había logrado.
-E-Es que… e-eso es…
Se dejó llevar por él quien le había tomado las manos para regresar a sentarse en la cama, esperando a que tratase su herida y esperando seguramente también una explicación al comportamiento tan errático que ella había presentado en aquel momento, pero ella solo pudo sacarse las pantuflas que traía puestas para subirse sobre la cama y acomodarse detrás de él, sentándose sobre sus piernas, apoyando las cosas sobre la cama, para después tomar los cabellos de el suavemente para separarlos del lugar sangrante.
-I-Intentare… que te moleste lo menos posible…
Tomando la pinza colocó en su agarre un poco de algodón para después mojarlo con agua oxigenada y abriendo los cabellos de él, limpiar suavemente la zona que parecía haber recibido la contusión. Había bastante sangre y esto sin duda alguna le provocaba cierta impresión, pero negando con la cabeza apretó los ojos unos segundos para después fruncir levemente el ceño y enfocarse en su deber.
-Parece… que algo duro te hubiese golpeado…
Luego de limpiar bien la herida paso a limpiar cada uno de sus cabellos para que no quedase rastro de sangre, cuidadosamente tomó los mechones de cabellera azabache para limpiarlos suavemente con una gasa, dejándola de un vivo color carmesí. Finalmente colocó sobre la herida una pomada cicatrizante y sopló un poco sobre ella para evitar cualquier ardor, quería hacerlo lo mejor que pudiera y que él no sintiese molestia alguna, había notado que realmente le gustaba cuidar de el de esa manera, se sentía útil y esto sin duda alguna, le hacía bien.
-Ya estás listo…
Colocó una pequeña vendita sobre la herida de forma en que no molestase entre el cabello y después se quedó unos segundos viendo la espalda de él, sonrojándose levemente para después seguir el impulso que sentía en ese momento y acercarse a él, sentándose sobre sus propias piernas mientras su brazos pasaban por debajo de los brazos de él, rodeando su torso para juntar sus manos sobre su pecho y apoyar suavemente su cabeza sobre el hombro de él; cerrando suavemente los ojos mientras algunos mechones rosas comenzaban a descender por el hombro del ojiazul.

Se quedo observándola mucho tiempo, esperando una respuesta, pero Alina lo evadió sacándose su calzado para subirse a la cama y acomodarse detrás de él, quedándose algo quieto al sentir como comenzaba a buscar la herida entre su cabello,
-De acuerdo…- pronuncio comenzando a sentirse nervioso, mas por el hecho de estar a solas en su cuarto y no tanto por la herida, pero intento quedarse inmóvil si no saldría más lastimado de su herida que aun no recordaba como se la había hecho. Comenzando a sentir un leve ardor y a la vez frio en la herida, pero solo frunció el ceño hasta que esa sensación pasara,
-Si… fue la mesa, es todo lo que puedo razonar…- pronuncio razonando que se encontraba a lado de la mesita del pasillo, así que era su única conclusión, además de que tenía ese ligero presentimiento de que si había sido aquel objeto y no una persona la que le había dado ese golpe. Comenzando a sentir como pasaba a sus cabellos, quizás limpiándolos del rastro de sangre para después sentir algo tibio cubrir su herida, seguramente le había puesto algún tipo de medicamento para su contusión, sintiendo después su pequeños soplidos sobre la cabeza, lo cual termino por ruborizarlo, estaba siendo demasiado cuidadosa y demasiado linda que no sabía cómo expresarse,
-Estaba muy feo?- pregunto con una leve sonrisa bromeando como siempre solía hacerlo sintiéndose realmente cuidado por ella, pero intentando retirar su ligero nerviosismo, pero antes de que se pudiera mover o algo sintió como ella pasaba sus brazos por debajo de sus brazos rodeando su torso en un cálido abrazo sintiendo su cabeza apoyada sobre su hombro, sintiendo sin duda alguna sus cálidos latidos,
-G-gracias…- pronuncio sintiendo sus mejillas arder fuertemente, mientras llevaba ambas manos sobre las de Alina, intentando aceptar su abrazo con afecto también –Lo has hecho bien, ya verás cómo se curara muy rápido…- agrego pasando un poco sus dedos sujetando sus pequeñas manos entre las suyas, sintiendo ahora la fuerte necesidad de girarse y abrazarla fuertemente.

Había escuchado lo que él decía acerca de que había sido una mesa la que lo había golpeado y solo permaneció en silencio ante aquella deducción, ella había pensado lo mismo, no que haya sido una mesa así de forma directa, pero sí que había sido un objeto duro y capaz de herir bastante; se notaba en el tipo de cortada que había sobre el cuero cabelludo, peo por suerte no era tan grave como pudiera haber sido y solo era algo “feo” así como el mismo había definido.
Permaneció en silencio con una suave sonrisa dibujada en sus labios mientras aún apoyaba la cabeza sobre el hombro de él, sintiendo su calor, sintiendo la necesidad de permanecer así un largo tiempo, aspirando su aroma que tanto le agradaba. Luego de un silencio de unos cuantos segundos el ojiazul terminó por agradecer el tratamiento diciendo que había hecho un buen trabajo y que así seguramente se recuperaría de forma rápida, mientras colocaba sus manos suavemente sobre las de ella, acariciándolas de forma cálida y lenta.
-Eso espero…
Susurró suavemente aquellas palabras para después girar su cabeza acomodando ahora su mentón sobre el hombro de él, permaneciendo así unos hermosos segundos más hasta que finalmente se levanto, soltando sus manos para inclinarse hacia delante y dejar sobre la mejilla en él un suave y cálido beso que duró unos segundos en los cuales sus mejillas lograron tomar color rápidamente, para después separase de él y tomar los instrumentos, bajándose de la cama para ir hasta la mesita de luz y guardarlos dentro del botiquín que allí esperaba aún abierto.
-S-Si sientes… alguna molestia, por favor… ve rápido con el profesor Heilbronn.
Dicho esto cerró suavemente el abrojo del maletín para dirigirse hacia el armario y ahí guardarlo tranquilamente en el lugar que antes estaba, sin duda alguna los brazos de su amado lograban tranquilizarla tanto como ni ella misma podía creerlo. Pero aun así frunció el ceño levemente mientras cerraba la puerta del armario para quedarse nuevamente pensativa por unos segundos.
-A-Acaso… recuerdas…-girándose suavemente-… ¿quién te hizo eso?
Con algo de temor y pena comenzó a levantar la mirada para buscar aquellos ojos azules mientras se apoyaba en la puerta del armario suavemente, aun aquella inquietud rondaba por su mente aunque la hubiera olvidado un poco durante el tiempo que dedicó a curar aquella herida, pero no podía evitar preocuparse por la salud y la seguridad de la persona que tanto amaba con todo su corazón.

Aun se sentía nervioso, no podía negarlo, entre sus brazos y dentro de su cuarto, lo hacía sentir un tanto incomodo y hasta lograr que su mente de hombre jugara con el sin siquiera poder evitarlo, pero intentaba ignorarlo con todas sus fuerzas.
Sintió como ella se recargaba en su hombro permaneciendo ahí unos segundos antes de que se soltara inclinándose para plantarle un cálido y suave beso sobre su mejilla sintiendo que había durado un poco, sentido la calidez de los labios de Alina, sonrojándose fuertemente, sin saber que decir. Luego miro como ella se puso de pie con los instrumentos en manos para ir a acomodarlos hasta la mesita de luz, mirando como lo dejaba dentro del botiquín.
-Claro, ahorita me siento mejor, en serio, no duele…- pronuncio con una sonrisa aun algo ruborizado por lo anterior, mirando cómo se dirigía al armario con el botiquín en manos para dejarlo dentro dándose la vuelta para preguntarle algo seria si recordaba algo, abriendo un poco los ojos sorprendidos mirando como ella clavaba los suyos en el tímidamente, para que el solo terminara bajando las cejas mientras sonreía en una clara expresión de nerviosismo,
-No Alina… necesito hacer memoria…- respondió dejando soltar un leve suspiro, recostándose en la orilla de la cama aun con sus pies en el suelo, mientras se llevaba ambas manos frente a sus ojos, como si intentara jugar a que dormía, intentando recordar de esta manera, aunque tuviera los ojos abiertos.
-Qué demonios hice hoy?...- pronuncio casi en un susurro mientras cerraba los ojos lentamente intentando recordar con todas sus fuerzas.

Pudo notar como él se sorprendía con su pregunta, para después dejar translucir en las facciones de su rostro cierto nerviosismo acompañado de una pequeña sonrisa, para luego decir que necesitaba hacer memoria, dejando escapar un leve suspiro para después recostarse en la orilla de la cama mientras se llevaba ambas manos frente a sus ojos; preguntándose a sí mismo en voz alta que era lo que había hecho en el día, ya que al parecer traía una extraña laguna muy seguramente resultado de aquel fuerte golpe en su cabeza.
Alina dejó escapar un leve suspiro para incorporarse sobre sí misma y caminar lentamente hacia la cama, sentándose a su lado mientras lo observaba con una notoria expresión de preocupación dibujada en su rostro.
-S-Si te duele… n-no te sobre esfuerces…
Su intención tampoco era preocuparlo y menos exigirle algo, había sido bastante insistente pero solo por la necesidad de saber si aquel chico de aspecto diabólico le había hecho algo; pero, pensándolo bien no había motivos reales ¿podía el atacar sin motivo alguno? Pero a fin de cuentas ¿Qué motivos le había dado ella? Solo se encontraba descansando con su mascota en aquel pacífico lugar cuando él había llegado acechándola sin siquiera saber quién era ¿Cómo podía alguien hacer algo así?
-Tomate tu tiempo…
Clavando su mirada en el suelo se llevo una mano a la boca para mordisquear levemente un dedo suyo, no sabía bien como actuar frente a aquellos hechos, la traían confundida aquellas casualidades, aunque bien sabía que podían ser solo eso; extrañas y confusas casualidades.
-Disculpa… por insistir, es que me preocupa… q-que algo pudiese pasarte…-girándose hacia el-… y-yo no sabría que…
Volvió a quedarse en silencio, observándolo con el ceño fruncido ¿Por qué todo lo que decía parecía querer preocuparlo más? Ese no era el buen apoyo que como su novia debía darle, debía cuidar de él y poner todo su esfuerzo en ello, eso ella lo sabía bien y también lo deseaba así.
-Disculpa…
Aflojándose se dejó caer a su lado mientras su larga cabellera voló por unos instantes por el impulso para luego posarse suavemente sobre su cuerpo, mientras ella clavaba su mirada en el techo, frunciendo el ceño para después dejar escapar un largo suspiro. Girando su cabeza hacia él lo miró por unos segundos para después acariciar suavemente su mano, sonrojándose en el proceso para después retirar sus dedos, girándose al otro lado, apretando los ojos mientras se llevaba ambas manos al pecho, casi haciéndose un bollito sobre la cama.

Apenas intentaba hacer memoria, recordando levemente haber estado primero en la sala común, pero sintió como ella se sentaba a su lado sintiéndose nervioso de nuevo, aquella chica de largos cabellos rosados lograba que todo lo demás se le olvidara en cuestión de segundos solo estando presente y no era todo precisamente por el golpe que había recibido,

-N-no, no es eso…- pronuncio esforzándose por concentrarse en el recuerdo que apenas sentía bastante lejano, escuchando como decía que se tomara su tiempo, intentando recordar solo para tranquilizar a su novia, escuchando como se disculpaba por insistir y lo preocupada que se encontraba, estaba a punto de decirle algo para animarla, pero inmediatamente sintió como se dejo caer a su lado, escuchando un ligero suspiro, realmente parecía demasiado tensa y preocupada, pero que podía hacer? Mas que intentar recordar que había ocurrido para tranquilizarla, sintió como acariciaba suavemente sus manos, sonrojándose para retirarlas de su rostro mirando que ella no espero ni un momento para voltearse, y acorrucarse en ella misma,

-Alina… tranquila… no crees que es normal que las personas se lastimen alguna vez en su vida? Solo fue un accidente, nada más que eso… nadie quiso hacerme daño, de eso estoy seguro, no tengo esa sensación de miedo… ni rencor hacia alguien… solo… no sé, molestia por mi torpeza, supongo…- pronuncio intentando calmarla tocando algunos cabellos que habían caído sobre la cama, sosteniéndolo delicadamente para acomodarlos junto con los demás, sobre los hombros de Alina, sonrojándose fuertemente al razonar que ambos estaban sobre la cama.

-V-ven… -pronuncio para acercarse colocando una mano sobre su hombro indicándole que se moviera un poco, para rodearla con sus brazos, de manera que quedara ella de nuevo boca arriba – Cuando recuerde bien, veras que era algo patético de lo cual nunca debiste haberte preocupado…- pronuncio acorrucándose más a su cuerpo, recargando su barbilla sobre su hombro, sintiendo la gran calidez de su cuerpo y su aroma, sonrojándose pero intentando soportarlo, pues se sentía muy feliz de estar en ese momento tan cerca de ella.

Aún apretando sus ojos llevó sus manos un poco más cerca de su pecho al escuchar las palabras de él, claramente el chico intentaba tranquilizarla y ella también quería tranquilizarse, no quería preocuparlo o ponerlo nervioso, pero al parecer sus propios nervios parecían estarle ganando y obviamente jugándole en contra.
Lo escuchó explicarle que había sido un accidente, que eso puede pasarle a cualquiera y no es nada fuero de lo normal, escuchó en silencio sus palabras acerca de que no parecía sentir rencor alguno ni miedo, abriendo los ojos de a poco al darse cuenta que el parecía estarle confirmando con seguridad que solo había sido una torpeza propia. “Tal vez sea verdad… después de todo, después de aquello… yo he sentido miedo y hasta me sentí un poco nerviosa… pero él, parece verse muy tranquilo…” pensaba aquello frunciendo levemente el ceño cuando de pronto se dio cuenta como él terminaba de acomodar algunos cabellos sobre su hombro, para después girarla suavemente sobre la cama, rodeándola suavemente con sus brazos para después decirle que cuando recordase seguramente podría notar que en realidad había sido una tontería por la cual no había necesidad de preocuparse.
Lo miro a los ojos cuando el acomodo su barbilla sobre su hombro, quedando a escasos centímetros de distancia, sonrojándose levemente sin poder evitar que una leve sonrisa se dibujara en su rostro, tal vez el tenía razón después de todo y ella solo se había dejado llevar por su excesiva preocupación y el aparente pequeño trauma que aquel ataque le había dejado.
-Tal vez tengas razón…-dijo casi en un susurro mientras subía una mano a la cabeza de él para acariciar suavemente sus cabellos azabache-… yo conozco ese miedo… y esos n-nervios que quedan luego de un ataque así… y tu… no pareces verte así…
Terminando de girarse lo rodeo con sus brazos para esconderse en su pecho mientras cerraba los ojos cuando una suave sonrisa se dibujaba nuevamente en su rostro, sentir su aroma y su calor le hacía bien, tenerlo cerca era como un alivio a su corazón. Casi de forma imperceptible aquellas palabras se formaron en sus labios, habían nacido de su corazón y ahora que se sentía un poco más tranquila parecían querer imperar por salir de sus labios.
-T-Te amo…
Solo susurro aquello suavemente con sus labios a la altura del corazón de él, como si en verdad se lo estuviera susurrando a este, como si el motor de vida de la persona que mas amaba pudiera asimilar sus pensamientos translucidos en dos palabras que parecían ser tan simples pero que a la vez, eran en verdad unas de las más grandiosas que podían existir. Sonrojándose de forma notoria se aferró un poco más a él, no podía ver su rostro sin saber que sus mejillas arderían, nunca antes podía haber dicho aquello a pesar de que hacía tiempo, mucho tiempo ya que lo sentía, solo en aquel extraño momento había podido tomar el valor y ahora solo escuchaba como su propio corazón latía aceleradamente, casi retumbando en sus oídos, mientras ella solo se aferraba al calor y al aroma de quien adoraba con todo su ser.

Se quedo en silencio intentando relajarse entre la calidez de la pelirosa, sintiendo como ella subía una mano para acariciar su cabello, sonrojándose con tal acto, pero era un sensación relajante aun así, como si aquello lo arrullara tiernamente,
-U-un ataque? Hablas de África?- pregunto sorprendido de repente por lo que ella decía sintiendo como ya se estaba acomodando para abrazarlo cálidamente escondiéndose en su pecho, permitiéndole que se acorrucara en el, colocando una mano en su cabello para pasar sus dedos delicadamente escuchando aquellas preciosas palabras que jamás creyó escuchar, menos en un momento así, abrió los ojos grandes sintiendo como por unos segundos su respiración le falto al escuchar aquellas palabras, que le dieron pequeñas sensaciones extrañas dentro de su pecho, sintiendo después como se aferraba mas a él, sonrojándose fuertemente mientras su corazón se aceleraba un de repente, pronunciar una sincera sonrisa era inevitable en ese momento,
-Ha-hablas en serio?...- pregunto con una voz tranquila pero de igual manera nerviosa, mientras pasaba sus dedos entre su largo cabello, sintiendo una extraña sensación de felicidad y nostalgia a la vez lo invadía como si nunca se hubiera esperado escuchar esas palabras de parte de alguien más, apenas lo creía, pero sabía que era real, y lo había escuchado claramente pues el silencio se lo había permitido, llevo una mano a su mejilla sintiendo la gran calidez de esta pues parecía estar enrojecida, acariciándola un poco, para bajarse un poco acercándose a escasos centímetros de ella, para sentir su respiración tibia cosquillear su rostro unos momentos, mientras llevaba la otra mano para quitarle algunos cabellos del rostro, mirándola un momento a los ojos, apreciando aquel inigualable brillo que siempre tenía en su mirada, aquel que siempre le llamaba a besarla, sintiendo esa gran presión en el pecho de quererla abrazar y mantenerla así siempre, para que jamás se alejara de él,
-También te amo Alina…- pronuncio con una dulce y feliz sonrisa antes de acercarse un poco mas y besar dulcemente la comisura de sus labios durando apenas unos segundos ahí con intención de no ponerla demasiado nerviosa,
-Gracias Alina… por corresponder este amor que siento por ti, te lo dije una vez y lo repetiré de nuevo, de verdad me esforzare por hacerte muy feliz…- agrego con un leve susurro rodeándola cálidamente con los brazos, acercándola más a su cuerpo, acomodando la cabeza de ella bajo su barbilla, donde el rostro de ella quedaba oculto entre su cuello y pecho intentando brindarle todo el calor posible –Ahora si aquello que me has dicho es verdad… tienes que decirme que te aflige en este momento… porque estas tan preocupada?, intentare ayudarte solo para mantenerte con esa felicidad que te mereces… quiero ver de nuevo esa preciosa sonrisa dulce que siempre tienes en tu rostro- pronuncio con toda la paciencia y afecto que pudo, mientras dejaba pequeñas caricias en uno de sus brazos como si intentara reconfortarla de esa manera, de verdad quería saber que le sucedía, y sabía que era necesario que confiara en él, la amaba con todo su ser y solo veía por su bien, se sentiría un mal novio si siempre la mirara triste aun estando a su lado.

Lo escuchó nombrar aquellos incidentes en África mientras pasaba suavemente la mano sobre sus cabellos, acariciándolos suavemente de una manera tan suave y cálida que no querría que acabase jamás. Pero casi cortando con aquel ambiente ella había dicho aquellas palabras que le habían salido del alma realmente, intentaba resumir aquello que sentía, aunque en verdad le parecía tan grande y tan imposible de resumir, pero podía de igual forma dar a entender lo que su corazón y todo su ser sentían por aquel chico de ojos azules.
Apoyando suavemente la cabeza sobre su pecho oyó como su corazón aceleraba su ritmo, sonriendo suavemente al saber que lo adoraba con toda su alma, manteniendo aún sus mejillas con aquel fuerte color mientras sentía como una mano de él la acariciaba suavemente, cerrando los ojos suavemente ante aquel contacto para después volver a abrirlos cuanto lo sintió moverse, acercándose hacia ella, moviendo con ternura algunos cabellos de su rostro para que sus ojos pudiesen encontrarse, sonrojándose fuertemente al verlo tan cerca, al sentir como su cálida respiración le acariciaba el rostro provocándole pequeñas cosquillas sobre su piel, perdiéndose en el azul de sus ojos para después sonrojarse de forma más fuerte al oír aquellas palabras salir de sus labios casi en un susurro.
Aquellas palabras habían sido como un alivio, habían sido algo tan maravilloso que su corazón solo había sabido acelerarse fuertemente mientras sentía sus labios apoyarse suavemente en la comisura de los propios, iniciando un dulce beso que le detuvo la respiración por unos segundos mientras estrujaba un poco de su ropa entre sus manos; sintiendo que en verdad ya no sería capaz de sentirse más feliz que en ese momento ¿había forma? Se sentía flotar entre un montón de nubes, sentía que todo aquello casi no podía ser real, pero estaba bien consciente de que lo era y con aquellas palabras aún haciendo eco en sus oídos se aferró un poco más a él cuando sintió como la rodeaba con sus brazos, acercándola a su cuerpo, apoyando su cabeza sobre la de ella; deseando con todas sus fuerzas que aquel hermoso momento no terminase jamás.
“¿Por que eres así? ¿Por qué todo lo haces… especial?” no podía evitar preguntarse aquello luego de escuchar aquellas hermosas palabras que él le seguía ofreciendo, solo podía saber que cada segundo que pasase lo quería más y más y realmente aunque no se sintiese capaz de todo aquello, realmente lo aceptaba con una gran felicidad; felicidad que suavemente comenzó a reflejarse en las cálidas lágrimas que pronto humedecieron sus ojos.
-N-No me agradezcas… por algo t-tan maravilloso, en todo caso yo… debería agradecerte a ti… me haces tan feliz… solo estando a mi lado, s-solo sintiéndote aquí…
Después de decir aquello casi en un susurro, escondiendo el rostro en su pecho mientras sus cabellos rosas cubrían su rostro y sus hombros, se quedó en silencio sintiendo como el acariciaba uno de sus brazos suavemente, sintiendo como su mano paseaba sobre su ropa de forma tranquila mientras él le preguntaba aquello, en verdad parecía querer saber lo que había sucedido y ella no podía mentirle, si le preguntaba tan directamente, no sería capaz de negar la realidad; después de todo ella misma se había delatado con su actitud.
-Eso fue…
Llevando una mano a su pecho comenzó a jugar con los botones de su camisa ¿Cómo podía decir cosas tan bonitas mientras le preguntaba por uno de los peores episodios que le había tocado vivir? En verdad no quería decirle sobre aquello, pero al parecer su propia actitud la había delatado ya hora, había logrado lo que no quería… preocuparlo.
-A pesar de todo… se que a tu lado puedo sonreír, aunque el mundo se caiga… aunque todos me odien… en verdad eso es…
Dejando escapar un largo y pesado suspiro se separo un poco de él, alargando el último contacto de sus manos hasta que se sentó completamente en la cama, dejando su calzado en el suelo, quedándose en medias sobre la cama mientras bajaba la cabeza provocando que algunos mechones de cabello cayeran sobre sus hombros y sobre su rostro, escondiendo sus ojos bajo su flequillo mientras mordía suavemente su labio interior; buscando la forma de decir aquello, intentando hacerlo con tacto.
-A decir verdad… yo… hace unos días una persona, un sujeto me atacó en el lago… fue todo tan sorpresivo… -llevándose las manos al pecho-… yo solo había ido a pasear a Dill y el llegó… con ese aspecto sombrío… pero lo que más me preocupaba era q-que el… dijo que volvería y cuando vi que t-tenías esa herida pensé… -su voz se entrecortó un poco más-… q-que por mi culpa… si algo te p-pasara...
En ese momento solo pudo quedarse en silencio apretando los labios, era inevitable que algunas imágenes volviesen a su mente, recordándole lo sucedido, el miedo que había pasado, por ella y por aquel chico llamado Derek de quién no había vuelto a saber nada, pero sabía que estaba bien puesto que aquellos profesores se habían encargado de él; al parecer Derek tampoco le había contado nada sobre aquel aterrador y extraño episodio, a pesar de ser su amigo, tal vez también él había decidido guardárselo; aunque claro, aquel chico amable de ojos verdes había estado inconsciente y en verdad solo ella sabía lo que había pasado luego de eso, solo ella y aquellos tiernos animalitos que nada podían decir al respecto.

Quedo en silencio un momento, para escuchar como Alina comenzaba a expresarse de manera nerviosa, mientras se ocultaba en su pecho, trasmitiéndole la gran emoción de felicidad que sentía en ese momento,
-Entonces… de nada, y si es lo que te hace feliz, en ese caso… es lo que hare… estaré todo el tiempo que quieras… a tu lado… créeme que yo también soy muy feliz, de que… me permitas abrazarte… y protegerte- pronuncio poniéndose cada vez más nervioso, pero aun así quería decírselo, mientras su corazón latía con fuerza y sus mejillas seguían con aquel calor que no parecía querer ceder.
Ahora solo esperaba a que ella le dijera que era lo que le había sucedido, pues era bastante notorio que algo le había pasado, o quizás había recordado algún feo acontecimiento de África. Obviamente se notaba que estaba nerviosa, que no quería decir aquello, quizás intentaba ocultárselo, pero la pelirosa había demostrado ser sincera, sabía que no le ocultaría tal cosa, por más horrible que fuese.
-Te creo que todo el mundo se caiga… pero nadie tiene porque odiarte… por favor Alina, no sabes que te nombraron reina del baile por ser popular… es decir, querida por los demás?- pronuncio frunciendo levemente el ceño, terminando por suspirar casi después de ella, levantándose para sentarse a su lado, colocando los pies sobre el suelo, prestando atención a lo que estaba comenzando a contar, mirando el aspecto de Alina, el cual parecía realmente asustada.
-No digas eso… nadie me ataco, yo me caí solo…- comento rápidamente al escuchar que ella decía que pensaba que era su culpa que algo le haya pasado a él -P-pero, dime… era un adulto o un joven de nuestra edad?- pregunto repentinamente frunciendo aun más el ceño, interesado en saber más, pues de repente había recordado a aquellos adultos jóvenes que los habían intentado atacar en África, pero por pura suerte y conveniencia no les habían hecho nada,
-Dime exactamente quien era… Sabes que si es necesario yo peleare contra él, solo para hacerle entender que no debe molestarte…- dijo sintiendo una gran ira interna, como si realmente aquella sensación de no estar protegiendo todo el tiempo a su amada lo consumiera en un estado de que realmente quería vengarse de lo ocurrido –Tampoco deberías preocuparte por mi… me he prometido a mi mismo tantas veces que debo ser fuerte, que no me puedo permitir dejar vencer por nadie…- agrego concentrado en sus pensamientos y esperando una respuesta de la pelirosa, si era alguien que seguramente aun permanecía dentro de la academia, quizás el mismo iría a buscarle bronca, por más patético que se escuchara, el no le perdonaría haberle hecho algún daño a algún ser querido, mucho menos Alina.

Aún con su flequillo cubriendo sus ojos alzó levemente las cejas con las palabras que le oyó decir al chico, el baile de Halloween, realmente había sido elegida reina sin entender muy bien la razón de porque esto había sucedido, luego habían sucedido ciertas cosas y se había olvidado de aquellos sin volver a intentar pensar por que las cosas se habían dado así. Alzo levemente la cabeza descubriendo su visón para mirarlo nuevamente, aun con las manos sobre su pecho, notando como el fruncía el ceño de forma notoria al escuchar lo que ella le contaba acerca de lo sucedido, volviendo a bajar la mirada y sus brazos a la ve cuando notó como él se ponía de pie para acercarse a ella y sentarse a su lado.
Antes de que pudiese decir algo mas lo escuchó decir nuevamente que había sido su culpa que el solo se había lastimado y nadie había intentado hacerle nada, era claro que oírle decir esto con tanta convicción la tranquilizaba bastante, solo pensar de que algo pudiese sucederle le provocaba un incomodo nudo en la garganta que le quitaba el aire; sabía bien que si algo le sucediese sería capaz de morir de dolor.
De alguna forma le llamo la atención la pregunta que ahora él le hacía, levantando un poco más la cabeza para terminar de descubrir su rostro mientras alzaba ambas cejas entreabriendo sus labios levemente mientras escuchaba sus últimas palabras, diciéndole que no se preocupase por él, que debía saber cuidarse y que además sería capaz de hacer algo en contra de aquel sujeto. Apretando los ojos con fuerza negó con un notorio movimiento de cabeza mientras tomaba una mano del chico con ambas suyas, volviendo a mirarlo a los ojos mientras sentía el calor de su mano entre la suyas.
-Claro que me preocupo por ti… si algo te pasase yo…-bajando la mirada-… sé que me moriría de dolor, es algo… que ni siquiera quiero pensar…-volviendo a mirarlo a los ojos- Se que eres fuerte, pero de todas formas no quiero que hagas algo como eso… por favor no…
Llevándose la mano de él hacia sí, besó suavemente sus nudillos para después llevársela hasta su rostro y rozarla suavemente sobre su mejilla, cerrando los ojos con aquel contacto para después abrirlos mientras abrazaba aquella mano contra sí misma, bajando la mirada al cubrecamas, dejando escapar un suave suspiro mientras se preparaba para seguir hablando de aquel aterrador episodio.
-A-Al principio no supe de quién se trataba… era una persona de aspecto aterrador… p-pero aun así no desconfié de él, después el se acercó a mí y en ese momento llegó tu amigo Derek… tal vez el no te haya contado al respecto, pero el realmente no vio… la peor parte…
Bajando sus manos alejo la mano de él de su cuerpo, bajando ambas hacia la cama pero sin soltarla, sosteniéndola suavemente mientras movía sus dedos de forma lenta, acariciando la piel del chico con la yema de sus dedos, frunciendo levemente el ceño al volver a recordar aquellas escenas.
-El monito de Derek, Min, escapo al parecer por miedo hacia aquel sujeto… al mirarlo fijamente pareció haberse asustado… después lo buscamos y sin saber cómo… ni por qué… ese sujeto me atacó, en verdad apenas pude darme cuenta cuando le hizo aquello a Derek… dejándolo inconsciente… y luego… con su sangre…
Su cuero se estremeció fuertemente al recordar las escenas, ahora invadían su mente como una película de terror y sin darse cuenta había dicho más de lo que Dylan le había preguntado, sin saber por qué, tal vez aunque no quisiese preocuparlo, tal vez a pesar de eso necesitaba contárselo, después de todo, a su lado, estando con él se sentía protegida, se sentía contendía, y su presencia parecía ser como un elixir de vida al corazón herido; desde que lo había conocido esto había sido así y tal vez por eso era que con cada día que pasaba lo amaba más y más.
-La persona… fue…-soltó finalmente la mano de él para acomodarse algunos mechones de cabello y después tomarse las manos sobre su falda-… ese chico con el cual me toco hacer equipo en la clase de resistencia… Damián Gray…
Se quedó unos segundos pensando en sus propias palabras ¿Qué juego del destino era ese? Tener que hacer equipo con alguien que la había querido asesinar parecía una muy mala broma y sin embargo lo había hecho y de alguna forma había logrado sobrevivir a aquello; el miedo la había paralizado en aquella clase y por eso las cosas le habían resultado el doble de difícil, pero había sobrevivido a eso y tal vez eso, era algo por lo que debiera a legrarse, aunque sea levemente.
-¡Pero no quiero que hagas nada!-exclamó aquello subiendo su vista de repente y observando los ojos del chico-… estamos bien y… s-solo te lo digo para que te cuides, p-porque no quiero que nada te suceda… así que por favor solo aléjate de él…
Con un impulso que no se preocupó en controlar se acercó a él y rodeándolo con sus brazos se aferro a su torso volviendo a esconder el rostro en su pecho, estrujando su ropa entre sus manos casi como si no quisiera permitir que se moviese de sus sitio, casi como si tuviera que impedir que el quisiese hacer algo en contra de aquel sujeto. Apretando los ojos con fuerzas ahí se quedó mientras su corazón latís un poco más rápido de lo normal, quería realmente superar todo aquello, sabía que debía hacerse fuerte, por el, para cuidar de él y por ella misma también, porque tal vez después de todo esa fuese una de las razones por la que se encontraba en aquella academia.

Inmediatamente la pelirosa negó con la cabeza al escuchar que Dylan decía que se quería ir detrás de aquel sujeto sin importarle su seguridad, sintiendo como tomaba su mano con ambas manos, sorprendiéndose de repente de su actuación, mientras clavaba su mirada en sus ojos azules escuchando aquellas palabras que solo le parecieron repentinas,
-N-no me pasara nada…- agrego casi en un susurro sintiendo aquel cálido y dulce beso sobre su mano sonrojándose fuertemente mientras alzaba las cejas con sorpresa sin poder dejarla de mirar, dejándolo de nuevo indefenso, mientras ella se llevaba la mano al rostro para que esta acariciara suavemente su tersa piel olvidando por completo cual era su decisión de hace un momento, quitándole por completo el odio que sentía hace unos segundos, escuchando por ultimo un suave suspiro que le indicaba que seguiría narrando lo que le había sucedido,
-Derek... no lo he visto- comento en medio de sus palabras intentando desenfocarse de los nervios que sentía pues sabía que ella estaba narrando algo serio, sintiendo como ella bajaba su mano pero sin intenciones de soltarla sintiendo tiernas caricias sobre ella a pesar de lo que estaba narrando, escuchando con atención quedando sorprendido de nueva cuenta al escuchar que les habia hecho daño,
-Q-que? Sangre? – pregunto tartamudeando levemente bajando las cejas con verdadera preocupación alzando su mano para alcanzar el hombro de Alina, pero se quedo quieto escuchando el nombre de la persona sintiendo repentinamente esa ira interna, ahora concentrada en el nombre de alguien quien si había visto anteriormente pues había sido el integrante del equipo de su novia, y realmente si le había dado mala espina, frunció el ceño decidido a ir a buscarlo bajando ambas manos sobre la cama, volteando hacia ningún lugar en especial, planeando en ir a buscarlo solo para amenazarlo y si aquello se armaba en una pelea, tendría que dar lo mejor de sí mismo para poder ganarle. Hasta que de repente ella exclamo que no hiciera nada mirándolo fijamente a los ojos como si quisiera que aquellos ojos no le mintieran, acercándose a él para rodearlo con sus brazos aferrándose a su torso, terminando por suspirar eliminando de nuevo aquel enojo que sentía por aquel sujeto, no había nada que hacer, sabía que no debía preocuparla demasiado, después de todo Alina se preocupaba demasiado por su seguridad, lo supo desde la primera vez que había salido herido frente a ella,
-De acuerdo… te prometo no ir a buscarlo… pero si él viene a nosotros, no pensare dos veces antes de atacarlo…- pronuncio con un tono de molestia mientras fruncía el ceño, llevando una mano al cabello de Alina para acariciarlo levemente con intenciones de tranquilizarla, no quería que siguiera asustada y ahora más que nada debía preocuparse por protegerla siempre, y no dejarla mucho tiempo sola.
-Hablare con Derek también… - comento después de un largo tiempo, quería saber también su versión de los hechos, era necesario saber que había ocurrido realmente, y sabia que Derek le diría las cosas sin miedo, al menos lo que el había visto.

Abrió lentamente los ojos cuando los escuchó hacer aquellas preguntas y pronunciar aquellos comentarios, girando la cabeza, la apoyo en su pecho mientras se acomodaba un poco, llevando su mano también al pecho de él, acariciándolo suavemente mientras jugaba de forma delicada con los botones de su camisa.
-La sangre de aquel chico… d-de alguna forma… el hacia cosas con su sangre…-frunciendo el ceño levemente-… cuando se vio decidido a atacarme… arrojo su sangre hacia mí, inconscientemente había logrado esquivarlo la otra vez… pero en ese momento logro herir mi pierna… fue…
Escuchó luego como el suspiraba suavemente, como si se resignase a una idea, la cual muy posiblemente incluía ir a enfrentar al sujeto, pero eso era lo que Alina menos quería que hiciera, ella solo quería que se cuidase de él y que estuviese lo más lejos posible de aquel sujeto; de eso quería convencerlo a como dé lugar y pareció sentirse más tranquila cuando notó que en verdad parecía estar aceptado aquello.
Finalmente le escuchó decir que prometía no ir a buscarlo, pero que si él se acercaba a ellos dos no pensaría ni un segundo en atacarlo. Alina solo se quedo en silencio apretando un poco su camisa entre sus dedos, ella también estaba dispuesta a hacer lo posible por cuidar de él si aquel sujeto se acercaba, aunque realmente no creyera mucho en su propia capacidad, aun así quería cuidar de él como fuese, siendo realmente capaz de dar su propia vida si esto fuera necesario, después de todo el amor así era, o así era su amor por aquel chico de ojos azules, amarlo tanto como para sacrificarse por él.
-Yo… quiero cuidar de ti… q-quiero intentar hacerlo… te quiero t-tanto… me quedare contigo…
Después en un pequeño silencio sintió como el acariciaba suavemente sus cabellos, cerrando lentamente los ojos para disfrutar de sus caricias que se le hacían tan valiosas, tan suaves y capaces de transportarla a otro mundo, un mundo hermoso en donde no existiera el dolor; donde solo estuvieran ellos dos y donde pudieran ser felices sin impedimento algún.
Dejándose llevar por aquel suave contacto sintió como empezaba a tranquilizarse, dejando de estrujar su camisa paso acariciar su pecho suavemente mientras apoyada sobre el escuchaba el sonido que emanaba su corazón, sintiéndose así totalmente tranquila, sintiendo que podría permanecer allí un largo rato, para después escucharle decir que visitaría a su amigo Derek, asintiendo con un leve movimiento de cabeza.
-Hazlo… yo también quiero saber cómo está…
Después de decir aquello solo se quedo en silencio, bajando suavemente su brazo, trasladándolo desde la espalda de Dylan hacia su cintura, rodeándola suavemente mientras continuaba acariciando suavemente su pecho, no había palabras para decir en aquel momento y sin embargo era tan maravilloso, tan único como la mayoría de los momentos que pasaba a su lado.
-Podría quedarme así… por siempre…
Abrió los ojos de golpe para después sonrojarse fuertemente al darse cuenta de las palabras que habían escapado de sus labios, sus pensamientos habían escapado de su mente para viajar a su boca como si quisiesen anoticiar al chico de ellos, abrazándolo un poco mas fuerte apretó los ojos nuevamente para volver a esconder su rostro en el pecho de él, mientras a pesar de la pequeña vergüenza que aquello le había dado, una suave y cálida sonrisa se dibujaba de forma casi imperceptible en sus labios.

Apenas podía creer lo que estaba escuchando, pero a él también le habían pasado cosas así desde que había entrado en la academia, algunos alumnos simplemente eran unos irresponsables con su poder, pero aquel sujeto, lastimar a una chica; era despreciable.
-Te hirió? Estas bien?...- pregunto de repente al escuchar que le había lastimado, no evitando desviar su mirada hacia su pierna y lo que se alcanzaba a ver mientras fruncía el ceño –Dime que estas bien ahora…- afirmo algo molesto intentando obligarla a que le dijera si ahora su herida estaba bien.
Después sus pensamientos de supervivencia y protección hacia Alina, fueron interrumpidos por sus palabras sonrojándose fuertemente de oírla expresar con tanta decisión de querer protegerlo,
-D-de acuerdo… cuidaras de mi si quieres… como lo hiciste ahora, cuidaste mis heridas… lo hiciste bien- pronuncio sonriendo dulcemente para acercarse a rodearla con sus brazos delicadamente, dejándola apoyarse en su pecho sintiendo las pequeñas caricias que comenzaba dejar, sintiendo su cabeza apoyada sobre el delatando sus latidos, quedando en silencio la habitación, sintiendo como ella bajaba su brazo para rodear su cintura sintiendo de nuevo un ataque de rubor sobre su rostro, mientras el pasaba algunos dedos por su cabello largo, intentando aferrarse a las sensaciones de calor de Alina.
Escuchando como de repente después de unos momentos ella expresaba que se podía quedar así por siempre, sonrojándose aun más fuerte de aquellas palabras, sintiendo como ahora lo abrazaba con más fuerza escondiendo su rostro en su pecho terminando por sonreír de aquella reacción tan dulce que ella siempre tenía,
-Entonces quedémonos así… por siempre…- afirmo aun sabiendo que eso era físicamente no posible, con una dulce sonrisa sintiendo aquel ligero rubor sobre su rostro mientras la rodeaba cálidamente con ambos brazos, queriéndose aferrar mas ella llevando una mano a su espalda para apegarla más a él, y con la otra colocarla sobre su rostro cubriendo uno de sus oídos con delicadeza como si fuera una ligera caricia de calidez, introduciendo un poco sus dedos dentro de su cabello alcanzando a sentir el leve calor del rubor de Alina esparcirse hasta esa parte, permaneciendo en silencio queriendo disfrutar ese momento.

Escucho las palabras de él, casi como una orden que le dijera que se encontraba bien, podía sentir la preocupación en el tono de su voz y esto provocaba que su corazón saltase de repente; dejando aquel feo episodio de lado, sentir que él se preocupase de esa manera por su persona era bonito, tan bonito que sus mejillas se ruborizaban de solo pensarlo, sintiendo que con cada gesto que él hacía, cada palabra que decía, con cada segundo lograba quererlo un poco más.
-La herida si dolió mucho en el momento… y sangro un poco… pero Mi Nyu me curo y ahora estoy bien… así que no debes preocuparte.
Después ella solo le expreso en pequeñas palabras la necesidad que tenía de cuidar de él, aunque no dijese mucho de alguna forma había sido clara con sus oraciones y con su mirada, esa mirada que tanto cariño desbordaba por la persona del ojiazul, tanto como ella jamás había imaginado querer a alguien, y que con más razón la llevaban a querer cuidar de él como si fuera lo más valioso del mundo.
-G-Gracias… en verdad quiero hacerlo bien… como te mereces… se siente lindo cuidarte así…
Después solo se dejó rodear por sus brazos, sintiendo aquella tibieza rodear su cuerpo, escuchando los latidos algo acelerados de su corazón palpitar cálidamente en su oído, dejando escapar un leve suspiro acompañando el leve acelerar de su propio corazón, sintiendo su aroma, sintiendo como acariciaba suavemente su mejilla, como con una mano empujaba su espalda acercándola más a él y luego introducía de forma dulce los dedos en su cabello, acariciando suavemente su larga extensión.
“Permanecer así por siempre… sería un sueño maravilloso…” pensaba cerrando los ojos con una suave sonrisa que arqueaba de forma un tanto dulce la comisura de sus labios, permanecer así podía ser un sueño maravilloso o una verdad que durase un poco menos pero que también pudiese ser maravillosa durante los minutos en que permaneciesen así.
Aspirando su aroma permaneció uno segundos mas con la mejilla apoyada en su pecho para después separar su cabeza suavemente y subir hasta su cuello, acercando sus labios a la piel de él, rosándola suavemente mientras se sonrojaba levemente, para después hacer un poco mas de presión y dejar sobre su piel un suave y cálido beso.
-Gracias… por darme algo tan lindo…
Dijo aquello casi en un susurro para después volver a bajar y acomodarse nuevamente en su pecho, acariciándolo suavemente con una mano mientras formaba pequeñas curvas en su camisa, escuchando el latido de su corazón, teniendo de nuevo esa extraña pero hermosa sensación de que ambos corazones pareciesen latir juntos a la par.

Escucho con atención como ella decía que la herida le había dolido mucho, y que había sangrado, pero gracias a Mi Nyu ahora estaba bien, sintiendo como sus cejas se bajaban al imaginar como hubiera sido para él mirar a Alina herida, era casi inimaginable lo que el sentiría si le hicieran daño, probablemente se enfurecería con la persona y consigo mismo por no cuidarla lo suficiente.
Ahora solo quería permanecer sosteniéndola en sus brazos lo mas que pudiera, así como había dicho; por siempre, mientras Alina parecía estar lo bastante cómoda dentro de sus brazos, como si en verdad perteneciera a ese sitio. Después de unos segundos sintió como la pelirosa subía hasta su cuello solo para apoyar los labios sobre su piel rozándola suavemente, provocándolo un fuerte estremecimiento, sonrojándose de golpe intentando asimilar aquel tierno y dulce beso que había dejado en aquella zona tan sensible,
-D-de Nada…- pronuncio tartamudeando con las mejillas totalmente encendidas hasta las orejas, mientras sentía como ella se acomodaba tiernamente de nuevo sobre su pecho como si quisiera escuchar sus latidos, los cuales sabia que ahora estarían más acelerados de lo normal, apenándose un poco por ello, pero en realidad parecía que Alina adoraba sus latidos, así que no podía decirle que no los escuchara. Sonrió levemente antes de acaricias de nuevo el cabello de Alina, como si intentara jugar con algunos mechones largo que tenia sobre la cabeza.
-Te cuidare mucho mas de ahora en adelante…- pronuncio con determinación intentando valorar con toda su alma este recuerdo, deseando que no se borrara nunca, pensando repentinamente que cuidarla demasiado quizás podría ser molesto para ella –Quizás hasta deberíamos comprar móviles…- comento de la nada, pero esta vez con una expresión de preocupación, no tenía amigos así que nunca había comprado uno, pero sabía que su padre le había insistido al momento de haberse mudado a Crusaders, quizás en realidad si era necesario, después de todo ahora tenía muchos amigos los cuales sería difícil contactar si de un peligro se tratase.

Después de unos segundos volvió a sentir como el continuaba acariciando suavemente su cabello de una forma cálida y dulce, como si recorriese suavemente con sus dedos los largos mechones de su cabello dejando aquella sensación tan agradable. Presiono un poco más sus dedos sobre el pecho de él para seguir acariciándolo con movimientos suaves mientras veía como la tela de su camisa se plegaba y se movía ante las curvas que su dedo marcaba suavemente, para luego escuchar como él decía que desde ese momento la cuidaría siempre con una clara determinación en su voz, para después de unos segundos agregar que quizás sería bueno que ambos consiguiesen un celular.
Sujetando suavemente la camisa de él entre sus dedos levanto un poco la cabeza para buscar sus ojos mientras alzaba las cejas levemente en señal de pequeña sorpresa, en verdad nunca había tenido un celular ya que nunca había tenido amigos y al no tenerlos tampoco salía mucho de su casa; por lo que sus padres no habían visto la necesidad de tener dicho medio de comunicación con su preciada hija.
-Un celular… tal vez… tal vez si fuese una buena opción…-sonriendo suavemente-… yo también quiero cuidar de ti…-sonrojándose levemente-… y saber que estas bien y… así estaremos siempre en contacto…
Tal vez resultase un tanto cursi, pero la idea de poder escribirse con el aunque no se viesen le resultaba hasta bonita y tal vez un tanto romántica, ella era así; aunque no supiese muy bien qué tipo de cosas debería escribir con aquel aparatito el sol hecho de usarlo como medio de tener siempre un poco más cerca de quien amaba, le resultaba sumamente agradable.
-Te parece entonces que un día de estos… cuando no tengamos clases…-bajando la vista- ¿vayamos al centro comercial por unos?-soltando su camisa comenzó a pasar suavemente la mano por encima de esta como dejando suaves y largas caricias-… tal vez así también pueda hablar con mis padres… me gustaría saber que están bien.
Después de decir aquello se quedo unos segundos en silencio pensando en algunas cosas, era cierto, hacía bastante ya que no hablaba con sus padres, justamente desde que había ingresado en aquella academia no había vuelto a tener oportunidad, no había podido contarle a su madre tantas cosas que le habían sucedido, pero la más importante de todas ellas, algo que sin duda le gustaría contarle era que había descubierto el amor y lo que se siente al amar a alguien de esa forma, todos esos sentimientos bonitos que seguramente su madre sentía por su padre ahora ella los experimentaba y de solo pensar en eso no pudo evitar sonreír, con una sonrisa cálida y llena de un dulce sentimiento llamado felicidad.

Sentía como presionaba sus dedos sobre su pecho con suaves caricias que solo hacían que se sonrojara mas pues jamás había recibido afecto de ese tipo, era una sensación cálida que lograba tranquilizarlo, sintiendo que sujetaba su camisa entre sus dedos cuando menciono lo de los celulares, notando su mirada clavarse en sus ojos con cierta sorpresa, mirándola fijamente también en un momento de silencio como si no captara porque tal sorpresa en su mirada.
Sonrió levemente al escuchar que decía que un celular parecía buena opción, pues así podrían estar más en contacto y cuidarse mutuamente, no se imaginaba a Alina protegiéndolo y asegurándose que estuviera a salvo, pero seguramente el si estaría así con ella, mas por el hecho de que sabía que solía ser posesivo, especialmente con ella.
-Claro… también tenía muchas ganas de ir de nuevo al centro comercial… contigo… como la primera vez que fuimos- pronuncio sonriendo un poco más, con las mejillas ruborizadas sintiendo como seguía dejando pequeñas caricias sobre su ropa mientras recordaba la ocasión que habían ido a comprar a Dill; el pequeño erizo –Y tus padres… -repitió poniéndose de repente tenso con ese tema mientras volteaba hacia otro lado sin saber que decir, como si realmente tuviera miedo de algún día conocerlos, quizás temía no agradarles y que simplemente le pidieran que se alejara de su hija, así imaginaba a todos los padres con sus hijas–Por cierto, yo también tengo que comunicarme con mi hermana- agrego repentinamente cambiando de tema, aunque quizás Daphne también le haría drama si se enteraba que tenía una novia, y su padre lo más seguro era que quisiera conocerla, después de todo su padre tenía la personalidad más parecida a él.