Autumn (Priv. Rai)

Había decidido ir de nuevo a visitar el bosque antes de que oscureciera, el cual poco a poco parecía recuperarse del famoso incendio, eso tenía preocupada a Aydan, solo quería asegurarse de que los arboles y las plantas que lo componían iba por buen camino, luchando por reforestar gran parte de ella. Decidió ir por si sola, pues solo quería ver, descansar dentro del bosque, manteniéndose en silencio dentro, pues era lo que necesitaba, despejar su mente, después de lo que había sucedido, aquel sueño y aquellas confusiones que tenía ahora tan claras en su mente.
Ya dentro del bosque comenzó a caminar sin rumbo, hasta llegar a donde ella había rescatado a Derek en aquel tiempo, ese día, después de haber llegado recién a la academia, y haber salvado a ese chico, ese recuerdo la hacía sentir fuerte, le hacía sentirse necesitada por sus compañeros y amigos, era un sentimiento especial que aún conservaba, en ese momento no conocía a su amigo, pero se alegraba de haberlo podido ayudar, quizás algo malo le hubiera pasado si ella no hubiera entrado a ayudar, fue su valor lo que la izo ser así, así que de ahora en adelante sabia que tener que ser valiente ante todos.
Se sentó en un tronco caído con cuidado de no resbalarse, disfrutando la brisa del viento, que arrastraba algunas hojas hacia el suelo ya cubierto de hojas secas de todos los arboles de diferentes tipos, todo parecía tranquilo, con sonidos de aves que vivían en sus pequeños nidos, parecía que se acomodaban para dormir, miraba los troncos de los arboles intentando encontrarle final desde el ángulo en el que estaba hasta que sintió un escalofrío comenzando a tener frio, pues el bosque era más fresco que el resto de la academia, debido a la sombra de todo el día y el viento frio que pasaba entre las húmedas hojas. Terminando por acurrucarse cruzando los brazos aun sobre el tronco escuchando pacíficamente las aves que componían el sonido de la naturaleza.
-Hace frio, pero es un hermoso lugar…- pronuncio casi en un susurro acomodándose la capucha de su suéter sobre la cabeza, no quería enfermarse.

Ese día había decidido dar un buen recorrido en las afueras de la academia, aún había sitios de la ciudad que no conocía pero que deseaba guardar en su mapa mental para así poder acudir a ellos si en alguna ocasión lo necesitase. Saliendo muy temprano de la academia llevó consigo el abrigo necesario para soportar el frio del ambiente y colocándose los auriculares en la academia cruzó el gran portón de entrada, aventurándose en un día que al parecer dedicaría completo a la exploración, estaba en forma y podía caminar por horas, al menos eso no le traía problemas, claro que el uso de sus poderes eran otra cosa; más difícil de controlar y ejercer, aunque también deseaba poner su empeño en eso.
Tranquilamente camino por las largas calles de Peaceville, pasando por la zona de edificios, la zona del centro comercial, el parque y otros lugares que ya conocía, deseaba ir más allá, adentrarse un poco más en lo desconocido, hallar nuevos lugares y porque no, nuevos posibles refugios para alejarse del mundo y sus estúpidas exigencias.
Finalmente llegó a un lugar en donde comenzaba una tupida marea vede compuesta por árboles de todo tipo y que Rai fácilmente identificó como el bosque del cual había oído hablar algunas veces; sobre todo en relación a aquel incendio que poco le importaba.
“Tal vez aquí pudiese... entrenar un rato… o tomarme un descanso…” pensaba mientras caminaba lentamente comenzando a adentrarse por aquellas tierras sin camino aparente. Observó los alrededores, realmente había árboles que s veían rostizados y sin vida, pasto seco y tierra mezclada con cenizas, pero por otro lado había lugares también que se encontraban repletos de una viva y verde vegetación que parecía invitar a ser vista.
-Así que este es el bosque…
Dijo aquello mientras detenía su paso para alzar su vista hacia lo más alto que aquellos árboles llegaban, dejando colar entre sus ramas un poco de la brillante luz del sol, una suave brisa corría por el lugar agitando suavemente su blanca cabellera mientras comenzaba a caminar nuevamente de forma lenta, sintiendo el ruido de pequeñas ramitas quebrándose bajo sus zapatillas.
Pronto y sin fijarse se adentró un poco más en el bosque, estaba penando que ese lugar se veía bastante bien para poder entrenar un poco, después de todo tal vez la actividad física que había estado haciendo desde hacía ya unas horas podría haberle hecho entrar en calor y de esta forma desarrollar mejor sus poderes.
-No pierdo nada en intentar…
Se dijo esto para sí mismo deteniéndose frente a un tronco seco de un árbol que ya había muerto al parecer hacía un tiempo, pero que extrañamente aún seguía de pie “Derribarlo es una buena idea…” pensó mientras se colocaba frente a él en una posición de ataque. (D20=11+1=12)
Sus ojos escarlata comenzaron a encenderse hasta que se convirtieron en un rojo brillante casi pareciendo furioso, pero él estaba bastante tranquilo, podía sentir la estabilidad del campo que rodeaba su mano derecha y esto le gustaba. Girando un poco su cuerpo tomó impulso y cuando su puño se acercó al tronco muerto libero su campo, logrando que este chocara de lleno en su objetivo, el cual tardo un poco en caer como si se resistiese a esto, pero finalmente pareció ceder al impulso o tal vez a la misma gravedad de la tierra que lo atraía hacia donde debía estar; el suelo.
-Eso está algo mejor…
Dicho esto observó como el tronco muerto caía, provocando un estruendo bastante grande que resonó haciendo eco en sus oídos mientras una fuerte brisa lo despeinaba sin que el moviese un solo musculo, después de dibujar una sonrisa torcida apagó sus ojos y con una mano se acomodó algo el cabello recientemente revuelto; sintiéndose medianamente conforme con el resultado.

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Estaba respirando la brisa fresca del viento, hasta que muy cerca de donde ella se encontraba escuchó un gran ruido, retumbando en sus oídos y contra el suelo, que velocidad se puso de pie, alerta de lo que pudiera pasar, quizás un árbol se había caído solo, y pudo haberla lastimado estando sola ahí, pero era demasiado sospechoso, pues creyó haber escuchado también un golpe, alguien había derribado el árbol, quizás un talador, frunció el ceño y se dirigió dispuesta a defender el bosque que pertenecía a la academia de esa maldita persona,
-Oye! Este bosque esta protegido!- dirigió una voz fuerte y decidida hacia la persona que estaba parada frente al árbol que había derribado, notando inmediatamente que era alguien que no esperaba ver ahí, Rai. Su ojos se abrieron sorprendida mientras un leve sonrojo aparecía en sus mejillas, a causa de la vergüenza de lo que acababa de pasar, y por lo que sentía por él,
-P-perdón… pensé que eras alguien más...- se disculpo bajando la vista y juntando las manos tímidamente, para luego voltear a ver el tronco caído sobre el suelo, no lo reprendería por lo sucedido, aunque supiera que desquitarse con un árbol no era lo mejor.
-H-hola Rai… E-estas bien?- le pregunto con su típica vocesita en medio de la nada, quizás buscaba la explicación de por qué estaba en el bosque derribando árboles. Pues era una actividad cruel, quizás se necesitara estar muy enojado para hacer eso.

Apenas si tuvo tiempo de observar su obra con orgullo de esta que una voz con tono de molestia le recriminó que aquel bosque estaba protegido, desvió la mirada del tronco buscando con sus ojos a la persona de la cual provenía el reclamo y sus ojos se encontraron entonces con los ojos verdes de aquella chica que hasta hace poco tiempo llamaba “hermana”; la cual pareció sorprenderse y sonrojarse levemente a la vez, bajando la mirada al suelo y juntando ambas manso frente a si mientras se disculpaba diciendo que había pensado que se trataba de alguien más.
-Como sea…-dijo sin darle demasiada importancia a la reprimenda de ella-
Después de unos segundos de silencio, la ojiverde finalmente saludo al peliblanco para luego preguntarle si estaba bien, mientras lo miraba de cierta forma tímida que a Rai le llamó la atención levemente. Levantando una ceja como solía hacer le clavo la mirada para dar unos pasos acercándose a ella y colocando una mano sobre su cabeza, revolver suavemente la capucha que traía puesta, despeinándola un poco en el acto.
-Podría estar mejor… pero no me quejo.
Dio unos pasos pasando por al lado de ella para levantar nuevamente su vista hacia el cielo semi-visible dejando que aquella claridad se reflejase en sus ojos escarlatas, como si casi lograra hacerlos más transparentes y brillantes, mientras la fresca brisa jugueteaba suavemente con su blanca cabellera.
-¿Y tú qué haces por aquí?... ¿cuidando de tus amigos?-apoyando una mano sobre el tronco de un árbol-… no te preocupes que… ese que derribe estaba muerto ya, no haría daño a aquello que tanto cuidas.
Agachándose lentamente tomó una ramita del piso para observar en esta unos pequeños brotecitos verdes que indicaban que aún poseía vida, girándose se lo mostró a la chica, sin decir nada tomó una mano de ella para apoyar la pequeña ramita en su palma, como si intentase decir que debía plantarla para que siguiese viviendo.
-Me gusta este lugar…
Dicho esto solo respiró profundamente llenando sus pulmones del aire puro y fresco que por allí circulaba mientras escuchaba alrededor el cantar de los pajarillos y el agitar de las alas de los insectos que cercanamente pululaban, había comenzado a pensar que si necesitase relajarse alejándose de la academia, había encontrado un lugar perfecto para ello, sin que nadie lo molestase, sin que nadie lo obligase a volver al fastidiosos mundo real.

Abrió los ojos grandes al ver como él se acercaba a ella clavándole la mirada para luego revolver la capucha de su cardigán despeinándola aun así como solía hacerlo cada que la miraba, mientras se sonrojaba levemente sonriendo mientras escuchaba que le contestaba que podía estar mejor pero no podía quejarse, dio unos pasos a lado de ella para levantar su vista observando el cielo que sobresalía entre la copa de los arboles, mientras ella volteaba a ver lo que observaba y luego mirar como sus ojos parecían reflejar un gran contraste con el azul del cielo, para luego sonrojarse más aun, pues no solía mirarlo con tanta atención, y ahora parecía hacerlo sin querer.
Para luego escuchar su voz, preguntarle que hacia ahí, sugiriendo la respuesta de si cuidaba a su amigos mientras apoyaba una mano en un tronco, inmediatamente Aydan frunció un poco el ceño, pero luego quito su expresión para escuchar que el decía que aquel árbol que había derribado estaba muerto, agregando que no le haría daño a aquello que tanto cuidaba, sonrojándose aun mas abriendo los ojos grandes, sintiendo como su corazón latía levemente mirando como el tomaba una de las ramitas del suelo para girarse y mostrarse a la ojiverde, y sin decir nada tomo su mano para colocarla en su mano, terminado por sujetarla con las mejillas fuertemente encendidas. Quedando solo en silencio sin saber que decir, la había tomado por sorpresa y ahora se daba cuenta cual era esa razón, de que sintiera lo que sentía. Luego escucho su comentario de que le gustaba ese lugar mirando como parecía disfrutar de lo que ella miraba en ese sitio, sonriendo levemente y bajando la mirada un poco mientras observaba la pequeña ramita con brotes, realmente era feliz a su lado.
-Estoy aquí porque intento recuperar el bosque… si te das cuenta gran parte de él ha desaparecido- contesto después de un largo tiempo en silencio pues su timidez la había invadido.

Luego de un largo silencio en el que solo los sonidos del bosque y de la fresca brisa invadían sus oídos, volvió a escuchar la voz de la ojiverde diciéndole que se encontraba allí porque intentaba recuperar el bosque ya que gran parte de él había desaparecido.
Rai observó los alrededores, si era cierto que había una gran parte de bosque verde y vivaz, lleno de insectos y pequeños animales que se escabullían escapando de su presencia allí, pero también era cierto que gran parte del bosque se veía devastado y sin vida; seguramente a causa de ese tan famoso incendio que muchos profesores habían nombrado y del que había escuchado hablar también entre los alumnos, con sus clásicos murmullos molestos.
Dio algunos pasos hacia delante y bajó su mirada en silencio al oír como una pequeña ramita seca se partía debajo de su pie, ese incendio había sido intencional según decían, tal vez para acusar a personas como ellos, Rai sabía bien que había quienes serían capaces de todo por hacerles daño y así no les importaba nada en absoluto.
-Ya veo… puedo creer eso de ti, me imagino que darás por el bosque tu mejor esfuerzo… creo que estas plantas necesitan de esa mano que solo tú tienes con ellas… niña de las plantas…
Después solo caminó unos pasos más en silencio hasta sentarse en un tronco caído que allí cerca se encontraba, cerrando los ojos suavemente mientras la brisa acariciaba su rostro y movía gentilmente su blanco cabello.
-Anda, muéstrame como lo haces…
Dijo esto alzando un poco la cabeza pero sin abrir los ojos aún, le gustaba relajarse con aquellos ruidos silvestres que invadían el lugar, parecía tan lejano a la civilización, tan aislado del mundo, que de pronto le invadió un cierto sentimiento de paz; podría permanecer horas allí y hasta dormirse una siesta, pero claro, el no sería tan descuidado; aún así sabía que podría pasar allá buena parte del día sumergiéndose en sus propios pensamientos, olvidándose de lo demás, olvidándose del mundo.

Se quedo quieta mirando como Rai estaba a solas ahora con ella dentro del bosque, en un sitio en donde ella pertenecía, hasta aquel naturaleza la daban las fuerzas suficientes para soportar su timidez y aquella fuerte sensación que le oprimía ligeramente el pecho como si quisiera saber si el sentía el mas mínimo afecto por ella.
Frunció el ceño al escuchar el comentario de “niña de las plantas” no sabía si le molestaba ser niña o de las plantas, pero le molestaba,
-No me digas así…- pronuncio casi en un susurro girando su rostro para otro lado entrecerrando los ojos y aun con el ceño fruncido, de verdad le molestaba, la hacía sentir loca, y no solo eso, una niña pequeña, una niña pequeña maniaca de las plantas.
Miro como el chico camino en silencio hasta sentarse en un tronco caído que se encontraba sobre el suelo del bosque, descansando en paz, nutriendo aun así la tierra de su alrededor, lo miro un momento enrojeciendo sus mejillas hasta que este le hablo, diciendo que le mostrara que era lo que hacía,
-D-de acuerdo…- pronuncio sonrojándose aun mas, algo extraño le pasaba a Rai, parecía tan tranquilo de repente, quizás le gustaba el bosque, si era así entonces ella era tan feliz de que fuera así, le gustaba el bosque, tanto como ella.
Sonrió dulcemente olvidando por completo que hace unos momentos estaba molesta por haberle dicho “niña de las plantas” y alzo la ramita que aun cargaba en su mano para comenzar a calentar con una pequeña plantita, intento concentrarse relajándose con los sonidos de la naturaleza para intentar hacerla crecer,

(Tiro dados, inteligencia 3+3=6)

Comenzó a generar su poder mental, frunciendo el ceño levemente, se le estaba dificultando, continuo intentando llamar a la pequeña ramita a que creciera, pero esta solo comenzó a crecen con algunas raíces y hojas verdes, pero no eran suficientes, su poder estaba débil, no pudo seguir dándole su poder a la ramita pues comenzó a sentirse mareada, y se puso de cuclillas sobre el suelo, repentinamente intentando recuperar la vista y los sentidos, quedando solo unos momentos quieta, hasta comenzar a sentir pena, porque sabia que el chico quizás se burlaría de ella,

-Perdón Rai... no pude... no se porque... -comento disculpándose bastante avergonzada, quizás su idiotez y debilidad era causada por la presencia imponente de Rai frente a ella, se sonrojo levemente volteando a ver al albino, para luego observar su logro con la pequeña ramita, si la plantaba era seguro que comenzaría a crecer normalmente, al menos había logrado lo basico.

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Abrió los ojos lentamente cuando la escuchó quejarse de la forma en que él la había llamado, no tenía idea porque se molestaba si era la verdad, era pequeña y amaba las plantas; pero aún así parecía fastidiarse cada vez que él decía algo al respecto o algo similar a eso, al parecer no le gustaba ser llamada “niña”. Aún notando la molestia de la ojiverde solo permaneció en silencio con la mirada fija en el poco cielo azul que las copas de los arboles dejaban ver, realmente se cerraban como si formaran un manto que alejase aquel lugar de la ciudad cercana a él y hasta de la mismísima realidad, aislándolo de todo y volviéndolo tan pacífico y tan seguro como aparentaba ser, o como intentaba aparentar ser.
Después de unos segundos de silencio escuchó como ella aceptaba hacerle una demostración de sus habilidades mientras que su tono había cambiado, ya no parecía estar molesta sino que hablaba suavemente. “Cambiante…” fue lo único que pensó para después bajar su mirada y dirigirla hacia las manos de la chica, luego de notar como sonreía dulcemente.
Aydan pareció concentrarse en la ramita que tenía en las manos mientras fruncía el ceño, parecía estar teniendo algunos problemas en lograr su objetivo. Rai se puso de pie y lentamente comenzó a acercarse a ella notando como la ramita comenzaba a despedir algunos brotes, pero realmente se veía forzado y pronto la ojiverde pareció verse mareada, para acto seguido caer de rodillas al suelo.
Detuvo su paso frente a ella aunque la chica pareció no notar que se encontraba tan cerca, la escuchó disculparse mientras ella realmente parecía verse apenada por la situación, sonrojándose levemente mientras decía que no sabía que había sucedido.
-Oye, que patético fue eso… -dijo colocándose en cuclillas frente a ella-… pero aun así, no tienes porque disculparte… -tomando el mentón de ella con una mano para mirarla fijamente a los ojos-… no te rebajes ante nadie ¿me oyes? –frunciendo el ceño levemente-… no te lo permitiré… -soltando el mentón de ella-… esas cosas suelen pasar, créeme… tal vez lo que creció es ya lo suficiente.
Dicho esto se puso de pie y observo los alrededores para después observar a la chica durante unos segundos, viendo como miraba la ramita en sus manos aún permaneciendo de rodillas en el suelo. La observo levantando levemente una ceja para luego agacharse abriendo los brazos y rodeándola con estos la estiro hasta ponerla de pie para después quedarse unos segundos rodeándola mientras sentía su aroma. ¿Qué estúpido magnetismo tenía el aroma de la chica hacia sus sentidos? hacia que quisiera abrazarla más con tal de seguirlo sintiendo. Pero de pronto volvieron a su mente aquellas imágenes, esas que había recordado hacia poco, ese beso que le había cobrado por unos que le había robado hacia años ya ¿Por qué recordaba eso en aquel momento en que se sentía tan en paz?
“Aún me debes dos… Aydan…” pensaba frunciendo el ceño, estrujándola un poco mas sin darse cuenta realmente de lo que hacía, parecía como si quisiese adueñarse de ella, pero a la vez deseaba vengarse, aún así se contenía, porque ella no lo recordaba; no sabía nada de aquel incidente, o al menos eso era lo que a él le parecía.
-Plántala en la tierra…
Dijo esto en un tono bajo para al fin separarse de ella y caminar unos pasos observando el suelo mientras movía levemente la cabeza. Una suave brisa sopló moviendo levemente sus cabellos para luego chocar y perderse en el tronco de los árboles.
-Aquí…
Dijo deteniendo su paso en un lugar en donde la tierra parecía estar más floja, quería olvidar esas inútiles sensaciones, el pasado era solo eso, odioso pasado del cual no quería acordarse; pero que sin embargo en más de una ocasión volvía a su mente, acechándolo, fastidiándolo; como si quisiese imponerse sobre su vida misma.

Repentinamente noto como Rai se acercaba, pero ya estaba demasiado cerca cuando se había percatado de ello sonrojándose un poco más al notar que se ponía de cuclillas frente a ella, diciéndole que aquel intento de hacer crecer la planta era patético, pero no tenia porque disculparse, para luego tomar su mentón para mirarla fijamente, para que ella se topara intencionalmente con aquellos ojos rojizos que tanto evitaba de Rai, sus mejillas se encendieron fuertemente para cerrar los ojos con fuerza escuchando solo como el chico parecía intentar animarla, luego sintió cuando la soltó, sintiéndose un poco en paz, su corazón latía con mucha fuerza, toparse con sus ojos le causaba eso,
-G-gracias Rai, tienes razón…- le agradeció intentando quitarse aquella repentina y fuerte sensación de timidez, quedándose aun en su lugar mirando el resultado de su ramita con atención, para luego sentir muy sorpresivamente como el peliblanco la tomaba entre sus brazos para ponerle de pie, soltando un leve respingo sonrojándose fuertemente sintiendo que él la seguía abrazando, colocando sus manos sobre sus hombros, y apretando los ojos con fuerza, sintiendo como su corazón comenzaba a aumentar de ritmo considerablemente, hasta que sentir que este la estrujaba contra sí mismo, para luego pronunciar “plántala en la tierra” y soltarla rápidamente así, dejándola totalmente en shock, mientras miraba como el caminaba observando el cielo, su rostro estaba totalmente rojo y sentía que su corazón se salía de su pecho, notando que Rai solo estaba concentrado en buscar un sitio para el pequeño brote.
-D-de acuerdo…- pronuncio caminando hasta donde el había señalado, mientras que su rostro no parecía querer ceder su tono, lo miro unos segundos intentando toparse con sus ojos cuando el no la miraba fijamente era fácil, observando que no tenía nada extraño dentro de sí, solo la había abrazado porque si, frunció levemente el ceño decidida a concentrarse y no andar de tímida, debía tener las fuerzas para demostrarle a Rai lo tanto que lo quería, o al menos ser valiente y no temblar. Se coloco frente a la tierra removida, poniéndose de cuclillas sin importarle si se ensuciaba comenzó a retirar la tierra con sus manos, dejando un pequeño agujero de tierra fértil, colocando el pequeño brote dentro, con alguna de sus raíces dentro, para luego enterrarla intentando darle soporte con la misma tierra de que no se cayera fácilmente,
-Listo…- pronuncio con una sonrisa mirando como el brote parecía más seguro dentro de la tierra.

Levantando la vista observó como la chica se acercaba, su rostro estaba completamente rojo y esto le llamó la atención, le resultaba extraño que se sonrojase tanto pero esto parecía ser parte de su personalidad.
Al llegar a su lado volvió a desviar la mirada hacia el suelo, pero sin embargo sintió como ella parecía buscar sus ojos ¿Por qué hacia eso? si él la miraba fijamente ella solía desviar la mirada y cuando el no la veía ella parecía buscar sus ojos ¿Qué actitud era esa?, de alguna forma le seguía resultando extraño y un poco curioso.
La ojiverde finalmente se colocó en cuclillas al lado de la tierra, adentrando sus manos en esta comenzó a cavar para dejar un pequeño agujero, lo suficientemente grande para que cupiese allí dentro la ramita con sus brotes. Después de enterrarla cerró el agujero suavemente con la tierra procurando que algunos brotes quedasen dentro de forma bien afianzada para después sonreír satisfecha con lo que había hecho.
-Muy bien, seguramente de esa forma crezca fuerte…. como esos robles…
Acercándose a un árbol de grueso tronco apoyó sus manos sobre él para después rasgarlo suavemente con las uñas, escuchando el ruido que este producía y sintiendo la vibración en sus dedos.
-Vayamos a caminar… un poco.
Dicho esto inició su paso sin voltearse a ver a la chica, solo caminó lentamente esperando a que lo alcanzara para así recorrer un poco más aquel bosque. Sin duda alguna era una buena idea conocer sus rincones y cada parte de este, era un lugar pacífico y agradable, en el cual pudiese refugiarse si quisiera huir de la vida real, por eso más que nada deseaba hacerse un lugar allí, buscar uno de pertenencia, tal vez un refugio de las cosas irritantes del mundo.

-Si.. yo la ayudare para que crezca todos los días más rápido…- pronuncio mirando la ramita sobre el suelo que parecía tan tranquila sobre la tierra como si solo en ese lugar pudiera descansar, para luego voltear de nuevo hacia Rai quien parecía rasgar ligeramente el tronco de un árbol, como si comprobara la fuerte piel de este.
Luego escucho que él le dijo que fueran a caminar un poco, exaltándose por la sorpresiva invitación, camino hacia el sonrojándose levemente, sintiendo como su corazón latía dependiendo de la distancia en la que estaba de él,
-S-si, vamos…- pronuncio tímida antes de hacer algo que tenia tanto tiempo sin hacer, lo tomo de la mano delicadamente con intención de que este la guiara, se había quedado sorprendida de sus propio acto, abriendo los ojos grandes, sonrojándose completamente sintiendo esa extraña sensación teniendo su mano sobre la de él, pero lo que había hecho ya estaba hecho, se iba a mirar extraño si se echaba para atrás.

La ojiverde había dicho que cuidaría de aquella plantita todos los días ayudándola a crecer, para que sucediese más rápido y fuese más fuerte. Rai no hizo ningún comentario más al respecto, sabía muy bien que ella lo haría y confiaba en que sería muy capaz de cumplir con su objetivo. Caminó lentamente en silencio esperando a que ella llegara hasta su lado pero de pronto se vio levemente sorprendido cuando la chica tomó su mano delicadamente mientras caminaba a su lado. Permaneciendo en un absoluto silencio solo cerro su puño encerrando dentro de su mano la pequeña mano de la chica, sin hacerle mucho caso al sonrojo de ella, para continuar caminando mientras observaba detenidamente los alrededores, lo había notado, últimamente ella parecía verse algo mas cohibida de lo normal, aunque no se tomaba el trabajo de ponerse a pensar la posible razón de aquella actitud.
Caminando un poco mas llegó a un lugar en donde el terreno se le hacía ligeramente sospechoso, los pasos que daba se hicieron más lentos y sus pies parecían hundirse un poco más en la tierra, como si estuviese floja.
-Espera un momento…
Luego de decir esto a la ojiverde detuvo su paso soltándole la mano para después colocarla delante de su pecho, en una clara indicación de que dejara de caminar. Dando unos paso más de forma lenta se inclinó levemente comprobando su hipótesis, había una bajada de terreno en la que tal vez sería complicado para su acompañante aventurarse, aunque no se viese realmente complicado y solo se tratase de un pequeño desnivel, tal vez e quería probar las reacciones de ella; tal vez tenía algunas ideas en mente que necesitase corroborar de alguna forma, y una pequeña oportunidad tal vez se hubiese presentado.
-Un pequeño obstáculo…-dando un paso más-… déjame bajar primero…
Dicho esto se dejo caer en el pequeño desnivel soltando un pie primero como si fuese a saltar de un edificio, pero solo aterrizo sobre la tierra a escasos centímetros de distancia para después girarse hacia la chica extendiendo el brazo y ofreciéndole su mano.
-Ven, te ayudaré…
(D20=15+2=17) Estiró ambos brazos y antes de que ella hiciese algún movimiento la rodeo suavemente para después sujetarla con fuerza, colocando ambas manos en su espalda, para después apegarla a su cuerpo y bajarla desde su punto mas alto, suavemente, hasta que ambos rastros quedaron a escasos milímetros de distancia; notando como su respiración movía levemente los rubios flequillos de la chica.
-Este terreno puede ser peligroso si no prestas atención...
Dijo aquellas palabras en un tono bajo, clavando su mirada fijamente en los ojos de la chica, estrujándola contra su cuerpo, buscando ver la reacción de ella ante tal acontecimiento; esperando a ver que decía ella en aquel momento.

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Sentía como sus mejillas ardían contrastando con el frio que hacía en aquel sitio, el chico había permanecido en silencio para luego cerrar su puño encerrando su mano, para continuar caminando guiándola a través de los arboles,
Pronto escucho la voz de Rai, pidiéndole que esperara, colocando su mano frente a su pecho para que no avanzara, ella solo alzo las cejas buscando que era lo que él había visto imaginándose que era una especie de criatura peligrosa, el peliblanco comenzó a avanzar lentamente notando que era un paso desnivel dentro de esa leve oscuridad, para luego escuchar que este pronunciaba que solo era un pequeño obstáculo, diciendo que el debería bajar primero, dicho eso el bajo sin ninguna dificultad, para luego darse la vuelta hacia donde estaba ella, dándose cuenta de que era lo que él iba a hacer, su sonrojo aumento fuertemente para dar unos pasos hacia él, con algo de timidez, aunque sabía que ella podía bajar por sí sola, le iba a dar mucha pena si se tropezase o algo pues aquel desnivel pues se miraba algo alto, al menos para ella.
Se acerco lentamente para sentir como él la tomaba en brazos suavemente para sujetarla con fuerza, para sentir como era apegada a su cuerpo, notando que sus rostros quedaban a escasos milímetros sonrojándose completamente hasta las orejas, bajando las cejas estremeciéndose levemente con aquel contacto repentino, estaba tan fuera del mundo en ese momento que ni siquiera escucho que era lo que decía en medio de ese silencio, sentía su mirada clavada en sus ojos, aquella fuerte e imponente mirada mientras su corazón latía alocadamente quedando completamente en shock.

Estando tan cerca de él, sintiendo su cálida respiración sobre su rostro, solo le hacía desear una cosa, justamente lo que había pasado en su sueño, podía notarse en su mirada que quería que pensaba que él la besaría, y que ella se lo permitirá, pero actuó rápidamente en pocos segundo concentrándose en lo que tenía que hacer aparentando levemente sus ojos y solo intento empujarlo levemente con ambas palmas sobre sus hombros, indicándole que la soltara,
-Y-ya… avancemos…- pronuncio tartamudeando cerrando los ojos con más fuerza para girar su mirada hacia otro lado mientras fruncía el ceño notoriamente intentando ignorar la extrema cercanía de Rai, no podía resistirlo en realidad si se moría por besarlo, hasta su respiración se había vuelto más agitada tras eso, pero era casi imperceptible, como si empezara a hiperventilar ligeramente, pero se negaba, no era la manera de demostrarle lo que sentía.

En silencio observó detenidamente las reacciones de la chica, pudo ver claramente cierto deseo en sus ojos, la forma en que lo miraba no era la misma forma en que antes lo había visto, su actitud había cambiado, los gestos que tenía habían cambiado, de una extraña forma y paulatinamente sin que el siquiera se hubiese dado cuenta o tal vez no se había preocupado en ello. Después de unos segundos la vio desviar la mirada para después empujar levemente sus brazos con ambas manos mientras decía que avanzasen, frunciendo el ceño, apretando los ojos como si intentase no mirarlo directamente; como si se sintiese incómoda con eso.
-¿Tienes algún apuro?
Pregunto alzando una ceja mientras aún la sostenía fuertemente, apegándola a su cuerpo, sintiendo como de repente ella parecía respirar más rápidamente; todas estas reacciones sin lugar a dudas le llamaban la atención.
-Estas extraña…
La observo en silencio unos segundos más y luego una sonrisa torcida pequeña y casi imperceptible se dibujo en la comisura de sus labios, para que aprovechando que ella miraba hacia otro lado, pudiese acercarse con total libertad a su mejilla y sacando su lengua pasarla sobre la piel de ella suavemente, dejando una intensa lamida sobre el rubor que aquella mejilla portaba como si de lamer una paleta se tratase; mientras aspiraba un poco más del aroma que ella poseía y que a él parecía agradarle tanto.
-Sigamos entonces.
Dicho esto la bajo suavemente hasta que sus pequeños pies tocaron el suelo pero sin soltarla, solo liberándola de sus brazos al final, para volver a tomar su mano y comenzar a caminar.
-Creo que tengo hambre…
Comentó como si nada mientras dejaba sus pasos marcando la tierra, escuchando el crujir de pequeñas ramitas y hojas secas bajo sus pies, acompañados por el cantar de los pajarillos que en aquel tupido bosque habitaban. Sintiendo entre su mano el calor de la pequeña mano de Aydan la estrujó un poco más mientras seguía su camino, respirando el aire puro que abundaba en el lugar, llenándolo de una serenidad incomparable, llenándolo de una verde paz pocas veces encontrada.

Se concentraba en intentar ignorar la cercanía de aquel chico de ojos escarlata hasta que escucho que este pronuncio que si tenía algún apuro,
-N-no es que… - intento contestar aun sin mirarlo, mientras sentía que la sostenía con más fuerza apegándola más a su cuerpo, sintiendo un leve escalofrió de la calidez repentina que sentía, desesperándose de eso que él estaba causando, escuchando que él decía que estaba extraña, haciendo un leve puchero pues el no parecía pensar soltarla, estaba a punto de reclamarle cuando sintió una repentina calidez sobre su mejilla, era una sensación de humedad junto con la cercana respiración de él sobre su piel, causándole un leve quejido que también parecía en protesta por lo que había hecho, y aun así estremeciéndose fuertemente entre sus brazos, apretó sus ojos con fuerza sintiendo ahora sus mejillas más encendidas hasta las orejas, escuchando al fin que él dijo que siguieran, soltándola suavemente hasta que sintió al fin el suelo de la tierra, sintiendo como por fin era liberada, sintiendo la mano de él sobre la suya de nuevo, comenzando a caminar, mientras ella solo se pudo dejar guiar,
- P-porque haces eso?!...- pronuncio fingiendo que le parecía molesta aquella extraña muestra de afecto, aun sin poder retirar su tan obvio sonrojo, mientras se limpiaba la humedad de su mejilla con la manga de su cardigán –Eres una mascota acaso?- pronuncio en tono de burla casi en voz baja, para luego escuchar que el chico decía que tenía hambre quedándose ahora si seria sin intenciones de seguir con su juego de defensa,
-Quieres que te acompañe a comer a alguna parte?- pregunto sintiéndose familiarizada con el día que había comido por primera vez a su lado.

Dibujo una pequeña sonrisa torcida en sus labios cuando la oyó quejarse por lo que había hecho, al parecer le había resultado molesta aquella lamida a su mejilla, en realidad esa había sido la intención del peliblanco, pero la chica no podía esconder el muy visible hecho de que estaba sonrojada hasta las orejas por lo ocurrido y eso solamente llamaba más su atención, aunque no lo demostrase en las facciones de su rostro; las cuales se veían como siempre serenas y despreocupadas.
-Tal vez sea una mascota… ¿te gustaría que fuera tu mascota?
Sabía que ella había susurrado eso muy probablemente para sí misma, pero al parecer ese día le resultaba entretenido y hasta interesante molestarla un poco para ver sus reacciones. Deteniendo su paso se giro hacia ella para escuchar cómo le preguntaba si quería que lo acompañase a comer algo en algún lado y entonces alzo la vista hacia las altas copas de los arboles frunciendo un poco el ceño, para después soltar la mano de ella y alzar un dedo señalando los arboles en general, todos a la vez y ninguno en especial, solo su forma y el espacio que ocupaban.
-Hoy tengo deseos de algo natural… a ver, niña de las plantas… busquemos una deliciosa fruta en este bosque, para probar un sabor exótico y natural…
Luego de decir esto se acercó a ella y colocando una mano debajo de su mentón levanto un poco su rostir para mirarla a los ojos y luego se inclino un poco hasta quedar nuevamente a escasos milímetros de sus labios, para luego de unos segundos dibujar en sus labios una sonrisa torcida que se veía algo malvada.
-Si no hallamos nada, simplemente… te comeré a ti… ¿podrás tú darme una fruta deliciosa?
Dicho esto dejo el rostro de ella y se alejo unos pasos, ni él mismo sabía porque se comportaba así con ella, tal vez sentía que le debía a algo, tal vez sentía una profunda necesidad de molestarla para que una deuda fuese saldada; pero a pesar de toda aquella tontería era innegable que le gustaba estar en su compañía. Tal vez por conocerse desde antes, tal vez por haberse visto siendo niños era que a su lado podía ser más natural, podía hasta relajarse un poco, a su lado se sentía cómodo y no tenía esa imperante necesidad de mantenerse alerta y estudiar a quien se encontrase, tal vez estar a su lado le resultaba… familiar.

-No, me gustan las mascotas pequeñas, tu estas gigante…- pronuncio aun molesta con un ligero puchero continuando por defenderse después de lo ocurrido, y con ese sonrojo que parecía no quererse ir.

Después escucho la respuesta de Rai, pero el peliblanco solo frunció un poco el ceño para después señalar la copa de los arboles, la chica volteo a ver ligeramente si no había algo comestible sobre aquellos arboles, pero en todo lo que pudo pensar en ese momento fueron en aves, hasta que escucho lo que contesto, diciendo que quería frutas de bosque, estaba a punto de contestar hasta que miro como el chico se acerco colocando una mano debajo de su mentón para levantarlo un poco y sentir de nuevo la mirada clavada en sus ojos para después quedar tan cerca que podía sentir esa fuerte presencia rozando su piel, cerró los ojos con fuerza, no podía verlo, le era imposible mirarlo de tan cerca y con su mirada clavada en sus verdes ojos, su rostro se sonrojaba entre mas el permanecía cerca, hasta que escucho lo último que fue el límite de todo, que mas bien en ese momento le hizo molestar, para luego notar como él se alejaba por si solo sin necesidad de empujarlo, que era lo que estaba a punto de hacer quedando un poco en shock,

-Deja de bromear… si te ayudare… no tienes que amenazarme…- pronuncio alzando las cejas sintiéndose más tranquila al no tenerlo tan cerca clavándole la mirada –Mira.. las únicas frutas de bosque son las bayas porque son silvestres… las mejores frutas están en el jardín… ahí hay árboles de todo tipo… nomas dime qué tipo de fruta te gusta y pensare donde esta ese árbol- pronuncio casi como toda una experta de plantas, intentando concentrarse en esos pensamientos intentando ignorar que aun seguía casi totalmente roja por lo anterior, sentía que cada que él se acercaba se moría por revivir aquel sueño, pero no debía ser tan impulsiva.

Notó como ella se había molestado y solo pudo sentirse satisfecho, molestarla durante esos minutos había sido suficiente y ahora solo se dedicaría en ver que podía encontrar para lograr que su estómago dejase de crujir como lo estaba haciendo hacía un rato ya. Claro que era entendible, había caminado por horas hasta llegar al bosque y luego allí varios minutos, para después encontrarse con la chica y seguir caminando, le gustaba caminar sí, pero naturalmente su cuerpo reclamaría una fuente de energía para continuar de buena forma con la actividad en proceso y era así que su estomago se lo pedía casi a gritos, aunque sin que esto modificase en absoluto las facciones de su rostro.
-Yo no amenazo, solo ejecuto…-dijo como último intento de molestar a la ojiverde para después observar los alrededores, deteniendo su mirada en un pequeño sendero que parecía abrirse paso entre los árboles-… bien, niña de las plantas… tu sabes de esto, así que escuchare lo que tengas que decir… y espero hallemos algo pronto… esas bayas como tú dices… o lo que sea...
Camino hasta el sendero marcado con algunas hojas y ramitas pisadas y secas sobre la tierra para después girarse y observar a la chica esperando a que lo siguiese. A lo lejos podía escuchar el sonido de lo que parecía ser agua corriendo, tal vez cerca de allí un río se abría paso entre la tierra del bosque; un río de aguas cristalinas que les permitiese lavar un poco aquellas bayas y tomar un descanso además de beber algo para después seguir camino.
-Al parecer nos hemos adentrado bastante en el bosque… sería interesante tener que pasar la noche aquí… ¿no crees?
Permanecer así a la intemperie, dormir en el frio era algo que recordaba de su infancia, si él había pasado por aquellas situaciones pero no por gusto propio, pero podía agradecer de aquello que hubiese aprendido a sobrevivir por su cuenta y hacer lo necesario para lograr su objetivo, incluso si de matar se tratase, aun así, él podría hacerlo.

Se quedo quieta aun molesta por todo lo anterior, hasta que escucho que decía que amenazaba si no ejecutaba, notando que solo su intención era hacerla enojar mas, pero solo se aguanto apretando sus puños ligeramente frunciendo el ceño, mas cuando escucho que volvió a llamarla niña de las plantas,
-N-no…me….- estaba punto de decir que no la llamara niña de nuevo, pero solo apretó los dientes para seguir adelante sin mirarlo siquiera,
-Si… a buscar eso…- pronuncio fríamente, no entendía porque se estaba comportando de esa manera con él, como si le incomodara que se comportara mas en esta ocasión que sabía lo que sentía por él y más que nada le incomodara su fuerte sentimiento hacia Rai sin que el mismo se hubiera esforzado por ganárselo. Comenzó a seguirlo con esos pensamientos recorriendo su mente una y otra vez, hasta que el ruido del agua a lo lejos llamo su atención,
-Pues… yo no sé como volver… pero, quizás mi poder ayude a eso…- pronuncio no pareciéndole para nada interesante tener que pasar por ello, no estaba cómoda y nunca había dormido a la intemperie, así que quizás no se quedaría para intentarlo.
Continuo avanzando saliendo de los frondosos árboles hasta dar con la vista hacia el rio que se encontraba a lo lejos, preocupándose pues que ella supiera eso ya no era límite de la Academia, rápidamente se puso a buscar tales bayas, y así Rai calmaría su hambre.

[Inteligencia 9+3=12]

A lo lejos visualizo tales arbustos, los cuales contenían bayas comestibles grosellas y arándanos los cuales solo debían lavar y comer, para caminar hacia ellas para mostrárselas a Rai,

-Esas de ahí son comunes... y puedes comerlas...- pronuncio señalando las pequeñas ramitas recubiertas de pequeños frutos que quizás solo apaciguarían su hambre por un tiempo -Se supone que en los bosques hay fresas silvestres... pero es muy raro mirarlas, quizás solo encontremos arboles con otro tipo de fruta...- pronuncio buscando mas frutas, pues sabia que con esas no bastaría.

Spoiler:

El miembro 'Aydan Richelle' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'1d20' :

Resultados : 9

Esperando de pie sobre el sendero alzo levemente una ceja al notar como la chica comenzaba a acercarse a él, fruncía el ceño en clara expresión de molestia y parecía verse bastante fastidiada, aunque él no parecía tener la voluntad de ponerse a pensar qué demonios le estaba sucediendo. Luego de uno segundos de silencio la escuchó decir que no sabía cómo volver, pero que tal vez su poder pudiese ayudar en la tarea de encontrar el camino de regreso; la chica no parecía verse muy entusiasmada con la idea de quedarse en aquel lugar y notando esto él solo se dedicó a observar sus reacciones en silencio.
Aydan continuo caminando en silencio hasta que ambos terminaron por salir de la arboleda para llegar hasta un sector muy cercano al río, a unos cuantos metros era posible ver el agua cristalina correr de prisa sin que nadie pudiese detenerla, viajando a su propio ritmo sobre la tierra y las rocas que cubría con su manto acuífero.
Dirigió su mirada nuevamente hacia la ojiverde al notar que ella iba hacia un lugar en específico para después señalarle unos arbustos que llevaban sobre sus verdes hojas unas frutas de colores muy vivos y marcados.
-Ya veo… puede que las haya, pero no es muy conveniente que nos adentremos demasiado, de igual forma puedes confiar en mí para salir de aquí… aunque no sepamos donde demonios estemos…
Se acercó a los arbustos y tomando algunas pequeñas frutas las junto en sus manos para caminar tranquilamente hacia el río, hundiendo los frutos en el agua cristalina, observando cómo esta acariciaba aquellos vivaces colores mientras rodeaba sus manos con su fresco manto.
-Listo…
Acomodándose de cuclillas frente al rio se llevo una de las frutas a la boca para después morderla con ganas mientras saboreaba lentamente el sabor de esta, realmente era un gusto salvaje así como a él se le había antojado, aunque en realidad no tuviese demasiada hambre; sino más bien una pequeña molestia que tal vez aquellas pequeñas bayas podrían llegar a calmar fácilmente.
Clavando su mirada en el agua cristalina se quedó inmóvil por unos segundos hasta que notó una sombra moverse lentamente del otro lado del río mientras que un bulto regordete se dibujaba sobre el agua de forma difusa. Alzó la mirada lentamente mientras afilaba su visión para detectar del otro lado un animal salvaje que se veía bastante pasivo y despreocupado.
-Aydan… mira eso…
Susurró a al ojiverde que se encontraba cerca de él mientras levantaba levemente un brazo, señalando con un dedo un pequeño venado que pastaba tranquilamente del otro lado del río, de forma despreocupada se alimentaba mientras ignoraba totalmente que dos personas pudieran estarlo viendo atentamente.

Spoiler:

-Bien, confiare en ti…- pronuncio no muy convencida de lo que estaba diciendo, pero sabía que en realidad si depositaba una fuerte confianza en él, pues normalmente no se hubiera adentrado en el bosque que algún chico que se comportará de la manera en la que él lo hacía.
Miro como él se acercaba a los arbustos que ella había señalado, para mirar como tomaba algunos frutos los cuales fue a lavar con el agua fresca del rio,
-Está muy helada, no?- pregunto temiendo porque sus manos se congelaran solo en lavar aquellas frutas, era otoño y era normal que la brisa del viento fuera demasiado helada, aunque notando que realmente pareció no importarle comenzando a comerlas con tranquilidad, para distraer su mirada en uno de los arbustos que cruzaban el otro lado del rio, notando que se encontraba de pie un pequeño venado, escuchando que también Rai lo había visualizado,
-Si… es tan pequeño… quizás su madre estará cerca…- pronuncio en voz baja con un aparente asombro como si aquella criatura fuera milagrosa, realmente le encantaban los animales, y más si eran indefensos, solo se quedo observándolo con atención con una suave sonrisa, intentando no moverse mucho para espantarlo.
-Nunca me había tocado ver uno… solo conejos, ardillas y aves…- agrego recordando que a las orillas del bosque era lo que siempre había, sintiendo que en ese momento toda su amargura había desaparecido, aquel animalito le había alegrado el día por completo.