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Ficha de Caleb Peaceland
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Ficha de Caleb Peaceland
Nombre: Caleb Peaceland
Nombre clave: "Psyclops"
Edad: 16 años (13 de Sept de 1995)
Sexo: Masculino
Estilo de poder: Físico
Poder: Visión láser o Visión psiónica
Personalidad: Reservado, discreto y se lleva bien con todos de una manera única, también se preocupa por aquellos que están en su circulo de confianza. Tiende a seguir a las personas como si estas no lo pudiesen ver, aun cuando le huyen el corre detrás pues le agrada sentir que puede protegerles ya que en cualquier momento "podrían" recurrir a su ayuda. Es un poco inocenton y despistado cuando se le trata más a fondo, le es imposible leer sin quedarse dormido, cosa que le acarrea malas notas o reportes con sus superiores, a pesar de esto ama escribir sus propias historias, se dibuja a si mismo y a sus amigos como super heroes. Es muy raro ver o saber que Caleb se ha irritado o enfadado con alguien, ni siquiera el sabe como podría reaccionar pero le aconsejan experimentarlo de a ratos pues un despliegue total, mas ese poder, podría destruir cimientos y lugares a su alrededor. Por suerte es y le consideran easy-going.
Historia: Caleb fue consevido por la unión perfecta de una pareja muy enamorada desde sus tiempos joviales, su padre y madre pertenecientes a un linaje de magnates y aristocratas que casualmente se conocieron en una obra teatral en Tokio, ciudad natal de su progenitora Hideko Murakami, quien ha demostrado ser una excelente maestra kendoka, entre otras artes que oculta a su familia. Durante la ausencia de su esposo, Hideko entrenaba a su pequeño hijo para transmitirle los conocimientos que han pasado de generación en generación en su familia, descendientes directos de samurais (detalle del cual el abuelo de Caleb orgulloso).
Su padre, Carlyle Peaceland lo educó la mayor parte del tiempo para comportarse como un caballero y llegado el día en que conociera a una dama, la desposara y viviera feliz con ella para entregarle nietos. Detalle que alarmo a quien fuera el pequeño Caleb, pues a su edad no apetecía relacionarse y mucho menos pensar en tener una familia. Con el paso de los años y años, sus padres continuaron una larga espera para que su único hijo se enamorara, desafortunadamente, cada vez que este lo intentaba se rendía en la mitad de una relación pues no lograba sentir atracción por nadie, prefirió mantenerse puro y casto para tener una mente sana y fuera de distracciones; prefería conocer, acompañar a las personas, escucharlas y aprender de quien fuese. Ambos padres de Caleb comenzaban a perder las esperanzas pues ya no pudieron tener más hijos, y siendo Caleb el único.
En un día de invierno, llegaba de una exposición de arte a su gran casa y se encontró con cantidad de gente que lo felicitaban y estrechaban su mano, pues habían arreglado una boda para él y la hija más bella de una familia amiga de los Murakami que ni siquiera Caleb conocía, una joven hermosa de finos rasgos orientales que congelarían la mirada de cualquiera, incluso de Caleb, este dejó caer algunos souvenirs que llevaba consigo; Lo siguiente en su memoria fue verse a si mismo frente a un espejo alargado a lo alto, con un traje grisaceo y plateado, un hombre de mediana estatura ajustaba la bastilla de su pantalón. No podía creer que en realidad se casaría a sus recién cumplidos 16 años de edad, aquella chica aparentaba no más de quince, sin embargo ambas familias estaban felices por la futura unión. En su mente solo cabía la pena, incertidumbre y el miedo, pues había sido cuidadoso toda su vida y a causa de un capricho de sus tan amados padres, ahora tendría que echar sus metas por la ventana. "Ni siquiera siento cariño..." se dijo, confundiendo al sastre que pensó que le hablaban a él. Posó su mirada en el espejo, viendose fijamente... inmediatamente se arrancó el moño plateado, salto del cajón sobre el que le trabajaban su bastilla y corrió fuera de una carpa blanca; se encontraba en un parque muy bello y frondoso, decorado con lazos floreados y otros colores chillantes que le provocaban ardor en los ojos, no podía ver por unos momentos. Escucho unos pasos sobre el césped y corrió sin rumbo hasta toparse con otra carpa a la que entro tallandose los ojos, la poca luz le permitió ver que allí se encontraba la joven novia, envuelta en lagrimas que le corrían su maquillaje. Caleb se sintió culpable por todo lo ocurrido y huyo del lugar. Pocas horas después se le encontró en el mismo parque, debajo de un puentesillo de piedra en donde remojaba sus zapatos bien pulidos en el pequeño riachuelo. Su padre le acompaño sentandose junto, entablaron una conversación y fue ahí que Caleb comprendió el por que lo hicieron, "por que" era tan importante verlo uniendose en matrimonio con otra inocente a tan corta edad. A su madre le detectaron una enfermedad terminal y no le quedaba mucho, su único deseo era presenciar la boda de su hijo y fue por eso que ni siquiera su padre, de tan galante cordura, se negó a la súbita petición.
Aquella joven que lloraba con un vestido de novia había sido obligada por su familia pues desde tiempos más ancestrales, las bodas eran arregladas y sus antecesoras se casaban a su misma edad con hombres mucho mayores. Caleb no deseaba que fuera así, sin embargo camino hasta el pedestal de madera cubierto por una alfombra roja, sus ojos eran vidriosos y le ardían tanto que sus cuencas se notaban un poco rosadas como si se hubiese tallado con alguna lija. Llegó el momento de la joven novia, que caminaba cabizbaja por la alfombra hasta que se detuvo junto a una persona que tocía sobre su bufanda. Esta niña dejo caer su ramo y abrazó a la mujer, se trataba de la madre de Caleb, Hideko (a quien la joven mujer no conocía), y entre ellas se emanó una luz cálida que al separarse se extinguió. Hideko, la madre, recuperó su tono natural de piel, el singular brillo de sus labios y una sonrisa que atestiguaba un milagro, su enfermedad se había extinguido. Esto no lo apreció Caleb, que se encontraba mirando al suelo con sus ojos casi cerrados, como algunas gotas rojizas e incandecentes caían desde sus ojos hasta la alfombra que humeaba, las sonrisas del público presente se tornaron serias cuando vieron como de los ojos de Caleb se emitían algunos destellos colorados de sus ojos, los cuales se le dificultaba cerrar y fue cuando levanto la mirada al cielo y un temible destello carmesí se disparó al cielo, abriendo las nubes del atardecer luego de aquél desplante de energía, cuya cantidad le agotó y lo dejó caer inconciente.
La mañana siguiente se encontró sobre su cama, con algunos aparatos midiendo su pulso y ritmo cardiaco, su vista permanecía borrosa, percibió la silueta de una hermosa mujer que se enfocaba poco a poco, hablaba con su padre y le entregaba algo en mano, este asintió y la mujer salió acompañada por su madre, quien se miraba mejor, pero un poco inestable por la condición de su hijo. Un par de meses después se encontraba camino a un nuevo colegio donde personas especiales le ayudarían con su problema. Caleb no opuso resistencia, solo pensaba en aquella chica que le devolvió a su madre la oportunidad de vivir una vez más. (Gomen, la resumí lo más que pude)
Datos extra:
Imagen del personaje:
Nombre clave: "Psyclops"
Edad: 16 años (13 de Sept de 1995)
Sexo: Masculino
Estilo de poder: Físico
Poder: Visión láser o Visión psiónica
Personalidad: Reservado, discreto y se lleva bien con todos de una manera única, también se preocupa por aquellos que están en su circulo de confianza. Tiende a seguir a las personas como si estas no lo pudiesen ver, aun cuando le huyen el corre detrás pues le agrada sentir que puede protegerles ya que en cualquier momento "podrían" recurrir a su ayuda. Es un poco inocenton y despistado cuando se le trata más a fondo, le es imposible leer sin quedarse dormido, cosa que le acarrea malas notas o reportes con sus superiores, a pesar de esto ama escribir sus propias historias, se dibuja a si mismo y a sus amigos como super heroes. Es muy raro ver o saber que Caleb se ha irritado o enfadado con alguien, ni siquiera el sabe como podría reaccionar pero le aconsejan experimentarlo de a ratos pues un despliegue total, mas ese poder, podría destruir cimientos y lugares a su alrededor. Por suerte es y le consideran easy-going.
Historia: Caleb fue consevido por la unión perfecta de una pareja muy enamorada desde sus tiempos joviales, su padre y madre pertenecientes a un linaje de magnates y aristocratas que casualmente se conocieron en una obra teatral en Tokio, ciudad natal de su progenitora Hideko Murakami, quien ha demostrado ser una excelente maestra kendoka, entre otras artes que oculta a su familia. Durante la ausencia de su esposo, Hideko entrenaba a su pequeño hijo para transmitirle los conocimientos que han pasado de generación en generación en su familia, descendientes directos de samurais (detalle del cual el abuelo de Caleb orgulloso).
Su padre, Carlyle Peaceland lo educó la mayor parte del tiempo para comportarse como un caballero y llegado el día en que conociera a una dama, la desposara y viviera feliz con ella para entregarle nietos. Detalle que alarmo a quien fuera el pequeño Caleb, pues a su edad no apetecía relacionarse y mucho menos pensar en tener una familia. Con el paso de los años y años, sus padres continuaron una larga espera para que su único hijo se enamorara, desafortunadamente, cada vez que este lo intentaba se rendía en la mitad de una relación pues no lograba sentir atracción por nadie, prefirió mantenerse puro y casto para tener una mente sana y fuera de distracciones; prefería conocer, acompañar a las personas, escucharlas y aprender de quien fuese. Ambos padres de Caleb comenzaban a perder las esperanzas pues ya no pudieron tener más hijos, y siendo Caleb el único.
En un día de invierno, llegaba de una exposición de arte a su gran casa y se encontró con cantidad de gente que lo felicitaban y estrechaban su mano, pues habían arreglado una boda para él y la hija más bella de una familia amiga de los Murakami que ni siquiera Caleb conocía, una joven hermosa de finos rasgos orientales que congelarían la mirada de cualquiera, incluso de Caleb, este dejó caer algunos souvenirs que llevaba consigo; Lo siguiente en su memoria fue verse a si mismo frente a un espejo alargado a lo alto, con un traje grisaceo y plateado, un hombre de mediana estatura ajustaba la bastilla de su pantalón. No podía creer que en realidad se casaría a sus recién cumplidos 16 años de edad, aquella chica aparentaba no más de quince, sin embargo ambas familias estaban felices por la futura unión. En su mente solo cabía la pena, incertidumbre y el miedo, pues había sido cuidadoso toda su vida y a causa de un capricho de sus tan amados padres, ahora tendría que echar sus metas por la ventana. "Ni siquiera siento cariño..." se dijo, confundiendo al sastre que pensó que le hablaban a él. Posó su mirada en el espejo, viendose fijamente... inmediatamente se arrancó el moño plateado, salto del cajón sobre el que le trabajaban su bastilla y corrió fuera de una carpa blanca; se encontraba en un parque muy bello y frondoso, decorado con lazos floreados y otros colores chillantes que le provocaban ardor en los ojos, no podía ver por unos momentos. Escucho unos pasos sobre el césped y corrió sin rumbo hasta toparse con otra carpa a la que entro tallandose los ojos, la poca luz le permitió ver que allí se encontraba la joven novia, envuelta en lagrimas que le corrían su maquillaje. Caleb se sintió culpable por todo lo ocurrido y huyo del lugar. Pocas horas después se le encontró en el mismo parque, debajo de un puentesillo de piedra en donde remojaba sus zapatos bien pulidos en el pequeño riachuelo. Su padre le acompaño sentandose junto, entablaron una conversación y fue ahí que Caleb comprendió el por que lo hicieron, "por que" era tan importante verlo uniendose en matrimonio con otra inocente a tan corta edad. A su madre le detectaron una enfermedad terminal y no le quedaba mucho, su único deseo era presenciar la boda de su hijo y fue por eso que ni siquiera su padre, de tan galante cordura, se negó a la súbita petición.
Aquella joven que lloraba con un vestido de novia había sido obligada por su familia pues desde tiempos más ancestrales, las bodas eran arregladas y sus antecesoras se casaban a su misma edad con hombres mucho mayores. Caleb no deseaba que fuera así, sin embargo camino hasta el pedestal de madera cubierto por una alfombra roja, sus ojos eran vidriosos y le ardían tanto que sus cuencas se notaban un poco rosadas como si se hubiese tallado con alguna lija. Llegó el momento de la joven novia, que caminaba cabizbaja por la alfombra hasta que se detuvo junto a una persona que tocía sobre su bufanda. Esta niña dejo caer su ramo y abrazó a la mujer, se trataba de la madre de Caleb, Hideko (a quien la joven mujer no conocía), y entre ellas se emanó una luz cálida que al separarse se extinguió. Hideko, la madre, recuperó su tono natural de piel, el singular brillo de sus labios y una sonrisa que atestiguaba un milagro, su enfermedad se había extinguido. Esto no lo apreció Caleb, que se encontraba mirando al suelo con sus ojos casi cerrados, como algunas gotas rojizas e incandecentes caían desde sus ojos hasta la alfombra que humeaba, las sonrisas del público presente se tornaron serias cuando vieron como de los ojos de Caleb se emitían algunos destellos colorados de sus ojos, los cuales se le dificultaba cerrar y fue cuando levanto la mirada al cielo y un temible destello carmesí se disparó al cielo, abriendo las nubes del atardecer luego de aquél desplante de energía, cuya cantidad le agotó y lo dejó caer inconciente.
La mañana siguiente se encontró sobre su cama, con algunos aparatos midiendo su pulso y ritmo cardiaco, su vista permanecía borrosa, percibió la silueta de una hermosa mujer que se enfocaba poco a poco, hablaba con su padre y le entregaba algo en mano, este asintió y la mujer salió acompañada por su madre, quien se miraba mejor, pero un poco inestable por la condición de su hijo. Un par de meses después se encontraba camino a un nuevo colegio donde personas especiales le ayudarían con su problema. Caleb no opuso resistencia, solo pensaba en aquella chica que le devolvió a su madre la oportunidad de vivir una vez más. (Gomen, la resumí lo más que pude)
Datos extra:
- Suele teñirse el cabello cada cierto tiempo, su tonalidad natural es rubio.
- Nadie le quita su vicio por fumar a pesar de su corta edad.
- Cada fin de semana prueba su puntería en zonas deshabitadas (utilizando sus poderes).
- Puede controlar la exhalación de su poder psiónico para que este no se active por si solo, pero cuando se enoja no puede contener la emanación/irradiación de energía de sus ojos.
- Le gusta aparecer en las fotos aunque no sean para él.
- No piensa casarse jamás.
- Siempre lleva lentes puestos.
Imagen del personaje:
- Spoiler:
“Soy el lobo feróz” <-Marca de agua...
Caleb Peaceland- Físico
- Poder : Visión Láser
Mensajes : 32
EXP : 37
Fecha de inscripción : 23/06/2011
Edad : 30
Hoja de personaje
MODIFICADOR:
Fuerza: 1
Constitución: 3
Destreza: 2
Inteligencia: 0
Sabiduría: 0
Carisma: 1
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