Despertando

Hacia horas despertó. Se levanto encontrándose en una habitación que no reconocía y con un dolorcillo en el cuello, seguramente donde le dieron. ¿Qué demonios es lo que había pasado? Se pregunto levantándose de la cama y es que lo recordó.

“Oh no…” Dijo en voz baja buscando rápidamente al escocés pero no lo encontró por ningún lado. Espero sinceramente a que no lo hubieran capturado, sería su culpa si Alpin quedaba como prisionero por su culpa. Sintió un poco de alivio al no verlo, hasta que entraron los hombres y arrojaron algo. Sus ojos se abrieron impresionado. Lo primero que miro fue a Alpin semi golpeado en el suelo y casi se le parte el interior.

“Al….Alpin!” Grito sin pensarlo agachándose rápidamente a ver como estaba el joven. “¿Cómo estás? ¿Me oyes?”Lo tomo por la cabeza primero intentando inspeccionar el cómo estaba el estado de este, esperando que no estuviera muy mal. Solo se miraba todo por encima.

Después de un interrogatorio a base de golpizas fue lanzado en el suelo, estaba semiconsciente, podía sentir como le dolían las costillas pero al final no le habían sacado mucha información, quiso enfrentarse y defenderse pero no lo logro, intentaba levantarse pero el cuerpo le pesaba demasiado, fue cuando escucho la voz del menor, a duras penas se incorporo, siendo que el menor le tomaba la cabeza, entreabrió los ojos enfocándose el rostro del menor, alzo una mano para acariciarle la cara, al menos no le habían hecho daño a Milo.

Después de que su respiración se normalizara le contesto con la voz algo rasposa, tenía la garganta algo seca - E-estoy bien... ngh!...ah... tu como estas tu? - le pregunto aun con la mano sobre el rostro del otro, sintiendo algo en su interior al mirarle a los ojos, le apenaba el no haber podido salvarlo del secuestro.

En sus ojos se demostraba la preocupación por el otro y es que no era para menos, Alpin se había metido en algo que no debía cuando intento salvarlo del secuestro y ahora estaba completamente golpeado. Sentía ganas de llorar sin dudas, pero intento aguantarse lo más que puso, sintiendo como se le aguaban solamente los ojos. “Lo siento.” Susurro al pelirrojo sintiendo como todavía le acariciaba la mejilla.

Sin dudarlo tomo la mano de este, acariciándola con suavidad sin dejar de mirarle a los ojos. “No deberías de estar aquí…debería de ser solo yo al que le estuvieran pasando estas cosas.” Su voz era baja pero controlada, no quería que sonara quebradiza en ningún momento.

“Mira como te dejaron…por dios Alpin esto…No debiste de intentar hacer lo que hiciste. Fue demasiado peligroso.”Apretó la mano del escocés y la bajo de su mejilla para comenzar a analizar las heridas que tenía en el cuerpo. “Fue…extremadamente peligroso. Pudo pasarte algo peor.” Chequeandolo.

Suspiro ante los regaños del menor, porque así los sintió, como pequeños regaños, cosas peores le habían pasado en Escocia, ademas no le importaba mucho el haberse puesto en riesgo por Milo, por alguna razón fue así, le tomo las manos entre las suyas mientras cerraba los ojos, sentía el calor de las manos del menor
-No tienes porque disculparte....No digas eso, crees que esta bien que a ti te pasen estas cosas?- A duras penas se levanto y se dejo caer sobre el catre, cerro los ojos, por el dolor en su tórax, mas ningún quejido salio de sus labios.

-Ya fue peligroso y que?... ugh.... crees que dejaría que te llevaran así por así?, perdón pero mis orígenes escoceses no me lo permiten, mejor morir protegiendo lo que quieres a vivir sin haberlo hecho, y estoy bien, solo son magulladuras.... seguro al rato se me pasa - palmeo el colchón para que el otro se le acercara. - Ven... quiero ver si no tienes heridas o algo así -

Sin dudarlo se acerco al chico sentándose en la cama con él. Sabía que estaba medio reclamándole pero era que se sentía demasiado preocupado por él. Su corazón pálpito un poco pero sin importar más se sentó a su lado pasándole la mano por uno de los golpes no abiertos.

“Estas tan lastimado.” Susurro. “Yo no tengo nada, lo más que me hicieron fue lastimarme un poco el cuello con el dardo ese…pero eso ya no importa mucho. Lo importante es que tu estés bien.” Tomo el agua que les dejaron y le sirvió un poco. “La comida no se ve muy buena, pero por lo menos podremos comer un poco…o beber.”

Estaban a la merced de el enemigo, ya no pensaba que los fueran a envenenar o no. Sería una tontería el no haberlos matado antes. “¿Quieres?”

Se incorporo un poco para beber el agua que el menor le ofrecía, se sintió aliviado de que el no estuviera lastimado, ese al menos era algo menos de lo que preocuparse, le acaricio el pelo con suavidad, mirándole de manera amable.- Voy a estar bien.... no te preocupes... ummm no importa la comida, créeme comparada con las artes culinarias inglesas te apuesto que eso es un manjar - Bromeo para animar al menor, quería al menos sacarle una risa.

- A ver..gracias... - tomo el agua y la bebió con calma, para luego sentirse mas aliviado, el agua realmente era refrescante, su garganta ya no se sentía seca, se incorporo mejor sobre el catre, para abrirse la parte superior de su traje, para verse los hombros y el torso, necesitaba evaluar el mismo los daños en su cuerpo, como pensó, tenia unas magulladuras en las costillas y estomago, pero fuera de eso nada mas. - Milo... podrías mojar esto un poco? - rasgo parte de la manga de su prenda, para poder aplicársela como compresa en un golpe en su costado izquierdo que le estaba incomodando en demasía.

Sonrió un poco y sin poder evitarlo se le salió una risa. No quería reírse, pero fue inevitable. “¿Le tienes mucho rencor a los ingleses?” Pregunto sin poder evitarlo, mojando el trapo que le pidió. Se sonrojo un tanto al verlo con las ropas abiertas pero se recupero como pudo y así con las mejillas sonrojadas se acerco de nuevo a el revisándolo.

“Espera, deja que yo mire como esta tu cuerpo.” Sonó pésima la frase, pero era la verdad quería ver como se encontraba sin un doble sentido presente. La compresa la fue pasando lentamente por el pecho del pelirrojo delineando los golpes para relajarlos un tanto. Las heridas abiertas las remojo un poco, y rompiendo algo del trapo improvisado fue poniendo los pedazos en las cortadas para que se contuviera un poco la sangre.

“Si pudiera…me encantaría tener poderes curativos y ayudarte. Pero aun así, parece que algo los frena.” Le dijo con el sonrojo aun en las mejillas intentando no verlo a la cara.

Se sintió aliviado cuando le escucho reír un poco, mientras le escuchaba atentamente, noto como el menor se había ruborizado, y se preguntaba el porque, aunque bueno parpadeo un par de veces cuando dijo que el otro le revisaría el cuerpo, no lo tomo a mal, poco a poco como iba pasandole las compresas por el cuerpo, sentía algo de molestia, aunque cuando puso pedazos de tela en las herida abiertas no pudo no aferrarse a las sabanas con sus manos en forma de puño, buscando de esa manera al menos aliviar el ardor y dolor.

-No es como si les tuviera rencor realmente, digamos que es mi deber como escoces bromear sobre ellos ugh.... eh, poderes curativos?, no te preocupes Milo si me ayudas.- le acomodo los mechones del rostro buscando animarle y hacerlo sentir bien - Sabes un secreto.... mi madre era inglesa... así que soy mitad ingles también.... pero no se lo digas a nadie, sino se reirán de mi - sonrió un poco mientras sus dedos acariciaban la mejilla del menor, a tiempo que sentía como su corazón latía un poco mas rápido.

Se sorprendió al escuchar que su madre era inglesa después de todo lo que le tiraba en palabras a los de aquella nacionalidad. “¿Entonces porque les tienes rencor? ¿Te hicieron algo directamente?” Hasta cierto punto se le hacia un poco bobo el hecho de fuera por la historia en sí, pero en muchos países se ponían a educar a los jóvenes en contra de otras nacionalidades. Díganselo a él, que es montenegrino y sus personas han sido criticadas por siempre estar del lado equivocado desde que recuerda.

Por ello fue que no le dijo nada en contra, pero si quería saber si había pasado algo o solo era por ese hecho. Se sonrojo un poco cuando sintió la mano de este acariciándole el rostro, levantando los ojos para mirarlo a los azules. Después, sin pensarlo bajo rápidamente la mirada con un sonrojo en las mejillas, moviéndose la mano por la que le acaricio para quitársela un poco, no de mal modo, si no por la vergüenza que le dio el hecho.

“Ya solo falta tu espalda. ¿Puedes voltearte?” Pregunto con suavidad, esperando a ver si podía hacerlo o el tendría que ayudarle y ponerse tras de el.

La pregunta lo tomo por sorpresa pero no importaba, necesitaba tener rencor a los ingleses, en realidad no, pero ciertamente, si se había topado con alguno de ellos que eran bien estirados, que le despreciaron por ser escocés, si a veces algunos ingleses se creían mejor que cualquiera de los otros países que componían el Reino Unido.

- Pues ciertamente he tenido algunos roces con varios ingleses, lamentablemente esos ingleses dan mala fama a los seguramente pocos ingleses decentes que existan en Inglaterra- su mano se vio apartada por el menor, haciéndole bajar un poco la mirada ante tal acto, claro que cuando le pidió voltearse, el simplemente lo hizo sin reprochar, esperaba que el la parte trasera no tuviera tantas magulladuras como las que tenía en el tórax.

-Así está bien Milo?- le pregunto mirando por sobre su hombro al menor esperando una respuesta por parte del menor, aunque aun no comprendía porque su corazón se aceleraba al ver las mejillas sonrojadas del otro.

“Oh comprendo.” Entonces por eso era. Se sonrió un poco, no era nada malo, solo era…un conflicto menor, si es que se le podía llamar así. “No es malo, en donde vivo hay países que aun miran mal a los serbios. Por eso no me extraña mucho. Bueno, solo un poco, pero porque no me gusta el que las personas se odien entre si.” Se acerco a su espalda aun con la cara quemándole, y comenzo a pasar el trapo por su extensión limpiándole.

“Casi no te paso nada en la espalda. Se mira…mejor que el frente.” Y hasta cierto punto, la espalda de Alpin le estaba gustando un poco. Sonrio algo sin dejar de pasarle las manos por la extensión con una suavidad única, para después soltar el trapo algo.

No se dio cuenta cuando sus dedos comenzaron a acariciar la piel de este, delineando con suavidad los moretones que tenia. “Te dieron muy duro. ¿Verdad?” Le pregunto con algo de arrepentimiento en la voz.

Le escucho hablar de los serbios y eso le trajo muchos recuerdos sobre los conflictos anteriores que se tuvo con los dichosos serbios, claro a nivel mundial cuando hubo la segunda guerra mundial, andaba pensando en todo lo leído y lo que ocurrió durante aquella guerra, divagando en sus pensamientos hasta que escucho nuevamente la voz del menor, que parecía algo mas aliviado de que su espalda no tuviera tantas magulladuras.


- Si, creo que prefirieron atacar puntos blandos - comento, no obstante cerró los ojos al sentir los dedos rozar su piel, delineándole los moretones sobre su piel, que se erizo rápidamente al mismo tiempo que su corazón se disparaba en un frenético latir, ahora entendía porque latía así, era por el menor, solo por él, se giro para responder al ojiverde.

-Si... pero no importa....- Le miro a los ojos, a esos hermosos ojos verdes, antes de acariciarle con la mano la mejilla, mientras comenzaba a incorporarse, semi sentado acerco su rostro al del otro y sonrió de manera amable y tranquila, para luego cerrar la distancia entre sus rostros con un suave y casto beso, los labios contrarios eran suaves, podía sentir como su palpitaciones retumbaban en sus oídos de lo fuertes que eran.

La mano que sostenía el trapo lo soltó de repente por la sorpresa. Sus ojos estaban abiertos por completo, observando los ojos de Alpin mientras sus labios fueron capturados por tales escoceses. No se lo espero, estaba tan concentrado en sus pensamientos que no noto cuando el otro se dio la vuelta y le tomo los labios con esa delicadeza como la que estaba usando con el.

No se pudo mover, tan solo lo miro con los ojos completamente abiertos, con miles de pensamientos cruzándole la cabeza como una fiera. Asi fue como paso todo el beso hasta que Alpin se separo de el. Su sonrojo se intensifico de una manera tan…grande que toda su cara hacia un contraste de navidad con sus ojos (Por el rojo y verde). Su corazón estaba casi desbocándosele por la boca de no ser porque no le podía salir ni una sola palabra.

Tan solo pudo subir sus dedos hasta su labio, tocándoselo un poco por encima.

“A…Alpin…y-yo…” Susurro en lo bajo después de recuperarse apenas un 5%, pero aquel 95% se encontraba perdido en lo que había pasado.

Iba a decirle que todo estaba bien y que no tenia porque decir algo, fue allí que tomo una mano de Milo, mientras le miraba a los ojos verdes del menor, no sabia que ba a suceder, pero si tenia certeza de una cosa, no iba a separarse del menor.

- Milo.... quiero decirte algo importante - dijo a tiempo que acariciaba la mano del menor - pasar tiempo contigo... ha sido maravilloso...- una opresión en el pecho emergió en el, sin saber el porque, o mejor dicho su causa, era como si presintiera que algo iba a suceder. - quería decirte que..... creo que me pasan cosas contigo! - dio un ligero apretón a la mano del menor, como si este pudiese esfumarsele en cualquier momento.

Las mejillas del escoces se ruborizaron y sonrió de manera algo insegura, no era una mentira, era cierto que se sentía extraño alado del menor, por lo que la única respuesta era que le gustaba.

Las alarmas de abajo estaban comenzando a sonar. Desde las celdas se podía escuchar como estaban comenzando a entrar hombres en ellas.

Fue asi como uno de ellos se metió de golpe en la de Alpin y Milo. No dijo nada, simplemente se entrometió en esta habitación, amenazándoles con un arma. Se acerco a ellos comenzando a jalonearlos con los dos hombres afuera esperando.

Sintió como el corazón le latió con una fuerza descomunal ante lo que le dijo. No tenia mucho de conocer al escoces, pero ciertamente el sentía mucho nervio al estar a su lado, era como si…supiera que pudieran tener algo juntos. Y aunque sentía como su cuerpo temblaba de nervios había una cierta emoción en el.

“Bu…bueno…” Susurro apenas pasándose un poco de cabello tras la oreja con las mejillas completamente rojas. “Yo…creo que si podría ser…digo…no me eres indiferente.” Fue cuando paso, aquellos soldados aparecieron por la puerta abriéndola de golpe como si fuera saco de boxeo.

Se sorprendió demasiado, no pensó que aparecerían de golpe y menos asi. Sus nervios crecieron descomunalmente al ver el arma en sus manos. Y ellos sin poderes seria catastrófico. Trago duro sintiendo como comenzaban a jalonearlo, separándolo de Alpin. “¡Auch!” Se quejo en voz alta. “¡Alpin! ¡Todo estará bien! ¡Solo no te vayas a negar a nada…no nos harán daño!” O eso es lo que esperaba, sinceramente es lo que esperaba.

Los soldados se llevaron a Milo con ellos, quedando solo uno de ellos con Alpin apunto de atacarlo.

(Este tema se pasa al tema comunal de los encarcelados)