Hello, hello~

Mi Nyu caminaba con la cabeza gacha... todo en su vida era un completo desastre. Crusaders no era la misma desde que varios de sus alumnos se habían ido a la misión en Bulgaria... sobre todo, desde que Seth Raven se había ido con ellos. Resopló en silencio y vagó por toda la escuela sin pensar en llegar en algún lugar en especial. Metió la mano a su bolso y sintió el parche que Ariel le había dado asegurándole que le ayudaría a superar su dolor... pero ella dudaba que pudiese lograrlo, porque la única forma de lograrlo sería que ella se olvidara de Seth... y eso era algo de lo que simplemente Mi Nyu estaba segura que no podía llegar a lograr. Desanimada siguió deslizándose por los estrechos y refrescantes pasillos de la Crusaders... hasta que escuchó una hermosa voz varonil cantar.

Mi Nyu levantó el rostro curiosa y caminó siguiendo la voz... la canción era armoniosa y pegajosa, de hecho ya la estaba cantando en su mente hasta que de un momento a otro realizó en algo... el idioma y la canción le eran sumamente familiares. Intrigada apresuró el paso hasta encontrarse con un chico a la entrada de la Crusaders, de cabello oscuro y apariencia oriental. Debía de ser nuevo.

—Disculpa... pero—se mordió el labio—Eso que estás cantando es coreano.

Mi Nyu sonrió... sonrió sinceramente después de varios días de estar ofuscada y perturbada.

—¡Que descortez soy! —se golpeó en la cabeza—Soy Hwang Mi Nyu y... ¿tú eres....?.

Mi Nyu se sorprendió gratamente cuando escuchó al chico decir "anyeong haseo Redhawk Nicolas mida" pero sus mejillas estaban completamente sonrojadas cuando este la había tomado de la mano y se la había besado. Mi Nyu no estaba acostumbrada a un comportamiento así. El chico tenía un acento curioso, probablemente debía de ser ¿Inglés con raíces coreanas? Mi Nyu agitó su cabeza por dos segundos y le sonrió.

—Un placer Redhawk Nicolas —dijo ella soltando su mano y después inclinándose un poco ante él— Eso significa que sabes coreano ¿verdad?

Mi Nyu sonrió como niña, era genial saber que alguien más en la crusaders hablaba su mismo idioma e incluso puede que tuviera parte de sus mismas costumbres. Mi Nyu vio la guitarra del chico y la apuntó.

—Por cierto... tienes una voz hermosa —dijo sin ninguna pena—. Y la canción que cantabas era muy buena ¿Quién la canta?

Mi Nyu notó que Nicolas se sonrojaba pero no tuvo ni idea del por qué. Lo que más le llamó la atención fue que el chico “Korenglish” había dicho que su voz distaba de ser hermosa y que no podía cantar frente al público. Mi Nyu no podía estar más en desacuerdo con ello, pero cuando realmente sus ojos se salieron de sus cuencas fue cuando dijo que la canción se llamaba “Hello, Hello” y la cantaba nada más ni nada menos que Jang Keun Suk. Rápidamente su mente se remontó a sus días de colegio en su natal Corea y recordó a su mejor amigo a su lado. Sonrió melancólicamente. ¿Por qué no se había quedado en Corea y había seguido secretamente enamorada de su amigo? Por lo menos Keun Suk, era una Hallyu Star y era más fácil asimilar que jamás tendría nada que ver con él. En cambio, ahora estaba en Estados Unidos, llorando en cada esquina por un chico que jamás en la vida se fijaría en ella y miraba a diario… un chico que por más que se esforzara no podía sacarlo del corazón. En cambio seguía enamorada de Seth Raven. Mi Nyu sacudió la cabeza y regresó a la plática del recién llegado a la Crusaders.

—Sí, conozco a Jang Keun Suk. “My precious" es una canción hermosa, ojala algún día me permitas oírla, porque aunque tú digas que no, tú voz es preciosa —Mi Nyu le sonrió y le señaló la escuela—. Supongo que vienes llegando. Si necesitas ayuda, puedo ayudarte a buscar tu habitación.

Mi Nyu levantó una ceja intrigada. Nicolas no era como todos los chicos que había conocido en crusaders, tenía un deje muy fuerte de caballerosidad combinado con un aire de frescura e inocencia. No estaba muy segura de que era lo que hacía que Nick le transmitiese esa paz y esas ganas de sonreír... pero lo hacía, y en esos momentos ella necesitaba de una compañía así.

—De acuerdo —dijo y chasqueó la lengua— pero sólo uno —sonrió y le guiñó un ojo en complicidad.

Sacudió su cabeza y dejó que el viento le refrescara el rostro. Estaban en otoño... a casi nada de que el invierno llegará para blanquearles la vista. Era una época de frio —una época bastante fría de hecho—, en donde Mi Nyu se sentía más pérdida que nunca. Sus ojos castaños buscaron los del chico nuevo y naturalmente volvió a sonreír. Nicolas tenía algo especial en su mirada... y sin dudas ella quería seguir viéndolo ya que por esos momentos no se sentía tan perdida que cuando simplemente vagaba sin dejar de pensar en Seth Raven.

¿Atrevimiento? ¿Cuál? Mi Nyu lo vio extrañada un segundo pero se encogió de hombros y sonrió. No creía que fuese un atrevimiento que ella le contará de su ciudad natal… después de todo, ella amaba sus raíces y hablar de Seúl no era hacerle un favor a Nick-Oppa, más bien parecía que era un favor para ella misma.

—Me parece justo —convinó ella y se le acercó— Hablarte de Seúl es algo que me complacerá mucho. Igual y no creas que conozco mucho porque yo estuve en el orfanato de un convento, pero lo mucho o poco que recuerde te lo contare.

Mi Nyu le sonrió y comenzó a caminar, muy despacio por cierto para que Nick-Oppa la alcanzara y lo pudiera guiar.

—¿Por dónde podría empezar? —se preguntó a sí misma y se llevó un dedo a los labios. Cerró sus ojos mientras caminaba y de repente… se acordó de un día en especial, de cuando tenía 5 años y ella y su hermano Mi Nam eran llevados al orfanato— Desde antes de las cinco de la mañana ya había luz tocando el suelo de Seúl… llovió todo el trayecto en autobús mientras veía interminables campos de arrozales, villorrios, edificios, ríos que nunca cesaban… la costa estaba llena de rocas negras, pálidamente grises, era un espejo que reflejaba el movimiento de las nubes y…

Mi Nyu abrió los parpados de golpe y se sonrojó. Estaba hablando sola como si estuviera a poseída. Se detuvo y miró a Nick-Oppa a los ojos con una infinita vergüenza.

—Lo lamento —se mordió el labio—, se supone que tú querías oír algo así como que Seúl es una ciudad con grandes edificios y con un tráfico muy intenso. Que es una ciudad muy popular, con gente muy cálida e inmensos centros comerciales con comida que puede hacerte desfallecer —Mi Nyu guardó silencio aún apenada y suspiró.

Mi Nyu abrió la boca, pero la volvió a cerrar. La reacción de Nick estaba lejos de ser la reacción que ella esperaba. Cuando él le ofreció el brazo, se debatió en agarrarlo o no, pero al ver la sonrisa que Nick le estaba dedicando, no pudo evitar deslizar el suyo y caminar a su lado como si fueran pareja. Mi Nyu se sonrojó mucho mientras caminaba, pero ella sabía que para Nick ese tipo de trato era de lo más común después de todo, el chico había sido criado en Inglaterra.

Caminó un poco extrañada, pero no puedo evitar preguntarse qué sentiría si el brazo que estaba tomando en vez que el de Nick… fuese el de Seth. Pensar en Seth le nubló un poco la vista pero no dudó en seguir caminando.

—La verdad es que eso de hace rato… fue bochornoso. Lo que sí puedo decirte es que no hay noches como las de Seúl —sonrió con nostalgia y dejó que su mente la volviese a guiar— Las estrellas brillan para todos en esa ciudad, sólo se necesita saber observar. Mirando las estrellas descubrí la infinidad de cosas que perdemos. Las estrellas están allá, tan lejos de este mundo, y sobreviven con su pequeño brillo; y nosotros aquí, tan llenos de momentos, nos sentimos morir cuando algo se termina —cuando dijo la última frase el pecho se le oprimió y la garganta se le cerró. ¿Es qué todo lo que hacía, veía, escuchaba o decía le iba a recordar a Seth?

Mi Nyu bufó un momento y cuando vio que había caminado lo suficiente, se detuvo.

—Mira —apunta a un edificio de varios pisos— ese de ahí, es el dormitorio de los chicos, ya ahí no te puedo acompañar, pero espero nos veamos en cualquier otro lugar de aquí en crusaders —Mi Nyu se soltó de Nick-Oppa e hizo una pequeña reverencia con una sonrisa—. La verdad es que fue un gusto conocerte, me encantaría que me consideres tu amiga y me busques cada vez que necesites algo. Suelo visitar mucho la enfermería, ya que… bueno, mi poder es curar, así que si te duele algo o te pasa algo, no dudes en hacérmelo saber que correré enseguida para verte.

Mi Nyu se sentía muy contenta de haber conocido a un chico como Nick-Oppa, otro coreano. Sonrió feliz y recordó a Marth diciéndole “Chun Kun”. Supuso que ya no sería la única con esa clase de apodos. Se despidió agitando la mano en el aire y se dio la vuelta.