UnInvited [Henrik Érickson.]

Había terminado de desempacar y acomodar todos los papeles en la habitación que había elegido para el, había elegido cuidadosamente la habitación ya que no le gustaba que lo molestaran cuando el estuviera trabajando en asuntos de la firma o de la organización peor al mismo tiempo no estaba tan alejado para no darse cuenta si algo fuera de lo normal pudiera suceder en la mansión, como era costumbre suya no había conciliado el sueño en toda la noche por estar revisando papeles, el abogado se sentía desaseado y eso era una sensación que el odiaba sentir.

Llevo su mano hacia su cabeza pasando sus dedos por su cabello mientras liberaba un suspiro de fastidio, se froto los ojos con sus dedos y decidió dejar los papeles solo por unos momentos y tomar un baño para recuperar energías. Entro al baño que se encontraba dentro de su habitación, encendió la regadera y procedió a tomar un frio baño que lograra ayudarle a relajarse y despertar para seguir trabajando sin que mas estupideces como el cansancio lo detuvieran.

Llego a la Mansión luego de un día aburrido y largo en la Universidad, al parecer no había nadie en la casa, se asomo por las habitaciones de la primer planta y no se encontró con nadie por lo que se subió al segundo Piso de la casa, ahí tampoco había nadie o eso parecía hasta que escucho el sonido del agua corriendo, se acerco hasta la puerta de la recamara de donde provenía el sonido, sonrió ampliamente al ver que era la habitación que el abogado había escogido como su Dormitorio, puso su mano sobre la perilla y al girarla la puerta se abrió sin problemas "Tan confiado para dejar sin seguro...que tonto, Abogado" pensó para si mismo con una ligera mueca de burla.

Entro a la habitación, cerrando la puerta muy suavemente para no hacer ruido, paseo su mirada dorada por todo el lugar viendo el montón de papeles, se acerco hasta un sofá individual, sentándose cómodamente para esperar a que Cassio saliera de la ducha.

El abogado había terminado de refrescarse, procedió a salir le la regadera y colocarse una toalla unos cm abajo del ombligo y procedió a tomar otra toalla para secarse el cabello, se miraba en el espejo y quedo pensando unos momentos mirándose fijamente “El gobierno esta inquieto con los problemas que sucedieron con los mutantes secuestrados en Bulgaria… que tienen planeado hacer… necesito contactar rápidamente a Stevenson que me mantenga informado….” Apretó fuertemente el puño para después dar un golpe fuerte en la pared del lugar, hundiendo levemente la loseta de la pared pensando “maldita sea Tyler… no puedo estar todo el tiempo encerrado en esta estúpida mansión.. tengo cosas que hacer” fue cuando recordó la orden que anteriormente le había dado sobre no abandonar la mansión por ningún motivo.

Libero un suspiro de fastidio mientras gotas aun caían de su cabello húmedo, retomo la toalla y comenzó a sacudirla sobre su cabeza para secar sus cabellos mientras salía del baño hacia la habitación, aun hundido en sus pensamientos y frustraciones no capto que ya no se encontraba solo en la habitación, la toalla tapaba su vista así que camino un poco por la habitación hacia su escritorio para retomar uno de los papeles y seguir leyendo donde se había quedado y con la otra mano daba las ultimas talladas a su cabeza para después colocar la toalla en su cuello pensando “veamos, según estos informes… el gobierno esta buscando promover en plan un contingencia…hmm”.

En eso escucho un ruido algo extraño proveer desde dentro de la habitación, el abogado solo puso una cara seria pero no se movió siguió fingiendo como si no hubiera escuchado o pasado nada mientras de reojo veía su katana que estaba colocada al borde del escritorio, estaba sumamente alerta por si algo desidia atacarlo el estaría preparado para contraatacarlo.

Afilo su mirada, dándole un toque mas gatuno a sus orbes doradas al ver como el Abogado salia de la ducha, cubierto solo una toalla sobre la cintura y otra mas encima de su cabeza, secándose el cabello, los ojos del Europeo recorriendo cada centímetro de la anatomía del chico de cabellos grisáceos que parecía tan sumido en sus pensamientos, seguramente de trabajo, que no le presto atención, ni siquiera reparo en su presencia por lo que solo pudo sonreír ampliamente, pasando una de sus piernas sobre la otra, cruzandolas, esperando que le pusiera atención.

Le observo atentamente, Cassio se puso tenso, debió haberle escuchado- No te preocupes, abogado, tu sigue con lo tuyo y yo sigo observándote -comento con un tono divertido, dejando salir una risa cargada de cinismo e ironía, levantando una ceja- No estas nada alerta, no me decepciones Carroll -su sonrisa se dibujo de lado, maliciosa y llena de burla- Por cierto, que buen cuerpo -menciono sin ningún tipo de pudor, como siempre era, directo y sin ninguna vergüenza. Cassio parecía estresado, preocupado, aquello solo le daba mas curiosidad.

Miraba fijamente su katana esperando escuchar algún sonido fuerte hacia el para poder reaccionar, pero no paso y para ser honestidad del abogado paso algo mucho peor… escucho la voz de la persona que menos quería ver en ese momento, frunció el ceño mientras pensaba “maldita sea...no me jodas… no tengo tiempo ni humor para lidiar con este tipo” el anteriormente había jurado eliminarlo si este entraba a su habitación pero pro desgracia en ese momento las cartas no se encontraban a su favor por lo que el iba a tener que tragarse las ganas de estrangularlo con sus propias manos, solo pudo intentar tranquilizarse y liberar un suspiro para ni intentar matarlo. Dejo los papeles que tenia en la mano y se dio la vuelta mirándolo de reojo con una cara seria y sin importancia.

Miro al rubio sentado en uno de los sillones individuales que se encontraban en la habitación se sentía observado por el rubio, podía ver esos ojo llenos de pensamientos asquerosos, los mismo ojos que vio en ese sujeto cuando el apenas era un niño, la sangre se su cuerpo comenzó a hervir y apretando los puños intento contenerse para no acabar con el, en voz de orden y sin darle muchas vueltas al asunto le dijo al rubio “lárgate..” en forma seca y seria.

Tomo la toalla que se encontraba colgada en su cuello y la dejo en la silla que se encontraba en el escritorio para después dirigirse al ropero que se encontraba en su habitación procedió a abrirlo y buscar ropa para ponerse, mientras movía la ropa de un lado al otro dijo en tono serio y fuerte “no me escuchaste.. te dije que te largaras” intentando no mirarlo para que el rubio no lo sacara de sus casillas.

Sabia que al menor le invadía la furia con solo verlo, esa mirada de desprecio y odio era el mejor regalo que podía darle al ojidorado, era por esos simples gestos que adoraba fastidiar a Cassio y solo por eso no planeaba detenerse nunca aunque eso significara que su vida pudiera correr algo de peligro. Después de todo, todos morían tarde o temprano aunque Henrik no se dejaría caer sin dar la pelea...dejo salir una suave risa al ver como el chico de cabellos grisáceos intentaba tranquilizarse, reprimir su ira y luego aquella simple palabra cargada de enfado "Lárgate..." había dicho pero no pensaba irse, no ahora que podía tener tanta diversión con Carroll.

Relajo su expresión, apoyando su espalda de una manera mucho mas cómoda sobre el respaldo del sofá, mantenía su sonrisa de lado, observando como el Abogado se acercaba al closet para sacar la ropa que pensaba ponerse, ignoro sus palabras, que de nuevo le pedían largarse de la habitación ajena, desvió su mirada hasta los papeles "Así que por eso esta tan estresado, eh" pensó con algo de diversión, el problema residía en que Cassio no sabia relajarse-...¿Mucho trabajo? Por eso estas tan de mal humor, sabes, lo mejor para evitar el estrés es un buen masaje -menciono en un tono divertido, sin borrar la sonrisa de sus labios. Se sentía constantemente intrigado por ese abogado, tal vez porque no se lo podía follar o tal vez por su manera maniática de pensar.

El abogado movía la ropa que se encontraba en el ropero buscando algo para ponerse, encontrando unos pantalones negros de tela jeans de marca, por lo general el usaba trajes de marca pero como no tenia planeado mas que trabajar todo el día, mínimo pensaba ponerse algo mas cómodo. Miro de reojo al rubio que aun se encontraba en el cuarto frunciendo el ceño y decirle “que aparte de idiota, estas sordo?..” mirando que este no pensaba marcharse libero un suspiro, con la toalla aun puesta tomo los jeans y se los puso de forma rápida dándole la espalda al rubio, pero no pudo evitar que la toalla callera exponiendo un poco la parte trasera del abogado.

Termino de ponerse el pantalón, y tomo la toalla que había caído al piso y se la puso en su cuello, el rubio le había hecho un comentario que el abogado había ignorado en ese momento, cerro el ropero y volteo para mirar que el rubio seguía sentado en el sillón individual. Se acerco a los papeles y respondió de forma seria y corta ya que no le interesaba distraerse y menos con el rubio “.. estoy de mal humor por tener que estar en esta maldita misión todo el día…” mientras tomaba una de las carpetas que se encontraban en el montón de papeles y la abría para empezar a leer el contendió que había en ella.

Había aprendido a ignorar los insultos de las personas, después de todo, en realidad no le molestaban, nunca odiaba a nadie, esos sentimientos no los conocía, mataba porque eran ordenes, no tanto porque lo deseara por mucho asco que le provocaran los humanos, había personas que podían hacer perfectamente el trabajo por lo que el no tenia que mancharse las manos de sangre, al menos no tan a menudo.
- Ni estoy idiota, ni estoy sordo, monsieur Abogado -comento con tranquilidad, con una sonrisa de lado en sus labios, sin dejar de mirarlo, observando como se cambiaba tan rápido que apenas si pudo ver algo de piel, en realidad no estaba interesado en tirárselo, tenia muy claro que ese chico lo que menos tenia era libido.

Le siguió con la mirada, de nuevo se perdía en la montaña de papeles que representaba su trabajo, dejo salir un enorme suspiro. Le gustaba que las personas fueran responsables pero algunos rayaban en lo obsesivo y el claro ejemplo de ello era Cassio- Pues si te consuela, yo tampoco estoy feliz al estar aquí pero tenemos que hacerlo es una orden directa del líder -susurro tranquilamente, era la verdad, tampoco estaba feliz pero tenían que cumplir...Desobedecer a Tyler Black era suicidio.