[Post grupal de evento] Incendio

No duro mucho en llegar al lugar. El calor estaba bastante alto, cosa que hasta llego a darle escalofríos. Se miraba como algunas personas estaban corriendo y como otras como idiotas permanecían en el lugar grabando el incendio.

Fastidiado se acerco primero a aquellos que merecían atención, dígase los que estaban con quemaduras y sofocados por el humo.

”¿Está bien?” Pregunto a una mujer que al parecer tenía el tobillo mal, se apresuro a cargarla en su espalda y llevarla a las afueras del bosque.
Su mirada rápidamente viajo a donde habían más personas que necesitaban ayuda y como habían estudiantes que llegaban corriendo a socorrer o a ayudar con el apagado del incendio.

El aviso que recibió la alertó y rápidamente llegó al lugar del incendio.
Buscaba y buscaba por entre el fuego alguna persona que quizá se hubiere quedado atrapada, pero los pensamientos de las asustadizas gentes se entremezclaban y no lograba distinguir realmente quien necesitaba verdaderamente ayuda.

De repente la infantil voz de una niña le hizo adentrarse entre las llamaradas, era peligroso pero no tanto como estar allí en medio sin poder salir, así que cuidadosamente la sacó en brazos, no fue difícil encontrar a la madre pues esta no solo la llamaba a gritos sino que también la aclamaba pensando.
Muchas otras personas iban y venían sin control alguno, un gran caos se formó y el culpable aún no se encontraba, podía intentarlo.

Vigilante de no escuchar más súplicas provenientes del interior de alguna concentración de flamas buscaba la mente responsable de aquello, no debía de andar muy lejos si es que seguía allí, por lo que debía aislarse de todo el lugar.
- "¿Dónde...? ¿Dónde estás...?" -se repetía pensando una y otra vez.

Ahora solo quedaba que se encontrara con el resto de alumnos de Crusaders pero.... ¿Cuánto más tardarían?

Shiro recibio la llamada de auxilio de la direccion, si bien aun estaba temeroso de utilizar sus poderes, no podia dejar de lado una llamada de peligro, muchas personas podrian estar en problemas, aunque sea podia tratar de hacer algo para salvar a la gente, miro como el bosque ardia en llamas y como la gente corria despavorida, tambien diviso a varios alumnos de la academia que estaban evacuandolos, se acerco hacia el fuego que se estaba expandiendo, el calor le estaba afectando mucho, pero no podia dar marcha atras, se acerco hacia un niño que estaba cercado por un circulo de fuego junto a su perro, Shiro se abrio paso hacia donde estaba el niño

Te encuentras bien?...- dijo el peligris con una suave sonrisa- no te preocupes yo estoy aqui para salvarlos...-

Salvame por favor, tengo miedo...- el pequeño niño tenia a su perro entre sus brazos y se aferro al mayor- no quiero morir aqui, quiero a ver mi mama y mi papa-

Los veras, asi que no te pongas triste... yo los salvare... - se moria de calor, el estaba acostumbrado al frio,asi que estaba en una ligera desventaja, esperaba que alguno de sus compañeros del instituto se dieran cuenta de su presencia para poder rescartarlos, cargo al pequeño niño mientras trataba de escapar del circulo del fuego, pero el circulo se hacia mas estrecho, imposibilitando las cosas para el peligris, debia de pensar en algo antes de que el niño y su perro empiecen a asfixiarse-

Después de dejar a la mujer en un lugar seguro, regreso rápidamente a donde estaban los demás, poniéndose en pos de ayuda. Se acerco rápido a donde estaban unos, mas impresionados que otra cosa, para ayudarles e indicarles por donde debían de irse. Claro hasta que escucho como un grito sono un poco mas entrado el bosque. Corrió con el corazón a mil por hora, llegando hasta donde estaba una mujer señalando frenéticamente un círculo de fuego.

Ya al mirar dentro, visualizo a uno de sus compañeros encerrado en este, con un pequeño niño a cuestas. “Demonios” Se dijo a sí mismo, mirando rápido la mejor alternativa que tenia para ayudarle. Fue cuando en su campo de vista paso un chico que manejaba el elemento agua, el cual corría rápido intentando a minorar las llamas junto con los demás de su estilo.

”¡¡HEY!! ¡Por aquí!” Le dijo haciendo que el chico rápido desvaneciera una parte de las llamas. Tan solo paso eso, Terry se metió rápido y jalo a Shiro de adentro, sacándolos a los dos lo mas rápido posible.

”Shiro, saca al chico de aquí y después ven y trata de usar tu poder. ¿Eres elemental no? ¡Puede servir!” Menciono rápido dejando al de pelo gris donde estaba para ir a ayudar a más personas en las cercanías.

Estaba completamente absorta en sus pensamientos, buscando el foco principal o al menos al culpable de todo aquello cuando una voz la llamó, casi era inaudible pero esta le pedía que le ayudara, era algo difícil pues no era la más indicada en cuanto a resistencia física se trataba pero buscó la manera de encontrar una ruta de escape.

Observaba como los árboles completamente chamuscados caían delante suya, detrás tenía a Nisheida, un conocido aunque bien poco tratado (como la mayoría realmente). Poco sabía sobre él aunque esos momentos no eran los más propicios para enteblar conversación, podía notar como una pequeña niña se encogía entre sus brazos, sudaba sin cesar y su respiración ya era muy seca, debía hacer algo rápido pues su ahora compañero tampoco parecía aguantar mucho más aquellas elevadas temperaturas.

- ¿Huh? -fue lo único que dijo la rubia para quedarse mirando fijamente a un punto perdido del bosque. Acababa de escuchar unas voces, seguramente provenientes de la mente de alguien pero estas parecían indicar que era un lugar seguro, así que casi sin voltear a mirar al ojiazul le indicó que le siguiera.

Caminaba dificultosamente por las todavía y afortunadamente no quemadas plantas forestales, siguiendo los ecos de aquella voz que escuchó, de vez en cuando giraba bruscamente, pues esta se presentaba en otro lugar, pronto llegaban a una pequeña concentración de gentes que huyeron junto a un equipo de personal sanitario y el cuerpo de bomberos.
Viendo como el rubio dejaba a la joven niña con los médicos acompañada de su madre no pudo evitar esbozar una leve sonrisa, se sentía orgullosa de que por una vez su poder no era tan inútil como creía.

Estaba a punto de marcharse hasta que escuchó de nuevo una voz, esta no pedía ayuda sino que se regocijaba de lo que ocurría, sí, era aquella voz que momentos antes intentó localizar pero no encontraba, el responsable de todo aquello.
- Tú... -susurraba Dellaila mientras mentalmente intentaba comunicarse con aquella persona- Eres el responsable, ¿verdad?

Solo risas resonaban en su mente, aquella persona ignoraba todo el daño que acababa de provocar. Inconscientemente la telépata se adentró de nuevo en el incandescente bosque, algunos de los bomberos que allí estaban trataron de impedírselo pero no les dio tiempo a reaccionar.
Dellaila estaba decidida a dar con el culpable, sin importarle los consiguientes daños...

El calor era insufrible, gotas de sudor caían por su frente de forma casi interminable y su respiración se mostraba muy agitada. Por su poder no había podido hacer más que ayudar a las personas heridas a salir de aquel infierno.
Miró el bosque desde los límites del mismo, aquel rojo intenso… Corrió nuevamente hacia él, para brindar ayuda a sus compañeros. Rápidamente visualizó a dos niños que yacían en el suelo con quemaduras aparentemente graves, ambos parecían estar desmayados. Los cargo uno que en cada hombro y se dirigió hacia donde se encontraban los cuerpos médicos.

Una vez se aseguró que serían atendidos de forma urgente, se dio vuelta dispuesto a seguir con el deber que le era correspondiente como alumnos de Crusaders.

A lo lejos pudo ver a Della, por su expresión podía deducir que está intentando hablar mentalmente con alguien, se acercó a ella con rapidez y llamo su atención tomándola por el hombro.

-¿Encontraste algo importante?- le preguntó, a sabiendas que ella era la que mejor podía ayudar a encontrar a quien había hecho todo aquello.

El llamado habia corrido por toda la escucela y pequeños copos grisaceos se colaban por cada una de las ventanas de esta...anunciando asi la catastrofe que nadie se esperaba pero que todos temian, un incendio se habia apoderado del bosque. Las clases fueron suspendidas, las gente del pueblo gritaba y nosotros, debiamos ser los heroes...sin quitarme el uniforme corri a toda prisa por los pasillos hasta encontrarme fuera del instituto. Corri sin parar siguiendo el humo y despues de un rato estaba ahi, frente a el caos y el calor infernal del bosque en llamas.

"maldicion esto podria llevar horas!" pence corriendo hacia uno de los extremos del lugar.


Estando ahi dibice a lo lejos, a dos de mis compañeros los cuales hablaban de una forma nerviosa y apurada, pero...decidi algo que tal vez fue atrevido, adentrarme al bosque sola y enfrentarme a esto de un dolo tajo "bien...aqui van mis fuerzas" pence para inmediatamente concentrarme y con una aspiracion profunda posar mis ojos en el cielo, sintiendo una precion enorme en mi pecho y como mis ojos brillaban al hacer que nuves se comensaran a formar y asi con unos cuantos rayos, comensar una mini tormenta con mucha agua de por medio.

-vamos!- grite soltando aun mas mis poderes.

Al escuchar el llamado el recien ingresado se decide a acercarse al bosque, no lo tomo problema llegar ya que el humo se avistava a kilometros.

En cuanto llega nota el panico total de la gente mientras los alumnos y docentes ayudan como pueden, observa como un pelinegro y un peligris trabaja en equipo con un dominador de agua, con esto razona:

-"Si el puede con eso, tal vez yo pueda hacer algo parecido"-

Se acerca al arbol siendo consumido por las flamas mas proximo, se concentra con todo su pensamiento en la base de la llama.

-Vamos, no puede ser que solo sirva para matar! fuego desaparece, acelerate, lo que sea!

En eso el fuego se consume rapidamente y desaparece, probablemente por que logro acelerar las particulas de oxigeno.

Bien! hasta que por fin sirve para algo, ahora el que sigue.

Continua con el siguiente pero le resulta contraproducente, el arbol termina siendo completamente consumido por el fuego y termina en cenizas.

Mierda! aun me falta mucho, bueno de perdida el fuego se fue, continuare.

Y asi continuo con varios arboles, algunos resultaron salvados, otros calcinados, al final termina muerto de cansancio y se desvanece.

Se maldijo mentalmente mientras corría rápidamente, al llegar al bosque ya estaban ahí muchos de sus compañeros, para cuando había escuchado la alerta el estaba regresando a los dormitorios, la distancia y el pánico de las masas de gente le retrasaron aun mas.

Respiraba agitadamente, observando los alrededores, el cielo había comenzado a nublarse y una llovizna arreciaba sobre los arboles envueltos en enormes llamas.
-Mierda...-mascullo entre dientes, el calor no le importaba, de hecho no lo sentía. Se quito la chaqueta que llevaba y arremango su camisa, se acerco a unas enormes llamas, cerro los ojos y aspiro profundamente absorbiendo el fuego con sus brazos, cerrando las manos para lograr esfumarlo, intentando aminorar lo que quedaba del incendio así seria mucho mas fácil apagar el incendio aunque hacer eso le provocaba un ardor en el pecho al que no le dio importancia.

Podía escuchar el crepitar de las llamas comenzando a apagarse a lo lejos, producto de la lluvia pero también alcanzo a escuchar un grito casi ahogado- Aun hay alguien ahí...-se dijo mentalmente, abriendo los ojos, moviéndose con rapidez hasta el lugar de donde provenía la voz. Tenia que salvar a esa persona, no importaba como.

No tardo en encontrarle, era un pequeño niño que lloraba y aferraba en sus brazos a un pequeño cachorro, tenia el rostro lleno de hollín y tosía con fuerza, apenas iba a llamarle cuando vio como un pedazo de tronco incendiado iba a caer sobre ambos, no lo pensó dos veces y se lanzo sobre el, cubriéndolo con su cuerpo, abrazándose con fuerza al niño para evitar que la madera incandescente lo lastimara.
-Esta bien...no te preocupes, solo ya no llores, te sacare de aquí -murmuro con dificultad sintiendo el roce del tronco encendido sobre su espalda le iba a costar un poco, se encontraba débil por el esfuerzo de absorber las llamas.

Con un movimiento gracil, logre nublar todo el bosque, abracando lo largo y ancho de este haciendo al mismo tiempo que la lluvia fuese mas intensa y fria apagando mas llamas. Segui bajando la temperatura logrando que se anivelara un poco con el calor infernal del fuego, sintiendo esa precion en mi pecho un poco mas y como mi cuerpo comensaba a temblar un poco. Estaba acostumbrada a hacer grandes esfuerzos, pero la idea de perder muchas vidas si no lograba apagar el fuego...era horrible.

-vamos....solo un poco mas...- me dije en un susurro sosteniendome con fuerza -eso es!- dije con entusiasmo al sentir que habia logrado una tormenta en aquel lugar que duraria por lo menos dos horas.


Al serciorarme que en efecto la tormenta se quedaria estable, concentre mi atencion a mi alrededor ya que las llamas se habian apagado y los arboles comensaban a caer. Camine algunos metros de donde estaba siguiendo los sollozos de un niño y al estar serca me percate de un compañero que lo atendia algo fatigado, corri hacia ellos sin dudarlo con la lluvia en nuestras cabezas.

-¿Se encuentra bien?- pregunte a mi compañero al ver al pequeño austado -tenemos que sacarlo.....- dije tomandolo del brazo para ayudarlo...estaba casi segura de que era Mark uno que manejaba el fuego.

Cuando Shiro penso que todo estaba dicho, se aferro fuertemente al niño, pidiendole perdon por no haber podido ayudarlo, cerro los ojos y luego escucho voces, abrio nuevamente los ojos , observando que un joven de cabellos negros habia saltado en su ayuda, para jalarlo con el pequeño niño, el circulo de fuego habia desaparecido gracias a la ayuda de otro de los estudiantes

Muchas gracias por ayudarnos Terry-san- lo habia visto anteriormente, por eso lo reconocio, luego escucho atentamente todo lo que le estaba diciendo- no se preocupe, yo dejare al niño en un lugar seguro y me unire con ustedes- Terry tenia razon, tenia su habilidad especial que aun no habia utilizado por el temor que sentia, pero ahora tenia que hacerlo, para salvar a las personas y proteger el bosque, se llevo al pequeño niño en brazos, junto con su perro, para luego dejarlo unos metros alejados del bosque-

Espera aqui deacuerdo? no te acerques al bosque- le acaricio suavemente los cabellos-

Esta bien...- dijo el pequeño que aun temblaba del miedo- muchas gracias por cuidarme y salvarme...- dijo sonriendo calidamente, para correr junto con su perro, hacia donde habian personas que se encontraban evacuadas-

Shiro sonrio ligeramente, despues de todo no traia desgracias a las personas, dio media vuelta y corrio hacia el bosque, hasta llegar hacia donde estaban sus compañeros, el fuego aun estaba expandiendose, asi que extendio sus manos, tratando de apagar el fuego con su aire helado, requeria toda la concentracion de su parte para lograrlo, poco a poco el fuego estaba siendo apaciguado, un circulo de aire helado se expandia dentro del territorio que estaba cubriendo el peligris, si bien no podia apagar por completo el fuego, podia evitar la expansion de este

Una de las cosas que quería hacer o una de las cosas a las que deseaba enfrentarse era a un evento que requiriera de su poder. No llevaba nada en la academia y ya estaba ansioso, pero ¿qué podía hacer con su habilidad que era un tanto limitada? Se la pasaba pensando en que lo único que podría hacer es dominar al resto y formar una especia de ejército para algo “Que estúpido…” pensó cuando eso se le vino a la cabeza por primera vez “No es acción para mí…que aburrido” se dijo la segunda vez que eso le invadió la mente. Era un poco difícil, complicado.

Ese día, cuando escuchó las voces de alarma avisando que en el bosque había un gran incendio, por su cabeza solo pasó una cosa “Los animales” se dijo y buscó a su alrededor una manta gruesa para poder protegerse del fuego si era necesario. Debía controlarlos a ellos y hacerlos evacuar el bosque. Corrió con la manta bajo el brazo y se encontró que ya muchos estaban ayudando en el desastre –Vaya que rápidos son- susurró y se puso la frazada encima avanzando hacia el bosque, pero no se internó, sino que comenzó a buscar si había algún animal cerca. Se llevó dos dedos a la boca y emitió un chiflido agudo para ver si se le acercaba alguno. Entrecerró los ojos y vio que había unos cuantos ciervos corriendo entre las llamas –Maldición…está demasiado peligroso entrar- dijo y comenzó a buscar una forma ‘segura’ de ingresar y contactar con esos animales que corrían desesperadamente por el bosque. Miró hacia sus compañeros, buscando alguien que lo ayudara…alguno que controlara el fuego o el elemento agua…si había alguno no necesitaba avisa, ellos lo verían e iría a ayudarlo. No solo las personas eran importantes, sino que también la fauna de ese lugar.

Se dispuso a avanzar con cuidado, mirando por donde pisaba y también hacia arriba, pues las ramas caían y no solo eran pesadas, sino que también venían totalmente ardientes. -¡AH!- gritó cuando una calló muy cerca de dónde él se encontraba, se quedó estático y un poco asustado, con el corazón en una mano y la respiración detenida. “No…no…debo continuar” se dijo armándose de valor volviendo a dar un paso hacia adelante –¡Oigan!...¡ciervos!- les gritó a los animales que ya los tenía cerca. Uno de ellos se dio vuelta y Hunter de inmediato fijó sus ojos en los contrarios “Saca a todos de aquí, corran hacia el río y síganlo hasta el lago” dijo con su mirada y de inmediato el animal se giró hacia su manada y comenzaron a correr en línea hacia algún lugar que seguro era el camino hacia el río.

Comenzó a sentirse un poco mareado, el humo le estaba afectando la visión y el calor lo sofocaba “Vaya lío en el que me vine a meter…seguro salgo de aquí a la rastra…a costa de alguien más”. Se llevó una mano a la boca y cerró los ojos por un momento “Debo salir…p…pero… ¿y…los…otros animales?” pensó y volvió a mirar a su alrededor, pero cayó de rodillas –No debí entrar sin ayuda…seguro me vendrá un reto- susurró y trató de incorporarse “Vamos, hay que seguir adelante” se cubrió la cabeza con la manta y avanzó tambaleante buscando más animales a los cuales ayudar, pero al parecer los más pequeños habían arrancado y solo los ciervos habían quedado atrapados –Ahora soy yo el que está quedándose atrapado aquí- se giró sobre sus talones para dirigirse hacia un lugar seguro. Comenzó a caminar –Que idiota soy…que estúpido comportamiento…que ridículo pensar que podía entrar solo aquí…- murmuró avanzando con dificultad entre los troncos incendiados, pero luego, sintió que su energía se perdía y se desvaneció, cayendo al suelo –A…ayu…¡ayuda!- gritó esperando que alguien lo escuchara, no podía morir allí…no debía.

La gran rama encendida en llamas se detuvo a unos pocos metros de cabeza para lugo rebotar lejos, miró hacia arriba sin mucho interés, para luego mirar a la mujer en el suelo, a quien acababa de salvar.

-Vamos, la llevare a un lugar seguro.- dijo extendiéndole la mano. La fémina la tomó y una vez se incorporó se abrazó a él de forma casi desesperada mientras lloraba y murmuraba algo sobre su familia. No rechazó el gesto y acarició sus cabellos.

-Tranquila, tranquila ya pasó…-le decía mientras la llevaba hacia la salida del bosque. El gran campo de fuerza invisible a su alrededor extinguía las llamas a su paso. Una vez sacó a la dama de peligro volvió a internarse en el bosque. A diferencia de sus compañeros de academia, el se mostraba tranquilo, nada de aquello podía dañarlo, por lo mismo se daba tiempo para ver quien necesitaba ayuda urgente y así dejar el resto a los demás.
Escuchó un grito de ayuda, sin agitarse demasiado se dirigió al lugar encontrando a un pequeño niño cubierto con una manta. Hizo un ademán con su mano haciendo que el campo de fuerza se deshiciera.


-¿Estas herido?-Le preguntó de forma inmediata, poniéndose frente a él tomadolo de los hombros e inmediatamente el campo volvió a formarse, aislándolos del calor, el humo y las llamas.

Un sentimiento de alivio invadió el pecho del chico al ver que una de sus compañeras se acercaba a ayudarle, dibujo un esbozo de sonrisa en sus labios- Estamos bien...solo hay que sacar al niño -se levanto del suelo con la ayuda de la chica, tomo al niño en brazos alejándolo de los restos consumidos que habían dejado el incendio.

A pesar de que el incendio ya estaba siendo controlado, el humo dificultaba un poco la respiración y el bosque seguía siendo peligroso, se tenia que sortear algunos arboles quemados que caían y evitar los trozos de madera ennegrecida que cubrían el suelo.
-...Muchas gracias por la ayuda, señorita...Clow! -tardo un poco en recordar el nombre de la chica, apenas comenzaba a conocer a sus compañeros y dada la peligrosa situación, no era hora para presentaciones cordiales, solo quería ser agradecido con la persona que le había ayudado.

El aire caliente invadía sus pulmones. Polvo, cenizas, pasado que se desvanecía en las lenguas ígneas y las miles de voces a su alrededor. Tal vez era gente atrapada, o tal vez, las llamas del bosque, que parecían susurrarle burlonas.
Aunque, lo más probable, es que todas aquellas voces, las estuviera escuchando en su propia cabeza. Jadeó con una sonrisa que mostraba sus característicos colmillos levemente afilados, una característica propia natural.
El incendio le había pillado disfrutando de un dulce Dango por las cercanías del bosque. Y el olor a quemado más la luz característica le indicó que no era una imaginación. Chascó la lengua.
-Maldita sea -Murmuró llevándose el pinchillo a la boca con un gesto pasota- Ya nadie puede tener su propio culo en paz.
Dicho esto, empezó a correr mientras masticaba los restos de su dulce. Imaginó que no sería el único loco, suicida o inepto que se adentraría al bosque por ayudar. Era lógico: Si lo hacía él, seguro que muchos más lo habrían hecho antes o al mismo tiempo.

Pudo distinguir de vez en cuando la voz de algún compañero de la Academia, pero simplemente, decidió no escuchar sus preguntas al aire y seguir corriendo. Era difícil ver, respirar, actuar sin el riesgo de quemarse. Y sin embargo, en sus labios se dibujó una amplia sonrisa.
"Esto existe" Se dijo a sí mismo "Existe igual que el riesgo, el fuego, la asfixia, las voces, cada glóbulo moviéndose con velocidad y violencia... Aquí tu existencia, Raven"
Se vio obligado a frenar por un árbol que se interponía ante él en llamas, cubriéndose ligeramente de su luz, bufando. La adrenalina palpitaba en sus sienes de tal forma que, por azar tal vez, le hizo oír una voz a un tiro de piedra.
-Hm? -Una silueta agazapada, sin fuerzas, yacía en un rincón.
Llevó sus manos con filosofía a los bolsillos del pantalón y caminó a pasos demasiado tranquilos para el ajetreo de su alrededor. Se trataba de una pobre anciana, que se cubría con su chal intentando protejerse de las llamas, tosiendo levemente. Alzó sus ojos al peliplateado, que le observaba alzando levemente la ceja.
-Los ojos de cordero conmigo no funcionan, señora -Murmuró con un tono calmado. Se agazapó y la cargó en su espalda como si tomase una pluma.- Agárrese fuerte y enseguida estará fuera. -Afirmó mientras guiñaba su ojo con una amplia sonrisa llena de triunfo.
Y volvió a correr hasta que ante sus ojos se pasearon unas pequeñas briznas flambeantes que caían del cielo cuales copos de nieve. Alzó su vista.

Mariposas carmesíes se encaramaban en las ramas intentando salvarse de un fuego que las carcomía. Bajó la cabeza al suelo ennegrecido y descargó a la anciana.
-Espere un momento. -Cogió la botella de agua que llevaba en el bolsillo y la mojó por la cabeza para calmar un poco el calor.- No tardo nada.
Empujó fuertemente el árbol con tal de derribarlo, haciéndolo caer enfrente de ambos y empezar a agitar las manos a las mariposas.
-¡¡¡Volad, malditas, volad!!! -Maldijo.

Pasado un rato, se encontró saliendo del bosque con la señora. Pudo ver algunas ambulancias atendiendo a otros rescatados. Jadeó descargándola al lado de uno de los vehículos. La anciana, antes de ser atendida, sonrió a Seth con la intención de darle una caricia en la mejilla como si de su propio nieto se tratara.
Mas, antes de que se diera cuenta, Seth se alejaba ya de las ambulancias, con la respiración ronca por culpa del humo, algo cansado y sucio.
No había agradecimiento, porque no hacía falta, ni descanso, pues aún quedaba mucho que salvar.
-Tan sólo ha sido... Un acto menor... -Murmuró para sí.
De su cabello empezaban a escapar pequeñas luces rojizas, mariposas que se habían encaramado en su cabello, escondidas del fuego, después de que Seth las hubiera espantado de los árboles. Y aún quedaban muchas por sacar del incendio.
En silencio, en la soledad de una figura que en cualquier momento podía explotar en una energía completamente abrupta para luego, volverse a apagar.
A menudo, los héroes son desconocidos. Como dijo un pensador, Un héroe lo es en todos sentidos y maneras, y ante todo, en el corazón y en el alma.
Seth volvió a tomar el pulso adentrándose al mar de cenizas.

El movimiento de las alas se convulsionaba levemente. Seth observaba despacio la pequeña mariposa intentando sobrevivir en sus últimos momentos. Todo había acabado. Ya no quedaba nadie en el bosque, al menos, nadie que realmente pudiera necesitarle, si es que alguna vez le habían podido necesitar.
Con su dedo, tocó un poco la mariposa, que se había quedado completamente quieta. Se había desvanecido en su mano, con las alas completamente extendidas. Seth parpadeó dos veces observando los colores rojizos.
-...Perdóname -Susurró.
Notó agua. Una, dos gotas rozaron sus dedos, así como luego en su mejilla sucia por el carbón. Alzó su rostro intentando observar como empezaba a llover, ignorando por completo el aire tóxico que pudiera respirar. Un imprudente, al fin y al cabo.
Pero así se basaban sus gestos, en hacer locuras por simple placer.
-Lluvia... Siempre tan oportuna -Espetó con cierto asqueamiento, llevando su cabeza a algún otro lugar.
Quedando en un contexto donde el crujir de las maderas blandas no venía a cuento. Alzó su cabeza ante el sonido de una rama gruesa que cayó por culpa del trato que había sufrido con el fuego. Y el sonido augmentaba, acercándose.
-¡Oh, joder!

Los chamuscados árboles parecían dibujar el camino de la rubia, siguiendo ese leve eco jubiloso se asustó cuando alguien le sorprendió, Tyler había dado con ella y perdió el rastro, poco después Nisheida estaba advirtiéndole de que era imprudente pero hizo caso omiso, ella había escuchado aquella espeluznante voz y no cesaría en encontrarla.

Una tenue lluvia comenzó a caer en el bosque, sabiendo que solo se limitaba a esa zona seguramente se trataba de un alumno, miraba anonadada el cielo nublado, dejando que las gotas resbalaran desde su frente hacia abajo, absorta en su nada mental con la que conseguía relajarse.
Bajó la mirada a su compañero que la miraba curioso, sacó una pequeña sonrisa y se mostró menos alterada.

- Encontré algo aunque lo perdí... -su tono sonaba decaído. Más bien lo estaba, por una vez se sentía útil y ahora había hechado a perder su oportunidad de demostrarlo.- Deberíamos de salir de aquí, es peligro... -de repente cesó de hablar. Acababa de escuchar unas palabras, mezcla de lamento, ira e impotencia, aquella voz comenzó de nuevo a rabiar y gracias a ello encontró un posible rastro en los nuevos ecos que poseía.

Sin pensarlo dos veces más tomó de la mano a su compañero, le habían dicho que no anduviera sola ¿no? Arrastraba con ahínco al peli azul de su amigo buscando esa insportable voz cuando de repente notó un tirón y cayó hacia atrás. En un principio iba a quejarse cuando de repente un tronco completamente destrozado cayó frente a ellos.
Se asustó bastante y rápidamente volteó a disculparse con Tyler por su imprudencia...

Aydan se aventuro a entrar a lo que parecia un incendio ya disipado, dentro del bosque sentia el dolor de aquellos arboles en su mente y en su propio cuerpo, estaba tan perturbada al acercarse a la entrada al bosque que no sabia por donde empezar para salvar lo poco que quedaba.

Comenzo por brindarle fuerza a las raices de los arboles que comenzaban a marchitarse y desfallecer, la lluvia que comenzo a caer le dio un poco mas de esperanza,

"si, estas plantas solo ocuparan agua y animo para poder volver a crecer" Penso positiva.

Derrepente, miro a lo lejos un chico de cabello gris, a lo lejos, desmayado en el suelo, con troncos a su alrededor, parecia que uno de ellos lo habia golpeado,

-Estas consiente?!- grito a lo lejos, y al ver que el no conestaba, cruzo con cuidado las cenizas y los arboles carbonizados, su mente positiva ya comenzaba a pensar que las cenizas y el agua servirian como abono, ademas de un poco de su ayuda,

Al ver que el no contestaba, se acerco mas, para intentar liberarlo de los troncos con su poder, e intento levantarlo, y espero que el reaccionara

"vamos, vamos... no eres un simple mortal, no te puedes morir asi... no seas debil"

Después de llevar a alguna persona más afuera, se había adentrado de nuevo al bosque en espera de encontrar a un alma más.

“¡¿Hay alguien?!” Pregunto al aire sacándose el suéter y poniéndoselo en la cara para no respirar de lleno el humo que había. Tosió unas cuantas veces, notando un poco como las llamas cedían, cosa que lo estaba dejando bastante aliviado. El agua de lluvia no tardo, supuso que debía de ser causa de un atmosférico, ya que el cielo como lo recordaba era claro antes. Luego de un rato de búsqueda, empapado y algo enlodado, escucho como sus compañeros gritaban algo de que era un lugar peligroso, más cuando pensaba preguntar, un tronco cayo de golpe a su lado dándole con una de las ramas en el brazo. “Demonios.” Se dijo a sí mismo, llegando a la conclusión de que debía de salir de ahí ya.

Sin más preámbulos, se apresuro a salir de ahí con algunos de los jóvenes, que con sus poderes se deshacían de los troncos muertos. En su mente, cierta voz le pedía ser liberado, pero él no quería hacerlo, tenía que salir de esta con sus propias fuerzas y no depender de lo que era Max para poder seguir adelante. ”Un poco mas…” Entre su batalla contra evadir los arboles, las ramas de estos eran los que le daban mas lata, causándole algunos raspones leves. Pero no por eso desistió. Tomándose con fuerza el brazo, salió como pudo de la zona peligrosa, encontrándose con varios de sus conocidos.

Sin esperar se dejo caer sentado en el lodo, respirando por fin un poco de aire fresco.