Dark alley [Alina Himmel]

Andaba corriendo a toda velocidad, puesto que huía de un grupo de ingleses a los que les había echado la bronca, diciéndoles un par de insultos sobre sus costumbres y una que otra cosa pasada de tono.

Como resultado, por mas caballeros que fueran aquellos hombres, mandaron todo al demonio y comenzaron a perseguir al joven para darle un lección, después de todo, no estaba demás darle un pequeño recordatorio al chico escoces de quien mandaba en el reino unido.
El escoces por su parte, agradecía dos cosas, no estar en su kilt y tener unas piernas largas y veloces, caso contrario, medio mundo le hubiera visto todo de cintura para abajo y los ingleses le hubieran atrapado.

Giro rápidamente a un callejón algo angosto y escondiéndose detrás de un contenedor de basura, aguardo esperando que por todos los highlanders no le hallaran, después de varios minutos, al notar nada mas que el ruido de la ciudad, se levanto, es estiro un poco para desentumecer sus articulaciones y cuerpo al haber estado tanto tiempo quieto retraído. "Ufff eso estuvo cerca.... que bueno que tengo piernas rapidas"

Había salido a pasear en la ciudad cercana a la academia, deseaba conocer cada rincón y cada calle, le parecía una ciudad realmente hermosa y aunque tranquila, estaba llena de vida.
Caminó por distintas calles tarareando la canción que escuchaba a través de los auriculares que tenía puestos en sus orejas, era la primera vez que utilizaba su ipod recién adquirido, puesto que había tenido tarea que hacer y además había necesitado cargar el aparato con la música que era de su agrado.
Se detuvo frente a una panadería, todo lo que podía observar en la vidriera se veía delicioso y más aún porque a ella le agradaban mucho las cosas dulces, el aroma que salía de aquel lugar era exquisito. Con una leve sonrisa observó como una madre y su hijo salían del lugar mientras el infante devoraba con ganas una masita de aspecto apetitoso. Caminó un poco más observando el ventanal de un gran restaurante y la llamativa entrada de un café llamado Doux Baiser. Siguió caminando un poco más hasta que al detenerse frente a la vidriera de una tienda de ropas sintió como algo rozaba su pierna derecha, al bajar la mirada observó a un pequeño gatito gris que la miraba mientras le maullaba como si pidiera alimento, no pudo resistir aquel llamado y rápidamente se dirigió a una tienda cercana para comprar una lata de atún. Al volver al lugar no encontró al gatito, sin embargo vio como se adentraba en lo que parecía ser un callejón, seguramente allí habitaba el pequeño animal.
-¿Tienes hambre pequeño?
Alina se acercó al pequeño felino con la lata ya abierta por cortesía de quién atendía la tienda y se agachó colocándose en cuclillas para ofrecerle el alimento, inmediatamente el pequeño animal comenzó a comer con ansias. Mientras observaba como el gatito comía escuchó un ruido, como si alguien hubiera llegado frenando bruscamente, se levantó levemente para observar sobre la caja que tenía enfrente y pudo ver a un chico de largo cabello naranja que parecía esconderse de alguien, solo unos segundos después pudo ver un grupo de hombres que pasaban corriendo en actitud de querer golpear a alguien. Alina se quedó allí en silencio solo observando como el chico actuaba hasta que este salió de su escondite y se estiró largamente.
-D-Disculpa… ¿estás bien?
No sabía ni porque le había preguntado eso, tal vez porque el hecho de que lo estuvieran persiguiendo le recordó a cuando de niña la perseguían por el colegio y por las calles para arrojarle cosas e insultarla de forma gratuita. Se quedó allí algo sonrojada, no tenía porque hablarle después de todo, pero a fin de cuentas ya lo había hecho.

Allí estaba el estirándose cómodamente cuando escucho una suave voz detrás de unas cajas, pensó que se estaba volviendo loco o que la herencia genética inglesa se le estaba manifestando y estaba escuchando un ser mágico o un fantasma, por unos segundos se asusto, para luego sentir como toda la extensión de su piel se erizaba.
Era un callejón, nacido en medio de dos edificios que se alzaban hacia el cielo buscando ver quien alcanzaría el celeste etéreo que se extendía en todas direcciones, se froto los brazos para brindar calidez a su piel que se había alterado por un escalofrió previo, camino de manera tranquila hacia la voz, con la melodía de fondo del ruido de la calle y del gotear de una manguera de aire acondicionado que hacia un charco en un desnivel del suelo del oscuro y algo angosto callejón.

- Hola?... umm si estoy bien.. Gracias por preguntar…. noto detrás de la caja una coronilla rosada, además del delicado perfil de un rostro redondeado y aporcelanado, al parecer era una chica, de manera relajada se acerco hasta quedar frente a la joven, tenía unas coletas y pelo largo de color rosa que le caía, sinceramente era como una frágil muñequita, seguramente tenía un carácter amable y suave, podía decirlo por como las expresiones en su rostro se marcaban y aquel rubor en sus mejillas acentuaban el color de sus ojos.

Parpadeo antes de volver hablar, fue cuando noto que a los pies de la chica había un felino alimentándose de una lata de atún, sonrió de manera amable, aquel gesto era tan considerado para con un animal tan agradable como eran los gatos, se coloco de cuclillas para acariciar el lomo del felino que comía ávidamente el atún, alzo la vista color zafiro a la chica - Es tu gatito?..... o fuiste amable de darle de comer….. es bonito cierto?

Escuchó la voz del chico que decía que estaba bien y agradecía por la pregunta, observó dos segundos más al gatito y cuando alzó la mirada notó que el chico se acercaba a ella para luego sonreír de forma amable y colocarse de cuclillas frente a ella para acariciar al felino que devoraba el atún sin importarle nada más.
-No es mío… pero me miraba como pidiéndome alimento…-bajo la mirada hacia el gatito-… no me pude resistir a eso… aunque, luego…
Era cierto, ella podía darle comida que tal vez llenaría su pequeño estómago por unas cuantas horas pero ¿y luego? El pequeño animalito no tenía un hogar ni tenía alguien que lo alimentase como se merecía.
-Si es muy bonito… debería tener una familia…
Realmente si fuera por ella no habría animales en el mundo que sufrieran hambre o maltratos, los consideraba seres preciosos y puros, no había necesidad de abusar de ellos ni maltratarles en ningún sentido, frunció el seño levemente mientras estos pensamientos transitaban por su cabeza, pero pronto reaccionó al darse cuenta que podría estar ignorando al chico de cabello naranja. Levanto su mirada y cuando sus ojos se encontraron con los de él no pudo evitar sonrojarse levemente.
-¿T-Te estaban persiguiendo?... qué bueno que estés bien…-sonriendo levemente-… no es nada lindo ser perseguido…-su rostro se enserio de repente-… es…
Al darse cuenta de que un mal recuerdo parecía querer aparecer en su mente sacudió su cabeza levemente mientras apretaba los ojos para luego dedicarle una sonrisa al desconocido, por alguna razón le llamaba la atención su aspecto, extrañamente le daba la sensación de que no era americano si no europeo o asiático, de alguno de aquellos países lejanos de donde también había alumnos en Crusaders. El felino que había terminado de comer ahora se mimaba contra su pierna y ronroneaba mientras tanto, Aina observó al felino volviendo a sentir preocupación por su destino; tal vez ella pudiese conseguirle un hogar de alguna forma.
-Ammm Soy Alina...-dijo de repente-... gusto en conocerte.
De alguna forma que ella no supo explicarse el extraño que estaba frente a ella le inspiraba la suficiente confianza para decirle su nombre aunque no era de esperar que por eso el diera el suyo, pero ella estaba acostumbrada a ser amable y educada; así la habían criado sus queridos padres.

Aun quedaba de cuclillas en el suelo, mirando desde allí a la chica que le respondía, era una lastima que animales no tuvieran un hogar, no le gustaba eso, porque sabia bien como sufrían estos seres.
- Si debería tener una familia, es muy bonito.. ademas de amistoso - notando como el minino se mimaba contra la pierna de la chica a lo que sonrió, para luego responderle de buena manera -Si me perseguían.... estoy bien gracias..... y no, no es divertido ni agradable... -

Se levanto cuando la escucho presentarse, sonrió de manera galante antes de tenderle la mano, para un saludo formal -El gusto es mio Alina- le tomo la mano con suavidad y le dejo un cortes beso en el dorso de esta a modo de saludo caballeroso, el podía ser a veces bastante cortes y refinado, mejor dicho cuando quería.

- Soy Alpin.... vengo de Escocia - sonrió con tranquilidad a la pelirosa, después de todo no parecía ser mala persona, le parecía una persona amable y sensible.

El chico pelinaranja se levantó luego de que ella se presentara dando su nombre y procedió a presentarse el también, pero de una forma bastante particular; tomando su mano y besándole el dorso suavemente. Alina solo pudo sonrojarse notablemente mientras se quedaba ahí viéndolo con los ojos como dos platos debido a la sorpresa, nunca la habían saludado de esa forma. El chico se presentó diciendo que se llamaba Alpin y que venía de Escocia “Tal vez esa es la razón de su cabello naranja… se ve bonito” pensó de repente negando luego su pensamiento con un leve sacudón de cabeza. El chico sonreía mientras ella solo pudo permanecer sonrojada y en silencio durante unos cuantos segundos más, no sabía bien que hacer y esto la paralizaba.
-E-Esto… ¿sabes de alguien que quiera algún gatito?... me da mucha pena dejarlo aquí y yo… ya tengo una mascota…
Observó al minino que seguía mimándose contra su pierna, de repente y sin saber porque la imagen de aquel chico enojón vino a su mente ¿Ian? ¿Podría el acaso cuidar bien de un gatito? Parecía ser bastante rudo, pero al parecer le gustaban los animales, tal vez a él podría encomendarle el futuro de tan mimoso animal.
-¿Qué te parece si le buscamos un hogar Alpin?... tal vez algún vecino de aquí cerca acepte quedarse con el…
Miro al pelinaranja por unos segundos y luego volvió a desviar la mirada sin poder lograr que su sonrojo desapareciese, se quería concentrar en el futuro de aquel minino, para que tuviera un hogar que le diera lo que necesitase y para tratar de quitar aquel persistente rubor en sus mejillas.

Noto el rubor en las mejillas ajenas y sonrío otro poco, aunque ciertamente le daba algo de pena haber apenado a la otra con su gesto de caballero cortes.
Después de escuchar las palabras de la otra, simplemente se agacho y tomo con cuidado el minino, a el le gustaban los animales, y la academia era bastante amplia como para que pudiera vivir tranquilo allí, le miro a los ojos y no pudo no evitar soltar una amplia sonrisa, comenzó a a mimar al animalito con gran cuidado.

-Creo que me lo quedare yo... es muy bonito.. y la academia parece un lugar suficientemente amplio como para que pueda divertirse a sus anchas.... o no pequeñito?- junto su nariz con la del minino y la froto con suavidad antes de alejarse del hocico del felino y mover el mismo la nariz como un conejito, antes de mirar a un lado y estornudar.

Después miro a la joven que estaba delante de el y dejo escapar una carcajada tranquila y cristalina, después de todo siempre era mas saludable reír a llorar o dejarse llevar por otras emociones poco productivas.

Mientras esperaba la respuesta del chico clavó su mirada en un charco que había unos pasos más adelante sobre el suelo, claro, después de todo estaban en un callejón. Por unos segundos tal vez llegó a perderse en sus pensamientos cuando oyó al chico decir que él se lo quedaría, levanto la mirada de golpe observando al chico y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios. Se sintió feliz de repente, había sido más rápido de lo esperado y naturalmente ella se alegraba por el pequeño animal que ya había conseguido a alguien que cuidase de él.
-¿En verdad? ¡Qué bueno! –sus ojos parecieron iluminarse-… ahora ya tienes quien cuide de ti… -dijo mirando al minino con mucha ternura-… seguro que si, en la academia hay mucho espacio…
Mientras veía como el pelinaranja trataba al animal y estornudaba de repente para luego reír, sonrió un poco más, pero de repente se quedó unos segundos pensando en aquellas palabras, ¿academia? La única cercana que conocía era Crusaders ¿acaso aquel chico también iba allí? Si eso fuese verdad incluso tal vez eran, o serían compañeros en un futuro. Por alguna extraña razón eso la alegró un más desapareciendo el sonrojo y dejando solo una bella sonrisa en su rostro, si así fuese tendría tal vez la oportunidad de ver al gatito de vez en cuando.
-¿Dijiste academia?... acaso… ¿acaso tu estudias en C-Crusaders?
No estaba segura de ello, por lo que de alguna forma se sintió un poco nerviosa al preguntarlo, puesto que si el chico no fuese alguien con poderes, tal vez se asustaría de ella al darse cuenta de que ella si los tenía, pero suspiró levemente intentando ignorar eso, no era lo más importante; lo más importante en realidad era conseguir un hogar para el felino, y eso ya estaba hecho.

La chica parecía perderse en sus pensamientos cuando sus palabras la trajeron de nuevo al presente, sonrió ante las palabras dirigidas hacia el minino, le agradaba esa niña delante de el, la gente que era buena con los animales eran personas sensibles, cuando le preguntaron de si sobre estudiaba en la academia, se sintió algo perdido, acaso había otras academias mas por el área?

- Si, asisto a esa academia, acaso hay otra por la zona?.... no recuerdo muy bien... tu vas allí también cierto?.... aunque no se... por alguna razón pensé que era así, si he errado lo siento... no fue mi intención confundirte-
Le dijo a la pelirosa de aquella manera excusándose, aunque no sabia, pero intuía que la chica era estudiante, eso significaría que probablemente serian compañeros, claro si sus intuiciones era acertadas, acaricio un poco mas al felino mientras aguardaba la respuesta de la joven

Se sintió algo extraña cuando notó la confusión reflejada en el rostro del pelinaranja, de alguna forma se avergonzó levemente por sus comentarios, observó en silencio al felino mientras escuchaba lo que el chico decía.
-N-No, yo… creo que me confundí sola…-rascándose la mejilla-… discúlpame tu a mi por preguntar eso, en verdad… creo que no hay otra academia por aquí… Yo estudio en Crusaders…-sonrió de repente-… entonces tal vez seamos compañeros.
Dio unos pasos esquivando el charco para salir de allí, no era realmente un lugar muy apto para ponerse a hablar, o más que apto no era agradable. Salió a la calle que pasaba por enfrente del callejón y tomándose las manos detrás de su cintura se giro para dedicarle una sonrisa al chico, de alguna forma darse cuenta que era como ella la había aliviado y le daba la posibilidad de tratar con el más naturalmente; además el pelinaranja se veía muy amable y eso facilitaba las cosas.
-Entonces… tal vez deberíamos conseguir algunas cosas para tu nueva mascota… ¿le pondrás algún nombre?
Dicho esto se quedó esperando al pelinaranja que recién había conocido mientras las personas transitaban amenamente por sus espaldas, realmente la calle fuera del callejón parecía de otro mundo, el ambiente cambiaba notablemente con solo dar unos pasos hacia la luz.

La vio esquivar un charco y salir tranquilamente hasta la boca del callejón, si, realmente no era un lugar muy cómodo para ponerse hablar, vio como se giraba mirándole, aguardándole a tiempo que le decía unas cuantas cosas, acerca a su nueva mascota, no pudo evitar sonreír grande mientras con gato en brazos salia de aquel callejón y se ponía junto a la chica de pelo rosa.

- Ummm creo que antes deberé pensar bien el nombre que le daré, quiero que sea algo especial y si... deberíamos ir a una veterinaria, después de todo habrá que darle vacunas y esas cosas no?... - miro al gatito le beso la cabecita, estaba ciertamente encantado con su nueva mascota.

-Tu tienes ya una mascota?.. creo que lo dijiste o fue mi imaginación?- comento bromeando mientras le tendía el brazo para que caminaran juntos hacia el veterinario.

Observando al pelinaranja notó como sonreía para luego dar unos pasos largos y salir del callejón colocándose a su lado. El chico asintió a sus anteriores palabras expresando que quería darle un nombre muy bonito y era lógico, además de que aquel hermoso gatito se lo merecía. Observó como Alpin besaba tiernamente la cabeza del pequeño animal y no pudo evitar sonreír ante ello, parecía ser una buena persona y la forma en que trataba a los animales no hacía más que reforzar esa idea que ella ya se había formado sobre el chico. Después el chico hizo una pregunta, ella apenas se había dado cuenta pero si lo había dicho, ella tenía una mascota a la cual adoraba completamente. Se sonrojo notablemente cuando notó que el chico extendía su brazo “¿quiere que lo tome?” pensó mientras parpadeaba sin dejar de ver el brazo del otro. Lentamente y de forma tímida levanto su brazo para colocarlo junto al del chico solo recordaba haber hecho eso con su padre, pero con un chico era totalmente diferente; enseguida notó como toda su timidez se le vino encima.
-Amm si… tengo… un pequeño erizo…-clavo su mirada en el piso mientras caminaba-… es muy lindo y lo quiero mucho… s-su nombre es Dill…
Levanto un poco la vista para observar al frente, recordaba haber visto una veterinaria en la zona aquella en la que abundaban los edificios, había pasado por allí antes de llegar a aquel callejón y sin duda esa era una zona casi tan o igual de concurrida que el centro comercial, puesto que en aquel lugar era posible encontrar todo tipo de instituciones.
-C-Creo… haber visto una veterinaria… pero deberemos caminar bastante…
Levanto un poco la mirada hacia el chico se sentía tonta siendo de esa forma pero no podía evitarlo, aunque se hubiera propuesto muchas veces superar su timidez esta siempre le terminaba ganando y más aún con los chicos, era algo que al parecer no podía controlar.

Al parecer la chica era bastante tímida, le pareció algo adorable, en ningún momento dejo de sonreirle con amabilidad, escuchando cada una de sus palabras, trato de imaginar al erizo, mas tendría que verlo para apreciarle por completo. - Dill?... que nombre mas curioso y como es que decidiste ponerle ese nombre? ... y por caminar no te preocupes a menos que desees que tomemos un taxi, no quisiera que te agotaras-

La miro preocupado, efectivamente no deseaba que la chica terminara exhausta, caminaron un trecho mas antes de que el se detuviera y le mirara, para arreglarle una de las coletas por las que caían el hermoso cabello largo rosa - Que dices... seguimos la caminata y nos tostamos un poquito ..... o tomamos un taxi, así no me sentiré culpable de que te despeles por quemazón con el sol y no de insoles o deshidrates- aguardo la respuesta de la joven con paciencia, fijando suavemente su mirada color zafiro en la de la pelirosa.

Escuchó las palabras de Alpin notando como él parecía haberse interesado en su pequeña mascota, pero el erizo realmente merecía aquel interés, a ella le resultaba la cosa más tierna que había visto en mucho tiempo.
-Bueno yo… le puse ese nombre por… por… mi amigo Dylan…-sonrojándose un poco más de lo que ya estaba-… porque es alguien muy importante y... porque me recordaba a el…
Observo las calles bastantes concurridas mientras el chico le proponía tomar un taxi, tal vez resultase la mejor opción puesto que el sol parecía estar realmente fuerte y ella siempre había sido de piel muy sensible a tal imponente astro. De pronto el pelinaranja se detuvo y se le quedó viendo para luego arreglar una de sus coletas mientras seguía hablando, ella solo lo miró más sonrojada aún.
-Ammm si no te molesta… creo que si… -desviando la mirada-…preferiría tomar un taxi… mi piel es bastante sensible y… bueno eso…
Su sonrojo no quería marcharse, ¿qué cosas estaba diciendo?, pero era la verdad, después de todo el había tenido la amabilidad de ofrecérselo y como sentía que realmente era alguien amable sentía que no debería preocuparse mucho por eso.
-Pero no creo que debas sentirte culpable ni nada…-rascándose la mejilla-… gracias por tu preocupación.-volviendo a mirarlo tímidamente-
Terminó por sonreír ante el pelinaranja, de alguna forma le daba confianza, tal vez podrían ser amigos luego de conocerse bien, aunque si no podía negar que aquella mirada sobre su persona lograba ponerla algo nerviosa, aunque en verdad a ella naturalmente ya le costaba mantener cualquier mirada por mucho tiempo, se podría decir que conocía eso de ella misma.

En lo que la joven le contaba el porqué del nombre de su mascota y aceptaba la oferta de tomar una movilidad, para evitar los cálidos pero nocivos rayos del dios Apolo, extendió una mano para hacer para un taxi pero al ver que no pasaba nada, termino llevándose dos dedos a la boca y silbó, en ese momento uno de aquellos autos pintados de amarillo se detuvo y retrocedió hasta donde estaban ellos, de manera cortes le abrió la puerta a la pelirosa, esperando a que pasara, cuando lo hizo el también subió, cerró la puerta y miro a Alina aguardando a que diera la dirección -Muy bien Alina.... a donde es que vamos exactamente? -.

Después de ser dada la dirección al conductor, esbozo una sonrisa a la chica - Y dime de dónde eres?.. Eres nativa de aquí? - se atrevió a arreglar de nuevo la coleta de la joven que se le estaba desajustando - Ya ahora si no creo que se suelte verdad?.. Como lo sientes? - inquirió para saber si ya estaba mas justo aquel lazo

Luego de responder a las preguntas que el pelinaranja le había hecho, observó como estiraba un brazo para intentar detener un taxi, pero al no tener éxito terminó silbando de una forma bastante ruidosa y fuerte que provocó que ella frunciera el ceño levemente. Cuando un coche frenó Alpin abrió la puerta cortésmente, entonces ella le dedicó una pequeña sonrisa de agradecimiento y luego ingresó para acomodarse dentro del asiento. Luego de ingresar también, el pelinaranja interrogó acerca del destino al cual se dirigirían, Alina pensó durante unos segundos intentando recordar en que calle quedaba, pero al no poder lograrlo solo le dijo al chofer el nombre de la veterinaria y este asintió diciendo que sabía dónde se encontraba.
-Amm si… soy de aquí… Estados Unidos… de la ciudad de Albany…
Apenas acabó de decir esto, volvió a sonrojarse notoriamente cuando el chico volvió a acomodarle la coleta, al parecer ese día no la había ajustado lo suficiente y siempre intentaba salirse con el movimiento del viento sobre su cabello, quedando seguramente más floja y caída como para que el chico lo notase; después de un tiempo el chico dejó la coleta que al parecer había quedado bien arreglada.
-Sí creo que… ahora si está bien… la siento más ajustada…-mirando sus manos aún sonrojada-… gracias por arreglarla…
Se quedo viendo sus manos por unos segundos y luego levantó la vista para observar como las calles, tiendas, casas y edificios pasaban velozmente del otro lado del vidrio, después volvió a mirar al chico algo menos sonrojada que antes.
-¿Y tú? ¿De dónde eres?... no pareces ser de aquí…
Dicho esto se le quedó viendo, estudiando tal vez un poco las facciones de su rostro, realmente el no parecía ser norteamericano siquiera, notaba en su forma de hablar un extraño acento que antes no había escuchado, con esto en mente esperó la respuesta del chico algo curiosa de lo que pudiera llegar a decir.

Escucho como la otra le indicaba el nombre de la veterinaria, al parecer ella tampoco se conocía muy la ciudad, una sonrisa apacible se pinto en su rostro mirando a la joven ce cabellos rosas, le escucho, era americana, lo cual le dio curiosidad, aun mas al escuchar que provenía de otra ciudad cuyo nombre no conocía.
Cuando le indicaron que el listón estaba más justo asintió enérgicamente para enfatizar las palabras de la otra, sin embargo la pregunta de la pelirosa le dejo algo confuso, ya que si bien cuando se había presentado le había dicho que era escocés, seguramente los nervios y los ruidos de la calle evitaron que le escuchara allí en el callejón, cuando enfoco la vista para contestarle se vio de cierta manera analizado con la mirada ajena, provocando un ligero sonrojo en sus mejillas y un revoloteante parpadear.

Se aclaro la garganta desviando la vista a otro lado para poder contestarle de manera natural, después de sentirse algo avergonzado. - Como dije anteriormente... soy... Vengo del Reino Unido, pero soy escocés, seguramente mi acento te parece extraño, es el acento británico, aunque claro si un ingles me escucha atentamente notara los toques escoceses que se cuelan cuando hablo.... Debe sonar extraño mi ingles cierto?-comento entre unas suaves carcajadas, mientras sus ojos por unos instantes salían admirando los edificios al pasar, para cuando enfoco de nuevo la vista a la chica se arreglo su coleta, dejando que algunos mechones largos y sedosa de su rojiza cabellera cayeran por uno de sus hombros. - Y dime Alina que cosas te gustan hacer... a mí me encanta leer libros..... Pero más que nada porque soy un curioso sin remedio- pregunto animando a que la chica a conversar, después de todo una charla no le caía mal a nadie.

Casi sin darse cuenta de que lo hacía se quedó viendo al chico fijamente, intentaba tal vez encontrar en su rostro un indicio, aunque se veía complicado, sin embargo su cabello naranja parecía querer indicarle que él pertenecía a un lugar en especial, pero antes de ponerse a sacer conclusiones era mejor escuchar lo que él le diría. Al mirarlo a los ojos notó como él se sonrojaba levemente con una cierta expresión de asombro quizás para luego desviar la mirada. Alina alzó un poco sus cejas y luego de sonrojarse ella también clavó su mirada en las manos que tenía sobre su falda, aun con una leve expresión de sorpresa en el rostro.
Sin desviar la vista de sus manos que jugaban algo nerviosas escuchó como él le contaba de su procedencia y le resultó interesante, ella sabía que Dylan era inglés y era al único extranjero que había llegado a conocer, era sin lugar muy interesante a dudas conocer personas de diferentes países.
-Si un poco… -riendo levemente-… pero suena bonito…
Al levantar la vista notó como él la miraba de nuevo mientras se arreglaba el cabello, aquel cabello naranja tirando a rojizo daba la impresión de ser muy suave, de repente sintió ganas de tocarlo, pero sabía que eso no era para nada correcto, así que solo escuchó lo que él le preguntaba.
-Me parece bien…-sonriendo levemente-… la curiosidad te lleva a conocer muchas cosas y luego te conviertes en una persona instruida y sabia… a mí también me gusta leer, pero yo más que nada…. por las historias… me gustan todo tipos de historias…
Se quedó unos segundos pensando luego de decir aquello, al parecer si había personas que gustasen de leer sin importar de que libro se tratase, solo leer y perderse en aquellas hojas, no pensaba que pudiera conocer personas así pero el darse cuenta de que si era posible la alegraba bastante.
-¿Sabes?... eres la segunda persona que conozco que le gusta leer… eso es un gusto… tal vez podríamos juntarnos un día… a compartir un buen libro…-dedicándole un alinda sonrisa al chico-… También hay otras cosas que me gustan, como las películas… la música… pasar tiempo con Dill y con…-sonrojándose de repente-… amm también me gusta cantar… ¿y a ti? ¿Qué más te gusta aparte de leer?
El escocés se veía amable, le resultaba cómodo hablar con él aunque no pudiesen faltar sus típicos sonrojos, pero sabía que con el tiempo tal vez llegase a acostumbrarse y así tal vez si el quisiese pudieran convertirse en amigos, realmente ella quería tener amigos, los mejores, puesto que nunca había tenido debido a sus poderes, pero tal vez desde aquel momento que entro en la academia y mucho después, tal vez esos mismos poderes luego le permitirán hacer mas amigos de los que jamás hubiese imaginado; y aunque así no fuese ya no se sentía tan a disgusto con ellos, puesto que de todas formas había conocido gente muy linda.

Noto como la joven se sonrojaba y se cortaba en una frase, lo cual le dio curiosidad, no obstante acallo esta para no ser descortés con la joven, aunque la propuesta de compartir un libro era excelente, definitivamente tentadora, sin embargo sus pensamientos se evaporaron cuando le preguntaron por sus gustos, se tomo el mentón algo pensativo para luego comenzar a enrollar su dedo en un mechón de su coleta.
- Pues... me gusta de todo, digo, no me molesta cocinar, es mas podría decir que es relajante, me gusta tocar la gaita o el bajo... ummm, me gusta aunque suene extraño descubrir cosas que no se, es que soy demasiado curioso, pero así cosas especificas... creo que no tengo algo de preferencia - cayendo en cuenta de que realmente no había algo que lo apasionara con convicción aparte de los libros.

Miro al minino que tenía en el regazo, que prácticamente se había acomodado como una adorable bola peluda, le gustaba ese gato que acababa de adoptar, tenía un pelaje negro y suave al tacto, más suave que otros gatos, enfoco su mirada hacia la joven de cabello rosa, sonriéndole apenado de no encontrar mas aficiones relevantes como la que tenia por los libros.

Observó como el chico se tomaba el mentón con el rostro pensativo luego de la pregunta que ella le había formulado, para después comenzar a enrollar un dedo en un mechón de su cabello mientras parecía estar ordenando lo que iba a decir.
Escuchó con atención mientras él decía que le gustaba cocinar y que lo relajaba, para después decir que le gustaba tocar la gaita o el bajo, y que por ser demasiado curioso le gustaba descubrir cosas especificas, finalizando con la idea de que no le gustaba algo en específico.
-Me parece bien… supongo que es difícil que te aburras…-sonriendo-… siempre encontraras algo que te llame la atención…
Luego de ver como el chico miraba al minino tiernamente sonrió para sí misma y giro su cabeza unos segundos para observar el paisaje que pasaba velozmente por la ventanilla
-M-Me gusta toca el piano…-sonrojándose levemente-… tal vez podríamos intentar tocar juntos alguna vez… si quieres…
De pronto algunos recuerdos de su padre ensenándole a tocar volvieron a su mente, sus padres amaban la música y ella sin lugar a dudas había heredado ese gusto; siempre que tenía oportunidad escuchaba alguna hermosa melodía que le llenase de paz el alma.
-¿Qué tipo de música te gusta?
Pregunto aquello alzando un poco las cejas casi como derivado del tema anterior, con un leve rubor en las mejillas esperó la respuesta, la música era parte de su vida y ella lo veía como lo más normal, estaba más que acostumbrada a que la acompañase en casi todo y así lo deseaba también.

La chica parecía que estaba algo pensativa, quizás recordaba algo, le daba curiosidad, sin embargo el no era un perpetrador de intimidades, por lo que se concentro nuevamente con el gatito, jugando con sus garritas que intentadan atrapar sus largos dedos, dejo escapar una suave risa ante el cosquilleo que sentía cuando las uñas del animalito le rozaban las yemas de los dedos.

Para cuando dejo atraparse por las patitas del minino enfocó su atención a las palabras de la otra, escuchando la posibilidad de tocar juntos, a lo que asintió con la cabeza y una sonrisa sincera en el rostro dibujada de manera suave, ahora con una nueva interrogante por responder, miro al techo del vehículo, para luego aclararse la garganta .
- Realmente me gusta de todo, pero creo que tiendo por música que me de energía, así que en ese rango tenemos, el rock, techno y... El electropop, conozco un dúo danes que tocan increíble, aunque creo que no son muy conocidos... ah pero para leer prefiero algo mas tranquilo si, sino ya me imagino leyendo frenéticamente debido al ritmo de la música hahahaha .... y a ti Alina?? - pregunto de manera afable a la chica, mientras el felino mordisqueaba con suavidad sus dedos.

Notó con alegría como el pelinaranja asentía con un movimiento de cabeza a su idea de algún día compartir una melodía con sus respectivos instrumentos, para después observar el techo del vehículo en el que ambos viajaban, al parecer pensando en la respuesta que daría a la anterior pregunta que la pelirrosa le había formulado.
Escuchó atentamente como el contaba que le gustaba de todo un poco, englobando algunos géneros dentro de s amplia respuesta, entre los cuales nombró el rock, el techno y el electropop, agregando acerca de que conocía a un dúo danés que tocaba de forma maravillosa. Alina asentía con leves movimientos de cabeza a sus palabras, se notaba el brillo en los ojos del chico cuando hablaba de lo que le gustaba y esa era una grata imagen.
-Ya veo… si he oído distintas canciones de esos géneros que mencionas… pero mis gustos también son muy amplios, me pueden gustar diferentes géneros aunque generalmente me agrada escuchar canciones lentas y tranquilas… ya sean cantadas o no….-observando al felino-… de esas que llevan paz al alma…-volviendo a mirar al chico-… creo que Enya es un gran exponente de canciones así…
Después de decir aquello sonrió suavemente para acariciar el costado de una de las patitas del felino, notando como el vehículo en el que viajaban comenzaba a detenerse, aminorando su velocidad para al parecer, buscar un lugar en el cual estacionarse.

Le escucho atentamente sin embargo le pareció curioso el hecho de que la joven prefiriera canciones lentas y aun mas exponer algo bastante significante como el traer paz al alma, lo cual lo hizo psicoanalizar levemente a la otra, pensando en que quizás ella había tenido una vida llena de emociones demasiado fuertes y tal vez no gratas, no obstante también noto como el vehículo comenzaba a alentizar su marcha, por lo que saco su billetera, mientras que con una mano sostenía al minino, no quería tener que esperar a para poder cancelar el monto de la carrera del taxi.

- Bueno, Enya si tienes canciones bastante agradables, aunque sinceramente mas me evocan a descansar, o a veces a darle mas emoción y sentimiento a una película - Sonrió a la joven a tiempo que preguntaba al chofer cuanto se hacia la carrera para poder estar cancelándole, a través de las ventanas las nubes se arremolinaban lentamente como si desearan interpretar en lo próximo una danza suave para atraer y hacer nacer la lluvia, aunque quizás no fuera a ser un gran diluvio, ya que estas no tenían el matiz de gris oscuro que develaba una posible tormenta

Escuchó las palabras del pelinaranja acerca de su opinión sobre la música de Enya y solo asintió con leves movimientos de cabeza, era natural que para alguien como el que escuchaba el tipo de música que escuchaba, una canción de esas lo relajase; pero eso también era una buena función que dicha música podía cumplir, por lo que de igual forma sonrió de forma suave y tal vez rozando lo tierno.
Después notó como el sacaba la billetera de su bolsillo en una clara intención de pagar al taxista por sus servicios, preguntando le al canoso señor cuales eran los gastos del viaje. En ese momento Alina entreabrió los labios y en un movimiento brusco se levanto del asiento mientras sacaba su pequeño bolsito, acercándose tanto al pelinaranja que no noto que ambos estaban prácticamente pegados entre medio de los dos cabezales de los asientos de adelante.
-P-Por favor déjame pagar mi parte…
Cuando pareció darse cuenta de lo que en realidad había hecho o de su extraña y a la vez veloz reacción, giro su rostro lentamente para encontrarse el del chico a escasos centímetros de distancia, alzando las cejas mientras miraba sus ojos directamente uno segundos para después enrojecer completamente, dejándose caer nuevamente sobre el asiento mirando el suelo con el dinero aun en la mano.
-Y-Yo… mi parte… la p-pagare…
Sintiendo como su cuerpo temblaba levemente se sintió la más tonta del mundo mientras extendía el brazo lentamente ofreciéndole el dinero al chico, sin ser capaz de mirarlo solo se quedó allí esperando a que él lo tomase para poder bajarse del coche, algunas finas gotas caían por el vidrio casi de forma imperceptible a su visión menos a sus oídos, pero al parecer aunque se hiciesen más notorias en aquel momento Alina se sentía demasiado avergonzada como para tomarlas en cuenta.