De compras... antes del baile [priv.Rai]

El chico solo había pronunciado algunas palabras aceptando acompañarla, parecía molesto, pero no lo expresaba. Camino a paso rápido con una de las manos de Rai entre una de las suyas, sintiendo aquella calidez, estaba levemente sonrojada, pero intentaba ignorar esa sensación, comenzándola a apreciar como una sensación demasiado dulce.
Pronto salieron de los terrenos de la academia y atravesaron algunas calles hasta llegar al dichoso centro comercial, donde Aydan no había tenido la oportunidad de ir desde hace mucho tiempo, el sitio parecía más amplio desde la última vez que había ido, quizás porque solo había visto una pequeña parte de este, pareció perderse de repente entre tantas personas y el amplio lugar con tantas tiendas a su alrededor,
-Sabes donde hay una tienda? Es para facilitarnos la búsqueda- le pregunto tímidamente, aun permanecía sujetando la mano de Rai, y no pensaba soltarla hasta que fuera necesario, luego volteo hacia un lugar donde había una pared con un mapa del centro comercial enmarcado con cristal –O podemos buscar aquí…- dijo dirigiendo de nuevo a Rai hasta el mapa donde se puso a buscar en las pequeñas letras que este tenía un lugar que hiciera referencia a tienda de disfraces o algo por el estilo.

Luego de salir de la academia caminaron unas cuantas calles para llegar al centro comercial que en verdad ya le resultaba bastante conocido, puesto que por una razón u otra había estado allí varias veces. La ojiverde lo llevaba de la mano, aquella cálida y pequeña mano no había soltado la suya en todo el camino, que rara situación, después de todo era ella misma la que se molestaba de que la tocasen, a él sin embargo no le importaba dicha situación; aunque realmente nunca había caminado por ahí tomando la mano de nadie, no podía evitar sentir algo extraño aquello.
-Déjame pensar… he estado aquí, pero tampoco recuerdo el lugar de memoria…-dijo respondiendo al comentario de la chica-
Sintió como la chica tiraba suavemente indicando que había encontrado un cartel de con el mapa del centro comercial, Rai observó el mapa y luego a la chica en silencio, sus ojos volvieron a posarse sobre el mapa pero en realidad su mente estaba recorriendo el centro comercial rápidamente, le sonaba un lugar como ese, recordaba haber pasado por ahí aquella vez que había peleado con aquel chico.
-Creo que…
Muy a su pesar sabía que debían de toda formas encontrar un disfraz y por alguna razón sabía que ella sería capaz de insistirle hasta que se consiguiese uno y le acompañase a la fiesta “Tal vez sea un rasgo de ella que recuerde de antes… esa persistencia…” pensaba mientras fruncía levemente el ceño clavando su mirada en las lejanías llenas de personas.
-Se donde hay una…
Comenzó a caminar, esta vez siendo él el que guiaba a la chica, camino en silencio por varios pasillos largos y repletos, el camino no le molestaba pero si lo exageradamente transcurrido que estaba el lugar. Finalmente luego de unos minutos llegaron a una zona menos concurrida y Rai dejo escapar un suspiro de alivio para luego detenerse y mirar a los alrededores, a lo lejos, en una esquina algo escondida un pequeño cartel asomaba, señalando una vidriera llena de trajes de todos los colores llamativos que fueran posibles imaginar.

El chico dijo que le ayudaría a buscar aquel sitio, intentando hacer memoria, ella lo miro mientras el miraba hacia los alrededores intentando adivinar si era de esos chicos que salían mucho a pasear por ahí, cuando repentinamente el comento que sabia donde había una, tirando de ella, ahora el comenzaba a guiarla, mientras ella intentaba seguir su mismo paso que eran más largos y rápidos que los de ella, comenzó por sentir una felicidad interna de tener su mano entre la suya y caminar a su lado, sonrió y levemente se ruborizo,
“Por alguna extraña razón ahora estoy muy feliz… será porque me gusta salir a pasear?” pensaba mientras caminaban por los pasillos en silencio, recorrieron bastante entre las personas pero al fin dieron con aquel lugar, en una zona menos concurrida, la tienda era un sitio pequeño por fuera, pero seguramente por dentro era bastante amplio, tenía unas grandes vidrieras que dejaban mostrar algunos disfraces variados en muestra,
-Gracias Rai…- pronunció con una sonrisa pero clavando su vista en la tienda, para luego caminar hacia ella ignorando esta vez que aun tenia la mano de Rai entre la suya, luego de percatarse de eso, la soltó lentamente, para mirarlo un momento mientras se ruborizaba,
-P-perdón… vamos- dijo tomando camino de nuevo, esperando que este la siguiera. Quería seguir sosteniendo su mano, pero sabía que ya no había motivos, no se perdería. Entro por aquella puerta dando un empujón, dentro estaba una mujer anciana atendiendo, los miro pasar y dándoles las buenas tardes espero a que miraran su mercancía, dejándoles que ellos escogieran lo que estaban buscando,
-Hay que comenzar a ver…- pronuncio dirigiéndose al área de accesorios y detalles, donde había alas de ángel, de demonio, maquillaje, entre otras cosas.
“En esta época es donde más venden estas tiendas, supongo” pensó mientras seguía mirando las demás cosas, también tendría que ayudarle a escoger un disfraz a Rai, ella ya tenía una idea de lo que quería, pues lo había planeado al menos mentalmente.

Al mirar a la ojiverde notó como ella sonreía observando aquella pequeña tiendita a lo lejos para luego comenzar a caminar hacia aquella dirección soltando lentamente su mano que aún sujetaba la del peliblanco, ella se giró algo ruborizada y Rai como de costumbre solo le devolvió una mirada fija y un rostro inexpresivo, aunque no podía dejar de notar la forma en que ella se ruborizaba o más bien lo seguido que lo hacía en los últimos tiempos.
Finalmente comenzó a caminar detrás de la chica y entró a la tienda observando por arriba de la cabeza de esta a una anciana de aspecto amable y octogenario que se encontraba sentada en una silla mientras tejía lo que parecían ser uno escarpines, la mujer los miró pasar y le sindico con un gesto amable que observaran los trajes para ver si encontraban algo de interés.
Escuchó como Aydan decía que habría que comenzar a ver y se dirigía hacia la parte de accesorios, en la cual abundaban todo tipo de cosas brillantes y hasta peludas como flamantes orejas de gato que el peliblanco observó mientras levantaba una ceja.
-Cuantas cosas… tan…
Sin saber exactamente qué era lo que estaba haciendo en aquel lugar comenzó a caminar recorriendo el sector de trajes, en donde encontró desde los más estrafalarios hasta los más normales, todos ellos al menos parecían muy bien hechos y representar bien lo que intentaban representar.
-¿Ya te decidiste por uno?
Pregunto esto a la ojiverde con quién se había topado al doblar en una esquina en donde al parecer iniciaba la zona de accesorios, accesorios de todo tipo y colores, al igual que los trajes; de todos los colores y formas imaginables.

Escuchó al chico expresar un comentario que no termino de expresar, ella lo miro un momento confundida, pero luego al darse cuenta de que no terminaría su frase, bajo la vista a los objetos de la vitrina,
-Mas o menos… me disfrazaré de una criatura mágica… y mitológica- respondió con alegría mientras buscaba lo que ella quería, tenía que terminar con su disfraz antes de ayudarle a Rai con su disfraz –Me quiero disfrazar de fauno versión mujer… - dijo con una linda sonrisa, hablar de las cosas que le gustaban la hacía feliz notándose en su semblante, adoraba todas esas criaturas mitológicas, como los grifo y duendes,
-Necesito cuernos tipo ciervo…. Y orejas elfinas- dijo buscando con la vista eso que necesitaba, siguió caminando a lo largo de la vitrina hasta que alcanzo a ver orejas de elfo en un paquete, tomo a caja entre sus manos con una sonrisa, para seguir ahora buscando los cuernos –Crees que haya, o tengo que hacerlos yo?… quizás pueda hacerlos con madera- le pregunto a Rai en voz alta, como si quisiera que el le ayudara con su decisión.

Escuchó lo que la ojiverde decía mientras observaba los objetos de la vitrina, ella tenía la idea de disfrazarse de fauna, una criatura mitológica y mágica. Era totalmente visible que a la chica le gustaban e interesaban mucho dichas criaturas, esto se reflejaba claramente en el brillo de sus ojos y en la sonrisa en sus labios mientras hablaba de su futuro disfraz y de cómo debería estar conformado.
-Creo que ese disfraz irá bien contigo… tienes ese no se que a bosque… un aire tal vez…
Rai tomó unos paquetes de accesorios y los observo con detenimiento, había cuernos de varios tipos pero todos se veían un tanto rudos y tal vez no encajasen con la personalidad o el aspecto delicado de la chica. Pronto logro divisar muy en el fondo y bastante escondidos unos cuernos de color verde, se veían bastante alegres y en todo caso lo suficiente femeninos para estar en la cabeza de la chica.
-Quizás estos…-dijo dándole los cuernos a la chica-… podrías lastímate si manipulas madera o herramientas de ese tipo…
Sin saber porque había dicho eso solo se quedo ahí mirando los disfraces que estaban a su alrededor, realmente no se le antojaba ponerse ninguno de esos, pero sabía que la condición obligatoria d entrar a aquella fiesta era el disfraz por lo que luego de suspirar levemente comenzó a recorrer las prendas detenidamente; buscando algo que al menos le agradase medianamente.

Mientras aun hurgaba entre las cosas escucho el comentario de Rai, terminando por ruborizarse,
-Te parezco un bosque?- le pregunto con voz dulce algo confundida de su conclusión, para luego pensar que eso era raro en una chica, quizás si estaba siendo algo anormal ante la gente, que pasaría si las personas pensaran que es una obsesiva con las plantas, todos y cada uno de sus cabellos daban a notar que realmente le gustaban las plantas, desde su manera de vestir, hasta su manera de comer, todo eso callo en conclusión de Aydan, sonrojándose para seguir buscando aun entre las cosas sus susodichos cuernos,
Después el chico le entrego unos cuernos bastante lindos, diciendo que quizás eso le servirían, porque si ella intentaba manipular unos quizás terminaría lastimándose, la chica sonrió ante la preocupación de Rai, que se preocupara por ella era lindo, los tomo y comenzó a verlos, eran verdes y largos, perfectos para lo que quería,
-G-gracias…-pronuncio mirando los lindos cuernos que su hermano le había encontrado, los observo un momento, para luego recordar que también tenía que ayudar a Rai con su disfraz –Bien… busquemos uno para ti…- camino entre la diferentes variedades de disfraces, ninguno le convencía totalmente, hasta que miro uno, era una armadura bastante bien hecha, recordándole así a la historia medieval, obviamente con algunos arreglos más modernos, sin embargo toda la ropa estaba compuesta como un guerrero felino, haciéndole recordar esas criaturas mitológicas que aparecían en algunas historias,
-E-esta te quedaría bien- dijo mirándola algo atónita con ese brillo en los ojos como cuando pensaba en el fauno, demostrando que le encantaban esas criaturas mitológicas.

Termino por rendirse en su búsqueda y luego de un largo suspiro observó a la chica fijamente como siempre solía hacer, notó como ella parecía quedarse conforme con aquellos pequeños cuernos que había encontrado, por alguna extraña razón a él le había parecido que le quedaría bien y más aun con la idea de disfraz que ella tenía en mente.
Luego la ojiverde decidió que buscaría algo para él, Rai solo observo los alrededores frunciendo un poco el ceño, no imaginaba cuál de esas prendas pudiera ponerse, sea cual sea seguramente se vería ridículo con ella.
-Bah…
Quedándose ahí donde estaba observó como Aydan caminaba entre las coloridas prendas para luego detenerse frente a una, sacándola de su lugar para mostrársela a él mientras decía “esta te quedará bien”. Rai observo el disfraz de arriba a abajo analizándolo con la mirada, era una armadura de aspecto grande y fuerte, con algunos retoques, eso no se veía tan mal. Sin embargo ¿orejas? ¿Ese disfraz tenia orejas de gato? ¿Pretendía acaso que se ponga eso? no pudo evitar ver el brillo en los ojos de la chica, realmente parecían gustarle aquellas extrañas criaturas.
-Tsk… ni modo… -desviando la mirada-… si te parece ese, pues bien.
Dicho esto tomó el disfraz de manos de la chica y comenzó a caminar hacia la caja, esperando a que ella lo siguiese para que terminaran de adquirir por fin los dichosos disfraces, la anciana parecía verlos con una mirada serena y cariñosa, sin duda alguna daba la impresión de ser una buena mujer y muy atenta con sus nietos.
-¿Te falta algo más?-pregunto girándose para observar a su “hermanita” después de todo al parecer el disfraz de ella será más bien una creación de la chica misma, recolectando pequeñas partes de un fauno, aquí y allá; formando finalmente el disfraz deseado por ella.

El chico al principio parecía confundido por las orejas de gato que portaba el traje, pero al final pareció acceder a la petición de la chica, quizás porque el disfraz le pareció interesante o solo porque estaba haciendo todo eso por ella, Aydan sonrió sonrojándose, se sentía muy feliz cuando él hacia cosas por ella, de verdad se sentía querida por Rai aunque no fuera así, le gustaba pensarlo.
Desviando la mirada algo fastidiado tomo el disfraz de las manos de la chica, y comenzó a caminar hacia la caja donde se encontraba la anciana de aspecto bondadoso,
Luego se giro hacia ella, para preguntarle si le faltaba algo, la chica alzo su mano señalando la cantidad de cinco cosas contando mentalmente si tenía todo,
-Algunos detalles, pero yo los haré…- le contesto recordando que ocupaba unas medias y guantes verdes figurando el efecto del musgo, y el adorno en su cabello que ella misma haría con varias florecitas naturales, no le gustaba usar flores artificiales. También ya tenía un vestido muy lindo de los tantos que le había regalado las sirvientas de la mansión donde vivía, pero no lo había usado por miedo a que se ensuciara por ser de un color muy claro.
La mujer cobro las cosas que había comprado, para luego meterlas en paquetes individuales, dándole uno a Rai y otro a Aydan, para luego regresarles el cambio,
-Muchas gracias- le dijo a la mujer, para luego tomar su bolsa donde estaban sus accesorios, y con la otra mano sujetar la mano de Rai, sin previo aviso, al mismo tiempo que se sonrojaba sola con su propia acción, y desviando la mirada comenzaba a caminar junto a el, sin intentar guiarlo demasiado,
“Es lindo estar de su mano, soy muy feliz” pensaba ruborizándose mas pero intentando desviar la mirada como si mirara los alrededores.
-Volvamos a la academia… mañana es un gran día- pronuncio Aydan volteando a ver a Rai con una linda sonrisa.

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