Merendando por la fresca mañana (Libre).

El equipo de rescate ya había despegado en el Chanate, Enzo sintió un poco de seguridad al saber que el equipo estaba preparado y listo para la acción. "Al menos se miraban motivados... espero que regresen todos ilesos" meditaba cuando entro al comedor, el cual ya se encontraba impecable luego de la ardua limpieza de pisos, paredes, resanación de las mismas y ventanas, se notaba un ambiente silencioso pues algunos alumnos y docentes que merendaban hablaban por lo bajo, quizá para no provocar un eco que les recordase los gritos y disparos de aquél día de terror "Debo sacar eso de mi cabeza... espero poder relajarme aquí, no he dormido bien desde hace un par de días" pensó mientras llevaba el diario bajo su brazo y ajustaba sus guantes, vestía de traje color grisáceo como el granito y el brillo de su cabello blanco y corto le hacía ver más fresco, como quien sale de la regadera, lo cual no era incorrecto.

Se acerco hasta la barra en donde solicitó a la encargada de caja un café tipo americano. Diviso el lugar girando su cabeza para ver alguna cara reconocible aunque prefería sentarse solo por unos minutos, deposito unas monedas en la mano de la cajera y caminó hasta una mesa junto a un ventanal que daba a los jardines, acomodó su silla de tal manera que el sol calentara su espalda e iluminara su diario. Posterior a esto, le fue traído su café sobre un plato pequeño con una cucharilla por un lado, se acomodaron servilletas, crema y azúcar sobre la misma mesa. Abrió su diario y leyó mientras revolvía el líquido en la taza.
—Buenos días, cultura...- dijo en lo bajo al encontrar su sección favorita.

Revolvía con calma aquella taza con café, deposito la cuchara por un lado y la acerco hasta rosar con sus labios el filo de la misma para sorber un poco, inmediatamente la sensación y aroma de un buen expreso le despertó un poco más, haciéndole sonreír con ligereza a pesar de la situación en la que se encontraba la Academia Crusaders. Devolvió la tacilla sobre el mismo plato y tenso sus parpados cuando leyó una nota en el diario "¿Que...? ¿"Apoyo gubernamental dará recortes a la cultura y las artes, museo de Pieceville incrementa sus costes de entrada"? con un demonio, ¿como esperan que alguien se interese por ello si cobran lo que se les antoja?" pensó para si mismo mientras negaba con su cabeza. Sostuvo el periódico a nivel medio-alto para leer las notas al pie de la pagina y un pequeño ruido le llamo la atención, como si alguien colocara algún platillo sobre la mesa, le ignoró por un momento creyendo que fuera la cocinera proporcionándole algunos panecillos que solía preparar para los docentes, estuvo a punto de dar las gracias a ciegas cuando una dulce voz femenina interrumpió sus pensamientos, declarando la victoria del equipo de baseball en Texas -si bien conocía de deportes- inclinó el periódico hasta bajarlo poco a poco y arqueando una ceja, notó la cercanía de algunos centímetros del rostro de una estudiante al suyo, jamás le había visto en la Academia, sin embargo su segunda impresión fue la energía que ella transmitía.

—Uhh... si, no suelen ganar, por lo que yo no apostaría mi dinero si fuera tu. Eres... ¿nueva en la Academia?- no pudo evitar mirar el reflejo de sus ojos, pese a lo llamativo de su cabello el cual intentaba con todas sus fuerzas mirar pero sin éxito, podía sentir como la chica miraba dentro, en su alma, por lo que supuso que su poder debía ser muy importante. Llevo ambas manos entrelazadas bajo su propio mentón para recargarse y mirarle con interés, sin embargo, trataba de no mostrarse intimidado o contento con su presencia, ya que prefería mantener un perfil bajo con los estudiantes, motivo por el cual desayunaba solo todas las mañanas.

La joven releyo atentamente el titulo de aquella noticia donde los Ranges figuraban como ganadores del primer partido de la temporada hasta que el periodico desaparecio descubriendo a la persona que se encontraba del otro lado. Era una persona al parecer mas grande que ella, probablemente un estudiante que estaba por graduarse, sus cabellos eran cortos y platinados asi como sus ojos grisaceos, no pudo evitar mirarle fijamente a los ojos estudiando su color, sin embargo pronto cayo en la cuenta que le habia interrumpido, por lo que se enderezo alejando su rostro de el de el y apenas separo los labios para disculparse cuando aquel hombre se le adelanto haciendo un comentario sobre el riesgo de apostarle a aquel equipo, la chica le miro parpadeando apenas una vez y no pudo evitar sonreir, con una sonrisa tan espontanea y repentina que se convirtio en una suave risa ante el comentario, parecia una persona agradable.
-Tal vez tengas razon, pero todo depende. Y si, soy de nuevo ingreso, no llevo ni una semana aqui, me llamo Cassandra -Extendio su mano hacia el hombre con una expresion alegre esperando que se presentara tambien, despues paso la mirada hacia su charola y la propia- ¿te molesta si me siento aqui para desayunar?-añadio con gran confianza e inocencia, ignorando totalmente que aquella persona se trataba nada menos que de un docente.

La chica de ojos color miel no pudo evitar arrugar un poco la nariz cuando escucho su nombre completo “Cassandra”.
-Creo que me ira bien, hehe, no suelo buscar problemas...-Se encoge de hombros un momento-...ellos me encuentran a mi, pero eso sucede muy pocas veces -Aclaró al chico con tranquilidad.
-Prefiero que me digan Cassie o si gustas por mi apellido Vadeli -Le sonrio suavemente- Cassandra suena muy serio...¿Y cual es tu nombre?
Mientras esperaba su respuesta se acomodó en el asiento con el permiso del hombre de cabellos platinados quien dejaba ya su periodico a un lado.
-Creo que te interrumpí...-de pronto reparo en ese detalle, ¿estaba leyendo un periodico?, debia ser una persona muy seria, esperaba no incomodarlo con su presencia y su actitud, aunque hasta aquel momento habia sido muy amable y agradable- ...disculpa...-de pronto se sintió un poco apenada, ¿de verdad era un estudiante?.
Pero ya era tarde para disculpas, y aunque le pidiera que regresara a su lectura, estaba segura que no dejaria de bombardear al chico con preguntas y curiosidades, no podia simplemente quedarse callada. No pasaron mas de tres segundos en silencio, cuando este pensamiento se alejó repentinamente para ser reemplazado con el aroma del pan dulce recien hecho.
Una de las cocineras se acerco con una bandeja llena del mismo y de distintos tipos, y el hombre junto a ella le dió la oportunidad de tomar alguno.
Una gran sonrisa volvió a dibujarse en su rostro y sin pensarlo dos veces tomo un un pan con forma de concha y cubierto con glaseado y mirando las demas opciones decidió tomar un segundo pan esta vez con cubierta de chocolate.
-Muchas gracias-Se le habia olvidado una vez mas la pena que momentos atrás le habia empezado a invadir.
-¿De donde eres?, ¿Puedo saber cuanto tiempo llevas en esta academia?-Le pregunto mientras acercaba su fruta y la revolvia con el yogurt natural, solo para empezar.