Recapitulaciones a las 3:30 AM [LIBRE]

Si, África había sido la anatomía para el desastre, la mente del noruego había sido reducida a pedazos, por las constantes pesadillas que le atormentaban desde aquel día, el que nunca había matado nada más que osos pardos en invierno, se vio aturdido por las vidas que había cobrado con sus manos, en aquella misión/prueba que la academia había preparado para ellos.
Había intentado recuperarse, pero el tiempo otorgado no le había sido suficiente, ¿Tiempo otorgado por quien? Pues por sí mismo, desde un principio deseo recuperarse de sus horrores en un lapso corto y de manera rápida. Ya que su pareja era más frágil que él, si bien el castaño trataba de poner una pantalla de humo detrás de sus sonrisas de “Aquí no pasa nada”, el noruego podía leer a través de Mark y notar lo que le sucedía, quizás el americano era fácil de leer, ellos dos eran como un equipo, pero por preocuparse por el castaño termino dándole ideas equivocas, si, se había distanciado desde que llegaron a América, no obstante fue para no preocupar o cargar al ojiverde con sus cruces, el estaba consciente de la carga que su pareja llevaba a cuestas.

Fue por eso, porque amaba al castaño que callo sus problemas internos e intento resolverlos el solo, entonces llego la noche del baile. No le había prometido nada al castaño porque siendo sinceros no se sentía motivado a asistir, podía ocultar sus conflictos internos un poco e ir, sin embargo, aun así terminaría sintiéndose angustiado.
Días previos al baile, como si el destino lo guiara, termino pasando por una tienda de disfraces, fue algo casual e inesperado, como si algo invisible de animara a ir a aquel evento en halloween, claro que luego de debatirse entre el comprar o no comprar, termino con el traje del principito, no había prometido nada, pero porque le amaba iría, claro que hubieron momentos de flaqueza antes del baile y estuvo a punto de no bajar de su habitación.
Pese a todo, asistió al baile de Halloween, tratando de mostrarse calmo y normal, como si no pasara nada, se había encontrado en primera instancia con la escena de Mark bailando con Umiko, pero el comprensivo, esperaría a que terminara, para no incomodar al castaño, prefirió dejarlo bailar.
Lo que siguió en acontecimientos fue lo que más le dolió, su pareja parecía actuar bajo la influencia del alcohol, el mismo había comprobado que era por el ponche que había sido adulterado, por otro lado, no lo negaría, todos los dioses nórdicos eran testigos de que deseaba cuidar el bienestar del castaño, fue por ello que en un momento se enfoco en la bebida, sin embargo su pareja al parecer ya había tomado varios vasos de esta.

Luego apareció su buen amigo, sorprendiéndole con la coronación de este, pero para Mark, su sorpresa fue malinterpretada y torcida por los celos de su pareja, las palabras del ojiverde eran como bocanadas de oxigeno que le quitaban. Como pensó el castaño que él, si, el que solamente y por amor al americano había asistido al baile, como pensaba lo contrario, no comprendía que hacia sacar semejante deducción al otro.

Si, estaba raro, distante, pero era por desear resolver sus problemas internos, no por falta de amor o algo así, al parecer al no querer cargar y lastimar a su pareja, termino haciéndolo. Fue por eso que decidió dar un tiempo a la relación, para no a la larga destruirla de manera irreversible con sus problemas.
Nada era perfecto, Mark lo había tomado mal, deseo realmente evitar al americano esa tristeza, pero fallo miserablemente, esa noche termino en la salida del comedor, llorando hasta que Jake lo llevo a su habitación, agradecía tener un amigo como el pelirrojo.
Después del baile intento una vez más purgar sus demonios y pecados cometidos, cada segundo que sus ojos se cerraban, las imágenes del Congo se repetían, oscuras, lentas, dolorosamente lentas, estas terminaban cuando abría los ojos a la realidad.

Ahí divagaba en estas recapitulaciones de los acontecimientos que se dieron, a las 3:30 AM, estaba metido en la piscina, no sentía frio, porque después de todo venia de Noruega, de una ciudad en el círculo polar ártico. Allí flotaba, cerrando los ojos y pensando, hablando consigo mismo, había hecho un avance y ya no se culpaba de manera mortificante por los hombres que cayeron por sus manos allá en África, al final había sido una cuestión de supervivencia, esos hombres no iban a detenerse por nada, suspiro al recordar la imagen de Alina mirándole horrorizada, aquella memoria le obligo a abrir nuevamente los ojos, para respirar estrepitosamente, se había agitado sin darse cuenta, aun le faltaba por recomponerse, pero jamás hubo un solo día, después de la noche del baile, que no se preguntara como estaría Mark, que estaría haciendo, el simple hecho de imaginarle llorando era como una daga en su pecho.

Golpeo la superficie del agua frustrado, acongojado, sus lagrimas afloraron por sus parpados, lagrimas que mientras bajaban se mesclaban con el agua que humedecía su rostro, pese a todo había algo que lo estaba matando, era como si su sexto sentido se hubiera activado, como si presintiera algo, algo que le ataba un nudo en el estomago y de manera sofocante subía hasta su garganta, algo había o iba a suceder, odiaba tener aquel sentimiento, era como cuando un día antes de que su hermano fuera a visitar a su tío, había sentido días antes una presión en el pecho un sentimiento palpitante y angustioso.
”Y ahora que va a pasar, min gud, por favor, que no le pase nada malo a Mark” pensaba el noruego preocupado por la corazonada que tenia.

Sintió una pequeña vergüenza emerger de su interior por haber sido encontrado en estas situaciones, mas aun ser encontrado por una completa desconocida, se sumergió una vez más dentro del agua antes de salir a la orilla y sentarse en esta, mientras se acomodaba los mechones rubios pegados a su frente. - Disculpa, eres nueva verdad?.... No recuerdo haberte visto antes... Soy Valentine Frisk... - ahora pensaba en darse a conocer por su segundo nombre, ya que el primero era muchas de las veces difícil de recordar al igual que pronunciarlo, sus orbes claras prestaron atención a cada detalle de la otra que estaba allí parada frente suyo.

Quizás fue algo bueno que llegara esta chica, una completa extraña para el, ya que de momento sus pensamientos fueron ligeramente desplazados por la presencia de la otra, definitivamente era una distracción, una distracción que al menos evito que siguiera derramando lagrimas al agua.