Descargando la frustración [LIBRE]

Mi Nyu caminaba un poco agitada... la verdad es que le era tan complicado analizar todos los sentimientos que la estaban embargando. Lo que si no podía negar es que Mi Nyu tenía una sonrisa melancólica en el rostro... ya que al pasear por las canchas recordó la magnifica tarde al lado de Seth jugando al baloncesto cuando ella le había ganado. Ahora quedaba la promesa de que él la invitaría a comer un helado. Se deslizó de cancha en cancha sin rumbo hasta venir a dar a la cancha de soccer cuando vio a un castaño que jugaba futbol. La coreana sonrió al ver que alguien se estaba ejercitando, pero después de observarlo un tiempo vio que se inclinó sobre sus rodillas y se quedó un buen rato ahí respirando agitadamente. Mi Nyu se preocupó, quizás y se sentía mal. La chica se mordió el labio y se acercó sigilosamente cuando de repente el chico se acercó al balón de soccer, lo pateó con fuerza y lo metió en la portería. Mi Nyu se puso a su lado y ya cuando lo vio bien a la cara de dio cuenta de que era Mark Kruger. Habían hecho equipo en Primeros auxilios y recordó que le había simpatizado mucho... de hecho había sentido un buen presentimiento sobre él, no sabía porque... pero lo sentía.

—Buen día, Mark ¿Te encuentras bien? —preguntó ella con preocupación en los ojos. El rostro de Mark estaba totalmente apagado y sin luz.

Mi Nyu se dio cuenta de que Mark había evadido su pregunta pero no lo forzó a responder, si no por el contrario, iba a dejar que las cosas fluyeran a como Mark mejor le convinieran. El chico tenía uno de los semblantes más tristes que la coreana jamás había visto, era casi como verse a ella misma al espejo cuando descubrió que estaba enamorada de Seth. Mi Nyu pensó un rato en Seth y todo lo que implicaba estar enamorada de él y bufó en silencio.

¿Y tú Mi Nyu, ¿Cómo estás? —preguntó él con una voz muy tenue, casi sin vida.

Mi Nyu frunció el ceño.

—Pues... creo que más o menos. Dilemas por aquí y allá.

Se acercó hasta la portería, acomodó el balón a sus pies y quiso regresárselo a Mark.

(Tiro dados 14 + 1 = 15)

Pateó la pelota y sonrió mucho cuando vio que su pase a Mark fue prácticamente perfecto. Eso de los deportes con pelotas se le estaba facilitando mucho... debía de ser por la ayuda de Seth. Pensar en Seth le ocacionó nostalgía.

Mi Nyu medio sonrió cuando le dijo que era buena con el balón. Mark se sentó en el césped verde y la miró suspirando. Algo no estaba bien. Después el castaño se disculpó diciendo que no podía jugar con ella porque estaba cansado. La verdad era que la coreana tampoco tenía ganas de jugar y se dejó caer en el césped al lado del ojiverde. Mark parecía nervioso ya que movía el balón a sus pies de un lado a otro y de repente le preguntó “Y, ¿a qué te referías con dilemas?” a lo que Mi Nyu se quedó en silencio.

Ella no conocía a Mark como para contarle “sus dilemas”, de hecho esa era la primera vez que se podía decir que tenían una plática de uno a uno. Suspiró nerviosa y lo vio a los ojos sólo para darse cuenta de que él sufría al igual que ella lo hacía. La coreana bufó y se rascó la cabeza.

—Estoy enamorada de alguien de aquí, de la academia, pero no creo que esa persona sepa que existo en el universo… y de hecho, tengo la certeza de que quiere a alguien más —las últimas palabras que había dicho fueron casi un susurro. Recordó a Seth guiando a Terry a la pista de baile y el pecho le oprimió de vuelta. ¡Maldita sea! En un segundo la sonrisa por los recuerdos de jugar baloncesto con Seth y la promesa de ir por el helado fueron borradas por una mueca y unos ojos acuosos.

Aún cuando le dijo que no llorara, esta se moría por hacerlo, pero Mark tenía razón, no le servía de nada. Cuando el norteamericano volvió a hablar, Mi Nyu se quedó quieta. Mark acababa de confesarle algo muy importante, algo que estaba segura que le había costado revelar… su novio lo había dejado. El castaño había tenido su amor y después lo había perdido. Mi Nyu se puso a meditar qué era peor, amar y no ser correspondido o amar y ser correspondido… y después botado. Mi Nyu regresó su vista a Mark y se dio cuenta de que él también estaba a punto de llorar. Era algo muy extraño, pero era la primera vez que hablaban a solas y el ambiente era totalmente en confianza, como si fuesen viejos amigos contándose las penas del día con día.

Mi Nyu volvió su vista al cielo, y se dio cuenta de que el crepúsculo estaba haciendo su aparición. Los colores dorados y naranjas en diferentes matices estaban haciendo su acto de presencia. Estiró una de sus delicadas manos y abrazó a Mark.

—Lamento haberte incomodado, pero si me permites opinar… creo que quizás tu novio sólo se siente confundido. La verdad es que no tengo ni idea de que pudo pasar entre ustedes porque apenas si te conozco, pero sólo necesito ver tu mirada y tu expresión para entender que de verdad lo amas. Y así como lo amas, dudo que otra persona no pueda sentirse feliz al recibir tal muestra de afecto— regresó su vista al cielo— En este momento creo que estamos pasando por uno de los crepúsculos de nuestras vidas, hay mucha luz alrededor pero no la suficiente como para iluminarnos el camino —volvió a suspirar— ¡No te desanimes Mark! Recuperaras a tu novio, de eso no me queda duda. En cambio yo… yo jamás me ganaré el amor de Seth…

Mi Nyu agachó la cabeza desanimada y después se dio cuenta de que como había hablado con tanta familiaridad no se había dado cuenta de que pronunció su nombre... ¡Le había confesado que le gustaba Seth! Mi Nyu abrió los ojos como platos y se llevó una mano a la boca. La surcoreana sabía que Mark era amigo de Seth ¿Y si se lo decía? Asustada se puso de pie dispuesta a echarse a correr.

Mi Nyu regresó su vista a Mark y tragó saliva audiblemente. Él chico le sonreía en una cierta forma pícara como si estuviera en complicidad con ella. Le había dicho que no se asustara y que no se lo diría a nadie. La verdad es que no sabía si cumpliría con su palabra, pero ella quiso creer que sí… después de todo, Hwang Mi Nyu tendía a querer y a confiar en la gente demasiado pronto. Respiró, hondo, volvió a sentarse y miró a Mark para contestarle su última pregunta.

—No, no se lo he confesado —apretó los dientes—, y no le encuentro sentido a decírselo. Sé cuál será su respuesta, sé que me va a rechazar.

Los ojos se le llenaron de lágrimas y esta vez no pudo evitar derramarlas. Recordó como en el baile de Halloween, Seth había mirado a Terry, como lo había tocado y como se lo había llevado a bailar. Mi Nyu no se había atrevido a invitarlo al baile porque ella supuso que él le diría que no bailaba y que era una mala compañía, incluso pensó que a lo mejor ni asistiría. ¡Pero cuál fue su sorpresa cuando lo vio ahí al lado de Terry! El mundo funcionaba de una manera extraña y misteriosa.

Pasó una de sus manos por sus ojos para secarse las lágrimas, pero por más que se tallaba, estas no cesaban. Se avergonzó de mostrarse tan vulnerable con el tema de Seth a una persona que también estaba sufriendo por amor. No era justo para Mark que ella le mostrara sus problemas. Se obligó a controlarse pero no podía, el corazón estaba amartillándole en el pecho y recordándole que estaba enamorada de Seth Raven. ¡Y cómo olvidarlo si se lo recordaba día con día!

Mi Nyu sopesó una a una las palabras que Mark le había dicho. Si seguía manteniendo su amor en secreto era muy probable que este la consumiera y la devorara. Se llevó las manos a la cara para ocultar su pena y sus lágrimas… cosa que era inútil, porque obviamente Mark ya la había visto.

—Es una pena que me veas así —dijo ella y recargó su cabeza en el hombro del americano, como si estuviera intensificando el abrazo silencioso que el chico estaba proporcionándole— La verdad —retomó ella y destapó su cara—, es que no sé como confesármele, jamás me le he confesado a nadie… una vez en Corea creí estar enamorada de mi mejor amigo, pero ahora que lo pienso creo que mi corazón nunca latió así como me late cuando pienso en Seth. Tengo miedo Mark, miedo de que Seth al saber lo que siento me diga cosas que no pueda soportar y que me aleje de su lado. Tengo miedo Mark... tengo mucho miedo.

La coreana suspiró nerviosa y se apenó cuando sintió como el hombro del castaño se empapaba por culpa de sus lágrimas. Pero no lo podía evitar, no podía quitarse de ese hombro y mucho menos… podía dejar de llorar.

Mi Nyu asintió ante las palabras de Mark y se enjugó las lágrimas con los puños. Tenía que tener confianza… en sí misma y en Seth… sobre todo en Seth. Suspiró con mucho sentimiento y sin deberla ni temerla le propinó un pequeño beso en la mejilla a Mark.

—Muchas gracias Mark, en verdad tus consejos y tus palabras han sido de gran ayuda y de gran consuelo para mi corazón —La coreana sonrió un poco más aliviada y regresó la vista al norteamericano—. ¿Y tú Mark? ¿Te gustaría contarme bien que fue lo que pasó contigo y con… con… —dudó un poco porque no sabía en nombre del chico que tenía así de triste a Mark—tu novio? La verdad es que me has escuchado y ayudado mucho y me gustaría corresponderte de la misma forma.

La coreana sonrió tranquilamente mientras suspiraba. Mark acababa de ganarse un lugar muy especial en su corazón… sin dudas sería un amigo que ella siempre iba a querer valorar y conservar.

Mi Nyu frunció el ceño, realmente dudaba que Mark fuse tan malo como él mismo se lo pintaba. Tenía una muy mala y errónea perspectiva de su persona.

—Si sientes que Swii ha cambiado, es que quizás hay algo que necesita resolver por sí mismo. Yo sé que tú sabes que hay veces que cada uno de nosotros necesita su momento a solas para lograr la lucidez apropiada. Lo de la fiesta de Halloween, es algo que ya no puedes cambiar, lo que dijiste ya lo dijiste. Pero no pienses en que Swii no confía en ti, no creo que sea eso. Además, lo amas mucho, se te nota cuando hablas de él, en tu semblante de tristeza y… —hizo una pausa y enjugó las lágrimas del norteamericano con su mano— en la forma tan desgarradora que lloras porque lo crees perdido. Yo sé que cuando alguien ama de esa forma, la otra persona lo percibe y la haces feliz. Sólo… trata de darle tiempo y habla con él. Explícale que haz mal entendido las cosas y que sólo quieres que este bien. Dile todo lo que lo amas y pide perdón si es necesario, pero tengo la fe y la convicción de que todo te saldrá bien con él. Eres una magnifica persona y las personas magnificas como tú merecen estar rodeadas de magnificas personas como lo es Swii.

Mi Nyu le sonrió y le dio un abrazo cariñoso para calmar las lágrimas el chico. La coreana estaba convencida de que esa amistad con Mark iba a ser una de las más valiosas que iba a conseguir en toda la academia. Quería ayudarlo y curarle su corazón aún a pesar de apenas conocerle, no le quedaba ninguna duda ella quería ser amiga de Mark Krueger por siempre.

—Cuenta conmigo. Hwang Mi Nyu estará ahí para ti para tratar de sanar tus heridas —puso la mano en su pecho… cerca de su corazón—, y no me refiero sólo a las heridas físicas.

Mi Nyu sonrió mucho cuando Mark le agradeció pero inmediatamente sacudió la cabeza. En realidad ella no estaba haciendo nada, sino por el contrario él había hecho mucho más por ella. La coreana le dio un abrazo mucho muy fuerte y después lo tomó de las manos para jalarlo y levantarse juntos.

—Anda Mark-Oppa, levántate, anímate y sonríe para que cuando Swii te vea, se dé cuenta de lo guapo que eres sonriendo y corra a tu lado para que sonría igualito como tú le sonríes —Mi Nyu lo soltó de repente y fue por el balón para acomodarlo en el estante—. ¡Ándale Mark-Oppa! —le gritó desde el donde estaba— si tú sonríes yo sonreiré contigo.

La coreana corrió de vuelta con él ya que tenía energías renovadas gracias a sus únicos y memorables consejos. Mark Krueger era oficialmente una de las personas más importantes de la coreana y haría lo que fuera para animarle y hacerle sentir mejor en todo lo que ella pudiera.

Mi Nyu sonrió feliz y se acomodó el cabello cuando Mark se lo había despeinado en un gesto de cariño. La mirada del norteamericano también había cambiado considerablemente y se notaba mucho mejor y sonriente cuando se separó de Mi Nyu diciéndole que necesitaba una ducha. Cuando le dio el beso en la mejilla se sonrojó mucho pero no se sintió abochornada si no por el contrario.

—Nos vemos Mark, espero que algún día salgamos juntos en una mejor situación que esta —dijo ella y sonrió con mucha fuerza mientras se fue caminando por el otro lado de la cancha. Ya todo estaba dicho por ese día… Mark le había marcado diciéndole una verdad inquebrantable… tenía que decírselo, tenía que confesarle su amor a Seth Raven, para así dejarlo a un lado y poder salir adelante. Sí… tenía que hacerlo.