Un Inteligente Trago (Libre)

Jem caminó sigiloso, como si fuese una especie de sombra… como un vigía nocturno, un puma al asecho. Había visto como Tyler salía con mirada perdida de la mansión Heresy y ya que Jess no se encontraba por ninguna parte… decidió salir y seguirle. Apretaba a Willy a cada paso que daba, a cada vuelta por alguna esquina e inclusive cada vez que tomaba aire. La verdad es que su fascinación por estrangular gente a veces se le salía de control, pero para eso estaba su amigo Willy que siempre le servía para liberar la tensión… o en su defecto para terminar de ahorcar a los demás. Mientras iba por la calle, miró a mucha escoria humana simple y regular “Puñetera gente, en puñetero lugar” tenía tantas ganas de volverse y ahorcar a algunos, pero su meta era aún más fuerte… su meta era seguir a su “jefecito”.

Jem solía ser obsesivo con lo que amaba y le gustaba… y Tyler Black tenía un poco de eso. El líder de Heresy era la segunda persona más importante para James. Sus ideas, su trato con los despreciables humanos, su valor para atreverse a hacer lo que lo demás débiles especiales no se atrevían a hacer… todo lo que englobaba el puesto que desempeñaba Tyler le hacían ver ante los ojos del gemelo como si fuese una especie de… Dios. El rubio sonrió mucho cuando vio que el jefe se adentraba en un bar, “Apocalipsis” se carcajeó con el nombre y entró minutos después de que su tan amado jefecito entrara.

No había mucha gente en el sitio, así que no tenía caso ocultarse del jefe ya que fácilmente lo vería. Caminó hasta él mientras miraba como le servían whisky. Se quedó parado a medio camino mientras miraba como Tyler bebía del vaso, con una libreta en sus piernas y se repente volteaba a ver el lugar. Como era lógico… el jefecito lo vio. Jem sonrió de lado y se pasó la lengua por los labios mientras avanzaba y se sentaba al lado del jefe. Vio primero al estúpido cantinero —Dame lo mismo que a él— dijo con voz cortante… odiaba tener que hablar con humanos y esperó paseando sus dedos por la barra.

—Linda noche, jefecito… ¿puedo saber qué hace en un lugar de mala muerte como este? —le gemelo se volvió para ver al humano que le servía el whisky y le mostró los dientes de manera hostil para luego reírse al ver su cara de susto y se llevó el vaso a los labios.

Jem volvió a ver feo al bartender, tomó su vaso de whisky y se lo aventó al humano a la cara. Se carcajeó y sacudió la cabeza… —Dame otro… ya sabes… al cliente lo que pida — dijo con voz chillona y regresó su vista a Tyler mientras esperaba sin paciencia por su nueva bebida.

—Más diplomático no podría ser jefecito —dijo con una sonrisa y siguió escuchando el motivo por el cual el jefe había salido — ¿curiosidad? —rió— dudo que algo interesante pueda encontrar aquí —dijo viendo al estúpido humano que le servía la bebida con una muy mala cara— Yo… fácil, sólo lo seguía. Digámoslo… ¿curiosidad?—se mofó de la misma palabra del líder.

Jem estiró su brazo para alcanzar por fin el whisky y esta vez desistió en molestar al chillón del bartender y mejor se limitó a llevarse el vaso a la boca. Bebió lentamente su bebida y vio a Tyler con ojos lujuriosos… no lo podía evitar. La imagen que el castaño proyectaba, tenía un gran impacto y una gran influencia en el rubio, no era una admiración más grande que la que tenía por su hermano… pero a fin de cuentas lo admiraba… y lo deseaba porque Tyler era el único hombre que deseaba pero que no se permitía tomar.

Jem escuchó la melodiosa risa del líder Heresy y se estremeció ligeramente… ya había escuchado esa risa en otra ocasión… encerrados en su oficina… en una situación completamente diferente a la de ese momento. El más pequeño de los gemelos sintió ansias por agarrar a su Willy y enredárselo por el cuello para calmar su deseo por el castaño de al frente… pero desistió de hacerlo ya que los estúpidos mundanos, solían asustarse con sus actos obsesivos referentes a su látigo.

—La academia —repitió llevándose un dedo a los labios— esa maldita escuela de pacotilla que no hacen más que educar perros para los estúpidos mundanos comunes y corrientes —musitó siseando con la mandíbula tiesa.

Era cierto que alguna vez, él y su amado Jess habían pertenecido a Crusaders… pero también era cierto que ellos siempre habían odiado la escuela y que nunca estuvieron de acuerdo en sus ideales y convicciones. “Proteger a la humanidad… sí, claro… como no” James soltó una carcajada muy fría cuando escuchó la pregunta del líder y tomó un sorbo de su whisky.

—Lo seguí, porque usted no debería de darse el lujo de andar solo por la calle. Hay muchos… perros —musitó entre dientes viendo a las personas a su alrededor— y sí… es verdad, también porque Jess no estaba en casa —el gemelo se hacía follando y mamándosela a su gemelo, pero como no estaba tenía que mantener su mente ocupada… y en qué mejor que en Tyler Black —Te he dicho Tyler… —esta vez le habló con más confianza… como solían hacerlo las veces que no podía resistirse más ante él— que no debes de salir solo del cuartel de Heresy… trata de salir siempre acompañado —dio un último sorbo a su whisky y dejó con fuerza el vaso vacio delante de él— ¿Tienes algún plan próximo? ¿O sólo nos quedaremos parados como idiotas mientras reclutas niños “Crusados”? —preguntó cambiando el tema súbitamente para que Tyler no se diera cuenta de que se preocupaba de más por él.

Una cosa era segura… algunas de los mejores “especiales” estaban en Crusaders, de eso no cabía duda… varios de los hijos de Heresy provenían de ahí. Pero… eran casos muy escasos, tuvo que forzarse a sonreír mientras volvía a darle un sorbo a su whisky.

El más pequeño de los gemelos Wayland, se quedó quieto escuchando como el líder Heresy argumentaba que los “perros” no le podían hacer nada… pero en eso Jem distaba de su líder. Habían muchos perros falderos de los “Crusados” que si bien podían ser poderosos y podían hacerles estar en apuros. Claro que el rubio confiaba plenamente en su propio poder y en el poder de Tyler… pero eso no quitaba que le ocasionara un súbito escalofrió al pensar en que algo le pudiera pasar. James tuvo que deslizar una mano bajo su saco para agarrar a su “Willy” y apretarlo con fuerza para controlar la ansiedad que esa idea le producía. Se carcajeó cínicamente antes de volver a ver a Tyler a los ojos… unos ojos controladores que no necesitaban usar su poder para que este le obedeciera.

—Por supuesto que me preocupo por ti, Tyler. Sabes perfectamente que mi preocupación número uno siempre será Jess… pero tú siempre serás importante —el gemelo se llevó el vaso a la boca y vio de reojo a la gente en el bar como si esperara que algo interesante fuera a suceder— ¿Piensas reunirte con alguien? —Los celos empezaron a carcomer al rubio pero no dijo nada mientras apretaba más fuerte a su mejor amigo Willy. Odiaba tener que esperar… odiaba no saber que hacía ahí Tyler… odiaba pensar en la idea de que esperaba verse con alguien. James Wayland bufó algo antes de ponerse de pie y ver a su líder desde arriba.

—Voy al baño… —susurró entre dientes molesto y se dio la vuelta para dirigirse al cuartito de la esquina.

Jem entró al baño y abrió el grifo del lavamanos para mojarse la cara unos segundos. Sabía que no podía relacionarse con Tyler, su posición era de autoridad y de ejemplo para los demás miembros de Heresy… pero con un demonio… ¡Cómo le deseaba! Vio de reojo uno de los cuarto de baño por el reflejo del espejo y no tardó ni 10 segundos en ir a encerrarse ahí. Agarró a Willy y se lo enredó en el cuello, apretándolo lo suficiente para dificultarle la respiración, y después deslizó su mano dentro de su pantalón para agarrarse la erección que le había crecido mientras estaba al lado de Black y comenzó a masajearse. Cerró los ojos y recargó la cabeza en la puerta mientras soniditos guturales salían de su garganta. Él mismo se había prometido que no volverían a involucrarse sexualmente con el líder de su organización… y como tal tenía que cumplirlo. Gimió por varios segundos, ahorcándose más fuerte y deslizando su mano con rudeza y rapidez. Se mordió los labios a punto de sangrar y más que para que no lo escuchar gemir… era más bien para provocarse dolor. Se obligó a llegar con prisas y se carcajeó al ver su mano mojada con ese espeso líquido nacarado. Se limpió su mano con papel higiénico, soltó a Willy de su cuello, dejándole una pequeña marca rojiza y se acomodó la ropa para salir a lavarse las manos. Volvió a mojarse la cara y después regresó con Black. Se sentó delante de su líder con el rostro mojado y un poco más tranquilo.

—Bien jefecito… ¿qué quiere hacer mientras esperamos? —preguntó con aire despreocupado. Sin dudas… llegando a casa correría a ver si Jess había llegado para que lo tomara con furia. Vio de reojo al castaño y apretó los dientes “Deja de verlo… es el único que no debes tener”

Jem notó como Tyler se le acercó y estiró sus rasposas manos para acariciarle el cuello. Un escalofrió recorrió la columna del más pequeño de los gemelos Wayland. ¿Qué no se daba cuenta de que si lo tocaba de esa forma el otro podía perder el control y se le echaría encima? Apretó los dientes y su puño sobre Willy para controlarse.

—¿Que si qué me pasó? —rió levantando una de las comisuras de sus labios— Pues lo de siempre, Willy jugaba rudo conmigo. Nada que no sepas… o que no hayas visto cuando nos acostábamos —murmuró entre dientes al recordar las maravillosas faenas que solía darse con el líder Heresy… pero Jem decidió dejarlo de lado porque no quería que los demás le faltasen al respeto y porque le estaba gustando demasiado y no quería que eso le ocasionara problemas con el amor de su vida… su Jess. Jem miró los ojos castaños de su líder y algo dentro de él de removió. El jefe parecía preocupado… o esa impresión le daba.

Jem hizo un ligero puchero… como si de un infante se tratase y vio a Black a los ojos. Era un enorme defecto en el pequeño Wayland. Era demasiado transparente con lo que sentía. Por lo mismo siempre era tan cínico y descarado porque no tenía mucho sentido mentir. Jem por lo regular no sabía mentir, sabía disfrazar la verdad y le daba vueltas, pero a una pregunta tan directa… no había de otra más que contestarla como se debía.

—Obvio que los extraño. Me jodias demasiado bien para mi propia cordura —confesó encogiéndose de hombros— Supongo que es difícil no extrañar algo que gozábamos mucho, Willy y yo.

El rubio se pasó una mano por el cuello acariciando su reciente herida y vio con ojos llenos de deseo a Tyler… no podía evitarlo.

—¿Y tú… Tyler? ¿Extrañas lo que alguna vez tuvimos?

Jem se mordió el labio para volver a sentir dolor en donde ya se había cortado con sus dientes. La verdad es que para el menor de los Wayland, el sexo era una necesidad básica, buscar quien se lo proporcionara cuando su hermano no estaba era de lo más normal. Pero… el sexo que involucraba al líder de Heresy, se había convertido en algo peligroso porque algo se removía dentro del rubio. No había nadie como su Jess, nadie… pero Black tenía algo que…

—Creo que aquí no pasara nada bueno —miró por encima del hombro y su rostro mostró asco al ver a las simples personas— es mejor que regresemos a la mansión.

Jem esperó por la respuesta del líder con algo de impaciencia. Porque de hecho el jefe Heresy había guardado silencio, algunos segundos… cosa que desesperó al rubio gemelo. Cuando por fin contestó con esa voz seria, Jem no pudo evitar sonreír ampliamente. La sonrisa no le duró mucho al pequeño Jem cuando le dijo que sabía cuando hacia las cosas porque era mejor… refiriéndose obviamente a que cortaran de tajo esas buenas folladas que se daban en su oficina… o donde se pudiera.

—Sí… definitivamente fue lo mejor —musitó entre dientes. Aunque sabía que sí era lo mejor… no le agradaba del todo la idea de ya no intimar con Black.

Wayland se desesperó cuando escuchó a Black decirle que lo alcanzaba más adelante. Si Tyler bien sabía era que Jem era sobreprotector con él… era obvio que no le iba a dejar solo y que le iba a aceptar ese trago. Suspiró resignado y volvió a acariciarse la herida del cuello.

—De acuerdo… nos quedaremos otro rato más. Aunque sigo sin saber que hay de bueno en este sitio.

Jem resopló ligeramente y se recargó en el respaldo del asiento con cierto enfado. Como niño regañado y a punto de hacer alguna rabieta. Todo fuera por Tyler Black… todo fuera para calmar sus nervios y no dejarlo solo.