Who's first? - Class

Clary abrió los ojos y sonrió levemente cuando Rhy la levantó. Su plática en su oficina había sido sumamente agradable… sumamente fructífera. La pelimorada se removió un poco y tardó unos segundos en enfocar su mirada en el musculoso mimetista.

—Hola, Rhy —saludó la chica y se puso de pie con una sonrisa en los labios. Rhy se quedó parado a la expectativa de si ella le necesitaba y ella no pudo estar más agradecida con él. La maestra se sacudió las posaderas, estiró un poco su cuello y después agarró a su R2 para terminar de ver los videos de la gente que no había podido observar cuando se desmayó. No le tomó más que unos minutos analizarlos y después dejó a su laptop en el escritorio para ponerse a aplaudir.

—¡Bravo! —alardeó y comenzó a aplaudir efusivamente— Bien antes de empezar con el bla, bla, bla… ayúdenme a despertar a los que están dormidos —va y abre uno de sus cajones y saca varias jeringas —con una especie de suero verde— y se las lanza a Alessandro, Kuja, Ariel… después le avienta una a Rhy para que levante a Ben y ella misma va con la chica llamada Sora. Cuando la inyecta y la ve abrir los ojos, la maestra sonríe, ve de una manera muy profunda al rubio llamado Damian y después regresa al frente— Como se habrán dado cuenta… nadie está muerto. Las balas, no eran balas sino dardos somníferos —apunta a los chicos que tienen jeringas y les ordena despertar a sus compañeros. Una vez que se cerciora que todos están despiertos y escuchándola, la maestra sonríe levemente y juntas sus dos manos— Lo lamento chicos… lo lamento mucho. Sé que me pasé de perra por hacerles pasar por una barbaridad así… pero era más que justo y necesario y si necesitara volverlo hacer… tengan por seguro que lo volvería a hacer —regresa su vista al subdirector y le sonríe haciendo un saludo estilo militar— El maestro Rhy Terrel estaba al tanto de todo y fue mi soporte… sobre todo a la hora de que alguno de ustedes se atreviera a dispararme —la maestra comienza a caminar por delante de su escritorio, con sus tacones repiqueteando el piso— Quizás muchos de ustedes se estén preguntando el motivo de esta actividad, pero la respuesta es sencilla… yo quería conocerlos, conocerlos en una situación real —se lleva un dedo a los labios y chasquea la lengua— Nadie estuvo mal aquí, todas las acciones fueron acertadas. Estoy orgullosa, tanto de los que dispararon como los que no lo hicieron porque el chiste aquí no era ver si eran asesinos o no, si no ver que estaban dispuestos a perder. Unos prefirieron perder sus vidas antes que dañar a alguien más… y otros prefirieron sacrificar otra vida para salvar la suya y seguir adelante con su misión… y hubo quienes desafiaron a la autoridad para tratar de salvarlos a todos —se volvió para ver a las dos chicas que le habían disparado y les sonrió— Entonces… aquí la cosa es que todos estuvieron bien, estoy orgullosa de cada uno de ustedes… y prometo que no les volveré a hacer algo como lo del día de hoy… —sonríe maliciosamente—, por lo menos no sin que les de alguna pista—. La tecnópata va hasta detrás de su escritorio y agarra a su R2 para ver los nombres de cada uno… y sonrié— Bien, lo que sí les voy a decir es que para mí tienen premio de honor las alumnas Cassie Vadeli y Claire Redfield por atreverse a ir contra la autoridad y tratar de salvar a todo el grupo. Después vienen siendo los alumnos que se sacrificaron por alguien más que vendrían ser… —vuelve a ver a su laptop personalizada— Mi Nyu Hwang, Sora Furukawa, Ariel Rouge y a la par por sus palabras contra mí el alumno Jacob Strauss— Repasa más nombres en su laptop y después la cierra— Después vendrían a ser los chicos del mutuo sacrificio que vendrían a ser Alina Himmel, Terrance Maxwell, Dylan Jules, Umiko Messina y Aydan Richelle —la maestra se recarga contra el escritorio y se cruza de brazos—. Y el resto tienen puntuación normal… exceptuando por un alumno que su comportamiento me perturbó un poco —voltea a ver con ojos entrecerrados a Damian Gray— Como sea… pueden irse chicos… nos vemos en la próxima clase— Se ríe una vez más y hace que sus brazos resalten más sus pechos— si es que no me tienen miedo —termina para reír.

Clary agarra a su R2, va al lado de Rhy, lo agarra del brazo para salir y le guiña un ojo a Ben y le susurra un: “lo siento” para después darle la espalda y salir de ahí acompañada del subdirector.

Spoiler: