1ra Clase de Resistencia (cont...)

Como sabía que tenía tiempo de sobra y no había prisas, se regresó a su habitación para dejar allí los pocos útiles que había llevado consigo y cambiarse a la ropa mas como da que tuviese, por el nombre de la materia sabía que seguramente debería realizar un esfuerzo físico así que tener ropa que le facilitase la tarea en vez de dificultársela era sin lugar a dudas, la mejor de las opciones.
Tomó las cosas que el profesor había apuntado como las más necesarias y emprendió camino a campo de entrenamiento, llegando a éste minutos después, para notar que solo había un alumno de larga cabellera, mientras que el profesor permanecía de pie en una actitud… extraña.
“Este tipo es el mismo que dio aquella clase de arte…” pensó levantando una ceja para después girar su cabeza y observar lo que tenía enfrente, el campo realmente se veía duro, tanto así como para que el que pasase por ahí debiera dar su mejor esfuerzo.
Sin mostrar expresión alguna en su rostro se sentó en el suelo a unos pasos del otro que ahí estaba para esperar el tiempo necesario hasta el inicio de la clase.

Jez se dirige a la segunda clase que atenido en esta escuela, se puso algo deportivo, un pants unos tenis para correr una camiseta tira hueso y unos guantes, por cualquier cosa. La clase a la que se dirija le interesaba bastante ya que era en los campos de entrenamiento "por fin algo de acción.... aquí es donde me daré cuenta quien bale la pena" pensaba mientras se dirija tranquilamente hacia los campos.

Llegando vio que solo avía 3 personas uno era Kuja, un tipo de aspecto serio pero para Jez solo era basura y la otra persona parecía el profesor, de pura vista se dio cuenta de que era alguien fuerte "valla aquí si se toman las cosas en serio" pensaba mientras se dirija a un poste para recargarse en el. Ya ahí observo a Kuja "valla que le interesa esta clase para estar aquí antes que yo ", cuando este lo noto le dio un saludo de lejos moviendo su cabeza un poco pero sin decir nada, para luego esperar a que la clase empezara.

Luego de dirigirse nuevamente hacia su habitación para cambiar su ropa y tomar lo necesario, se detuvo frente al gran espejo de pie que allí tenían para sujetar su cabello en una coleta alta; sabía que debería realizar esfuerzo físico en aquella clase, por lo tanto el cabello suelto podría molestarle en aquella ocasión. Apretando bien la coleta se arregló un poco el flequillo para luego salir camino hacia el campo de entrenamiento, llegando a este unos minutos después y quedándose con la boca semi-abierta al descubrir todos los obstáculos que se imponían a su visión.
Luego de permanecer de pie unos segundos, dejó escapar un leve suspiro para caminar hacia el grupito de alumnos que se encontraba ya allí y que extrañamente se trataba de puros varones, algunos con aspecto bastante llamativo. El profesor permanecía de pie en silencio y sin mirar a nadie, por lo que intentando evitar molestarlo se acercó hacia el grupito, sentándose cerca de un chico de cabello negro, para solo esperar en silencio el inicio de la clase.

Había podido conseguir un pans deportivo y una blusa de tirantes en su habitación, era algo que no solía usar, los pantalones le resultaban incómodos, pero tenia que aprender a usarlos, pues quizás este tipo de clase le exigiría muchos movimientos que una falda no iba a poder controlar, rápidamente se cambio dentro de su habitación y fue a conseguir el kit de primero auxilios y la botella de agua que le otorgaron ahí mismo en la escuela, pues eran básicos para el entrenamiento de cada uno de los chicos. Al llegar al área señalada cohibiéndose totalmente colocándose lejos de la vista de todos mientras en su cuello se cargaba de nuevo la pequeña bolsita de piel donde guardaba sus semillas básicas.

Observo a todos los chicos, pero ninguno se le hacia conocido, a excepción de Rai, aunque aun así, no quiso dirigirse a el, con esas ropas se sentía demasiado insegura, como si no fuera ella en verdad. Camino un poco, hasta sentarse a lado de la única chica hasta ahora, la cual tampoco conocía, parecía tan linda y de cabellos azulados, solo permaneció cerca, esperando no molestar a nadie.

Luego de pasar por su habitación y cambiarse de ropa, se sujeto el cabello en dos largas trenzas que tomaban toda su larga cabellera para que así pudiese tener un mejor movimiento, sabía bien que para realizar actividades físicas de ese tipo era mejor que el cabello no molestase y eso era algo que había aprendido de aquel desafortunado viaje a África, del cual aun intentaba buscar un buen justificativo, aunque si había aprendido algunas cosas y eso no lo podía negar.
Luego de alistarse y tomar lo necesario salió en dirección al campo de entrenamiento en donde había estado en aquella clase del profesor Terrel, pensando en aquella experiencia mientras recorría los pasillos, recordando que en aquella clase realmente le había ido bien.
“Solo espero poder dar lo mejor de mí… en esta también…” pensaba mientras comenzaba a caminar por el pasto, acercándose al grupito se alumnos que allí estaba esperando sobre el pasto las instrucciones del maestro.
Al legar se sentó atrás de la única chica que conocía y que además era su amiga, Aydan, pero antes de que pudiese saludarla se distrajo observando al que parecía ser el profesor “Ese no es el profesor Lion…” pensó observando la cabellera gris del sujeto que al frente permanecía de pie, casi de manera inmutable.

Jez seguía esperando, su saludo fue contestado por Kuja con otro saludo igual, pero bastante gente seguía llegando, ahora la mayoría eran mujeres "espero que esta clase no se vuelva aburrida..." pensaba Jez al ver que gente que para el eran débiles seguían llegando. De pronto el tipo del pelo güero que lo molestaba con la presencia llego, Jez lo observo desde que llego "su presencia no a cambiado nada....." pensaba ya que esa presencia lo molestaba y bastante; lo irritaba, el tipo se acerco demasiado a Jez pero para su sorpresa el tipo observaba a Jez con una mirada bastante rara "y a este que fregados le pasa....." esa mirada solo iso que Jez se molestara mas, el tampoco quito su mirada de el pero la mirada de Jez era de enojo.

Ese tipo no le agradaba en lo absoluto, pero Jez sabia que el era fuerte, "tu seras el siguiente, te partiré la cara!" pensaba mientras lo seguía observando cuando se alejaba. De pronto escucho una voz familiar -Hey- cuando volteo se percato de que Kuja ya estaba enseguida de el -Ves a alguien interesante?- comento Kuja, Jez sabia a que se refería, sonrió un poco por que su rival le preguntara eso y contesto -aparte de ti , el profesor y el tipo de pelo negro (refiriendo al italiano)........ no muchas personas, pero ese güero......- señalo con la mirada al tipo güero de los tatuajes, al observarlo su semblante cambio de nuevo a un tono mas serio pero con odio - hay algo en el que no me agrada-, volteo con Kuja para preguntarle - tu que opinas?- refiriendo al aura que emanaba esa persona.

El peli negro salió del vestidor y se dirigió al campo de entrenamiento usando unos shorts largos deportivos y una camiseta de licra con cuello de tortuga pero sin mangas, traía un chaleco tipo militar en donde normalmente graduaba las armas y municiones que usa normalmente pero esta ves ya que no iba a utilizar ningún tipo de arma en esa clase, también tenia unos guantes de cuero negro que llegaba a media muñeca especiales para armas de fuego, tomo una bolsa que tenia todo lo necesario para atender primeros auxilios y continuo su camino.

Ariel llego al campo de entrenamiento ya habían varios compañeros en el campo, muchos eran conocidos para el, también se encontraba el maestro esperando a los que faltaran, Ariel hiso un ligero estiramiento de brazo y pernas esperando las instrucciones del maestro.

Llegó colocandose unas guanteletas -dejando asi sus palmas cubiertas pero los dedos de sus manos desnudos- al campo de entrenamiento y distrajo totalmente su atencion en como se hallaba conformado y los obstáculos que estaban listos para los ejercicios que seguramente les pondrian, Cassie se sintió de pronto como parte de aquel ambiente, le encantaba estar al aire libre, al notar el amplio espacio y el pasto bajo sus pies se quitó la mascada del cuello abandonandola junto con sus pertenencias, levantó sus brazos y su cuerpo con las palmas abiertas y estirandose como queriendo alcanzar el sol, ya habia calentado aquella mañana como siempre pero mas calentamiento no le haria mal. Poco a poco comenzo a doblar su cuerpo hacia atrás formando un arco y alcanzando el suelo con las palmas bien firmes sobre el cesped mientras despegaba sin mayor esfuerzo sus pies del pasto, sus movimientos eran ligeros y gráciles -gracias a años de practica-, llevandole de un momento a otro a estar parada de manos permaneciendo asi por algunos segundos para después bajar sus pies a tierra firme e incorporarse una vez mas.
Se sacudió el polvo de las manos con tres palmadas y acomodó sus cosas cerca de los limites del campo de entrenamiento para que estas no estorbaran.
Después regreso su mirada observando el paisaje y usando sus manos a la altura de sus cejas como si de visores se trataran para bloquear un poco los leves rayos de sol.
Esta vez desvió su mirada para percatarse de cada alumno que habia llegado antes que ella, a todos y cada uno de ellos ya los habia visto al menos una vez, en la recepción del rescate o en la clase pasada, sonrió, estaba ansiosa porque iniciara la clase.
De pronto miró hacia el frente en dirección a un hombre alto, de brazos cruzados, una sonrisa tranquila y cabellos platinados que le llamaron la atención a la joven.
Era Enzo, aquel chico que habia conocido una mañana durante el desayuno. Al mirarlo no pudo evitar sonreir ampliamente, y dando un pequeño salto levanto su brazo izquierdo saludando vigorosamente hacia él, le habia caido muy bien, era agradable, amable, inteligente y dulce, solo que a veces le parecia muy serio y cordial -cosa que no era mala, pero le extraña en una persona tan joven, sobre todo en un estudiante-.
Nunca habia imaginado que seria su compañero de clases, después de todo parecia un alumno de último curso, y ahora que lo pensaba, no lo había visto en la clase de la señorita Clary, después le preguntaría, seguramente no faltaba mucho para que iniciara la clase, ¿donde estaría el profesor?

Claire salió de su habitación cambiada para la clase, traía una camisa de tirantes negra y unos shorts deportivos estilo de los 70s color azul marino, traía calcetas negras y unos zapatos deportivos, había agarrado su cabello en una coleta de caballo y por ultimo unas bandas deportivas en las muñecas.

Calmadamente se dirigió al campo de entrenamiento con una mochila que tenia todo lo necesario para entrenar, encendió su psp y lo puso en modo de reproductor de música colocándose los audífonos. Llego a la campo de entrenamiento, ya había varios alumnos ahí esperando a que comenzara la clase el maestro se encontraba en medio de los alumnos, viendo como los demás iban llegando, Claire dejo caer su mochila al piso coloco su psp en el bolsillo de su shorts junto con sus manos y siguió escuchando música en lo que el profesor comenzaba la clase.

Claire con una cara seria y despreocupada miraba a los estudiantes que iban llegando, con cara de desinterés seguía en lo suyo escuchando música.

Al llegar a su habitación como unos shorts color claro y una blusa de tirantes azul oscuro, para vestirse con ello e ir en busca de el kit de primeros auxilios y una botella de agua, que seguramente seria de mucha ayuda cuando estuvieran allá, acaso el maestro les pondría unas pruebas difíciles, estaba entusiasmada de pensar en ello, al llegar se había dado cuenta de que su cabello estaba suelto y le estorbaría, así que solo se lo sujeto como era su costumbre con una cola alta, esperando a que esta no se desasiera con la actividad física.

Camino hasta donde todos estaba reunidos, parecía que esperaban a que los demás alumnos llegaran, pero ella no podía esperar, era demasiado inquieta cuando de acción se tratara,

-Que demonios? ya es tarde... que comience la clase...- pronuncio con el tono de voz normal, así que la mayoría la escucho, aunque era evidente que aun faltaban unos minutos para que la clase comenzara.

Justo como lo esperaba, al llegar al área de entrenamiento donde por obvias razones seguramente entrenarían se dio cuenta de que podía escuchar las multitudes en su cabeza que provenía de todos los alumnos, ya estaba relacionado con eso, era como estar entre un montón de gente, era estresante y disfrutaba mas del silencio, pero era imposible querer callar aquellas voces. Frunció levemente el ceño por la molestia de aquel sonido y se acerco donde los demás se encontraban esperando a que la clase comenzara, se quedo en silencio cruzando los brazos hasta que el maestro de cabello blanco y de aspecto joven se le ocurriera empezar la clase.

Pensó que estaba listo, pero después de pensarlo mejor si se fue a vestir de otra manera. Antes usaba un conjunto de pants y sudadera normal, considerando el clima de noviembre, pero si les ponían a usar sus poderes esas prendas solo le estorbarían. Por ello se cambio rápido a una camiseta sin mangas y un shorts a las rodillas, por lo menos eso no quedaría destruido si es que usaba las púas en algún momento.

Cuando llego al campo ya habían varias personas ahí esperando a ver que los ponía a hacer el profesor. Miro a algunos conocidos entre los que estaban ahí y se les acerco con una sonrisa.

“Buenos días, señores” A los amigos. “Señoritas” a las chicas que no conocía. “Bellezas que me deslumbran.” Comento ya a Aydan y Alina. “Scar” A su hermana, ya que no podía decirle de otra manera, no es como si se fuera a coquetear con ella. Sin dudarlo se acerco a su amiga más cercana. “¿Qué paso? ¿Nos cambiaron de profesor?” Pregunto curioso mirando como el de Artes estaba figurando ahora delante de ellos.

Después de un momento llego al área donde habían sido citados todos, al acerarse se dio cuenta de que Alina se había adelantado y ya estaba ahí, solo sonrió levemente para sentarse en el pasto tranquilamente, esperando a que el maestro diera su clase, pero al mirarlo con atención se dio cuenta de que no era el maestro de Resistencia llamado Lion, el cual había atacado en equipo aquella vez hace tiempo, si no otro maestro, el cual no había visto pues no había entrado a la clase de Artes, pero era normal que de vez en cuando cambiaran de docente, así que no le sorprendió mucho, esperando a que este fuera mejor que el anterior.

Se quedo en silencio, notando que Jake se acercaba a Alina a hablarle, solo frunció el ceño ignorando aquella sensación que siempre sentía cada que el se encontraba cerca de ella, tenia que superarlo, después de todo ahora era su novio y no había nada de malo con que tuviera amigos a su alrededor.

Sentada en el pasto se dedicó a esperar que la clase diera inicio, pero con el correr de los minutos el profesor solo permanecía allí mientras los alumnos seguían llegando, el murmullo se hacía un poco más grande, clásico esto de la espera para las clases y del aumento de personas en el lugar.
De pronto oyó una voz bien conocida, era su amigo Jake que había llegado saludando a los amigos abiertamente así como él era, tan sociable como ella no era capaz de ser; una de las cosas que seguramente admiraba de él.
-Buenos días Jake…
Se sonrojó un poco al oír la forma en que la saludaba para luego escuchar su pregunta, si, ella también se había percatado de lo mismo apenas había llegado, preguntándose qué era lo que había sido de aquel profesor de negra cabellera.
-Al parecer si, la última clase de resistencia a la cual asistí era impartida por el profesor Lion, pero ahora parece que el profesor de arte estará a cargo de nosotros… -observando al peligris- …se ve muy tranquilo… pero no me lo imaginaba en una materia así…-sonriendo levemente- ¿Cómo has estado? hacía un tiempo que no nos veíamos…
Alina volvió a mirar a su amigo con un leve sonrojo, era característico de ella ser así y no podía evitarlo, aunque aquel chico fuese uno de sus mejores amigos, aun así su personalidad era como era y parecía no tener remedio, por lo que intentaba no preocuparse tanto por ello y aceptarse de esa forma, así como los otros la habían aceptado; cambiando solo aquello que realmente debía cambiar, o al menos intentarlo.