La primera noche. [Privado]

Ese día había salido ya del trabajo. Estaba…fastidiado, en su vida le había gustado estar con principiantes. ‘Eres bueno, ayúdale a comenzar’ esas fueron las palabras del encargado del cortometraje causándole casi una ulcera del enojo que le dio. La chica había estado fatal, más que fatal, la había escuchado llorando al final porque era su primera vez delante de una cámara y delante de tantas personas.

Por dios santo, casi agarraba a golpes al director cuando le comento que debía de ser más tierno. El no había sido contratado para ser tierno, lo había sido para ser rudo y joderse lo que le pusieran delante, ya fuera hombre o mujer. Por algo estaba en ese negocio y no se iba a echar para atrás. Por eso, ¿Qué debía de hacer para calmar la furia?

Fácil, podía ir al bar o al centro nocturno, sacar a un idiota de ahí y romperle la mandíbula en tantos pedazos que en su vida pudiera recuperarse. Así de simple como sencillo. Es por ello que ahora estaba en aquel lugar tan concurrido, esperando a ver quién era el primer estúpido que se le atravesaba.

Y así como llego así le fue de sencillo reconocer a cierto rubio con el cual le tocaba a veces hacer equipo en misiones. “No sabía que tus gustos habían cambiado. ¿Cuándo pasaste de querer un rubio gringo a un ruso negro?” Pregunto en doble sentido sentándose a su lado. ¿Por qué? Simple, tenía ganas de joder a alguien y este chico era la victima perfecta, ya después si lo regañaban por comenzar una pelea contra él, vería como arreglárselas.

“Yo quiero una cerveza.” Le pidió al barman cuando este le pregunto por cual bebida era que quería. “Simpático el niño, ¿Debo de imaginar a quien te estas refiriendo o me jodo en la impotencia de no saberlo?” Recibió rápido la cerveza, igual estaba esa no necesitaba preparación, por lo que solo abrieron la lata y se la vertieron en un vaso normal. Por algo amaba la espumosa bebida.

Alzo la ceja ante la sonrisa que tenia Henrik, mas no comento nada por lo menos no por el momento, ya que primero se puso a escucharlo.
“Bah” Fue lo primero que dijo ante aquello que comento del trabajo. “Me jode que lleven ‘señoritas’ al set, mas cuando son mocosas que nunca han hecho una mierda de esas.” Sin dudarlo saco un cigarro encendiéndolo. “Me hicieron hacerme pasar por la ‘doctora’ de esa maldita mocosa en lo que ella se hacía a la idea de que tenía que abrir las piernas y dejar que se la metiera hasta el fondo. Si no fuera porque al director le gustaba esa maldita, entonces la hubiera mandado por una soberana mierda y me hubiera largado de ahí.” Estaba fastidiado, se le notaba con cualquiera de sus palabras, las cuales nada más se notaban tensas.

Se saco el cigarrillo de los labios y se bebió buena parte de la cerveza, hasta que escucho el comentario tan amable por parte de Henrik. Si antes estaba molesto ahora estaba cabreándose sin dudas. El solo escuchar como mencionaba a su hermano, causaba que el interior de Jess se encendiera completamente, apretando con fuerza la cerveza.

“Si ya sabes, Jem es perfecto en todo lo que se le ordena…” Dijo entre dientes no pudiendo contener el enojo que tenia contra su líder. Si, le tenía cierto respeto, pero odiaba como se acercaba a Jem, era como si le estuviera golpeando los huevos una y otra vez hasta dejarlo sin habla. “Y quién sabe, no he ido a la mansión.” Y ahora con esa idea en la mente, más que ir para allá tenía ganas de joderse lo primero que encontrara en el camino y después largarse.

Sin poder evitarlo su mano apretó con fuerza el vaso de cerveza. Estaba enojado, no, mas que enojado estaba en un punto donde su cuerpo ahora mismo estaba emputado contra lo primero que se le pasara por delante. Los celos ya estaban carcomiéndole desde el estomago hasta la boca, dejándole un pésimo sabor. Sabía perfectamente que Henrik vilmente no estaba diciendo todo aquello para joderle la vida y hacerle enojar. Lo peor del caso es que si lo había logrado.

De solo imaginar lo que le habría dicho el jefe a Rick –Aunque pudiera ser una mentira del rubio- causaba que los celos estuvieran invadiendo a este, haciéndole rechinar un tanto los dientes mientras exteriormente intentaba NO hacer una escena. Quería ir y ver en verdad que era lo que estaba haciendo ahora mismo su gemelo. Ahora es cuando quería follarselo de tal manera que nadie, pero NADIE se le acercara. Marcarlo tanto que hasta Jem se quedara satisfecho y no deseara que nadie más se la volviera a meter en su vida. Desgraciadamente sabía que no seria así y eso es lo que más lo fastidiaba del asunto, que por más que él quisiera dejar satisfecho a su hermano, había un sentimiento de su parte que le decía que no podría lograrlo aunque lo deseara con ganas.

Lo peor, es que todos aquellos pensamientos lo llegaban a emputar aun más que antes. ¿Qué es lo que podía hacer para que Jem solo fuera suyo? Eso era un puto misterio. “Jah.” Se mofo un poco ante el último comentario del francés. “¿Y ahora me dirás que ya te excito perra?”

“Mm tequila. Eso debe de darme una señal en especial.” Una sonrisa se ladeo en sus labios, como si supiera cual sería el final de aquella noche. O tal vez podría decir que sería un inicio, si lo miraban de una manera un tanto…divertida.

Definitivamente el enojo sumado con la sonrisa de lujuria en los labios de ese rubio, no causaron más que Jess sintiera como al excitación estaba recorriendo su cuerpo; claro, no estaba en el grado de excitarse como lo haría con Jem –al cual ya habría lanzado contra la mesa y ahora estaría metiéndosela con ganas-, en cambio ahora lo que sentía era un ardor en el cuerpo, como si le dijera que siguiera jugando a ver qué era lo que terminaba saliendo de aquella noche.

“Perdernos y quedar sin sentido.” La sonrisa no pudo más que ensanchársele con el solo pensamiento, como si fuera lo que estaba pensando ahora mismo. ¿Dónde había quedado el enojo que había tenido con los del estudio? Se le olvido ya. ¿Dónde quedo el enojo que le había causado pensando en la persona que amaba? Ahí seguía, ese no se iría. La diferencia es el cómo lo iba a canalizar y ahora mismo, tenía la manera perfecta de cómo hacerlo.

“¿Por qué no?” Miro como ya les estaban trayendo le tequila y los típicos y absurdamente pequeños vasos mexicanos para beberlo. Tomo el caballito y se lo bebió de la misma manera clavándosele el tono sugerente con el que le había hablado. Una buena noche es lo que más deseaba ahora.

"¿Tienes alguna idea de como comenzar?" Arrastro las palabras.

Volvió a llenarse el vaso con tequila, tomándolo y llevándolo hasta sus labios, terminándose el licor de un solo trago, calentando su garganta con la deliciosa sensación de quemazón que dejaba el liquido al resbalar por su garganta, observo con atención como Jess se bebía el tequila de la misma manera, de un solo sorbo, sin ningún problema por lo cual una sonrisa perversa se dibujo en sus labios al escucharle. Levanto una ceja, quería que hiciera algo para excitarlo, no, no lo haría; ese no era un juego de seducción, era un juego para ver quien lograba someter y dominar al otro, un divertido juego en el que Érickson no participaba de manera activa, solo alimentaba el fuego, las ansias y los impulsos del gemelo mayor, en algún momento iba a perder el control de si mismo y eso era lo que el ojidorado buscaba, quería verlo fuera de si, sobrepasando los limites que el mismo actor porno se imponia, estúpidos limites que no servían para nada, que eran un obstáculo para la insaciable curiosidad del danés.

- Ya estamos comenzando, Jess, ¿no lo ves? -dijo con un tono irónico, tomando la botella de tequila, llenando los vasos tequileros de ambos chicos, sonriendo de manera sensual dejando que sus orbes doradas brillaran por la curiosidad, el deseo y por las luces artificiales que adornaban el lugar, dándole un toque aun mas exótico a su mirada- Ademas, yo no soy Jem...si quieres alguien que te abra las piernas ve y busca a tu lindo hermanito aunque podrías encontrarlo 'ocupado'...ya sabes, 'trabajando' en la habitación del líder -dejo escapar una risa burlona, cargada de cinismo mientras volvía a tomarse de un solo trago el contenido de su caballito dejando salir un sonido de satisfacción, relamiéndose los labios.

“Para mi comenzar no es simplemente tomando un tequila. Pero bueno, siempre se puede comenzar de esa manera.” Jugueteo con las palabras sirviéndose mas tequila. El rasposo liquido mexicano si que le sacaba una buena parte suya que no podía mostrar, entre ellas una que al parecer Henrik quería que sacara.

El caballito ahora no se lo bebió de golpe, si no que se lo dejo en los labios tomándolo lentamente al grado de solo saboreárselo. Claro, hasta que escucho la frase que comento. Él había querido calmarse, llegar a un punto en el que no le afectara tanto como le estaba afectando, pero ahora…ahora si estaba enojándose mas que antes. La sola repetición de lo que podría estar ahora haciendo Jem con el líder causaba que los dedos se clavaran de nuevo con el vaso de tequila, bebiéndoselo de golpe.

El sonido de este vasito estrellándose contra la barra apenas se escucho gracias a la estridente música, mientras la mirada de Jess se clavaba en la de Henrik. “¿Que manía tienes por hablar de Jem? Parece que tienes un capricho especial por hablarme de él. ¿Acaso te molestan tanto los gritos en la habitación de al lado?” Dijo entre dientes. Se estaba enojando y mucho, sus ojos no podían dejar de estar clavados en los del otro como si solo estuviera buscando la manera de cómo matarlo. Fue cuando el mismo tomo la botella y se sirvió de nuevo tequila.

Necesitaba embriagarse.

Escucho sus palabras, sonriendo de manera divertida, pues ya había comenzado ahora era momento que Jess decidiera el cuando y como terminar toda esa situación, el danés esperaba que no le decepcionara o tendrá consecuencias nada agradables, se vería en la necesidad de cambiar de estrategia y presionarlo aun mas, de ser necesario, usar a su amigo Jem para saciar su curiosidad respecto al mayor de los gemelos.
Y nunca fallaba esa técnica, traer a colación el tema del menor de los hermanos, siempre ponía a la defensiva al otro chico, se amaban pero no entendía porque ese amor tenia que rayar en lo obsesivo, le parecía extraño, divertido y merecía ser estudiado.

Lleno el vaso con tequila, casi derramando el contenido por servirse demasiado, riendo suavemente al ver el enfado en cada gesto y palabra de Jess, sus ojos brillaban con diversión, sosteniendo la mirada del actor, llevando el vaso hasta sus labios, sorbiendo lentamente el licor- No, esos gritos no me molestan...me dan mas curiosidad los que salen de la oficina del Jefe o de su habitación -comento con naturalidad, sonriendo ampliamente, de una manera perversa y maliciosa. La mirada de Jess lo decía todo, quería matarlo pero lejos de asustarle u ofenderle, todo eso le divertía, le hacia reír en voz alta pero por el ruido de la música apenas se escuchaba el sonido de sus risas.

Se empino el vaso, terminándose el tequila, relamiendo sus labios con lentitud, esperando, pacientemente, el mayor de los gemelos lentamente se dirigía a perder el control, era lo que esperaba, lo que quería...lo que deseaba, no pensaba aceptar menos que eso; se sirvió otro tequila, sonriendo mas discretamente- Por nuestro lindo Jem, que siga siendo tan...'accesible' y dedicado en su trabajo -brindo a la salud del ausente, de una manera burlona y mordaz, susurrando, con sus labios casi pegados al oído del mayor de los Wayland.

Hijo de puta fue lo primero que paso por su mente cuando escucho lo primero, sintiendo como ese enardecimiento contra Henrik se transformaba en una furia sin nombre. Siempre, siempre que se miraban tenía que llevarlo a un punto tan alto repitiéndole las mismas palabras y tildando a que sus celos llegaran hasta arriba. ¿Qué manía tenia ese ser sin sentimientos? ¿Acaso al no saber lo que era “sentir” tenía que expresarse con las demás personas?

Poco le falto para estrellar ese caballito contra la pared y de ponerse a destruir el lugar con sus poderes explosivos, ¡Pero claro! Ahora que intentaba tranquilizarse venia el diciéndole esas mismas palabras que tanto le calaban en la mente. Sinceramente le importaba poco –bueno, no le molestaba tanto- el que Jem jodiera con otras personas, pero de ahí a hacerlo con una persona por la que sintiera algo, eso sí lo ponía pesimamente. Y desgraciadamente Henrik sabía que ese era su talón de Aquiles.

A la hora de brindar fue cuando perdió los estribos. Tomo a Henrik por el cuello de la camisa mirándole con un odio extremo, clavándole los ojos como si quisiera hacer algo peor que asesinarlo, sintiendo como si corazón estaba latiendo de furia.

“¿A caso quieres morir?” Con ello lo tomo con más fuerza estrellándole de espaldas a la barra, encerrando con su cuerpo el más delgado. “Y es que, estás jugando con fuego Henrik. Con un fuego que no solo puede quemarte y derretir eso que haces llamar hielo. Si no uno que te va a quemar por completo el interior si se le antoja.” Lo final lo dijo con tanto rencor que apenas se había dado cuenta que lo había dicho contra los labios de este, medio presionándolos sin llegar a juntarlos en un beso, tan solo los rosaba.

¡Oh y ahí estaba! Exactamente eso era lo que quería, ver ese odio en las expresiones del mayor de los Wayland, admirar como perdía los estribos como uno a uno las barreras auto impuestas que insistía en llamar limites, caían y se rendía a lo que en verdad era, a mostrar aquella parte de su personalidad que insistía en ocultar a todo el mundo y...Henrik no lo entendía pero se iba a encargar de que a él y solo a él le mostrara aquello que escondía al resto del mundo, su ego, su orgullo y su vanidad no estarían satisfecho con menos que eso.
Sonrió de manera burlona, de lado, justo en el momento en que Jess le tomo con fuerza del cuello de su camiseta, esa furia era lo que quería pero faltaba poco, un empujón mas y estaría mas cerca de conseguir lo que quería, podía escuchar ese latir furioso del corazón del otro, esa mirada que quería desaparecer al cryokinetico, borrarlo del mapa; dejo salir una carcajada y coloco sus manos sobre las muñecas del actor porno, relamiéndose los labios con suavidad, disfrutando de la manera en que lo acorralaba, sentir el calor del otro cuerpo y mucho mejor, percibir ese delicioso roce entre sus labios, dejo salir un suspiro para que su aliento gélido acariciara los labios carnosos del gemelo mayor.

Levanto una ceja, sin dejar de sonreír, escuchando sus palabras- No le tengo miedo a la muerte, tarde o temprano nos llega a todos pero para tu mala suerte, no soy un idiota patético que se sienta esperando la muerte como una bendición...tengo muchas cosas que hacer antes de dejarme vencer, cher -comento tranquilamente de una manera mordaz, burlándose de la 'furia' del otro, aquello apenas era el comienzo, quería ver mas y mas de todo lo que no mostraba a nadie- ¿Fuego, eh? -menciono con cinismo- Pues lo mismo puedo decirte a ti, Jess, no te metas conmigo porque sabes que indefenso no estoy, no soy tu hermanito, yo no le abro las piernas a cualquiera...aunque con el líder, tal vez, yo también lo haría -menciono de manera maliciosa.

No quería darle tiempo para protestar, libero sus muñecas, llevando una de sus manos hasta el trasero del actor, apretando con fuerza una de sus nalgas mientras su otra mano se aferraba a la nuca, devorando la boca ajena, engullendo con su 'frialdad', besandole con intensidad, frotando sus labios, deleitándose con la deliciosa combinación de frió y calor, dejo que la punta de su lengua recorriera aquellas carnosidades abriéndose paso por el interior de su boca, probando y recorriendo cada centímetro con su musculo ansioso dejando que el otro sintiera su piercing, enredando sus lenguas en una batalla para someter a Jess a sus deseos, acariciándole el paladar y el interior de sus mejillas, respirando lentamente por la nariz para no separarse a buscar oxigeno, sorbió su labio inferior, atrapándolo entre sus dientes para luego morderle con firmeza hasta casi hacerlo sangrar, tirando del labio antes de separarse. Siempre le habían dicho que era bueno usando su boca y esa no iba a ser la excepción.

Se alejo de el porno Star para tomar la botella de tequila, llenando su vaso, ignorando la presencia de Wayland, como si no estuviera ahí, como si el fogonazo de pasión que le había dejado ver, no fuera nada, como si nunca hubiera pasado; bebía tranquilamente hasta que sus ojos se fijaron en un chico que no estaba muy lejos de la barra, "Nada mal" pensó Henrik, le sonrió de manera coqueta, guiñándole un ojo hasta que lo hizo sonrojar, si, estaba ligando con otra persona justo en frente de Jess, esperando sus reacciones.

Abrió los labios para decirle todo lo que se le estaba pasando por la mente, pero al solo separarlos una lengua intrusa llego hasta ella, comenzando a comérselo. La sangre le pasaba por las venas con un sentimiento de rencor tan grande que no pudo evitar regresar el beso cargado de agresividad. Sabía que Henrik besaba extremadamente bien, eso nadie se lo negaba, pero ahora lo que menos quería era meterle un sentimiento de seducción a aquel beso. Jason se comporto más animal que sensual. Mordió labios, lengua, todo lo que había a su paso; hasta llego a chocar en indefinidas ocasiones contra los dientes, haciendo un ruido que apenas se escondió por ser dentro de las bocas.

¿Estaba siendo violento? Claro que si, el odio que sentía solo causaba que quisiera destrozar esa boca con sus dientes en un grado en el que no pudiera besar a nadie más en un rato. Si no fuera porque la lengua sabia como moverse hasta hubiera agarrado la joya y mordido tanto que se la arrancaría de una sola estocada de la lengua, pero nada más podía saboreárselo con su musculo, apenas sintiendo el choque metálico contra dentadura.

Y termino el beso. Sintió como la sangre estaba corriéndole en pequeñas gotas por la barbilla ya, observándose como ignorado por parte del rubio. No cabía duda que aquello le había afectado más por las acciones que había tomado el hijo de puta. Su mano aun en la barra se apretó con fuerza…

(Dados 10 + 3 inteligencia. Procedo a narrar).

…el lomo de este y sin que se diera cuenta la furia lo había llevado a tal grado que esa parte de la barra exploto con fuerza haciendo que entre polvo y pedazos de material volaran por el aire. Muchas personas voltearon a ver sorprendidas el acto de que había pasado, y aunque fueran a darse cuenta de que el era uno de los “fenómenos” se concentro en lanzar una mirada de odio a Henrik. Sin decir más, se dio la media vuelta y se encamino a la salida. ¿Qué? ¿Quería verlo celoso? En su vida solo había una persona que lo encelaba, por el que Henrik se pudriera en el infierno y le abriera el culo al mismísimo diablo y sus demonios, que este ni siquiera le haría la lucha. No valía la pena.

El miembro 'Jess Wayland' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'1d20' :

Resultados : 10

No se sorprendió cuando el mayor de los gemelos uso su poder, lleno de furia, explotando un pedazo de la barra, ni siquiera volteo a ver el espectáculo que su compañero daba, giro aun mas su rostro para que no le cayera ningún pedazo de madera, se limpio algo de polvo que había caído en sus ropas. Apenas el actor se fue y la sonrisa del danés se ensancho aun mas, no lo reprimió por mas tiempo y dejo salir una carcajada en voz alta aunque la música opacaba todo sonido de su voz, estaba seguro que Jess no iba a hacer nada mas, era muy pronto, no iba a ceder a esa tentación con la facilidad que el ojidordado le gustaría pero bueno, eso solo hacia mas interesantes las cosas, se lleno de nuevo el vaso con tequila, bebiéndolo aunque esta vez con tranquilidad, disfrutando del licor mientras resbalaba por su garganta, relamiendo sus labios para no dejar escapar ni una gota de aquella bebida alcohólica.

Se llevo una mano sobre sus labios, dolían un poco, cosquilleaban, estaban hinchados y seguramente enrojecidos luego de aquel beso intenso, delicioso, salvaje, casi brutal pero increíblemente Henrik tuvo que reunir toda su fuerza de voluntad para no lanzarse encima de Jess y entregarse por completo, perdiéndose en el placer pero no, aun no era el momento, tenia que ser paciente y cuando estuviera todo listo, la recompensa seria grande. Porque el cryokinetico no pensaba ser un remplazo de Jem en la cama, no iba a aceptar ser un cuerpo mas para llenar la ausencia, no, cuando por fin se rindiera, quería darle una noche de sexo en la que solo viera, pensara y sintiera a Érickson, a nadie mas, que nunca pudiera olvidarle aunque para eso aun faltaba pero tenia que ser constante si quería lograr su objetivo.

Termino de beberse su caballito, pagando la cuenta antes de alejarse de la barra, dirigiéndose hasta la salida, siendo seguido de cerca por aquel chico al que le había guiñado el ojo, aquello solo hizo sonreír al danés, al menos esa noche, solo, no la iba a pasar. Al salir del centro nocturno ya tenia a una diversión que estaba dispuesto a hacer todo para complacerlo.