Curioseando un poco (libre)

Las clases una a una dieron paso a la tarde, la cual aprovechó para conocer un poco mas la academia. La chica de nombre Umiko caminaba por algunos lugares llenos de estudiantes, hasta que llegó a donde eran unos hermosos jardines.
Era fantástico a su parecer, pero se encontraba deshabitado en ese momento.
"veo que no hay nadie... mejor me voy.." Pensaba mientras se daba la media vuelta, su desagrado por la soledad era demasiado. No obstabte, se giró una vez mas para ver aquel bello paisaje que le ofrecía la vegetación. "y si tal vez..."Entonces avanzó lentamente mientras observaba algunas florecillas y arboles frondosos ante aquel caluroso verano.
Caminando aprisa, despues, un poco mas. No encontraba a ninguna persona por ahí. "alguien, alguien.." se decía a si misma mientras merodeaba por aquel mágico lugar, pero a la vez aterrador a su parecer.
Intentó calmarse un poco, diciendose a si misma palabras de aliento. Su siempre activa positividad le ayudó un poco a no desesperarse, todo era demasiado silencioso y desértico. Sin embargo no duró mucho cuando empezó a correr con los ojos cerrados. "realmente odio estar sola..." Cuando de repente choca fuertemente con algo....

Daigo caminaba por las afueras de la academia buscando un lugar tranquilo en donde meditar.
En un momento, sin darse cuenta, terminó en los interiores del bello jardín del complejo.
Admirando el hermoso paisaje veraniego se olvidó de sus problemas y preocupaciones.
Estando ahí parado, de repente sintió que alguien chocaba con él.
Miró frente suyo y se topó con Umiko Messina, a la cual había conocido en la recepción.
se decidió a hablarle:
-...Eh...hola Umiko...¿como estás?...qué casualidad encontrarte por aquí...
La chica le miró sorprendida y le contestó...

Al levantar la mirada encontró a aquel chico llamado Daigo, el cual había conocido ese día en la recepción.
Éste la saludó y ella, aliviada de encontrarse con alguien, respondió al saludo.
-H-hola, pues bien...- suspira levemente
"le agradesco a la casualidad" susurra.
- si, y ¿que haces por aqui?, todo esta muy solo...- Le dice mientras una leve sonrisa se pinta en su rostro.

Al contestarle Daigo sonrió. Le agradaba sobremanera la presencia de aquélla muchacha desde que la había conocido en la entrada de la academia.
Mirándola con alegría se animó a acontestarle:
-...Si, estava paseando por aquí, buscando un lugar tranquilo para pasar el tiempo...
Llevándose una mano a la nuca y mirando a un costado, agregó:
-...Pero es una suerte encontrarte aquí...si no te molesta, sería bueno platicar un poco contigo...
Luego de eso, Daigo aguardó la respuesta de Umiko.

Al escuchar eso el chico le mostró una sonrisa. Despues de escuchar la respuesta de ese joven, se alivió al saber que amablemente le ofrecía compañía.
-¡claro que si!- decía animadamente, mientras asentía con la cabeza.
Parecía ser un chico amable, y a Umiko le parecía simpático.
Entonces despreocupadamente se dirigió hacia una banca para sentarse a la sombra, y haciendo una seña le ofreció asiento a aquel chico de cabello celeste.

La muchacha no tardó en contestarle afirmativamente. Eso le hizo sentir una mezcla de alegría y alivio por ser aceptado a acompañar a alguien.
Umiko se voltéo y luego de dar unos pasos se sentó en un banco que estaba cerca, al hacerlo hizo un ademán para invitarlo.
Daigo se acercó y se sentó a su lado.
Umiko se complementaba con el paisaje, no sólo eran admirables las hermosas flores que rodeaban todo, sino la presencia de la angelical jóven quien le daba al lugar más misticismo y delicadeza.
Esto hizo sentir un poco de nerviosismo a Daigo.
Al verla, la belleza de su compañera lo encandilaba.
Trató de ser seguro de sí mismo y calmarse.
-...Em...¿Es un hermoso día no?...
Le sonrió al terminar de hablar.

Luego de que el chico dijera aquello, la suave brisa sopló para complementar esas palabras. Umiko asinitió mientras cerraba los ojos para disfrutar del agradable clima.
Entonces meditó un poco sobre que decir a continuación.
-y ...¿como llegaste aqui?, osea, a la C.A. ...
Preguntó con curiosidad, aguardando a lo que el joven contestara.

Luego de que Umiko le preguntara el motivo de su permanencia en la academia, daigo miró al cielo y contestó:
- Soy de una familia muy respetada de la ciudad de hokkaido, Japon. La familia Shimazu, compuesta por mis padres, mis dos hermanos y yo. Me enviaron aquí por mi situación, tengo una doble personalidad, soy alter-ego. Tengo otro ser en mi interior, más violento y sanguinario...necesito saber cómo controlarlo, antes de que él me controle a mí.
Al terminar, su mirada nuevamente se dirigió a su compañera.
-Y tú umiko...¿cuál es tu poder?...
Preguntó daigo, con curiosidad.

Escuchó atentamente las palabras que decía su compañero. Al terminar recibió una pregunta por parte de el.
"Familia respetada..." dijo en voz baja recordando sobre su pasado.
-Así que eres japonés, interezante... doble personalidad, osea que ¿aquella se encuentra dormida? o ¿solo se esconde dentro de ti?- preguntaba curiosamente.
-Bueno... mi poder, como tal vez ya lo habrás visto en la clase del profesor Lion, es...- pausó un poco percatandose de que aún no sabe el nombre de su habilidad- ... bueno, puedo controlar el agua.. aun no se cual es su nombre...- se sonroja levemente.

Daigo escuchó atentamente a su compañera. Le enacantaba hablar con ella.
Le preguntó si su entidad se encontraba dormida o escondida dentro de él. Luego le comentó a cerca de su poder, el cual manifestó en la clase de Lion.
El muchacho se arrepintió de no haber prestado atención en aquella clase. Recordó que estaba sentado en la hierba comiendo snacks.
-...Mi personalidad es como una energía que se manifiesta en mi persona, soy yo y no lo soy a la vez...es difícil de explicar, pero tiene conciencia propia.
Yo tampoco sé el nombre de ese poder...la de controlar el agua...lamento mucho no haberte visto en la clase de Lion...discúlpame. Estaba muy distraído...
Daigo aguardó una respuesta de Umiko.

Despues de que el chico le explicara un poco sobre su habilidad se disculpó por no prestar atención en clase. Esto ultimo le causó gracia a la chica de ojos azulados.
-No era nesesario que prestaras atención, no te preocupes- dijo mientras Daigo parecía escucharla atentamente.
- y pues, no es la gran cosa, aún no se hacer muchas cosas con ello...
A Umiko le empezaba a agradar la presencia de ese chico tan amable. "Ojala podamos llegar a ser buenos amigos" pensaba para si misma.

El chico conversaba animadamente con la muchacha de ojos marinos.
Le explicó que aún no sabía controlar sus poderes.
Él le contestó.
-...Yo tampoco...bueno, sí puedo controlar cuando transformarme...lo que no puedo hacer es controlarlo a él, ya que como expliqué...tiene conciencia propia.
El jóven contempló las hojas de los árboles meciendose por el viento y el cielo azulado totalmente despejado.
- Me alegra charlar contigo Umiko...eres una persona muy agradable...siempre tán alegre...
Le sonrió, la chica pareció sorprenderse por la declaración y le afirmó...

Parecía que todos tenían sus propas dificultades.
Despues de escuchar la frase del joven, su reacción fue sorprenderse, luego empezó a reir nerviosamente. No sabía exactamente que le quería decir con eso, pero asintió levemente aceptando el elogio.
-gracias, tu también me pareces simpático.
Respondió con una agradable sonrisa. Continuaron platicando un largo rato de diversos temas, hasta que decidieron volver. Entonces...

Luego de terminar la plática, los jóvenes decidieron volver a la academia.
Al caminar por los alrededores del jardín, Daigo notó a su caompañera un tanto pensativa.
Al principio no quizo molestar sus cabilaciones, pero llegado un momento, se animó a preguntarle:
- Umiko...¿te sucede algo?...
La muchacha le miró y luego le comentó...

-... tal vez sea que extrañaré mi antigua vida, mas bien, a mis padres y amigos -respondió la joven mientras seguía caminando, y ya al llegar a una de las tantas entradas agregó-, pero no me tengo que poner triste ¿verdad?, al fin y al cabo encotraré a buenas personas como tu, que querrán ser mis amigos... esto, ¿te gustaría ser mi amigo?- preguntó la peliazul al chico de a lado esperando una respuesta afirmativa. Una suave brisa logró agitar levemente los cabellos de ambos, recordando el agradable clima que otorgaba ese verano.

Daigo escuchó parte del pasado de Umiko, al parecer extrañaba mucho a su familia.
Luego de eso, le pidió si podían ser amigos. Él contesó inmediatamente:
-¡Por supuesto!...si quiero ser tu amigo. Eres una persona muy agradable...creo que todos al conocerte querrían ser tus amigos...eres simpática...no te sientas mal, yo también extraño a mi familia...pero cuando estoy contigo...puedo sobrellevarlo.
después de decir aquello Daigo le sonrió.
Sin duda era un día hermoso y más aún por haber encontrado a una amiga en aquella academia.
Umiko, al escucharlo, le contestó...

Escuchar eso la había alegrado.
- muchas gracias, será un placer tenerte como amigo.
Sonrió nuevamente mientras llegaban a la puerta.
- Bueno, fue agradable platicar contigo- Dijo la chica a modo de despedida.
- Tengo que hacer algunas cosas, no he tenido tiempo de desempacar todo mi equipaje. Hasta luego, amigo- Sonrie mientras se aleja del lugar. Aquel chico le pareció una agradable persona. Esperaba sembrar una buena amistad con el.

Daigo escuchó las últimas palabras de su nueva amiga, antes de marcharse a la academia.
- También me gustó hablar contigo Umiko. Nos veremos en otra ocasión, hasta luego.
Le sonrió gentilmente.
Luego de eso, la muchacha se marchó del lugar.
Daigo permaneció en la entrada, admirando de nuevo el paisaje. se sentía feliz al conocer a alguien como ella.
"Me pregunto...si conoceré más gente así..."
después de unos instantes dejó el jardín para dirijirse también al complejo.
Había mucha tarea que hacer.