Llegando a la academia... (cerrado)

Estaba enfadado y frustrado, el maldito vuelo había tardado más de lo debido en salir y había hecho escalas no programadas, Rai caminaba con las maletas en la mano y una expresión de pocos amigos hacia un gran portón que dedujo se trataba de la entrada a la academia, aquella famosa academia que su tío tanto le había recomendado “¿Una academia para “aberraciones" como yo?... interesante” pensaba mientras caminaba con paso lento y firme.
Al llegar a la entrada dejó las maletas en el suelo y dio una recorrida a la recepción con la mirada “Nadie…” pensó mientras bufaba una vez más, no parecía ser un buen día y los contratiempos ya comenzaban a molestarle.
-¿Que nadie piensa atender en este lugar?-dijo con un tono ronco-… si esto es recepción se supone que debería haber alguien... que mal atienden aquí…
Suspirando una vez más se cruzó de brazos dispuesto a esperar, no se aventuraría el solo a buscar su habitación porque ni siquiera conocía el número de esta y menos los enormes pasillos que aquella academia seguramente poseía. Cruzándose de brazos comenzó a mover su pie derecho de arriba a abajo en señal de que estaba comenzando a impacientarse, con cada segundo su impaciencia aumentaba más y más.

Aun no conocia del todo la academia...o mas bien dicho no conocia nada la academia...por lo que en busca de un lugar tranquilo dio con la entrada...solto un suspiro al notarlo.
-necesito un mapa...-

Se dijo a si mismo...aun que en realidad pensaba en voz alta, eso debio de ser un simple pensamiento...aun que en el momento que miro a su alrededor noto a una persona en la recepcion.
Tal vez el podria ayudarlo a encontrar un buen lugar, se acerco a el y le pregunto.
-disculpe, queria saber si me podria ayudar a encontrar la biblioteca?-

Bueno, ese era el lugar que tenia en mente, aun que no estaba del todo seguro si habia una en la academia...aun que habia escuchado que si habia...

Su ceja izquierda comenzaba a levantarse mientras su pie se movía de una forma rítmica y cada vez más veloz, no sentía tener la suficiente paciencia para esperar al incompetente que estaba a cargo de la recepción, al parecer su llegada había iniciado con un pie izquierdo. Mientras una serie de insultos alemanes daban vueltas por su mente sintió unos pasos acercarse por los pasillos, al girar su cabeza se encontró con un pequeño rubio “Un chico… más bien parece una linda señorita…” pensó sin mover un músculo de su rostro.
-¿La biblioteca?... ¿que no ves que traigo maletas conmigo?-dijo fríamente-… estoy esperando aquí como un idiota para que alguien se digne a atenderme ¿y tú me preguntas por la biblioteca?-suspiró largamente y paso una mano por su blanco cabello-… mira no tengo idea de donde se encuentre, en este momento lo que más me preocupa es encontrar mi habitación.
Dicho esto desvió su mirada del extraño e hizo una recorrida con sus ojos a todos los alrededores, nada, no había rastros de la recepcionista, al parecer quien sea que atendía ahí no era demasiado devoto a su trabajo. Con un largo suspiro se sentó en una de las sillas que allí había apoyando sus codos sobre sus piernas, luego volvió a mirar al extraño.
-Oye chico, si esperas a la inepta que trabaja aquí tal vez ella pueda orientarte para encontrar lo que buscas.-dijo como si lo invitase a sentarse también-
Dicho esto comenzó a jugar con los auriculares que colgaban de su cuello, si la mujer no aparecía dentro de un corto tiempo debería ponerse a escuchar una buena melodía para intentar calmar así sus alterados nervios.

Spoiler:

Cuando este le volteo a ver esbozo una sonrisa, aun que no se esperaba aquello...que estuviera de mal humor...aun que al oír que había estado esperando era algo obvio que alguien se molestara si tendría que estar parado sin hacer nada esperando a ver a que hora seria atendido...
Dijo que en estos momentos quería encontrar su habitación...solo sabia donde se encontraban los dormitorios pero no sabia que numero le tocaba a aquella persona...

Se quedo sin palabra ante ello, y solo se le quedo mirando hasta que le dijo que esperara a la recepcionista como el, sin mas se sentó en otra silla que se encontraba alado.
-o-oh por cierto!, me llamo Ren Kagamine, es un gusto.-
Dijo dando una leve reverencia y una sonrisa de saludo.

-la verdad me gustaría ayudarle pero yo tambien soy nuevo y aun no se muy bien en donde se encuentran las cosas...-

Spoiler:

El rubio se sentó al lado de Rai y esbozando una gran sonrisa se presentó diciendo su nombre, Rai no estaba de humores para eso, en realidad pocas veces lo estaba, ese día en particular nada bueno le había sucedido y esto empeoraba más su mal humor.
-El gusto es mío…-dijo seriamente y sin mirarlo-… mi nombre es Kirill Rai von Veltheim… pero solo dime Rai y ya…
Oyó como el chico afirmaba ser nuevo y decir que no sabía dónde estaban las cosas, le fastidió el hecho de pensar que aquella academia era tan grande y laberíntica como para perderse, su ceja izquierda volvió a levantarse.
-No te molestes niño… se supone que para eso está quien sea que trabaje aquí.
El rubiecito parecía caerle bien, no había muchas personas que le cayeran bien, pero aquel niñito pequeñito parecía ser una buena persona, aunque no dejaba de ignorar el hecho de que las apariencias engañan, el lo sabía muy bien, no por nada había pasado tantas cosas mientras divagaba en la calle siendo aún muy joven.
De pronto escuchó otra voz que parecía hablarle a ellos “¿Ustedes dos también son nuevos por aquí?” había dicho, era natural puesto que el peliblanco andaba cargando sus maletas “¿Para qué andaría cargado de maletas si no fuera nuevo?” pensó sin mover un músculo. El extraño se levantó dirigiéndose a Rai y diciéndole que había llegado el mismo día que él.
-“¿Voz?” ¿Eres de Argentina acaso?-le dijo jugando con sus auriculares-… mira, no me interesa que pienses, yo trato a la gente como se me da la gana ¿entiendes?... ni siquiera nos conocemos… no creo que tengas derecho alguno a recriminarme nada… meddler.
Observó de reojo a los dos que allí estaban saludándose, si ambos eran nuevos muy posiblemente alguno de ellos terminaría siendo su compañero de habitación “Si ese fuera el caso prefiero a la niñita rubia..." pensó mientras seguía jugando con sus auriculares, extrañamente su mal humor estaba disminuyendo, tal vez la espera en compañía aunque fuera de gente molesta se volvía más amena y soportable.

Spoiler:

Al ver la contestacion de rai, solo sonrio y lo miro alos ojos "Gewöhnen weil wir in diesem Haus verrückt für eine lange Zeit" y paso a sentarme y le replico "mejor deja de ser engreido o sentiras que esta academia es mas una prision" saco un libro de mi maleta y me pongo a leer.

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Sonrió cuando el peli blanco se presento, le llamaría Rai entonces.
"niño"...le había dicho niño?...tal vez por que no era muy alto y había sacado los rasgos de su madre...ya no le sorprendía que le llamaran así o que lo confundieran con una mujer...soltó un suspiro internamente para luego oír a alguien detrás de ellos.

Volteo a ver a la otra persona, también era nuevo, que sorpresa.
Escucho que decía que Rai estaba siendo muy duro con el, movio las manos en forma de negación.
-ah conmigo!, no se preocupe...solo esta frustrado...a todos les pasa de vez en cuando.- Dijo con una leve sonrisa en el rostro.

-ah, mucho gusto, soy Ren Kagamine.- Dio otra reverencia como saludo al peli cafe.
Aun que despues de oirlos hablar a los dos parecia que no se llevarian muy bien que digamos...

Rai escuchó las palabras del desconocido sin siquiera mover un musculo del rostro, no le interesaba demasiado lo que le dijese ni tampoco tenía ánimos para ponerse a discutir con aquel entrometido.
-¿Casa de locos dices?... tal vez lo sea… me interesa poco, conozco bien este mundo como para enloquecerme por estar aquí… además puedo irme cuando se me dé la gana.-dijo clavando su ojos rojos en el otro-
¿Qué se creía ese para decirle como actuar? Si su humor había comenzado a mejorar las palabras del castaño lo estaban empeorando poco a poco, intento calmarse con un largo suspiro, el solo quería conocer el paradero de su habitación, no tenía el humor ni la paciencia de estarse aguantando recomendaciones de desconocidos. Aquel llamado Elrick se puso a leer tranquilamente “Mejo así…” pensó para sus adentros, pronto el ruido de uno pasos acercándose a la recepción se comenzaron a escuchar.
-Niño ¿oyes eso?-dijo dirigiéndose a Ren-… tal vez la inepta este de vuelta.
Apoyando su espalda en la silla se relajó estirando sus piernas, si los pasos que se acercaban no pertenecían a la recepcionista debería seguir esperando, solo pensar en eso lograba fastidiarlo más y más.
-Ren ¿te gusta leer?... es un buen pasatiempo…
Luego de decir esto tomó los auriculares y se los colocó en los oídos, encendiendo su música en un volumen no muy alto en caso de que le hablasen o de que llegase la recepcionista a la que todos estaban esperando.

Spoiler:

Noto que el otro chico habia sacado un libro para empezarlo a leer y le intereso de que era el libro...aun que le queria preguntar penso que seria entrometido...

Volteo a ver al peli blanco cuando este le llamo niño otra vez...por que había volteado...cuantos años era mayor?...en fin.
-si tal vez sea ella o tal vez no...creo que el responsable de atender aquí debería estar..o por lo menos a la hora que los nuevos estudiantes tiene programado llegar...-
Miro un momento a su alrededor, por lo menos el ya tenia sus maletas en su habitación...quería ayudar a los dos pero no podía ya que no sabia cual era su numero!

Volvió a voltear a ver al peli blanco
-si, en mi casa leía mucho...aun que no me pude traer muchos libros a la academia...es por eso que quería ir a la biblioteca para ver que libros tenian...
A usted le gusta leer?-
Pregunto mirandole con una leve sonrisa.

Escuchó las palabras del pequeño rubio dándole toda la razón en su interior, se supone que la recepcionista debería estar ahí ¿Cómo deja parada a la academia si se desaparece por tanto tiempo? Realmente no daba buena imagen para los que allí se hospedarían mientras duren las clases. Los pasos que venían acercándose desaparecieron solo dejando se eco en el ambiente, Rai bufó una vez más mientras se quitaba los auriculares, justo en ese momento el chico volvió a dirigirse a él.
-Es natural…-dejando ver una sonrisa torcida por primera vez-… si quisiéramos traer todo lo que nos gusta no cabrían las maletas en el avión.-su rostro se enserió nuevamente- Seguramente haya una biblioteca en algún lugar, es algo que no puede faltar en una institución de enseñanza, créeme.
Rai se incorporó en el asiento esta vez doblando sus piernas para sentarse de forma normal, observó al chico que le hacía una pregunta con una leve sonrisa en su pequeño rostro y se propuso contestarle.
-Claro que me gusta leer, la lectura nos hace personas cultas y educadas, además de que permite escapar aunque sea por un tiempo de este mundo torcido en el que estamos…
Levantó un brazo y colocando una mano sobre la cabeza del rubio sacudió sus cabellos con energía, despeinando la pequeña colita que este traía atada sobre su nuca.
-Sigue leyendo chico… es bueno para el espíritu…
Dicho esto volvió a apoyarse en el asiento y se quedó en silencio observando el escritorio que tenían frente a ellos, el teléfono de la recepción había comenzado a sonar insistentemente.

Al ver aquella sonrisa que mostró el peli blanco le alegro por lo que no pudo evitar igualmente sonreír.
-cierto- tenia razón, todas las personas que viajan o se mudan quieren llevar todo lo que les gusta con ellos cuando no se puede por muchas razones...

-si, tiene razón.- La biblioteca de su casa era bastante grande...se preguntaba si la de la academia era igual o mas grande o quizas mas chica...

También le alegro que le gustara leer, aun que no se esperaba que de repente le sacudiera el pelo de esa manera, lo sabia, solo estaba frustrado, por eso el mal carácter...con eso se dio cuenta de que en realidad era buena persona.
-si- Respondió sonriendo ampliamente.

A lo poco noto a una persona pasar caminando, se levanto de la silla y le llamo.
-disculpe!...-
Pero este le ignoro y siguió su camino...Ren pensó que estaba apurado por lo que no le dijo otra cosa...y soltó un leve suspiro.

El pequeñito chico rubio le resultaba simpático, soltaba sonrisas tan fácil como respiraba, algo que él sin duda no podía hacer ni tampoco se preocupaba en intentarlo; extrañamente le resultaba como alguien que debía ser protegido, le daba la impresión de ser frágil aunque sabía que seguramente poseía un poder bien interesante, eso era obvio con el solo hecho de que se encontrara en aquella academia. Observó como Ren se levantaba para hablarle a alguien que pasó rápidamente y en ese momento volvió a recordar el porqué se encontraba en aquel lugar, un gesto de fastidio volvió a aparecer en su rostro; pero antes de que pudiera empezar a imaginarse una serie bien completa de insultos en su cabeza, una mujer muy bien vestida apareció y se colocó detrás del escritorio, atendiendo al instante el teléfono que había estado sonando insistentemente. “Al fin llega…” pensó mientras se ponía de pie para acercarse al escritorio. Esperó a que la mujer atendiese el teléfono y cuando ella comenzó a anotar algunas cosas en la libreta se disculpó con los tres allí presentes diciendo que los atendería de inmediato.
-Mi nombre es Kirill Rai von Veltheim, preciso saber el número de mi habitación y la ubicación de la misma…
Se sintió un poco más relajado entonces, al fin podría subir a la maldita habitación para dejar sus cosas, no fue grosero con la mujer porque su educación no se lo permitía, pero una fría mirada de reproche no pudo quedar descartada de entre sus expresiones.

Leyendo calmamente en el sillon leo con voz alta "Tengo la calma del paciente sabio que en la estratégica visión de su certeza ve que es inútil volarse la cabeza cuando no están ,aún, maduros esos labios. Ivan Semilla" me levanto y me acerco al escritorio para que me asignen una habitacion.
En ese momento escuche que le asignaron la habitacion al amigo Rai, y cuando veo que se retira Rai le digo "Es raro pero apesar que eres un poco engreido no eres malo , nos estamos biendo" espere pacientemente que la secretaria me diera mi numero "disculpe Fraulein me puede asignar mi numero de cuarto al nombre de Alphonse Elrick" noto que la secretaria e sonrie y me asigna el numero para eso me acuerdo de una cosa y le pregunto "De casualidad no tiene 2 mapas del la academia" la secretaria abre un gabinete y me 2 mapasy me los da.
M edoy la vuelta y e acerco al chico Ren "Toma aqui tienes ya puedes ir ala biblioteca" le doy el mapa y me dirijo ami cuarto.

Cuando estaba dispuesto a regresar a la silla noto que ya había alguien en la recepción y que Rai estaba hablando con esa persona.
Esperaba a que acabara de hablar con Rai ya que no quería interrumpir, además de que solo iba a preguntar en donde se encontraba la biblioteca.

Aun que tal vez en lugar de esperar a que viniera la recepcionista para preguntarle e donde se encontraba la biblioteca hubiera sido mas rápido si le hubiera preguntado a cualquier otra persona que estuviera en la academia...pero prefirió quedarse a hablar con ellos...tal vez podría llegar a ser su amigo. Los dos no parecían malos...aun que "no se debe juzgar a un libro por su portada"

Al notar que se dirigían a el volteo a ver al castaño, este le dio un mapa diciéndole que ya podría encontrar la biblioteca.
La verdad no sabia que la escuela tuviera mapa...pero ahora que ya sabia y que tenia uno mostró una gran sonrisa en el rostro.
-oh, gracias!-
Le agradecio aun cuando este ya se iba.

Spoiler:

La mujer pareció volverse efectiva en cuestión de minutos y trabajó rápidamente en su computadora dándole un número de habitación al peliblanco y terminando con aquella fastidiosa espera. Rai volvió hacia donde se encontraba sentado y tomó sus maletas entre sus manos caminando hacia lo que sería la salida de la recepción, justo en ese momento escucha unas palabras por parte del castaño diciéndole “Es raro pero a pesar que eres un poco engreído no eres malo”, se detuvo al escuchar aquellas palabras y bajó sus maletas para girarse hacia ellos.
-Que rápido cambias de opinión…-le dijo en un tono seco, después observó al chico rubio que estaba viendo el mapa que el castaño le había dado-… niño, ojala encuentras la biblioteca, yo también la necesitaré pronto. Ahí nos vemos en la academia.
Dicho esto volvió a tomar sus maletas y comenzó a caminar lentamente cargando con ellas en busca del pasillo que lo llevase a su habitación, quería llegar lo antes posible para deshacerse de todo ese peso que debía cargar en sus maletas y para organizarse y así estar listo para la primera clase, sea la que sea, después de todo le daba lo mismo.

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