Llegando...

Sora se encontraba cansada, después de perderse por una hora en la escuela logró encontrar su habitación. "Al fín llegué" Pensó.

Al ingresar a la habitación se encontró con una gran sorpresa, no se encontraba sola, alguien más ya habitaba el cuarto desde hacía un tiempo.

Esa idea de tener una compañera de habitación la emocionaba mucho, aunque por el momento no tenía ganas de esperar a que llegara, pues quería conocer por completo toda la academia. Así que una vez terminando de acomodar todas sus pertenencias decidió salir de la habitación "De seguro en la tarde ella volverá y al fin la podré conocer", esté fue su último pensamiento antes de retirarse.

No habia pasado mucho tiempo cuando fue informada de los cambios que habían sufrido las recámaras, al parecer a Cassie se le había asignado una compañera nueva, no sabía como sentirse al respecto pues en realidad nunca había tenido oportunidad de conocer a la compañera anterior, cuando ella estaba ahi nunca la encontraba, y al final habia sido asignada a una nueva recámar.
Al llegar toco la puerta suavemente mientras observaba unos letreros donde figuraba su nombr ey el de su nueva compañera “Sora Furukawa”, leia y pronunciaba en un susurro esperando una respuesta al no recibir ninguna abrio el seguro con la llave que se le habia otorgado y entró, era exactamente igual que su anterior recámara sólo que parecía menos solitaria, algunas cosas ya estaban guardadas y acomodadas, al parecer su compañera ya había llegado y estaba bien alojada aunque no había rastro de ella aún, introdujo sus maletas sentandose en la cama que parecía desocupada y levantando su equipaje mas grande abriendole para comenzar a acomadar sus cosas, ahora si se alojaría con gusto, ya quería conocer a su compañera nueva.
Antes de empezar sacó un recipiente de cristal transparente y lo acomodo en una mesita de noche que se hallaba entre las dos camas, y después sacó un paquete de dulces y caramelos mixtos, abriendolo y vaciando el contenido en el recipiente, con la intención de que estuviera a la vista y tanto Cassie como su compañera “Sora” pudieran agarrar dulces con confianza.
“Espero nos llevemos bien”, penso con una sonrisa alegre mientras regresaba su atención a la maleta para seguir desempacando y acomodando su ropa.