Paseando y Gastando Dinero. [Priv. Rai]

Era un hermoso día, y a pesar de ser Otoño, Teito se quejaba de los rayos del sol, que parecían molestar su vista, pero no podía evitarlo, desde tiempo tenia ese problema y ademas, Hoy había salido de la Academia, en la cual se estaba hospedando, para ir de compras al centro comercial, ese lugar que estaba lleno de diversas personas de todo el mundo, ahora mismo el chico de cabello negro, se encontraba parado frente a la entrada pensando en que podría comprar, había miles de cosas y tenia mucho dinero que gastar, "Que terco, debí haber echo una lista" pensó mientras se disponía a recorrer el enorme lugar, que parecía no tener fin, Camino y Recorrió dando vueltas sin cesar comprando cada cosa que estuviera a la altura de su estricto gusto, Como una escusa para divertirse subió por las escaleras automáticas que lo llevarían al segundo piso, lo primero que vio fueron electrodomésticos de todo tipo, Televisores, radios entre Celulares, etc, pero esas eran cosas que no necesitaba, un poco perdido se adentro mas hasta llegar a un pasillo que parecía tener mas tranquilidad y con ello menos personas, Tal vez era por que habían diferentes puestos, se trataba de un pasillo largo hacia adentro con medianas Tiendas y restaurantes de comida rápida, Todo se iluminaba por un enorme y expandido techo de vidrio, cerca de allí vio a un montón de gente reunida que logro captar su atención, se acerco y cuidadosamente se metió entre las personas, para ver que era lo que estaba pasando, al llegar al frente, se encontró con un chico, que al parecer bailaba siguiendo los pasos de un juego, que enseguida reconoció, se trataba de kinect xbox 360, quizás hacían una muestra del grandioso juego, el chico de cabello negro se sorprendió un poco, aquel delante suyo, seguía cada unos de los pasos a la perfección y sus movimientos los hacia con mucha facilidad, las personas alrededor parecían fascinadas por la demostración, a Teito no le agradaba eso, siempre llevaba un lado engreído, que pocas veces solía mostrar.
- Ahora es mi turno, te demostrare que soy mejor.
dijo empujando al chico hacia un lado, comenzó el juego con un baile jip jop, esa solía ser su especialidad, lo llevaba bailando hace años como un simple pasatiempo que luego dejo por ciertos asuntos y esperaba aun tener la flexibilidad para ello..., una vez termino el Baile, se quedo allí recibiendo los aplausos correspondientes que tanto querría en un principio...

Caminaba por los pasillos del centro comercial, necesitaba baterías para su reproductor de música, no vivía sin ella ni sin dicho aparato que prácticamente estaba pegado a él todo el día, debería tal vez agradecer a la tecnología alemana que fuese impermeable o de otro modo se hubiese estropeado al tirarse al agua a sacar a aquella tonta peliazul, pero aún así tenia sus dudas y eso solo lograba fastidiarlo más. En realidad el aparato no funcionaba muy bien que digamos y solo lo traía con un humor de perros, su expresión se veía más dura de lo normal. Llevaba el suficiente dinero para arreglar el susodicho aparatito y si no se podía, comprar uno nuevo; dinero era lo que le sobraba.
Tomando la escalera mecánica subió al segundo piso en donde recordaba que se vendían electrodomésticos de todo tipo y hasta celulares, mp3, mp4 y todos los endemoniados mp que existían hasta el momento.
-Fluch… por culpa de esa tonta….-murmuraba para sí mismo mientras caminaba con las manos dentro de los bolsillos como le era costumbre-
Pronto llegó a la zona de electrodomésticos y comenzó a caminar observando las vidrieras detenidamente, recordaba haber visto una tienda de ese estilo la vez que se había encontrado con aquel chico llamado Dylan, pero la tienda estaba un poco mas perdida, pasando una zona de comidas; en un lugar algo escondido.
Se dispuso a caminar por aquella zona llena de restaurantes de comida observando el techo de vidrio que se imponía brillante sobre todos los que allí estaban hasta que llego a un lugar en donde había un tumulto, el cual se interponía exactamente por donde él debía pasar para continuar.
-Con un demonio… no estoy de humor para esto.
Se sacó las manos de los bolsillos y comenzó a caminar dispuesto a llevarse por delante a quien se le cruzase, así comenzó a pasar entre las personas sin siquiera pedir permiso, no estaba de humor para hacerlo y tampoco le gustaban los lugares concurridos exageradamente; definitivamente ese no era su ambiente.
Finalmente llego al centro del tumulto en donde vio a un chico pelinegro que parecía ser el que recibía los elogios de la bola de gente que había ahí, se fastidio con solo ver su expresión y sin pensárselo dos veces pasó por al lado suyo dándole un buen empujón, para luego comenzar a cruzar el otro lado del tumulto, su paciencia se agotaba y ya estaba sintiendo ganas de activar su campo y pegarle a todo el que se le cruzara.

Teito seguía recibiendo los halagos de parte de las personas, mostraba una cara de engreído para humillar, aun mas al chico que anteriormente había vencido en aquel juego de baile, mientras seguía con lo suyo, poco se percato de un chico de cabellera blanca que parecía dirigirse directamente a el, y sin saber por que o la razón, este pasa agresivamente a su lado empujándolo casi hasta hacerlo caer, al instante reacciono furioso y con ganas de golpearlo.
- Hey tu! Que rayos te pasa hee!?
le dijo casi le gritándole al tipo desconocido, pero al buscarlo entre la multitud, su vista no lograba encontrarlo, había mucha gente, corrió pasando por entre las personas hacia aquella dirección por la se fue, pero definitivamente no estaba, tampoco había visto su rostro, lo único que recordaba era su cabellera blanca, y el color de sus ropas, esta vez lo había perdido, pero sabia que si lo volvía a ver le daría un buen golpe en la cara, como se merecía por haberlo cabreado, puso sus brazos detrás de su cabeza como de costumbre y camino unos metros donde estaban los mp4, etc y compro uno junto a nuevos audífonos que necesitaba para hacer el conjunto, en definitiva la música era lo único que amaba, mas que nada a la hora de desestresarse y relajarse de la vida cotidiana, pago lo debido y recordó el lugar donde estaba antes de humillar a ese miserable humano, allí podía comer algo ya que no lo había echo por la mañana, recordaba haber visto un restaurante, donde podría pedir un jugo helado de fruta para olvidar el calor que lo atacaba, una vez con la compra volteo a un lado para retirase pero algo lo detuvo, y era que un idiota se encontraba a su lado, sin pensarlo dos veces, golpeo al chico con todas sus fuerzas
- perdón no pude contenerme, había un idiota a mi lado.
le dijo mientras veía reaccionar al chico.

Luego de fastidiarse con el mal funcionamiento del reproductor de música terminó por comprar uno totalmente idéntico en una tienda que importaba productos alemanes de todo tipo, desde los más pequeños hasta los más grandes pero por sobre todo productos tecnológicos que eran los que resultaban ser más atractivos.
Una vez salió de la tienda escuchó a su estómago crujir con un extraño sonido que sin embargo le resultaba bastante familiar de aquellas épocas en las que deambulaba por las calles, si que su estómago crujía y dolía a veces sin que pudiera hacer nada para calmarlo, pero todo eso había quedado atrás, solo era parte de un pasado fastidioso y olvidable.
Se acercó a uno de esos lugares que vendían comida rápida para pedir algo que pudiera comer durante el camino de regreso a la academia, fue así que deteniéndose en el lugar compró una hamburguesa, tal vez después de todo podría sentarse para disfrutarla mejor, no tenía apuro alguno “Me relajare un rato…” pensó mientras pagaba a la cajera, pero de pronto con un reflejo rápido fue capaz de captar que algo se acercaba a el a gran velocidad…

(constitucion D20=11+2=13 / fuerza D20=8+1=9)

Apenas si logró girar un poco la cabeza notó que alguien se dirigía hacia el con el puño cerrado, a gran velocidad y con claras intenciones de darle de lleno. Inmediatamente reaccionó y colocó ambos brazos frente al rostro que era el lugar al donde iba dirigido el puño. Al chocar con sus brazos el puño los dejó algo entumesidos y provocó que los pies del peliblanco retrocedan unos milimetros, acto seguido Rai descubrió su cara para ver al agresor.
-¡¡Tu idiota!!
Al notar que se trataba del mismo chico pelinegro de antes se sintió mas enfadado aún y apretando su puño derecho lo levantó en forma de gancho para estrellarlo en la mandíbula del contrario; esperando haberle dado de lleno y que ya no lo quedasen ganas de molestar.

El miembro 'Kirill R. von Veltheim' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 '1d20' :

#1 Resultados : 11

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#2 '1d20' :

#2 Resultados : 8

El chico de peli blanco se voltio impidiendo que su acción fuera ejecutada y evitando completamente el golpe, este lo miraba con ojos que parecían arder de furia con solo ver su repentina presencia, su posición cambio a una de pelea y en un rápido movimiento su puño derecho se dirigió con fuerza hacia el Rostro de Teito, sorprendido de lo rápido que era este retrocedió un poco esquivándolo hacia un lado y tomando la muñeca del chico con su izquierda para detenerlo pero en un descuido se tambaleo, casi cayendo por encima de una pareja que se encontraba detrás suyo, las camareras un poco asustadas procedieron a buscar rápidamente al dueño del lugar, al parecer habíamos ahuyentado a algunos clientes después de eso, aun con mi mano en su muñeca, rápidamente empiezo a apretarla y levantándola hasta su vista en frente de sus ojos, después de eso procedió con rapidez a golpearlo con su puño derecho, hasta que siente como alguien le detiene de forma brusca haciendo que suelte al chico, se trataba de una señora alta de cabello negro y largo,"¿que rayos?" la miro y le observo enojado por interrumpir su pelea, estaba por quejarse pero su expresión no era para nada amigable, lo peor fue ver a dos tipos detrás suyo mirándolo con una sonrisa de maleante en sus rostros "que mierda de lugar es este?"
pensó mientras la mujer los regañaba de forma arrogante por hacer un pequeño escándalo en su negocio, después de eso lo obligo junto con el chico a lavar los platos de la cocina.
-¿Que? no me jodas...
la escucho de nuevo con un tono agresivo y luego la vio partir, entonces volteo hacia el chico peli blanco..
- Todo esto no habría pasado por tu culpa.
se quejo mientras tomaba unos de los platos...

Ciertamente sabía que aquel golpe no había sido de los más fuertes que él era capaz de dar pero esperaba que tuviese un mínimo resultado, pero a cambio de eso el pelinegris logró esquivar el golpe y tomarle la muñeca con fuerza, pero al parecer no había pisado bien y se tambaleó casi cayendo sobre una pareja que estaba detrás de él y estirando un poco a Rai, logrando que perdiera su posición.
El peliblanco desvió la mirada de su agresor por unos segundos para notar cómo se armaba un revuelo y algunas camareras salían corriendo “Perfecto… esto no traerá nada bueno…” pensó con fastidio mientras dejaba relucir sus dientes. Pero a pesar de todo el otro parecía querer seguirle a la pelea, cosa a la que él no se negaría y rápidamente recuperó su posición, justo en el momento en que notó como el otro apretaba con más fuerza su muñeca, subiéndola a la altura de sus ojos y logrando enfurécelo más aún, tal vez después de todo si era un buena idea usar a aquel idiota para desquitarse del fastidio que ese día parecía sentir.
El pelinegris quizo intentar un nuevo golpe contra el rostro de Rai, pero apenas unos centímetros antes de su nariz notó como la mano del extraño se detenía soltando su muñeca y al levantar la vista observó a una mujer con aspecto de pocos amigos que los miraba con los ojos encendidos de furia, pero sin perder su compostura. Cuando dos sujetos enormes casi como el mismísimo yeti se acercaron a ellos, Rai supo que no saldrían bien librados de allí; aunque claro, nunca sospechó lo que pudiera suceder.
Minutos después de un extenso regaño a la que le dio poca importancia, se vio junto al otro lavando platos en la cocina del negocio mientras fruncía el ceño notoriamente; ciertamente sentía ganas de romper todo y mandara todos al diablo, pero no quería tener problemas con la autoridad así que no le quedaba más que aguantarse y tragarse su rabia.
Intentaba calmarse en lo que escuchó al otro decirle que todo eso había sucedido por su culpa y su rabia volvió a subir como la espuma de la leche al hervir. Sin importarle que tuviera las manos mojadas y enjabonadas, tomó al otro del cuello de su ropa para clavarle una mirada que parecía estar casi tan encendida como cuando usaba sus campos.
-Tú fuiste el primero… tu iniciaste esto… ¿entiendes?
Dicho esto lo soltó sin nada de delicadeza y se puso a fregar una pila de platos que tenía frente a él, al paso que iba y siendo la cantidad de vajilla que había allí sabía muy bien que terminaría ya cuando estuviese oscureciendo, suspiró largamente intentando no enfurecerse con sus propios pensamientos y continuo con el lavado, detestaba la grasa pegada sobre la cerámica, era odiosa y difícil de sacar; y claro, siendo que realmente había vagado en las calles un tiempo no era la primera vez que hacía eso, solo que en aquella ocasión lo había hecho solo por un poco de comido y claro, el hambre le había ganado más a su orgullo.

Empezaba fregando el primer plato, sucio y con grasa le daba asco solo pensar quien fue el que comió en el, apretó su mano con la esponja espumadola un poco y cuando estaba a punto de ir por el siguiente el chico peliblanco lo sorprende empujándolo contra la pared tomándolo del cuello y elevándolo un poco hacia arriba por ultimo clavando su mirada feroz sobre el, nuevamente sus ojos ardían de rabia, pensó que tal vez no sabia nada mas que enojarse, quizás no solo con el si no con cualquiera que se le pusiera por delante, aunque Teito había comenzado la pelea no lo habría echo por cabrear si no por fastidiarse como en aquella exhibición del juego ese, nunca permitiría que su orgullo fuera destrozado ante cualquiera y menos por el tipo que se encontraba en frente suyo, después de decir lo que quería este lo soltó bruscamente dejando algunos rastros de espuma en su ropa y volviendo a su posición, Teito se limpio un poco apartando esta y también volviendo a su puesto ignorando completamente lo que anteriormente el otro le había dicho, estaba inesperadamente tranquilo aunque hace solo un rato lo habían regañado pero le gustaba lavar los platos y jugar como un niño pequeño de primaria, los labores domésticos eran otras de las cosas que podían calmar su enojo en cualquier situación o emoción en la que estuviera, como cuando era pequeño y recibía burla de parte de sus compañeros, le hacia entrar en paz con sigo mismo y tranquilizarse.
Seguía fregando después de un buen tiempo que paso mientras pensaba sobre eso, hasta que noto la presencia del chico se había olvidado completamente de que estuviera a su lado, lo miro de reojo y luego tomo el detergente que estaba a un lado, se le había ocurrido algo divertido para entretenerlo y reírse un buen rato, siguió y presiono hasta vaciarlo casi por completo, después tomo la esponja y empezó a fregar con rapidez el lavaplatos haciendo que rápidamente este se hundiera de espuma llegando hasta una gran altura.
-Esto es un desastre tendré que arreglarlo
dio un gran bostezo como si estuviera agotado, y empezó a lanzar la espuma sobre el chico peliblanco, después abrió la llave un poco mas esperando a que el chico se volviera enojar, al parecer ya no sabia como sacar el aburrimiento que tenia lavando los platos.

Seguía fregando platos, luego de un tiempo de absoluto silencio su rabia se había bajado, ahora solo seguía algo molesto pero podía aguantarse a sí mismo y a la tarea que debía hacer, de la cual ya llevaba más de la mitad.
Vio de reojo como el otro tomaba el detergente y se vaciaba todo el frasco en su esponja ¿Qué estaba pensando hacer con eso? por alguna extraña razón esa acción le daba mala espina y más aún cuando girando levemente la cabeza observo como fregaba con rapidez logrando que la espuma aumentara de tamaño notablemente.
Después de aquella acción, que Rai consideró como juego de niños, el pelinegris dijo que eso estaba mal y que debería arreglarlo, realmente parecía estarse hablando a sí mismo, pero a fin de cuentas había sido una tontería suya. Rai solo lo ignoró completamente y volvió a su labor fregando los últimos platos que tenía ya en su antes imponente montaña de vajilla.
De repente el peliegris dejo escapar un sonoro bostezo y cuando Rai se quiso dar cuenta tenía una pompa de espuma sobre su cabeza mientras el agua de la llave corría a gran velocidad llenándolo todo con espuma y causando un desastre aún mayor.
-¿Qué haces?... ¡así no terminaremos nunca!-arrojando la esponja sobre la mesada-… ¿quieres jugar?
Con un movimiento rápido tomó la mini-manguera que el utilizaba para enjuagar sus platos y colocando un dedo en la punta de esta apuntó hacia el pelinegris abriendo luego la llave y dejando que una parte del caudal de agua le cayera sobre la cabeza, mientras dibujaba una sonrisa torcida en sus labios; esa sonrisa que a veces lo hacía verse más malvado de lo que en realidad era. Después de unos segundos y de haberse asegurado de mojarle la cabeza completa, cerró la llave para después observarlo nuevamente con una expresión seria.
-Ahora la tipa esa refunfuñara por mojar el piso…-tirando la mini-manguera dentro del lavatorio-… mejor limpia tu desastre chico… de lo contrario pasaremos la noche aquí aseando todo el negocio.
Dicho esto se sacó la espuma que tenía encima con tranquilidad, como si nada hubiese sucedido sin siquiera mirar el estado en el que el otro había quedado, después de todo, él había comenzado y según su lógica se lo merecía, aunque claro, le había resultado gratificante empaparlo por completo y al desconocido parecía gustarle ese tipo de cosas.
-Te ayudaré así acabamos más rápido… anda.
Dijo esto luego de notar que su estado de humor volvía a la normalidad, deseaba terminar cuanto antes con aquello para poder salir del dichoso lugar y agradecía que su adquisición un hubiese sufrido daños hasta el momento, aunque claro debía asegurarse de que eso continuase así; después de todo lo que había debido aguantarse y de la rabia que paso solo para ir a comprar aquello, mejor cuidarlo como si de oro se tratase.

Se rió a escondidas tras ver la reacción del peliblanco, mientras este le criticaba por el desastre que había echo, Teito en cambio se sentía un poco nostálgico, hacia mucho tiempo que no se divertía por algo tan infantil y estupido como eso, entonces se percato al ver como el chico tomaba la pequeña manguera del lavaplatos e inmediatamente señalándola contra el y abriendo rápidamente la llave, Teito lo miro un poco sorprendido en verdad no esperaba eso de su parte y en un pensamiento rápido sabia que intentar esquivarlo no valdría la pena ,así que se cubrió el rostro con ambas manos y espero a que terminara mientras poco a poco su ropa se humedecía por el agua quedando todo empapado y aun así el otro insistía en mojar su cabeza entera además de que parecía disfrutarlo lo hacia irritarlo aun mas de lo que ya estaba en ese momento, después de unos segundos este cerro la llave y por fin cuando estaba a punto de quejarse el peliblanco lo miro detenidamente a los ojos siendo el quien empezara a quejarse sobre que la mujer los regañaría si veía todo el piso mojado, aunque ya sentía ganas de matarlo en si era cierto no había pensado en eso, el chico le ofreció ayuda , fue un poco inesperado de pronto su forma de ser había cambiado por una amable y razonable, la típica que un ser humano podía tener, claro no todos son iguales, pero la que mas le irritaba era esa al menos este no era el tipo ideal, tenia su carácter muy amplio por lo menos.
Se acerca a un mueble y toma unos paños de limpieza que había visto anteriormente allí y los toma.
- Si es lo que quieres, esta bien no me importa tu ayuda, …Ten, pero después no te quejes si es mucho para un debilucho como tu.
Se lo da bruscamente y empieza a limpiar, su mal humor había vuelto “¿era necesario que me mojara? Odio el agua y lo peor este lugar huele horrible” suspiro un poco para tranquilizare, no soportaba estar encerrado mas de una hora y lo peor fue que el mismo había alargado el trabajo, todo por su forma malcriada que jamás aceptara de el mismo y negara por el resto de su vida, algo así nunca iria con su orgullo, todo se debía a que su hermano lo crío se esa forma, es por eso que no le importa, siempre se evadia culpando a otros de sus hechos…después de unos minutos suspiro un poco y miro al otro...
-Si tan solo no me hubieses empujado ahora estaría en mi cuarto durmiendo placidamente sin que nadie me molestara,… -sigue limpiado en piso- prácticamente es tu culpa.

Observó en silencio como el chico se acercaba a un mueble para tomar unos paños de limpieza y le arroja uno con aparente furia, al parecer ahora el otro se había fastidiado, tal vez por la mini-ducha que le había dado, pero él se lo merecía y él mismo se lo había buscado, ante aquella expresión de pocos amigos Rai solo intentó mantener la calma, había bajado sus desniveles y se proponía mantenerse así para largarse de allí lo más rápido posible.
El pelinegris dijo que aceptaba la ayuda si Rai así lo quería, pero que después no se quejase si era demasiado para él, el peliblanco solo continuó con su trabajo si cambiar la expresión seria de su rostro, no valía la pena siquiera eso.
-Mejor no hables…. porque estoy seguro que aguantaría mucho más que tú y tu cuerpo débil… se nota a leguas… ni siquiera un golpe decente pudiste dar…
Aquello que parecía claramente un desafío fue dicho como si nada en el silencio de aquella cocina, mientas el peliblanco fregaba el piso lentamente como si se concentrase en ello, y solo unos segundos después escuchó al otro quejarse nuevamente, diciendo que si no lo hubiese empujado en ese momento estaría en su cuarto durmiendo sin que nadie lo molestase.
-Tssss…. Si que eres fastidiosos niñito, se nota que eres un hijo de papa al que le cumplen cualquier capricho con solo levantar un dedo… creo que experimentar el mundo real no te vendrá nada mal…
Dijo esto de repente mientras se ponía de pie para tomar un secador que había divisado desde su posición, no tenia porque agacharse en el suelo como criado y menos aún teniendo las herramientas necesarias para el maldito trabajo que estaba llevando a cabo.
Dándole una enjuagada al paño que tenía en la mano lo coloco sobre el secador y comenzó a pasarlo por el suelo, sin importarle si chocaba al otro o no, intentaba mantener la calma pero al parecer ese no era su día y si el otro le seguía muy posiblemente lograría que volviese al estado de furia en el que antes se encontraba.
Luego de unos minutos de un incomodo silencio en el que varias veces chocó con las manos del otro sin siquiera ponerle atención, el piso se encontraba seco, pero los platos sucios, o al menos algunos de ellos continuaban ahí. De pronto llego una mesera con una bandeja a la que Rai observó con sumo desagrado, sobre ella traía una pila mas de platos sucios y grasientos que ellos deberían lavar y esto, simplemente, lo irritó un poco más.
-Con un demonio esto no acaba nunca… ¿Qué tanto comen?...-acercándose a la mesada-… maldita sea…
Dejo escapar un leve suspiro intentando calmar el leve temblor que tenía en una ceja para después arremangarse y continuar con el lavado de platos, observando de vez en cuando lo que el otro hacía, claro, cada uno tenía su montaña personales de platos sucios, por lo que seguramente terminasen allí o permaneciesen allí hasta el mismo minuto que el otro; tal vez en el exterior el atardecer ya estuviera haciéndose presente, no lo sabía, había perdido la noción del tiempo, pero lo que si sabía era que aquella actividad le estaba resultando molestamente eterna.