Después de Camerún [Priv. Nish]

por **Sonozaki Shion** Jue Jun 16, 2011 10:13 pm

Las semanas habían pasado después de aquellos tiempos en Camerún, donde todo fue muy confuso y a la peliverde aun no le había quedado muy claro que demonios había sido todo aquello. Menuda academia en la que se termino metiendo...

Caminaba por los pasillos buscando a Nisheida con un papel en manos. Tenía algo muy importante que decirle.

-¡Dera-kun! - Salió corriendo hacia el cuando lo vio a lo lejos. Una vez llegó a el le entregó un papel que estaba doblado en cuatro partes. -Etto... El dibujo que te debía... nee... Yo... - Aquel rubio pudo notar que por alguna razón la peliverde estaba nerviosa. -Tengo algo que decirte... Etto... ¡Nooo! ¡No habras el dibujo aun! Deja que me vaya... Eh... Nishi-k... Digo... ¡Dera-kun! - Bajo la mirada. Por alguna razón estaba sonrojada. -Hay un lugar que me gustaría enseñarte... Yo... - Se quedó en silencio por unos momentos, no sabía como continuar la oración. La joven estaba intentando invitarlo a una cita, pero no quería hacerlo tan obvio, y tampoco sabía como hacerlo. Por suerte, Shion siempre tenía un plan B. Por si no le salían las palabras había escrito lo que quería decir en otro papel. Esta le hizo entrega de este otro papel y se fue corriendo.

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por **Deragae Nisheida** Jue Jun 16, 2011 11:24 pm

Los pasillos de Crusaders ya estaban grabados en la memoria del rubio, podía ser el único lugar en el mundo en el que no terminaría por perderse. Sin embargo no los transitaba con frecuencia, casi siempre había mucha gente en ellos, cosa que no le gustaba, se engentaba con facilidad, además de irritarse más fácil aun. Sobre todo, tras la llegada de Camerún, había estado muy pensativo con respecto a las intenciones de la academia.- No podía negar que estaba molesto, jamás había pensado quela directora aprobara una prueba como aquella, sobre todo considerando que alguien había podido morir en el proceso.

Caminaba con las manos en los bolsillos, quizá atrayendo un par de miradas por lo inusual que era verlo transitar los pasillos en si. Además de que había algunos cuchicheos a sus espaldas, y aunque podía oírlos les hacía caso omiso, los primeros días ya se había enterado de todo el tema: Deragae el solitario parecía tener un tipo de relación con la nueva estudiante Sonozaki Shion. Ante aquello había resoplado, los rumores y chisme se expandían como el fuego, y realmente no podía creer que se hubiera hecho un rumor de esa índole, pero a el le importaba poco.

En realidad, si había estado pensando mucho en la peli verde, durante aquellos cuatro días en África la chica lo había ayudado con todas sus capacidades, además de que la última noche había pasado a su lado aquello compartiendo preocupaciones y demás. Tenía años que no tenía una conversación así con otra persona. Toshimaru era muy elocuente, pero no contaba como humano en sí. Bien, si le preguntaban, admitía que tenía una relación de amistad con Sonozaki Shion, quizá así los rumores se apaciguarían y lo dejarían en paz, que ya había un par de chicas que se habían plantado frente a él y se habían ido después de titubear unos segundos.

-¿hmp? – espeto cuando escucho la voz de la peli verde que se acercaba a prisa por el corredor hacia donde estaba el – Sonozaki... buenas tardes – le saludo con una media sonrisa en el semblante ¿Por qué se le veía tan nerviosa?, quizá en su grupo de habilidades psíquica habría exámenes pronto. El no había entrado a clases en un tiempo, tena suficientes puntos para pasar las materias con bajo promedio aun si no entraba en lo que quedaba del parcial.

Los cuchicheos volvieron a oírse cuando la hermosa chica le hizo entrega de un papel al rubio. Nisheida habia estado apunto de abrirlo cuando esta le había pedido que no lo hiciera hasta que ella se fuera, aparentemente le costaba mostrar su arte sin apenarse un poco. Lo que le recordaba que quizá el debería hacer algo para ella, no era bueno recibir cosas sin dar nada después. Cuando le entrego la nota la vio alejarse mientras soltaba un suspiro, definitivamente tenía que trabajar un poco con su palabra ante las personas, bueno, seguramente era parte de su personalidad. Con todo desdoblo la nota para leer lo que decía.

-¿A las 9:00 pm? – se cuestiono a si mismo mientras un ligero rubor aparecía en sus mejillas ante la oración “ponte lindo”, que estaba escrita en la carta. Bueno, lo tomaría como una salida similar a la que había tenido en el café, aunque esperaba que esta vez no terminara con el en la enfermería, sería malo si eso se hacia un habito. Bueno... tenía hasta las nueve. Tras ver su reloj vio que le quedaban u par de horas... tal vez le diera tiempo de esculpir una pequeña figura para la chica.

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