Últimas tardes de calor (libre)

Mi Nyu comenzó a trotar, era obvio que ella no servía para lo físico, era valiente y se atrevía a hacer de todo para ayudar e incluso algunas veces por milagro y su entrenamiento con los recatistas es que podía hacer cosas que para ella serían imposibles, pero en las últimas clases había demostrado ser muy debil y eso le había herido en el orgullo. Sí, la verdad es que su orgullo andaba por los suelos. Sacudió la cabeza para tratar de despejarse las energías negativas mientras corría pero sin darse cuenta, chocó contra alguién que venía a mucha velocidad.

(Dados para ver si me doy en toda mi cara XDDD 14 + 2 cons = 16)

Por suerte... o mala suerte Mi Nyu cayó de lleno sobre el chico con el que había chocado. Ella estaba intacta. Abrió los ojos apenada para mirar que a quien había tumbado... era Seth Raven. De repente recordó cuando despertó de Camerún y se encontraba en la fuerte espalda del peligris. Mi Nyu se sonrojó y su corazón comenzó a bombearle fuerte e incesante.


Avergonzada se puso de pie como pudo y se inclinó rápidamente.

—Lo siento mucho Seth, estaba distraida. Lo lamento mucho ¿te he lastimado? Es mi culpa —sus mejillas estaban del más puro color carmesí y sus ojos estaban vidriosos... como si estuviese a punto de llorar.

Mi Nyu se sonrojó aún más y cerró los ojos para que Seth no se diera cuenta de que se moría de ganas de llorar. Ni siquiera entendía porque las sentía, pero así era... y sí que las sentía. En vez de eso se mordió el labio para regresar a la realidad y después de respirar por 3 segundos, abrió los ojos y se dio cuenta que Seth tenía el parche movido. Vio su rostro por un minuto entero sin responder nada más. Sus dos ojos leonidos estaban al descubierto, eran tan claros, reflejaban mucho de lo que Seth mismo era, un chico despreocupado que no quería atarse a nadie... mas que sin embargo le era imposible lograrlo. Mi Nyu se vio reflejada en esos ojos dorados y se asustó de lo que vio, a ella misma admirandolo como si fuese el hombre más hermoso del mundo. Ya una vez le había pasado eso en su natal Corea, cuando se había dado cuenta de que le gustaba su mejor amigo: Keun Suk.

—Aigoo*... no puede ser —susurró sin darse cuenta. Abrió sus ojos rasgados y se quedó inmovil.

"Me gusta... Me gusta Seth-Oppa*"

El descubrimiento de eso le hizo quedarse en shock por varios segundos, pero la mirada leonida de Seth y calor del sol otoñal le hicieron volver en sí.

—¡Ahhh! No me pasó nada —casi escupió las palabras—. Lo siento, esto fue mi culpa—dijo y alargó inconscientemente una de sus pequeñas manos hasta tomar el parche de Seth y se lo acomodó en el ojo.

Quizas se sentiría menos vulnerable si sólo sentía uno de sus ojos observandola. Por estar tan absorta en su nuevo descubrimiento no se había dado cuenta de que Seth tenía su rostro raspado. Fue hasta cuando alejó su mano del parche que vio la herida que para acabala de amolar... había sido por su culpa.

—¡Aigoo! Lo siento mucho Seth-Oppa. Estás herido por mi culpa.

"¿Qué rayos te pasa Hwang Mi Nyu? ¿Cómo te atreviste a tocar su parche asi? Quizas le incomodas. ¿Y cómo rayos no viste su herida? ¡Debio haber sido lo primero que te debió de haber importado!"

La surcoreana se reprendió mentalmente y se inclinó otro tanto ante Seth.

—¿Me permitirias que intentara curarte con mis poderes?—preguntó apenada. El color carmesí no había avandonado sus mejillas en ningún instante.

Spoiler:

Mi Nyu se dio cuenta de que Seth no le había respondido si quería que ella lo curara o no. Supuso que quizas a él no le interesaba que ella utilizara su poder para ayudarle, pero Mi Nyu siempre tenía ganas de ayudar, fuese quien fuese. Le apenaba el hecho de que fuese Seth, porque había descubierto que le gustaba, pero lo hubiese curado aunque fuera alguién que no le agradara... aunque la verdad es que nadie le caía mal.

—Bueno... creo que voy a intentarlo.

(15 + 2 = 17)

Mi Nyu estiró su mano y la dejó unos centimetros separada del rostro de Seth. No cerró los ojos, pero sí se concentró con todo su corazón. El calor que sentía desde el centro de su pecho comenzó a recorrer su torrente sanguíneo y se canalizó hasta sus manos. En un instante vio como la herida de Seth se cerraba. Complacida, suspiró cuando vio que no le quedaba ni un rasguño al peligris.

—Que bueno, que estes bien. Disculpa por molestarte en tu entrenamiento—dijo ella, se inclinó como usualmente lo hacía y le dio la espalda para poder irse de allí.

A ella le gustaba Seth... eso no estaba bien.

Comenzó a caminar hacía la salida. Despacio, muy despacio, como si no estuviera en sí, y la verdad es que no lo estaba. Había descubierto algo sumamente raro. Le gustaba el chico que estaba a sus espaldas. ¡Qué cosa tan más rara!

Mi Nyu se frenó cuando escuchó su nombre de los labios de Seth. Se volvió a verlo en cámara lenta y sonrió sonrojada cuando este le agradeció por curarla. Seth comenzó a despeinarse los cabellos y Mi Nyu jamás creyó que ese simple acto le hiciera sonrojarse más y suspirar. Estaba embelesada viendo a Seth cuando de repente escuchó su: ... ¿Quieres hacer unas canastas?

Su corazón comenzó a repiquetear. ¿Por qué rayos no podía obligarse a no sentir nada? El chico sólo le estaba pidiendo echar unas canastas, no le estaba pidiendo una cita o matrimonio como para que su corazón le amartillara de esa manera. Suspiró inconscientemente y le sonrió al peligris... la verdad es que no podía evitar las ganas de estar cercas de él.

—¿Por qué no? Pero te advierto que soy pésima en los deportes. Necesito hacer condición física.

Se acercó un poco nerviosa a Seth, pero decidió tratar de ser ella misma... de todas formas debía de olvidarse de el chico parchado. No tenía ni una sola oportunidad. Se sacudió la cabeza para tratar de sacarse todos los raros pensamientos, corrió hasta la cancha, tomó uno de los balones que estaban en unos estantes perfectamente acomodados y después comenzó a botarlo.

—No creo que batalles mucho, pero quítame el balón si puedes —dijo Mi Nyu con una sonrisa sincera mientras su mano golpeaba el balón haciéndolo botar cada vez con más fuerza.

Spoiler:

Seth había corrido en su dirección robándole el balón y encestando canasta, pero ella luchó y no se lo puso tan sencillo. Ciertamente era muy divertido convivir así con Seth. Se miraba muy natural y sonriente. Mi Nyu decidió que quería que así fuese siempre que estuviera cerca de ella.

"De acuerdo... Yo puedo. Yo puedo robarle el balón. Yo puedo olvidarme de Seth. pensó en honor al consejo del mismo Seth.

—¡Qué mentirosa!, ¿y dices que eres pésima? —le acusó el peliplateado y Mi Nyu le sonrió encogiéndose de hombros y se remangó la blusa.

—Es en serio que soy mala en los deportes, pero eso no quita que le ponga las ganas y el corazón, después de todo, sé que yo puedo.

(Tiro dados: 1. Robar pelota: 13 + 2 const + 1 destr= 16 / 2. Canasta: 11 + 1 destr= 12)

Mi Nyu corrió y agradeció su poco peso ya que se desplazó bastante rápido por la cancha. En verdad Seth no pudo evitar que la surcoreana se acercara, golpeara el balón y se lo robara sencillamente. ¡El mantra del "sé que yo puedo" de Seth le estaba dando resultado! Con mucha más confianza comenzó a botar el balón y corrió para encestar una canasta de dos puntos que aun sin poder creerlo había entrado fácilmente en el aro. Cuando la pelota botó en el suelo, Mi Nyu la agarró y se la lanzó a Seth.

—Parece ser que no soy tan mala para el baloncesto después de todo— presumió un poco la castaña y le guiñó un ojo. Estaba tan contenta y concentrada que por un momento se olvidó de lo que Seth le había hecho sentir en momentos anteriores. Era mucho mejor así... mucho mejor así.

Mi Nyu se soltó a carcajadas cuando Seth falló el súper tiro, —que a decir verdad... juraba que con la fuerza que iba lo iba a encestar— y después corrió para agarrar la pelota y lanzarla desde el lugar que estaba hacia el aro.

—¡Tiro súper especial mágico místico y misterioso de Mi Nyu! —gritó la coreana mientras alzaba los brazos y soltaba el balón con el impulso.

(Tiro dados: 10 + 1 destreza = 11)

Mi Nyu sonrió con un brillo especial en los ojos cuando el balón se metió en el aro y le dio la ventaja sobre Seth Raven, el chico más fuerte de la crusaders academy. Mi Nyu dio unos saltitos en son de victoria y después se acercó a Seth corriendo. Ya que estuvo delante de él, le sonrió dulcemente y se inclinó un tanto.

—No sabes cuánto te agradezco esto. Me diste la confianza para poder jugar algo en lo que no creí que fuera buena y al parecer si lo puedo ser. Eres muy especial Seth Raven... la verdad, es que creo que eres la persona que más admiro en esta institución —Mi Nyu se sonrojó violentamente mientras el latido de su corazón le volvía a repiquetear.

Ella entendía que jamás en la vida Seth se fijaría en ella, pero mínimo quería estar cerca de él y poder ser su amiga... porque el chico despreocupado de ojos leonidos que se la daba de ser muy rudo y solitario... en verdad era un chico apasionado que adoraba ayudar a quienes apreciaba... lo había notado en el viaje a África. La verdad es que Mi Nyu quería ser una de esas personas, una de las personas a las que Seth apreciaba.

Mi Nyu estiró lo brazos y se secó con uno de ellos el sudor de su frente y después juntó sus dos brazos a la altura de su pecho como en pose de lucha.

—Seth-Oppa ¡Fighting!*

Aunque en realidad quería decir:

Spoiler:

Qué quieres que te diga, hay mejores modelos a los que admirar...

Era cierto, quizás si los había, pero Seth tenía un gran impacto en la coreana. Era muy desinhibido y siempre le hacía reír. Esas eran las cosas que a ella le gustaban de él... sobre todo sus comentarios sarcásticos. Esos que la hacían desatinar y reírse al mismo tiempo.

Seth parecía desconcertado cuando Mi Nyu le había dicho que lo admiraba, pero después de un largo momento de silencio, Seth tomó la pelota sacándole la lengua y la lanzó para fallar de nuevo. Mi Nyu no pudo evitar soltar la carcajada mientras corría por la pelota e intentaba encestarla una vez más.

(Tiro dados: 17 + 1 des= 18)

Mi Nyu sacó la lengua de ladito cuando levantó los brazos y se impulsó para aventar el balón que fue directamente hasta el centro del aro, encestando una vez más y dandole indiscutiblemente la victoria sobre el chico más fuerte de la Crusaders.

—Claramente no es el día de Seth Raven, pero sí el de Mi Nyu —dijo ella haciendo un deje de victoria con su mano y después corrió hasta Seth— creo que por esta ocasión soy la ganadora y me deberás… mmm… un helado ¿vale?

La coreana sonrió feliz al chico de ojos leonidos que bufaba tiernamente. Sí… sus bufidos eran tiernos para Mi Nyu.

Mi Nyu sonrió mucho cuando Seth sacó su monedero y revisó su dinero. Era tierno verlo así de vulnerable y amigable. El corazón de la coreana se contrajo.

“¡Aigoo Mi Nyu! Dijiste que lo olvidarías, pues bien… ¡Olvídalo!”

Mi Nyu se sacudió la cabeza para tratar de borrarse todas las raras ideas que pasaban por su cabeza y sacó la lengua en forma tierna.

—Mmmm… creo que un helado sencillo de chocolate me vendría bien —Mi Nyu entrecerró los ojos y chasqueó los dedos— ¡Lo tengo! ¡Vamos al centro comercial! Ahí está una heladería donde los helados saben a gloria y no son muy caros… además si no te alcanza, yo puedo comprarte un helado. Ya sabes… tú compras el mío y cumples con nuestro acuerdo, y yo te compro uno a ti porque eres un excelente motivador de chicas sin complexión física. ¿A que es una buena idea? —preguntó la coreana con entusiasmo y guiñando un ojo.

De hecho, no se esperó a escuchar su respuesta, se alisó un poco el vestido rosa de algodón que usaba y con fuerza en el corazón, tomó la mano de Seth para jalarlo en dirección al centro comercial.

—Sé que quizás no te guste la idea, pero ya que pruebes los helados de ahí, no podrás negarte. Inclusive podemos juntar nuestro dinero y nos compramos un banana Split para los dos. A mí no me importaría compartirlo contigo.

Mi Nyu sonreía como boba, sin darse cuenta de que se estaba dejando llevar por su corazón.

“Quiero ser su amiga. Me voy a dedicar por ser su amiga… aunque no pueda dejar de quererle”

(Continuación en: Helado para el corazón)