Helado para el corazón [Priv. Seth Raven]

Mi Nyu jaloneaba un poco a Seth Raven cuando llegaron a la heladería. No era muy común que la coreana se comportara de esa forma, pero no lo podía evitar, cada parte y cada centímetro de su piel quería estar cerca del chico parchado.

El lugar era bastante bonito, habían seis mesas con sus respectivas sillas, las paredes eran color beis, varias fotos de diferentes tipos de helados adornaban el sitio y la moqueta estaba limpia y aspirada. Mi Nyu apuntó a la mesa del fondo y guió a Seth hasta ella. Se sentó y esperó a que él también lo hiciera. Ella se sonrojó un poco y lo vio directo al ojo descubierto.

—Lamento haberte traído como te traje. Sé que no te di muchas opciones, pero… —se mordió el labio un poco apenada— lo siento mucho —se inclinó levemente como siempre lo hacía. Esa bendita costumbre de su país natal jamás se le iba a quitar.

Mi Nyu le sonrió a Seth, le sonrió con mucha dulzura y después apuntó el retrato de un helado de chocolate y después pasó su dedo al retrato del banana Split.

—¿Y qué? ¿Ya decidiste que es lo que vamos a hacer con nuestra apuesta? —preguntó la coreana mientras le guiñaba el ojo.

Nunca pensó que en ese día iba a terminar ganándole en el baloncesto a Seth Raven y mucho menos que estarían juntos en una heladería a las afueras de Crusaders. Por un momento recordó que en su primer día ella había ido al centro comercial y había conocido a su primer amigo en la academia: Benedict Rensey, pero esta vez ella venía con el chico del que estaba enamorada. Se sonrojó un poco pero lo disimuló mientras miraba las fotos de las diferentes variedades de helados.

Mi Nyu se preocupó un poco cuando vio el rostro poco empático de Seth. Quizás había sido muy mala idea llevarlo ahí prácticamente a la fuerza. ¿Hot Dogs? Mi Nyu inclinó un poco la cabeza y se llevó un dedo a los labios.

—¿Puedes esperarme aquí un segundo? —le preguntó y antes de darle oportunidad de que le contestara, Mi Nyu salió corriendo.

Sus pies trotaban a toda prisa, pero lo bueno de ese centro comercial era que habían muchos puestos de comida en pocas palabras, había de todo para todos. Miró de puesto en puesto hasta encontrar el que buscaba. “Perfecto” sonrió para sí misma y ordenó a prisa. Vio el reloj que la tienda tenía colgado en su pared y vio que ya habían pasado 5 minutos, se desesperó un poco pero por fin le entregaron su pedido y ella agradeció pagando e inclinándose un poco para después volver a correr a la tienda de helados. Cuando llegó vio a Seth ahí con el ceño un poco fruncido, Mi Nyu no supo cómo interpretarlo pero se acercó a él y le dejó la bolsa en la mesa. Respiró muy agitada y sin aire.

—T-te… tra-je… —tomó aire— dos hot dogs y papas fritas —volvió a tomar aire— espero que con eso sea suficiente para ti —finalizó y se tiró en la silla de enfrente. Una vez recuperó el aliento le sonrió al peliplateado—. No era justo que sólo yo comiera algo que le gusta, era justo que tú también pudieras comer algo delicioso. ¡Aigoo! ¡Olvide comprarte algún refresco! —se llevó una mano a la cabeza y se puso de pie con prisa, dispuesta a correr por la bebida faltante.

Mi Nyu había practicado muchas veces el correr cuando iba con los rescatistas, no era tan buena su condición física, pero siempre le ponía mucho corazón y llegaba. Sacudió la cabeza mientras seguía respirando agitadamente a causa del cansancio y se detuvo de golpe cuando Seth se disculpó diciendo que no bebía mucho. La coreana se quedó pensativa y después le sonrió.

—Creo que no pasara nada malo —Nyu regresó la vista al heladero y le sonrió saludándole con la mano— Hola, Jack —le nombró la chica y se acercó hasta el mostrador. Mi Nyu compraba helado muy seguido, ya que la azúcar siempre le daba las fuerzas que su propio poder le arrebataba. La coreana ere cliente frecuente y siempre se había llevado bien con los empleados del acogedor local—,discúlpame, pero traje un poco de comida solida de otro lado ¿no te molesta?— Jack -el heladero- le sonrió con un desdén en la mano y le dijo que estaba bien. La chica sonrió mucho y se inclinó levemente y regresó al lado de Seth.

—¿Ves? Te dije que no pasaría nada malo —la chica le guiñó el ojo y después volvió la vista al menú. La chica estaba sonrojada por todos sus atrevimientos, pero trataba de no hacer el momento incomodo a Seth… aunque de verdad dudaba que eso pudiera ser cierto. Con un tierno dedo en la boca y la frente fruncida… la chica escogió el helado —¡Ya decidí! Quiero un helado de vainilla con mucho dulce de leche. Está vez te toca comprármelo tú a mí —dijo ella guiñándole el ojo mientras se sonrojaba levemente.

Mi Nyu sintió derretirse como la nieve del niño de la mesa de al lado, cuando Seth le sonrió de vuelta. Su corazón le amartilló con fuerza y un poco de rubor se difuminó por sus mejillas. Según ella había propuesto olvidarse de él y ser solamente su amiga… ¡Si claro Nyu como no! Se mordió los labios cuando lo escuchó pedir su orden. La coreana evaluó un momento la situación y calló en cuenta de que nunca había salido con un chico a solas. La chica se llevó las manos a la cara para ocultar su vergüenza… pero era cierto, cuando salía con Keun Suk, en Corea del Sur, por lo regular era acompañados de más amigos del colegio… o con su sobreprotector Mi Nam. “¡Aigoo! ¡Es mi primera salida con un chico!” La surcoreana trató de respirar lento para calmarse y que Seth no notase que se sonrojaba así. “Decidiste ser su amiga, decidiste ser su amiga, decidiste ser su ami… descidis…” parecía que el mantra mental era cada vez menos constante. ¿Por qué no podía permitirse quererlo? A fin de cuentas, dudaba que su amor le pudiese afectar en algo. La chica se sonrojó un poco más y sonrió ampliamente cuando Seth regresaba a la mesa con el helado de vainilla con litros y litros de dulce de leche. “Sé tú misma Mi Nyu. Sé tú misma”

—Eres muy dulce Seth, gracias por el helado —dijo la chica mientras inclinaba un poco la cabeza y tomaba el vaso que Seth le ofrecía. Cuando rozó sus dedos con los de él, el corazón de la coreana amenazó con salírsele y se quedó embelesada admirando a Seth por unos instantes. Nyu se dio cuenta de lo tonta que debía de verse y en instantes alejó sus manos -con el helado- de las manos contrarias—. Lo siento… —se sonrojó— mi mente se perdió por otro lado. Bueno, mejor me dedico a comer de este delicioso manjar y tú come tus hot dogs —la chica le dio una cucharada a la nieve con la vista en el vaso y lentamente se la llevó a la boca. Al sentir como se derretía en su paladar, la coreana relajó su cuerpo y sonrió de forma brutalmente tierna —¡Esto sabe riquísimo! ¡Mil gracias Seth! Juro que siempre recordare el día en que Nyu le ganó a Seth en el baloncesto y que él le compró el helado más rico… y más inundado de dulce de leche —dijo ladeando la cabeza en su linda sonrisa.

“Lo recordare… como la primera vez, que Hwang Mi Nyu tiene una cita… una cita con el hombre que ama”

Mi Nyu se sonrojó mucho cuando vio que Jack le hacía señas a Mi Nyu cuando Seth estaba distraído sacando el dinero para pagar, señas como: “¡Te gusta! ¡Es tu novio!” Mi Nyu sacudía la cabeza violentamente negándolo, y se mordía el labio porque de verdad ella deseaba que eso fuera cierto. Cuando Jack le guiñó el ojo a Seth la coreana se llevó una mano a la cabeza avergonzada, pero la quitó inmediatamente cuando Seth se acercó a ella. Se rió nervioisamente.

—N-no… creo que sea gay… sólo que es muy…. ¿sociable?

Mi Nyu vio comer a Seth con una pequeña sonrisa y se carcajeó aún más cuando Seth habló con la boca llena. El peliplateado estaba manchado de cátsup y aunque era muy tierno verlo así, la coreana decidió hacer algo. Alargó una mano, tomó una servilleta y le limpió la comisura de los labios al chico con el rostro sonrojado. “Aigoo… ¿cómo sería besarlo?” Mi Nyu sacudió levemente su cabeza para quitarse esos pensamientos y después le sonrió al súperfuerte.

—Estabas todo manchado, espero no haberte sorprendido —Mi Nyu estaba completamente sonrojada y vio por encima de Seth a Jack haciéndole un gesto de “Bien hecho” a Nyu. “Trágame tierra” pensó la surcoreana y regresó sus manos a su helado. Tenía que cambiar la plática. —Seth, ¿te puedo hacer una pregunta?

Mi Nyu enrojeció hasta las orejas cuando se dio cuenta de que tenía dulce de leche en la barbilla y tomó una servilleta para limpiarse con prisa y pena. Sólo ella quedaba como una soberana tonta delante de Seth. Bufó levemente y renovó sus fuerzas para tratar de no verse tan tonta.

—Pues… quizás y no debería… pero… —se mordió un poco el labio y lo vio al ojo descubierto… un hermoso ojo ambar— Ammm… ¿Cuál es tu historia? ¿Por qué usas ese parche? —no quiso verse muy entrometida, pero probablemente había sonado así. Sacudió su cabeza unos momentos y apuntó mejor a su barbilla— ¿Todavía tengo dulce de leche?

“Sí, es mejor cambiarle el tema… si Seth se molesta conmigo yo… yo no sé cómo reaccionaría a eso. No quiero… no puedo soportarlo.”

Mi Nyu suspiró cuando vio que Seth retomó el tema del parche… y no sólo eso, sino que parecía que no le había incomodado. Conocer un poco del pasado de Seth, un poco de Seth cuando era un niño y saber un poco de su manera de pensar fueron cosas que dejaron a la coreana con una enorme sonrisa en el rostro. “Seth sí quiere ser mi amigo… Seth sí quiere ser mi amigo” Eso sí, no pudo evitar angustiarse al imaginárselo en las peleas callejeras, aunque ella ya se había imaginado alguna vez que Seth era de esa clase de chico. La asiática le dio otro bocado a su helado y después vio al chico con profunda admiración porque a pesar de haber sido conflictivo... su corazón seguía siendo bondadoso.

—Debió de ser difícil para ti. A mi… yo… bueno— se rascó la cabeza— supongo que cuando todos descubrimos nuestros poderes… a todos nos cambió la vida de una forma u otra. Siempre he creído que mi poder era una bendición, pero al mismo tiempo lo considero una maldición enorme. Yo tengo un gemelo, su nombre es Mi Nam y pues… los dos tenemos poderes. Él —recordó a su Mi Nam tocando a uno de los niños del orfanato y que este empezó a perder el color y cayó al suelo convulsionándose. Ese recuerdo le agudizó la voz— su poder… su poder es lo contrario del mío, él mata lo que toca. A veces siento que yo tengo la culpa de que Mi Nam fuese tan miserable, como si porque yo curo, el equilibrio decidió que mi hermano los enfermase. La gente en el orfanato empezó a hacerlo de menos. Nadie quería acercársele, nadie quería jugar con él… —la garganta se le cerró— nosotros éramos niños y nos amábamos mucho, pero casi no nos dejaban estar juntos. Fue muy difícil… pero para mí fue peor el día en que Mi Nam huyó y me dejó sola en Seúl. Yo prometí que cuando pudiera iba a irme a buscarlo… y así lo hice. En mi viaje por el mundo para buscarle… terminé en Crusaders —cuando terminó abrió mucho los ojos y se tapó la boca apenada— Lo siento… supongo que tú no querías saber nada de eso. Lo lamento mucho… Seth-Oppa.

La coreana se mordió el labio apenada y escondió su rostro tras su cabello. Sólo a ella le pasaba eso de soltársele la boca demás. “Abúrrelo MI Nyu para que salga corriendo… anda abúrrelo”

La coreana sonrió cuando el súperfuerte le había dicho que no se apenara. La verdad es que no había sido su intención agobiarle con sus cosas del pasado… pero a veces el recuerdo de Mi Nam y de su infancia le hacía ponerse de un humor un poco… ¿decaído? La chica se iba a volver a disculpar sin dudas hasta que sintió la mano de Seth sobre la suya… sonrió como una boba, se sonrojó como nunca y su respiración se aceleró mientras su corazón palpitaba rápida e inquietantemente “¿Por qué no puedo controlar mi corazón? ¿Por qué Seth-Oppa es tan dulce conmigo? ¿Por qué no puedo permitirme amarle?” La surcoreana levantó la vista para ver el rostro del chico que llevaba unos segundos en silencio y lo escuchó con mucha atención para que sus ojos irremediablemente se llenaran de lágrimas. Ella… ella no podía ser una heroína como en las historietas de la mujer maravilla, o batichica, el poder de Mi Nyu era un poco ¿prescindible? a la hora de la verdadera batalla. Abrió sus ojos como platos y se quedó paralizada cuando sintió el dedo de Seth tocándole el pecho… tocándole el corazón aún más... aunque eso sonara imposible. ¿En qué momento la situación se había convertido en una cita romántica? Porque prácticamente para la surcoreana así era. ¡Y su sonrisa! ¡Por Dios! ¡Seth le había sonreído a ella… especialmente a ella, y de una forma que nunca le había visto! Por supuesto que luego Seth había retomado su habitual estado, retrayéndose un poco y comiendo de su hot dog.

Hwang Mi Nyu, nunca, jamás de los jamases había sentido lo que en ese momento sentía. El corazón no dejaba de martillarle como si quisiera romperle la caja torácica. Era como si todo fuese un sueño… un hermoso sueño del que realmente no quería despertar. Estaba embelesada admirando al chico peliplateado hasta que divisó por detrás de él, a Jack haciéndole gestos y caras muy alegres. “Que pena, se me debe de notar mucho” la chica agachó un poco la cara avergonzada.

—Hablar contigo es sencillo. Me inspiras mucha confianza Seth-Oppa—susurró primero y luego levantó la cara enérgicamente. Ahora fue ella la que alargó la mano y la colocó sobre la mano libre— Eres muy importante para mí y no quisiera perderte nunca —su sonrojo no tenía limites, pero necesitaba expresar parte de sus sentimientos por él… sólo una parte— quiero estar para ti siempre que me necesites y me gustaría contribuir en tu felicidad diaria. Me gustaría que cuando te sientas mal, acudas a mí y poderte ayudar con tus problemas, e igual espero que yo también pueda acudir a ti cuando te necesite porque yo… yo…

Al parecer Seth desvió el camino de la conversación y Mi Nyu no podía haber estado más aliviada… había estado a punto de confesarle que le amaba. La coreana vio su helado y se dio cuenta de que por primera vez no quería comer más de ese helado… lo que más deseaba probar eran los labios del súperfuerte. Se sonrojó una vez más, asintió y sonrió ante las enérgicas palabras de Seth Raven.

—Siempre recordare eso Seth… siempre recordare en que puedo contar contigo. Pero de verdad, quiero que tú también recuerdes que puedes contar conmigo… para todo, para lo que sea… para lo que me necesites —se puso de pie, se acercó a él y agarró con pena su mano para cruzar sus dedos meñiques en símbolo de promesa— ¿Me prometes que siempre estaremos juntos y que podre contar contigo… pero que de igual forma tú contaras conmigo?

Mi Nyu por un momento se preguntó si Seth Raven era igual de tierno con ella que con las demás personas. La surcoreana quiso creer que no era así que era sólo con ella… y obviamente con… la persona que le gusta. Sacudió su cabeza para sacarse esos pensamientos de la cabeza y apretó más fuerte su dedo para poder sellar su promesa.

—Promesa —reafirmó la chica con una sonrisa tierna y asintió enérgicamente para después soltar la mano de Seth. Vio su helado ya derritiéndose y frunció un poco el ceño— Creo que ya es hora de que regresemos a Crusaders, Oppa.

Mi Nyu se volvió para ver a Jack e hizo una pequeña reverencia en agradecimiento. El heladero se limitó a reír pícaramente y siguió haciendo señas extrañas… la chica sólo se sonrojó y rogó porque el súperfuerte no se diera cuenta. La coreana se puso al lado del chico —que ya había terminado de comer— y le guiñó el ojo.

—Anda Oppa… prometo que luego te compró más hot dogs —la chica tomó la mano de Seth sin evitar sonrojarse y lo jaló de vuelta a la escuela mientras platicaba de trivialidades.