2da Clase

Ingresando al aula por el marco de la puerta, mas bien, mira que todos estaban dentro, al menos la mayoría, había llegado por poco, ya estaba harto de llegar tarde por perderse en la inmensidad de la escuela. La primera persona que miro dentro del salón era la chica de cabellos rosas, sin poder evitarlo se ruborizo, para después solo intentar concentrarse en ver a los demás, dentro estaban la mayoría conocidos, y unos que ya podía considerar amigos.

Camino directamente a un pupitre cerca de Alina para luego sentarse en su asiento y observar al maestro que empezaba la clase, diciéndoles que ahora no saldrían a practicar, si no, platicarían lo que les había sucedido en África,

Volteo a ver a la chica que parecía seria, quizás por la petición del maestro a que platicaran sus experiencias en África,

- Bueno, yo aprendí a pescar... como dice Derek, y a apreciar cosas como el agua y los alimentos, tanto como las duchas y este clima fresco- dijo recordando la situación que tubo que enfrentar, intentando así darle ánimos a Alina de que hablara, aunque obvio no se comparaba con lo que la chica había enfrentado en aquel lugar.

-Vamos Alina... si quieres solo di que es lo que aprendiste, sin especificar nada...- le hablo bajito intentando así darle una sugerencia de lo que podía hace,estaba decidido a hacer que la chica superara lo sucedido.

Spoiler:

Estando sentada allí en silencio observó como uno de los últimos chicos en llegar era el ojiazul que tanto adoraba, se ruborizó levemente al verlo pero la presión de la mirada del maestro le podía más así solo se quedó quietita allí en su asiento, observando como él se sentaba a su lado. Inmediatamente el chico pronunció unas cuantas palabras de lo que había vivido en aquel lugar, pero no había sido muy específico, sino más bien había contado sobre su aprendizaje, y esto le parecía bien, tenía que estar correcto sin necesidad de contar la peor parte.
Después cuando se volvió a sentar susurró unas palabras a Alina, intentando seguramente animarla a hablar; ella no se sentía para nada segura de eso, pero si debía hacerlo de todas formas era mejor cumplir el trámite y olvidarse de ello y de las horribles imágenes que invadían su mente cada vez que se sacaba el tema.
-Ammm bueno yo…-se puso de pie sonrojándose un poco y sin mirar al maestro-… aprendí a racionar el agua y lo valiosa que esta es… también que, la crueldad del ser humano a veces puede no llegar a tener límites, y también… que el trabajo en grupo es mejor, porque apoyándonos entre todos podemos cubrir los puntos débiles y… juntos hacernos más fuertes contra el enemigo…
Dicho esto volvió a sentarse para clavar la mirada sobre su pupitre, no sabía si lo que había dicho estaba bien pero era lo único que se le había llegado a ocurrir en ese momento, mientras por su mente pasaban algunas imágenes de cómo sus compañeros trabajaban en equipo; solidarizándose unos con otros.
-Gracias… Dylan…
Susurró luego a su compañero para intentar después volver a centrarse en la clase y en los comentarios que sus compañeros harían respecto al tema, contando sus vivencias y lo que ellos habíanaprendido.

Cruzó sus brazos tras la cabeza escuchando a Derek, para afirmar brevemente.
-Al principio... -Murmuró mirando al techo como si pudiera visualizar cual película sus propios recuerdos- Recuerdo que me sentí estresado. Era un lugar desconocido, lleno de insectos. Y lo único que me pasaba por la cabeza era reencontrarme contigo en clase para partirte la cara.

Sencillamente, Seth a veces era demasiado sincero. En exceso. Miró fijo al profesor como si así recalcara sus sensaciones, pero su rostro se reflejó más amable.
-Sin embargo...
En sus labios dibujó una sonrisa fugaz. Recordó el agua escurrirse entre sus dedos, los cielos estrellados, los ruidos lejanos cuando empezaba a oscurecer, el aire fresco, húmedo y sin embargo limpio que proporcionaba la selva, con el calor del país.
Corteza. El calor del fuego acariciando sus mejillas, así como los buenos y malos momentos.
-...La cosa dejó de ser tan horrible. No diré que fue fácil. Las cosas no son nunca fáciles, pues entonces no nos daríamos cuenta de nuestros propios esfuerzos, ni cuan lejos podemos llegar. Cierto que tuvimos nuestros problemas, pero es algo que no cambiaría.

Podía decir, que hasta añoraba esos días. Suspiró bajando su cabeza, entrecerrando los ojos. Había cambiado. La selva, lo salvaje, le había cambiado. Se sentía más fuerte, y sin embargo, más vivo sin tener que alzar su puño.
-Pero no entiendo quienes eran "ellos" -Terminó.

Primera vez que asistía a esa clase y, sin embargo, volvía a llegar tarde. Nathan entró disculpándose al profesor, con la trenza por medio hacer. Pero a juzgar por el rostro del mayor, entendió que aunque le dijera la verdad de sus accidentes, o no se lo creería, o le importaría poco.
Caminó deprisa y cabizbajo a su sitio cuando escuchó que les preguntaba por el viaje a África.
El griego alzó su rostro con los ojos un tanto más abiertos, y fugazmente miró a Ian un pupitre más lejos de sí. Bajó la mesa apretó sus manos, entrelazando los dedos poco antes de llevarlos a hacerse la trenza habilidosamente.
-El Congo -Murmuró cuando hubo un poco de silencio.
Tembló levemente, recordando cada instante. La cueva, las noches, el poblado desierto, los esqueletos desmenuzados, las moscas, el calor, el polvo y la sed. Mucha sed. Sentir que nunca volvería. Las ganas de llorar. El lago... Y sobretodo la estampida y los disparos.
Inconscientemente, se llevó una mano a frotarse los hombros, ya sanados gracias a los sanadores de la academia.
-Nunca había deseado volver tanto a la escuela -Reconoció ciertamente avergonzado- Durante el camino, pude darme cuenta lo poco acostumbrados que estamos a tener que vivir una situación límite. No hubo día que no deseara volver a pisar la escuela y ver a los maestros, a poder llamar a casa. Incluso a caerme accidentalmente por las escaleras.
Parpadeó. Bajo sus párpados, casi grabado en fuego, visualizó un insecto partido en dos, y apretó los labios para no apenarse más en todo aquello, apretando sus ojos.
Y entonces, se acordó de correr contra la estampida, como si el tiempo se detuviera al alargar la mano.
Y de nuevo, casi en un flash, yacer en el suelo con los ojos demasiado abiertos como para que le escocieran, un cielo totalmente desnudo de nubes negras, o estrellas como siempre imaginó que debería sentirse un abatido en la mismísima Ilíada.
Los brazos se le hicieron débiles cual gelatina, recordando el poder ver acercarse a alguien para recojerle. Nunca había deseado antes tanto haber podido abrazarse con todas sus fuerzas y esconder el rostro en busca de un cobijo.
Miró a Ian. Un segundo, dos, tres. El número minimalista que, sin embargo, se le hacía demasiado descarado como para usarlo en observar a otra persona, volviendo su vista a la pizarra.
-Sin embargo... sin embargo... -Dejó escapar aire como quien deja escapar sus pensamientos- Sentí que podía llegar más lejos. Mucho más lejos. No sabría decir de qué forma... Pero es un paso avanzado.

Parpadeó escuchando a Seth. ¿"Ellos"?
"¿Les atacaron también?"

El rubio observa detenidamente las expresiones de los alumnos que van llegando y saludando, otorgándoles el pase sentado enfrente de la puerta para que tomen asiento... a los que alcanzaron a llegar temprano.

Seth, aquel superfuerte engreído de la primera clase curiosamente es el primero en arribar, se le notaba un semblante diferente, había cambiado.
Mark disimula una buena actitud entrando con comida, lo cual a rhy le importa poco, pero su mirada denotaba todo lo contrario.
La hidrokinetica ahora si llegaba temprano, aun con su corta participación en la clase anterior no tomo parte en el viaje a África, el rubio espera que escuche con atención.
Tres nuevos, Kirill, Evan y Scarlett, tenía buenas esperanzas en todos.
Aquel que rara vez se da una vuelta por su clase, Marth, por fin se digno a presentarse, siempre con sus pesimos comentarios, -Si, también se incluyeron algunos mexicanos, espero no haya resentimiento por los familiares-, le responde en un tono ligeramente bromista.
La chica de las plantas con su buena participación de la clase anterior, algo consternada por lo ocurrido en África.
Alina, una de las mejores en la actividad pasada, también por igual apenada sin muchas ganas de comentar lo ocurrido.
Ian, un electrokinetico que solo fue al 5to continente, es el primero en comentar sobre lo ocurrido, con considerable sarcasmo.
-Bien por fin alguien comienza dispuesto a comentar sus experiencias, valla para ser alguien con tanto carácter estas muy acostumbrado a la vida fácil-, le contesta con parte de su propia ironia.
El chico radioactivo, tarde pero activo en la clase anterior, al parecer era de los pocos en haber tenido buenas experiencias ya que no dudo en comentar sobre lo ocurrido. -Si esa era una de las intenciones principales del viaje-.
Ariel, el incumplido que llega tarde y no se aplicó en la clase anterior, dispuesto a tomar otra oportunidad, el profesor solo le dirige una mirada de pocos amigos y lo deja pasar.
La coreana quien solamente participo en el paseo, llega con buen semblante, probablemente también fue una buena experiencia.
El otro electrokinetico, con quien formo una excelente dupla alina la vez anterior, comenta en acuerdo con Derek, el maestro empezaba a sacar sus concluisones de que al equipo uno le fue bien y al equipo dos no mucho. -Eso es! que no tomen todo por grato, aprendan a apreciar lo que se tiene-. Por suerte este comentario positivo del britanico alenta a su compañera pelirosa a comentar tambien -Correcto, solo en situaciones asi es como se dan cuenta de la realidad en la que vivimos, que no to es color rosa.-
Escucha la replica de Raven al comentario de Chambers, -Parece que a algunos si asimilaron el proposito...-, ligeramente consternado por el comentario final de "ellos" intenta indagar mas sobre el asunto... no sin antes ser interrumpido por otro nuevo, el griego Wence, quien se adelanta a tomar asiento, --La intención es lo que cuenta, mínimo empezaron, pero antes... por llegar tarde, pase afuera del aula, estará en posicion de firmes mientras escucha los comentarios de los demas compañeros, y los consecuentes retardados tendrán que seguirlo a la par.-, ese era el motivo principal de la puerta abierta.
-Continuemos, refiriéndose a ellos, comenten mas sobre estos, ¿quienes mas se los encontraron?-, el mimetista animal tenía que conocer mas.

Spoiler:

Nathan enrojeció avergonzado escuchando al profesor, pudiendo notar algo de sudor frío. El griego se encogió un poco y afirmó con la cabeza, poniéndose de pie.
-L-Lo siento -Se disculpó en un susurro.
Dicho esto, movió su silla y en el mayor silencio que le permitía su agilidad, caminó hasta la puerta, suspirando antes de cruzarla y quedarse fuera.
Puso su espalda tan recta como pudo, asi como la barbilla, notando el crujir de sus huesos ligeramente y deseando que no fuera muy largo el tener que estar de esa forma.
-A propósito... -Empezó algo tímido- No estuve con Raven y el otro equipo... Pero nosotros también tuvimos algún problema con unos individuos.
En su memoria recordó el Jeep y los tres ocupantes, sobretodo con claridad a la que parecía una niña. Tan pequeña... ¿Estaría bien?

Escuchaba los comentarios de sus compañeros. Aquel viaje sonaba tanto interezante como aterrador, algunos demostraban un semblante no muy amigable al decir unas cuantas palabras.
"¿Que sucedió?"....."¿Que hicieron?"
"¿porque....?"
Su mente se llenaba de dudas, las cuales serían contestadas a lo largo de la clase, o tal vez no todas.
Miraba curiosamente a cada uno de los participantes, como intentando decifrar todos sus pensamientos.
"Sin duda ese fue un misterioso viaje.... del cual no todo será descubierto por las personas que no vivimos esa experiencia."
Seguia atenta a lo que decían.

Decidida por fin a intentar comentar algo, pues parecía que tanto como Alina ella también había sufrido un gran trauma, mas al momento de intentar detener la sangre de Mark, pues nunca había sentido tanto miedo de perder a alguien a quien apreciara.

Poniéndose de pie con la mirada fija al suelo pues aun sentía esa sensación de nudo en la garganta,

-Estuve en el equipo 2, y realmente todo eso fue... una experiencia bastante dura, me izo ver muchas cosas de la realidad, me izo darme cuenta de que los humanos podemos sufrir muchas injusticias, y no es necesario que tengamos poderes para llevar una vida difícil - dijo para luego soltar un , suspiro y sus ojos se tornaron vidriosos - Ahora me doy cuenta de que es necesario luchar día a día como los nativos que miramos en aquel sitio, esta vida es demasiado fácil comparado con la de ellos...- pronuncio por ultimo para por ultimo sentarse en su lugar sin mirar a nadie a los ojos, para luego frotarse los ojos con la manga del uniforme, parecía que algunas lagrimas habían logrado salir, se estaba esforzando demasiado por no ser débil y dar lo mejor de si misma.

Ariel sentado escuchando a los demás alumnos contar sus experiencias, se dio cuenta que el profesor no le había agradado que perdiera la primera clase, y al juzgar de las experiencias de sus demás compañeros fue una clase muy importante, observo sus compañeros uno por uno y se dio cuenta de una estudiante de cabello azul sentada enfrente de el, rápidamente la reconoció “ella es la primera persona que me saludo al regresar a la escuela, se llama Umiko si mas no recuerdo, que casualidad que este en esta clase también” penso, la vio algo nerviosa y desconcertada, “al parecer ella tampoco estaba aquí en la primera clase”. Se inclino hacia ella y le susurro “ al parecer es una clase muy interesante, ir a una tierra diferente y conocer nuevas personas y vidas, el ver como reacciona cada persona a diferentes circunstancias, ¿no lo cres?” termino de decirle con una sonrisa amable.

Marth ignoraba la mayoría de los comentarios, incluyendo la del profesor Terrel, experto en imitar las facciones de un rinoceronte. "Probablemente por eso se llame "Rhy"... su madre debió intentar venderlo al zoológico como para llamarlo así..." pensaba hasta que Aydan, una chica que aparentaba ser más joven que el resto de la clase comenzó a contar un poco de aquella pesadilla, abrió un ojo cuando esta entre cortaba su voz. "Parece que el gorila oxigenado ahora si se le botó la canica machin... tss, pobre chaparra...".

-Heh, cuando crezcas y te conviertas en un super héroina con agallas podrás facilitarles la vida con tus plantitas e ideas poco lógicas, no llores por haber visto tan poco, chapis, habrá cosas peores.-

Dice esto queriendo transmitir el verdadero mensaje, sin embargo no se permite a si mismo suavizarse con los enanos de la academia. Pensó que decirlo de tal manera le haría entender a Aydan que la vida es dura y ella aun es pequeña, sin embargo al crecer y perfeccionar sus poderes podría hacer algo para remediarlo, las ideas poco lógicas son aquellas que uno piensa para darse valor como la expresión "alcanzar las estrellas". Vuelve a cerrar sus ojos y frunce el seño para recuperar su apariencia natural de valemadrista guapeton sin importarle si aguien captó el mensaje o no. "Después de todo, haber estado ahí pudo haber manchado mis manos con sangre inocente, no es bonito mancharse con sangre de otros sino es por un trancaso en medio de los ojos de un nerdito zopenco... Jhum, ya me quiero largar."

Evan seguia escuchando a los Alumnos comentar sobre el Tema y miro a este nuevo Chico, era muy llamativo para mis ojos puesto que tenia alas que parecian de un demonio, pero contrariamente a lo que se de los demonios tenia una forma de ser muy calida o almenos era lo que podia percibir, y asi mismo fui mirando de aqui para aya y familiarisandome con Alumnos que ya habia visto anteriormente, como esa pequeña niña timida que siempre olia a flores "Cosa que por cierto le agrada de sobremanera a Evan" y penzo que si ella despedia ese aroma tan agradable debe ser por que le gustan los perfumes y flores , supongo que mas tarde me animare a preguntarle, tambien estaba ese chico del parche en el ojo y cabello platinado , el cual sin razon aparente me daba una mala impresion y sentia que seria problematico , pero no siendo prejuicioso de igual manera tendre que conoser para despues poder tomar bases, Casi lo mismo penzaba de ese chico de cabello castaño, al cual le habian llamado anteriormente Mark pero igual no planeaba ser prejuicioso con nadie , ademas tambien habia gente que le inspiraba confianza y sentia un buen presentimiento como , esa chica Coreana muy alegre y vivaracha y ese "grupito" de el Chico Ojiverde y las dos Chicas con cabellos llamativos , dicho grupito parecia ser amigable y divertido, por el contrario estaba ese chico de cabello blanco que despedia un aura de indiferencia casi palpable "Me imagino que para que una persona sea de esa manera es por que de igual manera fue herida en el pasado" en fin tambien estaba este chico de una personalidad explosiva y energetica llamado Marth el cual me hacia reir con algunos gestos que hacia al hablar como retando la autoridad.

En fin habia tanta gente tan diferente y tan unica como sus mismas habilidades, me pregunto... como es que ellos me ven atravez de sus ojos?....
Bueno eso solo el tiempo lo dira, ademas tendre que comenzar a preguntar que es lo que paso en Africa que a tantos de ellos los tiene tan decaidos o molestos.

Escuchaba atentamente los comentarios de los demás alumnos, sus compañeros, luego escucho a Seth "¿Ellos?...Nosotros no nos topamos con nadie" pensó el americano, pero si que pasaron momentos difíciles ayudando en una pelea civil entre tribus enemigas, aun estaba el recuerdo fresco en su mente.

-Yo aprendí...-lo pensó un momento- Que no me gustaría vivir en África y que la Academia no es un lugar TAN malo -recalco el ojiverde, no iba a decir en voz alta que había aprendido que era un idiota, que tenia un lado que en verdad disfrutaba castigar a los 'malos' y que no se preocupaba mucho por el uso de sus poderes cuando caía en el juego.

Ahora tenia curiosidad, el quería conocer al 'ellos', si tenían podres y eran independientes tal vez podría aprender aunque fuera solo un poco de ellos.

El ojiverde scucho las historias de los demas asistentes al viaje de Africa, -"Demonios, no creí que los otros equipos la tuvieran tan difícil"-, observa con preocupacion a su mejor amiga, parecía que ella junto con el equipo dos sufrieron bastante.

Recuerda a aquellos personajes con poderes que se aparecieron el ultimo dia, como lo mencionan Seth y Nathan, -Yo estaba en el equipo uno y tambien los vi, recuerdo un manejador de portales y una fragokinetica o eso es lo que parecia-, da su comentario al aire respecto de lo que comentaban sobre aquellos, esperando si alguien mas quería decir algo al respecto.

Llegaba tarde. Llegaba REALMENTE tarde. Y eso se demostraba por la forma en la que corría por los pasillos. ¡Se había quedado dormido! Conociendo al profesor, seguramente le castigaría con algo severo al verle entrar. Por unos momentos estuvo realmente tentado de usar su poder para colarse en clase pero claro, seguramente habría pasado lista. ¿Cómo podría aparentar que llevaba allí todo el tiempo?

Al girar la esquina pudo visualizar la puerta de la clase... y a algunas personas de pie fuera. Poco a poco fue disminuyendo el ritmo de la carrera, hasta que llegó junto a ellos mirándoles con extrañeza.

— ¿Qué hacéis aquí fuera? — les preguntó mientras avanzaba hacia la puerta del aula.

Fue entonces cuando el profesor le informó de su castigo, y con una gota de sudor recorriéndole la sien asintió y se dirigió junto con los otros castigados fuera del aula, mirando hacia el interior.

La misión de África... era un tema que le tenía frustrado desde que llegaron. No había logrado soportar como los demás la aventura y se había acabado desmayando, sin poder recordar nada de lo ocurrido allí. Cada vez que lo intentaba le venían dolores de cabeza. Por tanto decidió permanecer en silencio para escuchar al resto de compañeros.