Introducción a la Academia de Cruzados

Una limosina blanca que reflejaba la luz de la luna arribó por fin ante los portones del instituto, Caleb giró suavemente su mirada hasta apreciar la estructura arquitectónica que mostraba con orgullo el nombre "Crusaders Academy..." susurro junto a la ventana, la cual se empañó ligeramente por la exhalación de sus palabras. Su padre tomó su mano y la apretó, diciéndole con calma a su hijo que todo estará bien, seguirán en contacto y cuando quisiera podrá regresar a casa. Dijo también, con un tono mas aspero, que sin importar lo que ocurriese estarán orgullosos de él sin importar qué. Ambos compartieron un abrazo con algunas palmadas al lomo y se separaron mirándose el regazo por la pena de una separación, al abrir su puerta, el chofer ya tenía sus cuatro grandes maletas en la entrada e hizo una reverencia al jovenzuelo. "Aquí comienza un nuevo capitulo de mi nueva vida...". La noche limitaba la visión y un gran estruendo musical se escuchaba semi-sordo a lo lejos. Se abrieron las puertas y camino para internarse en los terrenos de su nuevo hogar.

Llegando al lobby, es atendido por la recepcionista que, acompañada de otro sujeto (con el mismo uniforme y placa de identificación) le brindaron una sonrisa de bienvenida y le dieron la información necesaria que imparten a todo recién llegado. —Gracias, ¿podría llamar al botones para que me ayude a cargar estas maletas?— la sonrisa de ambos perdió gracia cuando se miraron el uno al otro confundidos.

Al ver las expresiones de ambos recepcionistas, arqueo levemente su ceja por encima de sus gafas pues era obvio que no comprendían sus necesidades. Posteriormente, una carcajada lo desconcentró y al mirar sobre su hombro notó como un chico de cabello castaño se acercaba al mismo cubículo de recepción y hacer su divertido comentario hacia las maletas de Caleb, para luego dirigirse a las personas detrás del mismo cubil de recepción. Cuando recibió la información, el castaño ya había avanzado algunos metros, invitando a Caleb a no retrasarse, este sujeto sus gafas para mirarle por encima de estas con un ceño desconcertante.
"Vaya sujeto, su aspecto es como el de una persona despreocupada pero seguro tiene alguna habilidad de la cual otros se sienten amenazados. Espero no sea peligroso...". —¡Voy!— alcanza a quien fuera Jonathan y le mira cargar sus maletas sin problema, obviamente debía ser mayor que el o se ejercitaba constantemente, de cualquier manera, Caleb intentaba disimular el trabajo que le costaba cargar ambas maletas.
—G-gracias por tu ayuda, mi nombre es Caleb; un gusto conocerte, Jonathan Herondale.—

Liberó un poco de aire tibió de una exhalación debido al agotamiento, sus pesadas maletas cargaban la mayoría de sus pertenencias pero pensó que no era información que debía atañer a nadie pues ni siquiera él recordaba que contenían —Ah-- creo que debo dejar cierta pasión por el tabaco...— seguido, respondió cuando el otro centro su atención en las afueras del lobby —[color=goldenrod]Si esa fiesta es en nuestro honor aprovechemos los cosméticos para pintarnos un bello disfraz— jalando con fuerza hasta adentrarse a los corredores. El chico que le acompañaba apenas si se mostraba incomodo por el peso que jalaba, Caleb sintió unas ganas de treparse en una de esas maletas para ser llevado gratis, pero alguien debía encargarse del otro par y no era correcto pedírselo a un extraño. —Creo que debemos doblar aquí, recuerdas los números que te dió aquella mujer...?— sus ojos se cerraban cada vez más.

Pensaba en preguntar lo mismo respecto al motivo por el cual se encontraba en Crusader's pero pospuso la respuesta para no incomodar el flujo de la charla —Parece que no es la primera vez que te mudas a un Instituto de esta indole, admiro tu personalidad.— Suspiró al momento en que Jonathan soltó las maletas, miró sus propias manos acalambradas y blanquesinas por la falta sanguinea. Jonathan comenzaba a mostrarse curioso, Caleb no tuvo más remedio que responder y se llevo ambas manos a la nuca. —Vaya... son mis pertenecias, ropa, calzado, algunos útiles que un hombre necesita para verse bien... además, gafas, cigarros inodoros, y miscelaneos.— Le costaba trabajo sonreir, sin embargo estaría gustoso de volverlo a ver para charlar. Se encogio de hombros y se recargó a la pared aprovechando la pausa que hicieron, cambio sus manos llevandolas a sus bolsillos —me sentiré culpable por el dolor que esto nos causará mañana, y probablemente sea un buen ejercicio para tu figura, a mi me hace falta bastante condición... espero tengan un gimnasio aquí— Ciertamente, para Caleb esto parecía un hotel cinco strellas, por ello no pudo evitar preguntar por algun botones que le ayudase con alguna carreola o dibalito que cargase las maletonas. Retomó las mismas intercambiando la posición de sus manos y continuaron con la caminata, no faltaba mucho pues a lo lejos podían ver alguas puertas con placas, —Dime-- ¿qué clase de "poder" tienes? si no te incomoda que lo sepa un extraño...— le miraba desde un par de pasos atrás, parecía una persona muy normal a diferencia de Caleb, quien debía cuidarse de las luces fuertes o sus ojos podrían irritarse y causar severos problemas... Sería una pena destruir tan impecable lugar.

Llegaron al tope de una pared que se alargaba a los lados, cuyos muros estampaban puertas con placas de cobre de las cuales algunos alumnos entraban y salían con disfraces y otros con el debido uniforme. —¿Mejor que el tuyo...?— resurgió una escena de aquél acontecimiento "Creo que ningún poder es mejor que otro, ninguno trae cosas buenas..." pensó al mirar sus pasos cabizbajo.

Jonathan confesó que su poder es el control de las emociones, sentirlas y modificarlas; esto sorprendió a Caleb, el chico podría descubrir lo que las personas sienten a su alrededos, es como leer las mentes pero, para el gusto de Caleb, era aun mejor. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Jon devolvió la pregunta a rubio.
—Bueno... tengo problemas de vista, demasiada luz puede irritar mis ojos...— pausó recapitulando los sonidos del desastre... —...y si no la controlo, una cantidad masiva de energía se dispara por medio de mis ojos, al menos eso sucedió la primera vez, dicen que a partir de la primera experiencia la cosa se vuelve más sencilla pero incontrolable...—

Caleb descubrió como poco a poco se sentía mejor, decírselo a alguien le ayudó a apaciguar su conciencia y, al voltear a ver a Jonathan con una leve sonrisa, esperaba que este se diera cuenta de su cambio, debido a su poder basado en sentimientos.
Llegaron a la primera puerta, Caleb percibió su nombre y lo susurro. Miró a Jonathan, quien se detuvo junto a él.

El miembro 'Jonathan Herondale' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'1d20' :

Resultados : 18

Observó como Jonathan se alejaba luego de que Caleb susurrara lo escrito en la placa, le siguió con la mirada y resintiendo esa sensación que aquél chico le transmitió, le sonrió levemente y pronunció.
—Gracias por los dos favores, nos veremos pronto...— sus ojos se entre cerraron por la calidez de ese sentimiento transmitido que, a pesar de no verlo, pudo sentir como provenía de Jonathan. Suspiro y se preparó para una posible revuelta con su nuevo compañero de cuarto, después de todo, ¿quién quisiera compartirlo?


[Off: la continuación de Caleb es en "Dormitorios", en el tema correspondiente. Gracias.]