Buscando al Profe...(y buscando no morir en el intento)

Despues de mucho meditar, Ahti decidio que seria lo mejor el conocer a otro con el mismo don que el, a pesar de su natural paranoia hacia las personas mayores, tenia que admitir que no conocia a nadie que tuviera su mismo poder, menos uno que pudiera enseñarle mas cosas.

Aunque eso no le impedia sentirse cohibido ante la puerta que parecia verlo con reprobacion ante su aspecto tan extravagante...tal vez era su imaginacion.

Se mordio los labios y se acomodo la gorra, tocando suavemente la puerta, y esperando a que se encontrara el profesor.

- eh...hola? dioses, espero no estar haciendo algo estupido...- murmuro con algo de aprehension.

Ese día no tenía clases, había llegado un poco más tarde a la oficina para organizar algunas cosas, hacer papeleo, poner algo de orden y también porque no planear algunas clases, nada quitaba que el ambiente académico terminara inspirándolo más en planear una clase que la comodidad de su departamento, aunque claro, en ambos lados se sentía igual de cómodo.
Sentado en su escritorio abrió algunos cajones sacando a pila de papeles que comenzó a ordenar por nombre alfabético, se trataba nada más y nada menos que del registro de los alumnos que él mismo llevaba por su cuenta, ya que le gustaba conocer el rostro, nombre y poder de todos ellos para tener una mejor idea de con quién trataba si alguna vez se encontraba con alguno fuera del ámbito lectivo. Después de ordenar esa montaña de papeles los guardo acomodándolos ordenadamente en una gaveta para luego organizar algunas cosas que tenía sobre el escritorio y después ponerse de pie para buscar unos cuantos libros de la pequeña biblioteca que allí tenía, no sin antes servirse un vaso con agua para beber algunos sorbos.
-Veamos…-mirando el titulo de un libro-… esta información podría resultar interesante…
Abrió el libro en un lugar señalado por una pequeña cintilla roja para luego acomodarse los lentes rápidamente y comenzar a delinear los párrafos con dos de sus dedos, leyendo atentamente las letras reflejadas en los vidrios de los lentes que le ayudaban a sus ojos a tener una mejor y menos forzada lectura.
Pronto unos suaves golpes en la puerta llamaron su atención provocando que desviara su vista de las hojas hacia la puerta acomodándose los lentes una vez más mientras escuchaba un suave murmullo a través de la madera.
-Adelante… ¿en qué te soy útil?
Observó al chico que entraba, sin duda alguna vestía de forma algo especial y esto le llamo la atención, pero tenía toda la pinta de ser un futuro alumno de la academia, dedicándole una suave sonrisa cerró levemente el libro separando las páginas con un dedo para luego girarse y quedar de frente a él esperando a que le comunicara su inquietud o la razón de que estuviese en su oficina.

Entro sin mucho mas drama, llenándose de algo que parecía ser entre aprehensión y curiosidad, bueno si iba a empezar a hablar con una figura de autoridad sin recurrir a la violencia/puteadas ni sarcasmos, pues demonios lo iba a hacer. Especialmente por que el hombre frente suyo parecía la personificación de la calma zen y la encarnación de todo lo que un profesor correcto representa.

Al parecer el profesor era la cosa más amable del mundo, y diablos no le daba el hígado para estar en su usual modo anti autoridad, especialmente porque la suave sonrisa le había sorprendido, ya estaba acostumbrado a que los adultos lo miraran con cara de “ah mira es un : rebelde sin causa/ joven descarriado / malviviente en potencia” pero no con amabilidad.

-Ah…me va a disculpar pero…este..- se rasco la cabeza medio nervioso, demonios que era difícil hablar de manera amable a un profesor.- ah…yo soy Ahti Saikkonen y…he escuchado mucho sobre usted y sus poderes..y bueno.. eh…yo tengo los mismos poderes..- se encogió de brazos como intentando justificarse. – y yo…quería saber si…podría enseñarme más de esta habilidad? O sea sé que suena extraño pero nunca antes había conocido a alguien que tuviera las mismas habilidades y bueno, en todos mis colegios anteriores yo era el único con la habilidad de curar y …nunca tuve la oportunidad de conocer a otro, como yo…- Se mantuvo parado de manera nerviosa, que demonios le estaba pasando!? Es un simple profesor, por amor al Red Bull!estaba peor que quinceañera en medio de confesarse a su primer amor!

Observó con detenimiento al chico que tenía en frente mientras acomodaba la cintilla para terminar por cerrar el libro y luego sostenerlo con la mano frente a su pecho, el pelinegris se veía así como si estuviera algo nervioso a pesar de tener el buen aspecto de ser desafiante hacia la autoridad, le resultaba curioso ver como se rascaba la cabeza mientras parecía intentar buscar las palabras a utilizar en la conversación. Frente a esto Kael decidió no realizar juicios adelantados e intentar conocer un poco mejor su persona, sin dejar que su mente se llenara de pensamientos lo escuchó hablar sorprendiéndose realmente con sus palabras. Escuchó detenidamente como el chico llamado Ahti se presentaba y le comunicaba su inquietud o más bien su deseo, entendía bien de lo que hablaba, realmente aquellos que poseían el poder de la curación parecían ser escasos aún en ese momento, ya que en la academia solo estaba aquella chica coreana llamada Mi Nyu y él mismo, por eso se alegraba de la llegada del chico ya que después de todo, aunque no lo pareciese, aquella habilidad resultada muy útil en las misiones.
-Bien, primero que nada no hace falta que te disculpes… y segundo, por favor siéntate…-mostrándole con la mano una silla frente a su escritorio-… y tranquilo, que no muerdo…-bromeo un poco al ver que el chico parecía estar bastante nervioso-
Dejando la utilidad de aquel poder de lado se alegraba también de que el chico se interesase en querer aprender más sobre ello, con esos pensamientos en mente se sentó en su asiento frente al escritorio dejando el libro a un lado, y una vez el chico se hubo acomodado también volvió a dirigirle una sonrisa serena mientras abría su agenda que se encontraba cerrada sobre su escritorio; acompañada como siempre de aquella lapicera plateada.
-Mira Ahti, no suena extraño ni nada y… lo primero que pudo decirte es que asistas a mis clases, en ellas encontraras información que te será sumamente útil… si intentas curar a alguien debes conocer como se compone el cuerpo de ese alguien, de esta forma tu trabajo será mejor logrado; de lo contrario es como trabajar a ciegas.-anotó el nombre del chico en su agenda para tenerlo bien presente y luego volvió a mirarlo serenamente- Pero supongo que lo que tú quieres es algo más que las clases comunes, ¿intentas decir que quieres ser mi aprendiz?
Dicho esto solo se quedó viendo al chico con aquella suave sonrisa dibujada en sus labios, esa que tanto lo caracterizaba. Sin duda le resultaba interesante alguien con su mismo poder y se alegraba de que le pidiese consejos al respecto, sin duda alguna estaba dispuesto a dárselos y a transmitirle todo el conocimiento que él poseía, después de todo para eso estaba allí, pero más que eso aún, porque en realidad le agradaba la idea.

Ahti, al observar lo amable que estaba tratándolo, se sento con un poco de lentitud, como un poco temeroso. Por desgracia su natural paranoia lo ponía a esperar lo peor.

Al escuchar las palabras del profesor, asintió con suavidad.- yo tengo experiencia mas…practica en cuanto al uso de mis poderes, asi que entiendo eso de conocer primero lo teorico y luego lo practico..- por desgracia, eso lo supo de manera muy brusca desde que estuvo vagando en las calles. Nada mejor que aprender a curar una herida de arma blanca que sentirla de primera mano. Gracias a no conocer como demonios funcionaba su poder, tiene una cicatriz profunda en su costado izquierdo como recordatorio de esa vez.
Cuando escucho las palabras del profesor solo se quedo frio.

-A..A- aprendiz?..- dentro suyo, una parte de Ahti parecía estar entrando en pánico, corriendo en círculos gritando” ESTOY LISTOOO!!” como Bob Esponja y golpeándose contra la pared y otra parte, parecía hablar como el Mon Calamari de Star Wars, gritando ES UNA TRAMPA UNA TRAMPA!, era asi de complejo.

Y lo peor es que el otro no le estaba dando ninguna razón para desconfiar con su sonrisa casi angelical y expresión de Buda feliz…ahhh, esta frito. No había nada en este mundo que conquistara mas a Ahti que la amabilidad y el respeto.

Una sonrisa brillante ilumino su rostro, dejando su rostro mas joven de lo que aparentaba y asintió con entusiasmo,agarrando con intensidad las calidas manos ajenas- estaría honrado de ser su aprendiz. Intentare ser lo mejor para usted y no se decepcionara e incluso intentare no maldecir mucho..bueno, no aseguro eso, honestamente, y siempre lo escuchare, aunque si no es coherente no se si podre hacerlo..y ..y- finalmente viendo que estaba apretando las manos del hombre mayor y separándose rápidamente. Medio avergonzado volvió a sentarse y carraspeo un poco, tratando de sacarse la vergüenza .

-he, disculpe, me pongo muy…ah…amistoso, cuando me entusiasmo…- se rasco la nuca, y se saco la gorra, dejando su cabello negro muy alborotado, dando la impresión de ser un perrito a medio despertar.- y… entonces, eh profesor, como empiezo todo esto de ser su aprendiz…no es por ser muy directo, pero siempre he aprendido de manera muy brusca todo y…esto sería como mi primera vez…- murmurando casi vergonzosamente. Diablos que se sentía como una virgen y esa frase no ayudaba para nada. Se golpeo la cara con la palma de su mano.- ah no me refería a eso, es solo que…siempre he hecho todo solo y seria la primera vez que lo hago con alguien, NO! Espere, eso suena peor.. es que siempre lo he hecho solo y usted podría guiarme y..- dándose cuenta de lo ambiguo de sus palabras- diablos, no me refiero a eso!..uff, como odio este idioma..- murmurando mortificado y sonrojado ante su incapacidad de parecer su usual personalidad tranquila y cool.

Escuchó como el chico decía que su experiencia en el campo era más que nada práctica y que entendía bien eso de conocer primero la teoría, eso sin duda era un buen comienzo, después de todo si el pelinegris se negase a estudiarse la teoría estaría en un serio problema; una cosa es curarse a si mismo corriendo los riesgos que uno mismo se impone por no conocer bien el cuerpo y su partes y otra cosa muy diferente es curar a alguien más, sin conocer bien ese cuerpo y lo que pudiese hacer en él.
Después de hacer aquella pregunta solo se quedó en espera de una respuesta, claro porque eso era lo que le chico parecía estar pidiendo con sus palabras, o al menos eso había entendido Kael. Alzando levemente sus cejas notó como el chico parecía empalidecer de golpe mientras lo miraba fijamente, solo él sabría que le estuviera pasando por la mente en aquel momento, pero el rubio no podía evitar sentir curiosidad ante aquella extraña expresión mientras el chico tartamudeaba una sola palabra “aprendiz”.
De pronto alzo un poco más sus cejas cuando descubrió la gran sonrisa que se dibujaba en el rostro ajeno casi iluminando sus facciones y logrando que llegara a parecer otra persona. El pelinegris hizo un movimiento rápido y en él tomó con fuerza sus manos que se encontraban sobre el escritorio, para luego sonreír mientas decía que le encantaría tomar ese puesto y procuraría hacerle caso en todo lo que pudiese.
Cuando el chico soltó sus manos luego de la presión que había ejercido en ellas, se retiró para verse un poco mas avergonzado que antes, ante esto Kael solo pudo dedicarle una suave sonrisa, aquel chico era extraño sin lugar a dudas pero le caía bien y hasta le agradaba su forma de ser. Lo escuchó disculparse y decir que se volvía muy amistoso cuando se entusiasmaba y a todo eso el joven docente solo asentía con un leve movimiento de cabeza, pues el chico continuaba hablando a pesar de verse tan nervioso, él solo se dedicó a escucharlo con atención, mientras lo miraba serenamente apoyando su cabeza sobre sus manos.
El chico se quitó la gorra al parecer aún con algo de confusión en su mirada y luego de despeinarse un poco con aquel movimiento, comenzó a explicar que sería la primera vez para el que estudiaba su poder siendo guiado por alguien, en medio de la explicación lo vió golpearse el rostro con la mano ante lo cual Kael se sentó erguido en su asiento y sin decir nada lo siguió oyendo en silencio, pero claro, tal vez por los nervios o tal vez por el simple hecho de hablarle a alguien mayor que él, o más simple aún por el hecho de ser un docente, el chico parecía trabarse en su intento de explicarse, se veía tan nervioso que se trababa en sus propias palabras intentando que se entendiese lo que trataba de decir, aunque Kael sabía perfectamente a que se refería le dejó terminar su intento de explicarse para ver en que concluía; y finalmente concluyó cuando el pelinegris terminó por decir “uff como odio este idioma”. Kael lo observó por unos segundos más y entre el sonrojo que tenía en sus mejillas, la forma que tartamudeaba intentando explicarse y los nervios que parecían haberlo invadido, no pudo hacer otra cosa que comenzar a reír, relamente nadie jamás lo había mirado de esa forma ni se había puesto tan nervioso ante su presencia, más bien muchos solían faltarle el respeto y este chico llegaba de esa forma, interactuando con el de esa forma, logrando que se enterneciera con su nuevo alumno.
Después de secarse algunas lágrimas que asomaban en sus ojos se puso de pie y acercándose a una mesita que tenia ahí cerca, tomó un vaso y volcó dentro de él un poco de agua que había en una jarra al lado de la bandeja con vasos. Después se acercó al chico y le entregó el vaso en sus manos con una amplia sonrisa aun presente en su rostro.
-Cielos chico, me caes tan bien que podría adoptarte ahora mismo…-dijo riendo mientras despeinaba con su mano un poco más los cabellos del alumno-… bebe eso y tranquilízate que ya te dije que no mordía…-comenzó a caminar hacia su asiento-… y entiendo lo del idioma, créeme, tuve que acostumbrarme a él siendo niño, aún cuando toda mi vida había hablado en alemán…
Con un caminar sereno dio la vuelta a su escritorio y se dejó caer nuevamente en su silla acomodándose los lentes con rapidez para luego volver a sonreírle al chico, realmente nunca había conocido a un alumno que lo tratase así, era totalmente nuevo para él , pero le agradaba, eso era seguro.
-Bien… entonces por lo que dices si quieres ser mi aprendiz, me alegra mucho que tengas ese entusiasmo para aprender a controlar tu don, créeme que este don que ambos compartimos es muy importante, nunca lo menosprecies porque no sirve para atacar a nadie como otros poderes que seguramente conozcas… debes ser fuerte también para tener la convicción de cuidar de las personas, debes ser fuerte y… tener voluntad para hacerlo.
Volviendo a tomar su lapicera hizo un apartado en su agenda y colocando un item especial escribió el nombre dl chico, claro que estaba dispuesto a tomarlo como su aprendiz, pero si había algunas cosas que planear, algunas que verificar y otras que averiguar.
-Bueno, primero que nada deberemos ponernos de acuerdo con nuestros horarios, ya ves que necesitaras pasar tiempo conmigo y eso deberá ser en un momento en que no afecte las actividades de ninguno de los dos. -subió la vista a la del chico mirándolo serenamente- Mis clases se dan una vez por semana pero estoy aquí también la mayoría de los otros días debido a trabajo administrativo y… a ayudar en la enfermería…-rascándose una patilla mientras miraba lo escrito en su agenda-… por ahora no tenemos enfermera y créeme que hay clases que dejan alumnos necesitados de atención….-subió su vista nuevamente hacia el chico-… eso será algo que podrás hacer conmigo y te servirá de práctica.-le dijo con una leve sonrisa- Así que bueno primero dime cuando estas libre y veamos eso primero…
Dicho esto se quedó con su lapicera en la mano esperando la respuesta de su alumno y futuro aprendiz, tenía la sensación de que se llevaría muy bien con él y estaba dispuesto a encargarse de transmitirle todo su conocimiento para convertirlo en un buen sanador y dispuesto a ayudar a los demás así como debía ser, ¿porque que era ese poder? Si no la voluntad de ayudar a los demás, aunque claro podía ayudarse a sí mismo sin lugar a dudas y también tenía sus ventajas.

Durante unos segundos, Ahti se sintió como un niño de 5 años
en la oficina de su padre, ya que el profesor le había dado un vaso de agua y
alborotado su cabello de manera bastante adorable... le recordaba a épocas buenas
en su casa, como sea, parte de su cabeza parecía aun medio en su momento Bob
Esponja, no esperaba tanto de esta visita medio improvisada, tal vez solo
pensaba que el profesor le diría uno que otro consejo, le daría un panfleto o
unos de esos libros de “ como controlar
tus poderes de curación para dummies” y ya.


Estaba feliz que esto estaba superando sus expectativas.


Y ahora a confesar que realmente las demás clases no le
importaban, por que honestamente, solo quería controlar sus poderes de manera
mas precisa y vengarse de su tutor. Y lo demás, que se vaya al diablo.Tomo un largo sorbo de agua y miro fijamente al profesor,
con sus ojos verdes ridículamente brillantes y puso sus manos encima del
escritorio.


-.. Debo de confesarle que no soy un excelente alumno, no me
he integrado a ninguna clase.. y honestamente no estoy muy interesado en casi
ninguna…. No es por ser un idiota, pero lo único que me interesa es poder
manejar mejor mis poderes para que me sirvan cuando los necesite…- miro con
seriedad hacia el mayor.- tal vez me gustaría
aprender sobre defensa personal ya que para pelear soy como un vagabundo en
crack, cero estilo y demasiado sucio, pero lo demás no me interesa.- medio encogiéndose de hombros. Y se mantuvo pensativo
por un segundo.




-Creo que sería mejor
que lo ayudara en la enfermería, en todo el tiempo libre que tenga… así
al menos aprendería a sanar cosas pequeñas como quemaduras y demás cosas, porque
honestamente siempre he curado cosas graves..- se rasco la nuca medio
avergonzado. – de hecho, ese es mi problema principal, nunca pude curar cosas
como virus, o enfermedades autoinmunes, cosas asi… en cambio, cosas como
heridas de arma blanca, de revolver y todo eso, pues si, creo que una vez salve
a una tipa de morir de sobredosis de heroína, pero creo que fue más ella que
yo, no se…- medio carraspeando al sentirse un poco tonto hablando de todo lo
que hizo alguna vez cuando vivia en las calles, de hecho le daba mucha vergüenza
hablar sobre sí mismo.



Ahti sabía que no era el ser humano más altruista del mundo
pero no podía negar que cuando veía a alguien a punto de morir, algo dentro
suyo siempre lo movía a salvarlo. Una de
las razones por la que siempre terminaba en situaciones potencialmente
peligrosas.

Observó como el chico bebía un largo sorbo de agua para luego ponerse serio a pesar de que sus verdes ojos seguían portando aquel brillo tan peculiar. El pelinegris comenzó a confesar que no se había integrado a las clases y que realmente no le importaban demasiado, que solo quería aprender a controlar bien su poder y seguramente todos los secretos de este, para luego aclarar que tal vez le interesase aprender sobre defensa personal. Kael escuchó atentamente estas palabras, ahora el chico comenzaba a mostrar otra faceta de si, la faceta más rebelde que no había dejado escapar hasta el momento, pero que debido a su aspecto y su forma de mirar Kael estaba casi seguro que poseía. Encogiéndose de hombros el chico pareció quedarse pensativo, Kael se quitó los lentes para limpiarlos con un pequeño pañuelo mientras fruncía levemente el ceño.
-Ya veo… puedo entender eso…
Escuchó como el chico aceptaba la idea de ayudarlo en la enfermería y luego explicaba que él sabía curar heridas de bala y cortaduras de cuchillo pero ni era capaz de curar enfermedades virales o simples resfriados, esto llevó a Kael a pensar inmediatamente que el chico seguramente había aprendido lo que había aprendido de la práctica y muy posiblemente no en las mejores condiciones, sino en la calle y dependiendo hasta quizás de ello; esa era la peor y más cruel manera de aprender a desarrollar curación, pero comparando el pasad de otros alumnos de Crusaders era completamente entendible que pudiera haberse sucedido eso.
Colocándose los lentes observó como el pelinegris se rascaba la nuca como si estuviese algo avergonzado para luego proseguir contando que una vez había estado en la situación de curar a una adicta de morir de sobredosis de drogas. ¿Por qué mundos había circulado aquel chico? a pesar de su corta edad parecía haber estado por los perores lados del mundo imaginables.
Asintió a las palabras del chico con un movimiento leve de cabeza para después cerrar los ojos por unos segundos mientras organizaba en su mente lo que le diría al chico que tenia frente a él, quería comunicarle sus ideas de la forma más entendible posible para no confundir al chico ya que después de todo si parecía verse bastante nervioso ya hasta avergonzado con la situación, o tal vez con contarles aquellas cosas a un mayor, o más que nada… a un docente.
-Entiendo lo que dices y si entiendo también la razón de tu problema con los resfríos y esas cosas… esta principalmente en el conocimiento que tienes del cuerpo…-apoyando ambos codos sobre el borde del escritorio se tomo las manos sobre este para mirar fijamente al chico a los ojos-… veras, para explicarlo de forma sencilla, tu conocimiento del cuerpo humano es vago, si bien has podido curar heridas como el corte de un cuchillo esto sucedió más bien porque has visto y sabías la localización de la lesión, pero en el caso del virus o enfermedades autoinmunes es diferente, créeme… estas requieren que conozcas a la perfección lo que estas tratando, cada parte… cada rincón del cuerpo al que vayas a tratar…-acomodándose los lentes rápidamente-… y no me refiero a nada raro…-sonriendo de repente-… sino más bien a que tengas un excelente conocimiento de la anatomía humana, esa es la solución a tu problemilla querido Ahti.
Dicho esto tomó un poco de aire haciendo una pausa a sus palabras mientras desviaba su mirada de los ojos verdes del chico, el lo había vivido como experiencia propia, él mismo había notado que al comprender mejor lo que se intenta curar se obtienen resultados más favorables y de una forma más rápida que trabajando a ciegas.
-Por otro lado entiendo que no quieras asistir a las demás clases, te preguntaras ¿de qué me sirve asistir por ejemplo a “Combate y estrategia” o “Adaptación y supervivencia”… entiendo que te preguntes eso. Pero es justamente tu inquietud de aprender defensa personal la que será satisfecha en dichas clases… se que puedes pensar que no te son útiles por el tipo de poder que tu tienes, pero…aun así hay clases que te enfrentan a la cruda realidad del mundo actual… como la de mi amigo Yorke…-rascándose una patilla-… créeme que de esa clase es de la cual obtendremos mas alumnos a curar. Pero la clase del profesor Terrel también resulta importante, tu deberías saberlo muy bien… lo que es adaptarse y saber sobrevivir en un mundo hostil…
De pronto se quedo algo pensativo con sus propias palabras y no pudo evitar llevarse una mano al mentón para rascarse la barbilla lentamente mientras desviaba la mirada hacia un cuadro que se encontraba casi detrás de la cabeza del ojiverde, después de unos segundos volvió en sí y luego de un leve suspiro volvió a dirigir su mirada hacia las pupilas brillantes del chico que tenia frente a él para terminar de concluir su idea.
-Yo no puedo obligarte a hacer nada, porque eres un ser humano y tienes mente propia así como derecho y poder de decisión, pero piensa bien lo que digo… esas clases por algo están y por algo se dictan con tanto ahínco… nosotros solo pensamos en el bien de nuestros jóvenes. –luego de unos segundos volvió a dedicarle al chico una suave sonrisa y su rostro se ablandó un poco-… En fin, estarás atento entonces para cuando las clases comiencen nuevamente y te encontraras conmigo en la enfermería, allí tal vez tengas también la oportunidad de conocer a Mi Nyu, una chica coreana que también posee nuestra misma habilidad… creo que entre los tres haremos un buen trabajo, y además… tal vez deje a alguno de ustedes dos a encargarse de la enfermería cuando yo no pueda estar presente.
Dicho esto volvió a recargar su espalda en el respaldo de su silla para así esperar una respuesta por parte del chico, el realmente se veía interesado en desarrollar de buena manera su habilidad y esto sumado a su actitud semi-altruista, consideraba Kael, podría ser un buen primer paso que daría lugar luego a un buen sanador.