Buscando Sangre Pura (Libre)

Las clases habían terminado por aquél momento. El griego había estado durante un rato pensando qué hacer para aprovechar el tiempo.
Muchos alumnos decidían relajarse e ir al comedor a tomar algún tentempié mientras discutían de asignaturas o aficiones, otros salían a entrenar y alardear de sus poderes. Pero a Nathan ninguna de esas opciones le convencía demasiado.
Desde lo que sucedió en Bulgaria, no se había aventurado a salir fuera de Crusaders, tal vez algo intimidado, pero su cuerpo le pedía a gritos salir a airearse un rato, descansar, tener la mente un tanto en blanco y relajarse.
Dejó la americana del uniforme a un lado, apretando un poco sus labios.
Los últimos acontecimientos que habían rodeado a Crusaders seguramente les había acarreado problemas, y no unos precisamente leves.
Abrigado con una chaqueta negra y una bufanda a cuadros, salió a dar un paseo. Necesitaba comprar una libreta nueva, además que a medio camino los cascos de música le habían fallado, dando un suspiro.
En el cruce de cebra, se cercioró que no le faltase ningún material, conectando los nuevos cascos al reproductor de música, pero sin colocárselos en las orejas, miró el figurín carmesí esperando su cambio de color.
"Nos hemos enfrentado al mismo gobierno de un país. Como sepan quiénes eran... Podrían pedir explicaciones a los Estados Unidos"
Arrugó un poco el ceño con preocupación, cruzando el paso al igual que la demás multitud de gente, y tomó el desvío por el parque, en la necesidad de encontrar un lugar tranquilo para su mente.
"Supongo que el gobierno nos protegerá... ¿no?"

Nathan se paró en el paseo, con la mirada perdida al frente.
"¿¿Y si nos abandonase a nuestra suerte?? Se lavara las manos... Estaríamos solos contra un país... Y con suerte sería uno si no consigue aliados"
Se mordió un poco el labio, bajando la cabeza. Su tío le había enviado hasta la Crusaders por algún motivo, y Nathan pensaba que sería que algo sospecharía acerca de que algo malo sucedería en Asen. Pero... Aún no le había dicho nada más. Si fuera a suceder algo para con América, le escribiría, o incluso le llamaría.
Tan metido estaba en sus cavilaciones que no se percató que un hombre haciendo footing se acercaba a él, acabando por chocar con su hombro en la espalda del griego y, por consiguiente, tirándolo al suelo.
Nathan se quejó, incorporándose en el suelo y alzando al rostro.
-¡¡Mira por dónde vas, inútil!! -El hombre, sin dejar de mover sus piernas, le gritaba encarándole.
Nathan se encogió de hombros, sacándose una hoja seca del cabello mientras notaba que algunos miraban.
-...Lo siento... -Murmuró algo avergonzado.
-¡¡Aprende a caminar!!

El griego apretó sus labios, poniéndose en pie rápidamente frunciendo un poco el ceño observando al hombre que se alejaba ya, dándole la espalda.
-¡¡He dicho que lo siento!! -Gritó molesto, notando su cabeza hirviendo.
Unas pequeñas chispas oscuras saltaron de sus sienes, haciendo que el griego lo notase como un suave calambre, pero lo suficiente como para indicarle que se estaba sobre exaltando.
Se llevó las manos a las sienes un tanto nervioso. Había ido a dar una vuelta con tal que su Psique no trabajara tanto, descansar, y sin embargo, solo había logrado hacerla moverse aún más deprisa.
-Oh... -Se encogió apenado, nervioso, y caminó a sentarse a un banco, abrazándose las piernas.
"Debo calmarme..."



(con permiso!)

Apretó un poco sus brazos, rodeando sus piernas encogidas. Nathan dio un pequeño suspiro en el que cerró los ojos, apoyando su barbilla en las rodillas, tomando un poco de aire.
Si se ponía más nervioso, eso solamente le acarrearía problemas. Fue cuando escuchó una voz a su lado. El griego abrió los ojos y miró a su derecha.
Sin haberse dado cuenta, había tomado un banco ocupado ya por otra persona, un hombre elegantemente trajeado de cabello castaño, que lucía unas gafas oscuras.
Su voz había sonado un tanto preocupada, lo que hizo que Nathan, tras unos segundos callado mirándolo, le sonriera un poco, en un gesto amable, agitando un poco la cabeza.
-Sí, gracias... No se preocupe -Respondió cordialmente- No me hice ningún rasguño...

Nathan se calló. Mantuvo el silencio durante un largo rato, observando las gafas oscuras con los ojos un poco más abiertos de lo normal, viéndose a sí mismo en el reflejo.
Vaciló unos instantes, llevándose la mano a su sien. Abrió la boca tomando un poco de aire para hablar, pero se pausó un momento.
"Y... ¿Si sucede algo?" Se preguntó unos instantes.
Si le reconocía el hecho que su Psique había empezado a mostrar sus indicios de aparición y acumulación, tal vez él mismo surgiera dañado.
Pieceville cada vez parecía menos satisfecha de ser la ciudad poseedora de una academia de gente "poco común".
Desconocía si el extraño estaría a bien con los especiales o, por el otro lado, odiarlos.
Y luego estaba Bulgaria. Si el gobierno había sido capaz de enviar militares para irlos a buscar y destruir la base con tal de que nadie de allí saliera con vida...
¿No podría ser un espía búlgaro?
"No, no, espera" Se corrigió a sí mismo "No he percibido el acento, no puede serlo... Pero por otro lado..."
Arrugó la nariz un poco confuso.
"Para, para, deja de pensar, sino explotarás, ¿recuerdas? Relájate Nathan..."
Suspiró un poco, soltando sus piernas y dejándolas normales, tocando el suelo.
-No sé de que me habla, señor... -Respondió bajando un poco la barbilla- Lo siento

(dados para control: 5 +0 const. = 5)

El griego notó helarse, y no precisamente del frío; empezó a sudar nervioso, mientras aquél hombre reía despreocupado.
El contraste entre los aspectos de uno y del otro no habían sido tan marcados. El desconocido se consideraba un loco, cosa que era buena y a favor del peliverde, pero lo que decía era cierto:
Le había visto, y para acabar de redondear, lo había visto claramente.
Hizo una mueca extraña en sus labios, como intentando reír con el contrario, para así simular que todo lo había imaginado.
Enredó el cable de sus cascos en los dedos.
-No, yo... -Balbuceó un poco, parpadeando más seguido.

Chasqueó un poco la lengua en el interior de su boca, notándola seca, y entonces notó una pequeña descarga, abriendo más sus ojos.
Había sido una primera, pequeña, pero enseguida una segunda descarga de Psique, negra electricidad, se mostró un tanto más visible aparecer intermitente cerca de las sienes del griego.
Nathan subió sus manos a la cabeza, retrocediendo un tanto en su asiento, con la intención de salir corriendo.

El miembro 'Nathan Wence' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'1d20' :

Resultados : 5

El griego mantenía sus ojos bien abiertos, manteniendo el hilo de la tensión en sus hombros ante el contrario.
Duró al menos unos segundos así hasta que dejó escapar un poco de aire de sus labios ante el gesto contrario, parpadeando un poco.
El desconocido no lo había despreciado, y al menos, tampoco parecía haberlo intentado atacar.
"O tal vez no lo haga aún..." Pensó.
Agitó un poco su cabeza negando, con cierta intriga, sentándose un poco mejor.
-No, no estaba loco -Contestó- Aunque sí tiene un buen ojo para detalles...
Se quedó callado un momento, en el que echó un mechón tras su oreja. ¿Había sido de verdad detallista... O acaso había sido muy visible él?
Dio un pequeño suspiro.
-Disculpe que le pregunte... ¿Pero es usted de aquí? -Se aventuró un poco, ladeando el rostro- No esperaba que se lo tomara a bien...
Miró un poco al cielo.
-Es decir... En Pieceville los especiales no están muy bien vistos...