Una conversación y café. [Privado Xion]

Luego de atravesar por completo el Parque y de una corta caminata por las calles de la ciudad, durante la cual estuvieron ambos en un cómodo silencio, llegaron hasta la Cafetería que tanto le gustaba a Henrik- Aquí es, es un lugar tranquilo e ideal para conversar -dijo en voz baja, sonriendo, acercándose hasta la puerta del negocio, abriéndola con cuidado al mismo tiempo que se hacia a un lado para que el ojiverde fuera el primero en entrar al lugar- Pasa, Xion -comento con un tono amable, esperando que el chico entrara, apenas lo hizo y el danés le siguió, cerrando la puerta detrás de si con suavidad.

Sus orbes doradas recorrieron todo el lugar, hasta que encontró una mesa vacía que se encontraba en una esquina, cerca de la ventana para que pudieron observar a las personas que pasaban al lado de la cafetería, se acerco a esa mesa, sentándose en una de las silla, ofreciéndole el asiento frente a el a Xion- Toma asiento y pide lo que quieras, yo invito -ofreció de manera cortes justo en el momento en que una de las meseras se acercaba para tomar su pedido.
Lo pensó un momento antes de darle su orden- Quiero un Frapuccino, con poca crema, gracias, y tu, ¿Que quieres Xion? -pregunto con una sonrisa en sus labios.

Al entrar en la cafetería notaba el calor del lugar, algo que le agradó ya que el frío de fuera le estaba incomodando un poco ya, aunque no le gustaba reconocerlo. Se acercó a la mesa donde se había acercado Henrik y se quedó un instante de pie viendo cómo éste se había sentado.
- sí, es un lugar muy tranquilo.
Tras decir esto se sentó en la silla y juntó ambas manos abarcando su mano izquierda, la cual tenía cerrada, con su mano derecha quedando en actitud pensativa y relajante, al menos para él. Miraba por momentos de reojo a ambos lados y luego centró su mirada en su acompañante.
- Café solo... -contestó sin mirar al camarero.

Se había quitado la mochila que llevaba y la colgó con cuidado del respaldo de la silla, para luego volver su vista hacia su acompañante, sonriendo de manera tranquila, dejando que sus ojos dorados observaran atentamente la posición que había tomado el menor, como si quisiera descubrir todo lo que había detrás de su persona con su simple mirada aunque sabia que era prácticamente imposible ya que no era Despair, no podía meterse a lo mas profundo de la mente del otro chico.

Apenas se fue la camarera, se atrevió a hablar- Muy modesto de tu parte al pedir solo un café -rió en voz baja- pero enserio, si quieres algo mas, solo pídelo. Consideralo como un regalo de mi parte, rara vez conozco a alguien que al igual que yo tenga poderes -era la verdad, a pesar de vivir cerca de Crusaders, no todos los alumnos iban por ahí pregonando sus poderes, la mayoría tenían vergüenza de ellos, cosa que le parecía muy estúpida al danés.
Unos par de minutos fue lo que tardo la mesera en volver con la orden de ambos chicos, dejando el vaso grande con Frapuccino frente a Henrik y una taza de humeante café frente a Xion, el rubio solo dijo un seco 'Gracias' antes de despedir a la chica.

Hizo un leve gesto con la cabeza en señal de negación ante la proposición del joven de pedir algo más si le apetecía. "Demasiado es este café ya para mí..." Pensaba para él mismo sin hablar ni moverse de su posición. Al rato separó ambas manos de donde las tenía y tomó un sorbo del café caliente que le habían traído.
- Yo tampoco estoy acostumbrado a conocer a gente con poderes...
Su voz era tranquila y había tomado un tono un tanto más cálido al haber bebido un poco del caf´caliente. Tenía algo de frío, aunque podía aguantarlo perfectamente, pues estaba ya medianamente acostumbrado a tner que vivir en situaciones casi infrahumanas. Cierto era que había pasado muchos momentos duros en la vida, por lo que ese era el motivo principal de su frialdad y seriedad casi absoluta. Había aprendido a defenderse él mismo de la vida y no dependía de nadie, cosa que no pretendía cambiar en un futuro cercano.

Tomo el vaso con su bebida con una de sus manos, llevándolo hasta sus labios dándole un largo sorbo a su café helado, después de separarse de su vaso, no pudo evitar sonreír al escucharle hablar, tenia razón, la única forma de conocer a muchas personas con poderes especiales era ir a la Academia y el ojiverde no había tenido esa oportunidad.
- Verdad que si... -comento en voz baja, girando suavemente el vaso con su mano, jugando un poco el, bajando la mirada hasta su Frapuccino.

Se notaba que al menor le había caído bien la bebida caliente ademas de encontrarse en un lugar con una temperatura mucho mas cálida y en un entorno cerrado- Retomando la conversación del parque, ¿Tienes mucho tiempo viviendo aquí en Pieceville? Nunca antes te había visto y desde hace mucho vivo en la ciudad -pregunto con algo de curiosidad, aunque era cierto que viajaba mucho, dando unos tragos a su café, mirándole con intensidad.

Bebió otro poco más de aquel café dejándolo tras ello en la mesa con suavidad intentando hacer el menor ruido posible ya que nunca le gustaba llamar demasiado la atención. Tras escuchar las palabras del joven lo miró a los ojos negando ante su pregunta.
- No, apenas llevo 2 días...
Llevaba poco tiempo allí, era seguro que ese chico nunca lo había visto por allí ya que no solía estar por lugares muy públicos ni rodeado de demasiada gente. Pasaba más tiempo intentando entrenar y en mejorar su poder por lo que apenas tenía tiempo para él mismo o para conocer a gente. Tras una pausa miró de nuevo al chico y preguntó en referencia a su contestación anterior.
- ¿Hace cuánto que estás viviendo aqui?

Le pareció bastante lógico que apenas llevara en esa ciudad unos días, ya que nunca antes le había visto en la ciudad, entonces estaba la pregunta de ¿Como llego allí? ¿Porque elegir esa ciudad? O acaso ¿Estaba de paso? Podía bombardearlo con muchas preguntas para saciar por fin su curiosidad pero sabia que no era lo mas adecuado, en una situación como esa tenia que ir lento "Hay que ser pacientes, Henrik" se recordaba mentalmente a si mismo.
- Oh eso explica el porque no recordaba haberte visto por la ciudad, Pieceville es un lugar muy pequeño como para no recordar a los habitantes o al menos de haberlo visto de reojo -comento con tranquilidad, sonriendo.

Tomo su vaso con la bebida helada, le dio unos tragos dejando que el delicioso y dulce sabor explotaba en sus papilas gustativas, se relamió suavemente antes de levantar la vista al ojiverde- Un tiempo, desde que entre a la Universidad así que ya tengo unos años aquí -dejo el vaso sobre la mesa- Es una ciudad tranquila para vivir, ¿no crees? y...¿Como viniste a terminar en Pieceville, eh? -pregunto con algo de curiosidad, mirando atentamente al otro chico, esperando su respuesta.

Sonrió levemente ante la pregunta del chico, sabía que la curiosidad le estaba picando y eso se notaba. No era precisamente una persona que le importasen demasiado las preguntas por lo que no respondió de mala manera ante las continuas preguntas del chico.
- Sí, es un lguar muy tranquilo...
Bebió otro poco de su café casi terminándoselo ya, le gustaba mucho esa bebida y se notaba cada vez que lo bebía, a parte que lo agradecía teniendo en cuenta el frío que había pasado momentos antes. Alzó su mirada una vez más hacia el chico y se mantuvo en silencio unos segundos antes de hablar y contestar a la última pregunta del chico.
- Podría decirse que llegué huyendo de todo... Buscando respuestas a mis preguntas...

Le dio otro trago a su bebida, tomando de ella lentamente, disfrutando del sabor y la dulzura, cuando se dio cuenta que el menor se había terminado el café, le hizo una señala a la camarera para que se acercara y llenara de nuevo la taza, cosa que no tardo en suceder, la joven se acerco y lleno la taza con una nueva ración de café caliente apenas cumplió con su obligación y la chica se alejo para que ambos pudieran seguir con su conversación.
- ¿Huyendo?...Hmm ya entiendo, bueno, aunque no lo creas en Pieceville podrías encontrar mas respuestas de las que buscas -comento con una sonrisa misteriosa en sus labios.

No intentaba ocultar su curiosidad, sin embargo, tenia que controlara, principalmente porque el sentido de la conversación estaba siendo llevado por su persona por el momento lo mejor era que guardara silencio, si el ojiverde quería saber mas, ahora tenia que ser el quien cediera e intentara por lo menos, preguntar.

Miró al joven sin prestar atención a la camarera que vino y le sirvió más café, estaba centrado en la conversación y no le interesaba nada más. Al escuchar la respuesta del chico sonrió levemente volviendo a poner las manos en la misma posición en las que las puso poco después de sentarse en la mesa. "Más respuestas de las que busco..." Pensó cerrando los ojos por un segundo.
Tras la pausa breve abrió los ojos y miró al joven algo serio y con varias preguntas en la cabeza, preguntas que hizo al chico, aunque una por una, intentando así no atosigarle y no convertir aquello en un sin fin de preguntas.
- Una de las mayores preguntas que tengo es saber por qué nos pasa esto... -contestó dándole un leve sorbo al café.

No tuvo que esperar demasiado para escuchar de nuevo hablar al chico, una frase que muchos mutantes seguramente se hacían y que tenia una explicación sencilla y lógica pero que no todos estaban conformes, se negaban a ver la realidad de las cosas..."Por estúpidos" pensaba el danés, dio otro sorbo a su Frapuccino, pensando un poco mas el como responder sin querer sonar muy brusco con su respuesta.

-Bien, es lógico, ¿no? -hizo una corta pausa, apoyando los codos sobre la mesa, entrelazando sus manos y apoyando su barbilla sobre ellas- Simple teoría de la evolución, los seres vivos estamos expuestos a constantes cambios para seguir sobreviviendo, nos volvemos mejores con cada generación que pasa. Pero los mutantes somos diferentes es como si fuéramos dos ramas diferentes de una misma especie, tenemos un ancestro en común sin embargo evolucionamos de distintas maneras, de cierta forma, somos mejores que los simples humanos -comento con tranquilidad, con un gesto pensativo, con los ojos cerrados- La mutación muchas veces es al azar aunque un mutante si que puede heredar esa condición a su descendencia -hablaba en voz baja para que la conversación solo quedara entre ellos dos, si lo pensaba detenidamente desde hacia mucho que intentaba aprender mas sobre la condición de las personas con poderes especiales, era un tema muy interesante para el cryokinetico.

Escuchaba atentamente lo que el chico contaba. "Evolución, simple evolución..." Pensaba agachando la mirada hacia su café algo decepcionado.. Levantó la mirada de nuevo hacia el chico y se tomó una pausa breve antes de hablar y contestar a lo que ese chico le había contado en voz baja. Entendía que aquello tenía que quedar entre ellos, aquel lugar no era seguro para hablar de sus poderes de forma abierta.
- Lo que no entiendo es por qué ha tardado o tarda tanto en manifestarse...
Respondió en voz tranquila, intentando que sólo aquel chico le escuchase para no tener que volver a tener problemas por lo que era. "Mis células son normales, al menos eso me habían dicho siempre..." No paraba de darle vueltas a miles de pensamientos qeu le surgían y pasaban por su mente. Las pruebas médicas nunca dieron nada fuera de lo común, al menos eso le habían hecho saber los médicos y si realmente los humanos querían usar a los mutantes como objetos de destrucción no tenía sentido que le dejasen ir por las buenas. "Que raro..."

Asintió suavemente con un movimiento de su cabeza, en silencio, al escuchar la nueva inquietud que salia de los labios del menor, era hasta cierto punto valida, tomo su vaso con frapuccino y le dio unos sorbos largos antes de dejarlo sobre la mesa, dejo salir un suspiro- Depende de cada persona, es diferente para cada uno de nosotros, no hay mucha información ya que no se han hecho estudios serios sobre el fenómeno de la mutación -comento en voz baja- Solo se de investigaciones que experimentan con mutantes pero no intenten comprender el origen de nuestra habilidades -dijo con algo de enfado, frunciendo el ceño al recordar como los humanos normales estaban interesados en sus poderes pero no para aceptarlos, sino para modificar sus dones o reprimirlos.

- Lo que te estoy diciendo, es en base a estudios hecho por gente con poderes especiales...porque si lees las investigaciones de los médicos normales -chasqueo su lengua- Son desagradables, nos usan como ratas de laboratorio, como si fuéramos fenómenos o errores -dijo con algo de molestia.

Suspiró dándole luego otro sorbo a su café dándole miles de vueltas a lo que le decía aquel chico. "Nos usan como ratas de laboratorio..." pensó un segundo y luego apretó ligeramente sus puños antes de relajarlos, intentando así que no se relajasen sus músculos, ya que aquello le haría bastante daño si ocurría.
- Cierto es que nos utilizan, pero para eso estamos aqui, para evitar ser utilizados...
Contestó intentando comprender un poco la labor de la Academia, aunque eso mejor era que se lo explicase un profesor o bien alguien de peso en dicho lugar, ya que un alumno o ex-alumno era difícil que lo supiese al 100%. Desvió su mirada hacia la izquierda, donde en una mesa había un grupo de adultos charlando.
- Somos tan distintos con respecto a ellos, que lo normal es que nos consideren un ser peligroso, cuando realmente son ellos los peligrosos...

Sonrió discretamente, estaba complacido por las respuestas del chico mas joven, claro que estaban ahí para evitar ser utilizados. En sus manos estaba la posibilidad de que nunca mas, un mutante sufriera la humillación, el dolor y el miedo de estar encerrados siendo utilizados como ratas de laboratorio, Érickson sabia de lo que hablaba, siendo solo un niño había vivido esa horrible experiencia.
- Tienes razón, solo nosotros podemos evitar ser utilizados, los humanos suelen ser muy ignorantes y tener miedo de lo que no entienden o de lo que es diferente -hablo en voz baja, con claridad, de manera directa.

Un suspiro abandono sus labios, mirando de reojo al montón de escoria humana conversando, frunció su ceño- Definitivamente, ellos son mas peligrosos que cualquiera de nosotros, a veces...-su voz se quebró un poco, tartamudeando, llevando sus dedos sobre el puente de su nariz, masajeandolo- No se pero...a veces me gustaría que todos los humanos desaparecieran, lo siento, debe parecerte muy cruel lo que digo -bajo su mirada, prestando toda su atención al Frapuccino para evitar la, muy probablemente, mirada de desagrado del chico de ojos verdes.

Sonrió levemente al oir las palabras de aquel chico sobre el exterminio de los humanos. Quizás fuese la soluciónm pero era muy radical y nunca saldría bien, es más, en cierto modo ellos mismos necesitaban a los humanos de una manera u otra y si desaparecían todo podía torcerse bruscamente y perderse el rumbo de la humanidad al completo.
- No creo que el exterminio de los humanos nos diese el control total sobre el planeta, más bien creo que es el planeta el que controla tanto a los humanos como a nosotros y no somos quién para quitarle ese poder...
Hablaba con convicción, intentando expresar sus palabras de la manera más clara posible, e intentar así que el chico apartase de su mente esa idea que tenía. Sabía que no podía dominar la mente de los demás, pero que ese chico piense en que lo mejor sería que no existiesen los humanos le parecía algo excesivo.
- De todas formas, bien cierto es que los humanos, en su afán por conquistarlo todo, se están olvidando de un principio fundamental: la ética.

Todo iba muy bien en esa conversación hasta llegar al momento en que se vio golpeado por la realidad y la decepción que las palabras del otro chico causaron en su persona, definitivamente no era lo que esperaba pero no pensaba dejar el tema a un lado, le seguiría un poco mas antes de cortarlo por completo ya que en definitiva no podría convencerlo de creer en sus ideales, claro, a menos que usara la extorsión y el chantaje pero no, en Heresy se necesitaban compañeros leales.
Con una de sus manos tomo el vaso con su bebida, la guió hasta sus labios para darle unos largos tragos, casi terminándose el café helado, analizando sus palabras antes de atreverse a responder de una u otra manera.

Dejo la bebida sobre la mesa, entrelazando sus dedos y apoyando su barbilla sobre sus manos- No estas del todo equivocado pero los humanos se creen la especie dominante del planeta, lo eran pero ahora están los mutantes que son una evolución de los humanos -hizo una corta pausa, como si le molestara hablar de aquellos temas aunque la realidad es que le encantaba debatir sobre eso- No puede haber dos especies dominante en la tierra, por selección natural, una de ellas debe ser erradica. Es una ley de la vida, Xion y no creo que este tema sea una excepción -comento con tranquilidad, no era cuestión de ética, bondad, moral secular o cosas así, se trata de simple supervivencia, de leyes naturales que se aplicaban a cualquier ser vivo que pisaba el planeta.

Los sentimientos no tenían que involucrarse, estaban ahí por un motivo y una misión, no solo por un capricho de la naturaleza.

Terminó de beber el café que le quedaba y se quedó allí con las manos puestas sobre la meza entrelazando sus dedos pensativo. "No hay especie dominante, sólo la Tierra nos domina..." Pensaba sin prestar por segundos atención a su entorno. Tras aquello miró al chico a los ojos y habló.
- No hay raza ni ser dominante, por mucho que el ser humano lo crea y se vea superior es infinitamente inferior en todo con respecto a la Tierra y la naturaleza...
No parecía de acuerdo con nada de lo que decía aquel chico, aunque cada cual era libre de pensar y sentir lo que quiera. Él no era quien para prohibir la libertad de pensamiento y expresión, al igual que nadie es quién para hacerlo.

Lo pensó un momento, era normal que pensara eso y estaba hasta cierto punto en lo correcto, excepto por la parte en que no había una raza dominante, la había pero los humanos estaban podridos, estaban acabando con todo lo que había a su alrededor y por una sucia creencia de que ellos eran los mas fuertes sobre el planeta, que poco conocían a los mutantes pero bueno, quien era el para desmentirlos de aquella enfermiza creencia, estuvo a punto de reírse pero lo reprimió de una manera casi perfecta.
- El planeta esta muriendo, cualquiera de nosotros estas mas en contacto con la naturaleza que todos los humanos del mundo, ellos están matando nuestro único hogar...es una lastima -comento con tranquilidad.

Observaba el vaso que tenia lo que quedaba de su café helado, ya había expuesto su punto, si el otro no lo entendía, no pensaba insistir mas...Ya había escuchado suficiente de charlas morales y éticas. Los humanos solo estorbaban y estaban pudriendo esa era, se necesitaba un cambio, y ellos los mutantes eran quienes debían generarlo.

Miró el vaso de café vacío y movió la cuchara dentro sin remover nada, claro estaba. Se había quedado pensativo unos segundos por las palabras del chico y por sus propios pensamientos. "Yo ya no tengo hogar ni nada que se le parezca..." pensaba para sí mismo suspirando levemente por momentos algo triste, aunque intentando que se notase lo menos posible.
- Hay veces que me gustaría realmente no haber conocido mi poder o simplemente no haberlo tenido nunca... Incluso me atrevería a decir que muchas veces he deseado no haber nacido...
Esas palabras chocaron un poco en el ambiente que estaban, no las había dicho en voz muy alta, por lo que sólo había quedado entre su interlocutor y él, pero era tan frío diciendo eso que parecía haber congelado el ambiente, la situación, un cambio de tema tan brutal como ese no era fácil de asimilar por cualquiera.

De pronto el tema de la conversación cambio de repente, frunció un poco su ceño al escucharle hablar sobre que despreciaba sus poderes, aquello le molestaba un poco, sus habilidades eran un don, algo que debía apreciar, en cambio las despreciaba, era un desperdicio para todos los demás mutantes, una forma tan patética de pensar pero no tenia caso decirle aquello, solo dejo salir un suspiro con algo de decepción.
- El hubiera no existe, uno tiene que aprender a vivir con sus defectos y virtudes, creo que es una forma de ver la vida bastante pobre y triste, hay muchas cosas que hacen de la vida algo especial -comento con tranquilidad.

Tomo el vaso con su Frapuccino, llevándolo hasta sus labios, para dar unos tragos largos a su café, terminándose la bebida por completo, dejando el vaso vació sobre la mesa. Era una lastima que Xion pensara así, había visto algo de potencial en sus ojos verdes pero ahora parecía que todo eso se haba esfumado en un solo momento, tal vez necesitaban hablar de otra cosa o simplemente ganarse aun mas la confianza del chico para que abriera sus pensamientos por completo.

Miró al chico fíjamente pensativo, intentando aguantar aquella conversación. Odiaba hablar de él y de los sentimientos pero por lo visto era algo que la gente solía decirse si tenían confianza el uno del otro, por lo que contestó un tanto distante, quizás ocultando algo de su vida que no quería contar.
- Yo he perdido todo, ya te lo he dicho.
No tenía intensión de seguir contando su vida y menos contarle lo que realmente quería. Suspiró profundamente y desvió la mirada hacia la izquierda intentando buscar algún tema de conversación, aunque no le salió nada, por lo que simplemente esperó una respuesta de su interlocutor.

Al parecer el chico no gustaba de hablar demasiado, mucho menos de lo que implicaba mostrar parte de su personalidad, contar de su vida, y Érickson no podía culparlo pero toda esa pequeña investigación, disfrazada como conversación común en una cafetería, tenia un propósito, siempre estaba buscando alguien que pudiera ser útil para la organización de Heresy y en aquella platica intento ver que tantas posibilidades tenia Xion para ser uno de ellos pero al parecer no encajaba en el perfil de lo que necesitaban.
- Estas vivo, tienes la oportunidad de cambiar tu vida si te lo propones...esa ya es una oportunidad de la cual muchos no pueden gozar, Xion -dijo de manera tranquila, levantando su mirada para clavarla en el rostro del otro chico.

Quería cambiar la conversación, eso se notaba, pero Henrik no estaba tan seguro de eso, intentaría insistir un poco mas con aquella platica para después cambiarla a algo mas agradable, relajado o trivial.

Sonrió de forma irónica al oir las palabras de aquel chico. "Oportunidad... Él no me dió ninguna, no volvió y yo no pienso dársela..." Recuerdos venían a su mente sin poder evitarlo, recuerdos de su hermano, aquel que le había abandonado prometiéndole que volvería, pero que al final no cumplió con su promesa.
- Las segundas oportunidades están para los cobardes como él, algo que yo no soy...
Había dicho aquello con rabia, aunque intentando que nadie más de la cafetería se enterase de la conversación, no quería llamar la atención. Su hermano le producía rabia, odio y todo lo malo que se pudiese pensar. Apretó sus puños con fuerza y rabia teniendo ambos puños delante de él ocultando la parte inferior de su rostro tras decir aquello qu había soltado.

La manera en que el menor sonrió fue diferente, esa sonrisa estaba cargada de ironía, de cinismo y parecía bastante perdido en sus pensamientos, como si estuviera concentrado haciendo un enorme esfuerzo en recordar, de pronto una mueca de enfado, de odio, se formo en su rostro para luego escuchar esas palabras como si fueran la cereza del pastel de aquel precioso momento, en su interior Henrik estaba riendo, aquellas reacciones siempre le causaban gracia, eran divertida e hilarantes pero esta vez no podía expresarlo, estaba frente a un desconocido así que simplemente guardo silencio y siguió con la misma expresión seria, tranquila del inicio de la conversación.
-...¿Él? -pregunto con curiosidad en voz alta, levantando una ceja, sin apartar su mirada dorada del rostro de Xion- No quiero meterme en tus asuntos pero ¿tienes algún problema con alguien? -menciono en voz baja para que la conversación siguiera entre ellos dos, lo que menos quería era hacer un escándalo en el lugar.

Al menos tenia a alguien a quien odiaba, ahora solo bastaba con averiguar quien era y el porque, con esas respuestas podría tener mas información del chico ademas de averiguar de una vez por todas si era útil para la organización o si, definitivamente, tendría que desechar al candidato porque Heresy no tenia tiempo para lidiar con tontos sentimentales, sin metas en la vida y que no aprovechaban sus habilidades.