Conociendo.

“Veamos…” Con cuidado estaba caminando por los pasillos, esperando no chocar con nadie mientras con atención se miraba un croquis que le hicieron del colegio. El problema es que dudaba que estuviera bien. “Si cruzo por aquí llegare al aula de matemáticas.” Abrió la puerta y no, estaba pero en el aula de música.

Era comprensible, el era nuevo en el colegio y como tal no conocía el campo, pero lo desesperaba un poco esa situación. Es cuando justo se preguntaba si no le habrían jugado mal al darle ese croquis mal proporcionado. “Creo que debo de avanzar más…” Giro varias veces el croquis para después de entrometerse de más en el, termino chocando contra el cuerpo de otra persona.

“Ouch… ¡lo siento lo siento!” Se disculpo rápidamente.

Caminaba por los pasillos de la Academia, iba tranquilamente con un libro que había sacado de la biblioteca, era un tema muy interesante sobre la evolución de los humanos. Iba tan concentrado en su lectura, que no se dio cuenta que alguien mas, igual de distraido que él, se acercaba y no podían evitar la colisión entre ambos.

Se quejo en voz alta, diciendo algunas maldiciones en afrikaans para luego clavar su vista en la persona que había cometido un erro tan estúpido como ese pero no pudo evitar el sorprenderse...se trataba de una chiquilla o eso le parecía al rubio.
Fruncío el ceño al escuchar la disculpa- Esta bien, solo fíjate por donde vas, niña -se quejo, dándole una advertencia con tranquilidad y seriedad.

Se sobo un poco la cara justo donde fue el impacto mas fuerte, sin dejar de disculparse con el otro. No se había fijado…diantres, no quería chocar con la primera persona que se encontrara ahí. “Yo…perdón, enserio no me di cuenta por donde iba.” Y todo por estar leyendo ese croquis del mal que no le dio más que enredos, uno tras otro.

Pero nada fue superado por lo que el otro le dijo. No supo si ofenderse o que sentir, pero sus mejillas se sonrojaron. ¿Le había dicho niña? ¿A él? Se quedo unos segundos como intentando recrear lo que le dijo y hacer como que no había pasado, pero era muy tarde.

“Pero…yo no soy…” Le quiso decir en principio. “Yo no soy una chica.” ¿Acaso la camisa de la escuela se le acomodaba como si tuviera senos? ¿o es que tenia el cabello muy largo?

Mantenía su mirada fija en la menuda anatomía de la otra persona, fruncía su ceño, escuchando sus vanos intentos por explicarse, le parecía algo deliciosamente irónico que alguien mas se echara la culpa y le evitara al rubio, los dramas que usualmente alguien mas haría en esa situación.
-¿No eres una chica? Pues lo pareces...-afila su mirada para repasar la anatomía del recién llegado, viendo cada detalle de sus pies hasta su cabeza.

Ahora que tenia la oportunidad de verlo mejor, si bien aun tenia ese toque femenino, era obvio que era un chiquillo. Con su mano libre tomo la barbilla del menor e hizo que la levantara para poder observar mejor las facciones de aquel rostro infantil y andrógino.
-Tienes razón, no eres una chica, te falta senos...aunque de cara si que pareces una niña -comento con tranquilidad, diciendo aquello como si fuera lo mas obvio del mundo, la verdad le importaba poco si el niño se enfadaba o si se sentía mal. Las emociones de los demás le tenían sin cuidado.

No pudo evitarlo. Se sonrojo después de tan desfachatada descripción. Y mas porque lo seguía comparando con una fémina. Desvió a mirada con el pensamiento de irse y mejor dejar a ese individuo, pero fue cuando le tomo la barbilla mirándole. Se quedo en 0’s al pasar eso, tan solo quedándose quieto como si hubiera sido una orden. Claro está que lo siguiente tampoco le gusto mucho que digamos.

Se separo un tanto brusco del otro, dando un paso atrás, sin poder borrar su sonrojo después de todas las burlas. “Temo decirle que no. Pero gracias al cielo que no soy una, porque es una grande falta de respeto el dirigirse de esa manera a una mujer.” Le dijo al hombre con voz calmada intentando no verse muy brusco o atacante.

“Con su permiso iré al aula de historia.” Abrió una puerta y estaba más bien la de… ¿liderazgo? Se quedo un segundo quieto y después cerro. Ok, estaba perdido. Pero un hombre como el que se encontró no lo desanimaría.

Vio aquel suave color rojizo en el rostro del menor, y no se molesto cuando le aparto con brusquedad, ya se había tardado en reaccionar, resoplo con fastidio- Las mujeres solo me interesan para una cosa y no necesito ser delicado con ellas -murmuro cruzándose de brazos, sin apartar la mirada del rostro del chiquillo que parecía controlarse bastante bien, cosa que le divertida bastante.

Le escucho decir que iba a la aula de Historia, pero estaba muy lejos de ella, demasiado por lo cual no se necesitaba ser un genio para saber que estaba perdido. Vio como abría una puerta que no se asemejaba para nada al aula de Historia y no pudo evitar reír con ironía.

-Vas a seguir abriendo puertas al azar hasta que encuentres el salón que buscas -comento con un tono ácido, burlándose del menor- Eres bastante torpe, aunque con una hermosa cara y buenos modales y actitud... -lo pensó unos segundos- No tardaras en tener a media escuela detrás de ti -susurro como si nada- Si me pides 'por favor' podría llevarte a tu aula -claro, podría, no significaba que lo haría.

Le gustaba jugar con los pequeños ratoncitos perdidos y asustadizos, por lo cual ya se había hecho cierta fama en al escuela, pero no le importaba el que dirán aasí que no dejaba de molestar a los mas jóvenes e indefensos.

Se sintió mal por no poder dar con los salones adecuados, pero lo peor fue la burla por parte del rubio. Miro el seudo mapa que tenia terminando por suspirar. Entonces sí, definitivamente se habían reído de él y en su cara. Se paso la mano por la oreja un poco pensando cómo debía de hacer ahora para conocer el colegio, hasta que escucho al otro.

No pudo evitar sonrojarse por lo que le dijo, volteando a verlo con los ojos completamente abiertos de la impresión. “¿Pe…perdón?” alcanzo a preguntarle después de eso de tener a media escuela tras de él. Debía de estar loco para decir un disparate así, luego de aquella forma tan seria como si lo que dijera fuera la pura verdad.

Después la proposición. Era muy grosero…pero de cierta forma no conocía a nadie y sobre todo no tenia ni idea de cómo manejarse.

“¿Pudieras ver esto…e indicarme que está mal? ¿Por favor?” Le pidió en forma avergonzada, extendiéndole el pedazo de papel con algunas palabras en ingles que no entendía.

No pudo evitar la sonrisa burlona que se dibujo en sus labios, mirando al niño como si todo lo que había dicho, fuera la cosa mas natural del mundo- Lo que escuchaste, enano -murmuro sin remordimiento.
Sabia que el chiquillo, si o si, tenia que aceptar su ayuda, estaba perdido y no le quedaba de otra mas que aceptar su oferta y seguirle.

No le gustaba ser muy amable, prefería ser alguien solitario y serio para el resto de la escuela pero ya que el mocoso lo había molestado, llamando su atención por su cuerpo andrógino, podría joderlo un poco en venganza.

Tomo el pedazo de papel, leyéndolo y haciéndolo bolita, tirandoselo al niño como si no tuviera importancia- Solo, sigueme -comento en voz baja, metiendo las manos a los bolsillos de su pantalón, comenzando a caminar por los largos y un poco enredados pasillos del edificio, guiando al menor en completo silencio y seriedad.

Se sorprendió demasiado al escuchar eso, no pudiendo evitar el sonrojarse un poco. Pero eso no fue nada comparado con sentir el papel contra su cara después de escuchar la desdeñosa voz. Le miro con los ojos como platos para sustituirlos por una expresión enojada en combinación con la vergüenza. Si no fuera porque las groserías no salían de él, lo habría insultado de seguro.

“No gracias.” Dijo con voz suave pero en un tono enojado. No se dejaría molestar por ese joven. Por lo que sin pensarlo camino moviendo las piernas más rápido que las del otro, pues eran más pequeñas. “Me localizare solo, gracias de todas maneras.” Comento volteando a verle, sin procurar que delante del había un grupo de chicos platicando. Obviamente no le fue nada bien por el descuido, pues termino en un choque casi en caravana.

Y como se pensó, Milo termino en el suelo de bruces. “Auch…” Gimió un poco después de medio sobarse la zona. Por ahí escucho como los chicos estaban comenzando a quejarse del choque, comenzando a asustar al menor. Perfecto, primer dia y termino volcando a personas que no conocía.

Sabia que el mocoso se enojaría, o que estaba enojado con el, pero poco o nada le importaba. Ese era el punto, joderle la vida un rato, por haberse cruzado en su camino.

Le observo con atención, como se adelantaba con rapidez, no se molesto porque declinara su ayuda, sabia que al final no iba poder encontrar el aula sin ayuda de alguien. Ya se arrepentiría de haber rechazado su obra de 'buena voluntad'.

Y el karma le cobro muy rápido, el gesto de desaire que le había hecho, el chiquillo había terminado chocando con un grupo de chicos que habían estado hablando cómodamente. Una sonrisa se dibujo en los labios del sudafricano, por el momento no planeaba intervenir a menos que los chicos hicieran algo...cosa que dudaba porque estaban dentro de la escuela y cualquier maestro podría reprenderlos.

Se sobo múltiples veces escuchando lo que los chicos decían. Obviamente, no eran comentarios muy tiernos que digamos. Se puso blanco cuando los miro acercarse a el, parándose de inmediato, buscando con la mirada la ayuda de alguno de los maestros, pero al parecer, estos no estaban cerca.

"Lo siento, en verdad no era mi intensión el chocar con ustedes. Creo que debo de mirar con mas atención..." Dijo intentando que su poco carisma le ayudara. En si, les lanzo la cara de oveja a medio morir mas inocente que pudo darles.

(Dados de Carisma a los NPC. 10 + 1 = 11. Procedo).

Y parecía que por fin tuvo algo de suerte pues la cara de borrego que les lanzo si le funciono y muy bien. Los chicos comentaron algo de que no había sido su intensión y le dejaron ir, yéndose ellos por un pasillo aledaño. Suspiro. Por lo menos no tendría que pasar por una pelea o algo por el estilo después de todo...y eso lo alegraba. Solo podía usar lucesitas y no creía que eso podría funcionarle en el presente de un superfuerte o algo así.

Después de ponerse la mano en el pecho en un suspiro, se comenzó a fijar en los salones, mirando si tenían letrero o algo...hasta termino metido en el cuarto del conserje.

El miembro 'Milo Vujanovic' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'1d20' :

Resultados : 10

Sonreía tranquilamente, mirando el espectáculo que se extendía frente a sus ojos, el enano ahora si estaba en problemas pero era su culpa al no aceptar la ayuda que le había brindado de manera tan amable.
Sabia que los chicos mayores intentarían vengarse del menor, dejaría que lo asustaran un poco, ya luego le ayudaría pero...los otros chicos nunca hicieron nada.

El rubio frunció el ceño al ver como los cobardes le dejaban en paz, luego de que el tramposo menor pusiera una cara linda. Chasqueo su lengua pero no hizo nada por hablarle a Milo, lo observo mientras seguía buscando el aula y sin querer reprimirlo se burlo del niño, riendo con sarcasmo al ver como terminaba en el cuarto del conserje.

-...No tienes sentido de la orientación -le recordó, acercándose lentamente a Milo, dejo escapar un suspiro de fastidio- Aceptaras que te ayude a llegar a tu aula, ¿si o no? -pregunto dando un ultimátum, no iba a seguir perdiendo el tiempo.