Rolling Boy (Libre)

por **Nathan Wence** Miér Jun 01, 2011 7:18 am

Que inútil se sentía en aquél momento. Caminaba por el pasillo levemente cojo, apoyándose en la pared con una de sus manos. A aquellas horas de la mañana, los pasillos estaban vacíos.
Siendo sábado, seguro que sus compañeros estaban aprovechando el buen tiempo para dar una vuelta.
En el rostro de Nathan aún habían marcas de su último traspies, una tirita en la mejilla decoraba su rostro. Llegó hasta la puerta de la enfermería y llamó con sus dedos, acabando por abrir la puerta, asomando primero su cabeza.
-¿¿Hola?? ¿¿Hay alguien??

Al no recibir respuesta, se adentró en la estancia. Tenía claro que no tendría que haber aceptado el reto de ir en bicicleta. Como otras veces, al tomar el manillar algo le dijo que acabaría rodando sin necesidad de ruedas. Y efectivamente, la rueda de la bicicleta se le enganchó en un bache, lo que había provocado que cayera de frente y siguiera rodando cuesta abajo.
Observó la enfermería y suspiró. Ya casi ese lugar se había convertido en su segunda casa. Buscó en un cajón tiritas y vendas, aparte de agua oxigenada para limpiarse las heridas.
Tenía raspaduras en las piernas, brazos y algún que otro rasguño en las manos y en la mejilla.
Suspiró humedeciendo el algodón en el agua oxigenada.

por **Hwang Mi Nyu** Sáb Jun 18, 2011 5:23 pm

Mi Nyu venía —como usualmente había hecho en los últimos días— en busca de la enfermera, pero parecía que el destino se había empeñado a que esta jamás la encontrara. Era como si ella se escondiera cada vez que la surcoreana se acercaba al dichoso cuartito blanco. No tenía esperanzas de encontrarse con la enfermera a decir verdad, pero no tenía nada que perder... después de todo, ella ya había decidido no darse por vencida con respecto a lo de ser ayudante de enfermeria.

Giró el picaporte sin mucha ilusión y metió la cabeza sólo para asegurarse que no había nadie en la habitación. Pero se llevó la sorpresa de que la enfermeria no estaba sola. Un chico estaba ahí. Ya lo había visto en algunas clases... era Nathan Wence. Mi Nyu entró al ver que todo su cuerpo estaba cubierto de moratones y raspones. El corazón de la coreana se acongojó y se acercó rápidamente.

—¿Estás bien? ¿Puedo hacer algo por ti? Te ves bastante herido, ¿Quieres que te ayude? —preguntó con un extraño brillo en los ojos. Ayudar lo era todo para Hwang Mi Nyu y esa sin duda era una oportunidad de hacer algo por uno de sus compañeros de la Crusaders—. No sé si me recuerdes de clases, soy Hwang Mi Nyu y en serio me gustaría ayudarte—agregó antes de que Nathan pudiera responderle las preguntas anteriores. No quería agobiarle, pero de verdad quería ayudarle... en serio, si que quería ayudarle y sentir que su poder servia para algo útil.

(OFF: Permiso para postear ^^)

por **Nathan Wence** Dom Jun 19, 2011 6:52 am

(Avanti, per favore~)

Con los labios sostuvo unas gasas mientras apretaba ligeramente los ojos al pasarse el algodón húmedo sobre las heridas, sintiendo el escozor al que aún no se acostumbraba.
Fue cuando oyó una voz tras de sí, girando el rostro con los ojos bien abiertos, cayendole despacio la gasa de la boca.
Ciertamente, nunca le habían bombardeado con tantas preguntas, y no logró reaccionar hasta que, un poco más tranquila, la joven coreana se presentó. Nathan parpadeó un par de veces, quitándose en algodón de encima la raspadura para girarse.
-Ah, sí -Afirmó ladeando un poco la cabeza- Mi Nyu, recuerdo.
La chica se mostraba un tanto preocupada, como si fuera una madre o una hermana mayor. Recordaba que a veces la veía un tanto apagada entre los demás alumnos. Tenía poderes curativos, si no recordaba mal.
-¿Me ayudarías, por favor? -Preguntó amable inclinando un poco la cabeza- Me caí de la bici y, bueno...
Se rascó la nuca sonriendo afablemente.
-Fui un tanto descuidado

por **Hwang Mi Nyu** Dom Jun 19, 2011 5:42 pm

Mi Nyu le sonrió ampliamente y se acercó un poco para inspeccionar las heridas, que al parecer eran varias. Mi Nyu torció la boca —como si fuese una especie de mecanico revisando el motor antes de meterle mano— y después chasqueó los dedos.

—No te dolera, si las cosas me salen mal, no pasa de que sea una buena para nada y termine desmayada en el suelo—las últimas palabras casi fueron un susurro... un amargo susurro—.Si eso sucede, por favor déjame ahi tirada— le rogó y estiró sus brazos en dirección al chico de las coletas.

(Tiro dados 7+2=9)

Como siempre, la surcoreana sintió como todo el calor de su cuerpo se concentraba sobre las palmas de sus manos. Ardian, pero no de una forma dolorosa, de hecho Mi Nyu jamás podría explicar con certeza esa sensación. Sus ojos se juntaron con los de Nathan y en ese momento le sonrió. El calor de si misma "explotó" por asi decirlo y se roció sobre el cuerpo del peliazul. Mi Nyu estaba muy concentrada y aunque el proceso estaba siendo un poco lento, por lo menos vio con satisfacción que las heridas más visibles estaban cerrandose. La chica no se detuvo hasta corroborar que la piel del chico se miraba bastante saludable. Cuando por fin Mi Nyu concluyó con la curación, le sonrió de oreja a oreja como niño en jugueteria y le guiñó un ojo, a pesar de su propio cansancio físico.

—¡Listo! Dime, ¿te duele en algún otro lugar? —preguntó un poco menos euforica. Observó bien el rostro de Nathan y vio que tenía una bandita en la cara. Al parecer, el chico se accidentaba seguido. Frunció el ceño—.Por cierto, ¿Cómo fue que te pasó todo eso?—preguntó y se sentó a su lado en la camilla, porque estaba un poco mareada, ya sería después cuando fuese a buscar algo de comer para recuperar sus fuerzas.