Un rato de lectura (Libre)

No conocía muy bien a los chicos de la academia aun, se podría decir que de hecho no conocía prácticamente a nadie, si no es por el joven aquel que le trato como si fuera una basura. Puede ser que por ello es que temía el ponerse a hacer amigos desde entonces. Suspiro y después de conseguir un mp3 con algo de música, se subió a la azotea con un buen libro en el cual entretenerse.

Se acaricio la portada de este libro, sintiendo la piel sintética casi real, pero no era la textura la que le llamaba, si no el titulo y contenido.

Sonaría raro, siendo que la apariencia que el demostraba era de mucha ternura y con ello todos pensarían que leería Hansel y Gretell o quien sabe que libros de cuentos. Si, se los leyó cuando era mejor, pero justo ahora estaba con uno distinto que le habían recomendado unos amigos que tenia en msn allá en su amada patria. "Dos Velas para el diablo".
No es como si le tuviera mucha fe al libro, pues apenas lo estaba por comenzar a leer y meterse en el mundo de Laura Gallego, pero...tenia un no se que el cual le decía que se pusiera a leerlo. Como si ese misticismo entre los ángeles y los demonios por fin le llamara la atención.

Se sonrió a si mismo después de ponerse solo un auricular del mp3 en el oído y se puso a leer.

Se decidió a ir a la azotea nuevamente, en aquel lugar tenia buenos y hermosos recuerdos, el viento que soplaba cálidamente allá arriba la llenaba de paz, y los cálidos rayos del sol la reconfortaban en aquel fresco ambiente.
Abrió la puerta lentamente y la cerró detrás de sí para luego caminar tranquilamente hacia la baranda en donde apoyó ambas manos para cerrar los ojos, mientras la brisa acariciaba su rostro y hacia danzar sus largos cabellos rosados.
-Es tan calmo…
Sacó aquella foto familiar para observarla con una sonrisa, deseaba contarle a su madre todo lo sucedido, aquella mujer de rostro amable siempre había sido su confidente; definitivamente algo tan importante y dulce como el primer beso merecía ser relatado, aunque se muriese de vergüenza de solo pensarlo; inevitablemente sus mejillas tomaron un suave color rosado cuando aquella imagen apareció en su mente.
-Tan calido…
Se llevó la mano a la boca rozando sus labios con un dedo, la imagen del ojiazul había aparecido inevitablemente en su mente logrando robarle un suspiro. Con aquella dulce distracción casi se olvido del mundo y por consecuencia sus dedos se aflojaron dejando que una fuerte brisa le robara la foto de sus manos, pero inmediatamente reacciono yendo detrás de aquel preciado objeto.
-E-Espera…
Mientras corría detrás de la imagen no pudo evitar recordar que de aquella forma había encontrado a Dylan aquella vez en el parque, por alguna extraña razón llego a preguntarse si gracias a eso conocería a alguien, pronto lo descubrio cuando al momento en que logro tomar la fotografía extendió ambas manos para no chocar con la pared y bajando la mirada noto que había alguien debajo de la cortina rosada que sus cabellos habían formado debido a la posición.
-¡L-Lo siento!
Luego de exclamar esto intento retroceder de inmediato pero pareció tropezar con algo y a causa de esto cayó sentada al suelo, quitándose algunos cabellos del rostro se sorprendió al ver que quien estaba frente a ella era un chico de cabello azul y ojos verdes, que parecía estar leyendo un libro.
-¡De verdad lo siento!
Completamente ruborizada volvió a disculparse inclinándose levemente a pesar de estar sentada, se sentía tan avergonzada que apenas podía moverse, aunque supiese perfectamente que debía quitarse de ahí cuanto antes; estaba igualmente preparada para escuchar cualquier tipo de reclamo.

Spoiler:

Estaba concentrandose leyendo que la musica habia pasado a un segundo plano, tan solo escuchandola muy de fondo en su mente. No se habia dado cuenta el que una persona entro en la azotea tambien y menos el que habia perdido un preciado recuerdo. La vibracion de los pasos rapidos de Alina le hicieron levantar la mirada a ver que era, por fin pudiendo notar los gritos por ese objeto y justo despues su vision se hizo rosada.

"Pero..." No pudo decir nada pues la escena lo dejo completamente sorprendido, mirando con curiosidad a Alina en el suelo. "¿Estas bien?" Se apresuro a preguntar inclinandose para adelante. La chica que estaba disculpando, pero el no queria saber eso, si no el si se encontraba bien despues de semejante caida que tuvo.

"No importa, lo que si es ¿Como te encuentras tu? Fue una caida muy fea..." Termino en un susurro queriendo revisar el mismo si se encontraba bien, pero no la conocia y le cortaba un poco el acercarse a intentar verificar su estado. Dejo el libro a un lado de el, ya después se pondría a ver lo que era la vida de Cat en ese relato, por ahora le preocupaba mas la chica. Pero, al notar que se veía aun mas nerviosa de lo que el se llegaba a poner, no pudo evitar el sonreirle un poco intentando darle ánimos.

"Enserio, no te disculpes, fue un accidente." Comento en voz baja y suave.

Levanto un poco la vista aún sonrojada al escuchar las palabras de aquel chico, ella esperaba que le gritase y con ganas, pero al contrario el chico solo se había preocupado porque ella se encontrase bien, parecía ser que el ojiverde era una buena persona.
-E-Estoy bien… gracias…. ¿tu estas bien?
Lo miro por unos segundos cuando vio que le sonreía de forma amable, al darse cuenta se sonrojó aun más y se puso de pie lentamente para no volver a perder aquella fotografía que inmediatamente guardó en su bolsillo. Se sacudió un poco el uniforme y arregló velozmente algunos cabellos que aun estaban fuera de lugar para disculparse nuevamente con una leve inclinación y dedicarle una sonrisa al chico sin poder evitar sonrojarse notoriamente.
-Gracias por tu preocupación y disculpa por…-observo el libro en el suelo-… interrumpir tu lectura… es bueno leer… es agradable.
Así ella lo pensaba, siempre disfrutaba de leer un buen libro cuando tenía tiempo, porque las aventuras que se narraban en aquellas páginas le permitían desprenderse del mundo real para sumergirse en diferentes mundos de fantasía que siempre lograban robarle un suspiro.
-M-Mi nombre es Alina… gusto en conocerte…-dijo suavemente-
Sonrió ante el chico que tenía en frente, al parecer le gustaban los libros como ella, si no, no hubiese buscado un lugar tan tranquilo como ese para ponerse a leer, se sorprendía al encontrar personas que compartiesen sus gustos, pero naturalmente esto también la alegraba enormemente, y más aún si resultaban ser compañeros suyos.