Auxiliar de Enfermera [Libre]

Ya estando frente a la puerta de la enfermería tomó el picaporte con la mano que tenía libre para girarlo lentamente, una vez la puerta se abrió escuchó una exclamación bastante decidida ante la cual Rai solo levanto una ceja “¿Ser mi discípula? ¿De qué habla esta?” pensó algo confundido con la extraña situación, la chica estaba levemente inclinada, mientras sus cabellos castaños le caían a cada lado del rostro adornándolo a perfección.
-¿De qué hablas? ¿Está la enfermera?
Estirando un poco el brazo logró que Umiko entrara al lugar, se veía tan ida que simplemente la sujeto con ambos brazos apoyándola contra su cuerpo, la temperatura de la chica estaba realmente alta, la fiebre parecía haber subido velozmente. Serenando un poco su expresión notó como la coreana levantaba un poco la cabeza para enfocar con su visión lo que seguramente serían sus pies “Si no recuerdo mal ella posee curación, tal vez podrá ayudarla…” pensó fugazmente mientras esperaba una respuesta por parte de su compañera de clases, en cualquier caso tal vez ella supiese donde estaba la enfermera y cuanto tardaría en llegar.

Spoiler:

Después de… la chica no sabe cuando, empezaron a caminar un poco mas lento.
Todo a su alrededor parecía estar flojo, no tenía ganas siquiera de mirar el camino que habían tomado. Lo único que veía era el estrecho camino que seguían sus pies.
Algunas personas eran dejadas atrás conforme avanzaban, sus ojos parecían querer descansar, solo un momento. Pero la chica se esforzaba en mantenerse despierta, no era hora de dormir.
Se detuvieron frente a una puerta, la cual abrió Rai para adentrarse primeramente. Escuchó vagamente las palabras que decía, luego la hizo entrar cuando la jaló de la muñeca.
Se recargó en el, enfrente de ella se encontraba una chica… ¿la conocía?

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Todo se movió muy rápido a su alrededor...alguien tocó su frente.
Sentía muchas ganas de dormir, tenía a la vez mucho calor y sudaba frio.
Tomaron sus manos, ¿quien era?. Respiraba con un poco de dificultad y no sabía mucho de lo que estaba pasando, solo que no se sentía bien.
-Per quale motivo ho lasciato? -pensó, o tal vez susurró al tiempo en que sentía que sus ojos querían dejar escapar una lágrimas.
Había recordado aquello, había recordado la razón de estar ahí. Recordó que sus padres jamás la amaron como ella hubiera querido que la amaran y eso aún le dolía en el corazon.

cerró sus ojos nublados, casi al instante exaló un suspiro. Al abrir sus ojos, notó como poco a poco el calor desaparecía y su cuerpo se aligeraba.
Logró ver el rostro de My Nyu, para luego ser ayudada a levantarse. Sintió nuevamente el ligero frío de sus ropas.
Escuchó de parte de la chica, asintió y luego negó con la cabeza.
-M-muchas gracias, no me duele nada -miró extrañada su mano- eso fue...sorprendente.
Se admiró al ver a la chica en frente de si, era tan linda y amable, ella si era de ayuda para los demás... en cuanto a ella...

Entonces estrechó las manos de la chica "Enserio, muchas gracias" dijo al mismo tiempo que sonreía y también volteaba a ver al chico que la había ayudado.
-...y tambien lo siento, he sido una molestia para ustedes -se levantó con cuidado y se quitó el abrigo del chico, ofreciendoselo- disculpa si ha quedado un poco húmedo. Creo que iré a mi habitación para cambiarme.
Aún sentía la sensación de querer dormir en alguna parte, pero por lo menos ya no era tanta la somnolecia y gracias a la chica ya no tenía fiebre.

Spoiler:

La coreana dijo que la enfermera no estaba pero se ofreció ella a cuidar de Umiko, Rai asintió con un movimiento de cabeza a sus palabras y colocó a la chica en la camilla para luego retroceder así como Mi Nyu le indicó. Apoyándose en la pared observó en silencio el proceso de curación de la chica, realmente se veía que necesitaba de bastante energía en ello, peor esa vez parecía que todo marcharía normal y pronto el rostro de la peliazul comenzó a recuperar su color normal mientras que el sonrojo producido por la fiebre comenzó a desvanecerse hasta que ya no hubiera rastro de él.
Cuando todo estuvo finalizado Mi Nyu pregunto a la chica si se sentía bien a lo que ella respondió afirmativamente pero aún algo atontada seguramente por la fiebre, el peliblanco solo observó en silencio como interactuaban ¿Qué hacia allí? Ni el mismo tenía idea.
Finalmente la peliazul pareció volver completamente en sí y de forma inmediata pidió disculpas por las molestas para después quitarse el abrigo que Rai le había prestado y devolvérselo mientras se disculpaba por la humedad de la prenda.
-Qué bueno que ya estés bien.-dijo tomando la prenda-
Rai notó que la chica aún seguía algo extraña, como el camino hacia su habitación quedaba en la misma dirección, decidió que la acompañaría, a fin de cuentas iban hacia el mismo lado. Sujetando el abrigo n una de sus manos se acerco a la puerta y luego de abrirla se giro hacia las chicas que allí estaban.
-Gracias Mi Nyu... Umiko, yo también voy a mi habitación así que… anda, camina.
Dicho esto salió por la puerta de la enfermería silenciosamente, esperando que la peliazul saliera detrás de él, después de todo no era conveniente para ninguno de los dos permanecer mojados y un cambio de ropa era lo más sensato y la mejor opción posible.

Después de que el chico tomara el abrigo y, al parecer sentirse aliviado de que la chica de ojos azules estuviera en mejores condiciones, decidió decirle que la acompañaría.
Antes de que saliera de la enfermería, sintió una mano en su hombro, giró rápidamente y notó una expresión, tal vez pensativa, de la chica asiática. Casi inmediatamente fue a buscar una toalla y se la ofreció a Umiko.
-Oh, gracias-agarró la toalla con ambas manos y la observó detenidamente- ¡si! –asintió y, acto seguido, colocó la toalla en su cabeza, para luego secarse rápidamente el cabello de arriba abajo.
- ¿no quieres venir con nosotros? –Sonriendo-digo, si no tienes nada importante que hacer. Es que, veo que el lugar está solo-mirando la enfermería-o, ¿o esperas a la enfermera?
Acomodó la blanca toalla en una silla. Ahora sus cabellos azulados se encontraban mas secos que antes y, por consiguiente, mas despeinados.

Estando bajo el umbral de la puerta notó como las dos chicas seguían hablando, la coreana le ofreció a la peliazul una toalla para secarse el cabello a lo que ella respondió con un sí y una sonrisa, Rai ya no tenía más ganas de estar allí y además su presencia no era necesaria, por lo que se volvió unos tres pasos y luego de que Umiko termino de invitar a Mi Nyu a ir con ella las miro fijamente para después dejar escapar algunas palabras dirigidas a ellas.
-Bien... si ella te acompaña, entonces no es necesario que este aquí, me voy ya... ahí nos veremos en alguna clase.
Dicho esto y sin siquiera esperar respuesta por alguna de las dos se dio media vuelta y salió del lugar caminando lentamente, colocándose las manos en los bolsillos mientras una extraña sensación pareció invadir su cuerpo de repente, pero no llego a preocuparse por ello, simplemente siguió caminando con destino a su habitación para quitarse de una vez aquella ropa mojada.

Después de que invitara a la chica, Rai se dirigió a ellas diciéndoles que si ella la acompañaba ya no era necesario estar ahí y antes de que pudieran responder algo se alejó del lugar.
Umiko, luego de girar su vista a la puerta, se quedó con un gesto de sorpresa. Era cierto, el actuar de aquel joven era realmente impredecible para ella; muy cambiante de actitud.
No sabía como reaccionar ante aquello, pero sabía que no quería ser una molestia para su nuevo amigo, así que dejo que se marchara con tranquilidad y sonrió levemente por haber conocido a una persona tan interesante como el. A pesar de eso, llegó a ella un poco de culpabilidad, ahora solo esperaba que no se enfermara por su culpa.
Asintió y rió levemente al comentario de la chica que la había ayudado. Se dejó dirigir a la salida con su enérgico movimiento y salieron al pasillo para tomar camino hacia los dormitorios.

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