Tomando el Té ~ Libre ~

Era la primera visita de Ariel al lago, era un lago muy pacifico, todo verde y lleno de arboles por alguna razón seguían verdes a pesar de la época del año esto fascinó a Ariel, el agua del lago era de un color azul turqueza pero tan cristalina que podias ver tu reflejo perfectamente en el, tambein estaba lleno de vida, peces de diferentes colores lo iluminaban y patos se acercaban a la orilla para ver a que pobre alma podían desprevenida mente tomar su comida. se podía respirar un aire de tranquilidad y paz en ese lugar, Ariel estaba completamente relajado.

Caminando por el lago pudo ver lo que parecía ser un sauce y debajo de el a una persona familiar, un rubio de ojos azules, Ariel se sorprendio y penso “Charles?” se acerco para ver sino era una visión, si era su mejor amigo sentado debajo de ese sauce, a solo unos metros pudo darse cuenta que no era el, sino Evan, Ariel un poco desilucio por la idea de poder volver a ver a su mejor amigo se tranquilizo, se acerco a Evan para saludarlo “Hola Evan” dijo el pelinegro con una sonrisa en su rostro.

Ariel observo que Evan estaba sentado en lo que parecía ser un picknick, vio a Evan y le dijo “o esperas a alguien, bueno entonces me retiro, gusto volverte a ver” le dijo con una sonrisa en su rostro.

Ariel escucho que Evan habia traido todo para el, Evan le pidio que lo acompaniara, Ariel le respondio “muchas gracias”, fue un dato algo curioso y algo raro que alguien emparacara tanta comida, tomo aciento en en el mantel y puso cara algo pensativa, en eso Evan le preunto si queira una taza de te, los oidos de Ariel retumbron y de cara pensativa paso a una cara feliz, contestándole rápidamente, “Claro que si, muchas gracias” mostrándole una leve sonrisa al joven Evan.

Mientras Ariel esperaba la taza de te, escucho que Evan le dijo “Dime Ariel, acaso esta vista del Lago no es casi celestial, parece salida de una pintura hecha por Dios" Ariel volteo a ver el lago y realmente era un paisaje majestuoso, parecía sacado de una de las tantas novelas que había leído en la biblioteca. Ariel con una cara serena y tranquila le dijo a Evan “si, es algo realmente hermoso, nunca pensé encontrar un lugar mas hermoso después de los jardines de mi tierra natal”.Volteo a ver a Evan con una sonrisa y mirada de paz.