Habitación 107 ....

Despues de aquella visita a la recepción me encontré por primera vez frente a la puerta de lo que sería mi habitación. "¿me pregunto con quien la compartiré?" pensaba con una sonrisa en mi rostro. Pero mi sorpresa fue que aún nadie habitaba aquella habitación.
- Que mala suerte... bueno, espero que pronto me asignen una compañera- dije con positividad. Aunque el lugar estubiera desierto, no me asustaba el hecho de estar sola ahí puesto el lugar me recordaba a mi habitación.
Acomodé mi equipaje rápidamente para ir a clases y cerré la habitación para empezar mi nueva vida escolar....

Tras un largo periodo de vacaciones la pelirroja volvía a la afamada academia, esta vez iba a conseguir lo que se porponía, todo saldría perfecto o eso esperaba.
Pero lo primero era lo primero, debía descargar sus cosas en su habitación la cual compartiría con quien sabe quién, solo esperaba que no fuera molesta.

Entreabrió la pureta para encontrar a una peli azul de la cual sustrajo sus propias conclusiones, aquella debía ser la típica chica simpática y alegre, sí, no había duda de ello, pero antes debía averigüar su poder, podría serle útil.
Abrió la puerta por completo y entrando con una gran sonrisa miró a la joven encantada.

- ¡Oh! Encantada, a partir de ahora seré tu compañera de habitación, llevémonos bien, jeje.

Aquel día despues de la agradable plática con su nuevo amigo Daigo la chica se dirigió a su habitación para terminar de desempacar sus cosas.
Entró con una sonrisa a su habitación, luego de cerrar la puerta encontró a sus pesadas maletas donde las había dejado.
Acomodando su ropa, encuentra entre ella el estuche de su amada flauta transversal. Decide guardarla dentro de aquel cajón enseguida de su cama. Abrió las cortinas mientras tarareaba una suave canción. Los rayos de luz cubrieron su rostro y al abrir la ventana el viento sopló haciendo volar sus largos cabellos. Un gran conejo de felpa resaltó de su equipaje.
Despues de terminar de tender su cama animadamente, escuchó a alguien entrar al cuarto.
Giró su mirada, haciendola encontrar detrás de la puerta decidida a entrar a una chica peliroja de apuesto fisico. Escuchó y con una expresión de alegría, por tener una compañera de dormitorio, expresó lo que tenía en mente.
- ¡Hola!, mi nombre es Umiko Messina. Un gusto en conocerte- dijo la peliazul extendiendole la mano- Espero llevarme muy bien con mi nueva compañera de habitación-

- ¿Messina? Eso suena a italiano, ¿o me equivoco? -dijo tendiéndole la mano. Ciertamente no podría sabe qué hacer o decir si no se aseguraba de si el poder de aquella chica le podría ser útil o no, pero lo primordial era el establecer una relación la cual le ayudara a manter su tan elaborada tapadera.

La miró a los ojos, azules y brillantes y con una sonrisa fingió un despiste. -¡Qué cabeza la mía! Perdón, ni siquera me he presentado yo y ya te estoy interrogando. -Dejó la maleta sobre la cama que al parecer sería suya y con una suave reverencia al más puro estilo veneciano se presentó.- Mi nombre es Katherine Headburn, pero puedes llamarme Kate. -tomó una ligera pausa- A modo de curiosidad, ¿cuál es tu poder?

Off: Perdón, perdón, perdón... Siento la tardía respuesta D:

-si- contestó con una sonrisa y escuchó lo que dijo su compañera mientras dejaba su maleta en la cama cercana a la puerta, parecía una amable y despistada chica. Era muy linda, y se veía una persona cortés.
- Mucho gusto Kate...- prosiguió luego de pensar en que sería bueno llevarse bien con ella, y formar una linda amistad.
- Bueno, aun no se el nombre de mi en..habilidad, solo se que tengo el control de el agua- riendo levemente - y el tuyo?- su curiosidad salió a flote, nuevamente...