First Date [priv. Alina]

El chico camino hasta el Café “Doux Baiser”, donde sería su cita con Alina, había ido a su cuarto a ducharse y arreglarse al igual que ella, y esperaba nervioso que la chica llegara. Debido a la educación de su padre, y de que era un empresario siempre le había enseñado a vestirse bien, así que no se le complicaba usar camisas de salir todo el tiempo, mas en esta ocasión que sabía que era especial usar lo mejor que tenia,
“Como es que he llegado hasta aquí tan rapido? No sé si sentirme orgulloso de mi… creo que solo tengo un poco de miedo, debo estar más feliz que preocupado de que te todo salga mal” pensaba dándose cuenta de que pensar en esas cosas no le servirían de nada, era mejor disfrutar ese momento, el momento en que las cosas con la chica que le gustaba cambiarían por completo.
Se detuvo frente al Café, pero aun no quería entrar sin ella, así que solo espero en una de las mesitas que estaban en la entrada, donde la gente solía tomar un café al aire libre disfrutando del aire fresco, se sentó en una silla, sintiéndose raro pues desde que se había alejado de ella no podía sentir esa ligera sensación en el estomago, era extraña y jamás la había sentido antes, agradecía enteramente a la chica por haberle hecho sentir eso, por fin comprendía que era lo que su padre sentía, ya alguna vez lo había pensado, y si, sentía un sentimiento demasiado fuerte por ella, tanto como para tomarla en serio, y hacer todo tipo de detalles, todo para verla feliz, mientras también la mantuviera a su lado.

Apenas llegó a su habitación se dio una ducha rapidita pensando en cómo se arreglaría mientras el agua tibia recorría su cuerpo. Al salir se puso a buscar entre la ropa de su armario, mirando una y otra, un modelo y otro, un color y otro; no podía decidirse puesto que muchos le gustaban y ella quería verse bonita, realmente quería verse bonita para él.
-Cielos…
Al final encontró un vestido que siempre le había gustado y siempre había sido uno de sus favoritos, lo usaba en situaciones importantes, y esa era una sin lugar a dudas, una gran sonrisa se dibujó en sus labios mientras se lo ponía frente a su pecho mirándose en el espejo; ese sería. Ordenando un poco el pequeño desastre que había hecho guardó la demás ropa y se colocó aquel vestido, era largo hasta las rodillas de color blanco y con algunos pequeños adornos en turquesa, como por ejemplo la cinta que rodeaba la cintura terminando en un pequeño moño atrás. Se puso también unas medias de nylon porque el ambiente estaba fresco y por último unas botas color crema que combinarían con el color de su abrigo.
-Esto está bien así…
Luego de quedar conforme con la vestimenta se colocó frente al espejo para elegir el peinado que llevaría, quería que fuese algo diferente a lo habitual, aunque su corazón se aceleraba de solo pensarlo, pero aún así comenzó a jugar con su cabello mirando de vez en cuando la hora, no quería que se le hiciera tarde y el tuviera que esperar mucho.
-Que hare…
Probó de una manera y de otra, todas le gustaban y no sabía con cual quedarse, esa indecisión suya la había acompañado durante toda su vida y se había vuelto un clásico hasta en sus acciones más cotidianas. Finalmente se terminó decidiendo por una coleta al medio, adornándola con una hebilla en forma de flor blanca que dejaba caer algunos pequeños adornitos sobre su cabello, acomodando unos cuantos mechones rosados debajo de la coleta y sobre su nuca.
-Así está bien…-se dijo a ella misma sonriendo frente al espejo-
Cuando al final estuvo lista se miró al espejo una vez más y tomando un pequeño bolsito que hacía juego con su abrigo salió rápidamente de la habitación para caminar hacia aquel café en donde aquel chico ojiazul la esperaría.
Caminó a paso veloz por las calles pero no tanto como para despiezarse, cuidando su cabello en el transcurso del camino hasta que al fin llego al lugar acordado. Observando las mesitas que se encontraban afuera del café vio a unas cuantas personas leyendo el diario, hablando amenamente y en una de las mesas lo vió a él, observándolo en silencio por unos segundos no pudo evitar sonrojarse puesto que se le hacía realmente muy lindo y más así como estaba vestido, se veía más lindo aún “Parece un sueño que el… pudiera quererme…” pensó bajando la mirada hacia el suelo para luego dejar escapar un pequeño suspiro.
Armándose de valor apretó un poco sus puños y con un caminar lento se acercó a él sintiendo como su corazón se aceleraba nuevamente.
-H-Hola Dylan… ya llegue… espero no haberte hecho esperar mucho…
Dicho esto se quedó de pie frente a él mientras la brisa otoñal jugaba con su largo cabello, podía sentir el calor en sus mejillas, pero aun así no podía dejar de verlo, aun así quería estar a su lado, su corazón se lo pedía, quería estar con él, quería oír su voz, quería ver sus ojos, quería soñar con que él la quería tanto como ella a él.

Esperaba sentado en su lugar, mientras continuaba con los nervios de punta, todo aquello parecía tal como si fuera un sueño, era una sensación tan extraña y linda, que no podía ignorar. Repentinamente sintió que alguien lo observaba pero no le había dado mucha importancia, era normal que entre tanta gente te observaran de ves en cuando, aunque era un presentimiento muy diferente, pronto escucho una voz que pronunciaba su nombre y al subir su vista se encontró con Alina vestida hermosamente, logrando sonrojarlo por completo, se puso de pie totalmente nervioso,
-H-Hola- pronuncio exaltado mientras no podía dejar de mirarla, esta vez no podía concentrarse en desviar su mirada –No, aun es temprano…- respondió para luego darle asiento a Alina caballerosamente, esperando a que ella se sentara, después el se dirigió al mismo asiento frente a ella, parecía nervioso, pero aun así sus movimientos no se entorpecían tanto como otras veces pues se estaba esforzando.
-G-gracias Alina- pronuncio después de un momento –Por venir y vestirte tan bonita para mí, en serio gracias…- confeso mirándola a los ojos mientras sus mejillas tomaban color tan notoriamente para luego dedicarle una suave sonrisa, actualmente se había hecho tan sincero con ella, decía todo lo que pensaba y sentía, ya no quería ser ese tímido y débil Dylan. Tal parecía que comenzaba a madurar rápidamente.
-Quieres comer algo o solo tomar algo?- pregunto repentinamente intentando desviar tanto nerviosismo hacia una pregunta importante, mientras la miraba de nuevo de esa manera en la que no se atrevía a mirarla normalmente por timidez.
“Cada vez que la miro se vuelve mas y mas hermosa, porque será?” se pregunto a si mismo mientras esperaba una respuesta, su corazón latía con fuerza al mismo tiempo que su sonrojo no desaparecía a pesar de que estaba más concentrado en no sentir nervios de mas, no quería evitar de nuevo el mirarla, sabía que no tenia caso no mirarla si ella se había puesto tan bonita para él.

Observando al chico notó como se sonrojaba de repente para ponerse de pie como si estuviera algo nervioso, mientras aquellos profundos ojos azules se clavaban sobre su persona ella sintió como el calor en su mejilla aumentaba; adoraba aquella mirada y ahora más que nunca sentía que podría perderse en ella logrando que el mundo dejara de importar.
Dylan aclaró que aún era temprano para después ofrecerle el asiento que ella acepto con una leve sonrisa, para que luego él se sentase en frente y le diga algo que provoco que ella se sonrojara aún más de lo que estaba mientras abría un poco más sus ojos; realmente ella se había vestido así para él, pero que se lo dijera tan de repente la había tomado por sorpresa, aun así mas que nada, lo importante en aquella frase era, que la viera bonita.
-G-Gracias a ti… por decir eso…-dijo bajando un poco la mirada-… tu también estas… muy lindo…
Seguido a eso, luego de unos segundos de silencio en el que ella jugaba de forma algo nerviosa con las manos sobre su falda, el ojiazul interrogó acerca de los deseos de ella, a decir verdad si deseaba comer algo delicioso, algo dulce que endulzaría aun más aquel hermoso momento que parecía estar viviendo; después de todo ya se veía como un sueño.
-Ammm… me gustará… algo dulce, una tarta… y… un café… si te parece…
Una vez dijo esto solo pudo quedársele viendo a los ojos, sus mejillas estaban levemente sonrojadas así como era de costumbre, pero su mirada había cambiado un poco, ahora era más fija, más directa y más profunda, tan profunda que ella sentía como si se perdiese en las profundidades de un inmenso mar azul del cual jamás quisiese salir. “¿Es todo esto real?... ¿realmente estoy aquí?” pensaba sin poder dejar de verlo, aquel chico de cabello negro y ojos azules le resultaba extremadamente lindo, tanto físicamente como en carácter, le resultaba casi imposible que pudiese fijarse en ella y sin embargo, ahí estaban. Realmente si fuese un sueño parecía ser el más maravilloso de todos, y si realmente fuese un sueño, ella sabía que no querría despertar nunca más.

-Lindo?- Rio levemente mientras sus mejillas se ruborizaban, luego negó con la cabeza para calmar esa repentina reacción –No, no me burlo… es solo que… gracias- aclaro con una sonrisa aun, bastante sonrojado, sabía que esa expresión era para algún niño, pero de todas maneras se sintió alagado y a la vez avergonzado por el cumplido. Lo pensó un poco mientras miraba de vez en cuando por largos momentos a Alina, debía expresarle con todo su corazón lo hermosa que le parecía, con esas palabras o quizás unas mejores.
La chica respondió su pregunta anterior expresando que quería algo dulce, una tarta y un café,
-Si Alina, esa comida te queda bien, p-por dulce, claro…- comento intentando hacerlo de broma, pero más bien pareció un cumplido, levantando las cejas sorprendido por lo que acababa de decir y ruborizándose para luego jugar un poco con su cabello de los nervios mientras la miraba, esperando a que no se molestara por su comentario.
Inmediatamente le hablo a la mesera esperando que esa acción arreglara su comportamiento, que él pensaba que era mal educado, aunque al final haya terminado diciendo un comentario bastante vergonzoso a su parecer,
-Disculpe, yo pediré pan danés, para ella una tarta, y un par de cafés- dio a la orden a la mesera, mientras ella apuntaba en una libretita para luego alejarse con una sonrisa amable,
Luego la miro otro largo momento esperando el pedido, para luego darse cuenta que se estaba sobrepasando en solo mirarla sin decir nada, esos pensamientos hicieron que de nuevo recuperara sus mejillas sonrojadas,
“Vaya esfuerzo… me cuesta trabajo” pensó mientras volteaba hacia la mesa, jugando con su cabello de nuevo, cualquiera que los mirase pensaría lo mismo, un par de chicos bastantes tímidos.
Dejando escapar un suspiro volvió a dirigir su mirada hacia ella, para luego fruncir un poco el ceño,
-Lo siento… tengo que decírtelo- dijo con una voz decidida –E-estas preciosa, no puedo dejar de mirarte- confeso sonrojándose por completo volteando hacia otro lado aun con el ceño fruncido, sentía como su corazón latía fuertemente, aunque le costara trabajo sobrellevarlo era muy feliz en esos momentos con la chica que tanto le gustaba, quería tomar su mano de nuevo y sentir de nuevo su calidez, pero ahora solo debía aprender a expresarse un poquito más.

Notó como las mejillas del chico tomaban color con aquel comentario que ella había hecho, no sabía expresarse muy bien, pero el realmente se le hacía lindo. El chico agradeció por sus palabras para luego hacer un comentario que realmente la dejó asombrada, provocando que levantara levemente ambas cejas mientras observaba al chico, sin poder evitar volver a sonrojarse otra vez.
-¿Te parece?... te parezco dulce…-dijo casi en un susurro-… g-gracias, es lindo que pienses eso de mi…
Notó como el chico parecía sorprenderse de lo que había dicho y luego de sonrojarse un poco mas comenzaba a jugar nerviosamente con su cabello, solía hacer eso cuando se sentía avergonzado, o al menos eso parecía. Alina había notado que solía hacerlo muy seguido estando con ella, pero verlo solo le provocaba unas infinitas ganas de abrazarse a él con fuerza, ella también quería jugar con ese cabello negro que se le hacía tan bonito, pero claro, se moriría de vergüenza de solo mencionarlo.
Observó en silencio como el chico llamaba a la mesera y hacía el pedido, para él un pan danés, para ella una tarta y un café para ambos, la mesera anotó todo y luego de sonreír amablemente se retiró del lugar. Alina la observó por unos momentos pensando en que para tratar con las personas se debía ser amable si no la gente podría sentirse ofendida, ella podría hacer algo como eso, aunque no sabía si su timidez le permitiría hablar normalmente ante desconocidos; sabía bien que eso era algo que debía superar, al menos medianamente.
Cuando volvió a mirar al ojiazul notó como el miraba la mesa jugando nuevamente con su cabello, parecía estar nervioso por algo aunque anteriormente había notado como el nuevamente se le había quedado mirando de esa forma tan fija; cuando la veía así directamente a los ojos ella sentía que podría apoderarse de sus pensamientos y de su voluntad, solo se dejaría llevar por sus ojos y por su voz.
De pronto el chico le dijo que estaba bonita y con una voz decidida dijo que no podía dejar de mirarla, ella solo levanto sus cejas nuevamente mientras su rostro enrojecía por completo para luego bajar la mirada aun con las cejas levantadas, clavándolas sobre sus manos que jugaban nerviosamente sobre su falda.
-G-Gracias… esto… soy feliz… con tus palabras… yo…-apretó su falda entre las manos-… s-siento ganas de... abrazarte…
Apenas dijo esto sintió como su corazón se aceleraba a una velocidad tal que solo podía escuchar ese sonido retumbando en sus oídos, naturalmente era más fácil hacerlo que decirlo y en el proceso podría esconder su rostro en el pecho de él, pero en ese momento una mesa las separaba y las cosas solo podían ser habladas. Sabía que debía dejar de ser tímida con él, después de todo era su amigo y hasta lo quería más que eso, mucho más, tanto que deseaba estar siempre a su lado, cuidar de él, estar siempre que lo necesitase; había empezado a darse cuenta que realmente se estaba enamorando de él.

Ahora había provocado que la chica se sorprendiera por su comentario, sonrojándose de nuevo, para luego preguntar nerviosa en voz baja, el chico solo pudo asentir con una sonrisa nerviosa mientras se sonrojaba al mismo tiempo que ella, obvio le parecía la persona más dulce que jamás había conocido, por eso la adoraba tanto, por ser esa chica tímida y dulce que lograba acelerarle el corazón con tan solo observarla.
Ahora intentaba controlar sus nervios, pero no podía dejar de observarla lo bonita que cada día se ponía más y más, era eso, o se estaba enamorando perdidamente de ella. Al final termino expresando su sensación de no dejarla de mirar, llegando de sorpresa a Alina de nuevo, viendo como se sonrojaba completamente para bajar esta vez la vista jugando nerviosamente con su falda, para luego escuchar sus ligeros tartamudeos que apenas la dejaban expresarse, había agradeció entre eso por sus palabras, pronunciando que era feliz haciendo una pauta para luego decir que tenía ganas de abrazarlo, el chico reacciono esta vez sorprendido sonrojándose de golpe tras esas palabras, Alina quería abrazarlo y él estaba tan lejos, no sabía qué hacer, suspiro un poco antes de ponerse de pie, acercándose a ella, una vez cerca, la tomo de ambas manos para ponerla de pie, y aun sujetando sus manos las coloco alrededor de su cuello haciendo así que ella también lo abrazara a él, rodeando su torso con sus brazos inclinándose un poco, sentía su corazón latir fuertemente, intentaba controlar esa sensación, no quería ser ese chico tímido que siempre solía ser, mucho menos si quería demostrar con acciones a Alina cuanto la quería.
-E-estas mejor?- le pregunto nervioso, esperando a que le contestara, el también quería tenerla cerca, sentir su calidez y aroma, pero entre esos pensamientos de nuevo sintió aquella fuerte necesidad de quererla besar, sonrojándose más de golpe, recordando que ya la había besado una vez.
“No, aun soy su amigo. Los amigos no hacen eso” se dijo a si mismo retirando aquellos pensamientos de su mente. Por ahora quería estar tranquilo entre los brazos de la chica.

Aún con la mirada clavada sobre sus manos escuchó como el chico movía la silla y apenas levanto la mirada notó como se encontraba frente a ella. El ojiazul la tomó de ambas manos y la ayudó a levantarse, ella solo lo miró algo sorprendida para luego sorprenderse más cuando el colocó sus brazos alrededor de su cuello, su sonrojo se mantuvo sin posibilidad de disminuir mientras sentía como él rodeaba su torso con sus brazos. Inmediatamente sintió la presión de los brazos del chico sobre su cuerpo y como él se inclinaba levemente logrando que ambos cuerpos se juntaran aun mas, tanto que llegó a sentir como su pecho chocaba con el de él. Se quedó allí unos segundos con ambas cejas levantadas y los ojos bien abiertos tratando de asimilar lo que había pasado, hasta que finalmente una pequeña sonrisa comenzó a dibujarse en su rostro cuando escuchó aquellas palabras salir de la boca del chico.
-A-Ahora si… estoy bien…
Lentamente cerró los ojos sintiendo la calidez del ojiazul, enredando un poco más los brazos en su cuello, para luego y casis in darse cuenta llevar una mano a su cabeza y comenzar a jugar con su cabello, acariciándolo suavemente, enredándolo entre sus dedos; sentía que podría estar así eternamente, solo sintiéndolo entre sus brazos, solo escuchando la forma alocada en que latía su corazón.
-G-Gracias, por ser… tan lindo... conmigo…
Dicho esto solo escondió su rostro en el hombro de él, aspirando su aroma, sintiendo su calidez, pensando que tal vez todo aquello podía ser un sueño y que aún así estaría feliz, porque aunque lo hubiese soñado había tan estado cerca de él, aquel chico que adoraba; aquel pelinegris a quién realmente comenzaba a amar con todo su ser.

Permaneció sintiendo la calidez de la cercanía de Alina, le hacía sentir mucho mejor, la sensación de cómo si nada mas importara con tan solo sentir el amor que ella le trasmitía, era la primera vez que sentía algo así, y era realmente increíble y maravilloso,
Escucho la respuesta de la chica, lo cual también lo izo sonreír, sintiendo como ella lo rodeaba mas con sus brazos, comenzando por jugar con sus cabellos, sintiendo repentinos escalofríos, sonrojándose aun mas, de verdad sentía como si siempre hubiera pertenecido a los brazos de Alina, y aquella sensación de cariño le provocaba una enrome felicidad, que no sabía cómo expresarlo o decirlo,
Alina le agradeció repentinamente por ser tan lindo con ella, para luego esconderse en su hombro tímidamente, Dylan sonrió ante esas palabras,
-No me lo agradezcas… lo hago porque siento que quiero hacerlo- pronuncio sinceramente sintiendo su corazón latiendo con fuerza con cada momento que pasaba mas entre sus brazos, permaneció ahí un momento más, hasta que noto que la mesera se acercaba con sus cafés y postres, para retirarse con cuidado, no quería hacerla sentir mal separándose de golpe, aunque se sentía apenado con que la trabajadora mirara aquella situación bastante romántica, regreso a su asiento para luego sentarse, mientras la mesera sin ningún comentario comenzó por acomodar las tazas y los postres sobre la mesa con cuidado, mientras el chico miraba aun a la pelirosa, para luego sonreír aun algo ruborizado por el abrazo anterior, la mujer se fue de ahí dedicándole una sonrisa a los dos, parecía algo emocionada por la situación, quizás también llego a pasar por lo mismo cuando era mas joven,
-Bien, veamos cómo está- dijo algo preocupado sosteniendo la taza entre sus dedos, no había llegado a probar nunca café en un sitio así, ni en Inglaterra ni desde que llego a América. Por ahora solo quería concentrarse en comer, pues con Alina viéndolo sentía algo de nervios que provocaba que sintiera una sensación extraña en el estomago, no sabía si eso le permitiría comer sin dificultad.

Aún escondiendo el rostro en su hombro, aspirando su aroma y sintiendo su calor escuchó como él le decía que no había necesidad de agradecimiento porque él lo hacía por propia voluntad. Sonrió un poco al escuchar aquellas palabras mientras dejaba de jugar con su cabello, aunque desease hacerlo más tiempo tampoco quería incomodarlo. Poco después el chico comenzó a separarse de ella y al levantar la mirada entendió que era porque la mesera se acercaba con el pedido. Con las mejillas teñidas de un rojo vivo se sentó en su lugar esperando a que la mujer colocarla los postres y los cafés en su lugar respectivo, subiendo la mirada notó como Dylan la miraba con una sonrisa y un leve rubor en sus mejillas, ella solo pudo corresponderle a su sonrisa con una dulce sonrisa dedicada solo para él.
Cuando la mesera dejo las cosas arreglándolas perfectamente se marcho de allí con una sonrisa amable, Alina pudo notar cierto brillo en sus ojos que de alguna manera y sin saber porque logro sonrojarla un poco más, seguramente se hubiese dado cuenta de lo que sucedía entre ellos o tal vez esto resultase demasiado notorio, no tenía idea pero aún así solo podía sonrojarse un poco más.
-Si… esta tarta se ve deliciosa…-dijo clavando la mirada en la blanca tarta que tenía enfrente-
Tomó primero la taza para darle un pequeño sorbo al café intentando no ponerse muy nerviosa de tenerlo en frente, realmente sentía como su cuerpo temblaba levemente y lo notaba en sus manos, pero además de eso una extraña sensación en el estómago le había aparecido de repente sin que supiera muy bien la razón.
-Nunca he… hecho esto… es decir, comer así afuera… mi madre preparaba deliciosos dulces, pero por mi condición… siempre comíamos en casa… nosotros tres…
Dijo esto con una voz suave mientras ciertas imágenes de su infancia parecían aparecerse en su mente, de alguna forma esto lograba calmarla un poco para dibujar una pequeña sonrisa al llevarse un bocado de la tarta a la boca y degustar su dulce sabor, repentinamente sus ojos parecían brillar más que antes, era sabido y estaba claro; adoraba las cosas dulces.

Una vez sentado en su asiento miro como Alina parecía tan nerviosa como el, eso era algo que mirándolo de ella le parecía tan lindo y le daban ganas de abrazarla de nuevo, era extraño pero eso le distraía de sus propios nervios. Escucho como Alina se expresaba de su comida, sonriendo el comenzó por beber un sorbo de su café, no quería mirarla tanto pues quería que disfrutara su comida sin ponerla incomoda de mas, le dio una probada a su postre cuando aun lo degustaba escucho a Alina para luego subir la vista, no quería que pensara que no le estaba prestando atención, mientras esperaba a terminarse su bocado miro como Alina parecía tener un brillo en los ojos, realmente amaba los postres, no pudo evitar sentir una especie de felicidad al verla así,
-Bueno… ahora que no está tu familia cerca tendré que reemplazarlos un poco…- le respondió con una linda sonrisa intentando darle ánimos, no quería que se sintiera sola repentinamente, pero luego se dio cuenta de que lo decía era demasiado importante, se sonrojo mientras aun sonreía dejando la taza de café sobre la mesa pues sentía que sus mismos nervios provocarían que la soltara –Bueno, si me permites cuidar de ti- pronuncio desviando un poco la mirada como siempre lo hacía cuando su sonrojo le ganaba la presencia.

Aún miraba la tarta embelesada por su aspecto y por su dulce sabor, en su paladar se ponían en juego todo tipo de sabores dulces que le llevaban aquel brillo especial a sus ojos claros y que seguramente la hacía verse bastante emocionada y alegre, realmente lo estaba.
Aún pensando un poco en aquellos lindos recuerdos con sus padres sintió la mirada del ojiazul sobre si y al devolvérsela con cierta timidez escuchó como él le decía que al no estar su familia el tendrá que reemplazarlos un poco. Sin duda se sorprendió con aquel comentario y se sonrojó rápidamente para sentir como su corazón se aceleraba, olvidándose del sabor dulce en su boca, ella realmente lo quería como tal para cederle ese lugar, quería estar con él y le hacía feliz saber que él quería estar a su lado para cuidarla; simplemente era feliz con eso.
-C-Claro que si…-bajo sus manos para jugar con sus dedos algo nerviosa-… eres muy importante para mi…-bajando la mirada hacia sus manos-… y me gustaría… que estés a mi lado… q-que me cuides, eres para mi….tan importante… como … mi f-familia…
Dicho esto alzo sus cejas para solo quedarse en silencio mientras clavaba los ojos sobre sus manos que jugaban nerviosamente con sus pequeños dedos, alzando un poco las cejas sin entender como había sido capaz de decir eso; aquello que había dicho demostraba claramente que el cariño que sentía por él era mucho más grande que una amistad, de cierta forma le había dado entender que quería estar a su lado.

Aun se sentía nervioso al darse cuenta de que sus palabras habían surgido de su boca casi sin pensarlo, era verdad, era lo que sentía dentro de sí, y no podía negar aquellas palabras como si realmente se hubiera equivocado, miro por unos segundos a Alina quería estar seguro de su reacción, ella parecía confundida y sus mejillas se habían teñido, ahora el sentía de nuevo unas ganas enormes de acercarse a ella y solo besarla, pero como siempre, intentaba evitar aquel fuerte sentimiento.
La chica respondió en un tono nervioso que él era muy importante para ella, y que le gustaría que estuviera a su lado para protegerla, comparando que era muy importante tanto como su propia familia, el chico se quedo anonadado ante esas palabras, sonrojándose por completo, no se esperaba a que ella dijera eso, sabía que era importante para ella, pero no tanto, eso lo hacía verdaderamente feliz, provocando que sonriera sin poder controlarlo,

-G-gracias Alina…-pronuncio algo nervioso mientras sus mejillas seguían ruborizadas – Daré lo mejor de mí, solo para cuidar de ti- agrego dedicándole una linda sonrisa, para luego ver que no había avanzado mucho con su café y postre, que ya comenzaban por enfriarse, soltó un suspiro no esperando comentario alguno a lo que acababa de confesar, pues el tenía muy claro que era lo que quería hacer, y esa era la razón de su timidez extrema, pero quería hacerlo lo mejor posible, continuo por darle otro bocado al pan danés, saborearlo un poco antes de continuar con su café, todo sin subir la mirada, sabía que si miraba a Alina una vez más su corazón se aceleraría y su estomago comenzaría a provocar esa sensación extraña que siempre continuaba por intrigarlo.

Aun observando sus propias manos escuchó como el chico le agradecía para luego decirle que daría su mejor esfuerzo en cuidar de ella, provocando que una vez más el corazón de la pelirrosa aumentara su ritmo de forma sorpresiva. Aún no podía creer que sobreviviera a todo ello, todas las sensaciones que tenía cuando estaba cerca de él, solo con oír su voz, solo eso era suficiente para sentirse feliz. Nuevamente el silencio invadió el ambiente, más bien la ausencia de la voz de alguno de los dos, puesto que por estar en el exterior el ruido del tránsito y de las personas conversando alrededor era lo que más invadía el lugar en ese preciso momento.
Levantando un poco la mirada observó como el chico seguía comiendo lo que había pedido y se decidió a hacer lo mismo, intentando ignorar todas aquellas extrañas sensaciones que invadían su estómago y su pecho en aquel momento. Volviendo tomar el tenedor cortó un pequeño pedazo de aquel blanco pastel para llevárselo a la boca y volver a degustar aquel sabor mientras sus ojos volvían a iluminarse, era tan común en ella aquel gusto por lo dulce, desde pequeña ya había sido así.
Permaneció en silencio entonces comiendo su tarta, casi sin que se diese cuenta una serie de recuerdo comenzaron a pasar por su mente, desde el primero día que había llegado a la academia, las veces que había ido a la biblioteca, las clases de los diferentes profesores, algunos muy estrictos y otros no tanto, hasta aquella clase del profesor Rhy en donde había conocido a quién ahora tenía en frente. Nunca hubiera podido imaginar que tantas cosas pasarían en tan poco tiempo y que podría verse tan cercana a alguien y menos a un chico, tan cercana que hasta extrañaba su presencia cuando él no estaba; ya se había convertido en parte de su vida sin lugar a dudas.
-Recuerdas… la clase del profesor Terrel… allí donde nos conocimos…-dejando el tenedor sobre el plato-… tú te acercaste a mi…-observo al chico sonrojándose un poco más-… ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué… me elegiste a mi?... en aquel momento no se me ocurría como pudiéramos combinar nuestras habilidades, sin embargo…
Una pregunta y un comentario tonto mas bien y hasta tal vez fuera de lugar, pero ella sabía que agradecía la iniciativo que aquel chico había tenido para acercársele aquel día, después de todo si no hubiese sido así, tal vez nunca se hubiesen conocido, y en el punto que estaba y con todo aquello que sentía por él, y en como lo extrañaba, ya no podía imaginarse como hubiera seguido su vida sin tenerlo cerca. Sonrojándose un poco mas bebió un largo sorbo de café sintiendo el calor dl líquido sobre su lengua, había comenzado a temblar de repente con aquella pregunta que consideraba tonta pero de la cual en realidad deseaba escuchar una respuesta.

Dylan aun comía tranquilamente degustando el café que le pareció demasiado bueno a comparación del de cafetera que era el que siempre acostumbraba a probar, ya se había olvidado un poco de su timidez, cuando de repente escucho la voz de Alina recordándole la situación en la que se habían comenzado a hablar, pues esa no había sido la primera clase donde se habían visto, la chica parecía interesada en saber porque la había elegido a ella como equipo, a lo cual el chico sorprendido pero algo serio y con un rubor sobre sus mejillas que repentinamente había aparecido, dejando la taza de café sobre la mesa de nuevo, colocándola con cuidado sobre su base,
-Ahm… Bueno…- titubeo un momento, no sabía si se molestaría por la razón pero tenía que decírselo de todas maneras, algún día se enteraría, podía notarse claramente que había intimidado con su pregunta al chico – Tenía que elegir alguno que atacara a distancia, estaba entre tú y un chico con Cyroquinesis… obvio te preferí a ti… pues… me pareciste demasiado linda- confeso mirando hacia otro lado sonrojándose fuertemente, tener que confesar que una chica te guste desde el principio lo hacía sentir raro y quizás avergonzado por lo que ella pudiera pensar.
-P-pero hicimos buen equipo, lo recuerdas?- pregunto intentando desviar el tema mientras la miraba, pero sin hacer contacto con los ojos teniendo aun las mejillas enrojecidas, tenía miedo por lo que ella pensara de el de ahora en adelante, quizás pensaría que así era con todas las chicas, pero no era así, esa primera vez que la conoció simplemente fue algo que él no pensó dos veces, quizás solo había decidido hablarle, después de todo ella parecía una chica tan tímida y tierna, algo que izo que le diera confianza en hablarle.

Subió un poco la vista para observar a Dylan mientras este le daba una respuesta y notó como se sonrojaba levemente, pero su expresión era más bien sería y parecía verse algo incómodo, dejando la tasa sobre la mesa la acomodó bien para luego titubear unos segundos. Alina no pudo evitar sonrojarse un poco más pero aun así no dejó de verlo, solo bajo un poco más la cabeza para subir un poco más la vista, su cuerpo aun mantenía un leve temblor pero ya se había desviado un poco más al intenso color en sus mejillas.
Escuchó como el chico decía que necesitaba elegir a alguien que atacara a distancia y que estaba entre dos opciones, aquel chico de cabello negro y ojos carmesí que ella recordaba haber visto el día que llegó y luego ella, ambos eran psíquicos. Observándolo en silencio se sonrojó aún más cuando lo oyó decir que la había elegido a ella por ser linda, y no solo eso, el había dicho “demasiado linda”. Su corazón se aceleró de golpe, con eso había querido decir que desde aquella clase había pensado eso de ella, y cada momento y cada cosa que vivieron juntos se había vuelto única simplemente por eso, porque ambos se sentían atraído por el otro sin ser capaces de decirlo y hasta tal vez sin ser capaces de darse cuenta ellos mismos.
Mientras sus ojos se humedecían levemente observó como el desviaba la mirada mientras su rostro parecía estar completamente sonrojado, ahora lo entendía, todos aquellos gestos, todas aquellas palabras y acciones hacia ella, todos habían sido únicos simplemente por el hecho de compartir aquellos dulces sentimientos. Sonrió dulcemente mientras se refregaba los ojos con las manos, no podía evitar sentirse inmensamente feliz, ese sentimiento la llenaba de calidez y su corazón parecía estar más vivo que nunca.
Cuando se dispuso a contestar algo, el hizo una pregunta que parecía querer evadir el tema, ella lo sabía, seguramente el se había sentido demasiado incómodo en tener que contarle eso y ahora quería cambiar el tema rápidamente, pero ella aún quería decirle lo que aquello le parecía, así que notando como el miraba su cabello que se movía con el viento, le dedicó una mirada y una sonrisa de las más tiernas de las que fuese capaz.
-Ya veo… me alegro que me hayas elegido… porque así… por eso hoy… estamos aquí…-acomodándose unos mechones de cabello detrás de la oreja-… si no nos hubiésemos conocido no sé cómo serían las cosas hoy…-bajando la mirada-… tal vez hubieran algunas cosas que no hubiese podido soportar sola, pero… con tu compañía… todo es diferente…
Observando su pastel con el cual ya iba a más de la mitad, tomó su tenedor nuevamente y llevó a su boca un nuevo trozo para degustarlo con una pequeña sonrisa, para luego sonrojarse un poco mas y levantar la vista hacia el sonriendo ampliamente.
-Si hicimos un buen equipo, aunque al principio no supiera cómo combinarnos… al final todo pareció ir tan bien, hasta el maestro nos felicitó…-riendo un poco-… a fin de cuentas esa clase… no fue tan mala.
Dicho esto volvió a darle un gran sorbo a su café alzando un poco las cejas ¿Qué había sido esa sensación? De repente sentía que podía sentirse tranquila a su lado, la timidez extrema parecía apaciguarse un poco a su lado, y es que él le inspiraba tanta confianza, sentía que podría dejarse llevar ciegamente por él y que nunca haría algo que la lastimase; realmente sentía que él cuidaría de ella y que en su cuidado podría confiar sin temor alguno, tanto así como confiaba en su propia familia.

Alina parecía haberlo visto de buena manera, es mas de una excelente manera, parecía tan feliz y tan cálida, como si esas palabras hubieran sido captadas a la perfección como era lo que el sentía, no había malinterpretado nada, la miro un gran momento incrédulo de lo que podía estar pensando, esperando la respuesta de su cambio de tema, su corazón latía con fuerza y ya no era temor por lo que ella pudiera pensar si no, nervios porque ahora sabia la verdad de siempre, sintiéndose algo patético de haberse enamorado tan fácil y tan rápido de ella, quizás era así, la chica era tan dulce y perfecta para el, que él no pudo haber evitado sentir algo tan fuerte inmediatamente.

Ella le dedico una tierna sonrisa, de las más dulces que podía demostrarle haciendo que de nuevo las mejillas de Dylan ganaran algo de color mientras bajaba un poco la mirada, suspiro dentro de sí para luego escuchar lo que tenía que decirle a él, tras esas palabras sintió una gran alegría pero aun sus nervios lo dominaban, aun así sonrió para ella, espero un momento hasta que de nuevo volvió a hablar diciendo que habían hecho un buen equipo, tenía razón, a fin de cuentas esa había sido una muy buena clase, que había valido la pena, pues la había conocido a ella, la persona más importante para sí mismo, la razón más importante de su fortaleza.

Sin responder nada se dirigió al último bocado de Pan Danés y se termino el café rápido, para ponerse de pie, caminar hasta donde estaba ella y extender la mano hacia Alina para que la tomara, quería llevarla a otro sitio.

-Vamos… te llevare a otro sitio mas familiar- pronuncio con una dulce sonrisa, había ganado fuerzas para seguir adelante con su plan.

Luego de aquel nuevo largo sorbo a su café, dejó la taza suavemente sobre el platito para después volver a tomar el tenedor y cortar el que sería uno de los últimos trozos de su delicioso pastel; lentamente se lo llevó a la boca y lo degusto volviendo a inundarse con aquella marea de dulces sabores que suavemente recorrían su paladar. Embelesada con aquel sabor se quedó en silencio por unos segundos mientras acababa con lo que quedaba de su trozo de pastel para después beberse el último sorbo de su café y al levantar la vista se sorprendió al notar que Dylan se acercaba a ella para detenerse a su lado y extender la mano.
-¿Dylan?
Escuchó como él le decía que la llevaría a un lugar más familiar y solo pudo dedicarle una dulce sonrisa para luego correr un poco la silla y ponerse de pie, tomando así suavemente la mano que el chico le ofrecía.
-Esta bien... vamos...
Estando ya de pie se quedo observando su sonrisa, casi perdiéndose de nuevo en aquellos profundos ojos azules, esperando a que él la llevase hacia donde desease, después de todo sabía que lo más importante era estar con el.

Apenas la chica había notado su presencia, parecía algo confundida al principio pero al final dedicándole una dulce sonrisa se puse de pie para darle la mano, pronunciando un “está bien, vamos”. El chico la miro un momento intentando averiguar si estaba bien que se marcharan y noto de nuevo esa mirada en ella, clavada en sus ojos, siempre cuando ella lo miraba así el sentía una sensación muy fuerte de acercarse tanto y cerrar sus lindos y brillantes ojos con un beso, no podía evitarlo pues era parte de los sentimientos que sentía por ella. Así que siempre que ella lo mirase así podía asegurarse de que Alina ya le había ganado a Dylan, provocando que de nuevo sintiera nervios y un sonrojo muy fuerte sobre sus mejillas.
Frunció un poco el ceño pues esa sensación no era muy cómoda, mas si en realidad no quería besarla aun, o al menos no estaba en su plan besarla pues aun tenía una fuerte ideología de que eso estaba mal. Camino de la mano de la pelirosa, sosteniéndola con calidez entrelazando casi todos sus dedos como si de novios se tratase, su camino era de vuelta a la academia, y en todo el camino no dijo una sola palabra, solo camino a su lado igualando el mismo pasó que ella.

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