Re: Después de Bulgaria. [Priv. Nathan][+18]

por **Nathan Wence** Sáb Ago 13, 2011 11:29 am

Estrechó en sus manos las nalgas contrarias con un gemido ahogado, entrabriendo sus ojos para observar desde su posición al mayor.
No sabía decir si aún estaba mojado del agua del baño o si había empezado a sudar, con el pecho moviéndosele de arriba abajo.
Sin embargo... Le miró ligeramente triste.

"Sólo somos compañeros de cama, yo no necesito nada, mas que follar como se debe"

Bajó un poco su mirada mordiéndose el labio inferior y volviendo a prestar atención a la extensión contraria, lamiendo su largo mientras cerraba los ojos, notando mojarle las mejillas del líquido.
Jadeó contra el falo, moviendo ligeramente sus caderas, tensándose su bajo vientre y sintiendo sus interior dilatarse con suavidad.
-Ian... Ha... Hazmelo... -Susurró ronca y suplicantemente, entreabriendo los ojos.

por **Ian Van Riebeeck** Sáb Ago 13, 2011 7:27 pm

Estaba mas que satisfecho con las palabras que salieron de la boca del griego con aquella excitante entonación, le encantaba oír su nombre saliendo de esa manera de los labios de Nathan, era toda una delicia para sus oídos, no se hizo del rogar, lamió ligeramente la punta de la erección ajena antes de sacarla de su boca, relamiéndose los labios para probar cada gota de amargo y salado liquido que había en sus labios, la esencia del menor.
Empujo sus dedos mas profundo en la entrada del otro chico antes de sacarlos con suavidad, se quito de encima del peliverde, alejando su miembro palpitante de aquella boca.

-Si eso quieres...lo haré -dijo en voz baja y ronca por la necesidad, arrodillándose entre las piernas del menor, inclinándose para besarle con intensidad, devorando lentamente sus labios y el interior de su boca, mezclando sus salivas que aun tenían el sabor del liquido pre seminal, jugando con su lengua, acariciando el musculo ajeno y mordiéndolo un poco antes de separarse.
Tomo una de las piernas del chico, acomodándola sobre su hombro mientras tomaba la otra, guiándola para que rodeara su cintura, rozando la punta de su miembro en la estrecha entrada, empujando sus caderas y su anatomía hacia adelante, iniciando la penetración, invadiendo el cuerpo ajeno, cerrando sus ojos mientras su dureza se abría paso por el interior, dejando salir un jadeo apenas su erección estuvo por completo dentro, respirando agitadamente y dándole unos minutos a Nathan para que se recuperara.

por **Nathan Wence** Miér Ago 17, 2011 10:06 am

Boqueó un poco en el aire cuando la erección contraria salió de su boca, mirando a Ian a los ojos por unos instantes con la respiración agitada.
Su rostro ardía de calor, ligeramente humedecido por el sudor y algún fluído, tomando aire por sus labios entreabiertos mientras la mirada le brillaba en deseo.
Tomó el rostro contrario por la nuca, atrayéndolo hacia sí mientras se arqueaba suspirando, enredando sus dedos en el cabello mientras rozaba la lengua contraria, enredándola a la suya y sintiendo perfectamente la tibiez de ambas.
Acomodó sus piernas, rozando intensamente la piel contraria llevando una de sus manos a su propia nalga, abriendose un poco al miembro contrario que rozaba su entrada dispuesto a invadirle.
Echó su cabeza atrás en un gemido, apartándose los cabellos del rostro, apretándole ligeramente con sus piernas, moviendo con suavidad el trasero notándole palpitar en su interior.

por **Ian Van Riebeeck** Miér Ago 17, 2011 11:43 pm

Nunca había visto nada mas erótico que la expresión del griego en esos momentos, el sudor resbalando por su fina, pálida y tersa piel blanca que tenia un delicioso tono carmesí en sus mejillas ademas de estar manchada con algunos rastros de su propio fluido, se relamió los labios y busco su móvil entre las ropas, lo encontró...estaba bastante maltratado, iba a tener que cambiarlo pero servia para el urgente propósito perverso que rondaba en su mente, lo encendió y sin pedir permiso tomo un par de fotos al rostro del peliverde, dejo el aparto a un lado y volvió a juntar sus bocas en un beso apasionado, demandante y sensual, enredando sus lenguas, moviéndolas con destreza una sobre la otra, recorriendo todo el interior de la boca del griego, dejando que la tibia saliva resbalara por la comisura de sus labios.

Hasta ese momento no se había movido dentro del cuerpo del menor, había esperado, deleitándose con las descargas placenteras que recorrían su columna vertebral al sentir como esa entrada apretaba con firmeza su miembro-...No...no voy a contenerme -le advirtió al menor, cuando por fin se separaron del beso, mirándole con intensidad, con deseo, lujuria y muy...muy en el fondo estaban esos sentimientos que comenzaban a formarse en su pecho y que no quería que crecieran, quería desaparecerlos. Con cuidado movió sus caderas hacia atrás para luego empujarlas con firmeza, hasta hacer que sus testículos chocaran con ese trasero, iniciando el vaivén, embistiendo lentamente pero con la suficiente fuerza para llegar lo mas profundo que podía. Su falo se resbalaba con facilidad en el interior de la carne húmeda, caliente y que le estrangulaba de forma exquisita, golpeaba constantemente sus caderas con las nalgas del menor mientras escondía su rostro en el cuello de Nathan, lamiendo a placer el delicioso cuello que se exponía como el mejor de los platillos, besando y succionando su manzana de Adán, marcándolo con fiereza sin dejar de penetrarlo.

La atmósfera comenzaba a caldearse, subiendo rápidamente la temperatura de la habitación, por su cuerpo comenzaba a resbalar el sudor, su piel se erizaba y sus músculos se tensaban bajo la deliciosa sensación de que el orgasmo se acercaba poco a poco, dejando salir gemidos ásperos, graves y en voz alta con los ojos entreabiertos, sin perder detalle de la expresión del menor.

por **Nathan Wence** Jue Ago 18, 2011 5:49 pm

Entornó un poco su mirada, abriendola ligeramente de nuevo para observar como el rubio sostenía en sus manos el móvil.
No produjo ninguna luz, pero escuchó claramente cómo disparaba con la cámara, tomándole varias fotos.
Confuso, miraba al objetivo aún jadeando, dejando escapar un poco su duda en un jadeo profundo, callado por los labios del sudafricano.
Ladeó su rostro acariciándole la espalda, recorriéndola superficialmente con sus uñas mientras abría y cerraba sus labios sobre los contrarios, restregando su lengua sobre la aterciopelada contraria, mordiéndola un poco mientras esta se dedicaba a recorrerle, acabando por atraparla entre sus labios sorbiendo como había hecho antes con el miembro contrario.
Un poco de saliva resbaló por sus labios, mirando a los ojos contrarios mientras le advertía.
-¡¡¡U-Uah!!! -Gimió fuertemente con la primera estocada, arqueando su espalda hasta dibujar un arco perfecto, arañándole ligeramente.
Ladeó su rostro a los labios contrarios, moviendo sus trasero a las caderas contrarias, sintiéndolo golpear su interior, así como su miembro quedaba aprisionado entre ambos vientres.
-Más.... ah... m-más! -Gimió pegándolo más contra sí

por **Ian Van Riebeeck** Jue Ago 18, 2011 10:46 pm

Ni siquiera le dolían los arañazos en la espalda, los agradecía porque hacían que mantuviera su cordura y concentración, su miembro palpitaba dentro del recto del menor que le apretaba con firmeza, haciéndole jadear y respirando agitadamente para llevar aire hasta sus pulmones. La piel del interior del griego era exquisita, suave, húmeda y caliente, acariciando de manera increíble su extensión erecta.

Una de sus manos sostenía la pierna del menor que rodeaba su cintura, aferrándose con ella hasta dejar las marcas de sus dedos mientras su mano libre se apoyaba en la cama para mantener el equilibrio. Volteo su cara para besar suavemente el muslo interior de la pierna del griego que estaba sobre su hombro, lamiendo sensualmente la piel hasta succionarla con fuerza dejando algunas marcas rojizas sobre la dermis, sus caderas se movían con fuerza, abriéndose paso por la estrechez del cuerpo ajeno, embistiendole hasta llegar a lo mas profundo de aquel cuerpo, la cabeza de su falo duro acariciaba y empujaba la próstata del peliverde con cada nueva penetración-...Carajo...ahmm e-eres...tan...estrecho -murmuro con la voz ronca, dejando salir algunos sonidos guturales de placer, mordiendo la piel de su muslo con firmeza.

Obedeció a la suplica de Nathan, moviéndose mas rápido, había dejando salir esa necesidad animal de poseer y satisfacer al menor, le embestía con fuerza y rapidez, deleitándose con la sensación que le brindaba cada roce entre sus cuerpos, el sonido tan erótico que salia de sus testículos golpeando las nalgas del griego cada que movía sus caderas, se había olvidado de la delicadeza, embistiendole y casi partiendo en dos el cuerpo del chico de ojos violáceos.
Se inclino lentamente y comenzó a besar el rostro del menor, rozando sutilmente sus narices antes de juntar sus labios en un beso apasionado y con un toque de ternura intentando desahogar la confusión en sus sentimientos, ahogando los sonidos de satisfacción de ambos sin dejar de penetrarlo de aquella manera salvaje.

por **Nathan Wence** Vie Ago 19, 2011 8:19 am

Abrió un poco más sus piernas, tensando una de ellas bajo los labios contrarios.
Su cabello se extendía a los lados de la cama, despeinado, pintando de tonos verdosos las sábanas, llevándose unos dedos a los labios con tal de pausar un poco su ritmo cardíaco.
Estaba acelerado, más que de costumbre, más que la última vez, y no sabía cómo tomarse eso. En cualquier momento, su mente se desvanecería por culpa del placer, ciego en el deseo de ser marcado de tal forma que todos supieran que sólo pertenecía al rubio.
-¡¡¡Ahhh~!!! ¡Oh, Ian! -Gimió fuertemente abriendo sus ojos de par en par con cada golpe que recibía en su próstata, tensándose su bajo vientre.- Ah-Así...! Mmm!!!
Mordió el labio inferior contrario, tirando ligeramente de él para que se juntaran ambos labios y, a pesar de la agresividad que estaban mostrando ambos en aquél momento, su beso fue un poco más lento y cuidado, cerrando los ojos y bebiendo de la boca del sudafricano, acariciando el paladar contrario con la punta de su lengua, así como descuidadamente llevó una de sus manos a la que con la que se apoyaba en la cama y la acarició, con suavidad, calidez, enrollando sus dedos en los contrarios.
Y mientras, llevó su otra mano a su miembro, tocándoselo despacio, distrayéndose en su pringosa punta.
Quería que le viera así, tocándose por y para él.
"Me importas... mucho..."

por **Ian Van Riebeeck** Vie Ago 19, 2011 5:32 pm

Mantenía sus ojos verdes abiertos, obligándose a no cerrarlos en ningún momento, admirando cada gesto, sonido, expresión en el rostro y el cuerpo del griego, sabia que podía lastimarlo a aquel ritmo frenético que llevaba pero no era un idiota por lo que intercalaba entre unas embestidas duras, fuertes, profundas y rapidez con penetraciones mas lentas, suaves, moviendo sus caderas para acariciar su miembro cada pedazo del interior de Nathan...Quería prolongar ese momento lo mas que pudiera, sentirlo y marcarlo para que nadie dudara que ese cuerpo, el deseo y la lujuria dentro del peliverde le pertenecían solo a él.

Su cuello, su rostro y el resto de su cuerpo se encontraba perlado con una fina capa de sudor sobre su piel ardiente, cada musculo se tensaba lentamente logrando que se estremeciera con suavidad, respondiendo el beso con pasión y ternura mezcladas, rozando sus labios, lamiendo aquellos carnosos labios, deseando devorarlo desde la garganta, por completo. No se quejo cuando el mas joven entrelazo sus dedos, apretó ligeramente el agarre sin dejar de embestirle con firmeza, empujando sus caderas contra aquel delicioso trasero que con cada segundo que pasaba le apretaba con mas fuerza apenas dejandole moverse.

Sus ojos brillaban con la chispa del deseo intenso, mirando como el chico de ojos violeta se masturbaba, acariciándose con lentitud, ofreciéndole una imagen sumamente erótica, los sonidos de los gemidos de ambos se mezclaban, los del sudafricano eran bajos, ásperos al mismo tiempo que apretaba su mandíbula; porque Nathan tenia que hacerle eso...No quería enamorarse, eso solo lo volvería dependiente de alguien, le haría sufrir, haría sufrir al menor y todo iba a terminar mal como todas las cosas en su vida. Embistió con mas fuerza llegando hasta lo mas profundo en su interior, quedándose quieto unos segundos antes de mover sus caderas en círculos en aquel lugar sintiendo los temblores placenteros del cuerpo ajeno, el rubio dejaba escapar gemidos de completo éxtasis.

por **Nathan Wence** Sáb Ago 20, 2011 3:28 pm

Presionó la punta de su propio miembro con el pulgar, entreabriendo los ojos para encontrarse con los contrarios.
Las embestidas tenían tanta fuerza que daba la sensación que en cualquier momento su cuerpo no aguantaría más y se partiría en dos, pero ciertamente, a Nathan eso poco le importaba, aunque sintiera alguna de las penetraciones dura.
En su cabeza no dejaba de arremolinarse cada pensamiento. Bien visto... Ian se mostraba bastante interesado en el ámbito sexual... Tal vez...
"Tal vez fuera yo quien se hiciera ilusiones..."
Suspiró un tanto lento cuando notó que bajaba un poco el ritmo, casi saliendo entero de él para volverlo a llenar. Aflojó un poco la mano que presionaba su miembro, acariciando el largo del falo con más lentitud, produciéndole espasmos con cierta tortura al presionar el glande.
Notó entonces como el mayor correspondía a su mano, entrelazando los dedos a esta con firmeza. Nathan alzó el rostro a él abriendo un poco más sus ojos.
"Si sólo es sexo... ¿Porqué me tomas la mano de esa forma tan cálida, Ian?"
Estuvo a punto de preguntarlo, pero los movimientos pélvicos que sentía dentro ensanchándolo aún más en su interior hicieron que el griego no pudiera evitar notar miles de punzadas en su vientre, manchándose el estómago con su propio semen dando un gemido entrecortado.

por **Ian Van Riebeeck** Sáb Ago 20, 2011 11:41 pm

Sentía como aquel interior le apretaba con fuerza, se contuvo para no venirse en el momento en que el peliverde se manchaba con su semen logrando que los músculos de su recto le presionaran de manera imposible, dejo salir un jadeo, inclinándose y apoyando su frente sobre el pecho del menor, con la respiración agitada, deteniendo las embestidas por unos momentos, deleitándose con las sensaciones que provocaba el griego en él.

El sudor resbalaba por la caliente piel de su cuerpo, dejo que sus labios comenzaran a dejar besos húmedos por el cuello de Nathan, aspirando su aroma natural mezclado con el olor intenso a sexo, mordió con firmeza la unión de su cuello con el hombro, succionando la piel tersa y pálida, sin soltar el agarre que tenia en la mano del chico de ojos violeta, sus dedos entrelazados le daba cierta sensacion de seguridad, de cariño, de aquellas emociones que nunca antes nadie le había mostrado. Porque el sudafricano nunca había conocido el amor, el cariño, la preocupación, tenia una familia que lo odiaba y le tenían miedo así que era como si nunca hubiera tenido a nadie.

Siempre solo. Así había sido la vida del rubio pero ahora tenia a ese chiquillo que estaba detrás de el, que no dejaba de preocuparse y que dependía totalmente de su fortaleza...No sabia que hacer pero tampoco quería pensar en eso-...Nathan...-murmuro entre suaves gemidos, en el oído del griego, mordisqueando suavemente su oreja, metiendo su lengua en el interior de su oído, empujando sus caderas para seguir penetrandolo lentamente pero con firmeza, llegando profundo y acariciando la próstata del menor, reprimiendo sus propios sonidos de placer, tensando su mandíbula.

por **Nathan Wence** Mar Ago 23, 2011 6:33 am

Subió su mano despacio, mojada por culpa del semen, y lamió la punta de sus dedos con cierta vergüenza. Al final, su aguante le había fallado, e Ian se inclinó sobre su pecho frenando.
Casi estuvo el griego por disculparse, cruzándose de nuevo con la mirada contraria, pero esta se desvió a su cuello, produciéndole algún que otro suspiro.
Giró su rostro acogiéndolo contra sí, jadeando en susurros contra el oído del sudafricano por cada atención en su piel. Gimió un poco al sentir la húmeda lengua en su oreja, sorbiéndole el lóbulo, mordiéndolo para luego recorrer el contorno del oído para poco después penetrarlo.
La piel en su cuello palpitaba enrojecida, marcado, pero con tan sólo oirle susurrar su nombre su miembro empezó de nuevo a reaccionar, alzando un poco su trasero con cada embestida.
-I-Ian... eres... hmm! delicioso...

por **Ian Van Riebeeck** Mar Ago 23, 2011 4:32 pm

Movió su lengua con suavidad en el interior del oído ajeno, sorbiendo lentamente mientras sus manos se deslizaban lentamente por el torso perlado de sudor del menor, acariciando la piel con la punta de sus dedos hasta llegar a sus pequeños pezones, acariciándolos con sus dedos en círculos, frotándolos con suavidad hasta dejarlos erectos solo entonces se sintió satisfecho y siguió con la exploración del cuerpo ajeno, dejando que sus labios jugaran con la piel de su cuello, recorriendo sus hombros con la punta de su lengua mientras sus manos acariciaban con suavidad los costados de la esbelta y frágil anatomía del Griego.

Le toma con firmeza, siguiendo el recorrido por su figura, empujando sus caderas con fuerza para embestirle de manera profunda, intensa, salvaje así como lo era el sudafricano, sus testículos golpeaban las nalgas del peliverde con cada penetración, haciendo del vaivén algo mas exquisito, sintiendo como su erección resbalaba por el interior de Nathan, siendo acogido por aquellas estrechas paredes, logrando hacer un efecto de succión que le empujaba mas y mas profundo, sumido en las deliciosas sensaciones que le acercaban lentamente al deseado orgasmo.

Las palabras del chico de ojos violetas solo servían para excitarlo mas, para hacer que aumentara el ritmo al que me embestía, desando partir en dos aquel lascivo cuerpo que tanto le gustaba, que le fascinaba y que con un poco de practica seria perfecto en la cama. En su cama, era lo que pensaba el rubio, nunca en la de ninguna otra persona-...nnghh...N-nathan...ah...ahh -pronuncio su nombre entre gemidos roncos y bajos, frunciendo su ceño, con las mejillas con un suave rojo pintando la piel. Una de sus manos bajo hasta la entrepierna del menor que de nuevo comenzaba a endurecerse, la tomo con firmeza y comenzó a masturbarlo con lentitud que rayaba en lo tortuoso, rozando el glande con su pulgar, deslizándose por toda la extensión, apretándola ligeramente.

por **Nathan Wence** Jue Ago 25, 2011 8:16 am

Sus dedos se deslizaron por el cabello rubio, estirándolo un poco, enredándose en él con un profundo jadeo.
Su pecho subía y bajaba constantemente, sintiendo la necesidad de tomar más aire por sus labios, asfixiado en el constante delirio.
Sus pezones endurecían bajo el friegue que producían los dedos del mayor sobre su cuerpo, sintiendo la lengua caliente dejar un rastro frío tras su paso, marcando la ausencia de una marca del éxtasis.
Más rápido, más lento, más fuerte, más suave. Daba igual, su cuerpo solo clamaba más, olvidarse de todo y quedarse entonces sólo sumido en las sensaciones que le recorrían sobre aquella cama.
Presionó sus piernas en el cuerpo contrario, abriéndose más si podía y moviéndose al ritmo que el sudafricano marcaba.
Intenso, salvaje, increíble.

Nathan se retorció en las sábanas, sudado, observando el sonrojo ligero en el rostro del mayor, subiendo sus dedos a acariciarlo, temblando de vez en cuando, cuando los dedos apretaban su glande de forma lenta cada vez que subía su miembro.
Era un completo delirio.
-I... I... anhmmm... Ian!! -Gimió apretando sus ojos sintiendo que su rostro se cocía.

por **Ian Van Riebeeck** Sáb Ago 27, 2011 2:36 pm

El ritmo era completamente enloquecedor, asfixiante, sentía como su corazón bombeaba la sangre como loco, un delicioso calor se instalaba en su vientre bajo, expandiéndose por todo su cuerpo, erizando su piel mientras sus músculos se tensaban y destensaban.
La mano del rubio se movía con firmeza sobre la erección del griego, apretando la base, girando suavemente sobre ella, deslizándose de arriba a abajo, acariciando la palpitante piel con sus dedos, rozando el glande con su pulgar, deleitándose mientras ese pedazo de carne se endurecía mas y mas gracias a sus caricias.

La entrada de Nathan se apretaba cada vez con mas fuerza, presionando su miembro, confundiendo el dolor con el placer, porque una fina linea era lo que lo separaba. Cada embestida era mas dura, mas profunda, mas rápida que la anterior, deseando fundirse de una vez en aquel delicioso cuerpo que le abrazaba de manera exquisita, los gemidos de Ian eran bajos, ásperos y su voz se encontraba ronca por la excitación mientras intentaba llevar aire hasta sus pulmones, juntando sus cejas cuando se ceño se arrugo un poco, apurando el ritmo al que masturbaba al menor.

No podía seguir prolongando mas aquello, la estrechez del interior del chico de ojos violeta era demasiado, sus deseos y su resistencia se fueron a la mierda, llevo su mano libre hasta sus caderas, tomándole con firmeza hasta marcar la piel con sus dedos, moviendo su mano con mayor rapidez sobre el falo del griego mojándose por completo, dio una ultima estocada con toda la fuerza que tenia, entrando profundo, dejando salir un sonido gutural de placer mientras eyaculaba, llenando el cuerpo del peliverde, apretando su mano con fuerza sobre el miembro ajeno, temblando por el orgasmo, inclinándose suavemente sobre la anatomía ajena-...na-nathan...-jadeo en voz baja, aun empujando sus caderas, agotando su semilla en aquella deliciosa entrada.

por **Nathan Wence** Lun Ago 29, 2011 4:39 pm

Arrugó bajo sus dedos las sábanas, apretándolas entre sus dedos entreabriendo los ojos con la respiración agitada, dejando solamente salir de su cuerpo gemidos.
Nathan se sentía como si le partiera en dos, abriéndose paso en su interior. Le estaba apretando, y de tal forma que podía sentir cómo el miembro contrario palpitaba.
Arqueó su espalda al notar su próstata ser golpeada, recibiendo punzadas en todo su cuerpo, tensando más sus músculos mientras su miembro endurecía aún más.
Abrió los ojos para mirarle en cuanto notó que le tomaba de las caderas, apretándole, de la misma forma que el griego clavaba sus uñas en la cama. Nathan gimió profundamente al sentir al sudafricano descargar en él, explotando y notándose humedecer por el contorno de su entrada.
-¡¡Ian, ah!! -Se mordió el labio mientras el contrario apuraba las embestidas en su interior.

por **Ian Van Riebeeck** Lun Ago 29, 2011 10:27 pm

Escuchar los sonidos eróticos que salían de los deliciosos labios del menor, simplemente era una recompensa a aquel momento, tuvo que apoyar sus manos sobre la cama para no dejar caer su peso sobre el cuerpo del griego, respirando agitadamente, dejando que su cálido aliento acariciara la piel del rostro del mas joven, mirando fijamente aquellos ojos violetas, empujando sus caderas en aquel interior caliente y húmedo, temblando ya que su miembro se encontraba muy sensible por el reciente orgasmo.

Se inclino aun mas, deslizando sus labios por la barbilla del peliverde, bajando hasta su cuello, recorriendolo con su lengua, marcando la piel con sus dientes, succionando hasta dejar marcas rojas que luego se volverían moradas, sorbiendo con dedicación esa deliciosa piel que en esos momentos tenia un ligero sabor salado producto del sudor de ambos pero poco le importaba, sus manos se dedicaban a recorrer el cuerpo mas pequeño, rozando con sus dedos, pellizcando suavemente al mismo tiempo que sus caderas se movían, logrando que su miembro se frotara con las paredes del interior de Nathan.

por **Nathan Wence** Mar Sep 20, 2011 11:47 am

El tiempo pareció pararse, al menos unos instantes. Nathan los mantuvo en el pequeño espacio que los separaba, acumulando el aire en su garganta mirándole a los ojos, ardiendo bajo su cuerpo.
Entrecerró sus párpados, temblando bajo el escalofrío que producía el aliento caliente sobre su piel.
Para ser francos, todo él temblaba en pequeños espasmos, abrazando la cintura contraria con sus piernas.
Elevó un poco su barbilla, llegando a besar la frente del rubio mientras este le besaba la barbilla, dejando escapar su aire en un suspiro lento.
Ladeó su rostro, dejando su cuello blanco a la merced del sudafricano, pasando sus manos por las hebras rubias.
Dio algún que otro pequeño gemido bajo los chupetones, conteniendo un poco el aire.
Tendría que cubrirse esas marcas con algún pañuelo o bufanda si no quería tener a los demás compañeros murmurando.

por **Ian Van Riebeeck** Sáb Sep 24, 2011 10:42 pm

Seguía degustando la piel del cuello del menor, besando de manera húmeda, succionado con fuerza, mordisqueando toda la extensión, yendo cada vez mas y mas abajo hasta llegar a sus hombros, sacando su lengua y recorriendo por completo sus clavículas con su húmedo apéndice. Lejos de tranquilizar su respiración o la temperatura de su cuerpo y ambiente no disminuía, seguía sintiendo la firme intensidad del deseo, de comerse por completo al griego, marcarlo como suyo para que no le quedara duda a nadie pero...era imposible, solo les quedaba el sexo.

Mientras recorría su torso desnudo con sus labios, una de sus manos se deslizo entre sus cuerpos, tomando el miembro del menor, acariciando suavemente la punta, presionando el glande con su pulgar, sintiendo como sus dedos se humedecían por los fluidos del peliverde al mismo tiempo que su entrepierna seguía dentro del cuerpo ajeno, acogida por el calor delicioso del recto del menor, rozándose con las paredes interiores, excitándose poco a poco.

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