Caminando y reflexionando (Privado)

Dylan salio a pasear a un parque cercano a las lejanías de la escuela, era un lugar lleno de vegetación, bancas, estaba rodeado de poca gente que iba a ejercitarse, y para sacar a sus mascotas a caminar.

Se acerco a un señor con una carreta de helados, era verano y no podía dejar de pensar en ellas desde que entro a las aceras del gran parque,

-Disulpe señor, quiero un helado de vainilla- le dijo al señor con tono amable, el señor asintió, y comenzó a poner bolas de helado a un cono, mientras Dylan se distraía mirando un perro golden terrier, muy parecido a su mascota que dejo en casa, recordando que cuando regresase algún día el perro quizás ya no se acordaría de el. Le pago con dinero al señor y comenzó a caminar hasta a una banca para disfrutar su helado.

"Debí traérmelo, es el único que no le tiene miedo a mis poderes... Permitirán mascotas?, no, es mejor así... cuidara a mi hermanita" pensaba mientras comía su helado y miraba los alrededores.

Quería seguir conociendo los alrededores de la academia, pensando en eso había salido a caminar un día en que tenía tiempo para ella. Ese día se había colocado ropa informal, un vestido crema pálido y había sujetado su cabello en una media cola dejando algunos mechones escapar para cubrir sus orejas. Paseaba tranquilamente por la ciudad curiosa de lo que pudiera encontrar hasta que dio con lo que parecía ser un gran parque, la vegetación que lo rodeaba era realmente hermosa y parecía ser un lugar sumamente pacífico. Sin dudarlo entró para pasear un poco por allí, en los alrededores había algunas pocas personas pero lo que más abundaba era el sonido de las copas de los árboles moviéndose a causa del viento. Casi sin darse cuenta comenzó a cantar una canción de forma suave mientras caminaba lentamente, sintiendo la brisa acariciar su rostro de forma gentil. Se detuvo un momento y de su pequeño bolsito sacó una pequeña foto, aquella en la que aparecían sus padres, era la que más adoraba y los seres a los que más adoraba por haberla amado sobre todas las cosas, por tratarla con todo el amor que unos buenos padres pueden ofrecer. Un fuerte viento sopló de pronto provocando que Alina intentara sujetar su vestido, hecho durante el cual se descuidó de la fotografía que sujetaban sus dedos. La pequeña foto comenzó a volar y Alina salió corriendo detrás de ella, notando que no podía agarrarla e preocupaba cada vez más “¿De dónde salió ese viento tan fuerte?... esa foto es…” Corriendo detrás de la foto fue llegando a una zona en donde había bancas pero ella casi ni se daba cuenta por donde iba, su mirada estaba fija en aquella foto, la recuperaría cueste lo que cueste. Alzando sus manos corrió detrás de la foto hasta que finalmente pudo alcanzarla a la vez que sintió que chocó con algo, cuando atrapó su preciado objeto sonrió satisfecha pero trayendo una extraña inclinación y con algo impidiendo su paso no pudo evitar resbalar con una pequeña piedra y caer hacia delante con los brazos extendidos. Permaneció unos segundos en silencio hasta que abrió los ojos y se sorprendió a notar que había alguien entre sus brazos, en la caída había resbalando con sus brazos extendidos rodeando así a aquella persona que se encontraba sentada allí.
-¡Ah! ¡Lo siento! ¡¡Discúlpeme por favor!!
Al mirar mejor notó que se trataba de su compañero Dylan, aquel con el que había transitado aquella difícil prueba en el campo de obstáculos, sin poder evitarlo sus mejillas enrojecieron.
-Dylan discúlpame, hubo un fuerte viento y…
No sabía que decir, era una situación bastante extraña y algo vergonzosa, más aún para ella siendo tan tímida como siempre solía ser…

Spoiler:

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Dylan estaba terminándose la ultima parte de su helado, distraído mirando una paloma acercarse, le intento dar un trozo de su cono, cuando repentinamente esta voló despavorida, lo cual provoco un gruñido por parte de Dylan, pensando que el mismo la había espantado, repentinamente alguien se tropezó cayendo casi sobre el, rodeándolo extrañamente con los brazos, como reacción espontanea cerro los ojos asustado, al abrirlos e intentar visualizar ala persona, noto el cabello rosa, y la reconoció inmediatamente,

-ahm, Alina!- pronuncio completamente sonrojado y confundido- S-si, te perdono... supongo, pero como? ahm...- dijo torpemente sin comprender como diablos había tropezado sobre el,

-Estas bien?- pregunto cambiando de tema después de un momento de incomodidad, al mirarla algo nerviosa, y el también - No te lastimaste, cierto?-

Al fondo se mira como la paloma se roba el pedazo de cono que a Dylan se le callo con el susto.

Alina se quedó de pie con el rostro casi completamente enrojecido, realmente no sabía dónde meterse “¿Por qué me pasa esto?” pensaba sin saber que decir, el chico de cabello negro se veía algo confundido, lo que logró avergonzarla aún más.
-V-Venía persiguiendo una fotografía que voló con el viento…-observando el suelo-… yo… estoy bien ¿y tú?
Se sentó en la banca mientras suspiraba largamente, no podía lograr que aquel sonrojo desapareciera y no podía dejar de sentirse tonta por lo que había sucedido. Un silencio se hizo presente durante varios segundos, ella solo pudo observar como a lo lejos una paloma gris y regordeta picoteaba con ganas lo que parecía ser un trozo de cono de helado.
-Qué hermoso…
Alina se detuvo al escuchar que Dylan había dicho algo al mismo momento que ella, se quedó viéndole con sorpresa y las cejas levantadas como expresión de aquella sorpresa, luego volvió a mirar el suelo “Me sigo sintiendo tonta al hablar con las personas…” pensaba la chica de cabello rosado mientras observaba sus manos aferrarse a su vestido color crema.

Spoiler:

La escucho atento mientras ella decía algo sobre una fotografía, seguía algo nervioso por la sorpresa que se llevo, pero intentaba no demostrarlo,

-Bueno, pero tienes tu foto, cierto?- le pregunto mirando como la chica seguía algo cohibida - Estoy bien, no me paso nada malo- le contesto a la muchacha ante su pregunta,

"Vaya, parece que también no se esperaba tropezarse conmigo" pensó mientras la observaba sentarse en la banca algo avergonzada, volteo a mirar lo mismo que ella miraba, la paloma comiéndose su cono,

-Bueno, de todas maneras iba a dárselo- Dijo en voz alta, mientras ella pronunciaba otras palabras que no alcanzo a escuchar bien, y volteo a mirarla, al mismo tiempo que ella lo miraba con expresión de sorpresa,

"creo que solo la incomodo, acaso tendré una aura extraña" piensa confundido,

-Quieres un helado Alina?- dijo repentinamente mirando al mismo señor de los helados - Yo invito- dijo sonriendo y levantándose de la banca, encaminándose a la carreta,

Luego de unos segundos de silencio Dylan hizo una pregunta que la sacó de la actitud avergonzada para reemplazarla por sorpresa “¿Quieres un helado Alina?” había dicho y enseguida se puso de pie para acercarse a una carreta que estaba ahí cerca. A ella le encantaban los helados claro que sí, porque amaba las cosas dulces desde siempre, no supo más que hacer que ir corriendo detrás de él hacia el pequeño puesto ambulante. Un señor de cabello cano y una sonrisa amable les atendió de inmediato. Ella tenía demasiados sabores que le gustaban y ser una persona indecisa no le ayudaba demasiado, pero pensándolo bien ese día sintió deseos de probar un sabor en particular.
-Uno de chocolate por favor…
Una vez ambos obtuvieron su helado volvieron a la banca en donde se sentaron en un nuevo silencio. Alina dibujó una sonrisa en sus labios y miró a quién estaba a su lado.
-Gracias, la próxima vez invito yo.-sonrojándose levemente-
Dio una pequeña mordida a su helado y sintió como la dulce frescura invadía su paladar, estaba delicioso y parecía ser el complemento perfecto para aquel cálido día de verano; una cálida brisa soplaba levemente, sacudiendo las hojas de los árboles y haciendo danzar en el aire el cabello de los dos que allí estaban.

Alegremente vio como Alina aceptaba su invitación, y pidieron su helado juntos,

-A mi me da..- recordando de que ya había pedido uno de vainilla y ya se lo había acabado- Uno de chispas de chocolate- Termino decidiendo después de haber visto los sabores,

Regresaron a la banca, cuando escucho que después ella invitaría, el también sonrió,

"Si, realmente es una chica muy linda y agradable" admitió sonrojandose un poco, provocando que se volteara para otro lado, intento distraerse mirando de nuevo aquel perro que jugaba con su dueño a atrapar un disco, el cual le recordaba tanto a su mascota, mientras comía su helado,

"Bien, de nuevo estoy creando un ambiente tenso" penso,

-Bien, dime algo Alina- volteo a verla - Como descubriste tus poderes?- Le pregunto curioso, mientras volvía a darle una mordida a su helado, mientras esperaba su respuesta,

Mientras saboreaba aquel fresco helado de chocolate observaba como unos pequeños gorrioncillos disfrutaban de un festín picoteando aquello que la paloma estaba comiendo antes. De pronto Dylan hizo una pregunta sobre los poderes de ella con cierta curiosidad expresada en su rostro, mientras disfrutaba de su helado con chispas de chocolate.
-Verás… en realidad he tenido conocimiento de mis poderes desde siempre, desde que tengo conciencia e incluso desde antes… -se rascó levemente la mejilla con un dedo-… mi padre filmó mi nacimiento y… deberías ver la cara de sorpresa del médico cuando todos los utensilios de la sala de partos comenzaron a flotar… -rio levemente colocando su mano frente a su boca-… creo que la enfermera fue la que más se asustó. En todo caso lo supe desde que tengo memoria…-mirando el helado en su mano-… supongo que eso me ayudó un poco a acostumbrarme a este poder desde pequeña e intentar dominarlo…
En una pausa de un silencio muy breve Alina aprovechó a darle una mordida más a aquel delicioso helado, luego volvió a mirar a su compañero.
-¿Y tú? ¿Cuándo supiste de los tuyos?
Saboreando el chocolate se quedó en silencio esperando la respuesta de su compañero, se imaginaba que un poder como el de Dylan no debió haber sido fácil de asimilar por las características del mismo, pero en general la gente “normal” les temía a ellos, fuese el poder que fuese, y eso ella lo sabía muy bien.

Dylan escuchaba con atención e interés la anécdota de la chica, rió un poco con la parte de su nacimiento, mientras solo comía su helado, y al escuchar su pregunta se quedo pensando un momento mientras mira al señor de los helado marcharse lentamente,

-Bueno, mi historia no es trágica ni nada por el estilo, de echo es muy agradable... Mi padre me educo solo, ya que mi madre falleció al dar a luz a mi hermana menor, Daphne es su nombre- izo una pauta para pensar muy bien como decirle bien todo sin dar demasiada información, pero se dio cuenta de que ya había dicho demasiado - Bueno, mi padre también tiene poderes, el puede controlar el agua, y aun así nos educo ocultando sus poderes, cuando aproximadamente tenia unos seis años, fue cuando mi padre se dio cuenta de que mi cuerpo generaba mucha estática extrañamente, mi cabello se erizaba siempre, nunca me podía peinar - rió un poco acordándose de aquellos tiempos- le daba descargas muy seguido a las personas, nunca cause un accidente mayor, solo empezaron a juzgarme, pero mi padre ya sabia que era eso, y me empezó a entrenar, aunque no supiera mucho acerca de mi poder, izo lo mejor que pudo para que supiera cuando usarlos y cuando no - Narro, mientras aun miraba el vacío, como si estuviera recordando todo eso en su memoria,

-Bueno, supongo que es algo aburrido de contar, pero así es como supe que tenia poderes, sin poderme peinar- dijo burlonamente - Aun todavía... - dijo intentando aplastar un pedazo de mechón que tenia con estática- Pero ya puedo controlarlo mas-

Volteo a ver su helado y miro que ya se había derretido un poco, así que rápidamente siguió comiéndolo mientras observaba la reacción de la chica ante aquella anécdota,

Alina notó como su compañero reía con lo del médico, es que seguramente si ella misma hubiera estado allí reiría con ganas también. Luego de que ella hiciera la misma pregunta el chico se quedó pensativo por unos segundos y luego comenzó a hablar, fijando su mirada en un punto; como si estuviera viendo frente a sus ojos aquello que estaba narrando. La historia que Dylan contó no era triste salvo por lo de su madre, pero había tenido un padre amoroso que había hecho todo lo que podía por él. En eso ellos se parecían, aunque otros temieran a sus poderes, el apoyo de los padres siempre es muy importante. Finalmente no pudo dejar escapar una pequeña sonrisa cuando escuchó la arte del cabello.
-No es aburrido…-sonriendo levemente-… y es una manera interesante de descubrirlo…-sonriendo un poco más-… si me imagino que tal vez te resulte difícil peinarte.
Un silencio se hizo presente mientras una leve brisa volvió a sacudir los cabellos de ambos, el chico comió un poco más de su helado y Alina hizo lo mismo volviendo a degustar aquel delicioso sabor.
-Pero así como esta… se ve bonito… tu cabello.
De repente sintió cierta extraña vergüenza al decir eso, era lo más normal pero ella no era normal, ella era muy tímida y no pudo evitar sonrojarse al dejar escapar aquellas palabras. Llevándose su helado nuevamente a la boca clavó su mirada en el piso observando una fila de hormigas que trabajaba incansablemente a unos cuantos pasos de donde ella estaba sentada.

Escucho la palabras acerca de su anécdota mientras continuaba comiendo su helado, donde ya solo le quedaba el cono,

- Supongo que es algo divertida-agrego sonriendo ante la sonrisa de la chica pelirosa, y rió cuando dijo que si le ha de resultar difícil peinarse, pero justo cuando dijo que su cabello se veía bonito así, no pudo evitar sonrojarse,

-Me hubieras visto de pequeño... parecía erizo - bromeo intentando cambiar de tema y la incomodidad, pero aun seguía algo ruborizado, y al mirar que ella también seguía nerviosa - Vamos a caminar - sugirió, comió todo lo que podía del cono, y la parte de al final se la lanzo a unos gorriones que aun seguían buscando lo que quedaba del cono anterior, luego se levanto y le extendió la mano para que Alina lo tomara de la mano y así ayudarla a que se levantara,

Alina notó que su compañero se sintió algo incómodo debido al leve sonrojo que había aparecido en su rostro “Tonta Alina” pensó para sí misma. Pronto Dylan hizo una pequeña broma que le sacó una sonrisa, porque además cuando él dijo “parecía un erizo” no pudo evitar imaginárselo, además de que los erizos le resultaban tiernos por más espinas que tuvieran, ella amaba los animales.
Luego de proponer el ir a caminar por el parque, Dylan se puso de pie y le ofreció tomar su mano para ayudarle a levantar, a lo que ella respondió con una leve sonrisa y un leve sonrojo, no podía evitarlo, parecía ser más fuerte que ella.
-Gracias…-dijo tomando la mano del chico-
Comenzaron a caminar provocando que los gorriones que disfrutaban de su festín volaran para sentarse momentáneamente sobre un árbol que estaba ahí cerca y en cuya rama no dudarían demasiado, puesto que eran contados los segundos que tardarían en bajar para continuar con su festín…
-Realmente es un bonito lugar...
Dijo en una voz muy suave mientras observaba el verde brillante de las hojas de los árboles, los animales que sobre las ramas se acicalaban tranquilamente, aquella cálida brisa seguía soplando en aquel pacífico lugar...

Observaba a la chica mientras ellos caminaba, pudo mirar que se distraía con los gorriones regordetes que esperaba a que se adelantaran para seguir comiendo de nuevo,

Luego escucho su comentario sobre el parque, lo cual el no se había percatado tanto, volteo a mirar los alrededores, miro los gorriones, el pasto totalmente verde, y los arboles agitarse con la brisa cálida típica del verano, y sonrió,

-Si, tienes razón- le dijo volteándola a ver - Creo que agradezco haberte encontrado aquí, no podría haberlo disfrutado solo- Le dijo a la chica, pero luego de darse cuenta de lo que había dicho se ruborizo un poco, y volteo hacia el cielo intentando ocultarlo,

- A donde te gustaría ir?- le pregunto aun mirando fijamente hacia al frente, porque notaba que seguía ruborizado,

Mientras caminaban Dylan le dio la razón a la observación que había hecho Alina sobre el lugar, pero después dijo unas palabras que la sorprendieron y lograron que volviera a sonrojarse a la vez que su corazón se aceleró un poco “agradezco haberte encontrado aquí” esas palabras habían sonado bonito “Fue algo inconsciente seguramente” pensaba algo confundida, las personas no solían ser muy amables con ella, es más nunca había tenido experiencias buenas o amenas con gente de su edad hasta que llegó a aquella academia, pensando en esas cosas sentía que no se arrepentiría de haber entrado allí aunque las clases fuesen muy duras. De forma disimulada miro a su compañero notando que este miraba hacia arriba, parecía sentirse incómodo por algo hasta que de repente dijo algo, formuló una pregunta “¿A dónde te gustaría ir?” dijo aún mirando hacia delante. “¿A dónde me gustaría ir?” pensaba ella ante aquella pregunta.
-Tal vez… ¿podríamos ir al cine?-mirado el suelo algo ruborizada-… h-hay una película que me gustaría ver pero… es una idea, solo es una idea…-rascándose la mejilla-… está bien si no quieres.
Sabía que seguramente había sonado extraño, esa fue la razón de que sus mejillas enrojecieron más, pero ya lo había dicho y no había vuelta atrás “Somos amigos ¿no?... supongo que eso sería normal… o tal vez no…” Mientras que una serie de pensamientos daban vuelta en su cabeza, ella seguía con la mirada fija en el piso sobre el cual estaba caminando, solo restaba esperar la respuesta de su compañero…

Dylan habia podido lograr quitarse los nervios por unos segundos, hasta que la chica respondio su pregunta y volvio a ruborizarse de nuevo, esta vez si pudo consentrarse en verla quizas porque no creyo lo que decia al principio,

"Al cine? No es como si fuera un cita o algo asi?" pensaba mientras no podia dejar de sentir nervios ante esa respuesta,

-Al cine entonces?- pregunto como si no hubiera entendido muy bien lo que dijo - Vaya, pues... estaria bien, pero, ahm... como amigos, cierto?- pregunto divagando, no podia evitar decir lo que pensaba, era tan sincero con su mente y con sus palabras, que de nuevo volvio a sentirse avergonzado con lo que se le soltaba decir,

"Dylan deja de decir esas cosas, tu eres la causa del ambiente incomodo" se decia a si mismo, maldiciendose,

Spoiler:

El chico permaneció en silencio unos segundos mientras aún seguían caminando “¿En que estará pensando?” pensaba ella mientras se sentía cada vez más apenada. De pronto el pregunto de forma muy natural “¿Al cine entonces?” ella asintió con un movimiento de cabeza, pero luego el dijo algo que logró ruborizarla de nuevo y de forma repentina “¿Acaso está mal?... tal vez no es normal después de todo… yo no lo sé… nunca salí con amigos…”. Se detuvo sin casi darse cuenta con la mirada aún clavada en el suelo, no sabía bien que decir, era una situación un tanto extraña para ella y temía no actuar correctamente.
-Claro como amigos… somos amigos ¿verdad?-levantando un poco los ojos-
Dylan traía una expresión extraña en su rostro, ella pensó que el tal vez podría sentirse incómodo por aquellas palabras, sin saber bien que hacer o que decir decidió dejarlo pasar.
-M-Mejor olvídalo… solo se me ocurrió…-sonriendo levemente-… esto… si quieres podemos seguir caminando por aquí, es un lindo lugar después de todo…-acomodando su cabello-… al parecer hay un lago en el centro del parque…
Volvió a mirar a su compañero esperando una respuesta de este, caminar por el parque parecía una buena opción y muy tranquilizante, tal vez serviría para calmar los extraños nervios que la habían invadido en ese momento…

Spoiler:

Alina había respondido su pregunta de manera nerviosa,

-Claro! - sonrió al entender que Alina solo quería salir al cine como amigos - Somos amigos- le dijo de manera tranquila por fin, estaba feliz, la verdad es que no tenia muchos amigos que ellos mismos se considerasen amigos,

Y al escuchar el rápido cambio de opinión de la chica se le izo extraño,

-P-pero, si quería ir- admitió mirándola algo confundió, luego escucho su sugerencia de ir al lago, volteo a ver a lo lejos, y miro un lago no muy cerca de ellos, pero se alcanzaba a mirar la aves entrar a el con tranquilidad y paz - Bien, vamos a lago, pero después vamos al cine - dijo sonriendo, y tomo la mano de Alina para seguir caminando hacia el lago, esta vez ignorando sus nervios,

Cuando de una forma algo torpe y nerviosa Alina le explicó que sería como amigos el chico pareció sentirse aliviado. Ella realmente nunca había pensado en que alguien pudiera quererla de aquella manera, era algo que veía muy lejano a su persona, tal vez por su gran inseguridad.
Dylan entonces dijo con algo de confusión que si deseaba ir al cine, Alina se dio cuenta de que su cambio tal vez había sido muy repentino, pero entonces su nuevo amigo agregó que también irían al cine, lo que logró dibujarle una pequeña sonrisa en sus labios. Mientras se aliviaba de que el otro no se hubiera sentido demasiado incómodo Dylan la sorprendió tomándola de la mano y luego ambos comenzaron a caminar hacia el lago, su leve sonrojo se acompañó con una leve y silenciosa sonrisa, se alegraba de haber hecho un segundo amigo en la academia en poco tiempo, tal vez allí realmente podría llevar la vida normal de alguien de su edad, o al menos tener amigos a los cuales apreciar mucho.
Al llegar frente al lago Alina se quedó observando el agua cristalina como si fuera hipnotizada por ella, parecía tan pura y tan fresca que sentía como si la transportase a otro lugar, uno más pacífico aún.
-Es tan bello... tan puro...
Después se quedó en silencio viendo el lago mientras el brillo del agua se reflejaba en sus ojos, por un segundo toda preocupación pareció desvanecerse…

Llegaron inmediatamente frente a lago, cuando se percato de que aun tenia su mano, la soltó rápidamente, pero sin ser muy brusco, y se sonrojo completamente, intentando distraer sus pensamientos y su mirada al hermoso lago,

El agua era tan clara que se alcanzaban a mirar algunos peces nadando con agilidad, algunas aves tales como patos y gaviotas, entraban al agua a casar su comida, sentía la brisa fresca agitar su cabello, volteo hacia el otro lado, había tanta gente disfrutando lo mismo, y luego escucho la expresión de Alina disfrutando del paisaje también, y de nuevo no pudo evitar ruborizarse, volteo su mirada de nuevo a lago acomodándose el cabello con nerviosismo,

-Vamos, hay que acercarnos a alimentar a los patos- le sugirió emocionado repentinamente, se acerco a una carreta que helados, que ahora estaba de aquel lado, le pidió un solo cono al señor, y le pago le precio del cono solo, se acerco de nuevo a Alina, y le dio la mitad del cono. Camino hacia la orilla, donde había una banca, se sentó, y comenzó por lanzar un trocito de cono, lo cual inmediatamente fue atacado por un pato de tonalidades verdes y cafés, que tubo que meter el pico al agua para poder alcanzar el pedazo de cono, Dylan sonrió de lo gracioso que se miraba,

-Parece que nunca ha comido- dijo sonriendo - Bueno, si las cosas son gratis y sin trabajar para obtenerlas, supongo que cualquiera iría corriendo- agrego burlonamente, repentinamente mas patos se acercaron a lago, esperando que les siguieran lanzando comida,

Mientras observaba el agua del lago sintió un movimiento en su mano, la brisa acarició su palma suavemente y fue en ese momento que se dio cuenta de que Dylan había estando sujetando su mano hasta ese momento, aún podía sentir el calor de aquella mano sobre la suya, dándose cuenta de eso volvió a sonrojarse nuevamente “Ahhh… que tonta soy… no puede ser que siempre termine sonrojándome… ” pensaba provocando que un leve suspiro saliera de su boca. Pronto sus pensamientos volvieron a ser reemplazados por la paz del lago, algunos animalitos muy lindos daban vueltas en él en busca de comida, el solo hecho de verlos logró tranquilizarla y volver a transportarla a aquel lugar lleno de paz. De pronto unas palabras de quién estaba su lado la sacaron de su éxtasis, había sugerido alimentar a los patos “Que gran idea… me encantan los animales…” pensaba ella mientras sonreía levemente.
Dylan caminó rápidamente hacia la carreta de helado que anteriormente estaba cerca de la zona de bancas y compro un cono para usarlo de alimento para los patos que daban vueltas en el agua. Cuando el chico volvió donde ella estaba le dio la mitad del cono y luego se sentó en una banca cercana para cortar el primer pedacito de cono que arrojó y que fue devorado instantáneamente por un regordete pato verde y café. El chico hizo un pequeño chiste irónico que le resulto bastante gracioso, ajustándose extrañamente a la situación. Después de eso Alina se sentó a su lado y cortando un pequeño pedazo lo arrojó a agua provocando que el ruido atrajera a más patos que estaban dando vueltas en lugares cercanos. De repente los patos salieron del agua y ambos se vieron rodeados de plumíferos de un tono verde y café, eran todos tan bonitos que Alina no pudo evitar sonreír ampliamente mientras lo seguía alimentando, sentía que podía pasar horas allí haciendo eso, recordando mientras lo hacía aquel conejito blanco que había sido su amada mascota y por la cual había llorado mares cuando este falleció.
-Amo a los animales…
Aquellas palabras escaparon de sus labios casi sin que se diera cuenta, cuando notó que su compañero la miraba seguramente por lo que había dicho no pudo hacer otra cosa que dedicarle una sonrisa, se sentía muy bien estando allí y se sentía muy bien en la compañía de su nuevo amigo…

Estaba distraído mirando los animales revolotear, cuando Alina le lanzo su pequeño trozo de cono, cuando ella dijo un comentario casi inaudible, pero alcanzo a escucharlo y sonrió ante ello,

- Eso significa que eres una persona amable, que se preocupa por la naturaleza- le contesto sonriendo, mientras la miraba, luego solo se sonrojo y de volteo a ver el cono entre sus manos, rompió otro trocito, y lo arrojo a un pato que estaba alejado sin poder alcanzar a comer algo de lo que sus compañeros le quitaban,

-A mi no me gustan todos los animales, pero si la mayoría- dijo mirando al pato comer satisfecho el trozo de cono, sin que nadie se lo quitara - En especial los perros, tengo un perro, es muy fiel, amable, y siempre cuida de nosotros, mi padre nos lo compro a mi y a mi hermanita hace un par de años atrás- narraba con una sonrisa en su rostro,

Cuando Alina y Dylan se miraron a los ojos el dijo algo que a ella la llenó de alegría, era lindo recibir palabras bonitas de los amigos, jamás lo había experimentado y en un momento logró llenarse de felicidad y sonreír ampliamente.
-Gracias...
Notó como un leve sonrojo aparecía en las mejillas del chico de cabello negro “Tal vez el también sea tímido como yo…” pensaba mientras volvía a observar a los patos dándoles vueltas por todos lados. De reojo vio como su amigo arrojaba un trozo de cono a un pato que se encontraba alejado y que no había logrado tomar nada de comida, el plumífero rápidamente comenzó a picotear el pequeño trozo con energías. Después Dylan comenzó a hablar, mientras contaba acerca de un perro que tenía de mascota y al cual adoraba, su rostro reflejaba la añoranza y el cariño que tenía por aquel animal.
-Dicen que los perros son el mejor amigo del hombre… seguramente porque pueden llegar a ser los más fieles… incluso más que los mismísimos humanos…
En ese momento Alina recordó las mascotas que había tenido durante toda su vida, habían sido varias ya que por ser una niña solitaria y sin amigos sus padres le compraban pequeños y hermosos animalitos para que la acompañasen.
-Yo tuve muchas mascotas durante mi vida… por ser hija única… y por no tener amigos…
En ese momento un recuerdo volvió a su mente, uno de los que menos deseaba recordar porque siempre le producían dolor, pero una vez que aparecía era imposible de frenar. Se recordó a ella misma acurrucada en un rincón en contra de una pared color crema, muchas voces la rodeaban con tono acusante “¡Fenómeno!” gritaban algunos “¡Hija del demonio!” gritaban otros mientras todo tipo de objetos le eran arrojados, tapándose la cabeza con los brazos se acurrucaba cada vez más. Cuando aquel recuerdo se concretó Alina no pudo evitar que sus ojos se inundaran “¿Por qué?... no había necesidad de eso ahora…”, se secó rápidamente las lágrimas antes de que su compañero la viera.
-Los animales siempre me han acompañado…
Secándose las últimas lágrimas suspiró largamente, no había necesidad de recordar aquello, era el pasado, y en ese momento el presente era mucho mejor.

-Tienes razón Alina- Le contesto sonriendo, al escuchar su comentario sobre los perros, recordando como su hermoso perro lo esperaba todos los días frente la puerta de su casa lleno de ilusión y felicidad,

Luego puso suma atención, cuando dijo que sus amigos solo eran mascotas, ya que era hija única,

-B-bueno...- cuando comenzó a mirar que sus ojos se le comenzaban a llenar de lagrimas, espero a que Alina se tranquilizara, pues no sabia como reaccionar,

"Parece que ha sido una chica muy solitaria, bueno, por una parte yo también, pero mi hermana siempre estuvo conmigo desde que mi mama falleció" pensaba mientras ella se secaba las gotitas de lagrimas que se habían derramado,

-Alina, esas son las mejores amistades que existen - comenzó a decirle de manera dulce intentando animarla - Todas esas criaturas, no juzgan a las personas por su apariencia, o como nosotros; nuestros poderes, ellos leen el alma de una persona, y sus intenciones - decía mientras recordaba cada cosa que su padre le había enseñado - Mi perro nunca temía de mi, sabia que no lo iba a lastimar, era como si el supiera de mis poderes, y simplemente fuera especial para el - sonrió a Alina,

-Vamos- la tomo de una mano para obligarla a levantarse del asiento - Ahora soy tu amigo, y si aun así necesitas de una mascota para sentirte tranquila y feliz, iremos a conseguir una - le dijo sonriendo, intentando ayudarla, era obvio que no quería verla de nuevo así,

La voz de Dylan parecía haber cambiado su tono con las palabras que comenzó a decirle a ella, su tono era suave y hasta podría decirse que dulce mientras le aseguraba que los animales son las mejores amistades que se podrían tener. “Todas esas criaturas, no juzgan a las personas por su apariencia, o como nosotros; nuestros poderes, ellos leen el alma de una persona, y sus intenciones” le dijo a ella con un tono seguro y amable que logró reconfortar su congoja. Con una sonrisa le contó como su perro le quería y como no le temía aunque conociera de sus poderes, ella escuchaba atentamente, de a poquito sentía que empezaba a sentir aprecio por aquel can aunque nunca lo hubiera visto.
De pronto Dylan le tomo la mano y estirándola logro que se levantara del asiento con algo de sorpresa “ahora soy tu amigo” le dijo y comenzando a caminar le aseguró que si necesitaba de una mascota la conseguirían. Alina no pudo evitar dibujar una leve sonrisa en su rostro, sabía que seguramente en la academia no se permitían mascotas, pero la sola intención de su amigo así como sus palabras la llenaban de felicidad.
-¿A dónde vamos?
Caminando detrás de él se sentía aún algo asombrada, observando a quien la llevaba firmemente sonrió una vez más y cerró su mano para rodear la de él con sus finos y pequeños dedos…

-Por una mascota para ti- Contesto como si fuera obvio, siguió caminando sin sentir alguna vergüenza de estar caminando de la mano con una chica, hasta que esta lo sujeto la suya, no detuvo su paso, pero su cara se había puesto completamente roja, que comenzó a actuar algo torpe,

"Siento de nuevo nervios? no es justo..." se decía así mismo quejándose y maldiciendo su defecto de ser tan tímido, o era eso, o sentía algo especial por esa chica a la cual trataba tan amablemente,

Volteo a verla por unos segundos, pero no, no quería pensar en cosas así, eso simplemente lo ponía en mayor dilema. Camino saliendo del parque, y se detuvo porque no estaba muy seguro a donde quería llegar,

- Que mascotas te gustan mas? - pregunto curioso, repentinamente, se dio cuenta de que aun tenia su mano sujetando la de ella, y esta vez reacciono mas exagerado, quitandola algo rápido antes de que ella contestara su pregunta,

-P-perdón- respondió ruborizado mientras la miraba aun esperando su respuesta,