Caminando y reflexionando (Privado)

La respuesta de Dylan a la pregunta de Alina fue “Por una mascota para ti”, oyendo esto ella solo podía caminar detrás de él dejándose llevar “¿Lo dice en serio?... pero no creo que en la academia…” pensaba mientras caminaban en silencio, en un momento el se dio vuelta y cuando sus ojos se encontraron volvió a girar con una expresión algo extraña “Acaso… ¿esto se siente tener amigos?” pensaba ella mientras aún caminaban, pronto llegaron a la salida del parque y luego de cruzar la puerta se detuvieron en las afueras del verde espacio de recreación. “¿Qué mascotas te gustan más?” fue la nueva pregunta formulada por el chico de cabello negro, pero antes de que pudiera responder algo Alina sintió como Dylan soltaba su mano y vio como su rostro enrojecía decorando con colorado sus blancas mejillas mientras se disculpaba. Frente a tal reacción Alina no pudo evitar sonreír, por alguna razón aquel gesto le había provocado ternura, estaba empezando a comprobar que el parecía ser tan tímido como ella y eso la alegraba aún más, tener un amigo que se pareciese a ella en algunos aspectos significaba poder compartir tal vez muy buenos recuerdos.
-Bueno verás… -observando el suelo-… a mí me gustan mucho los roedores… creo que son los que más ternura me producen, son tan lindos…
Luego de unos segundos volvió a levantar la mirada y sin saber cómo miró a Dylan directamente a los ojos, algo que no solía hacer y que le costaba mucho trabajo debido a su timidez, pero en ese momento lo logró sin estar segura del porque, aunque no pudo evitar que el sonrojo en sus mejillas apareciera.
-D-Dylan… es muy lindo tu gesto… realmente quisiera tener una mascota… pero… no creo que en la academia acepten animales…
Luego de decir eso bajo su mirada al suelo, sabía que lo que iba a decir le costaba y le provocaría aún más sonrojo del que inexplicablemente aparecía en presencia de aquel chico.
-Dylan… gracias… por ser mi amigo…
El rubor en sus mejillas aumentó notablemente “¿Por qué semejante reacción?... solo es causa de mi excesiva timidez.” pensaba intentando no verse demasiado nerviosa, aunque no lo lograse demasiado levantó un poco la cabeza y cerrando los ojos le dedico a su amigo una pequeña sonrisa en forma de agradecimiento por todo, sabía que su amistad podría ser duradera, y eso la hacía feliz.

Escuchaba mientras Alina confesaba que le gustaban los roedores atentamente, se quedo pensando un poco que roedor seria lindo, hasta que escucho de nuevo hablar mirándolo a los ojos,

-Bueno, si compramos una mascota pequeña no hay necesidad de que te la quitaran, creo que he visto a un chico que siempre tiene un conejito- le contesto sonriendo algo ruborizado porque Alina lo miraba, después ella le agradeció por ser su amigo, no pudo evitar sonreír inmediatamente,

- De nada... Eso es muy lindo- le contesto con rascando su mejilla ruborizado y nervioso, luego al mirarla bien noto que el rostro de la chica también estaba ruborizada, y rió en reacción,

- A veces no puedo distinguir si estas ruborizada o no, debido al reflejo de tu cabello- le dijo sonriendo mientras ponía su mano sobre su coronilla para revolver un poco su cabello, ignorando ya por completo su timidez,

- Vamos - tomandola de nuevo por la mano - busquemos una tienda cercana-

Spoiler:

La idea de Dylan era buena, un pequeño roedor la llenaría de ternura, y lo sabía bien porque ya había tenido algunos a los que había adorado enormemente. Después sonrió amablemente diciendo que era lindo ser amigos, y si lo era; ella estaba feliz por eso, notó que el rascaba su mejilla con un dedo, un gesto que extrañamente parecían compartir ya que ella solía hacerlo de vez en cuando casi sin darse cuenta. De pronto, Dylan dijo algo que la sorprendió pero que de cierta forma le causo algo d gracia por lo que no pudo evitar sonreír y mantener el sonrojo presente en sus pálidas mejillas.
-Es verdad…-tomando un mechón de su cabello mientras lo observaba-… mi cabello sin duda alguna es de un color que no se ve mucho… he recibido burlas por eso, pero es algo de mí que siempre me ha gustado, no sé porque… pero así me gusta…-sonriendo-… tal vez si el reflejo del sol le de algún brillo especial y logre reflejarlo en mi rostro, supongo que así debe ser.-sonriendo ampliamente-
Después de eso Dylan volvió a tomar la mano de ella diciendo que buscaran una tienda cercana, ya se estaba acostumbrando a que lo hiciera y no se sobresaltaba tanto, pero aún así no podía evitar que su corazón latiera un poco más rápido y que cierto rubor aunque fuera pequeño apareciera en su rostro.
-Sí, vamos…
Una cálida brisa sacudió el cabello de ambos mientras comenzaban a caminar hacia el centro comercial de la zona, la idea de conseguir una dulce mascota que la acompañara en su estadía en la academia la alegraba mucho y más aún que aquel que consideraba su mejor amigo fuera el que la llevara a conseguirla…

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