Aerials (Privado Giuletta)

Echó unas pocas ramas más a la hoguera para revivir la llama. Había caído la noche y, voluntariamente, se había ofrecido a guardar vigilancia.
Por lo demás, no quiso abrir de nuevo la boca. Observó el fuego pensativo, apoyando su mentón en sus rodillas. Tenía que ser fuerte, siempre se lo recordaba sin dejar de pensar en su tio.
Una y otra vez, se repetía que todo eso lo hacía para aspirar a una vida donde no tuviera miedo de hacer daño a alguien si bajaba la guardia y sus poderes se descontrolaban.
La gente a su alrededor parecía sentirse cómoda con saberse tener poderes, y usarlos. Sin embargo, él era todo lo contrario. ¿Era diferente? ¿Era normal?
¿Y por ello, debía ser incorrecto? ¿Débil?
"¿Estaré nadando a contracorriente?" Se preguntó, acabando por estirarse a mirar el cielo estrellado.

Apretó un poco los labios. El cielo estaba plagado de espectros del antiguo cielo, y él, sin embargo, no podía recordar nada. Cerró unos segundos los ojos, acallándose.