Baile de Halloween [Post grupal

Dylan salió momentos después con una seria expresión, miró a Caleb y así como el mismo, se percató de la presencia en pena de Derek. Guardo su cajetilla en su nueva vestimenta olivo y se ajustó los guantes de piel café al mismo tiempo que se dirigía con ambos chicos a la mesa para jalar una silla, girarla 180º y sentarse con el respaldo al frente para apoyar sus brazos en el . Los miró curioso. —Llegué hace un par de horas... soy nuevo en la Academia— respondió viendoles a los ojos. Se sintió un poco incomodo por aparentar ser mayor y en adición, era más alto que la estatura promedio, motivo por el cual era molestado en los colegios de Tokyo, pero prefería que lo viesen como tal. —Parece una casa interesante aquella... ¿vamos?— dirigiendose a Derek y a Dylan.

Escuchando el tono en que Jake le hablaba lo podía sentir casi como un hermano mayor, ella nunca había tenido uno pero si le hubiese gustado, tal vez de alguna extraña forma pudiera considerar al pelirrojo como tal, después de todo ya eran amigos. Seguía mirándole a los ojos mientras escuchaba lo que él le decía, su nerviosismo desaparecía poco a poco para solo darle paso al sonrojo ya un poco más natural sobre sus mejillas.
Llegó a dibujar una pequeña y dulce sonrisa en sus labios mientras pensaba en que tal vez pudiera tratar al chico de esa forma si él se lo permitiese, pero cuando oyó las palabras que él le dedicó conteniendo lo que pensaba de ella, no pudo evitar volver a sonrojarse notoriamente para luego abrir los ojos con sorpresa; jamás pensó que alguien pudiera pensar eso de ella.
-G-Gracias Jake…-dijo mirándolo fijamente con las cejas levantadas-… no sabía que alguien pudiera pensar todo eso de mi…
Una vez que el chico dijo que la elección había sido la correcta por ella ser bonita y por lo que había en su interior Alina sintió que su corazón se aceleraba, no podía creer que el dijeran eso, no cuando durante toda su vida había sido marginada, despreciada y hasta quizás odiada por todos lo que la rodeaban. Bajo la mirada sintiendo aquel nudo en la garganta, de repente sus ojos se inundaron provocando que su visión se nublara y se desdoblara.
-E-En verdad gracias…-dijo mientras subía la vista a la vez que las lágrimas rodaban por su rostro-… te agradezco tus palabras, por pensar eso… -sonrió levemente provocando que algunas lágrimas mas rodaran por sus mejillas-… eres una buena persona Jake, estoy segura de eso, no dejes que te digan lo contrario.
Casi sin darse cuenta apretó un poco la mano del chico mientras aún seguía en movimiento, la melodía ya estaba por terminar, pero aquellos escasos minutos los recordaría siempre, cuando alguien le había dicho todas aquellas cosas bonitas, jamás podría olvidarlo; tal vez si después de todo aquel pelirrojo se convertiría en el segundo mejor amigo que tuviese. Después de unos segundos escuchó como el chico bromeaba un poco acerca de Dylan, no sabía si aquel ojiazul pudiera ser celoso o no, pero sabía que había sido el primero en decirle que era bonita, por eso y por otras muchas razones lo adoraba con toda su alma.
-No creo que tengas problemas con Dylan… él es… muy amable.
Dicho esto le sonrió dulcemente, se alegraba un poco de que no hubiese notado sus lágrimas, tal vez gracias al maquillaje que traía puesto, tal vez gracias a las luces del ambiente, pero si sabía que estaba feliz, y que guardaría siempre aquellas palabras para saber que con que alguien pensara así de ella, le bastaba para seguir adelante.

Apenas llegaba a la academia y se enteraba de que había una fiesta para Halloween, ella nunca había oído sobre aquella celebración ni festejado en ella, pero informándose aquí y allá había descubierto que era de disfraces, siendo que a Katia le gustaba a actuación no tenía problema alguno en ponerse atuendos que no se usaran normalmente.
Tomando un taxi pidió ser llevada hacia el centro comercial más cercano para adquirir algo especial para la ocasión, si, ella quería divertirse y olvidar aquellos recuerdos tormentosos, quería olvidarlos a como dé lugar.
Consiguiendo en la tienda un traje que le resultó de sumo agrado volvió a du habitación para prepararse, iniciando por la vestimenta y luego pire k arreglo del cabello y el maquillaje del rostro, sabía hacerlo gracias a su amada madre; gracias a que de niña jugaba cosas como esas, a pesar de estar sumamente ocupada, siempre le dedicaba un tiempito a su adorada hija.
-¿Month're voir maman?
Rememorando algunas lindas imágenes en su mente terminó de arreglarse para luego salir camino al comedor, en donde se presumía que se estaba desarrollando el baile. Luego de algunas vueltas aquí y allá y de perderse un par de veces llegó al mencionado lugar algo nerviosa de que pudiese suceder. Suavemente empujó las puertas e ingresó al lugar admirando la decoración, las luces y los bocadillos, todo se veía delicioso. Tomo algunos aperitivos para degustar mientras observaba a dos chicos bailar en la pista, parecían ser los reyes de algo, puesto que tenían coronas.
-Ils sont mignons...
Se quedó un rato pensativa observándolos bailar, el lugar los colores, se sentía algo extraña de no conocer a nadie allí, pero le gustaba el lugar y al parecer le agradaba las personas que veía a su alrededor, algunos parecían estar excesivamente alegres y otros hablaban amenamente en sus grupitos. “J'espère que de s'entendre avec tout le monde…" pensó mientras degustaba los bocadillos sintiendo su dulce sabor invadirle todo el paladar.

Disfraz de Katia:

Spoiler:

El peligris contesto diciéndole que no se preocupara, parecía que se había agotado por sobrepasar sus poderes, expresando también que tenía ganas de ir a ver la casa de horror, el chico pareció pensarlo un momento, para luego escuchar el comentario del chico refiriéndose al vestuario del chico nuevo a lo cual Dylan rio un poco imaginándose ver ese tipo de escenas en el juego para niños,
Luego escucho la respuesta del chico rubio, parecía que acababa de llegar recientemente, Dylan se quedo mirándolo sorprendido, significaba que recién llego había ido a la fiesta, quizás el recientemente no se hubiera atrevido a ir a una fiesta donde no conocía a nadie,
-Quisiera ir, pero no quiero pasarme y dejar a mi novia sola con ese sujeto… es verdad que no quiero verlos bailar, pero no me alejare demasiado de ella- confeso para luego ir a recargarse en el barandal mirando hacia las estrellas pensativo dando a entender que se quedaría en ese sitio.
-Si quieren vayan ustedes… yo estoy bien aquí, me relaja el aire fresco- dijo dándose vuelta para verlos, no quería que se preocuparan por él, tenían que divertirse.

El nudo en su garganta en lugar de atenuarse con el paso del tiempo, se hacia mas y mas grande, impidiéndole hablar o replicar nada, solo mantenía la cabeza baja dejando que las lagrimas bajaran por su rostro por suerte no se notaban mucho por el antifaz que llevaba sobre su rostro, sus manos se aferraban a las telas de su disfraz.

De repente la música de la fiesta dejo de escucharse de manera fuerte, solo llegaba al americano como un suave eco junto a las conversaciones de la gente a su alrededor. Sintió una suave caricia, la mano del noruego se sentía fría, tan diferente de otras veces, volteo el rostro no quería verle y no quería que viera sus lagrimas, simplemente le escuchaba, apretando su mandíbula para reprimir los sollozos que amenazaban con salir de sus labios.

Cada palabra que Swithin pronunciaba era como una astilla que se clavaba profundo en su corazón haciendo que se encogiera, el dolor era muy intenso y gracias al alcohol le era muy difícil ocultarlo, tuvo que llevarse una mano sobre los labios para reprimir un sollozo en voz alta. Lo dejaba solo, había prometido estar a su lado sin importar que pasara mientras el americano lo quisiera, pero no lo cumplía...pero no podía culparlo, ¿Quien soportaría a alguien como él?

Solo pudo asentir en silencio, sin dejar de llorar, apretando con fuerza sus ojos cuando el rubio dejo un beso en su cabeza "No seas amable, si te vas a ir..." ese pensamiento paso por la mente del castaño. Apenas el nórdico se fue y se levanto del asiento, acercándose a la fuente de ponche, aun lloraba pero no le importaba nada, se sentía miserable. Llevo el vaso hasta sus labios dándole unos cuantos sorbos al ponche que por lo menos le daba un poco de consuelo sin saber porque.
Tenia tanto miedo, perder a Swithin sabia que era algo que no soportaría pero aun así se estaba resignando, ambos se habían lastimado.

-...Feliz fiesta, Mark -murmuro con una sonrisa fingida, limpiándose las lagrimas del rostro antes de empinarse el vaso lleno de ponche, terminándose la bebida de un solo trago para luego servirse otra vez el vaso de ponche.

La sonrisa del pelirrojo se amplió ante las dulces palabras de la chica. “Por lo general lo malo que dicen de mí es realidad.” Le dice en broma.

“Pero ya no te pongas triste que me harás ponerme a mi peor, ¿Ok?” Obviamente si noto como estaba la chica, pero no considero que decirle esas cosas terminarían causándole que llorara, o lagrimeara en su caso. Le era dificultoso el ver a las personas llorando.

La canción por fin termino y pararon su danza después de ello. Con delicadeza la soltó acomodándole un poco el cabello que se le había salido.

“Anda, ya termino esto y debes de ir con tu novio antes de que comiencen con sus habladurías estúpidas. Ya sabes cómo son los del colegio.” Se quedo a un lado de ella, escuchando como la música comenzaba a sonar de nuevo mas movida, para que todos pudieran regresar a bailar como estaban antes. “Hey, y después tenemos que vernos en un café o algo, hay muchas cosas que debemos de platicar, así como también debemos de ponernos al día.” Quería platicarle también de que tenía una hermana y podrían pasarla bien, claro como amigos.

“Nos vemos” Se despidió de esta luego de encaminarla hasta donde su pareja y se fue a donde sus amigos.

Miró el lindo vals que desempeñaron los ahora reyes del baile, e intentando pasar desapercibida se colocó nuevamente los odiados tacones que hace un rato se había quitado. Se encontraba recargada en la pared enseguida de la puerta principal.
Decidió buscar un lugar en donde sentarse, se sentía un poco decepcionada de si misma.
“Sin duda pude hacer algo mas….”
Paso cuidadosamente para acercarse a la pista y luego dirigirse hasta alguna mesa, con suma atención en el nublado suelo. Sin embargo, se distrajo un poco al ver a alguien conocido, y su pie no logró tocar fondo.
“¡¿Un escalón?¡” pensó fugazmente mientras sentía nuevamente pisar algo, pero para su mala suerte su tobillo se torció para darle un lugar en el suelo. Una persona pasaba por ahí e instintivamente se agarró a ella, para llevarla junto consigo al suelo.
-¡P-perdón! - exclamó avergonzada, luego levantó la mirada para encontrarse con el rostro, tal vez furioso, de la otra persona.

Asintió cuando la chica le dijo su nombre y sonrió cuando esta se señalo el pelo rojizo, ciertamente la tonalidad de ambos hermanos eran en cierta medida similares, siendo un rojo algo brillante, claro que cuando escucho la pregunta de la joven negó con la cabeza, sintió a través de sus guantes las cálidas manos de la hermana del rey del baile, a lo que entendió perfectamente el mensaje, no le incomodaba, después de todo no había ido acompañado.
-Solo... pero será un placer poder acompañarte Scarlett, sabes tu nombre suena bastante alusivo.... gustas otra pieza? -
Respondió tendiéndole la mano a la joven para sacarla nuevamente a bailar ya después de que el baile de inauguración de los reyes hubiera acabado, algunas personas hablaban al rededor de la pista, pero bueno era natural después de todo.

Seguía observando los alrededores, había disfraces de todo tipo y tanto la fiesta como los invitados parecían estar alegres, sin embargo de pronto un sollozo a su espalda le llamó la atención, era casi inaudible mientras se mezclaba con el murmullo de los demás, pero sin embargo ahí estaba y sonaba totalmente angustiado. Dándose vuelta y caminando un poco escuchó como un chico disfrazado de Alicia parecía estar llorando de una forma bastante desesperada, aunque por el ruido que hacía se notaba que se estaba aguantando mientras se decía a sí mismo “feliz fiesta Mark”. Katia lo observó por unos segundos, era un desconocido y no debería meterse, pero no le gustaba verlo así, de alguna forma ella también se apenaba.
Al final decidió acercarse al chico, sabiendo que corría el riesgo de que la tratase mal y de que le gritase, intentaría animarlo de alguna forma, y si eso no fuese posible al menos hacerle compañía fuera lo que fuera que le sucediese; con un tono algo tímido dejo escapar las primeras palabras hacia él.
-Bonjour… emm… hola ¿estas… bien? ¿Te duele... algo?
Sin saber bien que hacer le dedicó una dulce sonrisa mientras le ofrecía un dulce que había tomado recientemente, sabía bien que las penas no se borran endulzando el paladar pero aún así quería intentarlo.
-¿Quieres?
El chico se veía extraño, más bien sus movimientos eran algo extraños y no dejaba de tomar ponche ¿tanto así le gustaba? Igual podría ser posible, después de todo ella comía muchas veces y mucho aquellas cosas que le agradaban demasiado, como por ejemplo los dulces.
Se quedó de pie frente al chico de cabello castaño esperando su respuesta, de la cual por alguna razón estaba casi segura que sería agresiva ¿Quién la mandaba a ella a meterse? Si le gritaba estaba en su justo derecho.

Se sentía vació y devastado, no tenia ni un amigo cerca de el para pedir un poco de consuelo o mas bien, compañía, alguien que le dijera que todo iba a estar bien, que las cosas se iban arreglar pero estaba solo...tan solo como había llegado a la Academia.
Cuando escucho una voz cerca de el, se sobresalto y con rapidez limpio su rostro con una de sus manos, volteo a ver a quien le llamaba y se topo con una chica bonita que nunca antes había visto, seguramente, una alumna nueva.

-Hola...no, no me duele nada, solo ehmm perdí el control un momento -dijo en voz baja, suave, intentando no sonar busco o agresivo, nadie mas tenia que sufrir por sus problemas; una sonrisa pequeña se formo en sus labios cuando la chica le ofreció aquel dulce, no tenia ganas de nada, ni siquiera de la deliciosa comida que se ofrecía ante sus ojos que solo podían mostrar su infinita tristeza.
Se termino el 5 o 6 vaso de ponche, no lo sabia, ya había perdido la cuenta y tampoco le importaba demasiado.

-No, gracias, no tengo hambre. Solo estoy sediento -dijo un poco mas tranquilo- Sorry, eh sido grosero, mi nombre es Mark Kruger y es un placer conocerte -extendió su mano para saludar a la jovencita, tenia que ser amable, no podía salir corriendo de la fiesta. No había a donde ir, el terminar encerrándose en su habitación no le iba a ayudar en nada.

Landoy andaba solo por convicción como él había dicho, pues si, tenía esos aires de pocos amigos y de que le gustaba estar más solo que acompañado de alguien, pero a Kael esto no le asustaba, le resultaba interesante como siempre estaba serio muy a contraste de él que sonreía a quién fuese cada vez que pusiese y que su humor se lo permitiese, aunque lo último sucedía casi siempre.
Se divirtió con los gestos de su compañero, realmente se veía asombrado con el comentario que él había hecho y claro, esa era la intención. Sabía que Patrick era así como Andréi decía, era su amigo y lo conocía bien, el en cambio era más abierto al tema, si dos personas se querían no había razón para que estuviesen juntas, aunque claro siempre con respeto hacia los demás. Patrick era así, hasta se le cruzó por la mente la pequeña idea de invitarlo a bailar solo para fastidiarlo, pero no quería tener luego que hacerse reconstruirse la nariz puesto que dolería bastante.
-Estoy seguro que si nos miraría raro…-calmando un poco su risa- Y tú… ¿quieres que me vaya? Avísame si te molesto…-guiñándole un ojo-… y ¿por qué no te has disfrazado? Hubiera sido interesante ver que te ponías...
Dicho esto acercó el vaso a sus labios y tomó un sorbo de ponche degustando el sabor de las frutas, se quedó uso segundos así, pues detrás del dulce gusto se escondía cierta amargura característica no de un ponche sino más bien de una bebida alcohólica. “¿Acaso están embriagando a los alumnos?” pensó observando los alrededores, mientras pensaba en que seguramente algún alumno revoltoso se le había dado por echar ilegalmente algo en la bebida.

Apenas minutos después notó como Aydan comenzaba a actuar extraño, primero se tapo los ojos mientras decía que no se sentía bien ¿acaso nunca había tomado? Al parecer era eso, y siendo así naturalmente le pegaría duro con la cantidad que había ingerido, acto seguido la chica dejó el vaso en la mesa para refregarse los ojos. Rai dejó escapar un leve suspiro y se dispuso a acercarse a ella pero antes de que pudiera moverse la chica se acercó y lo sujetó de los brazos apoyando su cabeza en el pecho de él, mientras parecía clavar la mirada en el suelo.
La chica decía que no podía caminar bien mientras apoyaba su peso sobre él, Rai solo la miró unos segundos levantando una ceja para luego sujetarla de los brazos mientras ella lo miraba a los ojos diciéndole que quería bailar.
-¿Quieres bailar en este estado? ¿Estás loca?
La chica lo llevó hacia la pista en donde algunos aún bailaban, realmente parecía estar ebria y por alguna extraña razón a Rai le pareció que ella impondría más su voluntad en ese estado. Decidió finalmente bailar un poco con ella pero siempre vigilándola para que nada sucediese, después de todo la música que pasaban era lenta así que no tendría que moverse demasiado.
-Que tonta eres… embriagarte así…-dijo mientras cololcaba la mano de ella en donde correspondía y tomaba la otra sobre la suya-
Bailaron por un rato mientras Rai mantuvo su rostro inexpresivo como siempre y a la vez algo más serio de lo normal ¿Qué hacia ahí bailando? No tenía idea, pero sentía que negarse sería peor; aun sin saber porque, lo sabía. Pronto la música lenta terminó cuando los reyes salieron del escenario y en ese momento se detuvo para oír que comenzaba una música más movida, sin duda alguna el no bailaría eso y menos la dejaría a ella bailarlo.
-Aydan será mejor regresar a que te sientes…
Sin quedarse esperando a oír la opinión de ella, la tomó de una de sus muñecas y comenzó a tirarla hasta llegar a una zona un tanto apartada en donde había algunas sillas. Obligando a Aydan asentarse en una silla la miro de arriba abajo, ciertamente se veía bastante más alegre y desinhibida de lo normal.
-¿Quieres salir a tomar un poco de aire? Tal vez eso te haga bien…
Dicho esto se quedó esperando una respuesta de la chica mientras acomodaba la capa que colgaba de su espalda y que se había machucado un poco al pasar entre las personas solo por el hecho de ser muy larga, pero sin dejar de estar atento a lo que ella fuera a decirle.

Avanzaba hacia la salida, y claro cuando estaba apunto de irse alguien le piso parte del largo del saco del disfraz bajándolo al suelo de un tirón, ya en el suelo y sin mucha fuerza sus lagrimas bajaban por las mejillas, lentamente sintiéndolas cálidas sobre su piel como si quemaran ligeramente por donde bajaban.
Quizás había sido muy frió con Mark ahora, pero es que no logro no dejarle pasar aquellas frases, aun revoloteaban como ecos perdidos en su cabeza las palabras del castaño y sus propias palabras como si martillaran con mas fuerza para cargarle mas peso del que ya cargaba de culpa, por todos los eventos recientemente ocurridos.
Se sentó sobre el suelo tosiendo un poco por el golpe que se había dado en la espalda secando con sus guantes blancos sus ojos que estaban enrojeciendo al igual que la punta de su nariz, en su mente no paraba de repetirse palabras con la voz de sus hermanastros, palabras tales como "Viste Swithin todo lo destruyes, primero destruiste la familia de tu padre con su simple existencia...... Si, no vales la pena... No mereces tener amigos o ser feliz...... Eres un pecado, cuando se ha visto a un fruto del pecado ser feliz?....... Du skal dø Valentine"

Negó con la cabeza intentando acallar aquellas palabras, pero claro como una carga extra de un recordatorio las imágenes de la misión en África desfilaron frente a sus ojos como una cinta cinematográfica que se repetía sin cesar, bajo la cabeza sin realizarse que de nuevo sus mejillas se mojaban. -Nei, ikke sant, ... jeg Jeg kan bygge en god fremtid - balbuceo, sin importarle si la gente le miraba o no.

Pensaba el ir a con su hermana y amigo pero se miraban tan entretenidos que dudo un poco en ir y meterse, aunque esos cellos de hermano estaban apareciendo de repente mirando con fijeza al rubio. Fue en eso que sus ojos captaron a Mark llorando y bebiendo ponche. Frunció una ceja ante ello pensando el porqué estaba así y con ganas de ir a preguntarle a Alicia monesca que era lo que le sucedía. Pero fue cuando comprendió una cosa, Swi ya no estaba con el cómo llego a captarlo antes.

Rápidamente miro a los lados buscándole y nada, el chico noruego no estaba en las cercanías. Podría estar afuera y por el estado de Mark podría ser que él estuviera peor que este. Se salió sin pensarlo del baile, pensando que nadie lo extrañaría. Y bueno, si lo hacían mejor, eso aumentaba su egocentrismo, y fue que llego a la salida.

“¡Swithin!” Exclamo al verlo en el suelo llorando de aquella manera. Rápidamente se acerco a este hincándose a su lado para ayudarle. “Hey…Swi, ¿Estás bien? Swi…” Dijo preocupado poniéndole las manos en los hombros para verlo mas de cerca.

Echo una suave carcajada ante el comentario de dejar parte de su vida, que menciono el otro - Bueno seguro que si tienes escondido algo por ahí, a mí solamente me quitaron mis armas de fuego, aun conservo mis Balisong marca Benchmade.. Tengo un par de BM42 acero negro.... Y sobre lo del Whisky supongo que tienes algo de razón, pero sabes hay que tener dignidad hasta para beber, no deberías beber cualquier porquería que te dieran...- abrió grandemente los ojos ante el comentario siguiente, para cubrirse la boca y echar una gran carcajada agachando la cabeza y apoyándose sobre la mesa, su risa era explosiva y contagiosa, pero al mismo tiempo era suave y casi etérea.

Claro que cuando llegaron a donde estaba el ponche y hubiera bebido de este, el chico le apunto al dragón, enfocando sus orbes amatistas hacia el dragón, mas cuando iba a preguntar por el tipo de sorpresas que albergaba aquel reptil se vio jalada como ella previamente había echo con el otro, en medio de la caminata-arrastrada, el joven la hizo dar una vuelta, sorprendiéndola un poco. -.... El baile o la coronación?... Porque a mi ambas me parecen algo tontas, aunque no puedo negar que ay bailes que me interesan... como por ejemplo el tango... - cuando llegaron al dragón vio como Kuja buscaba algo y minutos más tarde le ofrecía una botella de Vodka, miro la botella y una sonrisa grande y de tiburón se dibujo en su rostro, destapo la botella y bebió un trago largo y seco, esperaba que el no tomar frecuentemente le fuera a hacer mal -Ummm~ Kuja!! .. Esta delicioso!.... Salud!.... por las tonterías americanas - no pudo no comentar aquello, después de todo era rusa y sabia apreciar de la bebida que degustaban en su tierra, y bueno , agregar un brindis, por los americanos que eran tan raros.


[Lanzo dados a ver si se embriaga la rusa]

El miembro 'Nika L. Devlin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'1d20' :

Resultados : 19

Al principio el castaño pareció verse sobresaltado y fue en ese momento en que Katia esperó un grito de su parte, pero en lugar de eso él le respondió con una voz suave, una voz que dejaba ver en su tono lo acongojada que se encontraba aquella garganta. Luego de decir que había perdido el control momentáneamente una pequeña y forzada sonrisa se dibujó en su rostro mientras negaba con la mayor amabilidad posible al ofrecimiento que ella le había hecho, para luego presentarse extendiendo una mano.
-Para mí también es un placer conocerte Mark… mi nombre es Katia Angelique Benoit…-dijo mientras tomaba suavemente la mano del chico-
Se quedó un rato viendo al chico, no le gustaba ver a las personas así, si por ella fuese el mundo sería feliz y todos en él serían felices, aunque sabía bien que esa fantasía no era posible.
-Amm Mark… no se qué problema tengas pero, estoy segura que se solucionara, ya verás… que todo estará bien. Lo importante es que no te dejes vencer por eso, sigue adelante y enfréntalo, búscale una solución… sé que no soy quién para decirte nada, pero… me gustaría verte sonreír… sinceramente…
Diciendo esto último se sonrojó un poco, pero intentó regalarle al chico su más dulce sonrisa, extrañamente tenía esa necesidad de ayudar al castaño, aunque sabía que no podía, pero ella siempre había sido así, queriendo ayudar a aquellos que tuviesen algún problema aunque a veces ni siquiera supiera que hacer.
-¿Quieres ir a bailar?-tomando una mano del chico con ambas manos-… o tal vez prefieras salir a caminar un poco, tal vez tomar aire fresco te haga bien.
Dicho esto pegó un pequeño y suave tirón a la mano del chico mientras le sonreía tiernamente, ni siquiera se había puesto a pensar que era un completo extraño y que no tenía que entrometerse en los asuntos de un extraño, pero tal vez el ponerse a pensar que el seguramente tuviera poderes así como ella le hacía sentir cierta empatía que la impulsaba a hacer algo que pudiese hacerla ver como una total entrometida.

Ya era noche cuando pandora llego al colegio, aun tenia maletas en mano entro por la recepción y camino por los pasillos hacia la aula de los maestros, veía que todo estaba vacío era muy extraño, a pesar de que ya era noche no se podía ver ni al conserje de la escuela, mientras caminaba por los pasillos pudo ver un cartel se acerco a el y vio que decía que esa misma noche había un baile de Halloween en el comedor, al parecer era un baile de disfraces, al ver esto ella sonrió, paso a la sala de maestros y dejo sus maletas en su cubículo.

Después de hacer eso se quito su chaqueta y pensó “iré a ese baile, no conozco a nadie así que será algo aburrido, aunque… será una buena oportunidad de ver el comportamiento de los alumnos.” En ese momento ella transformo el atuendo que tenia en un disfraz de conejo blanco. Procedió a salir del salón de maestros y se dirigió a donde era el comedor.

Al llegar vio a muchos jóvenes disfrazados, “veamos si puedo pasar desapercibida como una estudiante de esta escuela” pensó mientras pasaba por la multitud de estudiantes, al parecer la coronación y todo lo que era típico en este tipo de bailes americanos ya había pasado, “bueno no importa igual no tenia en mente quedarme mucho tiempo” pensó pandora, mientras se dirigía a la barra de ponche.

Disfraz de Pandora

Spoiler:

Sus lagrimas aun bajaban por sus mejillas cuando se vio llamado por su nombre, pensó que era el castaño, mas cuando enfoco la vista, vio que era su amigo Jake, que se acerco a el tomándole de los hombros para ver si estaba bien, el noruego solo pudo intentar sonreír de manera rota queriendo no preocuparle, pero termino agachando la mirada y sollozar un poco.

Se sentía muy mal, por lo que apoyo levemente su cabeza contra uno de los brazos del mayor, para luego hablar de manera ahogada, como queriendo acallar posibles nuevos llantos - E-Estoy....me siento mal Jake.... -termino diciendo intentando levantarse del suelo,no quería llamar mas la atención de nadie, sino se sentiría aun mas culpable, con los guantes ya húmedos intento secarse por in contaba vez la cara, su nariz estaba completamente roja, como sus parpados, ademas de hincharse un poco.
- Pe-Perdón Jake.... v-vuelve a la fiesta.. ya se me pasara..... e-en serio.... me iré a ... no se, a mi cuarto.. - lo menos que deseaba era arruinarle la noche a su amigo, ya se la había arruinado al castaño, se mordió el labio inferior para evitar sollozar, podía sentir un nudo en el estomago y garganta.

Le sonrió sutilmente a la chica, inconscientemente le estaba diciendo todas las cosas que quería escuchar pero aun así se sentía mal- Muchas gracias, Katia -murmuro en voz baja, acariciando con suavidad los dedos de la chica, que aunque era una extraña, fue la única que se acerco y se preocupo por su estado..."A nadie mas le intereso, debí quedarme en Camerún...debí terminar ahí" pensó el castaño.

Negó suavemente a las preguntas de la chica y con delicadeza se soltó de su mano- En verdad te agradezco que intentes ayudarme pero...-tomo aire profundamente, intentando no llorar de nuevo- Quiero estar solo y vagar por ahí, perdóname, pero nos estaremos viendo en las clases -comento con tranquilidad. Dejo su vaso vació sobre la mesa que tenia los bocadillos, se acerco a Katia y le revolvió suavemente el cabello antes de alejarse de ella e ir a buscar una de las salidas.

Sin darse cuenta, termino caminando a prisa, empujando gente hasta que pudo salir del enorme salio, corriendo directo a la primer salida del edificio que encontró, no quería seguir ahí, quería perderse, necesitaba estar solo, llorar y hundirse en sus recuerdos, dejar que la tristeza lo ahogara como una enorme marea, arrastrándole mas y mas adentro hasta que no le quedara nada, ni una lagrima, ni un pensamiento...nada.

El puertorriqueño se sentía a gusto con la rusa, era la verdad, le agradaba bastante su presencia, cuando escucho lo de las armas decomisadas no pudo evitar sonreír, a la chica le gustaban las armas y eso hacía que le gustara más al peli plateado: Vaya, parece que tienes muy buenas armas eh? –Dijo riendo un poco- Yo tengo una de estas de verdad en mi cuarto –Señalando la garra- Y un par de manoplas americanas, aunque no me caería mal conseguir algo mas, y si puedo recuperar las que me quitaron, mejor aún.

No pudo evitar soltar una carcajada junto con Logan cuando le hizo el comentario del Whisky, riendo aun alcanzo a contestarle: Es de 18 años! –Comento bromeando e Intento mostrarle la etiqueta con el “18” grande, pero por la oscuridad poco se veía y comenzó a reírse- Bueno, procurare solo tomar de mi ron jajaja. Comenzando el trayecto al dragón, expreso a la pregunta de la rusa: Me refería a la coronación, a mí también me gusta bailar algunos ritmos, pero elegir rey o reina para esto, pfff, gringos –Dijo bajando un poco la mirada-.

Noto la sonrisa en la contraria cuando le ofreció el vodka y no pudo evitar ponerle una igual, vio como le dio un trago y le dijo que estaba excelente: Pues parece que los maestros de aquí no tienen tan mal gusto entonces… Salud por las tonterías americanas! –Expreso acompañando el brindis de la rusa dándole un trago al whisky-.

Se dio cuenta que la chica parecía aguantar bebiendo, cosa que le maravillo, parecía que cada vez le era más perfecta: Y bueno Logan, quieres quedarte aquí, bailar, comer un poco, o quieres que busquemos un lugar mejor donde tomarnos esto? –Señalo ambas botellas- Y de paso buscar algo dulce –Rio un poco, sabía que bien podían seguir tomando en el baile, pero se engentaría, además, prefería la privacidad para poder charlar con la contraria de ojos violetas… Le dedico una sonrisa traviesa mientras esperaba su respuesta-.

Al pasar por el comedor entre los alumnos, vio un alumno vestido de lo que parecía se Alicia caminar rápidamente hacia ella , vio que el muchacho iba con la cabeza agachada como si estuviera avergonzado. Ella rápidamente se interpuso en su camino e hiso que el chocara con ella. Mientras eso pasaba ella se preguntaba “¿Qué haces pandora, se supone que no te involucrarías con nadie, por que te interpones en su camino?” mientras pensaba eso logro ver que lagrimas salían de la cara del estudiante, esto la desconcertó y la hiso enfurecer un poco. Tomo al estudiante de la mano y rápidamente lo saco del baile.

Afuera del comedor ella lo soltó y de dijo seriamente “¿que crees que estas haciendo? ¿por que lloras?”, a momento de hacer eso vio que el joven estaba ebrio eso la hiso enfurecer aun mas ya que ella sabia que algo así en la escuela estaba prohibido, estaba apunto de levantarle la voz, cuando vio que la cara del joven comenzó a ponerse verde, y ella pensó “o dios este no la va a librar” rápidamente tomo al joven y corriendo lo llevo al baño mientras gritaba “!!Mas te vale que aguantes!!” rápidamente entraron al baño de hombres, pandora lo tomo de los brazos y lo acerco al lavabo mas cercano…

Vio como el chico sonreía de una forma extraña, no era natural pero lo intentaba, aún así sus palabras no parecían animarlo en nada, pero era totalmente entendible, después de todo ella era una completa extraña.
-No es nada…
Dijo casi en un susurro mientras sentía como el chico acariciaba suavemente sus dedos a la vez que su mirada volvía a entristecer, cada vez más triste y más sombría. El castaño retiró su mano de una forma amable y suave mientras negaba a todo lo que ella había dicho, prefería estar solo y era entendible, tal vez necesitase un tiempo a solas para procesar algo, después de todo Katia había sido tan imprudente de ponerse a hablar de algo que no conocía.
-Está bien, cuídate, nos estaremos viendo… en clases…
Se quedó allí de pie viendo como el chico se marchaba luego de revuelto suavemente su cabello, lo había intentado pero no había logrado nada, al parecer el pesar del castaño era muy grande y profundo; ella solo esperaba que pudiera recuperarse pronto.
-Sana dès Mark…
Dejó escapar aquellas palabras en un susurro luego de que lo viera desaparecer entre las personas, para luego acercarse a la mesa y tomar un aperitivo con el ceño levemente fruncido. A pesar de todo confiaba en que todo se arreglaría, así era ella de optimista y a pesar de conocer solo el nombre de aquel chico de ojos verdes ya podía decirse a sí misma que le deseaba todo lo mejor en la vida.
La mordida a un dulce llenó su paladar de empalagantes sabores que le llevaron algo de brillo a sus ojos, se giró observando los alrededores, la mayoría de las personas que ahí estaban tenían grupitos en los cuales se movía; si hasta podía ver un grupo de sujetos que seguramente serían profesores, disfrutando de bebidas y comida al igual que los alumnos; el ambiente sin duda estaba alegre.

Spoiler:

Ya en el suelo vio a la persona que había arrastrado junto con ella en la caída. Se disculpó y se levantó para dirigirse a otro lugar rápidamente, ahora había terminado afuera, en el pasillo nuevamente.
Escuchó un suave sollozo. Abrió grandemente sus ojos al notar que Swithin estaba llorando, tan amargamente, no asimilaba ver esa parte de el. Aunque no lo conociera mucho, sabía que eso no estaba bien.
Rápidamente vino a su mente su amigo Mark, algo había pasado entre ellos dos, de eso no había duda alguna.
Aun no reaccionaba, no sabía exactamente que hacer ¿realmente podía ser de ayuda? Las dudas aún la asaltaban, en ese momento se sentía un poco inútil.

“¿pero que haces? Tienes que hacer algo…”

Al levantar su vista nuevamente, notó como Jake lo acompañaba, apoyándolo en lo que fuera que le sucediese. Umiko no pudo evitar agachar la mirada, aún sentía culpa por haber tratado mal a ese chico que había sido tan amable con ella. Ahora, su positividad había sido desplazada a segundo termino ¿Qué podía hacer ella? …
Pero, esa no era su actitud. ¿acaso se sentiría así solo por un simple error? Bueno, en realidad fueron dos… pero, ahora tenía que hacer algo al respecto. Tenía que ayudarlo de una u otra manera, quería ser de ayuda para algo.
Se aproximó rápidamente hacia el chico que estaba realmente triste.
- puedo… ¿puedo ayudarte en algo?
Expresó, luego volteó a ver al chico pelirrojo con cara de preocupación.
Escuchó como el chico parecía no poder dejar de llorar, Umiko aproximó su mano a sus cabellos para acariciarlos suavemente, con un intento probablemente en vano de tranquilizarlo. Jake lo apartó rápidamente de ella.
“No necesita nada, me lo llevare a las habitaciones.”
Escuchó decir de parte del pelirrojo, con un tono directo y molesto. Entonces, lo sintió de nuevo, esa punzada de inutilidad...
Solo esperaba que todo mejorara, y confiaba que el chico lo podría ayudar, tan siquiera no lo había dejado solo.
Una sonrisa un tanto forzada apareció en sus labios, quería sentirse tranquila y se decía a ella misma que todo estaría bien. "Aunque no seas de ayuda, alguien lo es en tu lugar..."Quería dejar de sentirse así, era extraño para ella. Sus ojos se nublaron levemente y se dio la media vuelta mientras decía "Lo siento"
No sabía exactamente de cuál de todas las cosas se disculpaba, pero sentía que lo tenía que hacer.

Menuda broma la del chico de cabello grisáceo, imaginarse al protagonista del video juego encendiendo un cigarrillo en el bosque le arqueó la comisura de sus labios a manera de sonrisa, era agradable saber que a pesar de estar deprimido se mostrara con un poco de ánimos. Sin embargo, Dylan parecía preocuparse demás por su pareja, y a decir verdad, las parejas deben mantener un pacto de confianza para vivir tranquilos, de lo contrario uno se vuelve receptor del estrés.
—Tranquilo, Dylan, esperaremos a que te reencuentres con tu amada— dijo con calma, Caleb llevó su propia mano dentro de la camisa para sacar la cajetilla de cigarros. —...Si alguno de ustedes tiene el poder que encienda uno, será mi mejor amigo por esta noche...— dijo con tono serio intentando sonar divertido. La música del vals parecía haber terminado, ahora los muros resonaban cantidad de aplausos y silbidos, era el momento de Dylan y, a pesar de apenas conocerlo, quiso asegurarse que todo estuviese bien, ya sea observando desde la salida.
—Ve...— hizo una seña a Dylan con su cabeza. "Algun día estaré en sus zapatos... y espero falte mucho, no quiero tener que preocuparme por los sentimientos de otra persona, no aún...".