Dar cera, pulir cera... [1ª Clase, post grupal]

Observaba como el maestro detuvo el ataque sin hacer nada, "Es realmente fuerte..." -pensaba la rubia.
A pesar de que según sus palabras ella podía hacerle más daño que otros no quiso acercarse aún, prefería observar antes de hacer movimiento alguno.

En un momento notó que la mente de alguien estaba perturbada, molesta según sus comentarios, buscó con la mirada a aquella persona hasta que la notó con la mano en la frente. Se acercó tranquilamente hacia él, estaba un tanto extrañada.

- Esto... hola... -dijo en un tono muy suave- Parece ser que copiaste mi poder. -sonrió tranquilamente cuando notó como le miraba -a pesar de haber averigüado su poder habiéndolo leído se sorprendió bastante-, entonces se ruborizó y volvió a su expresión tímida de siempre.
Cuando leyó su mente lo comprendió, aquél choque de voces era justo el que ella sintió al principio, se quitó los cascos del cuello y se los ofreció.

- Si los usas será más cómodo, procura tararear el ritmo mentalmente y verás que es mejor... -se dió media vuelta y miró al frente, no estaba acostumbrada a hablar así con nadie, quizá el hecho de haberle visto como ella le animó a ello, aunque no sabía realmente el porqué...

Literalmente se quedo boquiabierto al ver como su maestro ni siquiera se inmutaba después de recibir tremendo golpe, al contrario, le hacia una llave al chico rubio que le había atacado. Se notaba que no era nada indefenso pero aun así no le convencía para atacarlo...simplemente no era su naturaleza andar usando sus habilidades contra las personas.

Carraspeo suavemente, tenia miedo pero no podía seguir huyendo, tenia que usar sus poderes y aprender a no temerles. Tomo aire y aun con deseos de salir huyendo y volarse la clase, se formo en la fila aunque estaba mas ansioso con el resto...¡Que rayos! Estaba mas ansioso que el maestro que era el que iba a recibir los golpes.
-Solo una flama...y ya -se murmuraba a si mismo, convenciéndose de que no iba a hacerle daño por mucho que lo atacara.

Escucha una familiar voz hablarle por la espalda. al voltearse se encuentra con su ya buena amiga cytoquinetica, -Ah hola Aydan, no es que no me interese, solamente que no estoy seguro de como hacerlo, tal vez lo intente-

Mientras observa fijamente a los alumnos formándose para atacar uno a uno al profesor con todo lo que tienen, pensando en tomar un lugar también.

-"Si debería intentarlo, tal vez si pruebo lo mismo que en el bosque.... ¿pero que tal si lo fulmino?.... no creo que pueda, es un maestro después de todo, aparte, tiene el poder de la inmunidad, probablemente no le haga ni cosquillas"-

Luego de la primera clase seguía una en la cual Alina no se tenía demasiada confianza, la clase de resistencia física, ella nunca se había considerado fuerte ni nada por el estilo pero era una clase que debía tomar de todas formas. En ello pensaba mientras divagaba perdida por los pasillos “¿Por qué me cuesta tanto encontrar las aulas?... en realidad no tuve tiempo de recorrer el lugar antes del inicio de clases…”. Mientras un suspiro de resignación salía de su boca continuaba en busca del aula hasta que luego de unos minutos que se le hicieron eternos logró dar con ella. Su sorpresa fue mayúscula al llegar y notar que no había nadie adentro, se quedó unos segundos en blanco sin saber que hacer hasta que se le ocurrió ingresar al aula y observar por las ventanas.
-Si es la clase de resistencia física tal vez…
Sus sospechas fueron comprobadas cuando en el exterior pudo ver un grupo de alumnos reunidos mientras uno de ellos de cabello rubio atacaba al profesor directamente a su rostro y estómago, contuvo el aliento pero se tranquilizó al ver que nada había sucedido. Enseguida comenzó a correr por los pasillos y rápidamente pudo llegar a donde el grupo estaba. Se colocó al final de todo y entre medio de los demás alumnos pudo observar como un alumno se acercaba al profesor, este parecía tener el poder de manejar el fuego.
“No me siento capaz de atacar, aunque por lo que averigüé el profesor Lion posee inmunidad… aún así tengo que hacerlo… tal vez… de todas formas aquí no hay nada que pueda usar.”

Daigo llegó apresuradamente al lugar donde se daba la clase de resistencia física.
Le sorprendió sobremanera ver a una fila de alumnos esperar para golpear al docente.
"Tal vez vine al lugar equivocado...qué se gana con golpear a alguien innecesariamente..."
Pensando esto, se acercó al grupo y se sentó en la hierba.
"Bueno, al menos es una buena forma de pasar el rato...una buena solución puesto que no tendré que ir al cine para ver esa película de artes marciales..."
Luego de eso, sacó un paquete de snacks y se puso a comer mientras veía a la clase.

Luego de la clase de literatura se dirgió a la siguiente.
El profesor les inicó que había que salir para llevar a cabo la clase.

Umiko se sorprendió un poco al enterarse de lo que iban a llevar a cabo todos. "pero jamás he atacado a alguien..." pensaba la chica de cabello azul.
Muchos se encotraban entusiasmados con aquello, otros no se veían muy convencidos. Se formó a la espera de su turno.
Al estar frente al apuesto docente, que había salido inmune de los ataques anteriormente recibidos, Umiko no sabía que hacer exactamente. El profesor dijo algo que la alientó a intentarlo, luego de eso la chica extendió su brazo izquierdo, levantandolo al frente. Por consiguiente una cantidad de agua, del tamaño de una persona, se levantó del suelo lentamente. ''ahora... ¿que hago?" La chica no sabía que hacer a continuación, así que solo intentó golpear con todas sus fuerzas al docente.....

Observaba con algo de curiosidad como los alumnos hacían fila deseosos de atacar al profesor que permanecía inmóvil con una sonrisa serena, sin duda alguna la voz de la experiencia hablaba en sus gestos a pesar de ser alguien tan joven. Al mirar hacia un costado Alina pudo ver de repente a aquel chico de cabello celeste que había conocido anteriormente sentado en la hierba mientras comía algo que parecía gustarle mucho. Le causó algo de gracia la expresión en la rostro de aquel chico, su postura y su expresión daban la sensación de que se encontraba en el cine viendo una pelicula que era de su sumo agrado.
-"Daigo me cayó bien... ya que estamos en la misma clase...debería..."
Comenzó a caminar lentamente hacia el chico de cabello celeste, ella era de naturaleza tímida aunque hacía ya un tiempo que intentara superarse aunque sea un poco, pero simplemente el hecho de poseer poderes especiales que una persona común no tiene, no le habían ayudado en su propósito. Cuando llegó frente al chico se decidio a decir algo para hacerse notar, no sabía muy bien de que hablar, pero despues de todo él le había caído bien.
-Hola... volvemos a encontrarnos...

Con la parsimonia típica de siempre, Seth alzó una ceja, así como ligeramente su barbilla analizando la acción del maestro. Unos buenos reflejos, sin dudarlo, pero no era suficiente como para ganarse su respeto.
Pasó sus ojos al resto de compañeros. Habían unos -seguramente los mas débiles- comiendo snacks bajo un árbol. Dejó escapar un soplo de aire de sus labios.
"Dios los cría, ellos se juntan" Pensó.
Su mirada acabó en Mark, viendolo con los ojos desorbitados y la boca abierta, lo que le arrancó una sonrisa. "Igualito que una muñeca hinchable, Kruger!" Pensó en sus interiores.
Sacó la mano de su bolsillo y le palmeó la espalda.
-Oe, Mark -Le comentó ladeando un poco la cabeza hacia él, alzándole el pulgar en cuanto este le miró, mostrando su hilera de dientes- Tu no te ralles, y hazlo sin miedo. Es la única forma que sepas tus límites y control.

No sabía si le había animado, pero en fin, no estaba él para esas cosas. Guardó sus manos en los bolsillos mirando a una chica atacar al profesor.
"Creo... Tener una idea de qué hacer..."

Observaba tranquilamente como la fila de alumnos poco ap oco iba avanzando, el profesor mantenía una firme sonrisa que lo hacía verse más inmune a la tristeza que a otra cosa, era curioso verle actúar así ante tantos alumnos y con poderes realmente extraordinarios.

Trás de sí notó un comentario bastante gracioso por parte del "imitador".
- Modo... ¿silencio? -se quedó unos segundos pensaitva y comenzó a reír como hacía mucho- Jajaja, eso si que no me lo esperaba. -Se echó la mano a los ojos, estaban un poco lacrimosos de la risa tan tonta que le había dado, no era frecuente que riera así aunque ese comentario acabó consiguiéndolo.

- No, ese modo no lo tiene, si lo hubiera tenido no creo que ahora estuviera aquí... -miró con una leve sonrisa al chico- Dellaila, si quieres puedo intentar ayudarte a manejarlo aunque sea un poco, incluso te dejaré mis cascos por hoy, pero luego devuélvemelos ¿si?
Estaba más atenta a aquél chico que a cómo iban los alumnos, tanto que ni se dió cuenta de una pequeña chica de cabellos azulados ahora arremetía contra el docente con una gran carga de agua.

Daigo se encontraba sentado en el pasto viendo cómo sus compañeros arremetían contra el profesor.
"Umnm...esto se pone interesante..."
De repente se fijó en uno de los estudiante. Notó que lo miraba, tenía el cabello plateado y un parche en el ojo.
"...El típico chico rebelde del salón...qué personalidad tán original...nunca falta alguien que sobra..."
Luego de pensar eso, sintió que alguien se acercaba, era Alina, aquella linda muchacha que había conocido en los pasillos de la academia.
Le comentó algo, él la vió y contestó.
-Vaya, qué bueno encontrarte aquí Alina...
Hablar con ella era más interesante que ver como un grupo de personas se ensañaban a golpes con alguien, lo que hizo que se distrajera completamente de la clase.
-¿No golpearas al profesor?.
Le preguntó.

Alina notó como Daigo se olvidaba de la clase y mientras seguía con lo que estaba comiendo le prestaba atención a ella, entonces se colocó a su lado apoyándose levemente en el árbol en el cual el chico había recostado su espalda. El peliceleste le preguntó si participaría en el ataque, pero ella nunca había querido utilizar sus poderes para lastimar a nadie sino más bien para ayudar.
-Realmente no me atrae esa idea… no soy violenta ni nada por el estilo, aunque se bien que debo hacerlo como parte de mi educación… (suspiro largo)… de todas formas… no hay nada aquí que pueda usar… solo personas…
Daigo la miró con una expresión que podría describirse como algo de sorpresa, Alina solo se sonrojó y volvió a mirar al profesor. Ciertamente usar sus poderes en personas o animales sería más complicado que lo normal y no existía mucha probabilidad de tener éxito; solo lo había intentado una vez y en ese intento su padre había terminado abrazado a la copa de un árbol.
-Supongo que hoy lo dejaré, solo espero que el profesor no me note… -demostrando algo de preocupación en el rostro-… ¿y tú? ¿no lo harás?

Los alumnos parecían haberse revolucionado con aquello, supuestamente deberían sentirse más seguros de sí mismos si iban en grupo, ¿no? ¿O quizá debería ser más estricto y estirado como otros profesores? Quién sabe, pero la cuestión era que pocos se animaban, casi todos estaban hablando entre ellos para evitar el acercarse a la fila.

- Vaya... Parece que cada año son más asustadizos... -decía rascándose la cabeza con pasividad.
Entonces una chica de cabellos azulados le miró con seriedad, era extrañamente divertido verla contener una gran masa de agua en su mano, pero, al parecer se había descontrolado un poco y ahora la lanzaba contra el docente, y a la velocidad a la que iba el golpe dolería un poco.
- ¡Woah! Sorprendente de verdad, a ver cuánto resisto, jaja. -No sabría decirse si estaba animándola a hacer algo más potente o simplemente le parecía divertido pero cuando la joven lanzó aquello contra él solo cubrió su rostro par evitar mojarse los ojos.

Tras recibir el impacto -el cual le había dejado una leve sensación de picor en el cuerpo por el choque del agua, tal y como un planchazo haría- miró sonriente a la peliazul y le ofreció tres aplausos.
- Enhorabuena, eso me llegó a picar, veo que atendiste a mi explicación... -alzó el cuello y miró a los del fondo- No como otros... ¡Vamos, os quiero aquí ya!

Off: Siento lo cutre, ando con los pensamientos raros y creo que lo dije, lo siento~

Daigo escuchó atentamente a su compañera. Le había afirmado que no lo haría porque se oponía a lastimar a la gente...un sentimiento que él respetaba mucho.
Luego, le preguntó si él lo haría.
El muchacho miró al cielo por unos segundos antes de contestar.
-...No...que lo golpee no demostrará nada...trato de evitarlo...por mi doble personalidad...es un aura violenta que se alimenta del daño que le causa a la gente...temo que si no puedo controlarlo, él me consuma...por éso vine aquí...para aprender a retenerlo...
El chico bajó la mirada. después agregó:
-...Al parecer tenemos algo en común...sólo que yo no puedo controlarlo...y actúa independientemente de mí...
Al terminar de pronunciar eso, el muchacho aguardó la respuesta de su compañera.
Sin inmutarse de lo que decía el profesor.

Bien, no pensaba ser la burla de clase, no iba a avergonzarse delante de sus compañeros...estaba en esa escuela para aprender a controlar sus poderes y perder el miedo, tenia que intentarlo sin importar que pasara.

"Tranquilo, Mark...solo conserva el control, solo no pierdas el control" se repetía mentalmente mientras salia de la fila para ir a encarar al maestro que, en verdad, parecía resistente. El ojiverde solo esperaba que fuera a prueba de fuego, trago saliva pesadamente.

-Mi turno, profesor -murmuro en voz bajita, carraspeo con suavidad y cerro sus ojos por un momento, concentrándose y logrando envolver en llamas su mano derecha. "Bien aquí vamos, solo una flama, nada mas..." pensaba, recordándoselo a cada momento. Abrió los ojos y levanto su brazo antes de dejarlo caer con fuerza, lanzando una llamarada de fuego ardiente que iba directo hacia el profesor, para golpear con fuerza sobre el pecho del docente.

-Mierda...-susurro, cerrando un ojo, tuvo que apretar los dientes y la mandíbula para cortar el flujo de fuego ademas de apretar con fuerza su mano para lograr apagarla. Era muy difícil controlar sus poderes, con rapidez perdía el control sobre ellos y fluían por si solos.

Daigo por primera vez le habló seriamente de su poder, uno tan extraño que permitía la convivencia de dos entidades en un mismo ser, sin duda era extraño e intrigante, una personalidad amable y sociable y otra que era todo lo contrario y que solo buscaba destrucción, de alguna forma pudo imaginarse la frustración que aquel chico debía sentir al tener esa poderosa entidad maligna dentro de sí amenazando con salir y lastimar a personas que él no quisiera lastimar.
-De alguna forma puedo entender lo que me dices… la impotencia que puedes llegar a sentir… pero para eso estamos aquí… (sonriendo)… para aprender a controlarnos y para que nuestros poderes puedan ser de utilidad a nosotros y a otras personas que los soliciten… por eso he venido aquí… (clavando la mirada en el suelo)… yo también he sentido temor de lastimar a mis seres queridos…
Luego de unos segundos de silencio Alina sintió la mirada del profesor sobre su persona, seguramente el docente se había dado cuenta de que ella no se había formado para enfrentarlo, pero en ese momento recordar lo que había recordado le dejaba aún menos ganas de atacarlo. Sin embargo la necesidad de aprender a controlar su telekinesis era un hecho existente muy presente y desafiante…

Daigo escuchó atentamente a Alina. Se sentía un tanto feliz al saber que había alguien que lo comprendía.
El profesor los miraba de soslayo de tanto en tanto.
Recostado sobre el tronco del árbol lo observó atentamente. Sin voltear la mirada le dijo a su compañera.
-...Tal vez...si conoces a mi otra personalidad...exista el riesgo de que no consideres la posibilidad de que seamos amigos...siempre es así...
Luego de hablar, dejó salir de su boca un leve suspiro.

En un gesto tranquilo, observó a Mark correr a su lado, sonriendo disimuladamente.
"Vamos Mark... Atízale como nunca has hecho" Pensó por dentro, deseando darle ánimos en algún aspecto, aunque quedara solo dentro de sí.
Aunque joven, sabía que tenía un buen potencial para con sus poderes. Tan sólo tenía aquella fobia que le impedía desmelenarse y actuar. Alzó un poco su mandíbula.
"Oh, sí... Cuando crezca será duro de pelar... Me pasaré días peleando..." Solo con imaginarlo se retorcía de gusto y fascinación.
Movió un poco sus dedos con impaciencia. En cuanto viera el momento, iría a atacar. Y tenía la estrategia perfecta.

Vale mencionar que cuando llego a clases, justamente el maestro había estado de salida con sus compañeros, así que se unió a ellos, camino en silencio, no pensando nada, pero si su mente imaginando todo un mundo de cuestiones.

Para cuando se dio cuenta estaban en un área abierta, escucho al maestro, hasta el punto de que quería que fueran con todo lo que tenían, muy bien, estaba perdido. - "Y que se supone que haga yo?" - Andaba preguntadose así mismo cuando vio que un chico rubio arremetió contra el, se quedo algo atónito, y termino quedándose algo lejos de todos, como que al final de la fila.

Después de que varios alumnos se animaran, el aun estaba en el dilema de que hacer, peor no estaba muy seguro de cual era su poder, no le vendría mal unas clases de defensa personal, miró al mayor, si fuese un enemigo que lograría hacer?, ¿Podría arremeter contra el?. Esa no era una buena opción, no era tan fuerte como para lograrlo, muchas teorías comenzaron en su rubia cabeza, parpadeando tan rápido como las ideas se le venían.

Allí se quedo el sin prestar mucha atención a su alredor.

Fijándose en que de nuevo el primero que se alistó para atacarle volvía a las andadas se enorgulleció, pero, al darse cuenta de que su media clase estaba completamente ausente se enfadó, pues no tenía intención de ser muy estricto pero aquello ya sobrepasaba los límites.

Segundos antes de que Nisheida impactara contra el le tomó por la muñeca evitando que el golpe fuera grande para dirigirse a todos en general.
- Ya me cansé de esto, ahora, a los que nombre que me sigan, el resto que tenga en cuenta que nos veremos en las clases de refuerzo. -Con la mirada iba buscando a aquellos que proseguirían.- Deragae Nisheida, Seth Raven, Mark Kruger, Dylan Jules, Benedict Rensey, Umiko Messina y Swithin Valentine. El resto ya sabe su destino.

Dicho esto guió a sus alumnos a otra zona para proseguir, estaba molesto con aquella primera clase, siempre había sido confiado pero había límites para todo...

Continuación, únicamente para los nombrados.

-Cerrado-.